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TEMA #1: ¿Qué es la Biblia?

En casi todas nuestras casas tenemos una Biblia.


La leemos, la colocamos en un lugar de honor
o conversamos acerca de su mensaje
con algún amigo o con algún cristiano no católico.
Actualmente, la gente manifiesta gran interés por conocer,
entender y vivir la Palabra de Dios.

1.1. ¿QUÉ ES LA BIBLIA?

La palabra “BIBLIA” significa “Libros” porque es una pequeña


biblioteca. Se le ha llamado Sagrada Escritura, Libro Santo,
Sagradas Escrituras, Palabra de Dios. Es una colección de libros
variados, escritos por diversos autores. Estos textos se redactaron
o se escribieron en lugares, épocas y estilos diversos.

Presentan temas, contenidos y mensajes diferentes pero complementarios. Llegan a nosotros como un
solo libro, en el que Dios se nos presenta como un Dios amor, amigo y salvador nuestro.

Su tema fundamental es la HISTORIA DE LA SALVACION, la manifestación o revelación de Dios a la


humanidad y sus relaciones con los seres humanos.

1.2. LAS DOS GRANDES PARTES DE LA BIBLIA Y LOS GRUPOS DE LOS LIBROS BÍBLICOS

La Biblia se divide en dos grandes partes:

1. El ANTIGUO TESTAMENTO, que consta de 46 libros.

2. El NUEVO TESTAMENTO, con 27 libros.

En el Antiguo Testamento diferenciamos los siguientes grupos de libros:

El Pentateuco o la Ley.

Los libros históricos

Los libros proféticos

Los libros poéticos y sapienciales

En el Nuevo Testamento encontramos los siguientes grupos:

Los Evangelios

El Libro de los Hechos de los Apóstoles

Las Cartas Apostólicas: las de San Pablo, la de hebreos y las llamadas Cartas Católicas.

El Libro del Apocalipsis.

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¿Por qué le llamamos Antiguo y Nuevo Testamento? Cuando hablamos de “testamento”, no
estamos pensando en el inventario que alguien hace de sus bienes para heredárselos a sus familiares al
morir. La palabra “Testamento” en la Biblia hace referencia a “alianza” o “trato”, el que Dios ha hecho
con nosotros, que es un pacto de amor.

El Antiguo Testamento nos habla de la alianza de Dios con su pueblo Israel, mientras el Nuevo
Testamento se refiere a pacto o alianza entre Jesucristo y su Iglesia. El Nuevo Testamento completa el
Antiguo y lo supera, porque Cristo mismo es su centro y su cumplimiento.

1.3. LA INSPIRACIÓN Y LA INERRANCIA BÍBLICAS

Los cristianos veneramos la Biblia completa, Antiguo y Nuevo Testamento, como Palabra de Dios
inspirada. La Biblia tiene a Dios como su Autor principal, pero son seres humanos quienes han puesto
por escrito esta Palabra de Dios, el autor principal, guía al escritor sagrado para consignar sólo lo que Él
quiere que se escriba. La misma Biblia, en 2 Ped 1, 20-21, afirma que: Los hombres de Dios hablaron
movidos por el Espíritu Santo.

Escriben, ciertamente, “movidos” o guiados por Dios, pero lo hacen con


su manera de hablar, según su mentalidad, su cultura, su capacidad y
sus facultades mentales, su lenguaje y su religión, su estilo de redacción.
Por eso son verdaderos Autores Literarios de cada libro bíblico.

Pero si los autores literarios son personas tan humanas como nosotros,
¿Cómo sabemos que no se equivocaron al escribir?

Estos autores pudieron “equivocarse”, o ser imprecisos en cuestiones de


ciencia, de geografía o de historia, pero no en la verdad que Dios quiso
revelar a través de ellos. Por INERRANCIA BIBLICA entendemos la
ausencia de todo error en los libros bíblicos en cuanto a la verdad que enseñan. Si la Biblia es inspirada
por Dios, expresa el pensamiento de Dios, la verdad que Él quiso comunicar.

Por consiguiente, la INERRANCIA se refiere a las verdades de la fe, no a las ciencias ni a las formas
como los autores sagrados vieron el mundo.

1.4. ¿CÓMO REDACTARON LA BIBLIA LOS AUTORES SAGRADOS?

La Biblia no fue escrita de una sola vez. Sus diversos autores la fueron escribiendo poco a poco. Pasaron
años y siglos entre un libro y otro. El libro de Isaías no fue redactado por un solo autor, sino por varios, ya
que los capítulos 40 al 55 fueron escritos por un profeta anónimo, que llamamos SEGUNDO ISAIAS. Los
capítulos 56 al 66, por otro autor, al que llamamos TERCER ISAIAS. No todas las cartas de San Pablo
fueron escritas por él, sino por autores diversos.

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Al respecto, el Concilio Vaticano II, en la Constitución sobre la Divina Revelación (11) enseña que:

En la composición de los libros, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus
facultades y talentos. De ese modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores
pusieron por escrito todo y tan solo lo que Dios quería.

El Autor principal es Dios, y los autores literarios vendrían a ser autores secundarios, pero no por eso
menos importantes, por cuanto Dios intervino de una forma especial en estas personas. por eso
afirmamos que LA BIBLIA ES INSPIRADA. Se trata de un influjo divino especifico, positivo en la mente
de los autores, de tal profundidad y eficacia, que la obra escrita tiene al ESPIRITU SANTO COMO
AUTOR PRINCIPAL. Sin embargo, los autores humanos no son “secretarios” o “escribientes”, a quienes
Dios dictó y ordenó escribir determinada cosa, ya que no lo hicieron mecánicamente, sino que pusieron
su libertad, su inteligencia y su capacidad para redactar. Ocurrió, de esta manera, una interacción entre
Dios y el ser humano. De esa interacción brota el Libro Santo que es la Palabra de Dios.

1.5. LA REVELACIÓN BÍBLICA

La revelación bíblica es el mensaje consignado en los libros


sagrados, en los cuales Dios manifiesta su amor y sus designios de
salvación. En la Biblia, Dios habla en primera persona o por medio
de la palabra de los profetas. En especial, Dios nos habla por medio
de Jesucristo, que nos comunica su mensaje de salvación (hebreos
1, 1-2).

REVELACION no es lo mismo que INSPIRACION. Revelar es dar a


conocer algo, en este caso, el mensaje de Dios. La inspiración, en cambio, es la guía del Espíritu Santo a
los autores sagrados en la composición de los libros.

Hemos de acudir al texto sagrado con reverencia y veneración, estimando la Palabra de Dios como
alimento de nuestra vida espiritual, como luz en nuestro camino (Salmo 119, 105).

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