LA BIBLIA ES LA

01 PALABRA DE DIOS
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia, a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra.” (2 Ti 3.16)
Objetivo
Entender que la Biblia es la
Palabra de Dios; que ella es la
única fuente de fe y práctica para
el equilibrio y la felicidad en la
vida; que guía hacia la vida
eterna.

La humanidad aún sigue buscando respuestas a sus cuestionamientos. Nunca se ha

vendido tantos libros de autoayuda, que prometen ser guías prácticos para la vida,
como hoy día. En este contexto es que presentamos la Biblia como la respuesta de Dios
a todas las necesidades del hombre.
A la Biblia se la reconoce como el mayor libro de todos los tiempos: por su origen
divino, por la circulación a nivel mundial, por el número de lenguas por las cuales fue
traducida, por su extraordinaria grandeza como obra literaria, y además, por su
elevada importancia para toda la humanidad.

¿? Para reflexionar: ¿Ha estudiado ya la Biblia?

I- CONOCIENDO LA BIBLIA.

1. Su nombre. La palabra Biblia viene del griego, Biblos, y significa libros. “Se cree que la
palabra griega Biblia fue referida, al principio, a los libros sagrados, por Juan
Crisóstomo, patriarca de Constantinopla entre 398 y 404 d.C. Etimológicamente
considerada, la palabra biblia alude a los libros, y cuando no viene precedida de
adjetivo, quiere decir que esos libros los tienen como un conjunto de escritos
superiores a todos los otros productos literarios – son los libros por excelencia”1. El
término biblia no se halla escrito en la palabra de Dios. Cuando menciona a si misma se
refiere como: Libro de Jehová (Is 34.16); Palabra de Dios (He 6.5); Escrituras (Jn 5.39);
Palabra de Cristo (Col 3.16); Palabra es verdad (Jn 17.17); y otros.

2. Su organización
a) Antiguo y Nuevo Testamento. La Biblia contiene 66 libros, en los que 39
pertenecen al Antiguo Testamento y 29 al Nuevo Testamento. La palabra Testamento
significa originalmente pacto, alianza. Por ello, se asegura que tenemos una tan sola
obra literaria que se divide en dos alianzas. Jesucristo, llamó la colección de escritos
sagrados de las Escrituras (Mt 21.42; Mc 14.49; Jn 5.39). El apóstol Pablo, a su vez, las
llamó Sagradas Escrituras, Escrituras y Sagradas Letras (Ro 1.2; 15.4; 2 Ti 3.15).
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b) Capítulos y versículos. La Biblia está subdivida en capítulos y versículos, pero no

lo hicieron los escritores originales sino que fue una organización didáctica útil,
realizada siglos después. Los «massoretas» dividieron las Escrituras Hebreas en
versículos; más tarde, en el siglo XIII de la Era Cristiana, se añadieron las divisiones en
capítulos. Por fin, en 1553, la edición de Robert Estienne de la Biblia en francés fue
publicada como la primera Biblia completa con las actuales divisiones de capítulos y
versículos.

3. Sus autores. La Biblia la escribieron unos 40 autores. Todos ellos fueron inspirados
por el Espíritu Santo, y hablaron únicamente la voluntad de Dios. Fueron hombres que
vivieron en distintas épocas, tanto en cultura como en posición social diferentes. Por
ejemplo: Lucas era médico, Amós era ganadero, Salomón era rey, Pedro pescador, etc.
Muchos de ellos no se conocieron y vivieron en épocas muy distantes unos de los
otros. Ellos escribieron sobre diferentes asuntos y aún así no se contradijeron. No hubo
oposición, ni contradicción de un escrito a otro, porque fueron inspirados por el
mismo Espíritu. La Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, es como si
fuera un engranaje que trabaja ajustándose armoniosamente.

4. Sus lenguas Originales. El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo; partes del
libro de Daniel en arameo; y el Nuevo Testamento fue escrito en griego.

5. Su tiempo de composición. Esos libros fueron escritos en un periodo aproximado

de 1.600 años. De hecho, el primer libro escrito fue el de Job, aproximadamente en el
año 1500 a.C. El último fue el Apocalipsis, en el año 97 d.C. Entre el libro de Malaquías y
Mateo hay un periodo conocido como Interbíblico (aproximadamente 400 años en el
que Dios se calló en el ministerio profético).

6. Su actualidad. La Biblia es un libro antiguo, pero a la vez actual y relevante para hoy
día. Eso ocurre porque Dios es su autor y conoce todo: el pasado, el presente y el futuro.
Por lo tanto, es eterna.

7. Su importancia. La Biblia es el libro de los libros. Su contenido es singular. No la

sustituye nada. El conocimiento, los beneficios, los efectos que el estudio bíblico
dispone a uno [...] todos esos factores no se hallan en ningún otro libro.

8. Sus relatos históricos. La Biblia es un libro confiable en sus relatos históricos. Tanto
la arqueología como la Historia la comprueban. Cuenta la historia desde antes y
después de la creación del mundo y su desarrollo a través de los siglos; también cuenta
sobre el fin del mundo que culminará con la venida de Jesús, el rescate de los fieles, la
destrucción de los impíos, concluyendo así el destino eterno de la humanidad en la
nueva tierra.

9. Sus enseñanzas. La Biblia nos da sabiduría, algo que ningún otro libro ofrece. En
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ella está revelada la voluntad de Dios. Es útil para enseñar, para consolar, para alentar,
para exhortar. La Biblia responde seguramente a todas las preguntas. Funciona como
un espejo, que muestra la situación de cada ser humano ante Su Creador. Ella guía en
todos los aspectos lo que el ser humano necesita refiriéndose a su vida física,
emocional y espiritual.

10. Los libros apócrifos. Según el Diccionario Enciclopédico ilustrado Veja Larousse,
“apócrifo” significa: “No auténtico. Se dice de texto religioso despojado de autoridad
canónica” . La fecha de sus escritos es dudosa; sin embargo se sitúan entre los años 300
a.C. a 70 d.C.. El Periodo Interbíblico es caracterizado por el cesamiento de la
Revelación Bíblica, pues durante ese periodo no se levantó profeta ninguno. Fue en ese
periodo que los libros “apócrifos” fueron escritos. Por lo tanto no son inspirados,
aunque algunos, sí, poseen valor histórico. Los autores mismos de esos escritos no
reclaman inspiración para ellos, confesando falta de don profético (2 Macabeos 15.38).
En algunas editoras, la Biblia puede contener 73 libros, o sea, 7 libros añadidos: I y II
Macabeos, Judith, Baruc, Tobías, Eclesiástico, Sabiduría y agrega dos capítulos más (13
y 14) al libro de Daniel.

¿? Para reflexionar
¿Qué importancia tiene la Biblia en su vida?

II- LA ESENCIA DE LA BIBLIA

El escritor de la carta a los Hebreos describe algo muy interesante sobre la naturaleza
de la Palabra de Dios, afirma diciendo: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días
nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo
hizo el universo” (He. 1:1,2). Hay dos énfasis en estos versículos: 1. Habló Dios en el
pasado; 2. Ha hablado Dios últimamente. Lo que dijo Dios parcialmente a través de los
profetas, Él aseguró plenamente en Jesucristo. Entonces, veamos la naturaleza de esa
Palabra a nosotros transmitida:

1. Palabra Eterna (Is. 40:7,8). Dios hace la comparación de la brevedad de la vida

humana como la de una simple hierva. Pasamos por un pedazo pequeño de la historia
y luego perecemos, pero la Palabra de Dios es de generación en generación, o sea,
permanece para siempre.

2. Fuente de vida eterna (Jn 5.39). Los judíos tenían un modo especial de proceder
examinando las Escrituras porque reconocían que en ellas estaban el secreto de la vida
eterna. Así pues, se puede mencionar que es a través del estudio, de la investigación de
las Escrituras que encontramos la fuente de la vida eterna.

3. Fuente de verdad (Jn 17.17). Aquí la verdad que se refiere es la propia Palabra de
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Dios que liberta al hombre de las prisiones del mundo, de la carne y de satanás.

4. Origen divina (2 P. 1.19-21). Los santos hombres de parte de Dios hablaron

inspirados por el Espíritu Santo. La palabra que es traducida como “inspirados”
significa literalmente “guiados”. De ahí, podemos asegurar que la Biblia no fue escrita
por voluntad humana sino que guiada por el Espíritu Santo.

5. Es viva y eficaz (He 4.12-13; Is 55.11). La Palabra de Dios es viva y eficaz, pues ella
es capaz de hacer lo que Dios quiere en la vida del ser humano. Ella genera efecto y da
muy buenos resultados. Actúa en nuestros sentimientos, pensamientos y mueve
nuestras emociones dentro de nosotros.

6. Inerrante e infalible (Num 23.19; Jer 1.12; Mt 5.17,18). Dios cumple lo que dice.
“Todas las palabras en las Escrituras son declaraciones completamente verdaderas y
destituidas de errores, sea cualquier fragmento. De hecho, las palabras de Dios son el
máximo padrón de la verdad”.

¿? Para reflexionar
¿Se puede confiar en la Palabra de Dios? ¿Por qué?

III- PROPÓSITOS DE LA BIBLIA

1. Enseñar los principios de Dios (2 Ti 3.16,17). La Palabra de Dios es útil para

enseñar lo que es verdadero, para hacer entender el correcto camino y practicar lo
que es justo.

2. Promover fe (Ro 10.17). El término “oír” que aparece en el texto, viene del griego
“akoe”, y “quiere decir algo más que el simple sentido de la audición”. Cuando la
Palabra de Dios es “oída”, o sea, entendida, produce fe .

3. Preservar de pecar (Sal 119.11). El efecto de la Palabra de Dios en la vida del que
la practica funciona como prevención contra el pecado.

4. Alumbrar el camino (Sal 119.105). Siendo Lámpara y Luz, la Palabra de Dios nos
muestra el camino justo y correcto en todos los aspectos de la vida.

5. Mantener el hombre (Mt 4.4; Jer 15.16). La Palabra de Dios nos alimenta y
mantiene firmes en la presencia de Dios, produciendo alegría y paz. Igual que el
alimento es para el mantenimiento del cuerpo, el estudio de la Biblia es alimento
espiritual para la vida.

¿? Para reflexionar
¿Cuales son los beneficios que a Biblia produce en la vida humana?
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CONCLUSIÓN

“...ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. Ocúpate en estas cosas;

permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado
de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y
a los que te oyeren”. (1 Ti 4.13,15,16)

NOTAS ADICIONALES:

Sobre los libros Apócrifos - El término apócrifo significa “no auténtico. También se dice: texto
religioso destituido de autoridad canónica”.

¿Qué nos hace creer que estos libros no fueron inspirados por el Espíritu Santo? ¿Por qué los
libros apócrifos son rechazados por el protestantismo?

1.Porque estos libros fueron añadidos a la Biblia en 1546 en el Concilio de Trento, 1200 años
después de la canonización de la Santa Biblia.
2.Todos los libros del Antiguo Testamento fueron mencionados en el Nuevo Testamento
alrededor de 453 veces, ya los libros apócrifos ninguna vez. (compare He. 2.6,7 con Sal 8.4,5).
3.Jesucristo y Sus apóstoles ni siquiera mencionaron esos libros en ningún texto. Josefus,
historiador judío, los rechazó; y Jerónimo, al traducir la Vulgata (versión de la Biblia en Latín), no
aceptó reconocerlos.
4.En 2 Macabeos 15.37-39, el autor se disculpa por la no clareza en su narrativa; declaración que
echa por tierra la inspiración venida de parte de Dios.
5.Hay contrariedades en los escritos apócrifos; es decir, en sus enseñanzas ellos contradicen los
otros libros inspirados. Un ejemplo se halla en Tobías 12.9, que nos garantiza que dando
limosna nos libramos de la muerte, nuestros pecados son borrados y somos guiados a la vida
eterna (salvación por las obras). La Santa Biblia, a su vez, es rotunda al asegurar que el que nos
liberta de la muerte eterna es Jesucristo, cuando lo creemos y lo aceptamos como Señor y
Salvador nuestro. Además, las Sagradas Escrituras afirman que debemos vivir en novedad de
vida. También la palabra de Dios nos orienta que nuestros pecados son perdonados cuando
uno se arrepiente, confiesa y se convierte.
6.Lo que falta a los apócrifos es la planificación progresiva y mutua interconexión de las
Escrituras en lo que se refiere al Nuevo y Antiguo Testamentos. Se halla en los libros apócrifos:
errores históricos, inexactitudes y discursos de ficción.

Por estas razones no se aceptan los libros apócrifos como canónicos y por esos motivos no se los
citamos en estos estudios. Pero, si su Biblia contiene libros para más no significa que ella no
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nos servirá para el estudio, al contrario, usted podrá usarla normalmente, con la observación
mencionada anteriormente.

Las divisiones principales de los libros de la Biblia

ANTIGUO TESTAMENTO:

Pentateuco – Está formado por los cinco primeros libros de la Biblia, también llamado “los
Libros de la Ley”: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio;
Históricos – Relatan desde la entrada en Canaán hasta el regreso de los prisioneros: Josué,
Jueces, Rut, 1e 2 Samuel, 1e 2 Reyes, 1e 2 Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester;
Poéticos – Obras literarias de carácter poético y de sabiduría: Job, Salmos, Proverbios,
Eclesiastés y Cantares de Salomón (o Cántico de los Cánticos);
Profetas Mayores y Menores – Se los clasifican de esta manera por la cantidad de contenido
de las obras:
Mayores: Isaías, Jeremías, Lamentaciones de Jeremías, Ezequiel y Daniel;
Menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo,
Zacarías y Malaquías.

NUEVO TESTAMENTO:

Evangelios – Relatan la vida y obra de Jesús: Mateo, Marcos, Lucas y Juan;

Histórico – Relata la origen y el crecimiento de la iglesia primitiva: Hechos de los Apóstoles;
Epístolas - En total suman 21 epístolas (cartas):
Paulinas: Romanos, 1 e 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 e 2
Tesalonicenses, 1 e 2 Timoteo, Tito y Filemón;
Generales: Hebreos, Santiago, 1 e 2 Pedro, 1, 2 y 3 Juan y Judas.
Profético – Registra las revelaciones de Jesucristo para la iglesia: Apocalipsis.

1. DAVID, John D. Novo Dicionário da Bíblia. São Paulo: Hagnos, 2005. p. 189;
2. LAROUSSE, Dicionário Enciclopédico Ilustrado Veja. 1. ed. São Paulo: Abril. 2006. p.178;
3. MILLER, Stephen M; HUBERT, Robert V. A Bíblia e sua história. 3. ed. São Paulo: SBB, 2006. p. 58;
4. GRUDEN, Wayne A. Teologia Sistemática. São Paulo: Vida Nova, 1999. p. 58;
5. VINE, W. E. Dicionário Vine. 5. ed. Rio de Janeiro: CPAD, 2005. p.841;
6. BROWN, Collin; COENEN, Lothar. Dicionário Internacional do Novo Testamento. 2. ed. São Paulo: Vida Nova, 2000.
p.1480.