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Carrera de Derecho
Apuntes*
Puede ocurrir que se discuta entre las partes de la relación contractual respecto del alcance
del contrato o de los resultados de la convención celebrada y que los vincula jurídicamente.
Estas discusiones, en el evento que no se pongan de acuerdo, tendrán que ser solucionadas
por la vía de la interpretación del contrato. Llegado a esta etapa, los efectos totales del contrato
no se han producido, y aún más, las partes no están de acuerdo en tales efectos.
En relación a la interpretación del contrato existen dos doctrinas que la explican usando para
ello elementos diversos: sistema subjetivo (Código Civil Francés) y doctrina objetiva (Código
Civil Alemán).
La labor del intérprete es difícil, porque debe investigar las tendencias desarrolladas en la
común manifestación de voluntad. Una investigación de tipo sicológica.
El sistema chileno pertenece a esa doctrina porque el artículo 1560 del Código Civil así lo
expresa.
Andrés Bello toma una postura contraria a la asumida en la interpretación de la ley cuando
Esta adopción de posturas contrarias se explica porque para el legislador chileno las partes no
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son expertos legisladores, técnicos legislativos, y por ello, pueden manifestar en el contrato
algo distinto de lo que pretendían. El legislador, en cambio, sí debe ser experto en Derecho
para dictar leyes.
Art. 1069 Código Civil. “Sobre las reglas dadas en este título
acerca de la inteligencia y efecto de las disposiciones
testamentarias, prevalecerá la voluntad del testador
claramente manifestada, con tal que no se oponga a los
requisitos o prohibiciones legales.
Para conocer la voluntad del testador se estará más
a la substancia de las disposiciones que a las palabras
de que se haya servido”.
Discusión doctrinaria.
Una corriente. Para que se lleve a cabo la interpretación es necesario que el contrato sea
oscuro, porque si es claro, no hay necesidad de interpretarlo, basta con aplicarlo. Ej.: Barros
Errázuriz (Chile).
Otra corriente. Es necesario interpretar todo contrato porque para un intérprete puede ser
claro, pero para otro puede que no lo sea, por ello, todo contrato en que existe una
controversia, necesariamente debe ser interpretado. Ej.: Luis Claro Solar (Chile).
La jurisprudencia es vacilante.
¿Cuáles podrían ser teóricamente las razones o causa que motivan una controversia?
Son aquellos principios que sirven de base al intérprete para averiguar la verdadera intención
de las partes contratantes.
Todas son normas de apoyo al intérprete (Art. 1560 y siguientes del Código Civil), buscando el
objetivo de determinar la verdadera intención de las partes. La solución tiene que darla el
intérprete, las reglas solamente indican el camino a seguir.
Saliéndonos de este principio rector que ilumina el sistema subjetivo, veremos las reglas en
particular de interpretación, ordenándolas en tres grupos:
1er. Grupo: Reglas vinculadas con los elementos internos del contrato. Intrínsecas.
2do. Grupo: Reglas vinculadas con los elementos externos del contrato. Extrínsecas.
1er. Grupo: Aspecto interno del contrato. Las reglas están en los arts. 1564 inc.1º; 1562 y 1563
Esta regla prescribe que el intérprete debe analizar el contrato en su conjunto. Debe
interpretar el contrato tomando las cláusulas contractuales unas en relación con otras. El
contrato constituye un todo, por consiguiente, las cláusulas no pueden analizarse unas
desvinculadas de otras, sino que en su totalidad e integridad, porque las cláusulas están
relacionadas unas con otras. Por ej.: una cláusula puede estar explicitada por otra.
Esta regla parte de supuesto que una determinada cláusula contractual es susceptible de
dos sentidos diferentes, de manera que si la tomamos en un sentido la cláusula no produce
efecto, pero si la tomamos en otro sentido la cláusula produce efecto. Se debe preferir el
sentido en que la cláusula produce un efecto y desechar el sentido que aplicada no
produce efecto alguno, esto porque la intención de las partes al contratar es producir
efectos jurídicos. Por ej.: A y B celebran con contrato, y se establece que B podrá pasar
por “sus heredades”, pero resulta que ambos tienen heredades, sin embargo, tomando en
el sentido que si B tiene una heredad no hay efecto, porque puede pasar por ella, lo que
realmente se quería era que B pasara por las heredades de la otra parte que es A.
Esta regla dispone que cuando los términos de un contrato tienen dos o más sentidos,
deben ser interpretados tomando el sentido que esté de acuerdo con la naturaleza del
contrato, vale decir, aquel que normalmente es atribuido por el derecho común. Por ej.:
contrato de arrendamiento entre A y B por dos años y $ 30.000.- de renta. Puede tener dos
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sentidos: $ 30.000.-por los dos años de duración del contrato o $ 30.000.- mensuales.
Según la regla descrita, debe interpretarse de acuerdo a la naturaleza del contrato según
el derecho común, y conforme a ello, la renta se paga mensualmente (mes a mes).
2º Grupo. Aspecto externo del contrato. Las reglas son: arts. 1564 inc. 2º y 3º; art. 1561 y art.
1565 del Código Civil.
Esta regla permite acudir a otros contratos celebrados entre las mismas partes
contratantes y que versen sobre la misma materia, ya sean antes o después, si es que
ellos nos sirven para determinar la intención de las partes.
Es norma da una regla diferente, dice que el intérprete debe observar lo que las partes
hicieron en la práctica.
La Corte Suprema ha dicho que esta regla tiene especial importancia respecto de contratos
posteriores que conllevan obligaciones de dar o hacer, ya que nada puede clarificar más la
interpretación de un contrato que la ejecución de las partes contratantes. Se tiene en
consideración la aplicación práctica que hayan hecho ambas partes o una de ellas con la
aprobación de la otra. Por ej.: una parte cumple y la otra no dice nada, entonces esa era la
intención de ambas.
Regla que rechaza el argumento llamado “a contrario sensu” en virtud del cual podría
entenderse que si las partes contratantes se refieren a un caso, no quisieron aplicarlo a
otros. La regla de interpretación descrita rechaza este argumento y dice que cuando en un
contrato se ha expresado un caso para explicar la obligación debe aplicarse a todos los
casos a que naturalmente se extienda.
Existe una aparente contradicción entre el art. 1565 y el art. 1561, pero lo que ocurre es
que son reglas distintas y por lo tanto contradictorias, dependerá de las circunstancias, el
intérprete verá si aplica la regla restrictiva o la extensiva.
3er. Grupo: Reglas subsidiarias. Se aplican en el evento de no aplicarse las reglas internos o
externas. Art. 1563 inc. 2º y art. 1566 inc. 2º del Código Civil.
1. Art. 1563 inc. 2º. “Las cláusulas de uso común se presumen aunque
no se expresen”.
Según esta regla, se subentienden en el contrato las cláusulas que son usuales en él,
aunque no han sido explicitadas por las partes. Más que interpretación es de aplicación y
está plenamente de acuerdo dicho artículo con lo dispuesto en el art. 1546 del Código Civil.
Por ej.: Las reparaciones locativas en el contrato de arrendamiento ( Art. 1940 Código
Civil).
Sistema objetivo. Conforme a este sistema, los contratos deben interpretarse no acorde a la
voluntad subjetiva de las partes sino que al sentido normal de la declaración, de manera que
los efectos jurídicos serán los que atribuiría cualquier hombre honesto y razonable. Debe
buscarse lo que se denomina voluntad real pero no como sinónima de voluntad interna, sino
como voluntad verdadera. La intención sicológica no interesa al intérprete, no tiene importancia
para determinar los contratos dudosos. No debe quedarse sólo en el contrato, sino que en
todos los elementos de hecho que van junto con el contrato, como son: el objeto, el lugar
medio y razonable, vale decir, cómo cumpliría un contrato viéndose en la misma situación. El
juez se forma una imagen objetiva haciendo un análisis comparativo del acto o contrato
pensando en el comportamiento de un hombre razonable y honesto, y en esa situación,
interpreta de acuerdo a ello. Para eso, tiene que recurrir a los usos sociales, concepto de
equidad, etc.
En todo caso, ninguno de los dos sistemas de interpretación de los contratos (sistema
subjetivo y sistema objetivo) utilizan como principio clave de interpretación lo literal de las
palabras.