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Saskia Folguera García

Curso: Aprender con el patrimonio: el patrimonio cultural y los proyectos


de educación patrimonial
En la primera sesión empezamos con la importante definición de qué es el
patrimonio, acompañándolo de los diferentes tipos de patrimonio. El patrimonio,
entendido esencialmente como bienes, tradiciones y cultura heredada de los
antepasados, se compone de un gran espectro de tipos.
Debemos resaltar, de esta sesión, sobre todo, la relación entre las personas y
el patrimonio, que es esencial para que el patrimonio exista, se mantenga y se
conserve.
El patrimonio lo podemos dividir principalmente entre patrimonio natural y
patrimonio cultural. Dentro del patrimonio cultural, podemos encontrar el
patrimonio intangible (inmaterial) y el tangible (material), dividido a su vez en
patrimonio mueble e inmueble.
Dentro del patrimonio material debemos destacar el patrimonio arquitectónico,
arqueológico, artístico, histórico e industrial. En el patrimonio inmaterial
encontramos las tradiciones y creencias, celebraciones y conocimiento, lugares
simbólicos y los uso sociales.
Para finalizar la sesión hacemos un repaso de la situación actual del
patrimonio, viendo las leyes internacionales y nacionales que protegen el
patrimonio. Entre ellas debemos destacar la convención del Patrimonio Mundial
de la UNESCO, en el que participan todos los países del mundo salvo uno. En
ámbito nacional debemos destacar la Lay de Patrimonio Histórico Español de
1985.
En la segunda sesión vemos los diferentes modelos de educación patrimonial.
La primera diferencia que debemos hacer es entre la enseñanza formal o
reglada, no formal e informal. Estos tres tipos de enseñanza se entrelazan y
mezclan, y debemos fomentar esa relación, ya que las tres persiguen un mismo
fin.
Según Frontal podemos identificara 8 tipos de modelos de enseñanza del
patrimonio: modelo transitivos, modelo receptivo, modelo conceptual, modelo
contextual, modelo investigativo, modelo procesual, modelos constructivo y
modelo relacional.
También podemos diferencial tipos de enseñanza dependiendo de en quien se
centre la enseñanza. Así diferenciamos el modelo centrado en el docente,
donde el docente es considerado el experto, siendo una figura esencial, el cual
debe conocer perfectamente la materia que va a enseñar y los bienes que va a
mostrar, preparando la actividad con antelación a realizarla con los alumnos.
Otro modelo sería el centrado en el alumno, en el que el docente debe
centrarse en establecer un lazo y vínculo entre el patrimonio y el alumno.
El modelo centrado en el contenido, en el que como el nombre indica, lo
importante es el contenido que se imparte. Por último, tenemos el modelo
centrado en el contexto, en el que el lo importante es el lugar donde se lleva a
cabo la actividad.

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Saskia Folguera García

Por último, en la tercera y última sesión nos centramos en ver diferentes ideas
para diseñar proyectos de educación patrimonial. La importancia de estos
programas radica no solo en que la gente conozco el patrimonio, si no en crear
un vínculo y una relación entre las personas con el patrimonio que le rodea, de
esta forma se conseguirá valorar y conservar el patrimonio.
La realización de un proyecto de educación patrimonial empieza por un estudio
previo, una planificación en la que se deben tener en cuenta diferentes
aspectos, para así conseguir que la actividad se lleve a cabo correctamente.
Debemos tener en cuenta a quién va dirigida, dónde se realizará, el horario del
que disponemos, el precio de la actividad, el transporte y los recursos de los
que disponemos.
Antes de poner en marcha un proyecto, debemos tener claro qué queremos
conseguir con este, y una vez tenemos definido el fin que queremos alcanzar,
pasaremos al desarrollo de tal proyecto, en ver cómo lograr dichos objetivos.
Dentro de las actividades que podemos preparar encontramos diferentes tipos:
centradas en la observación, actividades participativas, interdisciplinares, de
manipulación, emocionales, de dramatización, de simulación. Todos estos tipos
de actividades intentar crear esa relación de las personas con el patrimonio,
participando de él. Debemos tener en cuenta, como dicen Cuenca y Martín
Cáceres, que la participación, motivación y la interacción facilitan el aprendizaje
de los conceptos, de lo que yo personalmente soy una firme defensora.
Para finalizar el curso, el profesor pone un ejemplo de actividad patrimonial y
los compañeros que realizaron la actividad en directo crean sus propios
ejemplos, explicándolos a los demás participantes.

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