Está en la página 1de 50

LA SOLEDAD DE UN ANCIANO

Historia de un anciano.

El anciano sentado en una banqueta, con los pies descalzos


sobre las baldosas rotas de la vereda, su gorra marrón ya
gastada, su
bigote blanco y
sus arrugadas
manos
sosteniendo un
bastón viejo de
madera, cuyo
mango estaba
envuelto con un
LA SOLEDAD DE UN
trapo blanco lleno
ANCIANO.
de las marcas
propias del uso de años; sus pantalones, que arremangados
dejan libres sus pantorrillas, una camisa blanca con flecos del
tiempo, mal abotonada, y un chaleco de lana, tejido
seguramente a mano; miraba la nada, desde la precisa y
envidiable perspectiva que da la experiencia.

El viejo lloró, y en su única lágrima expresó tanto, que me fue


muy difícil acercarme, preguntarle, o siquiera consolarlo. Por
enfrente de su casa pasé mirándolo y al cambiar su mirada
fijándola en mí, le sonreí y lo saludé con un gesto, aunque no
crucé la calle; es que no me animé, pues no lo conocía y si
bien entendí, que en la mirada de aquella lágrima demostraba
una gran necesidad, seguí mi camino, sin lograr convencerme
que hacía lo correcto.
En mi camino guardé esa imagen fundida en mis recuerdos;
su mirada que encontró la mía en el infinito de la nada, ese
lugar donde no se encuentran más que decepciones, ya que
inmediata e imperdonablemente le había negado aquellas
imperiosas respuestas.

Traté de olvidarme. Caminé rápido, como escapándome.


Compré un libro y al llegar a casa comencé a leerlo,
esperando que el tiempo borrara esa presencia... "Los viejos
no lloran así por nada", me dije.

Esa noche me costó dormir, pues la conciencia no entiende de


horarios y decidí que a la mañana del día siguiente volvería a
la casa, y conversaría con él, tal como entendí me lo había
pedido; y luego de vencer mi pena, logré dormirme. Muy
temprano desperté aquel día y como si fuera hoy, recuerdo,
preparé un termo con café, compré panecillos y muy deprisa
fui a la casa, convencido que tendríamos mucho para
conversar.

Golpeé la puerta, y una voz muy rasposa me indicaba que en


segundos sería atendido. Luego de abrir, con el necesario
esfuerzo para que las rechinantes bisagras cedieran. Salió
otro hombre.

- ¿Que desea?- Preguntó, mirándome con un gesto adusto.

- Busco al anciano que vive en esta casa.- Contesté.

- Mi padre murió ayer por la tarde- Dijo entre lágrimas.

- ¡Murió! - Dije decepcionado. Las piernas se me aflojaron, la


mente se me nubló y los ojos se me humedecieron,

- ¿Usted quién es?- Volvió a preguntar.


- En realidad nadie - Contesté y agregué- Ayer pasé por la
puerta de su casa y estaba su padre sentado, ví que lloraba y
a pesar de que lo saludé no me detuve a preguntarle qué le
sucedía, pero hoy volví para hablar con él, aunque veo que es
tarde.

- Usted es la persona de quien hablaba en su diario.- dijo.

Extrañado por lo que me decía, lo miré pidiéndole me


explicara.

- Por favor, pase- Me dijo aún sin contestarme.

Luego de servir un poco de café, me llevó hasta donde estaba


su diario, y leyó algo de la última hoja:

- "Hoy me regalaron una sonrisa plena, y un saludo


amable...hoy es un día bello".

Tuve que sentarme, fue difícil de digerir aquello. Me dolió el


alma de sólo pensar lo importante que hubiera sido para ese
hombre que yo cruzara aquella calle.

Me levanté lentamente y al mirar al hombre. Le dije:

- Si yo hubiera cruzado de verdad y hubiera conversado unos


instantes con su padre...

Pero me interrumpió y con los ojos humedecidos de llanto


dijo:

- Si yo hubiera venido a visitarlo al menos una vez este último


año, quizás su saludo y su sonrisa no hubieran significado
tanto.
INTRODUCCION

DERECHOS HUMANOS

En determinada ocasión, en determinado momento de nuestra


vida, todos y cada uno de los seres humanos nos indignamos,
vociferamos y exigimos nuestros derechos, y más aun nuestro
derecho humano cuando los consideramos que han sido violentados.
Cuando somos las victimas recurrimos a todo lo humanamente
posible para defenderlos.

Y pedimos así igualdad para nosotros cuando somos


desfavorecidos, seguridad para nuestro entorno, nuestra familia y
seres queridos, vivir libres de violencia y abusos, aunque cabe señalar
que en nuestra actualidad tenemos violentados estos derechos
debido a la violencia, al nivel de inseguridad que impera en nuestro
estado, derecho a defender nuestra familia, a la privacidad, a no
sentirme vigilado u observado, manteniendo mi conducta libre de la
critica o el morbo de los demás.

En fin pedimos, pedimos y pedimos, sin embargo en el afán de


defender nuestro derecho, en el afán de mantener una vida
agradable, en muchas de las ocasiones pisamos los derechos de un
tercero con tal de alcanzar nuestra satisfacción y realización plena,
buscando eliminar los obstáculos que no permitan alcanzar dicho
nivel de vida.

Vemos con tristeza como nuestro mundo se va convirtiendo en


un mundo de egoísmo, donde lo mas importante es mi persona y
nadie mas, es decir, antes yo, primero yo y luego yo, sin dar marguen
a la tolerancia, a las buenas obras, o a los buenos actos.
Dentro de tantos temas de los que se podrían hablar o tocar,
dentro de todas las ingratitudes del que el ser humano es capaz de
generar, hablaremos sobre una en especial, y a la que todos en
determinado momento y si la vida nos acompaña llegaremos a
experimentar en vida propia. Hablando de las etapas de la vida,
hemos de hablar sobre la vivencia y experiencia que actualmente
viven los ancianos de nuestro entorno, e incluso dentro de nuestra
familia, hemos de experimentar junto con cada uno de ellos, los
momentos agradables y desagradables que han vivido en esta etapa
que lejos de la realidad, debería de ser llena de amor, comprensión,
atenciones, y de felicidad, pero tenemos sin embargo la triste e
indignante realidad a la que nos enfrentamos y que dentro de este
trabajo tuvimos la oportunidad de experimentar situaciones a las que
gracias a este trabajo nos hemos adjudicado de sentimientos y
reacciones que vivirán en nuestra vida y que a la vez nos hará ser
mejores personas, que buscaremos dentro de todo y dentro de esta
bella carrera tener la oportunidad de servir, así como tanta gente ha
servido a las presentes generaciones.
Habremos de identificar y conocer cuales son los derechos
humanos de las personas, como los ya mencionados y además del
derecho a una vida adecuada, a la no discriminación, a la salud, a la
dignidad, a la protección, entre tanto otros que ignoramos, al ser
nuestros propios verdugos.
Buscamos por medio de esta tesis, la iniciativa sobre la
protección integral del adulto mayor, ya sea en su casa, en los
centros especializados (asilos), y los adultos mayores en situación de
calle, donde se pretende poner un énfasis mayor, para lograr su
recuperación e integración ya si no se logra al seno familiar, si a un
centro especializado donde pueda recibir la atención digna y acorde a
su estado.

Es sin embargo preocupante como a el ser humano que lucha


por sus derechos humanos, se deshumaniza y se vuelve indiferente
ante la desgracia ajena, como perdemos la capacidad de sensibilidad,
habría que sembrar nuevos valores en nuestra sociedad desde la
cuna de la sociedad, para que el sentimiento del AMOR, sea mas
humano, y no solo en un contexto de pareja, tenemos infinidad de
muestras de ingratitud en nuestra sociedad, desde el abandono de un
bebe, el maltrato a la mujer, al migrante, al caído en desgracia y a
nuestros adultos mayores.

Existen gobiernos como el Colombiano, el Peruano, donde se ha


legislado, a favor de estos derechos que son fundamentales para
llevar una relación armoniosa y fructífera en pro de los derechos
humanos de cada ciudadano, la cultura de nuestros tiempos es de
primordial importancia invitarla a un cambio, y mucho tiene que ver
el ceno familiar así como la sociedad en general y mas aun por
nuestros autoridades para hacer respetar y cumplir las leyes que
emanan de nuestras necesidades, como en este caso es LA LEY DEL
ADULTO MAYOR EN MEXICO.
CAPITULO I

1.- DEFINICIÓN DEL PROBLEMA

El abuso a las personas adultas mayores se define como


cualquier acción, serie de acciones, o la falta de acción apropiada,
que produce daño físico o psicológico y que ocurre dentro de una
relación de confianza o dependencia. El abuso a las personas adultas
mayores puede ser parte del ciclo de violencia familiar; puede venir
de cuidadores domiciliarios o puede ser el resultado de la falta de
preparación de los sistemas de prestaciones sociales y sanitarias para
atender sus necesidades.
Las manifestaciones de abuso y maltrato de las personas adultas
mayores pueden tomar distintas dimensiones, dentro de las cuales
podemos encontrar las siguientes:

MANIFESTACIONES DE ABUSO Y MALTRATO


ABUSO FÍSICO: causar daño físico o lesión, coerción física, como el
impedir el movimiento libre de una persona sin justificación
apropiada. También se incluye dentro de esta categoría el abuso
sexual a una persona.

ABUSO PSICOLÓGICO: causar daño psicológico, como el causar estrés


y ansiedad o agredir la dignidad de una persona con insultos.

ABUSO ECONÓMICO: la explotación de los bienes de la persona, el


fraude o estafa a una persona adulta mayor, el robo de su dinero o
propiedades.

NEGLIGENCIA O ABANDONO: implica descuido u omisión en la


realización de determinadas atenciones o desamparo de una persona
que depende de uno o por la cual uno tiene alguna obligación legal o
moral. La negligencia o abandono puede ser intencionada o no
intencionada.
Negligencia intencionada es, cuando el cuidador por prejuicio o
irresponsabilidad deja de proveer a la persona adulta los cuidados
apropiados para su situación. Sin embargo cuando el cuidador no
provee los cuidados necesarios, por ignorancia o porque es incapaz
de realizarlos, se considera que es negligencia o abandono no
intencionado.

FORMAS DE PRESENTACIÓN
El Abuso del adulto mayor puede presentarse en las cuatro grandes
esferas ya mencionadas y puede manifestarse de diferentes formas.
¿Qué son los derechos humanos de los Ancianos?

Los Derechos Humanos son universales y civiles, políticos,


económicos, sociales y culturales, pertenecen a todos los seres
humanos, incluyendo a las personas mayores. Los derechos humanos
de los ancianos están establecidos en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, los Pactos Internacionales, La Convención para la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, y
otros Tratados y Declaraciones internacionales de derechos humanos.

Los Derechos humanos en cuestión:

Los Derechos Humanos de los ancianos incluyen los siguientes


derechos indivisibles, interdependientes, e interrelacionados:

• El derecho a un estándar de vida adecuado, incluyendo


alimentación, vivienda y vestimenta.
• El derecho a un seguro social, asistencia y protección
• El derecho a la no discriminación por cuestiones de edad u otro
estatus, en todos los aspectos de la vida, incluyendo el empleo,
acceso a vivienda, cuidado de la salud y servicios sociales.
• El derecho a los más altos estándares de salud.
• El derecho a ser tratado con dignidad.
• El derecho de protección ante cualquier rechazo o cualquier tipo
de abuso mental
• El derecho a una amplia y activa participación en todos los
aspectos: sociales, económicos, políticos y culturales de la
sociedad
• El derecho a participar enteramente en la toma de decisiones
concernientes a su bienestar.
Se han generalizado teorías sobre el ser humano al llegar a la
edad madura, donde se supone que ya no es productivo, y capaz de
realizar actividades por si solos, donde en lugar de una idea de
protección para el anciano, es una idea de protección para nosotros.

Incursionaremos en la presentación de Ideas que se han


generalizado en nuestra sociedad, así como tabús, interrogantes y
diversidad de pensamientos, frente a esta realidad; tenemos por
ejemplo el razonamiento sobre si es posible Aprender de LOS
ADULTOS MAYORES, ¿son una carga económica para la sociedad?,
entre otros.

Tomemos en consideración lo siguiente.

Los adultos mayores hacen grandes aportaciones al desarrollo


económico de sus sociedades, pero aún así pervive el mito de
que en los años venideros, las sociedades no podrán
solventar el suministro de apoyo económico y atención de
salud a los adultos mayores

Dos hechos paralelos alimentan ese mito. Uno de esos hechos es el


reconocimiento, cada vez más claro, del gran número de ciudadanos
que en este milenio vivirán hasta edades más avanzadas.
El segundo mayor hincapié que se está haciendo en las fuerzas del
mercado en casi todo el mundo, y el debate conexo sobre el papel
adecuado del estado, a la hora de brindarles a sus ciudadanos
ingresos seguros y atención de salud.
En muchos países, más los industrializados, existe una preocupación
creciente frente a los niveles de gasto del estado en la esfera de la
protección social, y se debate si los costos correspondientes se
pudiesen reducir abriendo más la protección social a la competencia
del sector privado.
Es de lamentar que este debate mundial ha puesto énfasis en el costo
que representa para la sociedad el suministro de pensiones y
atención de salud a los adultos mayores, en lugar de ponerlo en los
aportes económicos constantes y sustanciales que los ciudadanos de
edad más avanzada hacen a la sociedad, y ha dado lugar difundiendo
este mito; sin embargo, los hechos demuestran que ello no es reflejo
fiel de la realidad.

Hay que tener en cuenta dos aspectos importantes: el trabajo y la


protección brindada por las pensiones públicas.

Los adultos mayores trabajan.

La mayoría de las personas de edad, en todo el mundo, siguen


trabajando con o sin remuneración, haciendo aporte sustancial a la
prosperidad económica de sus comunidades. No hay ninguna base
económica ni biológica para la jubilación a una edad fija, con el
promedio entre 60 y 65 años en los países desarrollados.

En realidad, en las economías nacionales, en las que predomina la


agricultura, la mayoría de los adultos mayores, tanto hombres como
mujeres, siguen trabajando en la producción agrícola hasta estar
físicamente incapaces de realizar sus tareas, hecho que a menudo
ocurre en una etapa muy avanzada de la vida.

A su vez, en las sociedades desarrolladas, se reconoce cada vez más


ampliamente, que los adultos mayores deben tener plena libertad
para trabajar todo el tiempo que deseen.
La edad no debería impedir ni obstaculizar en modo alguno los afanes
de una persona para conseguir trabajo, debiendo reconocerse y
recompensarse los beneficios de la edad.
En épocas de gran desempleo se ha hecho fácil alentar a las personas
a dejar su empleo remunerado, a fin de liberar puestos para
individuos más jóvenes que buscan trabajo; sin embargo, se ha
investigado que la realidad del mercado laboral es mucho más
compleja y que el retiro temprano no se traduce necesariamente en
puestos para los jóvenes, quienes pueden carecer de adiestramiento
o las aptitudes necesarias para reemplazar al adulto mayor.

De hecho, los trabajadores experimentados de más edad,


resultan necesarios para el mantenimiento de la productividad y para
que los empleadores y clientes puedan contar con la estabilidad de
fuerza laboral.

Las pensiones protegen contra la pobreza

Hoy muchos adultos mayores cuentan con planes de pensión


que protegen de la pobreza, y el crecimiento de esos planes de retiro
se relaciona con la industrialización de las economías, la urbanización
de los vínculos familiares tradicionales, y representan un enfoque
colectivo para permitirles compartir recursos a las personas en edad
laboral y los que ya se han retirado.
La seguridad de ingresos preocupa no solo a las personas de edad,
también a sus familiares, en muchos países en desarrollo se ha dado
el carácter de crítico al problema de la pobreza en los adultos
mayores, mientras que antaño las familias estaban dispuestas a
cuidar de sus mayores y aún en condiciones de hacerlo hoy, el mundo
cambiante limita sus posibilidades para asumir esas funciones
tradicionales.

Por esta razón tanto el gobierno como de manera personal,


debe de existir la preocupación por invertir a futuro, por cada uno de
nosotros, para que de esta manera la vejez no sea una etapa de
abandono y de sufrimiento.

Invertir en una población que envejece significa:


* Programas de aprendizaje a lo largo de toda la vida, para aumentar
las posibilidades de que los adultos mayores consigan empleo.
* Eliminación de la discriminación por razones de edad en el lugar de
trabajo.
* Promoción de políticas que garanticen la seguridad de ingresos,
para ofrecer una protección económica adecuada a los adultos
mayores, a través de planes de pensión pública y privadas fiables.
* Acceso a una atención de salud adecuada para prevenir la pobreza
debida a la mala salud.
* Adaptación de las políticas de pensiones, para aumentar al máximo
las posibilidades de elección individuales y la flexibilidad del mercado
laboral.

Muchos decenios de experiencia en materia de seguridad social


en Europa, América del Norte, Australia, y otros países, demuestran
que un enfoque colectivo para brindar ingresos seguros y atención de
salud a los adultos mayores se han implementado con un buen
funcionamiento.

Se calcula que en muchas sociedades industrializadas, más de


la mitad de los adultos mayores caerían en la pobreza si no contaran
con las prestaciones de las pensiones públicas.
La experiencia reciente también ha puesto de relieve la necesidad
constante de adaptar y reajustar dichos programas, en función de
condiciones socio-económicas cambiantes, como ejemplo, la edad
para jubilarse, las prestaciones, etc., la capacidad de los programas
de retiro se verían amenazadas.
La experiencia del siglo XX, en cuanto a la protección en el ámbito de
la seguridad social, demuestra la importancia entre el nivel de
ingresos y la salud.
La pobreza se relaciona con la mala salud, que junto con la
incapacidad, constituye amenaza principal para la seguridad de
ingresos en muchos países en desarrollo, donde la nutrición deficiente
y las malas condiciones de vida, dejan a muchas personas en estado
de demasiada debilidad, como para tener un volumen de producción
suficiente para satisfacer sus necesidades de subsistencia.
El acceso a la atención de salud es fundamental para ayudar a los
trabajadores a recuperar su capacidad laboral y asegurarse de que
los niños crezcan para convertirse en adultos sanos, capaces de
participar productivamente en la sociedad.

Por consiguiente, las políticas de salud, deben adoptar un


enfoque basado en el ciclo de vida, que se enfrente a los problemas
de salud desde su comienzo, permitiendo así que las personas
envejezcan sin discapacidades ni enfermedades crónicas.

El número creciente de personas de edad que esperan recibir


atención de salud y pensiones por vejez no debe ser visto como
amenaza o crisis, sino que, más bien, representa una oportunidad
para formular políticas que en el futuro puedan asegurar niveles de
vida dignos para todos los miembros de la sociedad, tanto jóvenes
como adultos mayores.
Los países deben establecer marcos estratégicos para la coordinación
de reformas de salud, sociales y económicas y para aumentar el nivel
de comprensión del público sobre las elecciones que hay que hacer
en cuanto a políticas.

El reto más grande que se les plantea a las sociedades actuales


no radica en el envejecimiento de las poblaciones, sino precisamente,
en la necesidad de analizar y realizar cambios pertinentes en las
políticas sanitarias, sociales y económicas.
CAPITULO II

REALIDAD EN MEXICO DEL ADULTO MAYOR

Actualmente en nuestro país, el maltrato o la negligencia u otro


tipo de abuso en cualquiera de sus modalidades, pasa con
indiferencia todas estas circunstancias y de las cuales no ponemos la
menor atención por hacerlas cumplir, EN LA LEY PUBLICADA EL DIA 23
DE ABRIL DEL AÑO 2009, en su articulo numero 43, nos dice al pie de
la letra.- La denuncia a que se refiere la fracción VIII (De la
denuncia popular: Toda persona, grupo social, organizaciones
no gubernamentales, asociaciones o sociedades, podrán
denunciar ante los órganos competentes, todo hecho, acto u
omisión que produzca o pueda producir daño o afectación a
los derechos y garantías que establece la presente Ley, o que
contravenga cualquier otra de sus disposiciones o de los
demás ordenamientos que regulen materias relacionadas con
las personas adultas mayores.) del artículo 5o. de este
ordenamiento, podrá ejercitarse por cualquier persona,
bastando que se presente por escrito.

De esta manera todo ciudadano esta autorizado para presentar


la denuncia correspondiente ante la violación de los derechos
humanos del adulto mayor, y nos encontramos sin embargo, que a
pesar de la publicación de esta ley, esta se encuentra ignorada por la
mayor parte de la sociedad, en parte también por falta de interés de
las autoridades, por la falta de difusión y de la utilización de los
espacios públicos, o los medios masivos de transmisiones, como son
televisión, radio, cine, violentándose de esta manera también el uso
de estos espacios para la difusión de la cultura.

Sin embargo y pasando desapercibido para la sociedad, toda


nuestra cultura esta enfocada al desplazamiento, al abuso, a la
intolerancia, y demás acciones que van denigrando al adulto mayor,
tenemos por ejemplo en nuestro país la calificación que dan las
AFORES a las personas en cuanto a su RENDIMIENTO NETO que puede
llegar a percibir por los fondos ahorrados para su retiro de acuerdo a
la edad, donde a mayor edad menor rendimiento para su ahorro.
Tenemos a continuación las tablas de las SIAFORES, LOS RANGOS DE
EDADES, Y EL RENDIMIENTO NETO.

De esta manera se castiga con menor rendimiento a mayor


edad tenga la persona, tenemos el siguiente ejemplo de información
bajada de la pagina de la CONSAR, de nuestro país.
Tomando como referencia la afore de BANAMEX, observamos para
una edad de 18 a 26 años un rendimiento neto del 9.03 %, que
pertenece a la SIAFORE 5.

En la siguiente tabla, observamos sobre la misma AFORE, la


disminución de rendimiento neto a un porcentaje del 8.80
Así mismo observamos en la siguiente tabla en el rango de edades de
37 a 45 años, la disminución al 7.24%.
Para este rango de vida de entre los 46 y 55 años, tenemos aun mas
la disminución 6.60 %

Para el siguiente periodo de años de los 56 años y mayores, se


presenta una aparente recuperación al 8.05%
Por señalar uno ejemplo a gran escala como se va presentando
la violencia a los derechos del adulto mayor y vemos con pena como
nos vamos acostumbrando a esta discriminación a tal grado que se
nos llega a ser algo tan normal que cuando llegamos a ese punto
seguramente tampoco seremos capaces de exigir nuestro derecho,
ya que todo parece encaminado a reducir los derechos mencionados

No podemos sin embargo mencionar que aunque de manera


menos eficaz se va buscando que se reconozca el esfuerzo y la
existencia del adulto mayor mediante ciertos eventos que hagan
notar dicha existencia, tenemos así por ejemplo el siguiente evento,
organizado por a Secretaria de Desarrollo Social, (SEDESOL) a través
del INAPAM.
ORGANIZACIONES NACIONALES EN FAVOR DEL ADULTO MAYOR

En el marco del “Día del Adulto Mayor”, la Secretaría de


Desarrollo Social (Sedesol) informa que a través Instituto Nacional de
las Personas Adultas Mayores (Inapam), el Gobierno Federal ha
entregado credenciales de afiliación para el adulto mayor, la cual
brinca algunos beneficios.

La credencial de afiliación es la puerta de entrada a los diversos


servicios que proporciona el Inapam, orientados a contribuir y mejorar
el nivel de vida a las personas mayores de 60 años de edad y más.

Entre los beneficios que obtiene este sector de la población al


contar con su credencial del Inapam, están descuentos que van del 5
por ciento hasta el 70 por ciento en bienes y servicios que les brindan
más de 15 mil establecimientos en todo el país en la compra de
medicamentos, estudios de laboratorio, consultas médicas, alimentos,
ropa, calzado, actividades culturales y artísticas, entre otros, como
son en pasajes, pagos de prediales, servicio de agua, etc.
Durante sus 30 años de vida, el Inapam ha expedido 10
millones de credenciales en beneficio de las personas de esta edad
que así la requieren y la solicitan. Es necesario precisar que dentro de
este número de emisiones están contabilizadas las que se han
entregado por primera vez, al igual que las entregas por reposición.

Como parte de los festejos del “Día del Adulto Mayor”, 850 mil
adultos mayores afiliados a los más de cinco mil Clubes de la Tercera
Edad registrados al Inapam en todo el país y en los cuatro Centros
Culturales que operan en el Distrito Federal, celebraron su día con
actividades culturales y recreativas.

Los Clubes de la Tercera Edad son espacios comunitarios que


fomentan la organización e interrelación de las personas de 60 años
de edad y más, para la solución de diversas actividades y situaciones
personales. Los clubes y centros culturales promueven el
envejecimiento activo a través de la práctica de actividades
culturales, deportivas y recreativas.

En lo que va del presente año, en los tres Centros de Atención


Integral de la Ciudad de México se brindaron 6 mil 877 consultas
médicas y el Departamento de Asistencia Jurídica atendió 5 mil 286
adultos mayores que recibieron gratuitamente asesoría jurídica por
abogados del Inapam.

Cabe recordar que en México se festejó a los adultos mayores


por primera vez en 1983, con el nombre de “Día del Anciano”, que se
llevo a cabo en la Ciudad de México y un año después en Monterrey,
Nuevo León.

Posteriormente, en 1998 se decidió conmemorar en todo el país


el 28 de agosto como el Día del Anciano; y durante el 2002 la
celebración en honor de las personas de 60 años y más cambió de
nombre a “Día del Adulto Mayor”.
En 30 años, el número de personas de 60 años de edad y más
se ha triplicado, ya que de un poco más de tres millones en 1979,
pasó a 9.4 millones en este año.

Para atender las necesidades de este sector de la población, el


22 de agosto de 1979 se publicó en el Diario Oficial de la Federación
el decreto de creación del Instituto Nacional de la Senectud (Insen),
adscrito a la entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia.

El 17 de enero de 2002 el Insen cambió su denominación a


Instituto Nacional de Adultos en Plenitud (Inaplen), coordinado por la
Secretaría de Desarrollo Social, y estaba orientado a revalorar a las
personas de más de 60 años de edad y a ampliar las acciones del
organismo en los temas relacionados con salud, educación, trabajo y
desarrollo social.

Y acorde a la necesidad de atención de los adultos mayores, el


25 de junio del 2002 se publicó la Ley de los Derechos de las
Personas Adultas Mayores, creándose por ella el Instituto Nacional de
las Personas Adultas Mayores (Inapam). Con esta Ley el Instituto se
constituye como el órgano rector de atención a las personas de 60
años en adelante, con un enfoque de desarrollo humano integral en
cada una de sus facultades y atribuciones.

Sus principales objetivos son proteger, atender, ayudar y


orientar a las personas de la tercera edad, así como conocer y
analizar su problemática para encontrar soluciones adecuadas. Por
ello dirige sus esfuerzos a fomentar la asistencia médica, asesoría
jurídica y opciones de ocupación.
SITUACION ACTUAL EN NUESTRO PAIS

Tenemos sin embargo que a pesar de los programas que se han


instituido en nuestro país, y los objetivos que estos buscan, la
violación de los derechos humanos no se da a la luz publica, y estos
se comenten bajo el techo del hogar, donde difícilmente se
exteriorizan dichos problemas o abusos.

Citaremos vivencias de adultos mayores que han tenido que


enfrentarse a sus descendientes con el fin de defenderse y obtener
para si, lo que por derecho les corresponde. Tenemos por ejemplo el
caso de la Sra. Zenaida Pablo Lázaro, quien es habitante de la
comunidad de Monte Grande, perteneciente al municipio de
Acayucan, Ver., quien por ya no encontrarse en posibilidades de
trabajar deslindo en uno de su hijos llamado Daniel Cruz Lázaro, la
administración de sus tierras y ganado, quien desde hace ya 18 años
ha estado al frente de los bienes, pero al pedir su progenitora cuentas
sobre el manejo de los mismos, ha recibido la negativa y
destapándose una serie de abusos hasta el momento ocultos, como
es el de haber osado pedirle su casa habitación y terreno rural, ya
que lo ha puesto a su nombre, así como un reporte en cabezas de
ganado por demás inferior al que de acuerdo al tiempo debería de ser
mucho mayor.
Sra. Zenaida Pablo Lázaro

Actualmente esta abuelita se encuentra en procedimiento de


demanda, contra su descendiente a fin de recuperar lo que por
derecho le corresponde, teniendo que en primero sufrir afectaciones
en su salud física y mental, por la presión o estrés ocasionado ante tal
situación, la desprotección por no saber a que medidas sujetarse para
sobresalir en esta situación por demás angustiosa.

Así conocimos también a la Sra. Sebastiana Fuentes Martínez,


originaria del estado de Puebla, pero radicada en Acayucan, Ver.,
desde su infancia, procreo a 5 hijos, de los cuales 2 fueron varones
(ya fallecidos) y 3 mujeres, las cuales le sobreviven. Y vive sin
embargo y a pesar de su lucha constante para sacar adelante a sus
hijos recibe como pago de su buen gesto la ingratitud.
Vive actualmente con una de sus hijas, ya que se encontraba
abandonada en su casa originaria, pero al hacer las donaciones
correspondiente se vio envuelta en el abandono, pero actualmente
donde vive, sufre de marginaciones y abandono, como podremos
apreciar en la foto siguiente, esta come en lo que es el área del
corredor.

Ella contaba como única propiedad un predio suburbano, con


una vivienda, y la cual repartió a dos de sus hijas con la condición de
velar por ella, y asistir en todas sus necesidades, sin embargo ha
recibido como pago el tener que salir de su casa, al ser desplazada
por uno de sus descendientes en segundo grado. Actualmente vive
con una de sus hijas, donde no recibe un trato digno, donde a la hora
de la comida se le sirve sus alimentos en el área del corredor,
recibiendo gritos (en parte porque no oye bien), pero mas que nada
con un mal acento el cual se percibe agresivo y denigrante.
Hemos percibido como la ingratitud del ser humano no tiene
limites y hasta que grado puede convertirse al progenitor en un
verdugo.
Nos encontramos con una cruda realidad en este camino de
conocer a personas que en el momento que han dejado de ser
productivos, son echados a la calle, o puestos a mendigar caridad
para poderse sostener o ayudar al gasto familiar, así nos
encontramos al Sr. Odilón Sánchez Guevara, quien en una esquina de
la ciudad de Acayucan, Ver., en las calles Hilario C. Salas y Guadalupe
Victoria, pidiendo unas monedas para poder subsistir. Podemos
apreciar aquí como por falta de un plan de pensión bien estructurado,
y por falta de orientación en su enfermedad la cual es la DIABETES,
fue culminado a habitar en una silla de ruedas al sufrir la amputación
de ambas extremidades por arteriosclerosis en sus arterias
principales de dichas extremidades.
APORTACIONES EN BUSCA DE UNA VEJEZ DE CALIDAD

A LA BUSQUEDA DEL MAYOR BIENESTAR POSIBLE DURANTE LA VEJEZ


para personas mayores

“Que si no hemos de ser inmortales,


es del todo deseable que el hombre
se extinga a su debido tiempo;
pues la naturaleza ha puesto
un límite a la vida,
como a todas las demás cosas”
Cicerón

Tenemos la opinión de Cicerón, en su famoso Diálogo sobre la


vejez, donde enumera las cuatro razones que aducen los que la
encuentran miserable:

1.- “una, porque debilita el cuerpo;

2.- otra, porque nos aparta de los negocios;

3.- la tercera porque priva de casi todos los placeres y

4.- la cuarta, porque no dista mucho de la muerte”.


Para El, en esta clásica descripción ciceroniana, el cuerpo del
anciano es un cuerpo debilitado que transita dolorido por el mundo,
debido a su progresivo deterioro biológico, con las fuerzas cada vez
más justas para seguir viviendo, apartado de lo que fue su trabajo
cotidiano y del espacio social que venía ocupando, convertido
socialmente en sujeto pasivo, un cuerpo que, con demasiada
frecuencia vive en soledad, un cuerpo en el que, en la brevísima
historia de cada día, predominan los momentos dolorosos y solitarios
sobre los placenteros.

A pesar de todo, en pleno siglo XXI, es necesario apostar por


vivir una vejez saludable y activa, una vejez exitosa; una vejez en la
que, con todas sus limitaciones, se integren el bienestar físico, con el
mental y el social.

En un estudio que fue publicado en el American Journal of


Psychiatry bajo el título de “Una vejez exitosa”, se siguieron de
manera prospectiva dos grupos de adolescentes hasta que
cumplieron 60 años o hasta su muerte. Los factores que predecían
una vejez exitosa fueron divididos en dos grupos:

a) Factores predictivos que quedaban fuera del control del


individuo: la clase social de los padres, la cohesión familiar, una
depresión grave, la longevidad de sus antepasados y su estado de
salud a los 50 años.
b) Factores predictivos que podían ser controlados por el
individuo: mantenimiento de un peso corporal apropiado, ejercicio
físico regular, actividad mental relacionada con una apuesta personal
por la educación continuada, no fumar y no beber alcohol
abusivamente. Si estos siete factores son controlados, quedaría la
depresión como el único factor predictivo variable que afecta a la
calidad, tanto objetiva como subjetiva, del envejecimiento.

Citando libremente a Hamlet, los autores terminaban diciendo


que “una vejez que valga la pena vivir quizá ¡oh, Horacio! no dependa
tanto de nuestras estrellas ni de nuestros genes como de nosotros
mismos”.

La Organización Mundial de la Salud publicó, en su día, un


interesante Informe sobre “Mitos falsos sobre la vejez”, en el que
se incluían recomendaciones para vivir una vejez activa con calidad
de vida.

El cuerpo que una vez retirado del espacio social que venía
ocupando, vive sumido totalmente en la vejez, sin haber podido o
sabido reaccionar a tiempo y buscar espacios alternativos para su
nueva situación social (entre otras razones porque el llamado estado
del bienestar no se los ofrece) queda fuera de los circuitos de la
actividad corporal y entra en el difuso y oscuro territorio de la
pasividad, donde es habitualmente confinado en espacios donde
compartirá otros envejecimientos y cuya precariedad de estímulos
vitales conduce al desaliento, la desesperanza y la depresión.

Frente a la discriminación sistemáticamente negativa de la


vejez del cuerpo debe apostarse firmemente por crear las condiciones
más apropiadas para su bienestar físico, mental y social. Para
conseguir para la mayoría una vejez del cuerpo en la que domine la
serenidad, aunque “con el espíritu en tensión como un arco” (Cicerón)
y que viva con el estilo de vida más adecuado para frenar el
ineludible deterioro. Una vejez que, asumiendo la natural decadencia,
pretenda ser vivida sin demasiado ruido y, siempre que sea posible,
manteniéndose curiosa y digna.

Falsos mitos sobre la vejez

Las OMS desmienten algunos mitos sobre la vejez y da consejos para


ganar calidad de vida cuando se llega a esa etapa

Hay más ancianos en países desarrollados


Falso mito número 1: no viven más ancianos en los países
desarrollados sino al contrario. Más del 60% de las personas con
más de 65 años viven en países en vías de desarrollo. De los
580 millones de ancianos que hay actualmente en el mundo, 355
millones viven en países en vías de desarrollo. Para el año 2020 se
estima que habrá 1.000 millones de ancianos, de los cuales más de
700 millones vivirán en el mundo en vías de desarrollo.

La esperanza de vida al nacer ha aumentado y se prevé


que siga aumentando en todo el mundo, un crecimiento que se
ha asociado a una caída sustancial de la fertilidad en todo el planeta,
por los modernos métodos anticonceptivos.

Esta doble tendencia condiciona lo que se denomina


"envejecimiento de la población", especialmente llamativo en los
países en vías de desarrollo. Mientras que en Francia, por ejemplo,
han transcurrido 150 años para que se doblara la proporción de
personas ancianas (del 7% al 14%), en China serán necesarios tan
sólo 27 años (entre el 2000 y el 2027) para conseguir el mismo
incremento.

Se prevé que la esperanza de vida siga aumentando

Los ancianos son todos iguales

En realidad, los ancianos forman un grupo muy heterogéneo: muchos


ancianos viven una vida activa y sana, mientras que otros, no tan
viejos, viven una vida de pobre calidad.

Cada persona envejece a su manera, en relación con variados


factores en los que se incluyen el género, la raza y la cultura a la que
pertenecen, así como si viven en un país industrializado o en un país
en vías de desarrollo, en un área urbana o en un área rural. El clima,
la localización geográfica, el tamaño de la familia, sus habilidades y
su experiencia vital son todos factores que hacen a la gente más o
menos similar durante el proceso del envejecimiento.

Aunque un componente genético puede contribuirá la


longevidad, la salud y la actividad durante la ancianidad son
fundamentalmente un sumario de las experiencias y de las
actividades de un individuo a lo largo de su vida.

Como quiera que nuestra vida comienza antes del nacimiento,


algunas investigaciones han sugerido que los fetos que han sido
malnutridos en el útero, son más propicios a sufrir variadas
enfermedades (entre las que se incluyen la enfermedad coronaria
cardíaca y la diabetes) cuando crecen hasta convertirse en adultos, y
también a envejecer con mayor rapidez en comparación con aquellos
que fueron bien nutridos durante su vida intrauterina.

Los hábitos que haya mantenido cada persona en su vida influirán en su


longevidad.
Los estilos de vida seguidos por un individuo durante la
infancia, la juventud y la vida adulta influyen negativa o
positivamente en el logro de una vejez activa.
Factores positivos
Son factores positivos para una vejez activa: haber participado en la
vida familiar y comunitaria, haber seguido una dieta equilibrada
y sana, haber mantenido una actividad física adecuada, no haber
fumado y haber evitado el consumo de cantidades excesivas de
alcohol.

Factores negativos
Son factores negativos: el hábito de fumar; el hábito de beber
alcohol en exceso, la falta de ejercicio físico, la nutrición
insuficiente y la obesidad, junto con el padecimiento de
enfermedades e incapacidades físicas en cualquier edad durante la
vida adulta.

 La pobreza se asocia claramente con una vida más corta y


débil o mala salud en la vejez. La gente pobre suele vivir en
hábitats más peligrosos para la salud, expuestos a niveles más
elevados de polución. La débil estructura de sus viviendas y el
hacinamiento incrementa el riesgo de accidentes y la
transmisión de enfermedades. En muchos países en vías de
desarrollo el hogar es utilizado como taller en el que se
almacenan materias peligrosas.

 El aislamiento social, por ejemplo el originado en la viudedad


o en el divorcio, tiene efectos adversos sobre la salud. Jugar un
papel en la vida familiar y ser miembro de una comunidad u
organización religiosa tiene efectos beneficiosos sobre la salud
y hace posible que los ancianos contribuyan significativamente
a la vida de la sociedad.

 Para los ancianos que viven en situación de pobreza es difícil


conseguir una nutrición apropiada. Las cifras de la OMS
correspondientes a la década de los años 90 indican que 840
millones de personas se encontraban aún por debajo del
umbral de la dieta mínima. Estudios realizados en los países en
vías de desarrollo sugieren que en tiempo de escasez y de
hambruna, son los ancianos los que se privan de los alimentos
en favor de los niños y jóvenes.

Hombres y mujeres envejecen igual

La verdad es que hombres y mujeres no envejecen igual. De entrada,


las mujeres viven más que los hombres. Esta mayor esperanza
de vida al nacer de la mujer es debida, en parte, a razones biológicas.
Lejos de ser el sexo débil, la mujer es más resistente que el hombre
en todas las edades, pero sobre todo durante la infancia.
En la vida adulta, la mujer tiene la ventaja, al menos hasta la
menopausia, de estar protegida por sus hormonas de la enfermedad
cardíaca isquémica.
En la mujer, la esperanza de vida al nacer varía desde los 50 años, en
los países menos desarrollados, hasta los 80 años, en los países más
desarrollados. En consecuencia, en la mayoría de los países los "más
viejos de los viejos" son predominantemente mujeres.

Sin embargo, vivir más años no significa necesariamente vivir


con buena calidad de vida: la mayor longevidad de las mujeres
las hace más propicias a padecer enfermedades crónicas
asociadas con la vejez como osteoporosis, diabetes, hipertensión,
incontinencia y artritis.

La reducción de la movilidad debida a afecciones crónicas,


como la artritis, tiene efectos negativos sobre la capacidad de
mantener contactos sociales y, en consecuencia, sobre la calidad de
vida. Mientras que algunas diferencias entre hombres y mujeres son
debidas a características biológicas, otras tienen su origen en roles y
responsabilidades determinados socialmente.
Ellas no siempre vivieron más
Históricamente, las mujeres no siempre han vivido más que los
hombres. En Europa y en Norteamérica el hiato en la longevidad de
ambos géneros comenzó cuando el desarrollo económico y los
cambios sociales eliminaron algunos de los mayores riesgos para la
salud de la mujer. Con un mayor control sobre el tamaño de sus
familias y con la mejoría en las condiciones de vida y de
higiene, disminuyó para la mujer el riesgo de morir de parto.

Al mismo tiempo, la división del trabajo según el género (masculino o


femenino) significó el aumento comparativo para el hombre del riesgo
de morir en accidentes de trabajo.

Aunque las mujeres suelen vivir más, esto no siempre fue así.

Los estilos de vida asumidos por los hombres han incrementado


también sus riesgos: la tendencia ha sido, hasta ahora, fumar más
que las mujeres (muertes por cáncer de pulmón). Otras muertes en el
hombre se relacionan con el consumo excesivo de alcohol.

En resumen, estilos de vida propios junto con mayor riesgo de


sufrir accidentes de trabajo son los factores que más
contribuyen a las muertes prematuras en los hombres,
respecto a las mujeres, especialmente en las sociedades
industrializadas.

En otras sociedades, la ventaja biológica de la mujer respecto a la


longevidad es neutralizada por sus tremendas desventajas sociales
(discriminación de la mujer).

Los mayores son frágiles

Lejos de ser frágiles, la mayoría de los ancianos se conserva


físicamente bastante bien; lo suficiente para realizar no sólo sus
tareas cotidianas, sino para jugar un papel activo en la vida
comunitaria. Los ancianos mantienen una elevada "capacidad
funcional".

Como en todos los aspectos del envejecimiento, hay diferencias


en el modo en el que la capacidad funcional se mantiene en distintos
grupos de ancianos. Aunque las mujeres viven más que los hombres,
tienden a padecer en la vejez más enfermedades incapacitantes que
los hombres de sus mismas edades.

La capacidad de nuestros sistemas biológicos (como


ejemplo, la fuerza muscular y la capacidad cardíaca) aumenta
durante los primeros años de vida, alcanza su máximo al
comienzo de la edad adulta y declina posteriormente.

Los malos hábitos hacen envejecer


La rapidez de este declive biológico viene determinada por
factores externos relacionados con el estilo de vida seguido en la
edad adulta: tabaco, alcohol, dieta y clase social son factores
determinantes. El declive natural de la función cardíaca puede
acelerarse por el tabaco, que deja al individuo con una capacidad
funcional más baja que la que normalmente le correspondería a esa
edad. No obstante, la aceleración del declive funcional causado
por factores externos puede ser reversible a cualquier edad.

Abandonar el hábito del tabaco y la introducción de pequeños


incrementos en la actividad física son acciones que reducen, por
ejemplo, el riesgo de enfermedad coronaria.

Muchos mayores cumplen funciones importantes en la sociedad, como cuidar de los


nietos

Muchas enfermedades crónicas que disminuyen la capacidad


funcional son el resultado de un insano estilo de vida; en este sentido,
el alcoholismo es la primera causa en los países industrializados de la
disminución de la capacidad funcional en los varones y la cuarta en
los países en vías de desarrollo.

Las enfermedades no infecciosas, que pueden prevenirse en


gran parte, como las enfermedades cardiovasculares y los cánceres,
son una causa importante de incapacidad en la vejez, tanto en los
países industrializados como en los que se encuentran en vías de
desarrollo. Dado que muchos países en vías de desarrollo se
encuentran todavía luchando contra las enfermedades infecciosas y
la malnutrición, este aumento de las enfermedades no infecciosas
supone para ellos una doble carga social y sanitaria.

Unas medidas sociales apropiadas para mantener una salud


óptima y activa durante la vejez deben incluir: la promoción de los
beneficios que comporta para una vejez activa adoptar estilos
de vida sanos; una legislación que frene la publicidad y las ventas
de alcohol y tabaco; una política social que facilite la asistencia
sanitaria y los servicios de rehabilitación de los ancianos; una
adaptación de los espacios físicos a las incapacidades generadas por
el envejecimiento.

Algunos necesitan ayuda


Aunque la mayoría de los ancianos mantienen la capacidad física
necesaria para cuidarse a sí mismos, un cierto número de ellos, los
muy viejos especialmente, necesitan cuidados especiales en sus
actividades diarias, debido al intenso declive de sus capacidades.

En los países desarrollados, alrededor de una quinta parte de


los ancianos recibe este tipo de asistencia en residencias
geriátricas, mientras que en los dos tercios restantes la asistencia
se facilita en su propio domicilio.
Pero los ancianos no tan sólo reciben cuidados sino que
los prestan. Muchos ancianos cuidan de sus nietos y de otros
miembros de la familia, especialmente de sus cónyuges, es decir, los
ancianos "jóvenes" cuidan de los ancianos "más viejos".

No aportan nada a la sociedad

Contrariamente a lo que sostiene este mito, los ancianos


realizan numerosas contribuciones familiares, sociales y económicas.

Se asume equivocadamente por la sociedad que la casi


desaparición del número de personas ancianas de los puestos
de trabajo remunerado se debe al declive de la capacidad
funcional provocado por el envejecimiento. De hecho, el declive
de la capacidad funcional no debe traducirse literalmente como
incapacidad para trabajar.

En realidad, los requerimientos físicos para muchos trabajos


han sido reducidos por los avances tecnológicos, hasta el punto de
que permiten que personas discapacitadas sigan siendo
económicamente productivas.

En EE.UU. más de tres millones de personas con 65 años


o más, están implicadas en actividades voluntarias en
escuelas, facultades, instituciones religiosas y organizaciones
sanitarias y políticas. Por otra parte, expertos "sénior" retirados son
utilizados como consejeros en numerosas instituciones.

Tampoco son una carga económica para la sociedad


Dos procesos concomitantes han contribuido a la extensión del mito
según el cual llegará un momento en el que la sociedad no será
capaz, en el próximo futuro, de facilitar el apoyo económico y la
asistencia sanitaria necesarios para los ancianos.

Estos dos procesos son, por una parte, el progresivo incremento


de la proporción de ancianos en la sociedad y, por otra, el fuerte
énfasis que las sociedades ponen sobre las fuerzas del mercado en
todo el mundo y el consiguiente debate acerca del papel del estado
en la provisión de pensiones y asistencia sanitaria a sus ciudadanos.

En las sociedades agrícolas suele demostrarse que los mayores son


capaces de seguir trabajando, si lo desean
La mayoría de las personas ancianas continua
trabajando, con remuneración económica o sin ella, lo que
representa una contribución económica importante para su
comunidad.

No existen bases económicas o biológicas que obliguen al retiro


de una persona a una edad fija (60 a 65 en los países desarrollados).
De hecho, en las economías dominadas por la agricultura, la
mayor parte de las personas ancianas, hombres y mujeres,
continúan trabajando en el campo, hasta que son físicamente
incapaces de realizar sus tareas, lo que sucede bastante tarde.

Y en los países desarrollados se va reconociendo poco a poco


que los ancianos estarían totalmente capacitados para trabajar todo
el tiempo que lo deseasen.

La edad no debe impedir a una persona conseguir un trabajo y,


naturalmente, los beneficios de la edad deben ser reconocidos
y recompensados.

En periodos de elevado desempleo ha sido fácil argumentar que


los ancianos deben ser invitados a dejar sus puestos de trabajo para
que queden libres para los más jóvenes que buscan trabajo.

Se ha demostrado que la realidad del mercado de trabajo es bastante


más compleja y que la jubilación precoz por la edad no se traduce,
necesariamente, en puestos de trabajo para los más jóvenes.

En conclusión, el reto para el siglo XXI es conseguir "Una


sociedad para todas las edades".
FRASES RELACIONADAS A LA VEJEZ

Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara
(Michel de Montaigne)

* Procura instruirte mientras vivas; no creas que la vejez traiga


consigo razón.
SOLÓN. Legislador y arconte ateniense ( 639 – 560 aC.)

* Ahora que he llegado a la vejez, !Cómo la detesto!


EURIPIDES SALAMINA. ( 485-406 aC.)

* Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora
los buenos.
MARCO TULIO CICERÓN. Escritor y político romano.( 106 – 43 aC.)

* La mayor parte de las incomodidades de la vejez no vienen


ordinariamente, sino del mal uso que se ha hecho de la juventud.
SAN BERNARDO DE CLARAVAL. (1090-1153)

* Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos


llegado.
FRANCISCO DE QUEVEDO. Escritor.(1580-1645)
CAPITULO III

ORGANISMOS INTERNACIONALES QUE VELAN POR EL


ADULTO MAYOR

OBLIGACIONES TOMADAS POR LOS GOBIERNOS PARA


ASEGURAR DERECHOS HUMANOS DE LOS ANCIANOS

¿Cuáles son las provisiones de la ley de derechos humanos


que garantizan los derechos humanos de los Ancianos?

Incluye extractos de la Declaración Universal de los Derechos


Humanos, Pacto Internacional de Derechos Sociales, Económicos y
Culturales, Pacto de los Derechos Civiles y Políticos y la Convención
para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer.

"Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta


Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición. ........ Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene
derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo
nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la
organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los
derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su
dignidad y al libre desarrollo de su personalidad........ 1.- Toda
persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure,
así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros
en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros
casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad. 2.-La maternidad y la infancia tienen
derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos
de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual
protección social"

Declaración Universal de los Derechos Humanos, Art. 2, 22, y


25
CAPITULO IV
PROPUESTAS

En nuestra actual legislación, en nuestro código civil de Veracruz,


nos dice en los siguientes artículos:
Articulo 232.-La obligación de dar alimentos es reciproca. El que los
da a su vez tiene derecho de pedirlos.
Art. 234.- Los padres están obligados a dar alimentos a sus hijos.
Art. 235.- Los hijos están obligados a dar alimentos a los padres.

Así mismo el código civil federal, nos dice en:


Artículo 292.- La ley no reconoce más parentesco que los de
consanguinidad, afinidad y el civil.
Artículo 301.- La obligación de dar alimentos es recíproca. El que los
da tiene a su vez derecho de
pedirlos.
Artículo 302.- Los cónyuges deben darse alimentos; la Ley
determinará cuando queda subsistente
Esta obligación en los casos de divorcio y otros que la misma Ley
señale. Los concubinos están
Obligados, en igual forma, a darse alimentos si se satisfacen los
requisitos señalados por el artículo 1635.
Artículo 303.- Los padres están obligados a dar alimentos a sus
hijos. A falta o por imposibilidad de
Los padres, la obligación recae en los demás ascendientes por ambas
líneas que estuvieren más
Próximos en grado.
Artículo 304.- Los hijos están obligados a dar alimentos a los padres.

En base a los citados artículos anteriores, vemos por demás


cubierta la necesidad de los alimentos, tanto de descendientes como
de los ascendientes, sin embargo en el presente estudio de campo
nos encontramos con una gran cantidad de adultos mayores en
situación de calle, en situación de abandono, en una situación de por
demás violentados sus derechos humanos, en un increíble abandono
y lejos de toda sensibilidad humana, sin un apoyo de ni una parte, ni
de las autoridades ni de la sociedad, ya que a pesar de ser testigos de
cómo en el propio hogar son violentados nada se hace para que esto
no suceda.

Es por esta razón que en busca de que la ciudadanía tenga


conocimiento sobre la LEY DEL ADULTO MAYOR, se promueva, se
distribuya, se de a conocer en todo punto posible, en escuelas,
periódicos, revistas, carteles, etc., de tal manera que todo ciudadano
conozca y comprenda en que consiste esta ley, y pueda a la vez
combatir la ignorancia de la que goza dicha ley, esto como en primer
instancia dar a conocer lo promulgado y que puede ser sancionable a
través de la denuncia popular cuya autorización como ya vimos esta
plasmado en el articulo núm. 43 de la LEY DEL ADULTO MAYOR.
Así de esta manera todo ciudadano tendrá la capacidad y el
respaldo legal de poder presentar una denuncia por el abuso del que
sea testigo, fortaleciendo de esta manera también su valor cívico
como ciudadano.

Planteamos que en cuanto a la denuncia por la violación de los


derechos humanos de los adultos mayores en el hogar, se haga
efectiva la ley, en primera instancia imponiéndole al agresor una
sanción administrativa, para que posteriormente en caso de
reincidencia el adulto mayor sea retirado del hogar y de desearlo el,
colocarlo en un centro especializado (asilo) para que sean respetados
sus derechos, fincándole a sus descendiente la correspondiente
pensión como lo dicta el código civil en cuanto a que los hijos están
obligados a dar alimentos a sus padres para su sostenimiento y
administración propia, de una manera libre y de acuerdo a sus
anhelos. Así mismo la autoridad competente se habrá de
comprometer como lo dice esta ley de vigilar la estancia de los
adultos mayores en estos centros para que sean tratados dignamente
y respetando sus derechos.

Planteamos de esta manera también que se anexe en los


siguientes códigos, en ARTICULO 653 C.C.E.V. y ARTICULO 39 C.C.F.,
a la siguiente definición:

El estado civil de las personas sólo se comprueba por las


constancias relativas del registro. Ningún
otro documento ni medio de prueba es admisible para comprobar el
estado civil, salvo los casos expresamente exceptuados por la ley; La
ley no reconoce más parentesco que los de consanguinidad, afinidad
y el civil, para lo cual se ha de anexar como anotación adicional en los
libros de las actas de cada ciudadano de los padres que reconozcan a
cada uno de sus hijos, los datos relativos al registro de cada menor,
con la única intención de que se compruebe dicho parentesco, así de
esta manera como párrafo adicional al articulo núm. 676, del código
civil veracruzano, que a la letra dice Todo acto del estado civil
relativo a otro ya registrado, deberá insertarse, a petición de los
interesados, al apéndice respectivo, que en el caso de no haberlo se
formará. La misma inserción deberá hacerse cuando lo mande la
autoridad judicial o lo disponga expresamente la Ley. Se ha de
considerar realizar las notaciones correspondientes a los hijos por
este registrado.

De esta manera cuando el adulto mayor caiga en situación de


calle, de abandono sin que se conozcan los probables hijos bastara
con que con el nombre del anciano, cualquier ciudadano interesado o
autoridad, obtenga un acta nacimiento certificada para obtener los
dato de sus descendientes, y buscando con esto lograr la ubicación y
lograrle fincar su deber de proporcionar una pensión al adulto mayor
que se encuentra en situación de calle y de abandono absoluto.
Buscamos de esta manera brindarle la protección y el apoyo a todo
adulto mayor que se encuentre violentado en sus derechos y no
tenga la asesoría adecuada y oportuna para ser rescatado de tal
situación. Sin embargo tomemos en cuenta que ni una ley que no se
da a conocer de manera general y que no es parte de la cultura y
conocimiento de un pueblo no puede ser exigida.
CONCLUSION

En virtud de que poco se hace o se deja de hacer todo por el


hermano de un lado, por la persona a la cual se ve inmersa en la
desgracia, y que no merma en lo mas minimo en nuestros
sentimientos de ser humano, ante esta falta de valores, y de
sensibilidad que padece la sociedad hoy en dia, derivada de toda
índole de ingratitudes, es oportuno preguntarnos, QUE ESPERAMOS
EL DIA DE MAÑANA nosotros que vamos hacia ese paso obligado.

Por esta razón es de suma importancia velar por que se


establezcan medidas y previsiones adecuadas para que en lo
sucesivo se modifiquen o se apliquen a toda persona en el estado
mexicano, las leyes de las que estamos obligados a cumplir y hacer
cumplir, a sembrar los valores que hagan de nuestra sociedad la
honestidad, la civilidad, el valor, el amor, el respeto, y todo aquel
sentido de responsabilidad social, una herramienta que permita en
adelante hacer valer todo y cada uno de los derechos.

Los Integrantes que participaron en esta labor de campo y que


contribuyeron efectivamente a la realización del este trabajo son en
primer instancia los 3 primeros compañeros en esta lista, de ahí en
adelante su participación fue un tanto escasa o nula.

1. Alejandra Castillo Joachin


2. Malinalli flores Domínguez
3. Dávila cabrera Demetrio
4. Marlene de la Cruz Chavira
5. Josué luna Ochoa
6. Daniel Ramírez anastacio
7. Raymundo Vázquez sosa
8.

También podría gustarte