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Cuando los niños entran en la etapa de la adolescencia, es posible que pierdan el interés por las

actividades físicas. Entre el colegio, los deberes, los amigos e, incluso, los trabajos a tiempo parcial,
los adolescentes tienen que hacer malabarismos con tantos intereses y responsabilidades.

Pero la actividad física regular puede ayudar a su hijo en edad adolescente a sentirse más lleno de
energía, a mejorar en concentración y atención y a tener un mejor aspecto físico. Y la actividad
física regular puede ayudar a su hijo a mantener un peso saludable, así como a prevenir
enfermedades cardíacas, la diabetes y otros problemas de salud en el futuro.

La actividad física en la adolescencia

Las recomendaciones para los adolescentes son hacer un mínimo de una hora de actividad física
de moderada a intensa al día.

Además:

La mayor parte de la actividad física debe ser aeróbica, lo que implica usar músculos grandes y
debe practicarse durante un período de tiempo. Ejemplos de actividades aeróbicas son correr,
nadar y bailar.

Cualquier actividad de moderada a intensa se debe acercar a la meta de los 60 minutos de


duración.

Las actividades físicas que fortalecen los músculos y que fortalecen los huesos se deben practicar
por lo menos 3 días a la semana.

Los adolescentes pueden practicar deportes y programas de ejercicio físico estructurado que
incluyan actividades de fortalecimiento muscular y óseo. El levantamiento de pesas, bajo la
supervisión de un adulto cualificado, puede mejorar la fuerza y ayudar a prevenir las lesiones
deportivas.

Si se les da la oportunidad y ellos tienen interés, los adolescentes pueden mejorar su salud casi
con cualquier actividad con la que disfruten, como el monopatín, el yoga, la natación, el baile o
jugar a la pelota a la entrada de su casa. Los adolescentes pueden incluir la actividad física en sus
rutinas cotidianas, como ir caminando a la escuela, hacer tareas domésticas o encontrar un trabajo
activo a tiempo parcial.

Motivar a los adolescentes para que sean activos


Los padres deben ceder el control a los adolescentes sobre la forma en que deciden mantenerse
activos físicamente. A los adolescentes les gusta tomar sus propias decisiones, o sea que permita
que su hijo las tome. Enfatice que no importa qué deporte practique, pero que necesita
mantenerse activo.

Una vez empiezan, muchos adolescentes disfrutan de la sensación de bienestar, reducción del
estrés y aumento de la fuerza y de la energía que les aporta el ejercicio físico. En consecuencia,
algunos empiezan a hacer ejercicio con regularidad sin necesitar el empujoncito de sus padres.

Para que un adolescente se mantenga motivado, las actividades deben de ser divertidas. Apoye las
elecciones de su hijo proporcionándole el equipo deportivo, el transporte y el apoyo que necesita.
Sus iguales pueden tener una influencia importante en la vida de su hijo, así que cree
oportunidades para que se mantenga activo con sus amigos.

Ayude a su hijo a mantenerse activo encontrando un plan de ejercicio que se adecue a sus
horarios. Es posible que su hijo no disponga de tiempo para formar parte del equipo deportivo de
su centro de estudios ni para inscribirse en la liga local. Pero muchos gimnasios ofrecen a los
adolescentes la posibilidad de hacerse socios, pudiendo asistir al gimnasio antes o después de las
clases.

Algunos adolescentes se pueden sentir más cómodos haciendo en casa vídeos de ejercicio físico o
videojuegos que implican hacer ejercicio físico (como jugar al tenis o a los bolos). Estas actividades
pueden ser buenas opciones, pero es importante que su hijo también practique actividades de
moderadas a intensas.

Y todos los adolescentes deben limitar el tiempo que dedican a actividades sedentarias, como ver
la televisión, jugar a videojuegos, utilizar la computadora, los smartphones o las tabletas.

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