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Eric Lorenzo Pérez Sarmiento, 

Manual de Derecho Procesal Penal. 2ª


Edición. Vadell hermanos, Editores. Caracas-Valencia, 2006.
Pág. 611:
d. El recurso de apelación contra sentencia definitiva
Definición
Éste es un recurso de fondo, ya que tiene como función impugnar el
pronunciamiento sobre la cuestión principal del juicio oral, contenido
en la sentencia definitiva. También es un
recurso devolutivo y en ambos efectos, ya que el conocimiento por el
ad quem suspende los efectos de la decisión impugnada. Es también
un recurso extraordinario, porque sólo puede interponerse por las
razones señaladas por el legislador, aun cuando éstas son bastante
amplias.
Interposición y procedencia
Según el artículo 453 del COPP, el recurso de apelación contra la
sentencia definitiva dictada en el juicio oral, podrá interponerse para
ante la Corte de Apelaciones por ante el juez o tribunal que dictó la
sentencia, en el término de diez días luego de notificada, y en escrito
fundado, en el cual se expresará concreta y separadamente cada
motivo con sus fundamentos y la solución que se pretende. En
principio, fuera de esta oportunidad no podrá aducirse otro motivo,
pero es incuestionable que, dado el primado de la Constitución y de
sus pautas de búsqueda de la verdad material (arts. 2, 26 y 257), toda
si(612)tuación de nulidad absoluta o de violación de los derechos
constitucionales del imputado, que hayan tenido lugar en el proceso y
que verdaderamente hayan trascendido a la dispositiva del fallo,
podrán ser alegadas en la audiencia oral y apreciadas por la Corte de
Apelaciones, aun de oficio, en interés de la ley y en beneficio del
imputado.
La prueba de los hechos que motivan la apelación se promoverá en el
escrito de interposición, señalando concretamente el hecho que
pretende probar (ver arts. 453 y 455 del COPP).
Pero en cuanto a prueba, el artículo 453 contiene una disposición
emblemática que cambia todo el panorama recursorio en el proceso
penal acusatorio y oral venezolano. Es lo que yo denominaría "una
disposición definitoria de política procesal".
Resulta que para acreditar el motivo del recurso, cuando éste se base
en que el juzgamiento se produjo de manera distinta a lo reflejado en
el acta del juicio oral o la sentencia, el recurrente podrá promover
como prueba, el medio de reproducción del juicio oral a que se refiere
el artículo 334 del COPP, y a continuación se aclara que, si éste no
pudiere ser utilizado o no se hubiere empleado, se admitirá entonces
la prueba testimonial. De tal manera, que aquí se ha abierto una muy
deliciosa Caja de Pandora, que permite examinar en la apelación, el
desarrollo del debate oral y público de primera instancia, y combatir
con más eficiencia los falsos supuestos, los silencios de prueba, las
peticiones de principio y los incidentes no fielmente reflejados. Ahora
bien, está claro que el impugnante no puede pretender que la Corte de
Apelaciones escuche o vea todo el registro del juicio oral, que puede
haber durado varios días, sino que debe precisar qué parte de la
grabación, video o versión taquigráfica, es la que debe ser reproducida
o examinada, por referirse al punto controvertido.
Por otra parte, como se aprecia del artículo 453, el recurso de
apelación se presenta ante el tribunal a quo dentro de los diez días
siguientes al de su notificación -que será el de su pronunciamiento en
el juicio oral si fuere leída íntegramente o el de la publicación diferida
si no fuere posible tenerla lista el día del juicio (art. 365)- y hay que
fundamentarlo obligatoria(613)mente en cualesquiera de los
numerales del artículo 452, expresando claramente la pretensión
procesal perseguida con el recurso (nuevo juicio, rebaja o aumento de
pena, apreciación de una atenuante o agravante). Al mismo tiempo, el
legislador ordena agotar los argumentos en el escrito de interposición
del recurso, pues a diferencia del ordenamiento derogado y de otros
procedimientos extranjeros (España, Cuba, Francia, Italia), aquí no se
permite ampliación ni reforma del recurso al momento de su
formalización ante el tribunal superior, salvo lo señalado respecto a las
cuestiones constitucionales. En otras palabras, la interposición del
recurso, como acto procesal, concentra los momentos de anuncio y
formalización.
Motivación y fundamentos
El artículo 452 del COPP establece que el recurso de apelación contra
sentencias definitivas «sólo podrá fundarse» en los motivos allí
establecidos, lo cual es perfectamente comprensible, pues según los
principios de impugnabilidad objetiva y agravio establecidos en los
artículos 432 y 436 del propio Código, los únicos motivos por los que
se puede apelar de la sentencia definitiva dictada por tribunales
unipersonales o mixtos, son los establecidos en dicho artículo 452, y
no ninguno otro, pues son los que la ley establece.
Los motivos de apelación de sentencias definitivas, en cuestión son
los siguientes:
1° Violación de normas relativas a la oralidad, inmediación,
concentración y publicidad del juicio;
2° Falta, contradicción o ilogicidad manifiesta en la motivación de la
sentencia, o cuando ésta se funde en prueba obtenida ilegalmente o
incorporada con violación a los principios del juicio oral;
3° Quebrantamiento u omisión de formas sustanciales de los actos
que causen indefensión;
4° Incurrir en violación de la ley por inobservancia o errónea aplicación
de una norma jurídica.
(614)
Observando con detenimiento estos motivos, podemos afirmar que el
COPP ha cambiado la naturaleza del recurso de apelación contra la
sentencia definitiva, respecto a como se concebía en el derogado
CEC, es decir, como juzgamiento de segunda instancia por vía de la
mera relectura del expediente de la causa, convirtiéndolo en un
recurso extraordinario, que sólo puede interponerse por causales
clausas o taxativas, indicadas por el legislador. Por lo tanto, ahora no
es admisible el recurso que se afinca solamente en la tradicional frase:
«apelo de esa decisión», ya sea contenida en un escrito o hecha
constar en el acta del juicio oral. La referida frase, por sí sola, no tiene
valor alguno, pues el recurso de apelación no sólo tiene que ser
fundado o motivado, sino apoyado en alguno de los motivos concretos
antes mencionados.
El numeral 1 del artículo 452 cobija situaciones tales, como que se
haya privado a una parte del derecho a informar verbalmente, o a
interrogar; que se le haya conminado a entregar alegatos escritos
donde la ley confiere el derecho a la tramitación oral; o que, en
general, se hayan sustituido las formalidades de la oralidad por la
escritura. Obviamente, no será motivo de apelación el que alguna
parte haya intentado consignar escritos no permitidos o, en general,
pretender sustituir los trámites que la ley ordena sean orales, por
formas escritas (ver arts. 14, 338 y 360). También son motivo de
apelación al amparo del numeral 1, los cambios no autorizados por la
ley en la integración del tribunal durante las audiencias del juicio oral o
a la hora de acordar la sentencia; la ausencia temporal injustificada o
el alejamiento momentáneo de algún miembro del tribunal de la sala
del juicio en medio de las sesiones del debate y sin que la vista haya
sido suspendida; así como el hecho de que el juicio oral haya sido
reanudado después de pasados diez días de suspensión (ver
arts.16,161,166,174, 332, 335 y 337). Igualmente caben bajo las
prescripciones del numeral 1, las violaciones que se produzcan al
régimen de concentración, cuando pudiendo evacuarse pruebas e
informes en una sola audiencia, se difieren injustificadamente en
perjuicio de alguna de las partes o en beneficio manifiesto de otra, o
por el contrario, cuando se hayan negado suspensiones que eran
necesarias (ver arts.17 y 335). Y finalmente, también pueden
reclamarse bajo (615) el numeral 1, las violaciones al régimen de
publicidad, tales como la celebración del juicio a puertas cerradas
fuera de los casos autorizados por la ley o la limitación injustificada del
acceso del público a las vistas, sin que razones de orden público o
elemental prudencia lo aconsejen (ver arts.15 y 333).
El numeral 2 del artículo 452 se refiere a las fallas de motivación de la
sentencia y a la ilegalidad en la obtención o incorporación de la prueba
al juicio, como fundamento de los
recursos.
La motivación de la sentencia que dimana de un juicio oral, requiere
como elemento fundamental, la descripción detallada, precisa y
terminante del hecho que el tribunal da por probado, con sus
circunstancias de tiempo lugar y modo. La calificación jurídica, la
apreciación de las circunstancias modificativas de la responsabilidad
penal, en su caso, y las penas que se impongan, tienen que ser
congruentes con el hecho que se da por probado, y éste, a su vez, con
el hecho imputado. Si no existiere correspondencia entre el hecho que
el tribunal da por probado y tales circunstancias, entonces el tribunal
habrá incurrido en la contradicción o ilogicidad manifiesta en la
motivación de la sentencia de que nos habla el numeral 2 del artículo
452.
Así, por ejemplo, si el fiscal acusó por homicidio calificado, y el tribunal
sancionó al acusado por dicho delito, pero no señala en su descripción
del hecho que considera probado, ninguno de los elementos
calificativos del delito de homicidio, entonces la sentencia será
evidentemente contradictoria en su motivación. Si, por otro lado, la
sentencia no contiene una verdadera descripción del hecho que se da
por probado sino que contiene expresiones conceptuales provenientes
de elementos normativos de los tipos penales, tales como «el acusado
dio muerte a fulano por motivos fútiles», entonces la sentencia es
omisa e incurre en falta de motivación, pues el órgano jurisdiccional
tiene la obligación (ver art.365 num. 3), de explicar los hechos y decir
en qué consistieron los motivos fútiles. En este caso, igualmente se
podrá apelar a tenor del numeral 2.
De igual manera, cuando el tribunal, en la sentencia y como parte de
su motivación, debe explicar de manera clara y veraz (616) cómo
apreció la prueba, analizándola individualmente y en su conjunto,
definiendo su mérito conforme a las reglas de la sana crítica (COPP
art. 22), sin incurrir en los vicios de silencio sobre probanzas
relevantes, sin peticiones de principio y sin falsos supuestos de
prueba, tales como atribución de menciones inexistentes en
testimonios o documentos, interpretaciones erradas de indicios, y
otras por el estilo. Si el tribunal no motiva adecuadamente su
valoración de la prueba, se puede impugnar la sentencia por el
numeral 2 del artículo 452, y si existen los vicios señalados, éstos
pueden probarse por vía del registro, acta exhaustiva o grabación que
se haya realizado conforme al artículo 334.
De igual manera, si el juicio oral se hubiere decidido sobre la base de
alguna prueba ilícita o ilícitamente incorporada al debate, la
impugnación de esas circunstancias debe hacerse,sobre la base del
numeral 2 del articulo 452. Es de recordar, que la prueba ilícita es
aquella obtenida con infracción de disposiciones constitucionales y
legales, ya sea mediante torturas, engaños, coacción, amenaza, o
ausencia de requisitos legales; en tanto que, en cambio, la prueba
ilícitamente incorporada es aquella que aun habiendo sido obtenida
legalmente, es incorporada al juicio oral o valorada en la sentencia, sin
haber cumplido los requisitos que imponen la inmediación y la
dicotomía de la prueba, como, por ejemplo, cuando el tribunal de juicio
decide basándose en el testimonio escrito de quien no fue ofrecido
como testigo para el juicio oral.
El numeral 3 se refiere a faltas tales como la falta de comprobación de
la coartada del acusado, no subsanada oportunamente en juicio oral
por denegación de la admisión de la prueba idónea para ello, y en
general, la denegación de cualquier medio de prueba admisible en
Derecho, incluyendo denegación de objeciones y aceptación de
preguntas objetables, limitaciones injustificadas a los informes de las
partes, sustituciones o rechazos indebidos de abogados por el tribunal
en perjuicio de las partes, infracciones relacionadas con la advertencia
de nueva calificación y con la ampliación de la acusación (ver arts. 332
in fine, 350, 351).
(617)
El numeral 4 se refiere a situaciones de error en la aplicación de tal o
cual norma sustantiva o adjetiva, bien por aplicación indebida o bien
por falta de aplicación.
Ejemplo de lo anterior podría ser la falta de congruencia entre la
acusación y la sentencia, por haber sancionado el tribunal por un
delito más grave al imputado o haber apreciado una agravante no
señalada en la acusación (ver art. 364). Si el recurrente considera que
se le ha condenado por robo, cuando debió condenársele por hurto,
podrá denunciar, al amparo del referido numeral 4, la infracción por
indebida aplicación del precepto que sanciona el robo y por falta de
aplicación la norma que condena el hurto. Bajo este numeral podrá
denunciarse la violación de las normas que regulan la aplicación de la
pena concreta según la ley, tanto cuando el recurrente reclame mayor
severidad o una pena más leve, o la aplicación de una agravante o de
una atenuante, según recurran los acusadores o el imputado.
Como se puede apreciar a simple vista, no existe en este artículo 444
del COPP ningún supuesto que autorice a recurrir por error del tribunal
en la apreciación de la prueba, con trascendencia al fallo, o por su
valoración de modo irracional o arbitrario, pues el sistema de motivos
permaneció inalterable después de la reforma del COPP de 2001,
pero tal carencia puede suplirse ahora denunciando la falta de
motivación respecto a la apreciación de la prueba o los vicios de que
ésta adolezca, con base en el numeral 2 del artículo 452.
 
 

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