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La Vida Que Emerge Del Agua

Apóstol Sergio G. Enríquez O.


Estudio para Pastores
Guatemala, 20 de abril del Año De La Revelación

Durante el tiempo que el Señor Jesús caminó sobre la tierra, sus discípulos se formaron una
diferente perspectiva de Él la cual dejaron plasmada en sus escritos. Por ejemplo, Pedro y Juan
que fueron los únicos que corrieron a verificar que el Señor había resucitado, y en sus escritos
narran la relación de Cristo con el agua.

2 Pedro 3:5 (LBLA) Pues cuando dicen esto, no se dan cuenta de que los cielos existían desde
hace mucho tiempo, y también la tierra, surgida del agua y establecida entre las aguas por la
palabra de Dios,

Podemos ver el contexto de este verso en el libro de los Salmos, al cual hacía referencia el apóstol
Pedro.

Salmos 24:1-2 (LBLA) Salmo de David Del SEÑOR es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo
y los que en él habitan. [2] Porque El la fundó sobre los mares, y la asentó sobre los ríos.

El agua está íntimamente ligada con la vida que es Cristo, sin embargo Juan nos da una
perspectiva más amplia de esta relación en diez versículos en los que asocia a Jesús y el agua,
con nuestra evolución como cristianos.

Juan 1:31 (LBLA) Y yo no le conocía, pero para que El fuera manifestado a Israel, por esto yo vine
bautizando en agua.

Esta frase fue dicha por Juan el Bautista, pero fue el Apóstol Juan quien la dejó registrada en sus
escritos. Juan el Bautista nos dice aquí que él bautizaba para que Jesús fuera manifestado a
Israel, y en este verso nos deja ver que la primera relación de Jesús con el agua fue el bautismo en
el río Jordán, que significa: el que desciende, para que fuera cumplido lo que está escrito en
Efesios 4:10 donde declara que Aquel que descendió es el mismo que ascendió más arriba de los
cielos.

Sabemos que somos seres trinos, formados por espíritu, alma y cuerpo; cada una de nuestras
partes debe morir: el espíritu fue muerto en nuestros delitos y pecados pero Cristo lo resucitó
cuando le recibimos en nuestro corazón, nuestro cuerpo está muriendo todos los días pues se va
deteriorando, y el alma también debe morir a sus deseos y pasiones, y el bautismo en agua es el
inicio de esa muerte, para continuar con la ministración de la Santa Cena, la ofenda, y muchas
formas más que tenemos para morir. La primera relación que debemos tener con el agua es el
bautismo, es decir la humillación.

Juan 2:9 (LBLA) Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de
dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó al
novio…

Este segundo contacto de Jesús con el agua nos habla de la transformación, que vino como
producto de la obediencia. Dios es especialista de transformarnos de tal forma que donde ya no
había nada, en medio de la debilidad; podamos decir: “fuerte soy”. Cuando no tengamos ganas de
trabajar para el Señor y nos sintamos débiles, ese día es cuando nos tenemos que levantar y

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La Vida Que Emerge Del Agua


Apóstol Sergio G. Enríquez O.
Estudio para Pastores
Guatemala, 20 de abril del Año De La Revelación

seguir haciendo la obra, pues la Biblia declara en Proverbios 24:10 que si somos débiles en el día
de la angustia nuestra fuerza será limitada. Aunque el enemigo intente frenar el ímpetu de la iglesia
por medio de falsos profetas que enviará para amedrentarnos; debemos seguir adelante.

Juan 3:5 (LBLA) Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del
Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.

En este verso se ve el bautismo en agua pero no desde la perspectiva de la muerte sino del
nacimiento hacia una nueva dimensión, pues nos da la opción de entrar en el reino de Dios.

Hemos aprendido que es no es lo mismo ver el reino, entrar y heredarlo; para ver el reino es
necesario nacer de nuevo, para entrar debemos bautizarnos pero para heredar, según 1 Corintios
6:9-10, no podemos ser inmorales, idolatras, adúlteros, afeminados, homosexuales, etc., pues los
tales no heredarán el reino de Dios. Esto hace preguntarnos lo siguiente: alguien que peca de
estas formas ¿puede entrar en el reino aunque no herede? La respuesta nos la da el apóstol
Pablo, que entregó a Satanás a aquel hombre que fornicaba con la mujer de su padre, con el
objetivo de que su espíritu fuera salvo (1 Corintios 5). Es probable que esta entrega a Satanás
fuera para llevarlo al extremo, a fin de causar arrepentimiento.

Juan 4:14 (LBLA) …pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el
agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.

En este verso vemos otra fase de la relación de Cristo con el agua, haciendo referencia al Espíritu
Santo, que mora dentro de nosotros desde que le entregamos nuestra vida al Señor.

Juan 5:3 (LBLA) En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que
esperaban el movimiento del agua;

Los milagros que se realizaban en este estanque no necesariamente provenían de Dios, pues
Jesús le mostró al paralítico que Él era la verdadera fuente de sanidad. Es necesario entender que
hay aguas buenas y malas, las buenas hacen volver las bendiciones a nosotros (Eclesiastés 11:1)
y de las malas el Señor nos libra (Isaías 43:2), pues es figura de la doctrina falsa que sale de la
boca del dragón (Apocalipsis 12:5).

Juan 7:38 (LBLA) El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser
brotarán ríos de agua viva.”

Este verso también habla del Espíritu Santo que debe fluir en nuestra vida, guiando nuestros
pasos.

Juan 9:7 (LBLA) y le dijo: Ve y lávate en el estanque de Siloé (que quiere decir, Enviado). El fue,
pues, y se lavó y regresó viendo.

Esta es el agua que devuelve la vista, es el agua de los apóstoles, y nos habla de la relación de
Jesús con sus enviados, las delegaciones que Dios hace a nosotros Sus siervos.

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