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PARTE 2

ACLARATORIA CUANDO LOS HERMANOS SEPARADOS ENSEÑAN QUE EL


BAUTISMO ES SUMERGIRSE EN EL AGUA, “NO CON CHORRITOS DE AGUA”

Los hermanos separados insisten que le bautismo es sumergirse, y esto es un error. La


palabra sumergir en la biblia no precisamente significa “hundirse totalmente en el agua”,
por tal motivo ellos se bautizan nuevamente en ríos, piscinas, playas, quebradas y hasta
han llegado a utilizar depósitos o “porrones” para sumergir a las personas. Con este otro
bautismo se colocan otro vestido nuevo y desechan el verdadero vestido del primer
bautismo. De esta manera engañan a los “tontos” diciéndoles que el bautismo de la
iglesia católica no es la correcta. Los hermanos separados al volverse a bautizar otra vez
llevan a cabo un segundo bautismo, y eso es antibíblico. San Pablo en Efesios 4,5 dijo
claramente (hay)“un solo bautismo” no dos, una sola fe, no otra diferente.
Si analizamos Mateo 3,11 Juan Bautista dice: “yo bautizo con agua, (o sea
sumergiendo), pero detrás de mí viene uno con más poder que yo que los bautizará en
Espíritu Santo y fuego” (Juan Bautista teológicamente está diciendo: “pero detrás de mi
viene uno con más poder que los sumergirá en Espíritu Santo y fuego”). Pregunta: Si
sumergir es con agua, ¿por qué Juan Bautista también relaciona el bautismo con Espíritu
Santo en lugar de agua?. Entonces sumergir no solo es con agua. Cabe decir que Jesucristo
sumerge en Espíritu Santo y fuego. Entonces la palabra sumergir no precisamente es con
agua nada más. Vayamos a otros pasajes bíblicos que lo afirman.
Observemos lo que dice: Ezequiel 1,27 (Biblia católica), utiliza la palabra sumergir pero
no solo lo refiere a agua como hacen los protestantes sino que lo alude a otra cosa, la cita
dice: “lo vi como rodeado de metal incandescente, sumergido en el fuego que proyectaba
la luz”.
Nota: La traducción Reina Valera dice: “como apariencia de fuego,” en lugar de
“sumergido en el fuego”.
Otra cita es Daniel 9,26 (Observar que una ciudad y un templo terminarían sumergida en
destrucción). Pregunta: ¿se refiere a estar bajo el agua?. ¡no!.
Romanos 6,3 (según Biblia Católica) es otra cita que desploma la idea protestante. Poner
la lupa que San Pablo utiliza la palabra sumergir para referirse a la muerte y no al agua
cuando dice: “como ustedes saben, todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús,
hemos sido sumergidos en su muerte”.
Nota: La versión Reina Valera dice: ¿no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en
Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?. (No utiliza la palabra sumergir).

CONCLUSIÓN: La palabra sumergir no es literal, bíblica o teológicamente tiene otro


significado. No precisamente se refiere a agua como se ha dicho, sino también a otras
cosas. Esto hacen los evangélicos al bautizar, pues dicen: “el que no es sumergido en agua
en un río no queda bautizado”.
La iglesia católica enseña que no hay problema en bautizar con poca agua, debido a
concluir que el agua es tan solo un símbolo, no importando si la persona se bautiza en el
mar, en el río, o mediante riego, lo que importa es el agua. Por lo tanto, el agua simboliza
limpieza, así como también la muerte y la vida. Ejemplo, una persona que camina en el
desierto sin agua puede morir de sed, pero si bebe agua se mantiene con vida. Es símbolo
de vida porque si a una planta le colocamos agua ésta revive. Por tal motivo la iglesia
católica utiliza el agua como símbolo no importando la cantidad que pueda usarse al
momento de bautizar. Por eso Jesús no recibió el Espíritu Santo en el río, sino cuando
salió, así lo dice la biblia. Como ya hemos repetido, el agua solamente es un símbolo.

¿CÓMO HACÍAN LOS DISCÍPULOS O LA IGLESIA PRIMITIVA CUANDO


BAUTIZABAN EN JERUSALEN O EN ZONAS DE DONDE NO EXISTÍA RÍO?

Con más razón hemos aprendido que el agua solo es un símbolo, no importa la cantidad.
Los discípulos llevaban pequeños recipientes con agua y cuando predicaban la palabra de
Dios en zonas remotas, lograban que las personas creyeran y los bautizaban solo con usar
poca agua. Pregunta: si una persona que apenas estaba aceptando la palabra de Dios por
boca de los discípulos, ¿creerían ustedes que caminaría miles de kilómetros para llegar a
un río y hacerse sumergir como enseñan los protestantes?, es probable que se negaría a
recibir el bautismo. ¿Y las zonas que no tenían ríos?, ¿predicaron los discípulos solo en
poblaciones con ríos?. Se dice que Jerusalen no tiene ríos, estaban muy distantes los ríos
de Israel. En Israel existían solo tres ríos o mares muy inaccesibles de llegar: mar de
Galilea, el mar Muerto, y el río Jordán, y el mar Mediterráneo.
Por esta razón es que la iglesia católica enseña que el bautismo no es obligatorio
realizarlo en un río, sino que puede ser llevada a cabo con poco riego, como símbolo y
nada más. De hecho, los apóstoles fueron bautizados y sumergidos en el Espíritu Santo
en Pentecostés y estaban en una casa donde obviamente no había río (Hechos 2,1-4).

¿POR QUÉ AL AGUA SE LE LLAMA SÍMBOLO DE MUERTE?.


Excavemos un poco más esto. Leamos Marcos 10,35-40, observemos que dos hermanos
le piden al Señor estar en el cielo uno a su derecha y otro a su izquierda, y Jesús les
reclama a ellos, veamos por qué, la cita dice así: “Entonces Jacobo (o Santiago) y Juan,
hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que
pediremos. El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Concédenos que en tu
gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús les dijo:
No sabéis lo que pides. (Detallar la pregunta del Señor) ¿Pueden beber del vaso que yo
bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Ellos dijeron: sí
podemos. Jesús les dijo: A decir verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo
con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi
izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado”.
Explicación: Ya sabemos que los hermanos separados enseñan que para bautizarse hay
que sumergirse, y aquí Cristo está diciendo que él debía padecer, sufrir, morir y
sumergirse en la muerte, pero al tercer día resucitaría (volver a la vida), y esto mismo les
dice a Jacobo y a Juan, es decir, si ellos ya recibieron el bautismo también se sumergirán a
la muerte pero con la promesa de volver a la vida; lo que significa que hay un bautismo de
muerte pero que a la vez con él se vuelve a la vida. Ojo: ya Jesucristo había sido bautizado
en el Jordán por Juan, pero habla de otro bautismo (de muerte) pero en forma figurada
en su pasión y muerte. Por eso le dijo a los hijos de Zebedeo algo como: ¿acaso pueden
ustedes sumergirse a la muerte como yo lo voy a sufrir?. Y con esto nos damos cuenta lo
que dijo Jesús en Juan 3,3-5 cuando expresaba: “el que no naciere de nuevo o el que no
naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”, que en castellano está
diciendo: con el bautismo hacemos morir el hombre viejo, el pecado que trae muerte, y
nacemos otra vez en espíritu. Nosotros a través del bautismo nos unimos con la muerte
de Cristo, nos tomamos de la mano con el Señor y nos sumergimos con él, pasaremos ese
túnel y resucitaremos con él.

COMPARACIÓN Y RELACIÓN ENTRE CIRCUNSICIÓN Y BAUTISMO

Para comprender este punto debemos hacernos las siguientes preguntas:


Antes de la llegada de Juan Bautista y su ministerio a través del agua, ¿existía el pueblo
de Dios?, ¡sí!, ¿existía la alianza o el pacto con Dios?, ¡sí!, ¿existía el ofrecimiento de la
tierra prometida?, ¡sí!. Entonces, ¿Cómo el pueblo de Israel, pasaba a ser pueblo de Dios?,
es decir, ¿cómo se incorporaban a la alianza con Dios?, dicho de otra manera, ¿cómo
pasaban a ser herederos de la promesa que Dios le había dicho a Abraham?
RESPUESTA: MEDIANTE LA CIRCUNCISIÓN.
La circuncisión era un pacto que Dios había hecho con Abraham (que los católicos
llamamos alianza), ¿de qué se trataba el pacto?: Respuesta: Dios hablaba a Abraham y
decía: “ustedes se comprometen a ser mi pueblo, y yo me comprometo a ser su Dios, ¿me
aceptan como Dios?, pues yo lo acepto como pueblo”. Abraham acepta y Dios le dijo que
ese pacto sería para toda su descendencia. Abraham le pregunta: ¿cómo empezaría ese
pacto?, Dios le contesta que a través de la circuncisión, cuando dijo: “ESA SERÁ LA SEÑAL
DEL PACTO”, (o sea una marca en el cuerpo). Todo varón circuncidado pasaba a ser
pertenencia de Dios, miembro de su pueblo escogido. Y si venía un extranjero de otro
pueblo que no pertenecía a la descendencia de Abraham y quería pertenecer a ellos debía
circuncidarse. (Génesis 17). Si leemos todo este capítulo y otros, nos daremos cuenta que
los niños eran circuncidados a los ocho días de nacido. No se les preguntaban a los
“bebés” si querían pertenecer al pueblo de Dios y tampoco se les dejaba crecer para que
decidieran por la circuncisión.
¿Y QUÉ PASABA CON LAS MUJERES?
Para nadie es un secreto que la figura de la mujer en el A.T éstas se contaban junto con
los animales, (era considerada un objeto) no tenía tanto valor como el hombre. Todo eso
cambia con la vendida de Jesucristo y pasa a ser digna y una persona dando paso a la
igualdad. Pero era parte de la cultura del pueblo judío, la mujer no tenía valor para ellos.
Para que la mujer sirviera para algo, debía estar al lado de un hombre, tomaba valor
estando al lado de su papá o de su marido. Si quedaba viuda se consideraba “mujer en
desgracia” (quedaba sola, desamparada), por eso Dios fue tan celoso y protegía a la viuda
y mandaba que los diezmos debían dársele para que pudiera sobrevivir. Por tal razón la
mujer no se tomaba en cuenta para ser circuncidada, pero podía pertenecer al pueblo
elegido si estuviera casada con alguno de la descendencia de Abraham o estar al lado del
papá.
Por eso San Pablo en Gálatas 3,27 dice que con bautismo ya no hay diferencia entre
judío y no judío, hombre y mujer, porque con Cristo la mujer pasaba a tener valor, la cita
dice: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”, queriendo decir que ya estamos en una nueva
alianza, ya no más antigua alianza. Y por eso también decía en Colosenses 2,11-12 que
anteriormente existía la circuncisión pero que ahora hay una nueva circuncisión con agua,
(incluye a la mujer y a niños) cuyo bautismo nos une a la muerte y resurrección con Cristo.
Para Pablo la nueva circuncisión del N.T es el bautismo. Por eso dice en la cita: “En él
también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano (o sea no quirúrgica), al
echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo (o sea con
agua); sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos”.
Si volvemos atrás a donde se mencionan todos los beneficios descritos que nos brinda el
bautismo nos daremos cuenta que la nueva circuncisión con agua es para todos.
Pregunta: ¿Por qué el afán de los hermanos separados de privar el verdadero y único
bautismo a los adultos, niños, hombres y mujeres para imponer un segundo bautismo
diabólico?, ¿captan la idea?.
Por eso Pablo decía en Efesios 3,5 (él) “nos salvó, etc, por el lavamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, etc, para que justificados por su
gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”. El
bautismo nos abre el cielo a toda la humanidad.
Nos bautizamos para pertenecer a un nuevo pueblo de Dios (y antes era solo la nación
de Israel), para ser herederos de la promesas (el cielo), para tener a Dios por único Dios,
para aceptar la nueva alianza de Cristo, para pertenecer a un solo cuerpo con Cristo etc
etc.
De aquí proviene la palabra católica. Se unió todo el pueblo de Israel con las demás
naciones, por eso Jesús dijo: “Vayan por todos los pueblos y bautícenlos en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. El bautismo es para todos sin excepción. Efesios 2,12
en delante narra que se crea un nuevo pueblo de Dios, ya no solo es Israel. Con Cristo se
derriba esa pared y se forma un solo cuerpo de naciones. Todo bautizado pertenece al
nuevo pueblo de Dios.

CONCLUSIÓN:

Si en verdad somos cristianos católicos y bautizados, no olvidemos que estamos


comprometidos con Jesús, debemos de buscar como renovar nuestra vida en Cristo (Jn
15,1-7) e impulsar nuestro apostolado para traer a mucha gente a los pies de Jesucristo
(Mt 28,18-20) y no dejar esta labor a las sectas o “iglesias” protestantes que no poseen la
plenitud de los medios de salvación.

Enlace de video:
https://youtu.be/gSkavmEaD10

FIN

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