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"La escuela del siglo XXI necesariamente tiene que apropiarse e integrarse en el contexto de la cultura y la sociedad
digital. No sólo hemos de entenderla como un espacio educativo lleno de aparatos conectados al ciberespacio, sino
fundamentalmente como un territorio de experiencias de aprendizaje valioso y variado que ocurre en interacción con
otros humanos, bien de forma presencial, bien de media a través de artefactos ". Manuel Area Moreira.
El paradigma de la sociedad digital, tanto en su persistencia concreta como simbólica, nos posiciona frente al
desafío de promover la innovación pedagógica desde una perspectiva superadora cuyo énfasis no se reduce a lo
artefactual.
El desafío de incorporar la innovación tecnológica implica un cambio en los marcos de sentido. Muchas veces
la legitimación de prácticas tradicionales, la cultura profesional docente, la cultura institucional y las ideas que
circulan en el propio contexto conducen a la idea reduccionista que la posesión de dispositivos y equipamientos
es suficiente para asegurar dicha innovación alejando la posibilidad de valerse de la tecnología como mediadora
en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La presencia de las TIC en la educación puede representar como la existencia de un territorio en el que
se producen interacciones múltiples y diversas entre estudiantes, estudiantes y docentes y docentes
entre sí. No es un canal, ni una vía, sino un escenario potenciador de aprendizajes donde la circulación
de la información y la gestión de conocimiento adquieren nuevos formatos.
"Las nuevas TIC adecuadamente deseadas, en contextos propicios para ser aprovechadas, pueden abrir
oportunidades para construir formas de enseñar y aprender. Quizá una manera interesante de verlo es entender las
tecnologías digitales, e Internet en particular, como una plataforma para construir nuevas preguntas y no solo como
una suerte de Oráculo de Delfos capaz de responder a todas nuestras dudas. Entender las tecnologías como una
pregunta abierta, es tomar del método científico la interrogante constante como un procedimiento que facilita tanto la
búsqueda como la exploración de nuevos conocimientos".
Cristobal Cobo.
Muchas/os de las/os estudiantes que están finalizando su trayectoria escolar corresponden a la generación de
las/os posmilenials o Generación Z, son los nacidos entre finales de los 90 y los 2000. Se los llama Generación
Z porque suceden a la generación Y y toman la última letra del abecedario. Los "Z" no recuerdan el mundo sin
conexión a Internet y redes. Están siempre conectados y no pierden de vista sus dispositivos a través de los
cuales producen, interactúan y comunican.
Sin minimizar matices, se pueden encontrar algunos rasgos comunes entre los "Z":
¿Cuáles son las características de la generación T?
La generación T o táctil, también llamada generación tecnológica o generación alfa,
es la cohorte demográfica que sigue a la generación Z o posmilenial. Son las / os nacidas / os alrededor del
año 2010. Si bien los / as Z tuvieron que adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos, los / as T ya
nacieron en un entorno dominado enteramente por la tecnología. En este momento, es la generación que se
encuentra en pleno desarrollo educativo. Se trata de los niños y niñas que crecen entre pantallas táctiles y
desconocen lo analógico. Las / os niñas y niños nacidos hace 10 años llegaron a un mundo más que globalizado
e hiperconectado, acceden a las nuevas tecnologías no sólo a través del sentido de la audición y de la vista, sino
predominantemente a través del tacto.
La alfabetización digital, sostiene el mismo autor, se considera como una práctica social y colectiva, y no tanto
como un proceso individual de aprendizaje. Se insiste en la necesidad de aprender a colaborar e intercambiar el
conocimiento con los demás. Estas nuevas habilidades no emergen tanto de las nuevas tecnologías como de las
nuevas oportunidades sociales, culturales y educativas, nacidas en torno a los nuevos entornos de interacción.
Hoy concebimos el aprendizaje como un proceso contínuo que se da a lo largo de toda la vida; se produce en
cualquier momento y en cualquier lugar, tanto en ámbitos formales como informales.
El concepto de aprendizaje a lo largo de la vida se basa en la premisa de que el ser humano tiene capacidad
para aprender siempre, en diferentes espacios y en diferentes momentos de su vida. En este sentido, el
aprendizaje a lo largo de la vida es un proceso que trasciende la edad de las personas (se aprende en todos los
momentos de la vida), el lugar (ubicuidad), el tiempo (atemporalidad), la modalidad (se aprende tanto en el
ámbito formal, no formal como informal), pero principalmente, alude a que el aprender tiene un papel central en
el desarrollo de las personas y su integración social.
Como plantea Carlos Scolari las/os jóvenes manejan y manifiestan muchas habilidades, no todas vinculadas a la
tecnología, de las cuales la mayoría no han sido aprendidas en la escuela. Se destacan así circuitos que van más
allá del aprendizaje logrado en ámbitos escolares o formales. El reconocerlos plantea el desafío/posibilidad de
incorporar nuevas lógicas que contribuyan a integrar los aprendizajes que experimenta quien aprende en todos
los ámbitos en los que transcurre su vida cotidiana.
Como mencionamos anteriormente uno de los impactos más importantes de la tecnología en el aprendizaje es
que puede producirse en cualquier lugar (ubicuidad) y de manera autónoma.
Según Jennifer Groff (2019), "Los alumnos no [solo] aprenden de los profesores ni (...)
de la tecnología, sino que aprenden de pensar sobre lo que están haciendo, de lo que
hicieron, de los procesos. El pensamiento es el que favorece el aprendizaje".
Sobre este tema, las/os invitamos a ver el video de Vera Rexach ¿Cómo se puede pensar en espacios de
aprendizaje disruptivos a partir de las TIC?.
El aprendizaje ubicuo es el que se produce cuando media un dispositivo conectado a una red de internet. Es
ubicuo en tanto no requiere la presencia en un espacio y tiempo establecido, sino que puede concretarse más
allá de las barreras espacio temporales.
Retomando las palabras de Vera Rexach, la ubicuidad permite la expansión del aula, en tal sentido, según
Burbules (2014), la ubicuidad es oportunidad y contribución potencial para favorecer el aprendizaje y requiere
ser analizado en toda su complejidad.
El autor reconoce 6 dimensiones para analizar la ubicuidad:
Acceso ilimitado y constante a la info: "[es] probable que los propios conceptos de aprendizaje y
de memoria estén cambiando ya que cada vez la gente necesita en menor medida tener en la
cabeza toda la información que precisa para desenvolverse con éxito en lo cotidiano ya que, si
se necesita algo, siempre existe la forma de buscarlo "(Burbules: 2014: 4)
Portabilidad de los dispositivos: Disponemos de ellos en todas las situaciones y esto cambia las
prácticas sociales y de aprendizaje.
El sentido de la interconección: Al contar con conexiones múltiples las personas experimentan poseer
una "inteligencia extendida". En tal sentido, aparecen competencias a tener en cuenta que no siempre
están debidamente definidas por la escuela. Se pregunta Burbules (2014: 5) "¿Cuál es el tipo de
conocimiento que será necesario en el futuro y qué consecuencias tendrá esto para el futuro del
currículum?"
Los límites y divisiones que se plantean entre aprendizaje / entretenimiento, trabajo / juego, etc. se desdibujan
con la ubicuidad que brindan los dispositivos. Esto si bien no tiene que ver con el aprendizaje, puede
transformarse en una ampliación de las potencialidades de favorecerlo.
El tiempo desplazado, que no se trata de incursionar en esquemas 7x24 sino de advertir la oportunidad de crear
las propias rutinas (...) y el aprendizaje continuo, sin cortes. [Una] relación diferente con las oportunidades de
aprendizaje: fácil disponibilidad y conveniencia, pero también un ritmo y un flujo más continuo, (...) sin
necesidad de ajustarse a un horario determinado. (Burbules, 2014: 5-6)
Los límites y divisiones entre las actividades humanas: Los límites y divisiones que se plantean entre
aprendizaje / entretenimiento, trabajo / juego, etc. se desdibujan con la ubicuidad que brindan los
dispositivos. Esto si bien no tiene que ver con el aprendizaje, puede transformarse en una ampliación de
las potencialidades de favorecerlo.
El sentido temporal de la ubicuidad: El tiempo desplazado, que no se trata de incursionar en esquemas
7x24 sino de advertir la oportunidad de crear las propias rutinas (...) y el aprendizaje continuo, sin
cortes. [Una] relación diferente con las oportunidades de aprendizaje: fácil disponibilidad y
conveniencia, pero también un ritmo y un flujo más continuo, (...) sin necesidad de ajustarse a un horario
determinado. (Burbules, 2014: 5-6)
Las interconexiones en redes y el flujo de ideas globalizado: El aprendizaje para un futuro globalizado,
por lo tanto, implica más que el simple hecho de tener amigos por correo electrónico (...) Implica
reconocer las interconexiones básicas entre personas, lugares y procesos dispares y las maneras en las
que estas influyen en y revisar algunas elecciones que, a primera vista, son individuales y personales.
"(Burbules: 2014: 6)
Frente a un sujeto que aprende de esta manera se plantean retos y oportunidades para el/la docente al poder
resignificar y potenciar dichos aprendizajes. Nos urge entonces considerar cuáles son los lugares donde sucede
este aprendizaje informal, ya que es ahí donde las/os, niñas/os, adolescentes y jóvenes están aprendiendo a
producir y a distribuir contenidos, gestionar sus relaciones sociales y hacer cosas en grupos altamente
organizados.
En las últimas décadas hemos asistido a cambios relevantes en los modos de vincularnos con la información y la
forma de construir conocimiento. Al mismo tiempo, es interesante apreciar que los rasgos de la cultura
participativa se reflejan en nuevas lógicas puestas en juego en los modos de interactuar con otras/os. Antes de la
generalización del uso de las TIC, la información y el conocimiento eran detentados por determinados
colectivos (especialistas, docentes, investigadores). Esto se traduce en los modelos de enseñanza que
predominaron en el siglo XX, con centralidad en la figura del/la docente como transmisor de conocimiento y
las/os alumnas/os asumiendo una posición receptiva en la que, la memoria, la reiteración y la reproducción son
los canales más característicos.
A partir de la integración de las TIC en la vida cotidiana se producen cambios de lógica en los procesos de
enseñar y aprender. Se produce un desplazamiento de la centralidad del/la docente hacia el/la alumno/a y se
otorga mayor importancia a las interacciones de cooperación y colaboración que pueden generarse en el aula.
Es el/la alumno/a quien -en el marco de la estrategia didáctica y la orientación ofrecida por el/la docente- amplía
su conocimiento accediendo a la información y a recursos a través de la propia experiencia. De este modo, el
aprendizaje es más significativo por estar asociado a sus prácticas. La idea que subyace a la enseñanza activa es
lograr la inmersión del/la alumno/a en la construcción de su propio aprendizaje ofreciéndole retos que lo/la
animen a resolver problemas, logrando aprendizajes que luego pueda integrar en su vida cotidiana.
Evidentemente el logro de este posicionamiento del sujeto que aprende, orientado a la apropiación de su
aprendizaje requiere del desarrollo o fortalecimiento de competencias específicas de los saberes que está
aprendiendo, pero
-especialmente- vinculadas con aprender a aprender.
Como plantea Pietro (2014): "Si queremos que nuestros alumnos desarrollen su autonomía para aprender, debemos
proporcionarles oportunidades de experimentar lo que es aprender por sí mismos (...). Debemos enfrentar a nuestros
alumnos con situaciones concretas cuya resolución les motive a esforzarse".
Evidentemente el logro de este posicionamiento del sujeto que aprende, orientado a la apropiación de su
aprendizaje requiere del desarrollo o fortalecimiento de capacidades, que deben ser incluidas en las prácticas de
enseñanza dado que no se desarrollan intuitivamente o naturalmente.
En el marco de la sociedad del conocimiento, las/os niñas/os y jóvenes desarrollan múltiples interacciones en
escenarios mediados por TIC y esa cotidianeidad les otorga habilidades para el manejo de herramientas
multimediales. Conocer las características del estudiantado, identificar sus hábitos, sus modos de comunicación,
los lugares en los que realizan sus búsquedas, plantean sus preguntas, encuentran sus respuestas y las comparten
con otras/os, son insumos válidos para tomar como puntos de partida, porque brindan pistas para diseñar las
estrategias de enseñanza enfocadas en enseñar a aprender.
Las posibilidades y aportes didácticos de las TIC no están determinadas por las características intrínsecas de los
medios, sino que dependen del uso que se hace de ellas y de las concepciones de enseñanza y aprendizaje a
partir de las cuales se proponga su utilización. Las TIC pueden convertirse, así, en herramientas que refuercen
prácticas educativas tradicionales o en herramientas que propicien el cambio y la transformación del currículo.
Como se podrá observar no se trata de capacidades fragmentadas, unas implican, contienen y a la vez son
contenidas por las otras. Otras deben desarrollarse de manera transversal. El gran desafío del docente es
propiciar que estas se desarrollen en el marco de una cultura estudiantil colaborativa. Para ello es necesario
identificar el impacto que la tecnología plantea en la relación entre el sujeto y el conocimiento. Es así que "Los
estándares educativos deben por tanto incluir el tipo de conocimientos y habilidades que pueden ayudar a los
estudiantes al desarrollo de las nuevas competencias requeridas en la sociedad actual, que se ven potenciadas
por la tecnología, especialmente aquellos relacionados con la gestión del conocimiento ". (INTEF, 2017)
Bibliografía consultada
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Videos
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Panorama. Portal de Política Educativa en Iberoamérica. OEI. Obtenido en junio 2020
de: https://www.youtube.com/watch?v=twA1YRm4s9M&feature=youtu.be
La herramienta seleccionada para este módulo es Mentimeter (la aplicación tiene dos denominaciones:
Mentimeter y Menti, según se trate del tablero de administrador/a o de usuaria/o respectivamente).
¿Qué es? Es una aplicación gratuita de acceso libre que permite la participación del alumnado/estudiantado
respondiendo encuestas en tiempo real.
Ventajas de Mentimeter:
Requiere registro del administrador, pero no de las/os participantes.
Ofrece una gran variedad de plantillas.
Presenta la posibilidad de obtener un enlace que no expira o el acceso a través de un código QR.
Ofrece un código para embeber, que permite insertar el tablero de resultados en el aula virtual para
compartir con la audiencia los resultados.
Permite introducir otros lenguajes en el aula.
Se puede realizar de manera sincrónica y asincrónica.
Luego presenta funciones de ayuda e inspiración.
Usar una herramienta para obtener información en línea y mostrarla gráficamente en distintos
formatos.
Explorar posibles usos para la práctica de aula.