INNOVACIÓN EDUCATIVA
Begoña Gros El aprendizaje colaborativo a través
Salvat de la Red
En este número monográfico, miramos el uso de la tecnología
desde la capacidad y potencialidad de generar procesos comu-
nicativos dentro y fuera del aula, en espacios y tiempos sin-
crónicos y asincrónicos. Hemos tratado de reflexionar y recoger
experiencias que permitan mostrar cómo el uso de las redes de
comunicación puede ser integrado en la escuela para traba-
jar contenidos y competencias muy diversas, pero todas ellas
muy importantes para la formación de las personas.
Durante muchos años nos hemos estado pre-
guntando acerca de las ventajas e inconve-
nientes del uso de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) para el
aprendizaje. La bibliografía es abundante; las
discusiones, variadas y, generalmente, muy re-
lacionadas con el desarrollo de los materiales
tecnológicos. Las conclusiones, a menudo, son
parciales y poco claras. Es posible que el prin-
cipal problema sea que la pregunta que más se
plantea es, en realidad, una cuestión mal for-
mulada. Pensamos que no se trata de interro-
garse sobre si se aprende mejor o peor, se trata
de entender que cada soporte conduce a
aprendizajes diferentes que, a menudo, se
complementan. Hay que dejar de pensar en la
integración de las tecnologías en la escuela sin
que aquella suponga una modificación y reno-
vación de los contenidos y prácticas escolares.
En realidad, el reto es integrar la escuela en la
sociedad digital. Hacer una escuela que se co-
rresponda con el siglo XXI en sus contenidos y
planteamientos metodológicos.
Aprender en la sociedad digital
Las quejas generalizadas y frecuentes so-
bre la degradación del saber general de los es-
tudiantes quizá obedezcan a un cambio en la
propia naturaleza del aprendizaje, debido, fun-
damentalmente, a la gran influencia de los
medios y de la tecnología. Actualmente, esta-
mos ante un reto similar al que se enfrentó la
sociedad industrial: cómo adquirir los conoci-
mientos necesarios para convivir en el nuevo
sistema social, político y económico. El pro-
blema actual es que el mundo de las redes
44 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 162
I El aprendizaje
colaborativo
a través de la Red
propone un entorno cambiante al cual debe-
mos adaptarnos a una velocidad sin preceden-
tes. Ante este cambio, los profesionales de la
educación debemos responder con una mayor
velocidad diseñando nuevos espacios y am-
bientes de formación. Sin embargo, esta rápida
respuesta no siempre se da con la velocidad
deseable.
Es obvio que existe un problema genera-
cional importante y de características algo dis-
tintas a las que estamos acostumbrados en las
últimas décadas. Las diferencias entre genera-
ciones siempre se han dado, ya que lógica-
mente las sociedades y las culturas se van
modificando. Sin embargo, éstas han estado
básicamente asociadas a los enfoques ideoló-
gicos, a la forma de entender el mundo. Ac-
tualmente, nos encontramos con diferencias
que no podemos considerar de naturaleza ex-
clusivamente ideológica, sino, sobre todo, de
capacidades y competencias. El uso de las tec-
nologías en la vida profesional y cotidiana está
suponiendo una alteración en los parámetros
temporales, espaciales y en los propios conte-
nidos. Por este motivo, los adultos nos estamos
viendo sometidos a modificaciones muy im-
portantes en nuestras formas de acceso a la in-
formación, al conocimiento, a las relaciones, a
la distribución del tiempo, del espacio, etc.
El conocimiento, su naturaleza y la difu-
sión también se han transformado. De un co-
nocimiento centrado en personas (expertos) y
lugares específicos se ha pasado a un conoci-
miento distribuido. Las fuentes de información
son mucho más variadas; y su acceso, mucho
más rápido y descentralizado. En el pasado, los
conocimientos prácticos se adquirían directa-
mente. Las generaciones mayores enseñaban el
uso de los instrumentos a los jóvenes. Sin em-
bargo, en la actualidad son los más jóvenes los
que acceden de forma fácil y sencilla al ma-
nejo de los medios, que es la fuente principal
de contenidos.
El problema de los niveles educativos no
se puede «combatir» con más de lo mismo, ya
que hay una transformación de las formas de
acceso a la información que debería tener una
influencia directa en la manera en que el pro-
 INNOVACIÓN EDUCATIVA
I TIC / GENERAL
El aprendizaje colaborativo a través de la Red

En el pasado las generaciones fesorado debe diseñar el tra- creación de experiencias en red con apoyo de
mayores enseñaban el uso de los bajo escolar. Así pues, nos en- las tecnologías de la información y la comuni-
instrumentos a los jóvenes. Sin contramos con una situación cación.
embargo, en la actualidad son complicada: contenidos curri-
los más jóvenes los que acceden culares caducos y métodos de
de forma fácil y sencilla al aprendizaje inapropiados para El aprendizaje colaborativo
manejo de los medios, que es la la formación de los niños y jó- mediado
fuente principal de contenidos venes. Como señala Morin, «la
educación debe mostrar que La comunicación mediada a través del or-
no existe conocimiento que no esté, en alguna denador puede aglutinar actividades muy di-
medida, amenazado por el error y la ilusión. El versas: proyectos de aprendizaje entre varios
conocimiento no es un espejo de las cosas o del centros escolares de una misma zona y/o diver-
mundo exterior» (2001, p. 26). El conocimiento sos países, propuestas que pretenden que los
es un proceso de construcción que debe, en estudiantes investiguen y busquen respuestas
este momento, incorporar tres aspectos funda- a partir de intereses propios, de contenidos cu-
mentales: el contexto en el que surge, la multi- rriculares específicos, creación de casos y de-
dimensionalidad y la complejidad. bates, etc.
Los retos de la educación se presentan casi En términos generales, el aprendizaje co-
universalmente, aunque con matizaciones eco- laborativo mediado por ordenador expresa dos
nómicas, geográficas y culturales. Son muy di- ideas importantes. En primer lugar, la idea de
versos, pero nos centraremos especialmente en aprender de forma colaborativa, con otros, en
tres aspectos (Pérez Tornero, 2000, pp. 52-55): grupo. En este sentido, no se contempla al
1. La necesidad de convertir las aulas en aprendiz como persona aislada, sino en interac-
espacios de exploración, de descubrimiento y ción con los demás. Se parte de la importancia
de invención. No se trata de asumir las escue- de compartir objetivos y distribuir responsabili-
las como puros centros de transmisión vertical dades como forma deseable de aprendizaje. En
del saber, sino de convertirlas en productoras
activas de conocimiento y en escenarios de
descubrimiento.
2. La creación de nuevas comunidades
educativas a partir de las escuelas actuales. El
ciberespacio está procurando la aparición de
nuevas comunidades virtuales. La escuela debe
contribuir a la consolidación de nuevas comu-
nidades educativas y eso obligará a replantear
los pilares en que tradicionalmente se han fun-
dado los currículos.
3. La implicación de las escuelas en el
mundo práctico. En sentido amplio, un centro
debe ser directamente útil a la comunidad a la
que sirve, a los estudiantes, padres, etc. Esto
obliga a plantearse la participación de las es-
cuelas en la vida de su entorno y procurar te-
ner una relación más directa con el mundo
NICOLAU BALCELLS

económico.

Sostenemos que los tres retos señalados se

pueden trabajar desde la escuela a través de la

45 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 162

INNOVACIÓN EDUCATIVA
I TIC / GENERAL
El aprendizaje colaborativo a través de la Red
Todos los enfoques constructivistas y segundo lugar, se enfatiza
socioculturales han puesto especial el papel del ordenador
énfasis en la importancia de acercar como elemento media-
el modelo de aprendizaje del mundo dor que apoya este pro-
real a las instituciones educativas. ceso. Se trata, pues, de
Se habla de aprendizaje genuino, aprender a colaborar y
aprendizaje auténtico colaborar para aprender.
El aprendizaje cola-
borativo supone un reto que tiene que ver con
cambios que afectan de forma sistémica a di-
versos tipos de infraestructuras (Lakkala y
otros, 2001):
. Técnicas. Profesores, estudiantes y otros par-
ticipantes precisan tener acceso a la tecnolo-
gía en su trabajo diario y también deben tener
competencias suficientes para su manejo.
. Pedagógicas. Deberían generarse modelos
prácticos para aplicar el enfoque colabora-
tivo.
. Sociales. Las nuevas tecnologías deberían
estar integradas en el proceso educativo, ser
invisibles. Es necesario que el proceso de
construcción colaborativa del conocimiento
esté basado en los contenidos y los currículos
escolares para que se inserte en la práctica
cotidiana.
. Epistemológicas. Es preciso que los profeso-
res, estudiantes y otros participantes cambien
las formas de entender el conocimiento, para
ser capaces de enfocar el proceso de aprendi-
zaje hacia un cuestionamiento constante y no
sólo estructurado a partir de las respuestas a
preguntas formuladas previamente.
El ordenador, el software utilizado, tiene que
favorecer los procesos de interacción y de solu-
ción conjunta de los problemas. Una conclusión
relevante en la mayoría de las experiencias e
investigaciones realizadas sobre el tema apunta
hacia la dificultad de llegar a estos procesos
conjuntos de intercambio y construcción del
conocimiento. La articulación de los diferentes
elementos que contribuyen a la colaboración
no es fácil y no basta con poner a un grupo a
interactuar para que se produzca un aprendi-
zaje. Sintetizaremos, a continuación, los aspec-
tos que nos parecen más relevantes para el
diseño y ejecución de proyectos colaborativos.
46 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 162
Los métodos para el trabajo
colaborativo
Uno de los principales retos del aprendi-
zaje colaborativo mediado es desarrollar la
práctica educativa a través de tareas auténti-
cas que favorezcan el acercamiento de los
alumnos a situaciones complejas y facilitar el
desarrollo de competencias para enfrentarse a
problemas multidimensionales. En la práctica,
el aprendizaje colaborativo mediado supone el
diseño de metodologías de trabajo que inten-
tan ofrecer una alternativa al aprendizaje
fragmentario y diversificado con el que acos-
tumbramos a enfrentarnos. De hecho, todos
los enfoques constructivistas y socioculturales
han puesto especial énfasis en la importancia
de acercar el modelo de aprendizaje del mundo
real a las instituciones educativas. Se habla de
aprendizaje genuino, aprendizaje auténtico.
Las formas de abordar esta práctica son diver-
sas y no existe una única vía o método de tra-
bajo. De hecho, vamos a establecer una
diferenciación entre los planteamientos didác-
ticos que parten de la creación de proyectos
telemáticos centrados en la participación e in-
tercambio y los métodos de construcción cola-
borativa del conocimiento.
Tal y como aparece en el cuadro 1, la ma-
yoría de los proyectos telemáticos (Harris,
1995) enfatizan los aspectos centrados en:
. Intercambios personales. Muchos proyec-
tos se basan en el uso de Internet para que
los estudiantes puedan comunicarse con
otros estudiantes con el objetivo de inter-
cambiar experiencias, opiniones, realizar
consultas a expertos, etc.
. Colecciones de información. Se trata de pro-
yectos en los que la búsqueda y organización
de información disponible a través de la Red
es el elemento fundamental de trabajo. Se
trata de intercambios basados en consultas a
publicaciones electrónicas, portales electró-
nicos, bases de datos, etc.
. Proyectos de resolución de problemas. En este
caso, se trata de proyectos cooperativos que
pretenden que estudiantes de distintos luga-
res trabajen juntos enfrentándose a proble-
mas o cuestiones reales.
 INNOVACIÓN EDUCATIVA
I TIC / GENERAL
El aprendizaje colaborativo a través de la Red

Cuadro 1. Metodologías de trabajo

Perspectiva de la participación Perspectiva de la construcción colaborativa

del conocimiento

Intercambios personales Cuestionamiento progresivo

Colecciones de información Indagación
Proyectos de resolución de problemas Investigación práctica

La perspectiva basada en la construcción co- El papel del profesorado

laborativa del conocimiento enfatiza mucho
más el enfoque de indagación, centrado en Hay que entender que los estudiantes en
el proceso investigador a partir de un pro- ambientes de aprendizaje colaborativo son
blema, cuestiones o hipótesis de trabajo. Se aprendices que están tentados a decidir
trata de una perspectiva que hace del estu- cuándo y cómo tener una discusión. Ellos pue-
diante un investigador con competencia den llegar a pensar muchas veces que no en-
para formular preguntas, buscar y argumen- tienden cómo una discusión puede contribuir
tar explicaciones. al aprendizaje. Pueden necesitar soporte para
En todos los casos, el desafío principal saber cuándo intervenir y cuándo no hacerlo.
consiste en enfrentarse a tareas auténticas. Se Por estas razones, se hace necesario que el pro-
trata de problemas disciplinares cuya resolu- fesor actúe como facilitador. Sin un apoyo lo
ción compromete procesos analíticos para la suficientemente adecuado para solucionar ta-
toma de decisiones. «El valor que plantean les inconvenientes, el objetivo de generar un
buenos problemas reside en su potencialidad trabajo colaborativo a través de una discusión
para tender puentes –en el sentido de articu- simplemente no puede darse.
lación intra e interdisciplinar– y permitir es- En síntesis, es necesario:
tablecer relaciones estrechas entre los .Ayudar a dirigir la conversación hacia los
contenidos académicos y los de la vida coti- temas clave, que asegure que todos los miem-
diana» (Litwin, 2004, p. 106). En definitiva, un bros participen en la discusión.
buen problema debe ser auténtico (acercar a .Proveer la retroalimentación sobre los aspec-
la realidad y/o surgir de ella), enfrentar a si- tos discutidos.
tuaciones diversas y, a menudo, contradicto- .Mantener los objetivos y las estructuras claras
rias, precisar la participación de distintas para todos los participantes.
personas y permitir dar significado a los con- .Responder a los problemas que puedan apa-
tenidos curriculares. recer.
El soporte tecnológico permite la siste-
matización de la información necesaria para Los estudiantes deben ser estimulados a pre-
pensar en cómo se relacionan las diversas va- guntar, responder y lanzar hipótesis libremen-
riables del caso. El segundo beneficio de la tec- te. Pueden presentar sus opiniones o sus
nología tiene que ver con las capacidades que suposiciones tanto a sus propios problemas
se generan en el intercambio como a los problemas formula-
con una tecnología determi- Es muy importante que el dos por sus compañeros. Una
nada, cuando se ponen en profesorado se involucre parte importante del trabajo es
juego actividades cognitivas en el proceso de construc- que los estudiantes también
que involucran un compromiso ción del conocimiento, así aporten algunas «explicaciones
mental con la herramienta en el también estará estudiando científicas» a la construcción del
marco de la cultura que le da y profundizando en su conocimiento: aspectos que han
sentido. conocimiento del área encontrado en otras fuentes, as-

47 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 162

INNOVACIÓN EDUCATIVA
I TIC / GENERAL
El aprendizaje colaborativo a través de la Red
pectos que han aprendido de su propia expe-
riencia o información validada a través de
otros medios.
Guiar el proceso de construcción del co-
nocimiento no es tarea sencilla, pero no sucede
sin la colaboración activa del profesorado. Es
muy importante que el profesorado se involucre
en el proceso de construcción del conocimiento,
así también estará estudiando y profundizando
en su conocimiento del área. De esta manera,
será más fácil ayudar a los estudiantes a hacer
las preguntas difíciles que, de otra forma, ellos
no harían.
El apoyo de la comunidad
La práctica diaria del profesorado se ha
desarrollado en un proceso de gran aislamiento.
Sin embargo, el trabajo cotidiano no debe ser
ajeno a la oportunidad de colaborar con otros e
intercambiar experiencias profesionales rele-
vantes para el propio desarrollo profesional. Se
trata de la creación de comunidades con dis-
tintos niveles de experiencia y conocimiento en
diferentes dominios del saber. La constitución
de redes de práctica es un buen elemento. Por
un lado, las redes comprometen a los educado-
res a trabajar en la conducción de su propio
aprendizaje, permitiéndoles eludir las limitacio-
nes de roles institucionales, jerarquías y las ubi-
caciones geográficas, a la vez que los ayudan a
colaborar con una amplia variedad de personas.
Por otro lado, los participantes tienen la opor-
tunidad de crecer en una comunidad profesio-
nal que se concentra en su desarrollo, para lo
cual les propone formas de aprender más acor-
des con su vida profesional. Las redes de for-
mación pueden, además de tener un espacio
físico, crearse a partir de la utilización de la co-
municación mediada por ordenador.
Además de los aspectos relativos al apren-
dizaje y la mejora profesional, el trabajo en red
El trabajo en red también facilita aspectos relativos al apoyo
emocional, ya que no sólo se crea un compromiso para la mejora
o la innovación, sino que también hay un soporte psicológico al
compartir las inquietudes y los problemas cotidianos
48 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 162
también facilita aspectos relativos al apoyo
emocional, ya que no sólo se crea un compro-
miso para la mejora o la innovación, sino que
también hay un soporte psicológico al compar-
tir las inquietudes y los problemas cotidianos.
El modelo en el que los individuos se reúnen para
formar una red afecta al desarrollo de sus rela-
ciones mutuas y a las ideas que constituirán la
base de su trabajo. Las relaciones cooperativas
crean confianza. Las ideas fomentan el interés
y la participación de los miembros de la red, y a
su vez son transformadas por los participantes
y realimentan la red. Las personas se compro-
meten unas con otras y también con las ideas y
con otras más generales.
La colaboración también implica el des-
afío de pensar en las oportunidades que maes-
tros y profesores necesitan para desarrollar
experiencias de trabajo en conjunto. De
acuerdo con Lave, una comunidad de práctica
está constituida por una serie de vínculos en-
tre personas, actividades y el mundo, a lo largo
del tiempo y en relación con otras comunida-
des de práctica. Es precisamente esta idea de
participación como proceso de construcción y
transformación de identidades la que nos sitúa
en la noción de comunidad como marco para
abordar los problemas de la construcción del
conocimiento y permite recuperar la dimen-
sión sociocultural de dicho proceso.
Las redes para la construcción del conoci-
miento del profesorado y de los equipos direc-
tivos pretenden examinar cómo las nuevas
tecnologías de la información y la comunica-
ción afectan a los procesos cognitivos en las
instituciones educativas, en el desarrollo de
las habilidades del alumnado y en los procesos
institucionales (organizativos y de gestión),
enfocándose también al análisis de las limita-
ciones y desafíos técnicos, pedagógicos, epis-
temológicos y culturales de éstas.
Confianza y compromiso
para colaborar
Colaborar, compartir conocimiento no es
algo espontáneo que ocurra por el simple he-

cho de trabajar o aprender dentro de un
grupo. No hemos realizado ninguna investi-
gación al respecto, pero seguramente buena
parte de los problemas para compartir cono-
cimiento se deben también a cuestiones cul-
turales. El compromiso con el propio
aprendizaje es un elemento fundamental
para avanzar en las metodologías centradas
en el estudiante. Si el aprendiz no se compro-
mete con su propio proceso, es imposible
avanzar. Los estudiantes han atribuido y res-
ponsabilizado a los profesores del resultado
de sus aprendizajes. Si el protagonismo es-
triba en uno mismo como aprendiz, la res-
ponsabilidad se desplaza.
El compromiso individual es un elemento
que favorece que el grupo se desarrolle como
tal; sin él, simplemente sería un conjunto de
individuos trabajando juntos.
Para compartir conocimiento hay que
confiar, hay que arriesgarse. El conocimiento
es una fuente crucial de poder en las organiza-
ciones y la gente tiene miedo a compartirlo y
perder competitividad. La cognición social
presupone confianza en la comunidad de
aprendizaje, del puesto de trabajo y de la orga-
nización. La característica básica de la confianza
es la colaboración anticipada. La confianza im-
plica que la persona se compromete en la cola-
boración y el conocimiento compartido antes
de empezar a actuar.
La discusión sobre la confianza indica
que, aunque la comunidad social proporcione
la fuente humana de desarrollo, no siempre
trabaja bien. En muchos casos, la tensión y la
competencia entre los miembros crean proble-
mas y este aspecto no puede obviarse. El pro-
fesorado debe modificar formas de evaluación
acordes con el trabajo en colaboración y los
participantes deben ser capaces de gestionar
conflictos que van a aparecer durante el pro-
ceso de trabajo.
Es importante que los estudiantes des-
arrollen habilidades sociales como las si-
guientes:
. Conocimiento y confianza entre los miembros
del grupo.
. Comunicación precisa evitando ambigüedad.
49 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 162
INNOVACIÓN EDUCATIVA
I TIC / GENERAL
El aprendizaje colaborativo a través de la Red
. Escucha.
. Respeto.
. Aceptación y apoyo de unos a otros.
. Solución de conflictos de forma constructiva.
Las habilidades interpersonales son básicas en-
tre los individuos en cualquier ámbito de la
vida. Si se han desarrollado, es más factible al-
canzar las metas y lograr la estabilidad en el
trato con los demás y en el desempeño perso-
nal, favoreciendo el rendimiento como persona
y como grupo.
Diversidad de enfoques y proyectos
El trabajo colaborativo a través de la Red
puede realizarse de formas muy variadas. En
este monográfico se han seleccionado una se-
rie de artículos que trabajan a partir de dife-
rentes propuestas y experiencias. En primer
lugar, Iolanda García sitúa el uso de las TIC
para el desarrollo del aprendizaje colabora-
tivo e introduce los diferentes elementos a
tener en cuenta para el desarrollo de este tipo
de entornos y la selección del tipo de soft-
ware más apropiado. Elena Noguera se centra
en el desarrollo de los proyectos telemáticos en
los centros educativos, ofreciendo una des-
cripción de la variedad de proyectos que
pueden ser diseñados. Posteriormente, se
ofrece la descripción de dos experiencias que
surgen a partir de un mismo proyecto, pero
situadas en dos niveles educativos (primaria y
secundaria). Concretamente el IES Jaume Hu-
get y el Centro Educativo Projecte han parti-
cipado en el proyecto COMConèixer1, que
cuenta con el apoyo y la coordinación de la
Oficina de Cooperación Educativa y Científica
Internacional del Departamento de Educación
de la Generalitat de Cataluña. En este pro-
yecto se ha experimentado un modelo basado
en la construcción colaborativa del conoci-
miento a través del uso de la plataforma Kno-
wledge Forum. En ambos artículos se describe
cómo ésta ha sido integrada y los cambios
que ha supuesto en el trabajo con los estu-
diantes. Por último, Elena Noguera y su
INNOVACIÓN EDUCATIVA
I TIC / GENERAL
El aprendizaje colaborativo a través de la Red

equipo nos ofrecen una descripción del pro- LAKKALA, M. y otros (eds.) (2001): Perspectives of
CSCL in Europe: A Review. A report for the Euro-
yecto telemático Atlas de la Diversidad, des-
pean Commission, ITCOLE Project, IST-2000-26249.
arrollado con gran éxito de participación y
LITWIN, E. (comp.) (2004): Tecnologías educativas
resultados. en tiempos de Internet. Buenos Aires. Amorrortu.
MORIN, E. (2001): Los siete saberes necesarios
HEMOS HABLADO DE: para la educación del futuro. Barcelona. Paidós.
. TIC. PÉREZ TORNERO, J.M. (2000): Comunicación y edu-
. Desarrollo curricular. cación en la sociedad de la información. Barcelona.
Paidós.
Nota
1. <http://www.xtec.net/ofinternacional/COMco-
neixer/cat/index.htm>.

Referencias bibliográficas
HARRIS, J. (1995): «Organizing and facilitating te- Begoña Gros Salvat
lecollaborative projects», en: «Mining the Internet Departamento de Teoría e Historia
column». The Computing Teacher Journal, (22) 5,
pp. 66-69 [en línea.]. Disponible en: <http://lrs.
de la Educación. Universitat de Barcelona
ed.uiuc.edu/mining/February95-TCT.html>. begros@gmail.com

50 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 162