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Nigromante - Jonathan Green
Nigromante - Jonathan Green
a convertirse en médico. En su
búsqueda para acabar con el dolor
y el sufrimiento del mundo y
proteger a sus seres queridos, abre
accidentalmente la puerta de un
terror que pocos hombres cuerdos
han visto jamás: la puerta que da
acceso a los secretos de la muerte.
Porque la nigromancia promete
desesperación para quienes
fracasan y horrores inimaginables
para quienes tienen éxito.
Nigromante narra la suerte que
corre este hombre antes noble a
medida que cae más y más
profundamente hacia la oscuridad.
Narración intensamente
emocionante, conduce al lector por
saqueados cementerios, donde
ladrones de tumbas llevan a cabo
su macabra obra, hacia el interior
de la oscuridad de la nigromancia
misma. Los muertos se alzarán de
las tumbas. Temed al hombre que
los hace caminar…
Jonathan Green
Nigromante
Warhammer
ePub r1.2
epublector 17.06.13
Título original: Necromancer
Jonathan Green, 2005
Traducción: Diana Falcón
Mi adorada Katarina,
Debo confesar que tu hermano ha
descuidado sus deberes fraternales, tan
absorto y ocupado he estado con mis
estudios en el gremio de Bögenhafen.
Sé que ya te he contado qué lugar tan
maravilloso es. Mucho más que una
mera ciudad comercial, es una
verdadera sede de erudición. Da la
impresión de que todos los secretos de
la naturaleza y de los cielos se
encuentran aquí para descubrirlos
entre la miríada de preciosos
volúmenes que colman los estantes de
las bibliotecas gremiales de esta
ciudad. Apenas puedo creer que ningún
otro sitio pueda tener más
conocimiento contenido dentro de sus
límites, ni siquiera las nobles Nuin o
Altdorf.
Me complace saber que no te
resulta demasiado oneroso el trabajo
de cuidar a nuestro padre, y que Josef
Wohlreich ha estado ayudando a
mantener el jardín.
Sin embargo, como hermano, mi
deber es decirte que tengas cuidado
con los avances de Josef. Es más de
veinte años mayor que tú, y aunque
según recuerdo es hombre de cierta
posición en el pueblo, cuando por fin
concluyan tus deberes para con nuestro
padre, ¿querrás continuar para siempre
cuidando de otro anciano? No cometas
el mismo error que nuestra madre.
El mundo que hay fuera de
Hangenholz tiene mucho más que
ofrecerle a una joven como tú. No
lances tu vida por la ventana, atrapada
para siempre en nuestro pueblo natal.
Creo que estamos destinados a algo
más que eso.
Por favor, dale mis recuerdos a
nuestro padre. Tu siempre devoto y
afectuoso hermano,
DIETER
Adorado hermano:
Espero que cuando recibas esta
carta te encuentres bien. Pero temo que
no sea así, que te haya ocurrido algo
terrible. Cada día le rezo a Morr para
que eso no sea verdad y pueda dejarte
aún un tiempo con nosotros. Sin
embargo, en mis sueños veo cosas muy
terribles, cosas que no me atrevo a
contar aquí por temor a que si las
plasmo sobre papel las invoque desde
donde moran en la oscuridad de mis
sueños y se conviertan en realidad.
¿Qué te ha sucedido? Hace ya
meses que no tengo noticias tuyas, ¡y
ahora llega a Hangenholz el rumor de
que hay plaga en Bögenhafen!
Por favor, vuelve a casa, te lo
imploro. Hangenholz está libre de
enfermedad y todos hacemos cuanto es
posible para asegurarnos de que así
continúe. Hangenholz es tu hogar. Es el
lugar al que perteneces, junto a mí.
Ésta carta lleva todo mí amor, y
rezaré cada día para que cuando llegue
a tus manos estés sano y salvo y
atiendas a mi súplica. Por favor,
responde. Por favor, vuelve a casa.
Tu devota hermana,
KATARINA
Adorada hermana:
Gracias por tu carta y tus
preocupaciones, pero no te angusties.
Estoy bien y, a fin de cuentas, soy
aprendiz del gremio de médicos. La
plaga no me tocará. Además, estoy
seguro de que la realidad no es tan
mala como los rumores y medias
verdades que has oído. Las historias
que habrán llegado hasta un lugar tan
lejano como Hangenholz habrán sido
exageradas con cada kilómetro del
camino recorrido.
Te bendigo por tu amor y plegarias.
Es un gran alivio saber que estás allí
esperándome y pensando en mí
mientras yo me afano aquí con los
estudios.
Pero debido a eso no puedo
regresar a casa, por ahora. Siento que
en estos momentos me encuentro cerca
de un gran descubrimiento, uno que tal
vez significará que la gente no sea
nunca más víctima de enfermedades tan
crueles como la viruela negra. Así que,
como ves, no puedo abandonar mi
trabajo aquí.
Y a mi vez, te suplico que no vengas
a buscarme. Acertaste al permanecer
en Hangenholz cuando me marché tras
el funeral de nuestro padre. Permanece
allí ahora salvo, donde está condenada
plaga no puede alcanzarte.
Tu siempre afectuoso hermano,
DIETER
Herr Heydrich:
Vuestra hermana Katarina está
enferma. Acudid aquí de inmediato.
Vuestro en la fe de Morr,
JOSEF WOHLREICH
En el día de su decimoséptimo
cumpleaños, Katarina Heydrich fue
sepultada en el frío suelo del campo de
Morr, junto a su madre y su padre.
Ésta vez no se vio ni rastro de
Engels Lothair, así que Dieter y Josef se
encargaron del funeral. Pocos se
atrevían a acudir a un pueblo donde se
había declarado la plaga.
—Señor Morr —susurró Dieter
cuando Josef echaba la primera palada
de tierra sobre el ataúd de Katarina—,
aunque estoy seguro de que ya no podéis
perdonarme, os imploro de todas formas
que acojáis a vuestra devota hija
Katarina en vuestro reino y protejáis su
alma hasta el día del juicio final.
La amargura que su corazón
abrigaba hacia el dios de la muerte
había desaparecido para ser
reemplazada por el arrepentimiento
penitente. Los planes de los dioses
estaban muy fuera del alcance de los
hombres mortales.