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LA FILOSOFIA Y LA DIMENSION SOCIAL DE LA

PERSONA

En el siglo V antes de Cristo ocurrió una circunstancia histórica que provocaría, en


opinión de muchos autores, un cambio radical en la manera de pensar de los
griegos; fue la instauración en Atenas de la democracia. La práctica de este nuevo
sistema político creó nuevas necesidades intelectuales al estamento gobernante
ateniense. Ya no bastaba con una formación deportivo-militar de los jóvenes, sino
que de repente se necesitaron personas que supiesen hablar en público en los
debates políticos, personas, en suma, que, por supuesto, precisaban de un mayor
nivel cultural.
Después de la muerte de Alejandro Magno, su imperio se desmembró. A la crisis
política de la época helenística siguió una profunda crisis económica. A nivel
cultural esto se tradujo en un mayor interés por los temas relacionados con el
espíritu. Eso significa en filosofía un retorno a los orígenes: un nuevo
acercamiento a las antiguas religiones orientales.

La filosofía y su objeto
El objeto de la filosofía, según Epicuro, es la búsqueda de la FELICIDAD, y ésta
se ve siempre relacionada con la 'libertad'. Para ello se postulan una serie
de conocimientos liberados.
1 Ningún temor a los dioses
2Ningún temor a la muerte
3Es fácil lograr y procurarse el límite de los bienes
4El límite de los males tiene breve duración
5 Autonomía del sabio.

Es una consecuencia de lo anterior, basándose también en el 'quadrifármaco': el


primer bien y criterio de valoración es el placer. Dicho 'placer' deriva del concepto
de SERENIDAD del sabio. Pues según Epicuro la principal norma de la naturaleza
consiste en bastarse a sí mismo, o sea, en la 'moderación'. De esta forma queda
el hombre mismo convertido en autor de su valor moral. Las principales virtudes,
según Epicuro son la AMISTAD y el SACRIFICIO, ya que es más dulce hacer el
bien que recibirlo
La impresión que sacamos de entrada sobre este filósofo es que era un sofista,
igual que todos los demás que se podía encontrar entonces por todas partes de
Grecia ocupados en dar clases a los hijos de buena familia. La única diferencia de
Sócrates en este aspecto con el resto de los sofistas consiste en que él no
cobraba por sus enseñanzas. Básicamente lo que Sócrates le echaba en cara a
sus colegas era que mezclasen una cosa tan espiritual como la sabiduría con
algo tan material y cotidiano como el dinero.
l que Heráclito un siglo antes, Sócrates pensaba que para alcanzar la sabiduría
habla que empezar estudiándose a sí mismo. Ahora bien; esa investigación sobre
la propia personalidad llevaba a Sócrates a lo que se ha dado en llamar ‘docta
ignorancia’, es decir, a la conclusión de que debía dudar de todo lo que había
aprendido por medio de los sentidos y de lo cual, en definitiva, NO SABIA
NADA,  ni  liberado el espíritu de todas las posibles ideas erróneas que pudiera
haber (mediante la ‘duda metódica’ o ‘docta ignorancia’), la única forma de llegar
al conocimiento, según Sócrates, era mediante la ‘mayéutica’, o arte de la partera.
Suponía Sócrates que, como todos habíamos tenido varias vidas anteriores (creía,
pues, en la transmigración de las almas), en alguna de ellas deberíamos haber
estado en contacto con la ‘verdad’; lo que pasaba era que en el curso de las
diferentes reencarnaciones la habíamos olvidado. Se trataba, pues, simplemente
de recordar; para eso servía precisamente la ‘mayéutica’: para facilitar el recuerdo
de todo aquello que teníamos olvidado en las profundidades de nuestra mente.
Sócrates pretendía conseguir que sus discípulos descubriesen por ellos mismos la
verdad, haciéndoles a tal efecto las preguntas adecuadas
Igual que los pensadores más antiguos, Sócrates buscaba ‘lo universal’, la razón
divina que lo explicaba todo, pero, a diferencia de ellos, a él no le interesaba
ningún ‘arjé’ físico, puesto que, como hemos visto, desconfiaba de todo lo
material. Por eso se dedicaba a investigar exclusivamente acerca de la moral en el
hombre y en la sociedad. En esto, por supuesto, coincidía plenamente con los
sofistas. Y, como partía supuestamente de cero, el único método científico posible
era la inducción
Volvemos a encontrarnos con el pensamiento de los sofistas, y concretamente con
su apreciación de la ‘ciencia’ como una cosa práctica, pero también podemos
remitirnos a pensadores más antiguos (como, por ejemplo, Empédocles, que se
refiere igualmente a la reciprocidad de la actividad y de la capacidad mental).
b)   Ninguno peca voluntariamente; la culpa es error por ignorancia.
  Disposición preliminar:
POSITIVA (dominio de sí, temperancia)
 NEGATIVA (impulsividad, intemperancia).
Dado que nada se puede demostrar -en esto Sócrates es sin duda un sofista igual
que los demás-, si alguien hace lo que no debe, no tiene culpa, ya que no sabe lo
que hace. No obstante, vemos cómo Sócrates reconoce que hay personas más
predispuestas al bien que otras, unas que se dominan más a sí mismas, y otras
que resultan ser más impulsivas, y eso podría tener influencia.
Para estos autores, al igual que para Sócrates y Platón, la FILOSOFIA equivale a
la VIRTUD, pero ellos contemplan tres tipos de 'virtud':

a) Natural     FISICA
b) Moral      ETICA
c) Racional   LOGICA
La lógica, según los estoicos, consta de dos partes:

a) RETORICA  (buena expresión de los razonamientos)


b) DIALECTICA  (recta discusión en los discursos de preguntas y
respuestas).

El conocimiento, al cual habrá que aplicar esta lógica, se basa


en cuatro características:

a) Receptividad de la razón
b) Sensación   memoria    experiencia
c) Anticipaciones (PROLEPSIS)
d) Representaciones (fantasía).

La física estoica es en parte similar a la epicúrea. Se basa


en dos afirmaciones: la corporeidad de todo ente y la compenetración de los
cuerpos, de las que se derivan dos principios inseparables:

a) Pasivo (MATERIA)
b) Activo (CAUSA o FUERZA DIVINA)

Las conclusiones generales sobre la naturaleza son similares a las de los filósofos
presocráticos:
Panteísmo (unidad de Dios y el mundo)
Retorno cíclico del Universo.
Hay, según los estoicos, un impulso primordial en los animales: la conservación
del propio ser. En el HOMBRE se añade a esto la RAZON. De ahí que el fin del
hombre consista en buscar la armonía de la vida, intentar liberarse del carácter
perturbador de las pasiones. Esa 'imperturbabilidad' sólo la consiguen algunos
sabios, dado que la virtud es una disposición interna, una especie de facultad
individual, como ya había afirmado Sócrates. Las cosas, en sí, se dividen en tres
almas por cada cuerpo hay (BUENAS, MALAS e INDIFERENTES). Estas últimas
a su vez pueden ser 'preferibles', 'rechazables' o 'neutras'. Las acciones, por otra
parte, pueden ser 'rectas' o 'culpas', pero todas son respetables: son tareas
  Platón define al hombre como aquel que usa de su cuerpo, es decir, que
él identifica al hombre con el alma. El alma es, opina, lo único importante, nuestro
vínculo con el mundo de las ideas, y el cuerpo no es más que el vehículo que el
alma utiliza para moverse por el mundo de las cosas. Y, dada la primordial
importancia del alma en el ser humano, Platón procede seguidamente a estudiarla,
descubriendo que tiene tres partes o, mejor dicho, que hay  de ser tres, pues 3 es
el número pitagórico del espíritu): racional, pasional y apetitiva. El ‘alma racional’
alberga la inteligencia y es la que está más cerca de las ideas. De hecho, es la
única de las tres que sobrevivirá después de la muerte del cuerpo. El ‘alma
pasional’ domina los sentimientos y las pasiones, que pueden ser positivas o
negativas según se dirijan más hacia lo espiritual o hacia lo material.
 Que el ‘alma racional’ es inmortal se demuestra, según Platón, por la generación
recíproca e infinita de los contrarios, o ‘ley cíclica’ que exige que siempre haya
algo vivo en el universo. Si esto no fuera así, no podríamos tener reminiscencia de
las vidas anteriores, con lo cual toda la teoría platónica del conocimiento se
vendría abajo. Por otro lado, según el comportamiento que haya observado el
‘alma pasional’, según que ésta haya estado más apegada a lo espiritual o a lo
material, el hombre recibirá después de la muerte del cuerpo su premio o su
castigo respectivamente, de acuerdo con el siguiente esquema:
 Por tanto, las almas que han estado en vida del cuerpo más en relación con lo
espiritual que con lo material serán las únicas que podrán, una vez muerto éste,
quedarse en el mundo de las ideas para siempre ; las otras estarán condenadas a
vagar de cuerpo en cuerpo hasta que hayan conseguido alcanzar el grado de
purificación necesario. Se comprende entonces que en opinión de Platón, en
consonancia con Sócrates, los pitagóricos y tantos otros filósofos anteriores, la
FILOSOFIA constituya para el ser humano el único vínculo posible con el mundo
de las ideas, el único camino de purificación y salvación. Esta tendencia filosófica
proviene de discutir los fallos de la 'teoría de las ideas' de Platón, que ya según
Aristóteles, como hemos visto, conducían a la imposibilidad de todo conocimiento
divino y humano. Hubo varias escuelas escépticas
    Las funciones del Estado, según Aristóteles, son tres: deliberativa (guerra, paz,
alianzas y tratados), magistraturas (pena de muerte, exilio, confiscación,
rendimiento de cuentas de los magistrados) y justicia. El objeto de dicho Estado no
es otro que la educación del ciudadano, en los siguientes aspectos:
a)    El justo medio
b)   Lo posible
c)    Lo conveniente.
Como buen romano, Cicerón no tiene ideas originales, pero asume eclécticamente
las ideas de las ideas de diversos filósofos griegos, dando así una muestra de su
exquisita erudición. Su método filosófico, en efecto, consiste en la discusión de los
argumentos de las diferentes escuelas
Para distinguir lo verdadero de lo falso, Cicerón se guía por su 'sentido común'.
Después de esta operación de selección quedan las siguientes doctrinas:

a) Existencia de Dios:
b)Conciencia natural
c)Providencia
d) Alma espiritual e inmortal
e) Espontaneidad de la voluntad
f) Norma de conducta: seguir la naturaleza propia, en armonía con la naturaleza
universal..
g) Ley natural fundamentada en la razón
h) Virtud racional y voluntaria
i) Concepto de 'lo honesto

La razón en su osadía también requiere método, porque al descubrir libertades,


estas deben limitarse de acuerdo con el método, clave básica para comprender lo
que la Ilustración tiene de propio y paradójico. Paradójico al clausurar el momento
cultural iniciado en el Renacimiento y al abrir otro momento hasta hoy. En ese
sentido, la Ilustración es un humanismo (no ya en el sentido de mejor
manifestación en las experiencias literarias y artísticas) al buscar su mejor
expresión en la lucha por los derechos del hombre; en lo filosófico y científico, al
indagar por la instauración científica de las comprensiones humanas tomando
puesto en los saberes científicos positivos. Historia, etnología, filosofía de la
cultura y hasta sociología empiezan a desarrollarse y abrir sus posibilidades en la
irrupción misma del conocimiento

La crisis que este hecho histórico generaría, no quedaría circunscripto a


teorizaciones en el marco de las nacientes ciencias sociales, sino que también
darían lugar a reflexiones filosóficas y sociales, además de experiencias concretas
de organización política, social y económica que solo comprendidas en su
conjunto, pueden considerarse como el piso sobre el cual se fueron constituyendo
verdaderas corrientes con influencia en la historia concreta del mundo entero
durante los siglos XIX y XX. De esta manera, socialismo utópico, liberalismo,
marxismo, anarquismo, socialcristianismo, fascismo, socialdemocracia,
neoliberalismo, comunitario, etc., se constituirán en algunas de las corrientes
sobre las que reflexionaremos en próximas entregas.

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