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1. El Derecho inmobiliario
6 Pluralidad de propietarios
6.1 Copropiedad por cuotas:
6.1.1Poderes de los copropietarios:
6.1.1.1El uso del inmueble común
6.1.1.2El disfrute del inmueble común
6.1.1.3Cargas y gastos del inmueble común
6.1.1.4Administración del inmueble en común
6.1.2Poderes de los copropietarios en relación a su cuota de participación
Las relaciones jurídicas relacionadas con el inmueble están contempladas por los
distintos regímenes civiles coexistentes en el territorio:
La normativa contemplada en el Código Civil.
La normativa contenida en los regímenes forales (Aragón, Baleares, Cataluña, Galicia,
Navarra y País Vasco).
Dadas las características del presente curso, no se contemplan todos los aspectos
urbanísticos relacionados con el inmueble, sólo se expondrá la materia más relevante
en el tráfico inmobiliario.
La exposición de la materia de este curso se centrará en los bienes inmuebles que son
tierra, edificios y construcciones.
La normativa estatal que regula el suelo es el RDLeg 7/2015 de 30 Oct. (texto refundido
de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana), pero en relación a este tema también
tienen competencia las comunidades autónomas y los entes locales que serán quienes a
través de los Planes Generales de Ordenación Urbanística realizaran las clasificaciones
del suelo correspondiente.
El suelo urbano:
El suelo urbanizable:
No urbanizable o rústico:
Los derechos y deberes de los propietarios del suelo tienen los aspectos propios
de los
derechos derivados del concepto jurídico de propiedad del suelo (art. 12 TRLS)
Y comprende todas las facultades de uso, disfrute, disposición y explotación del
mismo conforme al estado y destino que tenga en cada momento, de acuerdo con
la legislación en materia de ordenación territorial y urbanística.
Para poder edificar se requiere que el suelo reúna los requisitos para poder
clasificar el suelo como urbanizado.
Su definición está extraída del art. 26 del RDLeg 7/2015 de 30 Oct. (texto refundido de
la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana
Las edificaciones constituyen a su vez una clase de bienes inmuebles a los que se va a
aplicar la normativa prevista para los inmuebles.
Como consecuencia de ser titular de todos los derechos sobre el inmueble, el titular del
dominio tiene las siguientes facultades:
Como consecuencia del dominio el propietario puede hacer valer sus derechos frente a
cualquiera.
También existen límites al dominio, estos límites están impuestos por las leyes y por la
función social que puedan cumplir los bienes.
El propietario puede:
Usar el bien inmueble.
Apropiarse de sus rendimientos. Alquileres...
Poseer el inmueble.
Disponer del mismo. Transmitirlo o gravarlo.
Delimitarlo. Cercarlo, deslinde y amojonamiento.
Reivindicar su propiedad y protegerse de las perturbaciones de la misma.
El contrato de compraventa.
La sucesión en el derecho de propiedad.
La donación del derecho de propiedad.
La accesión.
La prescripción adquisitiva.
Por medio del contrato de compraventa uno de los contratantes se obliga a la entrega de
un inmueble y el otro a pagar, por el inmueble, un determinado precio.
2.2.2 La accesión
Regulado en el Libro II, Título II, cap. II del Código Civil en los artículos 353 a 383.
Formación de islas. Las islas que se formen en el río (no navegables ni flotables) por
efecto de la sedimentación pertenecen a los dueños de los terrenos situados en las orillas
más cercanas, si la isla está en el centro del río pertenece a los dueños de los terrenos
situados en las orillas más cercanas.
Las islas que se forman en los mares adyacentes a las costas y en los ríos navegables o
flotables son de dominio público.
Si la incorporación se realiza de buena fe, (el dueño de los materiales cree que el suelo
es suyo), el dueño del terreno puede optar:
Construcciones extralimitadas.
Se produce esta situación cuando se construye en terreno propio pero, por errores en la
medición o por defecto de los planos, la construcción invade parcialmente el terreno
ajeno y no existe la posibilidad de dividir o derruir lo construido en exceso sin que se
produzca un grave deterioro en la construcción.
Si una persona, sin ser realmente dueño de un derecho real sobre un inmueble, durante
el tiempo y con las condiciones establecidas, aparece, figura y viene comportándose
como dueño de un derecho real sobre un inmueble se convierte en dueño del mismo.
Concepto de derecho real: El poder directo e inmediato sobre una cosa que concede al
titular un señorío (pleno o limitado) sobre la cosa y que en principio (el derecho sobre
la cosa) puede hacerse valer frente a cualquiera.
Se considera justo título al que legalmente sea suficiente para transferir la propiedad
(compra, donación, transacción, herencia...) Se considera buena fe al que cree que
dispone de justo título.
La posesión
1) Uno jurídico que equivale a tener derecho a ejercer las facultades derivadas dela
propiedad del inmueble. Con independencia que se posea materialmente o no.
Para adquirir la propiedad por este mecanismo (la usucapión) se requiere que posesión
en el sentido material. No obstante la posesión material debe haber sido:
Como titular del derecho, (como si fuera titular).
Pacífica.
Pública.
Ininterrumpida.
Posesión pública
Para que la usucapión de lugar a la adquisición de la propiedad la posesión ha debido
ser pública.
Se considera que una posesión es pública cuando la conducta del poseedor es
normalmente conocida por terceras personas que asocian la conducta del poseedor a la
que realizaría el dueño del inmueble.
La publicidad tiene la finalidad de permitir conocer este hecho a quien podría reclamar
la cosa.
Quien posee la cosa en secreto o indicando que el concepto de posesión es distinta del
de propiedad (arrendamiento) no puede adquirir por usucapión.
Posesión ininterrumpida
Para que se produzca la usucapión, la posesión tiene que haber sido ininterrumpida. Se
produce la ruptura de la posesión cuando se deja de poseer, durante algún tiempo, en
concepto de dueño.
Si la posesión no cesa, pero se produce una reclamación civil tendente a hacer cesar la
posesión y la reclamación prospera se produce la ruptura de la posesión.
Usucapión ordinaria:
10 años entre presentes.
20 años entre ausentes.
El usucapiente se convierte en titular del derecho al final del plazo pero este derecho le
es reconocido desde el principio del cómputo del plazo.
El Código Civil de Cataluña reduce dichos plazos a uno único de 20 años (art. 531-27)
La protección de la posesión.
La protección de la propiedad.
La posesión de mala fe implica que el poseedor conoce que su título no le capacita para
el ejercicio de los derechos que está utilizando.
Ej: Si una persona está viviendo en un inmueble a título de propietario, se presume que
es propietario. Si una segunda persona manifiesta que es propietaria ella, será la
segunda persona quien tiene que demostrar que el verdadero propietario es ella.
Si son frutos naturales, estos pertenecen al poseedor de buena fe desde que se separan
del inmueble.
Si son frutos civiles, estos se consideran producidos por días, y pertenecen al poseedor
de buena fe proporcionalmente al tiempo que se ha poseído de buena fe.
Se presume que la posesión sigue teniendo las mismas características del momento de la
adquisición.
Ej. Si una persona está viviendo en un inmueble a título de arrendatario se presume que
inicialmente lo era a título de arrendatario.
Por lo tanto quien pretenda indicar que las características de la actual posesión no se
corresponden con el derecho inicial deberá probar que se ha producido un cambio en el
concepto posesivo.
Esta presunción implica que el poseedor actual que pruebe su posesión en un tiempo
anterior no precisa probar el tiempo intermedio para demostrar que lo ha poseído de
forma continuada durante el período.
Esta presunción también implica que quien recupere la posesión indebidamente perdida
se presume que la ha disfrutado sin interrupción.
Esta segunda modalidad de presunción sólo funciona para los supuestos que puedan
redundar en su beneficio.
La ley protege a todo poseedor, por el mero hecho de serlo, contra cualquier
perturbación o despojo de que sea objeto por parte de otra persona que, por cuenta
propia intente la posesión del inmueble frente al actual poseedor.
El interdicto de recobrar
Quien haya sido despojado en la posesión de un inmueble puede acudir a los tribunales
para, basándose en el mero hecho de ser poseedor, promover un procedimiento judicial
para que se le devuelva la posesión.
Quien haya sido perturbado en la posesión de un inmueble puede acudir a los tribunales
para, basándose en el mero hecho de ser poseedor, promover un procedimiento judicial
para que cese la perturbación de la misma.
El interdicto también se puede plantear para el caso que exista una reclamación por
algún daño inminente.
El derecho de propiedad está protegido en todos los aspectos que pueda adoptar por lo
que, se puede ejercer cualquier acción para su defensa, con independencia que no exista
un tipo de acción previsto.
Tiene la finalidad que el inmueble sea restituido a su propietario por quien lo posee
indebidamente.
Requisitos:
Se debe acreditar que el demandante es el dueño del inmueble. Si la propiedad está
inscrita en el Registro de la Propiedad, se considera probado su dominio.
En la interposición de la demanda se debe identificar inequívocamente el inmueble
cuya posesión se reclama.
Que el demandado la posea actualmente y sin derecho (sin justo título). Si el
demandado tiene, a su vez, un título posesorio, se debe instar simultáneamente la
nulidad del mismo.
Por medio de esta acción el propietario puede obtener una declaración que manifieste
que un determinado inmueble no está sometido a un gravamen que otro ejerce sobre él.
Se ejercitará ante la persona que pretenda ejercitar el derecho a que haga referencia el
gravamen.
Se requiere que:
Quien la interpone justifique que es dueño del inmueble que alega estar libre del
gravamen negado.
Que se pruebe que el demandado le ha producido una perturbación en el goce del
derecho que injustamente está ejerciendo.
Acción declarativa.
Por medio de esta acción el propietario pretende obtener que otra persona reconozca los
derechos del propietario.
El cierre tiene la finalidad de impedir que otras personas entren en la finca cerrada o
cercada.
El propietario tiene derecho a deslindar la propiedad, con citación de los dueños de los
predios colindantes.
Otras acciones que la normativa otorga al propietario son, suspensión de obra nueva,
demolición de obra ruinosa, posesión de herencia, de recuperación de la plena posesión,
tutela de la posesión.
El interdicto de obra nueva está dirigido a paralizar una obra que se está construyendo
cuando el inmueble del reclamante pueda sufrir un perjuicio directo como consecuencia
de las obras que se están realizando.
El interdicto de obra ruinosa está dirigido a demoler o derribar una obra en estado de
ruina y que amenace a causar daños en el inmueble propiedad del reclamante.
También puede interponerse por el peligro que pueda causar un árbol, columna u otro
objeto en estado de ruina.
El principio general que establece que los derechos de una persona finalizan donde
empiezan los derechos de otra persona también es de aplicación en relación con la
propiedad sobre los inmuebles.
Los bienes integrantes del patrimonio histórico que sean declarados de interés cultural
gozan de especial protección y tutela.
Los inmuebles que forman parte del patrimonio histórico se clasifican en: Monumentos.
Jardines. Conjuntos y Sitios Históricos y Zonas Arqueológicas.
Esta circunstancia, haber sido declarados Bienes de Interés Cultural, limita el derecho
de propiedad.
En la normativa que regula las vías públicas se establecen los siguientes límites al
derecho de propiedad:
Son de dominio público las carreteras y sus elementos funcionales más una franja de
terreno de ocho metros de terreno a cada lado en las autopistas y tres metros en el resto
de las carreteras.
Para realizar cualquier tipo de obras o instalaciones en las zonas de dominio público se
deberá solicitar las correspondientes autorizaciones.
El límite del derecho de propiedad consiste en que, para su trazado, pueden ser
expropiados los terrenos y que necesita autorización para realizar cualquier tipo de
obras o instalaciones.
Zona de servidumbre
Las zonas de servidumbre de las vías públicas consisten en dos franjas de terreno
delimitadas interiormente por la zona de dominio público.
Las zonas de servidumbre tendrán veinticinco metros en las autopistas, y ocho metros
en el resto de carreteras.
Las obras y usos que se realicen en la zona de servidumbre deben estar autorizadas
expresamente.
Los propietarios o titulares de otros derechos reales sobre los terrenos afectados por la
zona de servidumbre podrán realizar cultivos sin necesidad de autorización.
Las zonas de afectación tendrán cien metros en las autopistas y cincuenta en las
carreteras. Para realizar, en la zona de afectación, cualquier tipo de obras o
instalaciones, cambiar el uso o el destino de las mismas, plantar o talar árboles se
requerirá previa autorización.
La propiedad de los terrenos situados en la línea de costas tiene los siguientes límites:
El dominio público marítimo-terrestre está formado por la ribera del mar y de las rías, el
mar territorial y sus aguas interiores, los recursos naturales de la zona económica y la
plataforma continental.
Por lo que hace referencia a la ribera del mar y de las rías el dominio público se
extiende por:
El espacio comprendido entre la línea de bajamar y el límite hasta donde alcanzan las
olas en los mayores temporales conocidos.
Las playas o zonas de depósito de materiales sueltos. (arenas, gravas, guijarros, dunas
formadas por la acción del mar, del viento o cualquier otra causa natural o artificial).
La servidumbre de protección recae sobre una zona de 100 metros medida desde el
límite interior de la ribera del mar.
La servidumbre de tránsito recae sobre una franja de 6 metros a partir del límite interior
de la ribera del mar.
Esta zona deberá dejarse permanentemente expedita para el paso público peatonal y
para los vehículos de vigilancia y salvamento.
En las zonas urbanas y urbanizables existirán accesos de tráfico rodado separados entre
si como máximo por quinientos metros, y accesos peatonales separados entre si por 200
metros.
La zona de influencia
La zona de influencia será como mínimo de 500 metros a partir del límite interior de la
ribera y estará sometida a las exigencias de protección del dominio público marítimo-
terrestre.
En los tramos con playa y con acceso de tráfico rodado se preverán reserva de suelo
para aparcamiento de vehículos.
Se deberá evitar la construcción de pantallas arquitectónicas o acumulación de
volúmenes.
Los terrenos situados en los márgenes de los cauces de los ríos están sujetos a:
En esta zona se podrá sembrar y plantar especies no arbóreas. Pero No podrá edificar.
Zona de policía
La zona de policía tendrá una anchura de 100 metros. En esta zona se requerirá
autorización previa para:
Es un gravamen en beneficio de una persona distinta del dueño del inmueble gravado
por la servidumbre.
El derecho de propiedad del titular del inmueble se encuentra limitado por la presencia
de las servidumbres.
En este apartado se hará referencia a las servidumbres previstas en las normas es decir
las legales y cuando se analicen los diversos contratos relacionados con los inmuebles
se analizarán las “cláusulas” más comunes que limitan el derecho de propiedad.
4.2.1 Medianería
Existe servidumbre de medianería cuando dos inmuebles contiguos están separados por
un elemento físico (pared, valla, seto, empalizada, zanja...) y este elemento físico se
encuentre situado sobre la línea divisoria de ambas propiedades.
Este elemento físico de la servidumbre constituye una comunidad “pro indiviso” que
pertenece, sin posibilidad de división a ambos propietarios.
Cuando la pared divisoria esté por un lado recta y por el otro presente relex o retallos.
Relex, retallos, son términos de la construcción que indican los lugares donde se
apoyan las vigas y donde se modifica la línea normal de la pared para darle más
consistencia.
Cuando resulte construida toda la pared sobre el terreno de una de las fincas.
Cuando sufra las cargas y carreras, pisos y armaduras de una de las fincas y no de la
otra.
Las servidumbres de tanteo y retracto legal, limitan los derechos del propietario ya que
en el supuesto de enajenación del inmueble el propietario puede verse obligado a vender
a una persona distinta de la elegida por el propietario.
En el supuesto de falta de inscripción, el plazo de los nueve días cuenta desde que e
comunero, que ejerce el retrato, ha tenido conocimiento de la venta.
Retracto de colindantes
Puede ser ejercitado por el titular de tierras colindantes y sólo cuando la finca colindante
(vendida) tiene una superficie inferior a una hectárea.
En el supuesto de falta de inscripción, el plazo de los nueve días cuenta desde que el
comunero, que ejerce el retrato, ha tenido conocimiento de la venta.
El plazo para ejercitar este derecho es de un mes desde el momento en que este hecho se
haga saber.
El dominio del propietario sobre un bien inmueble puede extinguirse, entre otras, por las
siguientes causas:
La prescripción extintiva.
Pago de la indemnización.
La inactividad del ejercicio de los derechos de propiedad, no sólo debe referirse al uso
de los derechos relativos a la disposición (uso y disfrute), se debe dar también en el uso
de las acciones defensivas de la propiedad.
Los interdictos posesorios (recobrar y retener). Ver el apartado 3.1.2. de esta Unidad.
Este tipo de propiedad se produce cuando existen varias personas que son titulares de
distintos poderes derivados de la propiedad sin que se pueda afirmar que la propiedad,
en su conjunto pertenece a uno de ellos.
Cada partícipe podrá servirse de la totalidad de los elementos del inmueble siempre que
disponga de él conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la
comunidad de propietarios ni impida a los otros copartícipes utilizarlo según su derecho.
Si todos los copropietarios deciden hacer uso del inmueble a la vez, el uso deberá ser
proporcional a su cuota de participación.
No obstante, se pueden establecer reglas o pactos en relación con el uso del inmueble,
estos pactos deberán contar con la conformidad de todos los afectados.
Se entiende por disfrute del inmueble la participación en los frutos o las rentas que
produzca un inmueble.
Se pueden establecer reglas o pactos en relación con el disfrute del inmueble, estos
pactos deberán contar con la conformidad de todos los afectados.
Estos pactos son más frecuentes en los inmuebles rústicos, donde se pueden establecer
pactos para que cada copropietario se quede con una modalidad de los rendimientos de
la finca (fruta, hierba, cereales...).
Las cargas y los gastos del inmueble en común serán soportadas por los copropietarios
en la proporción de su cuota de participación.
Todo copropietario tendrá derecho para obligar a los partícipes a contribuir a los
gastos de conservación del inmueble en común.
Se pueden establecer pactos en relación con el reparto de las cargas y los gastos, estos
pactos normalmente están relacionados con el uso y disfrute que cada copropietario
realice del inmueble.
Un inmueble con tres copropietarios cuya cuota de participación sea el 60% 20% y
20%, podrá ser administrado por el copropietario que tiene la mayor cuota de
participación.
Hay que tener en cuenta que en los casos de enajenación a un extraño existe el derecho
de retracto que corresponde a los otros copropietarios.
Cada propietario puede pedir, en cualquier momento la división del inmueble que está
en copropiedad.
Consiste en:
La propiedad exclusiva de una parte del inmueble. De los distintos pisos o locales de un
edificio o de partes de ellos susceptibles de aprovechamiento independiente por tener
salida propia a un elemento común o a la calle.
Pese a que tiene aspectos semejantes a la copropiedad por cuotas no se trata de este tipo
de copropiedad, ya que se trata de propiedad privada de elementos privados y
comunidad de los elementos comunes del edificio.