Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En 1974 el profesor Lázaro Carreter, asustado ante Mucho se ha discutido desde hace siglos sobre
«la exigua, casi inexistente presencia de las materias qué es lo literario, qué es lo poético. ^Existen rea-
literarias en los programas de Educación General lidades poéticas por sí rnismas? Creemos que no;
Básica, como anticipo, tal vez, de un propósito: man- la realidad que vive el poeta, las experiencias que
tener o aumentar su precariedad en el Bachíllerato goza o padece son idénticas a las que experimen-
Unificado Polivalente, cuyo plan es aún descono- tan los demás hombres, sus vivencias son iguales
cido», proponía la publicación de una serie de a las de cualquiera de nostros. ^DÓnde radica,
encuestas realizadas a profesores, críticos y escrito- pues, la especificidad de lo poético? Esta especifici-
res (1). Desgraciadamente, los augurios, malos augu- dad hay que buscarla en la lengua, aunque esto no
rios del profesor Lázaro se han confirmado: la litera- significa que tratemos de encontrar, ni siquiera de
tura es materia optativa en tercer curso de bachille- buscar, una lengua específicamente literaria. Tal
rato, optativa para los alumnos, dicen sofisticadamen- lengua no existe, de la misma forrna que no hay
te ias instrucciones. Pero 1a verdad es muy diferente: una lengua cientifica, administrativa o jurídica, sino
el plan del bachillerato es inconsecuente consigo obras, productos literarios, científicos, administrati-
mismo y así, si los alumnos de Ciencias desean vos o jurídicos, realizados con una misma lengua.
conocer 1os textos literarios de su lengua materna 2.1. No es difícíl convencer al alumno de que la
se encuentran con que deben interrumpir dicho co- especificidad de la literatura hay que buscarla en la
nocimiento en los albores del siglo XX porque en el lengua. Intentemos hacerlo de la mano de un hom-
C.O.U. ya no tienen aquella opción y obligatoria- bre que reunía las dos personalidades de cr(tico y
mente deben elegir una asignatura que no han visto poeta. En 1947 Pedro Salinas pronunciaba una
en tercero, con el siguiente perjuicio. Pero, bueno, conferencia en Lima (2), en la que analizaba cómo
a lo que íbamos, dicen los més optimistas narrado- la metáfora vida-río varía su modulación verbal a
res de nuestra literatura. En aquella encuesta casi través de los años. Observa Salinas la serenidad
todos opinaban que lo importante en el estudio de manriqueña que enuncia la gran verdad en forma
la literatura es leer y entender, y, por ende, la base plural, de modo que lo individual queda como ven-
de la enseñanza de la literatura es el comentario de cido por la idea de lo general, de lo ampliamente
textos. AI ser interrogado, el profesor Alarcos Llorach humano, enorme pluralidad en que el individuo
respondía. ^Cuáles son los métodos actuales? desaparece:
Como siempre cada maestrillo tiene su librillo. Pero
la base metodológica es evidente: leer, leer, y explicar, Nuestras vidas son los ríos
explicar. Naturalmente que si se tropieza con muros que van a dar en la mar,
de hormigón, todo método fa11a». Para Rafael Lapesa que es el morir.
«en la enseñanza secundaria debe fomentarse gra-
dualmente una comprensión más reflexiva de las Nos hallamos ante una enunciación sobriamente
creaciones literarias, a fin de que, sin enturbiar la exquisita, ausente de toda calificación sentimental,
impresión directa de su lectura, los alumnos puedan sin que haga su aparición la categoría del adjetivo.
iniciarse en el examen de aspectos formales y téc- Estamos en el síglo XV y una concepción del mundo
nicos, a la vez que descubran el sentido histórico y teocéntrica se resuelve en una actitud de aceptación
los valores humanos imperecederos que en ellas objetiva de vida y muerte.
se encierran». Y continuaba: «Insisto en que la en- EI mundo va cambiando y con el siglo XVI aparece
señanza de la literatura debe basarse en la lectura el yo renacentista. En la Epistola Moral a fabio se
directa y el comentario que ayude a comprenderla. nos dice:
Las noticias biográficas, las referencias a fuentes y
demás relaciones de las obras entre sí y con la his- Como los ríos que en veloz corrida
toria deben complementar ei conocimiento y estu- se 1/evan a 1a mar, tal soy l/evado
dio directo de las obras, pero nunca sustituirlas». al último suspiro de mi vida.
EI comentario de textos, el estudio sistemático de la
obra literaria, es también para nostros la base de la
enseñanza de la literatura. Es obvio que cada obra es
una estructura y que esta estructura es el resultado (") Catedrática de Lengua y Literatura Españolas del I.N.B.
«Bernaldo de Quirós» de Mieres (oviedo).
de un proceso mental, social e histórico. Pero esto (1) Literatura y Educación. Editorial Castalia. Ma-
no quiere decir que estudiemos la literatura en la drid, 1974.
historía, la sociología o la psicología, sino en el (2) Pedro Salinas: Ensayos de literatura hispánica.
momento en que historia, sociedad y autor se con- Del Cantar de Mio Cid a García Lorca. Ed. Aguilar. Madrid,
vierten en un ente estructurado verbalmente. 1961. Págs. 168-182. «Una metáfora en tres tiempos».
43
EI enunciado pasivo «soy Ilevado» nos hace pasar E/los contra coriiente nadan, pero retroceden,
del término general de la humanidad indefinida al y en las aguas llevados, mientras se esfuerzan
individuo, al yo, y comporta, a la vez, una profunda (cauce arriba,
signiticación sentimental ( algo me hacen). EI hom- a espaldas desembocan.
bre, en un mundo ya antropocéntrico, se siente inerte
ante la fatalidad de ser Ilevado. Tímidamente hacen Angustia que tcma como vehículo de expresión la
su aparicibn 1os adjetivos ( veloz, ú/timo), y el ansia gran plasticidad de la escena, plasticidad que provo-
de vida, de goce del ser humano, sustituye aquel ca en el lector un profundo malestar casi físico.
generaiizador «morir» por el momento concreto, Por fin, el anhelo de quehacer colectivo de Pablo
amargo, desolador del «último suspiro» no de c/a Neruda, su creencia de que, aunque el vivir conduce
vida» ( variante que pudo elegir el poeta), sino de al morir, el vivir continúa siendo plasma lingfiística-
«mi vida», con un índice referencial, personal, que la mente en la modulación verbal de la metáfora.
lengua española no exige y que se Ilena por ello de Antonio Bernales, uno de los héroes del pueblo
fuerte carga afectiva. americano.
España camina al desastre. A la exultante ale-
gría renacentista sucede el angustiado pesimismo Asesinado en la venganza,
barroco y para Quevedo la muerte es el lugar «donde cayó abriendo los brazos en el rio,
envío». volvió a su río como al agua madre.
Ef Magdafena lleva al mar su cuerpo
Mi vida oscura, pobre y turbio río y del mar a otros rios, a otras aguas
que negro mar con a/tas ondas bebe. y a otros mares y a otros pequeños r/os
girando alrededor de la tierra.
Parece aceptar Quevedo {donde envio) la tortura
de que el vivir conduce al morir, el hecho paradójico EI hombre (río metafórico} y el Magdalena (río
de que sólo queda exento de ta servidumbre de la real) se funden para que ia Naturaleza cumpla no
muerte, lo que no ha vivido, lo que no ha tenido vida. la ley inexorable de la existencia, sino la continuidad,
Frente a la parquedad adjetiva de los textos anteriores la esperanza.
encontramos aquí cinco adjetivos, todos ellos rela- Una misma sustancia de contenido (la exigencia
cionados con el sema de lo oscuro, de lo difícil, de lo de muerte que engendra la vida), hecha forma (la
tenebroso. Y el río ya no «va a dar», sino que el mar metáfora vida-río), adopta diferentes expresiones
(negro) es quien se traga al río (pobre y turbio) según las épocas, según la historia, según las cir-
trasunto de mi vida (oscura). Para Salinas, la cunstancias ambientales que rodean al poeta y éste,
metáfora, iímpida en Manrique, empieza a temblar para hacer explícitas todas estas circunstancias,
en Andrada y Ilega con Quevedo a la convulsión. necesita aprovechar al máximo los recursos lingiiís-
Unos pocos versos han sido suficientes para expresar ticos, únicos que posee y que harán perdurable su
tres momentos de la historia de la humanidad: poema. En resumen, si pensamos que en literatura las
serenidad, duda y tormento, momentos que necesi- ideas y los temas nos interesan menos que el modo
tarían muchas páginas explicativas en cualquier con que la sociedad se apodera de ellos para con-
historia de la cultura. vertirlos en la sustancia de un cierto número de sis-
Desde aquf podemos acercarnos a la poesía del temas significantes, si pensamos que la poesía no
siglo XV. La muitipiicidad simbóiica de Antonio Ma- se logra más que con un proceso de comunicación,
chado (barca, viajero, árbol) vuelve al enunciado mientras permanece latente la poesía no existe.
colectivo, contemplado esta vez desde un distancia- Y como la comunicación se efectúa con la lengua,
miento objetivo: lo poético no reside én las vivencias, sino en el
peculiar modo lingiiístico de comunicarlas. La
Apenas desamarrada poesía, por tanto, es un proceso lingiiístico.
!a pobre barca, viajero, del árbol de la ribera, 2.2 Admitido que las características de la litera-
se canta: no somos nada. tura deben buscarse en la lengua, señalemos algunas
Donde acaba el pobre río la inmensa mar nas espera. de las peculiaridades que caracterizan su uso en la
literatura.
2.2.1. Los productos poéticos tienen una cons-
No se alude directamente a la vida, que participa, titución interna global, unitaria. Cada uno de sus
a pesar de ello, como protagonista desde la primera elementos, cada signo no vale más que lo que le
persona de «no somos nada» y«nos espera» y ia permiten los que vendrán después, y éstos, solamente
minuciosa puntualización del verbo acabar. No lo que determinan los precedentes. La sustancia poé-
vamos a la muerte-mar, ni ésta nos absorbe: sim- tica de un mensaje depende del conjunto de todos
plemente espera. sus elementos lingi.iísticos concretos. Como dice
Esa espera se hace quehacer, lento quehacer en Hjemslev, la lengua líteraría y poétíca es una len-
Jorge Guillén: gua cuyo plano de expresión es, a su vez, la lengua
habitual (3). 0 como puntualiza Alarcos Llorach, las
La edad me pesa en e/ silencio unánime palabras de un poema tienen un significante fónico
de fa noche tranquila, grande, sola. que evoca un significado de todos los dias, y juntos
Accidente no hay que me dístraíga sugieren una referencia significativa particular al
de ese mar que tendiendo va su ola. poeta y al poema.
A esta interrelación de los signos componentes
La lentitud, refkejo de la tranquilidad que parece
rodear al poeta, se expresa en la sintaxis retardatoria,
producida por el caprichoso orden que adoptan las (3) Es decir, el lenguaie denotativo es sustancia de
palabras (accidente no hay, tendiendo va). expresión en la obra literaria, la lengua adopta en el signo
Sobre esta tranquilidad se agita la profunda an- esr,ético una posición análoga a la de la sustancia lingiifstica
gustia existencial de Vicente Aleixandre: de la expresión.
aa
de un poema apunta Jakobson cuando dice que: tible, pero evocable (precisamente gracias al poema)
«la función poética proyecta el principio de equiva- Y este fin sólo se logrará mediante el lenguaje, ex-
lencia del eje de selección sobre el eje de combina- plotado en todos sus estratos --fonía, forma, signi-
ción». AI hablar, seleccionamos de los paradigmas ficación -, lenguaje que configurará la situación de
de nuestro repertorio ling^ístico una serie de ele- que partió el poeta y evocará el lector (5).
mentos que combinamos en oraciones:
La joven baila
La damisela danza 3. ACERCAMIENTO AL TEXTO
La fémina bailotea DE DIVERSAS EPOCAS
Aprovecha el poeta todas las posibílidades que la y esta «carne y sueño» reproduce los «besos y dul-
lengua le ofrece. La expresión «alma de mi ánima» zuras» de entonces, y la «salvación fría, dura en la
comporta la rica dualidad signi^icativa de un mismo tierra» alií buscada es hoy «posesión total, eterna
étimo bifurcado en dos realizaciones fonéticas dis- presencia». Así, como decfamos al principio, todos
tintas. Si conmutásemos por otra frase semejante los signos de un poema son irrterdependientes, su
«alma de mi alma», la fuerza poética sería totalmente valor depende de1 valor de los demás. Pero, a su vez,
distinta. Aparte del desgaste de la frase por un uso los poemas forman parte de unidades más amplias
peyorativamente popular se perdería eV valor lin- también interdependientes, que pueden Ilegar a ser
giiístico de ánima, que se hace «ánimo», voluntad de la obra toda de un poeta. De esta forma nos encon-
vivir activa, no pasiva. (EI Diccionario de la Acade- tramos con que el poeta, sujeto histórico, cambia co-
mia defíne «ánima» como «alma o espíritu en cuanto mo la vida misma: manteniéndose en su obra idéntico
es principio de ia actividad humana».) a sí mismo.
En «el corazón/mío» (44-45) la elección de la 3.2.2. «Charming» es un poema de Pablo Neruda
torma plena mío pospuesta a su núcleo permite por que se incluye en Defectos escogidos (1974), uno
un lado el artículo individualizador, y por otro, el de sus libros publicados póstumamente.
realce inherente al esfuerzo consciente que fa fron-
tera versal impone. AI mismo tiempo el mi, apocopa- La encantadora familia
do, inmóvil en cuanto al género, parece apuntar a con hijas exquisitamente excéntricas
corazón, a la cosa poseída, mientras el mío, cargado se va reuniendo en fa tumba,
de sustancia sustantiva, el miembro más marcado unos del brazo de la coca,
del binomio, apunta a lo personal, al yo. 5 otros debi/itados por las deudas,
EI principio ordenador interno sigue siendo el con- con muchos grandes ojos pálidos
traste, la paradoja, que anunciados en el pareado se dirigen en fila al mauso%o.
inicial, ínforman el poema compfeto: «jamás veré,
tocaré - no se cansan nunca; darme mí vida - hasta Alguno tardó más de lo previsto
que me muera (contraste semántico -vivir-morír- (extraviado en safari o sauna o cama),
Y contraste gramatical -sustantivo-verbo-). EI 10 fardío se incorporó al crepúscu/o,
poema se inunda y lo inunda todo de una afirmación al té íina! de la fina/ familia.
del yo, y por eso ia primera persona invade y domina,
ya sea en la eleccibn (no exigida por el español) del La generala austera
posesivo de «mí vida» (frente a"«/a vida»), ya sea dirigla
en el personal que acompaña a la idea de morir y cada uno contaba su cuento
(me muera), apoyado todo ello en la repetición 15 de matrimonios muy malavenidos
acústica del fonema bilabial /m/. que simultáneamente se pega,óan
49
golpes de rnano, plato o cafetera, nificado: agolpe de mano» pierde su valor de frase
en Bombay, Acapulco, Niza o Rio. hecha junto a plato o cafetera; acrepúsculo» es aquí
el ocaso de una raza; el valor fbníco de las expresio-
ta menor, de ojas dulces y amarillos, nes cobra una fuerza especial y consciente: «exqui-
20 alcanzó a desvestirse en tadas partes, sitamente excéntricas», «contaba su cuento»...
precipitadamente tempestuosa, La segunda parte olvida la concreción de la fa-
y uno de el%s salla de una cárcel milia y busca para la vivencia un tono universalizan-
condenado por robos elegantes. te. Sigue la sintaxis morosa y la concatenación
con todo lo anterior (de aquf su expresividad): et
E/ mundo iha cambiando va reuniendo del verso tres conduce al iba caminan-
25 porque el tiempo inmutable caminaba do (25) con que se descríbe el cambio y ia ley ine-
del bracete de fa Reforma Agraria xorable de la historia, todo como vehículo de ex-
y era diflcil encontrar dinero presión para la metáfora tradicional caminaba.
colgado en las paredes; el reloj Ei inmutable que califica a tiempo cobra el valor es-
ya no marcaba la hora sonriendo, pecial de indiferente, pero mantiene la antitesis con
30 era otro rostro de la tarde inmóvil. iba cambiando. Inmediatamente, el tono serio se
quiebra con la ironía que comporta el sufijo de
No sé cuándo se fueron; bracete, intensificado al unirse con algo tan serio co-
no es mi papel anotar las salidas; mo la Reforma Agraria (que, a su vez, alcanza con
se fue aque/la familia encantadora el brazo de la coca del verso 4), y ese tiempo inmu-
y nadie ya recuerda su existencia. table es quien exige y justifica reloj, hora y, sobre
35 La oscura casa es un co%gio claro todo, tarde inmóvil.
y en la cripta se unieron los dispersos. En la última parte, con la aparición del yo, aparece
también el presente frente al imperfecto que predo-
^Cámo se llaman, cómo se lfamaron? minaba en todo lo anterior. Llegamos a la culmina-
ción intensiva del poema, a la formulación del men-
Nadie pregunta ya, ya no hay memoria, saje. Los versos giran sobre el jozne del verso 37
ya no hay piedad, y sá/o yo contesto en que la duda formulada en presente agiganta el
40 para mi mismo, con cieria ternura, olvido al repetirse en pasado. La encantadora
porque seres humanos y folfajes familia se ha convertido en familia encantadora (33)
eumplen con sus colores, se deshojan; y la antitesis lingiiística del verso 35 perfectamente
siguen as1 las vidas y la tierra. bimembre, construido sobre el contraste (oscuro,
claro), refleja la antitesis conceptual que conlleva
Se divide el poema en tres partes, En la primera el significado de la relación casa-colegio: metamor-
(1-23) se nos describe el final de una familía. fosís de vida y esperanza que se construye precisa-
En la segunda (24^ 30) irrumpe la descripción del mente sobre la existencia de todos («en la cripta se
mundo, el paso de la historia. En la tercera (31-43) unieron los dispersos»). Por fin, tras la pregunta, el
se íntroduce ef yo del poeta. olvido en triple formulación: un verso bimembre
La primera parte oscila entre lo general y lo {«nadie pregunta ya, ya no hay memoria») seguido
particular. La descripcibn de la encantadora familia de una tercera negación^ que se articula con la con-
(1-7) que se dirige «en fila al mausoleo» deja paso testación, con la afirmación del poeta. La memoria
al paréntesis particular, «alguno tardó...» (8-11) que (recuerdo) se identifica con piedad y el poeta canta,
culmina en el verso 11, a/ té final de la fínal família; símbolo individualista de io universal, la gran
verso con aliteración de fonema labiodental /f/, re- continuidad que hizo y sigue haciendo posible la
petición de final, vocablo sobre el que se balancea vida, reunión de todo, de bueno y malo, de egoísmo y
el endecasílabo con acento en cuarta y octava, entrega, encontrando un puesto, una justificación
reflejando en el plano de la expresión el mensaje del de y para todos y cada uno de sus elementos.
contenido: final particular de unos seres y final Y entendemos ahora la preocupación por aquelia
de una clase social. Vuelve lo general en la explica- familia encantadora con que se abrió el poema que
ción de todos (12-18) que da paso a la alusión a lo se cierra con un canto de continuidad a la vida, re-
concreto (19-23). La desrealítación de un mundo flejado en la identificación vida-tierra, culminación
tantasmagórico Ileva a la desrealización del len- de la anterior dualidad seres humanos y follajes.
guaje, rompiendo moldes y normas gramaticales
(con muchos grandes ojos pálidos). Una sintaxis
lenta y morosa (advenrios en mente: exquisitamente, FINAL
simult8neamente, precipitadamente; perifrasis verba-
les: se va reuniendo, alcanzó a desvestirse; enume- Pensamos en el comentario de texto como base
raciones: verso 9 y 17-18) aparece al servicio de la de los estudios de Lengua y Literatura en el Ba-
solemnidad de la escena (se dirigen en fila al chillerato. Partiendo de la comprensión del men-
mausolEO, la generala austera), solemnidad negada saje, recorreremos un camino que nos Ilevará de la
inmediatamente por los adjetivos y, sobre todo, realidad del habla a la abstracción del sistema, que
por las serias justificaciones («del braxo de la coca», nos hará constatar los valores expresivos de la len-
«extraviado en safari o sauna o cama», cgolpes de gua y su ordenación en el texto literario para arribar,
mano, brazo o cafetera»...). Crea constantemente al fín, al análisis del texto como motivo de goce
Neruda nuevas asociaciones de significante y sig- estético para una educación de la sensibilidad.
50