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Rodriguez Valencia
Rodriguez Valencia
la planeación estratégica
a la pequeña
y mediana empresas
Joaquín Rodríguez Valencia
Sexta edición
Cómo aplicar la
planeación estratégica
a la pequeña y
mediana empresas
Sexta edición
Australia • Brasil • Corea • España • Estados Unidos • Japón • México • Reino Unido • Singapur
Cómo aplicar la planeación © D.R. 2017 por Cengage Learning Editores, S.A. de C.V.,
estratégica a la pequeña una Compañía de Cengage Learning, Inc.
y mediana empresas Corporativo Santa Fe
Sexta edición Av. Santa Fe núm. 505, piso 12
Joaquín Rodríguez Valencia Col. Cruz Manca, Santa Fe
C.P. 05349, México, D.F.
Presidente de Cengage Learning Cengage Learning® es una marca registrada
Latinoamérica: usada bajo permiso.
Fernando Valenzuela Migoya
Imagen de portada:
©Schutterstock
Composición tipográfica:
Heriberto Gachuz Chávez
Impreso en México
1 2 3 4 5 6 18 17 16 15
Contenido
Introducción vii
Resistencia a la planeación 49
Investigación sobre productividad ejecutiva 50
Investigación sobre práctica de la planeación en las pequeñas y medianas empresas 50
Deciencias de la planeación estratégica y recomendaciones 53
Preguntas para análisis 55
Casos 297
Caso 1. Asignación de recursos en el Grupo Aries 297
Caso 2. Desarrollo de estrategias en una organización 299
Introducción
La planeación es el proceso básico del que nos servimos para elegir nuestros objetivos y determinar
cómo los lograremos. Tanto las personas como las empresas deben planear, ya sea que se trate de
unas vacaciones, un evento social, un nuevo plan de ventas o la apertura de una sucursal.
Asimismo, la planeación estratégica es una herramienta que aplican los gerentes para obtener
una ventaja real sobre las empresas competidoras. Ello se debe a que las fuerzas externas, como
tecnología, gobierno, cultura, economía, entre otras, han restringido la variedad de oportunidades,
restricción que se agudizará con el transcurso del tiempo.
La planeación estratégica trata de responder algunas preguntas, como las siguientes:
Por lo tanto, la planeación estratégica es el proceso formal de planeación a largo plazo que se
utiliza para denir y lograr objetivos organizacionales. Su importancia para las empresas pequeñas
y medianas se ha incrementado en los últimos años. Los gerentes han descubierto que si denen
y tienen clara, y en términos especícos, la misión de sus empresas, les será más fácil imprimirles
dirección y propósito y, por consecuencia, funcionarán mejor, ya que responderán positivamente a
los cambios del entorno.
Nunca, como en la actualidad, el entorno o ambiente de las empresas ha estado tan lleno de
amenazas y oportunidades, y es el cambio el que las genera. La planeación estratégica prepara a
los gerentes o administradores para afrontarlo, les ayuda a valerse de él, les permite optimizar sus
benecios y reducir al mínimo sus problemas.
Esta obra fue escrita con la nalidad de ayudar a los administradores o gerentes de las pequeñas
y medianas empresas en su trato cotidiano con las nuevas condiciones en las cuales deben operar.
Su estudio les permitirá comprender y aplicar el proceso nal de la planeación estratégica, así como
denir las acciones que deberán implementar sus empresas en los años por venir. A lo largo de
sus páginas usted aprenderá a analizar el entorno o ambiente externos, ya sea económico, social,
tecnológico, cultural y de la competencia, e incluso podrá determinar la forma y la profundidad en
que estos factores afectan la planeación. También aprenderá a expresar la posición de su empresa, a
evaluar sus recursos, a identicar los objetivos y a seleccionar las estrategias necesarias para lograr-
los, ya que el libro está estructurado para estimular el desarrollo de formas creativas para manejar e
invertir los recursos, así como para solucionar los problemas existentes.
El capítulo 1 se enfoca en presentar un marco de referencia sobre los aspectos de cambio en la em-
presa y la función de planeación.
El capítulo 4 trata sobre el estudio de los cambios en el entorno de actuación de las empresas, me-
diante la elaboración de escenarios.
En el capítulo 6 se desarrolla una metodología de planeación estratégica para comprender cómo di-
señarla con base en un proceso formal, conformado por las siguientes fases: a) posición, b) recursos,
e) objetivos, d) estrategias.
En el capítulo 7 se desarrollan dos de los temas más importantes para la supervivencia y crecimiento
de la empresa: la planeación y la asignación de los recursos organizacionales.
Capítulo
Cambios en la empresa y
1
en la función de planeación
Objetivos de aprendizaje
El cambio es constante, inexorable, pero a pesar de la rapidez con que se presenta, podemos pla-
near, organizar, comunicarnos, producir, vender y consumir. Los cambios pueden ser de muchos
tipos y afectar diversas partes o funciones de las empresas o de su entorno, se presentan de manera
acelerada y poseen rasgos únicos. Los de carácter social, económico, cultural y tecnológico que
hoy nos parecen acelerados, habían sido lo bastante lentos como para permitir que las personas se
adaptaran mediante pequeños ajustes ocasionales o acumulando la necesidad de cambio. Por lo
general, los administradores o gerentes que llegan a posiciones directivas y de poder desean efectuar
más cambios que sus predecesores.
Los ajustes que requiere la administración o gerencia para manejar los cambios se han con-
vertido en el tema de mayor importancia para las personas relacionadas con esta disciplina. Si
las empresas privadas y las públicas fracasan, es porque no se han adaptado, o lo han hecho muy
lentamente; esta adaptación supone constantes y grandes ajustes a lo que hacemos y a la forma en
que lo hacemos.
Las organizaciones eran consideradas máquinas cuya función era servir a sus creadores, proporcionán-
doles una retribución sobre su inversión en dinero y tiempo; así, la principal y única función de tales
empresas era producir utilidades.
En una corporación concebida así, los trabajadores eran tratados como máquinas, aunque por
supuesto todos eran conscientes de su condición como seres humanos. Los objetivos personales de
los trabajadores carecían de importancia para los dueños de los medios de producción. El trabajo
implicaba una aceptación tácita, por parte de los empleados, del derecho que el empleador o pa-
trón tenía de tratarlos como máquinas. Esta concepción “maquinal” de la empresa no se modicó
mientras prevalecieron las siguientes condiciones:
• El propietario tenía un poder ilimitado sobre sus trabajadores: podía contratarlos, despedirlos,
recompensarlos o castigarlos a su arbitrio y sin ningún tipo de indemnización.
• La amenaza de despido a los trabajadores, y su consiguiente cesantía, era algo real y continuo.
• Las habilidades que tenían los trabajadores eran limitadas, por lo cual podían ser reemplazados
con facilidad.
• Los niveles de escolaridad y las aspiraciones de los trabajadores promedio eran escasos y, en
ocasiones, inexistentes.
Cambios en la empresa y en la función de planeación 3
• Un sistema inmerso en un medio orientado hacia ciertos objetivos y cuyos integrantes tienen un
propósito.
4 Capítulo 1. Cambios en la empresa y en la función de planeación
La empresa, como sistema abierto, reconoce que los sistemas sociales se encuentran en relación
dinámica con su entorno y reciben diferentes insumos o entradas (inputs), que se transforman de
alguna manera y salen en forma de productos o resultados (outputs). Estos sistemas no sólo están
abiertos a su entorno sino también a las interacciones entre sus componentes, lo que afecta al siste-
ma como un todo. Como arma Bucley, el sistema abierto se adapta a su entorno mediante cambios
estructurales y de los procesos de sus componentes. En la gura 1.1 se muestra la organización
como sistema abierto.
Entrada Salida
Proceso de conversión
Insumos Empresa Productos
Recursos humanos
Bienes
Recursos financieros Servicios
Recursos materiales
Recursos técnicos
Control Retroalimentación
• La empresa es un sistema abierto que interacciona ampliamente con su entorno, del que se en-
cuentra separado por límites flexibles.
• La organización tiene una misión central, que hace que todas sus partes realicen sus funciones
orientadas hacia un objetivo común.
Cambios en la empresa y en la función de planeación 5
• Existe una visión globalizadora de la empresa, a la que se considera integrada en el entorno que
la rodea.
• Las acciones de cualquier segmento de la empresa afectan la totalidad de su estructura y funciones.
• En su accionar, la empresa genera sinergia (el todo es más grande que la suma de las partes).
Si todos los subsistemas de la empresa cooperan entre sí, se obtienen mejores resultados que si
operan de forma aislada.
Tipos de planeación
El concepto de planeación, que se desarrollará más adelante, puede entenderse mejor si se contrasta
con los conceptos que prevalecen por lo general. El cuadro 1.1 muestra las orientaciones fundamen-
tales acerca de la función administrativa de la planeación.
Las diferencias entre estos aspectos se deben a sus orientaciones temporales. La orientación
de algunos planicadores es hacia el pasado (reactiva), otros están orientados hacia el presente
(inactiva), algunos más se orientan hacia el futuro (proactiva), mientras que otros consideran que el
6 Capítulo 1. Cambios en la empresa y en la función de planeación
pasado, el presente y el futuro son aspectos distintos, pero igualmente valiosos, y se concentran en
todas las orientaciones al mismo tiempo (interactiva).
En la mayoría de las empresas es posible encontrar ejemplos de todas las orientaciones básicas,
las cuales, como es de esperar, cambian con las épocas, las personas y las situaciones coyunturales.
Orientación reactiva
A los planicadores reactivistas no les satisfacen las cosas como están, ni la manera en que estas
ocurren, es decir, las preeren como alguna una vez estuvieron. Por lo tanto, pretenden volver a un
estado anterior, para lo cual deben deshacer los cambios relevantes que, de alguna manera, afecta-
ron a la empresa. Tienden a incursionar en el futuro mirando hacia el pasado, por lo que tienen una
visión más clara de dónde vinieron que del lugar hacia el cual se dirigen.
La planeación reactiva trata los problemas por separado, no de forma sistemática, y pasa por
alto las propiedades y características esenciales del todo y muchas de las propiedades importantes
de las partes. Por lo general, en las organizaciones reactivistas se acepta que la planeación es una
prerrogativa de la administración o gerencia. En contadas ocasiones se contratan los servicios o la
asesoría de planicadores profesionales, pero por lo general terminan por aprovechar el auxilio que
les pueden brindar los expertos.
Orientación inactiva
Quienes se inclinan por el enfoque inactivo están satisfechos con el statu quo, y aun cuando no
desean volver al pasado, no están del todo convencidos ni satisfechos de la forma en que la organi-
zación desarrolla sus actividades ni los resultados de éstas.
Sus objetivos son la supervivencia y la estabilidad. Cuando surge una posibilidad de cambio,
tratan de anclarse y mantener una posición ja en la que se sienten cómodos.
Los administradores o gerentes inactivistas no creen que las condiciones actuales sean las
mejores posibles, pero piensan que son relativamente buenas. Están satisfechos con las cosas tal
como están, por lo que tratan de mantenerlas. Asumen que la mayoría de los cambios son ilusorios,
y que sus negocios, aun en una situación inestable, recuperarán por sí solos el equilibrio. No reac-
cionan ante los embrollos creados por los demás, hasta que surgen las crisis, es decir, hasta que su
supervivencia o estabilidad se ven amenazadas. No tratan de identicar las causas de las crisis para
erradicarlas; sólo procuran deshacerse de las amenazas.
Las organizaciones inactivistas aprecian más las formas que la eciencia; se preocupan por
mantener “a salvo” los convencionalismos, costumbres, reglas y conducta correctas. Aprecian más
la conformidad que la creatividad.
Orientación proactiva
Quienes aplican esta losofía no desean volver a un estado previo o mantener las cosas como eran,
pues consideran que la organización tiene la capacidad suciente para crecer y lograr mejores re-
sultados. Están convencidos que el futuro será mejor que el presente y el pasado, por lo que intentan
acelerar el cambio para aprovechar las oportunidades que se les presenten.
Al igual que los reactivistas, los proactivistas piensan que la innovación tecnológica es la prin-
cipal causa del cambio, pero a diferencia de los primeros, consideran que éste es positivo, por lo
que están atentos y celebran los avances de la tecnología; creen que existen pocos problemas que
ella no pueda resolver, y se sienten cautivados por técnicas como la planeación, los modelos y los
Cambios en la empresa y en la función de planeación 7
análisis matemáticos en la toma de decisiones, los estudios de costo-eciencia, y muchas otras he-
rramientas y recursos que hoy tienen a su alcance.
La planeación proactiva intenta predecir el futuro y prepararse para él. Esta capacitación con-
siste en aprender a dar los pasos necesarios para minimizar o evitar las amenazas del futuro, y de
ser posible explotar las oportunidades futuras. Las personas proactivas, en especial los directivos
de las organizaciones que han adoptado esta visión, se preocupan más por no perder una oportu-
nidad que por el riesgo de cometer un error.
De las dos partes de la planeación (la predicción y la preparación) la primera es la más impor-
tante, pues las personas proactivas creen que es más difícil predecir con exactitud que prepararse
ecientemente para un futuro preciso; por ello realizan grandes esfuerzos por mejorar el pronóstico
mediante el apoyo al desarrollo y el perfeccionamiento de la futurología, así como de los nue-
vos métodos que tratan de prever o pronosticar el futuro.
A diferencia de la reactiva, la planeación proactiva se realiza de forma descendente, es decir, de
arriba hacia abajo. Comienza con una predicción de las condiciones del entorno o ambiente reali-
zada por un consultor profesional capacitado en planeación; posteriormente, los altos directivos ela-
boran una lista de objetivos y planes de la empresa y formulan una estrategia; después, transmiten
estos lineamientos al siguiente nivel, en donde los objetivos de éste se integran en programas gene-
rales para su desarrollo futuro; por último, estos programas (un conjunto homogéneo de proyectos)
son asignados al nivel inferior, u operativo, y el proceso se repite.
Orientación interactiva
Los interactivistas no desean volver a un estado previo ni prolongar la situación actual, ni acelerar la
llegada del futuro. En pocas palabras, niegan lo que, implícitamente, asumen los inactivistas, reac-
tivistas y preactivistas: que el futuro está fuera de control, en gran parte porque lo único que puede
controlarse, y hasta cierto punto, es el propio futuro. Creen que éste puede ser inuido por lo que
uno y los demás hacen, de la misma forma en que las acciones pasadas modicaron el curso del
presente. Piensan que el futuro es el resultado de lo que aquí y ahora estamos creando, por lo
que consideran que la planeación es “el diseño de un futuro deseable de la invención de los méto-
dos para llegar a él”.
Los interactivistas desean desempeñarse en el futuro mucho mejor de lo que pueden hacerlo
en el presente; idealizan el perfeccionamiento de su trabajo, tratan de mejorar en lo general, no en
un aspecto en particular. Su objetivo es maximizar la capacidad para aprender, adaptarse y de-
sarrollarse. Para lograr estos objetivos, el hombre necesita cubrir dos requisitos fundamentales: el
aprendizaje y la adaptación, factores decisivos debido al ritmo con que cambia la sociedad en la
actualidad. Ningún problema social u organizacional puede esperar mucho tiempo su solución.
Además, la ecacia de la solución de cualquier problema genera uno nuevo, y a menudo varios.
Los interactivistas creen que la falta de capacidad para identicar verdaderos problemas radica
en que las personas no son plenamente conscientes de lo que desean en realidad. Los seres huma-
nos no sólo persiguen nes, sino también ideales. Sin embargo, esta característica de las personas
por lo general no se toma en cuenta en todos los tipos de planeación, excepto en la planeación
interactiva. En relación con este tema, se puede decir que las personas suelen perseguir tres tipos
de nes:
1. Objetivos. Son nes que se espera alcanzar en una fecha futura y hacia los cuales es posible
hacer ciertos progresos dentro del periodo para el que se planea.
2. Metas. Son nes cuanticados que se espera alcanzar dentro del periodo que abarca la pla-
neación.
8 Capítulo 1. Cambios en la empresa y en la función de planeación
3. Ideales. Son nes que se consideran inalcanzables, pero hacia los cuales se piensa que es posible
avanzar durante y después del periodo para el que se planea.
La función de planeación debería incluir explícitamente los tres tipos de nes, pero rara vez
ocurre así.
Desde otro punto de vista, y con base en el tipo de nes que contemple, la planeación se puede
clasicar en operativa, táctica, estratégica y normativa.
En el cuadro 1.2 se muestra una clasicación y las diversas posiciones acerca de la planeación.
Planeación operativa Consiste en seleccionar medios para perseguir metas establecidas por
una autoridad superior. Por ejemplo, planear para elaborar una cantidad de un producto especi-
cado por el director o gerente de la planta. Este tipo de planeación suele tener un horizonte a corto
plazo (hasta un año). Los inactivistas preeren este tipo de planeación, aunque en general son ene-
migos de todo tipo de actividad que implique planear a futuro.
Planeación táctica En ella se eligen los medios y las metas para lograr objetivos establecidos
por una autoridad superior (por ejemplo, si el objetivo de una empresa es obtener la supremacía en
ventas dentro de los siguientes cinco años, tal objetivo debe estar a cargo del departamento de ven-
tas. Éste decidirá si la empresa puede competir con y derrotar a los competidores que más venden,
jándose determinado volumen de ventas (su meta) para el periodo cubierto por el plan. Luego debe
seleccionar los medios con los que tratará de alcanzar ese nivel previamente determinado. Este tipo
de planeación tiende a concentrarse en el mediano plazo, es decir, de dos a cinco años. Los reacti-
vistas son quienes preeren la planeación táctica. Deben elegir los estados que desean alcanzar (sus
metas) y, por supuesto, los medios para llegar a ellas.
Planeación estratégica Consiste en seleccionar medios, objetivos y metas. En este caso, los
ideales son impuestos por una autoridad superior. Este tipo de planeación suele ser a largo plazo, es
decir, a cinco años o más. Los proactivistas son proclives a preferir la planeación estratégica, pues
tienen un horizonte más amplio que los reactivistas y los inactivistas.
Planeación normativa Es aquella que requiere la elección explícita de medios, objetivos, metas
e ideales. Este tipo de planeación cubre un periodo indenido, es decir, no tiene horizonte jo. Los
interactivistas son quienes realizan la planeación normativa, en la cual el papel de los ideales no
sólo es importante sino un factor clave.
Cambios en la empresa y en la función de planeación 9
Hasta la década de 1970 se hacía hincapié en la rentabilidad; en la década siguiente, muchas empresas
intentaban crecer e incrementar su participación de mercado; en la década de 1990 una gran cantidad
de ellas elabora planes en busca de la supervivencia.
Supervivencia
La primera responsabilidad del gerente o director de una empresa es asegurar la supervivencia de la
organización de la que es responsable. En la gura 1.2 se muestran los factores que inciden sobre
las posibilidades de supervivencia de la organización.
Producto
Competencia Mercado
Supervivencia
Personal Tecnología
Capital
1. Producto. Una empresa que no se diversica nace, crece, se estabiliza y desaparece con su
único producto. Subsiste hasta que se agota la capacidad del producto que fabrica para man-
tenerse en el mercado. En ocasiones, el ciclo de vida es largo, en otras es corto. Una empresa
puede vivir el tiempo que subsiste una moda, o el lapso puede ser relativamente indenido,
como sucede en el caso de productos de primera necesidad, como la leche. La vida útil de un
bien o servicio depende de una combinación de factores difícilmente previsibles: los aspectos
37
Capítulo
Estrategia de la empresa
3
Objetivos de aprendizaje
Dada la complejidad del mundo actual, el enfoque tradicional de buscar la respuesta estratégica óp-
tima, aplicable a todas las empresas, se ha sustituido por la construcción de un sistema que combina
diferentes enfoques según las necesidades especícas de cada empresa. Adecuar la complejidad, la
exibilidad y la velocidad de respuesta de la empresa a la turbulencia de su entorno es una prueba
de que ni las estrategias complejas ni las sencillas triunfan siempre, ni por sí solas, en la incesante
carrera por obtener utilidades.
Tiempo
Factor 1900 1930 1950 1970 1990
Escuela de 1 2 3 4 5
turbulencia
El efecto turbulencia
De acuerdo con Peter Drucker (1980), la turbulencia es un conjunto de factores que generan ines-
tabilidad, provocan cambios en las conductas y los sucesos, en relación con el pasado; el efecto
turbulencia termina con las relaciones simplicadas, donde para cada suceso hay un diagnóstico y
una receta precisas.
A partir de la década de 1980 ocurren sucesos inéditos y los instrumentos que se tienen son
insucientes para interpretar y resolver los nuevos problemas. Los sucesos más signicativos fueron
los siguientes:
• El crecimiento continuo de los grandes mercados tradicionales se redujo hasta llegar a una etapa
de estancamiento.
• Esta reducción incrementó notablemente los problemas competitivos, ya que la oferta de bienes
para los mercados tradicionales siguió en aumento, pues se pensaba que la crisis era temporal.
• Junto con esta complicada situación, surgió el efecto turbulencia.
Alta
turbulencia
Zona de cruce de olas; surgen
mercados decrecientes
Mercados crecientes y otros crecientes
os
Mercados c iad a
estancados so ol
o s a nda Mercados
d u
e rca seg crecientes y
M a la decrecientes
35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90
no fue sino hasta la década de 1950 en la que los directivos de las empresas desarrollaron un
enfoque equivalente, la planeación estratégica organizacional, como respuesta al estancamiento
crónico y la paralización del crecimiento económico. Esta planeación es global, ya que intenta
considerar todas las oportunidades y amenazas que se relacionan con cada una de las áreas de
negocios de la empresa, y es armónica, pues busca desarrollar de manera coordinada las diferentes
áreas funcionales de la empresa.
Planear o no planear
El concepto de estrategia empresarial tiene varias interpretaciones. Herbert Simon destaca su as-
pecto heurístico: la estrategia es una regla básica para tomar decisiones, que guía los pasos con que
la organización se adapta a su entorno cambiante. Henry Mintzberg la dene como el modelo sub-
yacente a una serie de movimientos estratégicos (desarrollo de productos, expansión en nuevos mer-
cados, etc.). Las investigaciones de Mintzberg muestran que algunas empresas desarrollan gradual y
congruentemente sus productos y mercados hasta que una irregularidad del entorno o ambiente las
obliga a modicar de manera espectacular su trayectoria.
Las estrategias evolutivas y reactivas caracterizaron el comportamiento de las empresas durante
la primera mitad del siglo XX. En la década de 1960, el surgimiento de la planeación estratégica sis-
temática implicó una denición descriptiva de estrategia que destacaba lo que la empresa debía
hacer en el futuro, más que lo que había hecho en el pasado. La planeación estratégica es, ante todo,
explícita y anticipatoria. Algunos investigadores que centran su atención en las estrategias históricas
desconfían del concepto de planeación estratégica explícita. Otros sostienen que la planeación
enfrenta resistencias organizativas, que las estrategias planeadas generan resultados imprevistos, y
que la imprevisión y la turbulencia del entorno impiden toda planeación. Recomiendan, en cambio,
la planeación a largo plazo sólo en la medida en que se pueda prever el entorno; cuando este sea
imprevisible, aconsejan retomar sistemas de estrategia basados en la intuición y la experiencia. Esta
última posición es difícil de sostener porque, como lo explica el cuadro 3.1, los retos imprevisibles
(a partir del nivel 4 de turbulencia) son complejos y novedosos y, por lo tanto, no se puede recurrir
a la intuición y la experiencia.
Finalmente, el argumento de que la planeación estratégica ha enfrentado diversas resistencias
organizacionales es objetivamente válido. Sin embargo, la cuestión está en saber si esto signica
que deben abandonarse o buscar nuevas formas para reducir tal resistencia. Una diferencia bá-
sica entre la planeación a largo plazo y la planeación estratégica es la perspectiva que cada una
tiene sobre el futuro. En el primer caso, se espera que el futuro puede predecirse por medio de la
extrapolación del desarrollo histórico, mientras que en el segundo no se supone que el futuro sea
necesariamente mejor que el pasado, ni que pueda extrapolarse. Por lo tanto, como primer paso
se realiza un análisis de las expectativas de la empresa, mediante el cual se identican tendencias,
amenazas, oportunidades y sucesos innovadores singulares que pueden modicar las tendencias
históricas. El segundo paso es un análisis competitivo para identicar la mejora del desempeño de la
empresa, el cual puede obtenerse a través del perfeccionamiento de las estrategias competitivas en
las respectivas áreas funcionales de la organización. En la gura 3.2 se muestran las diferencias
entre la planeación a largo plazo y la planeación estratégica.
Figura 3.2 Diferencias entre los procesos de planeación a largo plazo y planeación estratégica
Objetivos
Implementación
por área funcional
Control operativo
PLANEACIÓN ESTRATÉGICA
Expectativas Objetivos
Estrategia
Objetivos de desempeño
Objetivos estratégicos
operativos
• Por lo general, los planes a largo plazo se basan en la proyección de las operaciones actuales,
realizados una vez que se conocen los cambios económicos, sociales, tecnológicos, políticos,
ambientales, etc. Estos factores sirven a una empresa para precisar su grado de expansión o con-
tracción cuando debe proyectar sus operaciones.
• La extrapolación suele ocurrir ante la sugerencia de establecer objetivos cuando se utiliza la
planeación a largo plazo. En la práctica, numerosos directivos carecen de criterio para establecer
objetivos y se ven obligados a prefigurar el futuro de su empresa más sobre la base de proyeccio-
nes que sobre un análisis estratégico que genere planes de acción que guíen el rumbo organiza-
cional.
• Cuando los objetivos a largo plazo guían la planeación, se expresan en términos financieros.
Fijadas las proyecciones de productos, recursos, mercado para lograr objetivos, etc., surge la
pregunta: ¿qué determina la gama de productos y mercados de una empresa? Es común que se
establezcan los objetivos financieros a largo plazo y se elaboren planes, a la vez que se subesti-
man, sin examinar, los factores estratégicos.
• Los planes a largo plazo se elaboran a partir de datos de niveles jerárquicos inferiores, porque en
ellos radica la información para elaborar las proyecciones. Cuando los planes se presentan a la
gerencia general, prácticamente no pueden hacerse sugerencias con respecto al futuro.
• Los planes a largo plazo tienden a ser demasiado optimistas. Esta desviación se debe a que quie-
nes proyectan a varios niveles desean mejorar sus respectivas áreas en los años venideros.
• La planeación a largo plazo comienza con supuestos respecto de factores del entorno externo
y las fortalezas y debilidades de la empresa. Aunque estos factores tienen gran importancia es-
tratégica, la planeación a largo plazo no los utiliza para hacer sus proyecciones a largo plazo
referentes a mercados y productos.
• Los planes a largo plazo tienden a ser rígidos. Proyectan a 3 o 5 años, lo que exige mucho trabajo.
Sin un marco de referencia para declarar lo que una empresa quiere ser, la planeación a largo
plazo es una mera fotografía, ya que reproduce cada detalle que la hace que sea como es. Esta
rigidez dificulta reaccionar ante cambios inesperados del entorno y hacer ajustes a los planes. Se
los modifica sólo cuando los acontecimientos alcanzan dimensión de crisis.
• La planeación a largo plazo es más bien a corto plazo. Teóricamente, esta planeación debería
abarcar cinco años y después retroceder al primer año. Pero, ¿cómo planear con un marco de
44 Capítulo 3. Estrategia de la empresa
referencia que permita visualizar cinco años adelante? Esta limitación obliga a los gerentes a
olvidar la teoría y comenzar a proyectar desde el primer año. Además, las proyecciones a mayor
plazo resultan inciertas; el primer año es el que se analiza con mayor profundidad. Los gerentes
saben que podrán realizar cambios en años futuros: sólo el año siguiente no puede modificarse,
por lo que éste se convierte en el presupuesto. Entre más corto sea el periodo considerado, mayor
será la posibilidad de que un gerente quede atrapado en las operaciones actuales y tendrá meno-
res probabilidades de que le afecte la información que pudiera tener significado estratégico.
Se puede concluir que es necesario distinguir entre planeación a largo plazo y planeación es-
tratégica con la nalidad de justicar tal separación que permita abordar la manera en que puede
mejorarse el pensamiento estratégico.
Posibilidad de planear
El supuesto básico del punto de vista estratégico de la planeación radica en que el éxito de la em-
presa es determinado por una doble relación: entre el nivel de turbulencia y la agresividad estraté-
gica, y entre la agresividad y la capacidad de administración. A continuación, en el cuadro 3.3 se
establecen las interrelaciones entre estos fenómenos y comportamientos.
Los tipos de capacidad se han elegido a n de que constituyan un apoyo ecaz para la agresi-
vidad estratégica. A las posibilidades introvertidas de custodia y producción se les llama búsqueda
de eciencia (hacerlo bien), mientras que a las posibilidades de mercado, estrategia y exibilidad se
les denomina búsqueda de ecacia (hacer lo correcto).
Finalmente, en la última la del cuadro 3.3 se relacionan los tipos de capacidades con el
concepto de sistemas cerrados o abiertos. Cuando la agresividad estratégica y las capacidades de
administración se relacionan con el nivel previsto de turbulencia, las probabilidades de alcanzar el
éxito son mayores; por el contrario, conforme aquéllas se desvían de la posición óptima, las proba-
bilidades de éxito disminuyen.
Talento/Personalidad
Estilo/Habilidad de liderazgo
Clima
Recompensas/Incentivos
Compromiso
Estructura organizacional. Abarca la red de autoridad y responsabilidad, junto con sus respectivos
deberes, obligaciones y funciones. La experiencia muestra que la estructura funcional es inecaz
para responder a las irregularidades estratégicas.
Estrategia de la empresa 47
Autoridad/Estructura de responsabilidad
Planeación
Sistemas/Procesos
Competencia
Ejecución
Control
Información
Alta dirección
Habilidad
Dirección media
Supervisión
Staff
• Talento
Directivos Mentalidad • Cualidades
• Conocimientos
• Estructura
Organización Clima • Sistemas
• Capacidad
Turbulencia 1 2 3 4 5
del entorno Repetitiva En expansión Cambiante lrregular Imprevista
Orientada a la Orientada al
Capacidad de Custodia Estratégica Flexible
producción mercado
Administradores
o gerentes Vacío de
capacidad
Cultura
Competencia
Perfil futuro
Habilidad Perfil actual deseado
Estrategia de la empresa 49
Una de las fórmulas para superar la resistencia a la planeación consistía en asegurarse el respal-
do entusiasta y el apoyo enérgico de la alta dirección. Con el tiempo se comprendió que, si bien este
apoyo era necesario, no eliminaba por sí mismo la resistencia ni aseguraba una respuesta oportuna;
tampoco impedía el abandono de la planeación estratégica cuando el interés de la alta dirección se
centrara en otra actividad. Los continuos fracasos nos llevan a concluir que, cuando una empresa
afronta una irregularidad estratégica, la resistencia a la planeación exige medidas más contundentes
que la simple expresión de apoyo de la alta dirección.
Resistencia a la planeación
La resistencia a la planeación es un fenómeno complejo que tiene varias aristas (administrativas,
sociológicas, psicológicas). A continuación se presentan algunos aspectos relevantes de esta pro-
blemática.
El análisis anterior pone en evidencia una serie de variables que la alta dirección puede contro-
lar para reducir la resistencia y aumentar el apoyo: la duración del cambio, la percepción que del
cambio tienen los grupos y los individuos afectados, la incorporación al proceso de cambio de los
eventuales partidarios y la exclusión de sus adversarios, la formación de coaliciones para alentar a
los adversarios a mantenerse neutrales o a apoyar el cambio, la elección de la secuencia de cambio,
etcétera.
• Sólo 25% de los directivos establecen consistentemente, en su plan estratégico, resultados men-
surables para evaluar a posteriori su nivel de productividad.
• Sesenta por ciento de los directivos establece objetivos y planes, mientras que 30% sólo los esta-
blece a veces.
• Cuarenta y cuatro por ciento de los directivos juzga deficiente el logro de los objetivos y planes.
• Cuarenta y ocho por ciento de los directivos establece los objetivos y planes organizacionales por
escrito.
• Sólo 31% de los gerentes de nivel medio establece objetivos y planes en sus áreas funcionales.
• Sólo 22% de los directivos elabora planes estratégicos para sus empresas.
• De los directivos que elaboran planes estratégicos, 49% considera insuficiente la manera en que
se han cumplido.
Con base en los resultados anteriores, podemos concluir que el problema más importante es
la orientación y conducción de una empresa a largo plazo, lo cual es responsabilidad esencial del
propietario, director o gerente general. Se intenta resolver este problema perenne en toda organiza-
ción con el concepto de estrategia y la determinación de objetivos y políticas. Se pueden distinguir
tres actividades diferentes dentro de este problema:
ISBN-13: 978-607-522-830-3
ISBN-10: 607-522-830-6