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Dirección de Ventas. Una Visión Integral
Dirección de Ventas. Una Visión Integral
Dirección y coordinación
Miguel Ángel Moliner Tena
Javier Sánchez Garcia
Dirección de ventas
Una visión integral
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Índice
Introducción
Parte primera. Las ventas en el entorno actual
1. La venta en el contexto actual
1.1. Marketing y ventas: enfoques evolutivos de la empresa
1.1.1. El concepto de marketing asociado a la venta
1.1.2. La influencia del marketing en las ventas
1.2. La función de la venta en la empresa
1.3. Estructura del departamento de ventas: organigrama y funciones
1.3.1. Las funciones del vendedor
1.3.2. Las funciones del director de ventas
Contenido adicional
Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
2. La venta relacional
2.1. El marketing y las ventas en el entorno actual: la venta desde un enfoque relacional
2.2. El proceso de venta relacional
2.3. El equipo de ventas relacional
2.4. La relación entre el equipo de ventas y sus clientes
2.5. Nuevas tendencias en la venta relacional
Contenido adicional
Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
3
4. Las fases avanzadas del proceso de ventas
4.1. La presentación de ventas
4.1.1. La importancia de la presentación de ventas
4.1.2. Las etapas de la presentación de ventas
4.2. La demostración
4.2.1. La comunicación efectiva en la venta
4.2.2. Aplicación de la programación neurolingüística (PNL) a la venta
4.3. El tratamiento de objeciones
4.3.1. Tipologías de objeciones
4.3.2. Cómo responder a los distintos tipos de objeciones
4.4. El cierre
4.4.1. Indicios del cierre de ventas
4.4.2. Técnicas de cierre de ventas
4.5. La venta no acaba en el cierre
Contenido adicional
Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
5. El servicio al cliente y la gestión de reclamaciones
5.1. La importancia del servicio al cliente
5.2. Tipología de clientes
5.3. Las quejas y reclamaciones en la venta
5.3.1. La gestión de las quejas y reclamaciones
5.3.2. Tipos de quejas y reclamaciones
5.3.3. Pautas generales en el trato de las reclamaciones
5.4. La fidelización del cliente
5.4.1. El mantenimiento y la retención de los clientes
5.4.2. Herramientas de fidelización
5.4.3. La recuperación de los clientes perdidos
Contenido adicional
Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
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7. Diseño de la estructura de ventas
7.1. La estructura de la agrupación de la fuerza de ventas
7.1.1. Estructura horizontal de las ventas
7.1.2. Estructura vertical de las ventas
7.1.3. Tipología del vendedor
7.2. Tipos de ventas
7.2.1. Clasificación de las ventas atendiendo a la relación con las personas que ejercen la venta
7.2.2. Clasificación de las ventas atendiendo a la disposición o no de canal físico de
distribución
7.3. La venta multicanal
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Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
8. Reclutamiento, selección y formación de los vendedores
8.1. El diseño del puesto de trabajo y del perfil del vendedor
8.1.1. El diseño del puesto de trabajo
8.1.2. El perfil del vendedor
8.2. Diseño del proceso de reclutamiento y selección
8.2.1. Concepto
8.2.2. Fuentes de reclutamiento
8.2.3. La preselección
8.2.4. La entrevista preliminar
8.2.5. Técnicas de selección: tests psicotécnicos, exámenes, técnicas de simulación
8.2.6. La entrevista final
8.2.7. Decisión y admisión
8.3. Protocolo para nuevos vendedores: el manual de acogida
8.3.1. Agentes responsables
8.3.2. El manual de acogida
8.4. El proceso y planificación en la formación de la fuerza de ventas
8.4.1. Definición de objetivos/resultados de la formación
8.4.2. Delimitación de los contenidos del programa
8.4.3. Definición del responsable de impartir el programa
8.4.4. Delimitación temporal y espacial del programa
8.4.5. Selección de los métodos de formación
8.4.6. Implementación del programa y control de resultados
Contenido adicional
Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
9. La motivación y la remuneración de la fuerza de ventas
9.1. Concepto e importancia de la motivación
9.2. Métodos de motivación de los vendedores
9.3. La adaptación de los distintos métodos de motivación a los distintos tipos de vendedores
9.4. Concepto e importancia de la remuneración
9.5. Aspectos a tener en cuenta en la remuneración de ventas
9.6. Técnicas de remuneración
9.6.1. Sueldo fijo
9.6.2. Comisión
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9.6.3. Primas
9.6.4. Otros sistemas
9.7. Nuevas tendencias en la motivación y la remuneración de ventas
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Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
10. Gestión del territorio y de las rutas
10.1. Concepto de territorio
10.2. Territorio y número de vendedores: el método de la carga de trabajo
10.3. Los itinerarios de ventas: las rutas
10.3.1. El diseño de las rutas
10.4. Las nuevas tecnologías de la información y su aplicación a la distribución geográfica del
equipo de ventas
10.4.1. El control de rutas. Los sistemas de información comercial (SIC)
10.4.2. Los sistemas de información geográfica (GIS)
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Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
11. La evaluación y el control de los vendedores
11.1. Finalidad de la evaluación de ventas
11.2. Aspectos a tener en cuenta en la evaluación de ventas
11.3. Evaluación de los resultados y de los comportamientos del equipo comercial
11.4. La evaluación y su efecto en la promoción de los vendedores
11.5. Nuevas tendencias en la evaluación de los vendedores
Contenido adicional
Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
12. La ética en la venta
12.1. La ética en la venta personal
12.2. La moral de empresa: código ético y código deontológico
12.3. La dirección de ventas y su rol en los comportamientos éticos
12.4. La influencia de las nuevas tecnologías de la información y de las redes sociales en el
comportamiento de las empresas
12.5. Nuevas tendencias en el comportamiento relacional de las empresas y su entorno
Contenido adicional
Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
13. La gestión de las grandes cuentas y los grupos de compra
13.1. La organización de la negociación de las compras
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13.2. Las plantillas o acuerdos comerciales
13.2.1. Estructura de la plantilla o acuerdo comercial
13.2.2. La negociación de la plantilla o acuerdo comercial
13.3. Las ventajas y desventajas de los acuerdos comerciales
13.4. Key account management
13.5. El trade marketing
Contenido adicional
Caso práctico
Preguntas de autoevaluación y revisión
Preguntas a debate
Términos clave
Bibliografía
Créditos
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Introducción
Desde los orígenes de la historia de la humanidad las ventas han estado unidas a la
evolución del ser humano. La expansión de los pueblos de la antigüedad tenía su causa
principal en la búsqueda de nuevos mercados y nuevas riquezas. Los tartesios, los
fenicios, los griegos, los cartagineses y los romanos priorizaron sus colonias y sus
conquistas militares en función de sus intereses comerciales. Pero esto no sólo sucedió
en occidente. En el lejano oriente también se desarrolló una intensa actividad comercial,
como demuestra la importancia de la Ruta de la Seda, que durante milenios fue un canal
de distribución de productos y de cultura.
Tras la revolución industrial y la aparición de una nueva forma de organización de la
actividad productiva y comercial (la empresa), la función comercial empezó a
profesionalizarse, con la creación de nuevas figuras más especializadas. Junto a la
aparición de la empresa moderna, una segunda revolución que impactó en el cambio de
las ventas fue el desarrollo de los medios de transporte, que permitió desplazar personas
y mercancías de manera más rápida y económica. La tercera gran revolución que ha
afectado a la función comercial es más reciente, y deriva de la revolución digital, que ha
aportado herramientas informáticas a la gestión comercial y una ventana ilimitada a la
información.
El perfil del vendedor ha evolucionado mucho en pocos años, de tal manera que el
comercial moderno no sólo debe conocer idiomas y tener don de gentes, sino que debe
ser un profesional con sólidos conocimientos de marketing y de técnicas de ventas,
multicultural y con habilidades contrastadas en el trabajo en equipo, de manejo de las
nuevas tecnologías, de internet, de las redes sociales y de trabajar en función de
objetivos. En un mundo tan competitivo como el actual, donde el consumidor ha
evolucionado hasta convertirse en un individuo muy informado y celoso de su tiempo, la
función comercial ha tenido que cambiar su filosofía. Muchas empresas se han dado
cuenta que hay que tener una visión a largo plazo, estableciendo con sus clientes una
relación basada en la confianza y el win-win.
Esta nueva visión del vendedor moderno es la que se deriva de la corriente del
marketing relacional, que establece que las relaciones de una empresa con sus clientes
deben ser vistas bajo la óptica de la rentabilidad a largo plazo, escapando de las
presiones de los resultados a corto plazo que pueden implicar una deficiente satisfacción
del consumidor. El elemento clave para mantener relaciones rentables a largo plazo es
generar satisfacción y conseguir la confianza del cliente, que son los precursores
fundamentales de su fidelidad. El objetivo final es alcanzar la lealtad del comprador, que
implica las repeticiones de las compras y un boca-oído favorable.
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La misión del presente libro es desglosar las funciones del vendedor moderno bajo la
óptica del marketing relacional. Este manual no se circunscribe solamente a la figura del
comercial, sino que describe también el papel y las funciones del director de ventas,
figura clave en la planificación, ejecución, control y evaluación de los planes
comerciales de las empresas. Con todo ello, el libro pretende convertirse en un manual
de referencia no sólo para los estudiantes del ámbito de empresa, sino también para los
profesionales que buscan una reflexión y una sistematización de sus tareas.
Dirección de ventas. Una visión integral, está estructurado en tres grandes partes
temáticas para un total de trece capítulos. Cada capítulo cuenta con contenidos
especializados que desarrollan con profesionalidad y rigor una temática específica.
Como complemento, en muchos capítulos se incorpora un apartado que describe las
tendencias más relevantes en el ámbito de estudio. El colofón es que al final de cada
capítulo se aporta un contenido adicional donde se plantea un caso práctico, que analiza
alguna problemática específica tratada en la teoría, unas preguntas de autoevaluación y
revisión, y unas preguntas de debate. Por tanto, el libro no es solamente un desglose de
términos y teorías, sino que también persigue incitar al debate y a la reflexión del lector
o de un grupo de trabajo. Finalmente se aportan los términos clave de cada capítulo y la
bibliografía específica utilizada para la elaboración del mismo.
La primera parte trata de las ventas en el entorno actual. A lo largo de los dos
primeros capítulos se repasa la estrecha relación que existe entre el marketing y las
ventas y la necesidad de coordinar ambas funciones. También se describen las funciones
del vendedor y del director de ventas, que son los actores principales del discurso. Un
punto clave para entender la novedad del libro es la explicación del enfoque de
marketing relacional, aspecto que se desarrolla en el capítulo dos, y que es el
fundamento filosófico de todo el manual. Términos como la fidelización, la satisfacción,
la confianza, el cultivo de las relaciones y la rentabilidad a largo plazo son las claves
para entender el marketing de relaciones.
La segunda parte se dedica a las técnicas de ventas, y por tanto desarrolla las
funciones y tareas del vendedor. Esta parte está compuesta por tres capítulos, que
desarrollan los diferentes aspectos del trabajo del comercial pero desde la óptica del
marketing relacional. Para entender esta parte hay que tener en cuenta el proceso de
ventas que debería seguir un comercial, que en definitiva es la metodología de trabajo
que se propone para el vendedor. Estas fases son el eje en torno al cual se estructuran los
tres capítulos de esta parte, y son: a) la prospección de ventas, b) la preparación de la
entrevistas de ventas, c) el acercamiento y el establecimiento del contacto con el cliente,
d) la presentación de ventas, e) la demostración, f) el tratamiento de las objeciones, g) el
cierre y h) el servicio al cliente y la gestión de las reclamaciones.
En el capítulo tres se desarrollan las fases iniciales del proceso de ventas, justo antes
del contacto cara a cara entre vendedor y cliente. Más concretamente, se describen la
prospección de ventas, destacando la importancia de la investigación previa y de la
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búsqueda de información con el fin de identificar prospectos o clientes potenciales. A
continuación se habla de la segunda fase, la preparación de la entrevista de ventas. Una
vez identificados los prospectos, el vendedor debe preparar la entrevista, estableciendo
los objetivos que persigue y cuál va a ser el enfoque de la visita. Finalmente, la última de
las fases iniciales es el acercamiento y el establecimiento del contacto con el cliente,
donde se establece la fecha de la visita presencial. Como complemento a esta parte, el
capítulo tres finaliza hablando del CRM (Customer Relationship Management) y de las
ventajas que aportan las actuales tecnologías de la información a la hora de gestionar la
función comercial dentro de la empresa.
El capítulo cuatro aborda en profundidad el contacto presencial entre vendedor y
cliente, es decir, la presentación de ventas. Como en un escenario teatral donde se
desarrolla una función, se estudian los aspectos formales y no verbales de esta fase,
prestando una atención especial a dos elementos clave de la presentación de ventas: la
demostración y el tratamiento de las objeciones. La demostración es el momento en que
se hace una prueba práctica del producto ante el cliente, explicando su funcionamiento y
sus ventajas. El otro elemento clave de la presentación de ventas es el tratamiento de las
objeciones, donde el cliente plantea sus dudas y su necesidad de ampliar la información
sobre la oferta. Para finalizar el capítulo se habla del cierre de la venta, que es el
momento de la verdad, en el que todo el esfuerzo realizado y todas las fases previas
deben materializarse en una venta.
El capítulo cinco es el último de la parte dedicada a las técnicas de venta, y trata de la
fase posventa. Más concretamente, profundiza en el servicio al cliente y en la gestión de
las quejas y reclamaciones. La idea fundamental es que la venta y la relación con el
cliente no acaba una vez cerrada la venta, sino que es fundamental seguir tratando al
cliente, puesto que la filosofía del marketing de relaciones fija su atención en el largo
plazo. Para conseguir que un cliente repita sus compras y transmita un boca-oído
positivo es necesario que se genere satisfacción en cada contacto y que los beneficios
sean mutuos. La palabra clave es confianza, y para conseguirla es necesario una sucesión
de encuentros satisfactorios.
La parte tercera está dedicada a la dirección de ventas y su objetivo es describir las
funciones directivas del responsable de ventas de una empresa o de una zona comercial.
Esta parte está estructurada en ocho capítulos, que desarrollan distintos aspectos de la
dirección comercial. Más concretamente, se describe: a) el liderazgo en ventas, b) el
diseño de la estructura de ventas, c) el reclutamiento, selección y formación de los
vendedores, d) la motivación y la remuneración de la fuerza de ventas, e) la gestión del
territorio y de las rutas, f) la evaluación y el control de los vendedores, g) la ética en la
venta, y h) la venta a las grandes cuentas y los grupos de compras.
El capítulo seis se centra en el liderazgo que debe ejercer un director de ventas. Desde
un punto de vista formal e informal, el estilo de dirección es fundamental a la hora de
motivar y coordinar a un equipo. En este sentido, cualquier directivo debe adoptar un
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estilo acorde a los tiempos modernos, a las teorías de gestión de recursos humanos y al
tipo de personal que está a su cargo. En el capítulo se describen distintos tipos de estilos
de liderazgo, la dirección del grupo y su dinámica, la gestión de la comunicación, las
tareas directivas básicas (planificación, ejecución, control y evaluación) y el manual de
ventas como herramienta básica de coordinación del equipo de ventas.
El capítulo siete aborda la problemática de cómo estructurar la función de ventas en
la empresa. Así se habla de los distintos tipos de estructuras organizativas (horizontal y
vertical) y de la tipología del vendedor (de plantilla o a comisión). En el diseño de la
estructura comercial también hay que tener en cuenta los tipos de ventas, puesto que no
es lo mismo la venta directa que la indirecta, ni si es necesario un canal físico de
distribución o no. Finalmente se habla de la venta multicanal.
El capítulo ocho se centra en el reclutamiento, selección y formación de los
vendedores. Todos los aspectos contemplados en el libro son importantes para el éxito en
las ventas, pero sin ningún tipo de duda el reclutamiento de los comerciales es una
condición necesaria. Como en cualquier aspecto de recursos humanos, el primer paso es
el diseño del puesto de trabajo y la descripción del perfil ideal del vendedor. A
continuación hay que establecer el proceso de reclutamiento y selección a seguir, en el
cual es recomendable que se tengan en cuenta las fuentes de reclutamiento y la
metodología habitual de selección de personal. Un elemento que cada vez está
adquiriendo más relevancia en la gestión de los recursos humanos es el manual de
acogida, que establece un protocolo de bienvenida e integración de los nuevos
vendedores. El capítulo finaliza destacando la importancia de la formación continua de
los vendedores y de la necesidad de que la empresa establezca un plan de formación
específico para estos profesionales.
El capítulo nueve trata de otro aspecto fundamental en la dirección de recursos
humanos: la motivación y la remuneración de la fuerza de ventas. Todos los trabajadores
de una empresa necesitan estar motivados, pero en el caso de los vendedores este aspecto
es más importante si cabe, por las peculiaridades de este puesto de trabajo. En el capítulo
se describen distintos métodos de motivación de los vendedores y la importancia que la
remuneración juega en este ámbito. En el último apartado se abordan los distintos
elementos que componen la remuneración de un vendedor (sueldo fijo, comisión y
primas) y la importancia que cada elemento tiene en función del perfil y edad del
comercial.
El capítulo diez aborda la problemática de la gestión del territorio y el
establecimiento de rutas. Cada vendedor tiene una zona asignada y es responsable de las
ventas de la empresa en dicho territorio. En este capítulo se define el concepto y los
límites del territorio, y se establece la metodología de trabajo habitual en las visitas. La
clave consiste en preparar cada viaje estableciendo itinerarios o rutas que permitan
maximizar los resultados y gestionar el tiempo de la manera más eficiente posible. Para
acabar el capítulo se destacan las ventajas que pueden aportar las nuevas tecnologías,
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como los sistemas de información comercial y los sistemas de información geográfica.
El capítulo once profundiza en la evaluación y el control de los vendedores. Esta es
una de las tareas directivas clásicas de cualquier responsable empresarial. En este
capítulo se debate sobre la finalidad que debe tener la evaluación de las ventas y los
aspectos clave a tener en cuenta. También se diferencia entre la evaluación de resultados
y las competencias del equipo comercial, y se discute sobre las consecuencias de la
evaluación en la promoción interna.
El capítulo doce se centra en un aspecto que cada vez tiene más importancia en esta
profesión y que los autores consideramos fundamental en el enfoque relacional del
marketing: la ética. Tradicionalmente, el vendedor ha padecido una mala imagen
asociada a la falta de ética. Aún existe la visión popular de que el vendedor busca
conseguir la venta sin importarle los medios. El enfoque relacional a largo plazo, que
busca generar confianza y la repetición de las compras, exige un perfil de vendedor y de
director comercial con comportamientos éticos. Por ello, en el capítulo se destaca la
importancia de los códigos éticos y deontológicos, y de que estos valores formen parte
de la cultura organizativa de la empresa.
El capítulo trece es el último del libro, y aborda el caso específico de las grandes
cuentas y de los grupos de compras. La evolución de las economías desarrolladas ha
conllevado la creación de grandes grupos de distribución y de grandes empresas con un
gran poder de negociación. Estos grandes clientes exigen un trato diferente y unas
condiciones especiales, por lo que su caso merece un estudio específico. En el capítulo
se habla de cómo se deben organizar este tipo de ventas y de la formalización de los
acuerdos comerciales. Se destaca la importancia de crear figuras como el Key Account
Manager y de utilizar el Trade Marketing.
Tras esta breve descripción de los trece capítulos del libro, el lector podrá entender
mejor el título del libro: Dirección de ventas. Una visión integral. El objetivo del libro es
hacer una descripción integral de la función comercial, tanto desde la perspectiva del
vendedor individual como del director de ventas. Además, se realiza desde una filosofía
integradora, como es la del marketing relacional, de tal manera que el objetivo final es
conseguir mantener relaciones duraderas y rentables a largo plazo con los clientes. Junto
a ello, las nuevas tecnologías están muy presentes en los diferentes capítulos, postulando
que el vendedor y el director comercial deben aprovechar las ventajas tecnológicas que
aportan el desarrollo informático y de internet. Finalmente, se hace un esfuerzo por
vislumbrar las tendencias en los diferentes ámbitos de estudio, que serán las líneas en las
que los comerciales deberán progresar en esa idea de formación y reciclaje continuo.
Un grupo de siete profesores de la Universitat Jaume I de Castellón hemos dedicado
más de un año a desarrollar este manual de ventas. Nuestra intención es ir mejorando el
libro en sucesivas ediciones, con el fin de adaptar sus contenidos a la evolución
constante de esta apasionante profesión. Diferentes factores del entorno, como el rápido
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progreso tecnológico y el proceso continuo de integración cultural que supone la
globalización, aconsejan estar alerta sobre el futuro inmediato. Queremos agradecer la
paciencia y los comentarios realizados a los diferentes borradores realizados a Miguel
Santesmases, profesor emérito de la Universidad de Alcalá, coordinador académico de la
serie de marketing de la editorial Pirámide, pero sobre todo referente personal y
académico de toda una generación de profesores universitarios de marketing. También
queremos agradecer a Inmaculada Jorge, directora de la editorial Pirámide, su
comprensión y ayuda en la edición del libro. Esperamos, sinceramente, que el lector
encuentre en este libro las respuestas a algunas de las preguntas que seguramente se
habrá planteado. Sin embargo, no consideramos que Dirección de ventas. Una visión
integral sea el final de un proceso, sino el inicio de un proyecto que pretendemos que
genere una relación duradera a largo plazo con nuestros lectores.
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PARTE PRIMERA
Las ventas en el entorno actual
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1
La venta en el contexto actual
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empresas prescindían, en especial las PYMES, por no ver su utilidad, por su falta de
entendimiento o simplemente porque pensaban que era algo que escapaba de sus
posibilidades. En otras palabras, no existía una cultura formal en torno al marketing. Sin
embargo, el éxito alcanzado por pequeñas empresas que, con la ayuda de técnicas de
marketing, han logrado convertirse en grandes empresas, algunas de ellas
internacionales, les ha abierto los ojos y ha conseguido que empiecen a entender la
filosofía de marketing y su aplicación empresarial.
Para poder entender mejor todo este proceso es necesario realizar un pequeño viaje al
pasado, y observar la evolución del marketing desde mediados del siglo XX.
Concretamente, muchos analistas consideran que es a mediados de los años 50 cuando
comienza la era del marketing. En esa época muchas empresas reconocen que el
vendedor está en posición de reunir información acerca del producto, mercado y
servicios respecto a las necesidades del cliente. Esta situación que caracteriza a la
economía mundial obedece a un contexto postbélico que acompañó la década de los 50,
impulsado por la capacidad productiva de Estados Unidos y por la necesidad reinante de
ir satisfaciendo la demanda de productos, tanto en los desabastecidos mercados europeos
como en el próspero mercado americano.
Posteriormente, en la década de los 60 se produce el auge del marketing industrial,
fruto de la mejora de las economías europeas, que comienzan a tener iniciativas propias,
así como de la economía americana, que sufre un boom en el consumo. A finales de los
años 60 y principios de la década de los 70 comienza la era de las ventas consultivas. En
estos años se identifican las necesidades del cliente mediante la comunicación
bidireccional. Así, el suministro de información y la negociación reemplazan a la
manipulación. Las empresas tienen capacidad productiva excedente, y ello les obliga a
empezar a escuchar a sus clientes, aunque se realiza de una forma muy primitiva.
Pero no es hasta la década de los 70 cuando surge el marketing tal y como lo
conocemos hoy en día, con el nacimiento del concepto de la «orientación al marketing».
Fue a principios de dicha década cuando, tanto desde los propios centros de
investigación como desde el punto de vista de los profesionales, se resalta la importancia
que tienen los deseos y necesidades del consumidor en el proceso de compra. También
es en esta década cuando la investigación de mercados empieza a adquirir especial
relevancia como respuesta a esta nueva situación. La sociedad que surge tras la
primavera del 68, más contestataria, inconformista y que pone en juicio los valores
económicos, culturales y sociales mantenidos hasta el momento, obliga a las empresas a
reconsiderar el camino recorrido. La crisis económica y energética que tuvo lugar a
partir de 1973 supone un refuerzo hacia este necesario cambio. En este sentido, el boom
consumista de los años 60 se ve paralizado de repente, y los gobiernos occidentales y las
empresas se ven obligadas a implementar los cambios necesarios para asegurara su
supervivencia, cambios que se alargaron hasta principios de los 80. En suma, las
empresas se percatan de que la orientación a la producción y a la venta de los productos
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ya no es la opción más acertada, ya que la gente no desea esa forma de actuar y busca
soluciones más acordes con la época que está viviendo.
A principios de la década de los 80 comienza la época de las ventas estratégicas,
donde se presta tanta atención a la planificación y a la estrategia como a las tácticas de
venta. Además, se concede más importancia a la ubicación del producto. El
merchandising asume protagonismo como herramienta de marketing y como elemento
impulsor de las ventas para el departamento comercial.
A principios de los 90 surge la época de las asociaciones. El cliente suplanta al
producto como fuerza impulsora en las ventas, dando énfasis a las relaciones de calidad
total que tienen como resultado negocios subsecuentes y referidos.
Por último, algunos especialistas consideran que, en la actualidad, nos encontramos
inmersos en una nueva etapa, en la que se está produciendo una orientación hacia las
personas de una forma mucho más individualizada a como se había venido haciendo en
décadas anteriores. Las nuevas tecnologías de la información, los nuevos avances
tecnológicos, la nanotecnología aplicada a los productos y a los procesos productivos
nos sitúan en una nueva etapa de marketing personalizado. Este nuevo contexto
tecnológico y cultural permite la investigación, el desarrollo y la innovación en la
producción de productos y la prestación de servicios mucho más adaptados a las
necesidades personales de cada individuo. En consecuencia, los conceptos de segmento
de mercado o mercado objetivo pierden fuerza en cuanto a su contenido, pero ganan
relevancia en cuanto a su composición y conocimiento, necesarios para poder ser más
eficientes en los procesos productivos. A todo ello se une una creciente corriente de
pensamiento asociada a la necesidad de crear una sociedad sostenible, respetuosa con el
medio ambiente y con las personas que la integran, la cual obliga a adoptar este enfoque
en la creación de los procesos productivos de las empresas. De este modo se busca ser
más eficiente y más ecológico y, a la vez, ser más sensible a las nuevas particularidades
de una sociedad cambiante y fragmentada, donde se entremezcla la globalización de
tendencias con la reivindicación de lo local en contraposición a lo general. A partir de
estas premisas, y en base a la tecnología existente, actualmente se puede comercializar
un producto sobre una base individual, lo que da lugar a la aparición de nuevos
conceptos como el marketing one to one, el marketing de permiso o la customización de
los productos y servicios a las necesidades reales de cada individuo.
En base a estos diferentes enfoques evolutivos en la empresa, el papel del vendedor
ha pasado de impulsor de las ventas a apoyarse en un modelo avanzado de ventas
estratégicas, donde el vendedor se convierte en consultor, asesor y apoyo del cliente en
la venta de sus productos y en la prestación de sus servicios. En este contexto relacional
se producen los siguientes desarrollos:
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problemas. El cliente se convierte en un socio necesario para alcanzar una
rentabilidad conjunta, donde se establecen parámetros de colaboración para buscar
beneficios comunes.
— El desarrollo de una estrategia de relaciones conlleva necesariamente la adopción
de la filosofía de doble ganancia, o de múltiple ganancia si hablamos de una
sociedad sostenible y duradera, la proyección de una imagen positiva y la
flexibilidad en el estilo de comunicación.
— El desarrollo de una estrategia de producto, que comporta la valoración del
conocimiento del producto, el uso del método características-beneficio y la
posición del producto.
— El desarrollo de una estrategia de cliente, que requiere la fijación de objetivos, el
desarrollo del plan de presentación y la prestación de servicios de alta calidad y de
elevado valor para el cliente. Los servicios ya no se diseñan de acuerdo a los
intereses de la empresa únicamente, sino en función de las verdaderas necesidades
de los clientes.
— Por último, el desarrollo de una estrategia de presentación implica la comprensión
del comportamiento del cliente, el descubrimiento de sus necesidades y la base de
clientes reales y potenciales sobre la que trabajar.
Para entender cómo afecta el marketing a las ventas es fundamental conocer las
herramientas con las que se trabaja en este ámbito. A las tradicionales cuatro p’s de
marketing-producto, precio, promoción y distribución (place), se han unido otras más
recientemente. En concreto (Kotler y Keller, 2012): los procesos, los programas, las
personas y el performance (resultados). Todas ellas constituyen el actual marketing mix
de la empresa, que comprende todas las herramientas que se ponen en juego para
implantar estrategias de marketing y alcanzar los objetivos establecidos por la misma.
Incluso hay autores, como Pearson (2014), que llegan a definir 20 P’s en el contexto
actual.
Todas las decisiones que se tomen en torno a las herramientas de marketing deben ir
encaminadas a garantizar la consecución de un objetivo de ventas y/o la consecución de
una mejora en la imagen de marca de la empresa. De esta manera, una estrategia de
marketing bien consolidada facilitará un aumento de las ventas, un procedimiento para
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conseguirlo y, en definitiva, el éxito de la compañía.
Otro elemento a considerar es el objetivo natural de marketing, que se centra en la
satisfacción del cliente. En el fondo, lo que se busca es la satisfacción del cliente y la
generación de outputs positivos para la sociedad, ya que, tal y como hemos podido
observar en la definición de la AMA (2007), el marketing está orientado al cliente y a la
sociedad en general. A este respecto, es precisamente el departamento comercial quien
tiene como objetivo satisfacer a sus clientes a través de la venta de productos o de la
prestación de servicios. De hecho, el éxito de una empresa se mide en parte por el éxito
logrado sobre sus clientes, tanto en el apartado financiero como en el apartado intangible
de marca.
El departamento comercial y el departamento de marketing, por tanto, necesitan
necesariamente coordinar sus esfuerzos para poder alcanzar los objetivos marcados por
la empresa (figura 1.1).
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Factores como el encarecimiento de los desplazamientos, la racionalización de los
pedidos y la creciente necesidad de no almacenar producto si no está vendido, obliga a
gestionar de una forma más eficiente el departamento comercial de las empresas. Ante
esta situación, no podemos dejar que las amenazas del mercado nos dejen fuera de éste.
Para evitar que esto suceda necesitamos contar con la capacidad de optimizar los
recursos y capacidades de las empresas, entre las que se encuentran las acciones e
iniciativas comerciales. Todo ello persigue un claro objetivo: el éxito en la ejecución del
plan de ventas, que necesariamente debe estar integrado con el plan de marketing y a su
vez con el plan estratégico y el plan de negocio (figura 1.2).
20
innumerables decisiones, las cuales en conjunto determinarán su supervivencia a lo largo
del tiempo.
El entorno económico en el que nos encontramos es cada vez más complejo y
fragmentado. La globalización de la economía mundial de finales del siglo XX está dando
paso a comportamientos más localistas como respuesta a este intento de homologación
de la realidad económica. Además, la forma de acceder a los distintos mercados también
ha cambiado como consecuencia de la aplicación de las nuevas tecnologías de la
información, ayudando a fragmentar los mercados. Hoy en día los consumidores no son
meros individuos pasivos a la espera de que se les diga lo que tienen que hacer y
consumir. En este nuevo escenario multiplataforma, social, virtual y físico a la vez, los
consumidores se convierten en muchos casos en prosumidores, es decir, en productores
de contenido y en consumidores de producto, aunque también pueden convertirse en
profesionales y consumidores a la vez. El nuevo concepto de internet a partir de la Web
2.0 ha dado un nuevo énfasis a la misma, potenciando el trabajo prosumidor a través de
redes de colaboración que agregan valor de manera colectiva, incentivando la innovación
y compartiendo conocimientos que aceleran los ciclos económicos y tecnológicos. El
concepto prosumer describe de forma fidedigna a millones de personas que participan en
la revolución del Web 2.0, ya que son cada vez más las personas que desarrollan un
papel más activo en la red, que se involucran en crear y subir contenidos, en crear y
compartir información, siendo a su vez consumidores de la misma, creando así un
abanico de información en todos los sentidos. Adicionalmente, en este contexto
multiplataforma, cuando los prosumer se encuentran vinculados emocionalmente a la
marca se convierten en sus verdaderos embajadores, en una fuerza de ventas
emocionalmente vinculada a la empresa, defendiendo los valores de la marca y
favoreciendo la venta de sus productos de una forma efectiva y creíble.
En este escenario complejo, los profesionales de marketing y del departamento de
ventas son cada vez más economistas, estadísticos, matemáticos, sociólogos y
psicólogos. Todo se mide, o debe medirse, empezando por el retorno de cada inversión
(ROI), por el impacto en la relación con los clientes (IOR) y en el comportamiento de los
clientes, o por la proyección estadística de los resultados de las acciones de las empresas
y organizaciones en distintos escenarios futuros, entre otros nuevos KPI’s. Por tanto, nos
encontramos en un nuevo contexto empresarial, social y comercial, en el que tanto las
empresas como sus integrantes deben adaptarse. Los departamentos comerciales, que
suelen desempeñar sus tareas y funciones de la mano del departamento de marketing,
también han cambiado en su estructura y funciones. Así, los profesionales de marketing
y los vendedores, por su trabajo activo y de contacto con los clientes y el mercado en
general, requieren adaptarse a este nuevo escenario que ha venido para quedarse.
Las ventas son uno de los pilares más importantes en los que se sustenta el desarrollo,
la evolución y la supervivencia de la empresa a lo largo de su vida. De hecho, las ventas
son la única función y actividad que es capaz de generar ingresos de forma directa para
21
la empresa. El departamento comercial debe estar permanentemente en contacto con el
mercado para poder observar y notificar los cambios que se producen. Tener una
empresa que es capaz de ofertar productos con valor a los clientes y al mercado en
general es una fórmula de éxito garantizada.
Pero, ¿cómo debemos engranar la función de las ventas dentro del organigrama
empresarial? ¿Cómo debemos estructurarnos para poder atender mejor a nuestros
clientes y obtener mejores resultados comerciales? ¿Nos sirve la forma en la que hemos
venido desarrollando nuestra función comercial hasta ahora? No existe una única
respuesta que sea capaz de dar respuesta a las cuestiones planteadas, pero sí que pueden
existir algunas pautas de comportamiento y organización a tener en cuenta.
Las empresas, y más concretamente los departamentos de marketing y los
departamentos comerciales, deben saber observar y escuchar a sus clientes. En
ocasiones, y cuando la coyuntura económica y sectorial lo permite, se apoyan en las
investigaciones y trabajos de los institutos tecnológicos y en los observatorios de
tendencias sectoriales o multisectoriales existentes para llevar a cabo sus cometidos.
Pero tanto si lo hacen de forma individualizada como de forma agrupada, lo importante
es ser capaces de entender y diferenciar las verdaderas oportunidades que brinda el
mercado para cada empresa. Esto es una máxima importantísima para poder captar
necesidades significativas de sus clientes. También es una excelente práctica para
identificar posibles tendencias sobre comportamientos de compra y consumo,
necesidades insatisfechas o desatendidas, y errores o aciertos de nuestros competidores
que nos pueden brindar una oportunidad para mejorar nuestros resultados en ventas y en
satisfacción de los clientes. Otro factor que debemos tener claro es que los únicos y
auténticos expertos que existen son los clientes, en base a sus experiencias de compra y
consumo de los productos y servicios, y a la interrelación que se produce entre ellos en
todo ese proceso. La generación de buzz marketing positivo es uno de los factores a
vigilar y potenciar, tanto por el departamento de marketing como por el departamento
comercial de la empresa.
Los profesionales de ventas y de marketing deben dedicar una parte importante de su
tiempo a entender a esos clientes para conocer mejor las palancas que pueden activar los
mecanismos del comportamiento que en cada caso queremos generar. Invertir el tiempo
adecuado en analizar ese comportamiento desde la perspectiva analítica necesaria es
clave para tomar las decisiones que nos permitirán conseguir nuestros objetivos. Por otro
lado, las palancas del marketing deben apoyarse en todos los canales de contacto de los
clientes, entendiendo muy bien la utilidad de cada uno de ellos para crear una
experiencia total, que incluya todos los ámbitos. Conectar el ordenador con los
dispositivos Smart, ahora en su mayoría soportes móviles como las tabletas o los
teléfonos, pero en un futuro, por qué no, Smart TV, Smart Glass o Smart Watch, y al
mismo tiempo conectar las experiencias online con las experiencias offline, resultará
clave para entender el comportamiento de los usuarios, que actuarán de forma variable y
22
mediante múltiples factores que se deberán conocer al detalle. Todo esto debe tenerse en
cuenta para desarrollar de forma efectiva la función de ventas y conseguir alcanzar los
objetivos marcados.
A tenor de todo lo indicado, podemos decir que las ventas son una función en la
empresa que requiere de importantes esfuerzos económicos, tecnológicos y humanos.
Tener a buenos vendedores en la empresa, empáticos, entusiastas, profesionales y que
dominen las nuevas tecnologías de la información no es fácil ni barato. Y encontrarlos
en la calle o en otras empresas tampoco es tarea sencilla. Como ocurre con los buenos
dispositivos, con los buenos programas informáticos o con los buenos coches,
generalmente hay que pagar por tenerlos, y por desgracia no siempre se dispone de los
recursos económicos necesarios para ello, o no se considera que sea lo suficientemente
necesario para realizar la inversión necesaria. Además, puede concurrir un nuevo factor
que da al traste con toda esta posible inversión, y es que el nuevo vendedor, el vendedor
estrella, acaba estrellado en la nueva empresa, por falta de recursos para realizar su
trabajo, por escasa identificación de sus valores personales y profesionales con los
valores de la empresa o porque no se consigue una adecuada identificación e integración
con el resto del equipo de ventas.
Si analizamos a los clientes, éstos condicionan la forma de operar de los
departamentos comerciales y de los vendedores. Los aspectos culturales sociales o
étnicos condicionan la forma de entrar y operar en un mercado. Por ejemplo, si una
empresa española desea iniciar su actividad comercial en un nuevo mercado como puede
ser el ruso, posiblemente contrate a un comercial o agente comercial de dicha
nacionalidad, para minimizar las brechas culturales, sociales y éticas. Aunque nos
encontremos en una economía globalizada, y aunque la tendencia es que con el paso del
tiempo dichas brechas se reduzcan, la realidad aconseja tomar las mejores decisiones
amparándose en la observación y consideración de esta situación; por tanto, deben
conservarse las diferencias que son inherentes a cada mercado.
23
encontrar con organigramas como el de la figura 1.3, que se correspondería con una
empresa de un tamaño considerable, de acuerdo a la departamentalización que presenta,
y donde el departamento comercial al que se encontraría adscrita la función de ventas se
encuentra en la misma línea organizativa que el resto de áreas funcionales de la empresa.
Por el contenido, podemos indicar que se trata de una empresa multinacional o con un
fuerte componente exportador, que vende en varios países y que tiene un fuerte activo en
la función de marketing, con varias marcas comercializadas y productos que se derivan
de las mismas.
La figura 1.4 presenta una ligera variante respecto al caso anterior. En este caso, la
función de logística y de compras se encuentra integrada, lo que indica que es un
departamento clave tanto para la producción como para la venta de productos. El
departamento de marketing tiene nuevamente mucha importancia a tenor de la
subdivisión que le acompaña. Además, se trata de una empresa con venta multicanal, ya
que dispone de un responsable de e-commerce.
24
Figura 1.4. Organización funcional de una empresa con el departamento de compras y logística integrados.
25
que consideran a las ventas como una P más, como una función o variable separada de
las tradicionales 4Ps, con cuerpo o entidad propia como consecuencia de su importancia
en el seno de las empresas.
Independiente de si está adscrita a una herramienta de marketing o no, lo importante
es comprender la relevancia de la función de ventas para la empresa y su necesaria
integración con el resto de sus herramientas operativas, asegurando su participación en
las decisiones estratégicas.
26
mejor su labor y le facilitarán la obtención de los resultados previstos. En esta búsqueda
del vendedor perfecto, otro de los atributos buscados, además de su empatía y
entusiasmo, es su capacidad organizativa y su adecuada gestión del tiempo. Un vendedor
organizado, que sepa preparar con antelación sus visitas y que sea consciente de la
importancia que el tiempo tiene tanto para él como para sus clientes, podrá sin duda
obtener mejores resultados y de forma más eficiente.
La adecuada atención al cliente y a sus necesidades, la labor y capacidad de
observación y escucha activa, saber tratar adecuadamente las objeciones de los clientes y
poderles ofrecer la mejor respuesta posible requiere tiempo y dedicación, además de
tener acceso a los recursos necesarios. La empresa puede tener una organización
impecable, pero si su fuerza de ventas es descuidada, desorganizada y no sabe tratar
adecuadamente a los clientes, seguramente ellos interpretarán que detrás del vendedor se
encuentra una empresa desorganizada e irresponsable y, por ende, no comprarán. Por
tanto, los vendedores son los ojos, los oídos y la imagen de la empresa en su relación con
los clientes. De su buena labor comercial dependen los resultados de la empresa.
Lo peor en estos casos es que el director comercial o el responsable de zona, en
definitiva, aquel que tiene capacidad para tomar decisiones, no sea consciente ni
conocedor de ello. En estos casos pueden pasar dos cosas: 1) si nos encontramos ante un
cliente potencial, se quedará en un prospecto que no pasó de ahí; y 2) si es un cliente
actual, puede llegar a dejar de serlo. Además, puede convertirse en un difusor de
información negativa de la empresa, con los problemas y consecuencias que tiene el buzz
marketing negativo.
En el ámbito actual, donde las empresas desempeñan su labor comercial y de
interrelación con sus clientes y el mercado en general a través de distintos medios y
canales, se necesitan comerciales que sepan asesorar, que estudien a sus clientes
potenciales, detecten necesidades y las aborden con soluciones reales, tanto en el ámbito
del B2B como del Retail, en este último tanto en las compras específicas como en las
compras esporádicas.
Pensar en una fuerza de ventas poco formada, escasamente motivada y de alta
rotación no tiene cabida en esta nueva era. Además de acarrear grandes costos invisibles
en cuanto al tiempo y dinero que se pierde en buscar, seleccionar y capacitar empleados
que se irán en poco tiempo sin alcanzar los objetivos previstos, el costo y riesgo de poner
una empresa en manos de alguien con bajo interés es muy alto, y se paga con creces.
Además de lo indicado hasta el momento, hay autores (Miller y Heiman, 1987;
García Boadilla, 2011) para quienes el secreto de la venta reside en saber comprender el
proceso de compra del consumidor o cliente. Conocer los verdaderos motivos o razones
que impulsan el acto de compra es uno de los factores clave del éxito de un buen
comercial. Para poder comprender al consumidor, una de las claves es tener contacto con
él de forma permanente, tanto de forma aislada como en su contexto natural. Sólo a
partir de ahí podemos observar su comportamiento y posibles pautas de cambio, ya que
27
los mercados, los consumidores y clientes evolucionan con el paso del tiempo, al igual
que sus necesidades, y es importante estar alerta y preparados para la acción en este
entorno tan dinámico y cambiante.
Es importante que los vendedores adopten la perspectiva del cliente, que desarrollen
su vertiente empática, que con su permiso le ayuden en todo el proceso de compra, que
faciliten su toma de decisiones y que, sobre todo, encuentren las verdaderas razones que
les llevan a realizar el acto de compra. Este conocimiento ayuda a diseñar mejor el
proceso de venta, las funcionalidades y soluciones que aporta el producto, la forma en la
que se entrega, dónde debe hacerse para que esté a su disposición cuando lo desee o
necesite, y también con las mejores condiciones económicas posibles dentro de unos
márgenes de rentabilidad razonables.
Es importante conocer los factores críticos de ese proceso de venta para poder
acometerlos de la mejor forma posible. El vendedor debe ser capaz de ofrecer sus
servicios de una forma valiosa para el cliente. Éste debe percibir que el vendedor es
relevante en su papel, que aporta valor a la relación, tanto por las soluciones que ofrece
como por la forma en como lo lleva cabo. Para la empresa también debe ser percibido
como valioso, por su función, por sus resultados, por la información que aporta sobre los
clientes, por su forma de relacionarse tanto con sus compañeros del departamento
comercial como con el resto de compañeros de la empresa así como con sus superiores,
por su forma de actuar, de pensar, por sus aportaciones y soluciones a conflictos o
problemas que surgen, por su iniciativa y afán de superación permanente y por su
mimetización con los valores de la empresa a la que representa. En la tabla 1.1 aparecen
las principales tareas y funciones que debe desempeñar un vendedor en la empresa.
TABLA 1.1
Actividades y funciones de los vendedores
Tareas Contenidos
Prospectiva Debe analizar tanto el mercado en el que opera como a los distintos clientes actuales y
potenciales que hay en él. Conocer sus comportamientos, necesidades, procesos de compra,
factores clave o KPI en su relación con el cliente. Conocer a la competencia y detectar
tendencias o cambios de comportamiento en el mercado.
Administrativa Debe gestionar la cuenta del cliente, introduciendo pedidos, información de carácter
comercial y personal del cliente, así como observaciones de carácter cualitativo que ayuden a
conocer mejor al cliente y que permitan alimentar de una forma valiosa el sistema de gestión
de las relaciones con el cliente (CRM).
Viajar Entre sus tareas se encuentra la de viajar y establecer contacto con sus clientes y el mercado
en general.
28
eventos y exposiciones a los que la dirección estime oportuno.
Comunicativa Debe ser el flujo de unión entre mercado y empresa, facilitando información descendente
desde la empresa hacia el cliente y desde los clientes hacia la empresa, y de forma horizontal
entre sus compañeros del departamento comercial en la empresa en primera instancia y al
resto de compañeros de la empresa cuando sea necesario.
Comercial Las tareas comerciales que le han sido asignadas en cuanto a facilitar el producto a los
clientes, darlo a conocer en el mercado, facilitar su venta y mejorar las relaciones de los
clientes con la empresa en general.
Formarse Tiene obligación moral y profesional de formarse en las tareas específicas que se
correspondan con su perfil profesional. Debe estar permanentemente actualizado en el uso de
las nuevas tecnologías de la información que le permitan desempeñar sus funciones y tareas
de la mejor forma posible, así como formarse en todas aquellas facetas que su cometido
requiera.
29
fabricantes o consumidores importantes o instituciones. Su principal rasgo
profesional es su conocimiento profundo del producto o servicio que venden. En el
caso de los vendedores de servicios sensibles o de confianza a consumidores
finales, como son los productos de banca, los seguros de cualquier índole y los
servicios de asesoría y consulting, la venta reúne aspectos de carácter técnico o
funcional, en cuanto a las características o apartados que configuran cada servicio
ofrecido, y aspectos de carácter emocional como son la vejez, salud, previsión de
accidentes, decesos, etc. También los aspectos de carácter social, como la
reputación, y la imagen social e institucional entran en juego en la venta de dichos
productos.
— Vendedores indirectos o políticos, de grandes operaciones, a veces de carácter
internacional o mundial, así como los vendedores ante comités públicos o privados
tanto de organismos de la Administración como de empresas importantes del
sector privado. Los vendedores de grandes equipos, de maquinaria pesada,
contratas, barcos, ferrocarriles o aviones, entre otros, están dentro de este tipo.
— Vendedores virtuales o vendedores online, que son aquellos que no sólo ofrecen el
producto o servicio, sino que incorporan contenido acerca del uso del producto, de
sus características, de opiniones de usuarios que los han utilizado, de expertos que
opinan de forma directa o indirecta de los mismos en sus blogs o espacios online,
de recomendaciones de uso, de nuevas utilidades, que incorporan vídeos
demostrativos, etc. Buscan crear contenido de sus productos, para que tengan un
buen posicionamiento en la búsqueda por internet, preocupándose por su
reputación. Es decir, buscan arropar el producto con información procedente tanto
de la empresa como del mercado, intentando que el producto sea más creíble, más
apetecible y, por tanto, sea más atractivo y fácil de vender. Suelen trabajar con un
equipo de personas, que son las que alimentan el sistema, recogen la información,
la analizan, la tratan y la ponen a disposición de quien la quiera consultar y
utilizar. Es un tipo de venta de creciente uso, y que cuenta con las simpatías de un
número creciente de usuarios. Puede desempeñar esta función tanto desde la
propia empresa (en estos casos, las figuras del Community Manager o del Socia
Media Manager juegan un papel importante entre los miembros de dicho equipo)
como desde espacios web que no tienen nada que ver con la empresa, pero que
ofrecen su enlace o directamente sus productos. Entre estos últimos están los
buscadores de restaurantes, hoteles o los comparadores de seguros.
30
cuándo y qué beneficios sociales, emocionales y funcionales le aporta.
— Que tenga conocimientos de carácter comercial, de técnicas de venta y de
negociación, debiendo conocer el mecanismo de la venta, el proceso de compra
del consumidor y qué factores son más relevantes en todo ese proceso para poder
tomar las mejores decisiones en cada momento. Tiene que contactar con el cliente,
presentarse y argumentar de forma convincente sobre los productos, marcas y la
empresa a la que representa. También debe saber cuándo y cómo cerrar una venta.
— Precisamente este último punto es fundamental, ya que conocer a la empresa que
representa implica conocer sus recursos y capacidades, sus valores, su
responsabilidad social, sus necesidades actuales y futuras, su trayectoria, y de esta
forma, y en base a su nivel de conocimiento y experiencia, poder ofrecer
soluciones a los clientes que sean reales y se ajusten a la situación real de la
empresa, evitando en todo caso la realización de falsas promesas. Debe saber
ayudar a sus clientes a tomar decisiones correctas y velar tanto por el interés del
cliente como de la empresa.
— Debe tener conocimiento sobre las relaciones sociales y ser empático, sabiendo
tratar a los clientes y a las personas en general. Así pues, tiene que ser educado,
amable, cuidar su presencia, saber presentarse y llevar una conversación, evitar
molestar a los clientes, conocer los procesos de compra que sigue cada cliente,
cuáles son sus necesidades reales, y debe saber ayudar a los clientes y aportarles
soluciones. Debe ser honesto en el trato y ser capaz de despertar la confianza en el
cliente. Es preciso que sea emocionalmente estable, no excesivamente locuaz,
comunicativo y asertivo, a la vez que tiene que saber escuchar activamente al
cliente para poder ofrecerle las mejores soluciones.
— Debe tener un buen conocimiento del mercado en el que opera y de los clientes
con los que se relaciona.
— Debe ser organizado y previsor, y metódico en su forma de actuar. Tiene que
informarse previamente de las características, usos y comportamiento de cada
cliente con la empresa antes de visitarlo. También es importante que investigue
qué productos y servicios ha consumido o utilizado, sus condiciones de pago, si ha
habido incidencias en el pasado y cómo se han solucionado y cuál es su situación
actual. Después de cada venta, debe realizar un seguimiento para conocer los
niveles de satisfacción del cliente y estar alerta ante cualquier incidencia.
— Por último, debe conocer el uso de las nuevas tecnologías de la información y ser
diestro en su manejo, para facilitarle su trabajo y mejorar las relaciones con los
clientes.
31
su profesionalidad dependen de forma importante los resultados económicos de la
empresa. La dirección de ventas debe diseñar el plan comercial de la empresa, establecer
los objetivos de ventas de la empresa, trazar las estrategias que considere más oportunas
y diseñar el plan de acciones comerciales más adecuado en este proceso. Los objetivos
que se tracen deben ser coherentes y estar integrados con los objetivos de marketing y
los objetivos estratégicos de la empresa. Además de estudiar el proceso comercial y los
diferentes KPI, debemos tener claro cuál es el papel que debe jugar la dirección de
ventas en todo este proceso. De su liderazgo y profesionalidad depende tener un equipo
de alto rendimiento y bien estructurado, ya que son puestos cruciales, con alto
componente técnico y relacional.
Otro de los aspectos a considerar es la adecuada gestión de los clientes de la empresa.
No debemos olvidar que ese es precisamente uno de los factores clave de la gestión
empresarial, ya que los clientes son uno de los recursos más importantes de las empresas
(García Boadilla, 2011). En este sentido, el director comercial o director de ventas debe
ser un buen motivador, tener carisma de líder, saber dirigir a grupos de personas y tener
capacidad organizativa, siendo capaz de fijar objetivos, y debe ser respetado por su
equipo de ventas. El director comercial puede ser, indudablemente, el ideólogo y
desarrollador de la política comercial y de producto de la empresa.
En general, el director comercial es el responsable de la gestión comercial integral de
la compañía y responde ante el director general sobre los resultados comerciales —y de
parte de los resultados financieros— de la compañía. Define las estrategias comerciales
globales, regionales o locales, los planes de ventas, las estrategias de desarrollo de
productos y servicios actuales o nuevos, estrategias de precios y márgenes, organiza el
departamento comercial y sus recursos, etc. Los departamentos de ventas o comerciales
—distribuidos por líneas de productos y/o servicios, y/o por áreas geográficas, según el
tamaño de la compañía— implementan las estrategias y directrices comerciales.
Precisamente una de las características que mejor debe definir el perfil de director
comercial es el de gestor de personas, personas además con un perfil comercial propio y
que no son siempre fáciles de llevar, ya que están acostumbradas a tomar sus propias
decisiones y suelen ser bastante independientes. En la tabla 1.2 aparecen de forma
detallada las principales funciones de un director comercial.
Los buenos directores comerciales desarrollan su trabajo compatibilizando su labor
de despacho con su conocimiento de la calle, sus clientes y sus comerciales. Es
importante que esté comprometido con la empresa, con su actividad y con el afán de
mejora continua del negocio. Debe saber confiar en sus comerciales y administrativos y
delegar cuando las circunstancias lo requieran. La supervisión y control no son
incompatibles con la adecuada delegación de funciones, si ello permite desarrollar mejor
sus funciones a los comerciales y alcanzar sus objetivos, dentro de los cánones de
responsabilidad social establecidos por la empresa y de la legislación vigente. Es
importante también que el equipo comercial se sienta respaldado por su director
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comercial y que este a su vez pueda confiar en el buen trabajo y profesionalidad de sus
vendedores. Debe fomentar la comunicación entre los clientes y la empresa, entre los
comerciales y el director comercial, entre los propios vendedores dentro de su equipo de
ventas, y como hemos comentado antes la formación en el trabajo (training in
Company).
En todo este proceso de gestión de la actividad comercial de la empresa no debe
olvidarse que la obtención de un nuevo cliente cuesta hasta seis veces más que mantener
uno existente. Construir una buena relación con el cliente es básico para fomentar su
fidelidad y construir una relación sólida y duradera. Éstas deberían ser las bases de toda
empresa que quiera ver crecer día a día su facturación.
TABLA 1.2
Funciones y contenidos a desempeñar por el director comercial
Funciones Contenidos
Analizar y desarrollar El manual de ventas debe ser una guía de funcionamiento de cualquier comercial que
la metodología de trabaje en la empresa. En él deben recogerse los usos, costumbres, comportamientos y
trabajo incluida en el conductas a desempeñar por un comercial que represente a la empresa en cuestión.
«manual de ventas».
Análisis de la cartera Análisis de los distintos grupos de clientes en función de su capacidad de compra, de
de clientes y de su los productos comprados, del volumen de facturación y de su potencial de ventas
potencial de compras. futuro.
Establecimiento de Una vez establecidas las previsiones de ventas, se establecen los objetivos de ventas y
los objetivos las estrategias que deben llevarse a cabo para su ejecución. Para ello deben tenerse en
comerciales y de las cuenta los recursos y capacidades con las que cuenta la empresa, sobre todo en el
estrategias necesarias departamento comercial. Los objetivos deben ser ambiciosos pero realistas, a la vez
que debe seguir el que alcanzables, medibles y estimulantes.
equipo de ventas.
Diseñar y optimizar Debe ser capaz de diseñar una estructura operativa que permita la consecución de los
la estructura objetivos comerciales marcados, así como de crear equipos comerciales bien
organizativa de su estructurados y con el potencial suficiente que permita alcanzar los objetivos previstos
equipo de ventas para en el plan comercial.
poder alcanzar los
objetivos.
Si es necesario, debe Si el departamento comercial no cuenta con los suficientes recursos humanos para
33
participar en la fase poder llevar cabo las tareas encomendadas, deberá incorporar nuevos efectivos. Es
de selección e importante que el director comercial participe en ese proceso de reclutamiento, al
incorporación de menos en las últimas fases.
nuevos integrantes al
departamento
comercial.
Formar a sus equipos El director comercial es responsable de dotar a su equipo de los medios y
comerciales con conocimientos necesarios para alcanzar sus objetivos. Debe idear y establecer un
arreglo a los programa de formación que integre aspectos y contenidos en el ámbito comercial, de
conocimientos y otras gestión de las relaciones humanas y de carácter técnico, vinculado a los productos y
técnicas necesarias servicios que ofrece la empresa.
para el desarrollo de
sus funciones.
Motivarlos y Uno de los aspectos a destacar en un buen director de ventas es su capacidad para
dinamizarlos para motivar, incentivar y dinamizar su equipo de ventas. Si se dispone de los recursos
que desempeñen su tecnológicos necesarios, la motivación es el factor diferencial necesario para la
trabajo lo mejor consecución con éxito de los objetivos de venta marcados. Debe elaborar los planes
posible. de carrera de los empleados y la gestión por competencias.
Monitorizar los Debe coordinar todas las labores comerciales, realizar su seguimiento y establecer los
objetivos planteados mecanismos correctores pertinentes si las circunstancias del mercado cambian y lo
y las acciones requieren.
llevadas a cabo por el
equipo comercial,
para controlar su
labor y asegurarse de
que alcance los
objetivos previstos.
Establecer el sistema Debe diseñar y negociar con su equipo de ventas las políticas de remuneración de
de remuneración y éste, la parte del salario fijo y variable de sus comerciales, y las dietas y comisiones
recompensas del que recibirán en función de los objetivos alcanzados.
departamento
comercial.
Estar atento a nuevas Debe participar en foros de discusión, observatorios de tendencias de mercado,
oportunidades de colaborar con institutos de investigación, investigación de mercados, etc.
negocio, nuevas
tendencias de
mercado, nuevos
usos y costumbres, y
nuevas tecnologías de
la información
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aplicadas a la gestión
y técnicas de ventas.
Todo ello pasa por garantizar la satisfacción del cliente, algo que va más allá de la
simple transacción económica y la entrega del producto o prestación del servicio.
Hablamos de superar sus expectativas, de ofrecerle un valor añadido que le lleve a volver
a confiar en la empresa e incluso recomendarla.
Por último, si hiciésemos un decálogo de los principales retos a los que se debe
enfrentar el departamento comercial en un futuro, y a partir de las aportaciones de Muñiz
(2010), podríamos señalar los siguientes aspectos:
— Los clientes son y serán cada vez más exigentes, poseerán mayores conocimientos
y en ocasiones estarán hiperinformados, lo que obligará al equipo comercial a
estar permanentemente actualizado y formado para poder ofrecer la mejor
respuesta posible.
— También nos encontraremos con consumidores cada vez con menos tiempo para
iniciar el proceso de decisión de compra y la toma de decisiones que dicho proceso
comporta, lo que obligará a ser más eficientes en los procesos de ventas, en la
forma de establecer contactos con los clientes, y en lo que les ofrezcamos y cómo
lo hagamos. Las estrategias serán cada vez más personalizadas para cada cliente.
— El cliente podrá ponerse en contacto de diversas formas con la empresa y el
departamento comercial, lo que obligará a habilitar nuevos canales, y los horarios
serán más amplios y flexibles.
— Se incrementará el trabajo en equipo, para poder hacer frente a este entorno
dinámico, cambiante y en ocasiones confuso.
— Las nuevas tecnologías de la información seguirán teniendo un papel fundamental
para el buen desempeño. Poder responder de forma rápida, ágil y de forma
eficiente no será una opción, sino una necesidad. Los directores comerciales y los
vendedores deberán familiarizarse con estas herramientas para su trabajo diario y
para su adecuada planificación y puesta en marcha.
— En un entorno globalizado cabe esperar que la competencia sea más dura, que nos
encontremos a competidores cada vez mejor preparados, que sean capaces de
responder en menos tiempo y con mayor eficacia a cualquiera de nuestras
iniciativas comerciales. Además, esta globalización de los mercados conllevará
que a la competencia nacional se le sume la internacional.
— Los productos serán cada vez más a medida. Convivirán la estandarización con la
personalización, llevada en ocasiones, y a requerimiento de sus clientes, a su
máxima expresión. La necesidad de diferenciarse en un mercado global y con
elevada competencia obligará a dichos cambios.
— La gestión de la fuerza de ventas de la empresa será más compleja y costosa. La
convivencia con distintos canales comerciales offline y online hará que los
35
vendedores deban ser buenos conocedores de las nuevas tecnologías de la
comunicación, y que posiblemente sean más autónomos y, en algunos casos,
independientes. Los buenos vendedores serán difíciles de encontrar, serán más
costosos de mantener, y la convivencia de los espacios físicos y virtuales hará que
sean más difíciles de dirigir y posiblemente más exigentes, bastante preparados, y
sus valores y objetivos personales no siempre coincidirán con los de la
organización.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
Muebles Sanico, S. A., es una empresa de muebles de cocina y baños con más de
40 años de antigüedad. Su fundador, Nicolás Artola, tiene ya más de 70 años, pero
sigue al frente de la empresa. Sus dos hijos, Alfonso Artola y Luis Artola, le siguen
los pasos. Alfonso se dedica más a los temas de gestión y producción, mientras que
Luis se dedica más a los temas de logística, comercial y marketing. La empresa tiene
actualmente 59 empleados, pero en su época de bonanza llegó a tener cerca de 200. Se
encuentra ubicada en Vinaroz, en el norte de la provincia de Castellón, una zona con
amplia tradición mueblista, ya que desde hace más de 50 años son muchas las
empresas que se fundaron en esa zona, aunque sólo un puñado de ellas ha logrado
sobrevivir a la crisis financiera e inmobiliaria que se desató en 2007.
En la actualidad cuenta con más de 200 clientes en el ámbito nacional, y desde
hace dos años, y acogiéndose a una iniciativa de la Cámara de Comercio e Industria
de Castellón, y con la colaboración del Instituto de la Mediana y Pequeña Empresa
Valenciana, ha iniciado su actividad exportadora. Actualmente ha ampliado su red
comercial a países del norte de África (Libia, Marruecos y Argelia, principalmente),
Francia, Austria y Alemania y el sureste de Estados Unidos, principalmente en la zona
de Miami. Lleva poco tiempo, pero los primeros resultados comienzan a llegar. Para
poder atender a todos estos mercados dispone de un departamento comercial cuyo
director es Luis Artola, compuesto por 9 comerciales, 4 en exportación y 5 en
nacional, así como 4 administrativos comerciales en tareas de apoyo a los comerciales
que viajan.
Este año se había propuesto ampliar el abanico de países a los que exporta,
incorporando el Reino Unido e Irlanda, para lo que está buscando un nuevo comercial
con un buen dominio del inglés y conocedor del mercado británico e irlandés. Cuenta
con un departamento de diseño propio, aunque puntualmente recibe el asesoramiento
de un Gabinete de Diseño externo de un prestigioso y reputado diseñador holandés,
Eric van der Garde, afincado desde hace años en Peñíscola, enamorado de su sol y
playa. Hace 10 años, después de unas vacaciones, decidió quedarse a vivir en esa zona
con su familia, y montó un estudio de diseño que da servicio a varias empresas en el
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sector del hábitat, más en concreto en el ámbito del mueble, la cerámica y la
decoración. Es un buen conocedor del mercado británico, ya que durante muchos años
desempeñó una labor comercial cuando trabajaba para una empresa de decoración
holandesa. Precisamente su conocimiento del mercado le ha valido para recibir el
encargo de diseñar una nueva colección para dicho mercado, que incorpore sus gustos
y tendencias de la mejor forma posible.
En cuanto a la producción, el responsable es Alfonso Artola, ingeniero industrial
que lleva más de 10 años trabajando en la empresa, tres de ellos como máximo
responsable de producción. La empresa dispone de dos líneas de producción. Por una
parte una colección de muebles de cocina, con distintos acabados, en melanina, chapa
o madera maciza, incorporando en el último año unos acabados más modernistas en
colores llamativos, como pueden ser rojo, berenjena, naranja, verde, azul, etc. A los
tradicionales acabados mencionados, y a las bancadas en silestone, granito o mármol,
también ha incorporado el porcelánico, y el acabado en hormigón en todas sus
posibles versiones, combinado siempre con algún toque de color, aunque por
limitaciones de producción de momento sólo lo van a lanzar en color verde lima y
pistacho.
La actividad comercial para la empresa es muy relevante. El año pasado facturó
más de 30 millones de euros, de los cuales la exportación ya representa el 30% de la
facturación. El crecimiento de los mercados exteriores ha compensado en parte la
bajada de pedidos en el mercado nacional. En su época de máximo esplendor llegó a
facturar cerca de 80 millones de euros, gracias a la calidad, diseño y buenas relaciones
de Don Nicolás con sus clientes. Pero ahora las cosas han cambiado, y la empresa ha
visto cómo en los últimos años su nivel de facturación ha bajado en más de un 50%.
No obstante, las expectativas no son malas. Como hemos comentado antes, el
mercado de exportación ya representa casi una tercera parte de sus ventas, gracias a la
buena acogida de sus productos, la profesionalidad de sus comerciales y una buena
red de representantes (ya disponen de más de 10) repartidos en todos los países en los
que comercializa.
Las expectativas para este año suponen crecer entre un 10-15%, básicamente en los
mercados de exportación, y mantener las ventas en el mercado nacional. Alemania se
considera un país que puede crecer en su facturación, ya que se han destinado dos
grandes colecciones para dicho mercado: la serie Dresde, de diseño sobrio y
conservador, con acabados de gran calidad en chapa y madera maciza, y precio
ajustado, y la colección Sajonia, más modernista y que incorpora las últimas
tendencias en los acabados mencionados anteriormente. Precisamente esta colección
ha recibido una importante mención de la revista alemana de decoración MD
Magazine, siendo portada en el último mes de enero el modelo Colonial, en acabado
de cemento gris, verde pistacho y con los armarios en verde pistacho, toda una
innovación. Además incorporan las últimas tendencias en domótica. Las puertas se
37
abren con una ligera presión, y un suave empujón sirve para cerrarlas. La campana
extractora se enciende y se apaga automáticamente, reduciendo la emisión de humos y
olores. La placa, cuando llega a su máximo poder calorífico, reduce su potencia de
forma automática, con lo que energéticamente es más eficiente. La madera de los
muebles proviene de la tala controlada de bosques, certificada de forma pertinente, lo
que gusta de especial manera tanto en dicho mercado como en el mercado austriaco.
Además incorporan materiales y acabados innovadores, donde la nanotecnología está
permitiendo que ciertos materiales tengan prestaciones antes imposibles. Maderas con
lacados y barnices que repelen el polvo, que hacen el material resistente a pruebas de
mancha o ignífugos. Precisamente la I+D+i se desarrolla participando en proyectos de
AIDIMA y de la Universidad Politécnica de Valencia, para ir mejorando
paulatinamente tanto sus procesos de fabricación y diseño como la incorporación de
nuevos materiales que hagan más fácil la instalación y la vida de sus compradores y
usuarios.
En cuanto a la línea de baños, dispone de dos grandes líneas, una también clásica y
otra modernista, incorporando también los últimos diseños y materiales a sus
productos acabados. Los nuevos productos incorporan las nuevas tendencias de
decoración de baños, que apuestan por unir estética y practicidad, con encimeras,
armarios y muebles auxiliares funcionales. También incorporan espejos multifunción,
encimeras y armarios que incorporan nanotecnología, que facilita su conservación,
desinfección y limpieza, sin renunciar a los diseños más vanguardistas.
Para facilitar la labor de los comerciales y de los representantes se dispone tanto de
catálogos en papel (cada vez menos, este año sólo se han impreso 300 ejemplares),
pero sobre todo catálogos en formato CD, USB y códigos QR, que permiten, con la
captación de su imagen a través de un dispositivo móvil, acceder directamente a la
web de la empresa y a su catálogo, los cuales están en cinco idiomas: español, francés,
alemán, inglés y árabe.
Este año, la dirección comercial ha decidido abrir un canal de ventas online, con
un servicio de atención al cliente desde las 09:00-19:00h, para lo cual contarán con la
participación a tiempo parcial de una persona del departamento de ventas,
administrativa comercial, que habla tres idiomas con fluidez: alemán, inglés y
español. Se abrirá un nuevo canal en Twitter, Pinterest y Facebook, contando con la
participación de un comunnity manager externo, que periódicamente irá dotando de
contenidos dichos canales. También se busca crear nuevos canales de comunicación
con sus clientes, distribuidores y los consumidores y usuarios finales, tanto para dar a
conocer nuevos productos y tendencias como para resolver preguntas de sus clientes y
facilitar el servicio postventa directamente con la empresa fabricante.
Uno de los objetivos del nuevo canal de ventas online es crear un espacio outlet
donde dar salida a productos almacenados. Aunque la empresa fabrica sólo bajo
pedido, no es la primera vez que un cliente ha dado marcha atrás en el último
38
momento, o ha decidido modificar algún aspecto que hace imposible parar el proceso
de producción. Si a ello unimos los productos en exposición, las devoluciones o
impagos, actualmente la empresa dispone de un stock de más de 60 diseños de baños
y 30 de cocina.
Cuestiones a resolver:
(Descargar o imprimir)
a) Las ventas son la única función y actividad que es capaz de generar ingresos de
forma indirecta para la empresa.
b) El departamento comercial está integrado únicamente por comerciales que
viajan.
c) Las ventas son la única función y actividad que es capaz de generar ingresos de
forma directa y plausible para la empresa.
d) El departamento comercial debe estar siempre integrado dentro del
departamento de marketing.
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2. Las decisiones en el departamento comercial...
3. La actividad de prospectiva...
4. El plan de ventas...
a) Un anglicismo aportado por Steven Rogers en 2004 que recoge a las marcas
que venden productos para personas enamoradas en el mercado.
b) Hace referencia a la marca más vendida por San Valentín en la cultura
anglosajona.
c) Hace referencia a la marca más conocida por las personas enamoradas en
Estados Unidos.
d) Un anglicismo aportado por Steven Rogers en 2004 que recoge los vínculos
emocionales existentes entre una marca y sus clientes.
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7. Los comerciales de una empresa deben...
9. ¿Cuál de las siguientes será una de las tendencias en los próximos años en el perfil
del vendedor para el departamento comercial?
10. ¿Cuál de las siguientes será una de las tendencias en los próximos años en la
gestión del departamento comercial?
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
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3. ¿Qué es más importante, la función de ventas o la de marketing?
4. ¿Cómo definirías el perfil profesional de un vendedor para un departamento
comercial de una empresa con presencia en mercados internacionales?
5. ¿Qué herramientas consideras más útiles para facilitar el trabajo de un vendedor?
¿Y del director comercial?
TÉRMINOS CLAVE
BIBLIOGRAFÍA
Artal, M. (2012): Dirección de ventas. Madrid: Esic Editorial.
Díez de Castro, E., Navarro, A. y Peral, B. (2003): Dirección de la fuerza de ventas,
Prentice Hall.
García Boadilla, L. M. (2011): +Ventas. Esic.
Kotler, P. y Keller, K. L. (2012). Dirección de Marketing (14.ª ed.). Madrid: Prentice
Hall.
Küster, I. y Román, S. (2006): Venta Personal y Dirección de Ventas. Thomson.
http://es.wikipedia.org/wiki/Prosumidor.
http://www.marketingpower.com/AboutAMA/Pages/DefinitionofMarketing.aspx.
Lambin, J. J. (2009): Marketing Estratégico (3.ª ed.). Madrid: McGraw-Hill.
Miller, R. B. y Heiman, S. E. (1987): La venta conceptual. Grijalbo.
Muñiz, R. (2010): El marketing del siglo XXI (3.ª ed.). Madrid: Centro de Estudios
Financieros.
Santesmases, M. (2012): Marketing. Conceptos y estrategias (6.ª ed.). Madrid: Pirámide.
NOTAS
1 Anglicismo que hace referencia al concepto creado por Kevin Roberts en 2004 y que, en definitiva, define la
42
posición de una marca dentro de una cultura, los vínculos emocionales o la química entre una marca y sus clientes.
Éstos se convierten en incondicionales a través de las emociones que les genera la marca en su relación. Este amor
por la marca hace que los consumidores incorporen sentimientos como el de perdonar fallos leves en el producto o
en el servicio.
Fuente: http://www.marketingdirecto.com/diccionario-marketing-publicidad-comunicacion-nuevas-
tecnologias/lovemark/#sthash.gNkpH2sX.dpuf.
43
2
La venta relacional
44
satisfacción de necesidades o deseos de los consumidores, en la búsqueda de
coincidencias o puntos en común entre el análisis de las características de los productos
y su relación con las necesidades de los clientes. Es más, en la historia preindustrial las
relaciones comerciales del mundo antiguo se basaban en la confianza y el compromiso.
Los fenicios, los griegos, los árabes, los judíos y los comerciantes de todas las épocas
basaban sus transacciones en el conocimiento de sus socios, que conformaban una red
cuyas relaciones se traspasaban de padres a hijos.
La venta relacional se basa en esta teoría y en las raíces históricas de los pueblos
comerciantes, donde la satisfacción y la confianza del cliente tienen un peso
fundamental, y por tanto requiere de una verdadera orientación hacia el mercado para
tener un acertado conocimiento de sus necesidades y deseos. Este enfoque de venta
relacional es el enfoque que están adoptando las empresas modernas, y eso debe venir
impulsado tanto por su departamento de marketing como por su departamento comercial
o de ventas. La orientación relacional no se basa en la venta puntual y en realizar una
operación esporádica, sino en saber satisfacer al cliente para poder mantenerlo a lo largo
del tiempo y conseguir su fidelidad, a partir de crear relaciones win-win (ganador-
ganador) donde ambas partes salen beneficiadas.
El término marketing relacional fue introducido por primera vez en el contexto de los
servicios por Berry (1983), quien enfatizó la importancia de establecer y mantener las
relaciones a largo plazo entre clientes y empresas, en contraposición a la orientación
transaccional del paradigma clásico del marketing. Posteriormente, otros autores han
entendido el concepto de marketing relacional desde una perspectiva más amplia,
añadiendo otros actores y relaciones, además de las que se establecen entre una empresa
y sus clientes finales, acuñando el concepto de stakeholders (Gummesson, 1995;
Gronroos, 1994; Cristopher et al., 1991; Morgan y Hunt, 1994). Aunque este segundo
grupo de autores coincide en la filosofia, sin embargo concibe el marketing relacional
desde una visión más amplia, incorporando las relaciones que puede establecer la
empresa con cualquier otro actor de su entorno (agencias de publicidad, administraciones
públicas, proveedores o competidores) y las propias relaciones que se producen en el
interior de la organización (entre departamentos o con los empleados). En cualquier
caso, todos coinciden en destacar una serie de conceptos clave para entender el
marketing relacional: la colaboración, el compromiso, la confianza y el valor.
45
— Pero los dos pilares básicos del marketing relacional son el compromiso y la
confianza (Morgan y Hunt, 1994). Cuando las partes están comprometidas en una
relación están convencidas de que merece la pena realizar los esfuerzos necesarios
para que ésta perdure a largo plazo. La confianza existe cuando todas las partes
participantes en una relación se reconocen mutuamente como íntegras y honestas,
convirtiéndose en un factor determinante para conseguir el compromiso. El
marketing relacional es visto como un matrimonio entre la empresa y sus clientes,
de tal manera que hay que gestionarlo como la relación de pareja. El compromiso
es mutuo, y en el momento en que se resquebraja se corre el riesgo de romper la
relación. El pilar para que exista compromiso es la confianza, sin la cual no existe
la seguridad de que las promesas que se hagan serán cumplidas.
— Otra de las características fundamentales del marketing relacional es que, a partir
del establecimiento de relaciones duraderas basadas en la confianza y en el
compromiso, se puede obtener mayor valor para todas las partes. La red de
alianzas de la empresa debe facilitar la construcción de una oferta superior y
diferenciada de la oferta de la competencia. Un estudio de Reichheld y Sasser
(1990) demostraba que la mayoría de empresas del sector servicios pierden
aproximadamente un 20% de sus clientes anualmente. Ahora bien, aquellas que
son capaces de disminuir en un 5% su ratio de fuga de clientes pueden llegar a
aumentar sus beneficios en unas cifras casi cercanas al 100%. Además, captar a un
nuevo cliente es mucho más caro para una empresa que retener a uno existente,
unido al hecho de que un cliente genera más beneficios para la empresa a medida
que la relación entre ambos se hace más duradera. Por el contrario, un reciente
estudio de la empresa Thubderhead (2014), líder especializada en ofrecer
soluciones empresariales para la generación de experiencias y compromisos
positivos, señala que el 30% de sus encuestados afirmaba que no dudaría a la hora
de comunicar su mala experiencia a su entorno, ya sea en persona, por teléfono u
online, alcanzando el nivel de insatisfacción a una media de 18 personas. Estos
resultados, consecuentemente, llevan a la creación de insatisfacción, generación de
mala imagen para la marca y a la pérdida de ingresos.
46
transaccional a ser también relacional, donde la satisfacción del cliente se convierte en
un factor clave del éxito en unos mercados que son cada vez más complejos, dinámicos y
competitivos.
En la tabla 2.1 se describen las características particulares de la venta relacional que
la distinguen del enfoque transaccional, tomando como referencia la comparación que
establecen Küster y Román (2006) a partir de Ingram, LaForge y Schwepker (1992).
TABLA 2.1
Diferencias entre la venta de transacciones y la venta relacional
Resultados • Ventas cerradas, volumen del • Conseguir la lealtad de los clientes rentables.
deseados pedido.
Papel del • Pasivo, espera que le vendan. • Proactivo, el cliente participa en el proceso de
cliente venta. Opina y genera opinión valiosa para otros
clientes.
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Grado de • Muy bajo nivel de compromiso • Alto nivel de compromiso con los clientes.
compromiso con los clientes.
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el producto cumpla satisfactoriamente su función, es muy importante el adiestramiento y
actitud del cliente, puesto que muchas veces participa en la producción del servicio o en
el buen consumo del producto. Actualmente se va más allá y se habla del papel activo
que juega el cliente en actividades que no tienen que ver directamente con el producto o
servicio, como es el boca-oreja, la contestación de encuestas, o la ayuda a terceros con
respecto al uso de un producto o servicio. Por ello es muy importante que la empresa sea
capaz de conseguir la participación del cliente. Es necesario que la empresa tenga un
buen conocimiento del mercado, de su estructura y de los nuevos grupos de
consumidores, para, a partir de su identificación y de la escucha activa, conseguir
mantener e intensificar las relaciones con los clientes actuales, ya que mantener un
cliente es 6 o 7 veces más barato que conseguir uno nuevo (Everilion, 2012; Flowtown,
2011).
Pero esta tarea no es fácil, y más en un mercado tan competitivo y dinámico como el
actual, donde la presión por conseguir ventas a corto plazo es muy alta. El rol que debe
desempeñar el vendedor debe ser proactivo y multifuncional, puesto que el objetivo es
que el cliente perciba al personal de ventas como un aliado que se preocupa por su
futuro, como un consultor que le ayuda a tomar las mejores decisiones a corto, medio y
largo plazo. Si la empresa consigue que el cliente perciba a su vendedor o vendedores
como un elemento valioso para la consecución de sus resultados, el consumidor adoptará
un papel más proactivo y participará en la formulación de los pedidos, en su
composición, en el cierre y en cualquier otra acción que le pida la empresa. En la medida
en que los resultados sean satisfactorios, además de reforzar su confianza y compromiso
con la empresa vendedora, hablará bien de ella, con lo que se reforzará la imagen y
posicionamiento y se incrementará el valor de marca en el mercado.
Para alcanzar todos estos objetivos es muy importante que la estrategia
comunicacional de la empresa se centre en el desarrollo de canales bidireccionales (B2C,
B2B) y multidireccionales (WOM, Word of Mouth), con una orientación colaborativa y
mediante un esfuerzo continuado. Por tanto, la comunicación debe ser integral, usando
tanto herramientas tradicionales como las nuevas del espacio digital (publicidad en
Internet, Youtube, blogs, Linkedin, Facebook, Pinterest o Instagram). No debe olvidarse
que la mejor publicidad es la que se genera por el efecto WOM, la que hacen por
nosotros nuestros clientes satisfechos. De esta forma, puede afirmarse que la tradicional
forma de publicidad boca-oreja se reinventa en la era digital, lo que hace necesario su
adecuada gestión en lo que algunos autores denominan Word of Mouth Marketing
(WOMM). Cuando los clientes satisfechos (o no) comparten sus experiencias, ya no lo
hacen sólo en su entorno más cercano, sino que comparten sus vivencias en la web, en
las redes sociales y en los blogs.
Todas estas facetas, planteamientos y actividades implican que debe existir por parte
de la empresa, y del vendedor en particular, un elevado nivel de compromiso con los
clientes, para lo cual es necesario que el vendedor sea un buen conocedor de los
49
productos de la empresa, de la competencia, de las aplicaciones, de las estrategias de
cliente, de los costes y de las oportunidades. Debe tener además un buen conocimiento
de la industria, de la empresa a la que representa y del cliente al que visita y con el que
se interrelaciona. Y por último, se exige un buen conocimiento de las relaciones
humanas y sociales que le permitan desenvolverse con profesionalidad y de forma
natural, educada y agradable.
Es evidente que este enfoque supone dedicar más tiempo a cada cliente. La cuestión
que se plantea es si todo este esfuerzo relacional es finalmente rentable. Este es un
aspecto clave en el enfoque relacional, puesto que aunque todos los clientes merecen que
la empresa les dedique tiempo, no todos los clientes merecen el mismo tiempo por parte
de la empresa. Las empresas deben clasificar los clientes en base a su importancia
(ventas, estratégico, potencial) y establecer el tiempo y recursos relacionales que se van a
dedicar a cada grupo. Por tanto, la rentabilidad debe estar presente en la filosofía
relacional, ya que el objetivo de una empresa es conseguir beneficios.
En definitiva, la venta relacional puede considerarse una estrategia de venta donde el
objetivo de la empresa y de su fuerza de ventas es trabajar en la creación de relaciones
rentables a largo plazo con los clientes. La venta relacional se basa en la autenticidad, en
preocuparse de manera honesta y sincera por las necesidades de los clientes, con el
objetivo de conseguir su confianza y compromiso, sin perder de vista la realidad de la
empresa, es decir, que no se realicen promesas que después no sean capaces de cumplir.
Con estas premisas, se busca obtener un grupo de clientes lo suficiente amplio que sea
capaz de generar beneficios a la empresa de una manera proactiva, donde los clientes
sean los que realicen los pedidos en base a su confianza en la empresa.
50
sostenibles y rentables para las partes implicadas, lo que comporta la elaboración de un
plan de fidelización. También es relevante que para alcanzar con éxito la satisfacción del
cliente la empresa tenga una buena coordinación interna entre sus empleados y los
departamentos donde desarrollan sus funciones. Sólo si una empresa tiene una excelente,
o al menos buena organización y coordinación interna, puede ofrecer productos y
servicios de calidad y ser percibida como tal por sus clientes. Evidentemente, en este
proceso el front office, o fuerza de ventas de la empresa en este caso, juega un papel
fundamental, por lo que su selección, formación y motivación deben ser los adecuados
(Küster y Román, 2006). En el arte de la venta el dinero no es siempre el objetivo, sino
el sentirse bien tanto por parte de quien compra como por parte de quien vende.
Los pasos o las fases que debe tener un plan de venta relacional son los que se
muestran en la figura 2.1, y serán tratados individualmente a continuación.
51
Figura 2.1. Fases de la venta relacional.
A continuación hay que analizar la cartera de clientes, y determinar cuáles son los
más importantes, los que requieren o potencialmente requieren de un tratamiento
especial bien por los productos y servicios que consumen, por el volumen de facturación
que representan o por su potencialidad futura. La base de datos de la empresa y los
programas de CRM ayudarán de manera significativa a analizar y segmentar dichos
clientes. Pero también es importante llevar a cabo un análisis cualitativo, para lo cual la
fuerza de ventas juega un papel fundamental, ya que son los que mejor conocimiento
tienen de la situación real de los clientes. En los mercados industriales la importancia de
los comerciales aún es mayor, puesto que el número de clientes es menor y las relaciones
son más estrechas, por lo que su valoración es muy valiosa. Las nuevas tecnologías de la
información permiten que las empresas tengan potentes herramientas para analizar su
base de datos de clientes. Pero además hoy en día es muy fácil conseguir información
sobre cualquier agente, puesto que internet y las redes sociales ofrecen datos valiosos
sobre ellos. Por tanto, en esta fase, junto con el análisis estadístico de la cartera de
52
clientes y al análisis cualitativo del personal de venta, también han que estudiar la
información externa disponible, así como el mercado en general para poder captar
tendencias, nuevos usos o costumbres, o cualquier cambio o circunstancia que pueda
afectar o pueda servir para mejorar la relación con el cliente.
Una vez determinado el público al que la empresa va a dirigirse, será preciso fijar los
objetivos o metas que la empresa pretende lograr sobre éste. Estos objetivos deberán ser
precisos y cuantificables, así como realistas (alcanzables en función de los
condicionantes externos y de los recursos y capacidades poseídas internamente por la
empresa). Estos objetivos, además, resultarán fundamentales en la labor de
monitorización del plan, pues facilitarán las variables sobre las que realizar el control de
los resultados obtenidos.
Una vez fijados los objetivos, se establecen las estrategias de contacto a llevar a cabo.
En esta fase la empresa debe determinar cómo va a establecer el contacto con el público
objetivo y quién lo va a ofrecer. Es importante decidir tanto la forma como desea
acercarse y establecer la escucha activa con el cliente, como quién debe realizar ese
trabajo, ya que si entre las personas que participan en esta fase se puede obtener una
mayor afinidad, es posible que los resultados sean más positivos. En esta fase también
deben resolverse cuestiones como: ¿qué ofrece la empresa a sus clientes?, ¿cómo va a
ofrecer o plantear la relación la empresa a los prospectos y clientes?, ¿quién lo va a
53
ofrecer y quién va realizar el seguimiento?, ¿qué reacción quiere provocar en dicho
público?, ¿por qué el destinatario ha de responder favorablemente?, ¿en qué tipos de
vínculos se va a sustentar la relación con los clientes? Y, por último, ¿cómo se va a dotar
a la relación de contenidos de valor?
Por ejemplo, para acercarse a los clientes o prospectos (potenciales clientes), la
empresa y su fuerza de ventas pueden apoyarse en las tecnologías de la comunicación,
como son el email o las plataformas de mensajería móvil como SMS, WhatsApp o
Telegram. De esta forma, de acuerdo a los resultados de un estudio de Forrester
Research, el email marketing es un medio idóneo para acciones de marketing B2C o
B2B, eso sí, enviando siempre información que sea interesante para el interlocutor. Las
campañas de email innovadoras permiten obtener tasas de apertura superiores al 20%.
Para el caso de los SMS, las tasas de apertura son aproximadamente 4 veces superiores
al email, y habrá situaciones en que sea la herramienta más eficaz. Por tanto, con el
aumento de la popularidad de los smartphones y tablets es conveniente que cualquier
iniciativa de acercamiento al cliente esté adaptada a estos dispositivos.
Las siguientes fases son menos costosas en contenido. Evidentemente, una vez haya
decidido a quién debe dirigirse la empresa, cómo debe acercarse y desplegar todo su
contenido de valor, habrá que presupuestar todas estas acciones. Esta debería ser la
secuencia lógica, aunque no siempre es la habitual, ya que con demasiada frecuencia el
presupuesto aparece al principio de este proceso de venta relacional y, por tanto, limita
sus contenidos.
54
enmarcado dentro del plan de marketing de la empresa, y que a su vez debe estar
integrado dentro del plan estratégico. Sólo desde una concepción holística, de
comprensión de negocio, donde se focalice al cliente como el centro de atención de las
actividades de la empresa, puede concebirse un plan de estas características, y que
además pueda tener visos de éxito.
Una vez determinadas las distintas etapas que integran el plan de ventas relacional,
cabe preguntarse quién se va a encargar de su diseño y de su puesta en escena. Una
rápida ojeada al mercado en general nos permite observar que el sector comercial ha
experimentado en los últimos años muchos cambios, debido a la aparición de nuevos
modelos de venta, la aplicación de los avances en las nuevas tecnologías de
comunicación y de la información, la situación económica o la creciente competencia
entre las empresas. Esto ha supuesto que las empresas hayan tenido que adaptarse a esta
nueva realidad para que sus productos o servicios puedan llegar de la mejor manera a su
público objetivo y a la sociedad en general, y atraer así a los clientes. Diversificar y
complementar la figura del vendedor para dar más fuerza a la acción comercial es una de
las estrategias por las que cada vez apuestan más las empresas. Se busca apoyar de una
forma plausible la tarea del vendedor, integrando sus acciones dentro de una estrategia
relacional definida, en la que intervengan distintos sujetos que adoptarán diferentes roles
y funciones que permitan mejorar las cifras de ventas de la empresa, y consecuentemente
sus beneficios y resultados.
Una de las figuras que está ganando peso en los últimos años es la figura del analista
y dinamizador de ventas, cuya función no es la de vender, sino la de favorecer las
ventas. Su principal cometido es el estudio y la realización de informes, el análisis de
contenidos, la captación de nuevas tendencias, detectar los productos y servicios que
funcionan en una campaña o en un mercado, así como apoyar, activar y estimular las
ventas de la empresa, tanto en su entorno offline como online. Este especialista debe ser
capaz de aportar ideas con valor para los comerciales de la empresa y de ayudar a
diseñar espacios de venta más agradables y que favorezcan la generación de experiencias
positivas para los clientes. También debe intentar favorecer la proactividad del personal
de ventas, ayudarle a tomar decisiones y, en ocasiones, a cerrar las ventas. Al final de
cada campaña deben realizar un análisis de los aspectos positivos y negativos de la
misma (análisis de los puntos fuertes y débiles) de tal forma que puedan obtener
información valiosa que sirva para planificar y obtener mejores resultados en futuras
campañas y para tomar medidas correctoras en la actual. Aunque su función principal no
son las ventas, sí que resultan importantes en el proceso de ventas relacional por su
inestimable tarea de apoyo.
55
Otra de las figuras que ha aparecido en el modelo de venta relacional es el diseñador
de la campaña y promotor de ventas. Aunque su presencia hasta ahora no ha sido tan
frecuente como la del analista de ventas, lo cierto es que en los últimos tiempos se ha
hecho más necesario dentro de los equipos de venta, dada la importancia de sus
funciones. A diferencia del analista, éste no actúa desde la perspectiva interna de la
empresa, sino que establece contacto con el cliente bien por iniciativa propia o por la del
cliente, y lo que busca es facilitar su proceso de decisión de compra final. Ayuda a
resolver sus dudas, le ofrece información valiosa y le conduce en el proceso de elección
final de los productos y servicios que ofrece la empresa y que se adecuan mejor a sus
necesidades. Debe desarrollar una tarea de escucha activa muy importante para que sus
resultados puedan ser positivos. Además de las tareas indicadas, se encarga, junto con el
director de ventas y de marketing, del diseño de las campañas, donde puede asumir la
organización de actividades de promoción más tradicionales, como son la distribución de
cupones de descuento, muestreo de artículos y todo lo que se refiere a la fase de diseño
de la campaña, con el objetivo de aumentar la visibilidad de un producto y generar
tráfico hacia las tiendas en los espacios físicos o hacia la tienda online en la web en los
espacios virtuales. Como en el caso anterior, también puede facilitar el cierre de una
venta, aunque en este caso, dada su mayor cercanía y contacto con el cliente, tiene
capacidad propia para cerrarla por sí mismo. Como se ha comentado anteriormente, dada
la importancia de todas estas funciones, esta figura va ganando peso y protagonismo en
las empresas y en el mercado, reconociéndose cada vez más su valía.
Dentro de este equipo destaca el vendedor, agente comercial o comercial de zona,
cuya presencia dota de protagonismo a la empresa en el mercado y en la mente de los
clientes. Su función de escucha y observación activa proporciona a la empresa
información relevante que le permite estar actualizada respecto al dinamismo del
mercado o de los mercados en los que trabaja. Hoy en día los vendedores disponen de
medios técnicos que les permiten desempeñar sus funciones de una forma más eficiente.
Con la colaboración de estas herramientas y el trabajo y apoyo del analista de ventas y
del promotor de ventas, los vendedores pueden tomar las decisiones en los momentos
oportunos, siempre y cuando exista coordinación dentro del equipo. Es importante que
en sus funciones, además de un excelente conocimiento del producto y servicios que
ofrece, se fomente tener un buen conocimiento de las necesidades de los clientes, de tal
forma que sea capaz de ofrecerles aquello que realmente necesiten, y así sean capaces de
generar e impulsar relaciones de valor entre ambas partes. Esta orientación hacia el
cliente, hacia las personas en definitiva, es trascendental y debe formar parte del ADN
comercial del vendedor para que los buenos resultados le acompañen.
También para aquellos casos en los que la empresa lo necesite, por el volumen de sus
negocios o la importancia de sus clientes, está la figura del gestor de cuentas clave, o
como se denomina en inglés key account manager. Esta figura está especializada en la
gestión de las cuentas de los grandes clientes. Es evidente que en los mercados cada vez
56
más competitivos y globalizados en los que las empresas desempeñan su trabajo, cuidar
de los clientes más relevantes se ha convertido en un factor crítico de éxito para las
empresas. Y en algunos casos incluso en una necesidad para su supervivencia. Los
grandes clientes suponen generalmente una fuente de ingresos muy importante para las
empresas, por lo que éstas están obligadas a prestarles una atención especial que permita
mantener y mejorar sus lazos con ellos. En este proceso de mejora continua de las
relaciones, la figura del gestor de cuentas clave juega un peso cada vez más relevante en
los equipos de ventas relacionales. Su conocimiento del mercado, de los clientes, de la
competencia y de los factores del entorno que pueden alterar la situación actual son
aspectos clave del éxito de esas relaciones, de la satisfacción de los clientes y, en
consecuencia, de la rentabilidad de la empresa para la que trabajan. Su visión debe
abarcar todo el mercado en el que se encuentra su cliente clave y además debe supervisar
todo el proceso de venta, mimando en todo momento la relación con el cliente,
consiguiendo con ello revalorizar la imagen y reputación de la empresa en el mercado, y
preservando la continuidad de dicha relación en el futuro.
Junto con estas dos últimas figuras, y en aquellos casos en que las circunstancias y los
mercados lo dispongan, está la figura del comercial de mesa, comercial administrativo
o asistente de ventas. Es la persona que tiene contacto directo con uno o varios de los
comerciales que suelen viajar y visitar a los clientes. Su tarea es de apoyo a la tarea de
ventas, de recepción del pedido, de gestionar su preparación y envío en las condiciones
establecidas y de servir de apoyo permanente al comercial o comerciales con los que
trabaja estrechamente. También puede atender directamente al cliente y, si se da el caso,
y con la supervisión del vendedor o del director de ventas, cerrar una venta.
Por último, no puede olvidarse la figura del director comercial o director de ventas,
que se encarga de planificar, supervisar y gestionar todas las acciones de venta que
desarrolla la empresa. Está al frente del departamento comercial de la empresa y debe ser
un buen motivador de sus vendedores y un buen estratega, tener capacidad de asumir
responsabilidades y trabajar bajo presión, buen conocedor de la empresa en la que
trabaja, de sus productos y servicios, de técnicas comerciales centradas en la obtención
de la satisfacción del cliente, así como capacidad de trabajar de forma continua y
coordinada con otras personas o departamentos de la empresa.
La integración de todas estas figuras en un equipo de ventas relacional implica que
deben compartir valores, principios, visiones y objetivos. La filosofía del marketing de
relaciones tiene que estar impregnada en cada uno de ellos, de tal manera que todos
pongan al cliente en el centro de sus pensamientos, ideas y decisiones. Todos deben
formar un equipo profesional de ventas, pero sobre todo un equipo humano, donde las
personas sean lo más importante, donde se trabaje de forma unida y coordinada, y donde
el adecuado conocimiento de los productos y servicios que se ofrecen debe conjugarse
con un excelente conocimiento y trato de las relaciones comerciales y humanas. La
buena reputación comercial es la base para la supervivencia de la empresa en el largo
57
plazo, y se basa en el trato adecuado de las relaciones con las personas, ya sean
empleados, clientes o el mercado y la sociedad en general. La imagen de marca se verá
reforzada si la relación con el entorno es adecuada y se corresponde con la actitud y
comportamiento esperado. Por eso, el diálogo y la interacción con el público objetivo se
convierten en aspectos esenciales que deben ser tenidos en cuenta por todos los actores
del proceso de venta. En la figura 2.2 aparece una representación de todas estas figuras,
en donde los vendedores A y B comparten el mismo asistente de ventas, al igual que
ocurre con los vendedores C y D. Puede darse el caso de que un mismo asistente de
ventas pueda ser compartido por varios vendedores, o por el contrario esté dedicado en
exclusiva a un único vendedor, como ocurre en el caso de los vendedores de clientes
clave. Todo depende de la carga de trabajo de cada vendedor y de la carga de trabajo del
asistente de ventas.
58
El equipo de ventas representa el nexo de unión entre la empresa y el mercado y sus
consumidores. La fuerza de ventas es uno de los pilares fundamentales en los que el
marketing deposita muchas de sus iniciativas y esperanzas para obtener resultados
positivos, dado el importante papel de interacción que desempeña el vendedor con el
cliente. Desde esa posición, tiene plena capacidad para detectar sus necesidades, y a la
vez actúa como los ojos y los oídos de la empresa en el mercado y se convierte en la
imagen percibida por el cliente. Lo que el vendedor transmite a nivel verbal con su
mensaje, y a nivel no verbal con su imagen, con sus gestos y sus actitudes, será lo que
finalmente el cliente tome como representación de su empresa.
Es importante tener en cuenta este factor, ya que desde el punto de vista de los
clientes, cualquier error o acción negativa que lleve a cabo alguno de sus vendedores
puede tener consecuencias mucho más perniciosas para la empresa. Y si se tiene en
cuenta el efecto amplificador de las redes sociales entre los clientes o entre sus entornos
más inmediatos, las consecuencias pueden ser muy negativas. Desde esta perspectiva, es
importante contar con una fuerza de ventas profesionalizada, centrada en el cliente, que
sea consciente de la importancia de su trabajo y de las consecuencias de desempeñar
dichas tareas de forma adecuada o, por el contrario, de lo peligroso de no hacerlo.
En todo este proceso de interacción con el cliente, tan importante es la tarea del
vendedor, del planificador de campañas, del analista de ventas o del asistente de ventas,
como la de la dirección comercial. La adecuada integración de todas estas figuras
permite ofrecer la mejor versión de la empresa en el mercado. La adecuada preparación
del contacto con el cliente, el saber utilizar las técnicas de escucha activa, el atender
adecuadamente al cliente y el preocuparse de manera honesta y sincera por sus
necesidades, son el preludio de la obtención de resultados positivos, de la generación de
imagen positiva de la empresa y de mejorar su reputación en el mercado.
Por el contrario, si el equipo de ventas relacional o la fuerza del ventas está
descoordinada o mal formada, y no sabe tratar adecuadamente a sus clientes, la imagen
que transmitirá la empresa será negativa, con lo que posiblemente los clientes no
compren y además pueden llegar a hablar mal de la empresa, lo que puede llegar a
afectar no sólo a las ventas actuales, sino a las ventas futuras por el efecto WOM
negativo consecuente.
La existencia de mercados cada vez más competitivos y globalizados requiere que los
equipos de ventas, sus directores comerciales, vendedores y promotores comerciales
sepan asesorar, sepan analizar adecuadamente a sus potenciales clientes, sepan
escucharles y sean capaces de detectar sus necesidades, y a partir de ahí que aporten
soluciones reales y creíbles a sus clientes.
Es importante en todo este proceso de venta relacional que prevalezca la perspectiva
del largo plazo. Los vendedores de la empresa deben estar comprometidos con ella, para
lo cual es importante que estén formados y compartan e interioricen los valores de la
empresa. Por su parte, el adecuado conocimiento entre clientes y vendedores aporta
59
estabilidad a las relaciones, de tal forma que la empresa que consigue desarrollar una
conducta leal por parte de sus clientes puede cargar un sobreprecio por la confianza del
cliente en su servicio (Reichheld y Sasser, 1990).
Los clientes duraderos todavía proporcionan otros beneficios indirectos a la empresa,
debido a que se convierten en sus promotores externos. Desde la perspectiva del cliente,
los principales beneficios que obtienen éstos de aquellas empresas que aplican una
orientación de marketing relacional son la obtención de un mayor valor añadido, una
mejor calidad de servicio basada en un trato personalizado, una disminución de los
costes de transacción y un incremento de su satisfacción (Claycomb y Martin, 2002).
Para poder conseguir estos resultados positivos, algunas de las acciones que pueden
desarrollar las empresas a través de sus equipos de ventas pueden ser:
— Integrar a los clientes actuales en la empresa, y hacerles sentir que forman parte
de la empresa (al menos con los clientes más relevantes). Es importante contar con
los clientes actuales para las acciones comerciales y promocionales que tiene
pensado desarrollar la empresa. Tanto si se habla de acciones pensadas para el
mercado de retail —como serían acciones de cuponing, sorteos, envíos de
muestras de nuevos productos— como si se trata de acciones destinadas a los
mercados B2B (descuentos o promociones especiales por volumen, envío de
muestras o material promocional de nuevos productos, entre otras acciones), lo
importante es contar con los clientes actuales, en lugar de centrarse en intentar
captar nuevos clientes. Si se analizan las campañas promocionales realizadas en
los últimos diez años puede observarse cómo la gran mayoría están centradas en
captar nuevos clientes en lugar de reforzar y mejorar las relaciones con los
existentes. Parece bastante obvio que será más fácil captar la atención de un
cliente que ya te ha comprado que la de aquel o aquellos que nunca lo han hecho y
que no conocen a la empresa. La sabiduría popular dice que para recoger primero
hay que sembrar, y ésta es la máxima que debe aplicarse en la venta relacional,
donde se debe tratar al cliente como te gustaría que te tratasen a ti.
En relación con esta acción es importante que la empresa cuente con las
opiniones de sus clientes, al menos de los más relevantes. Pero no sólo debe contar
con ellas, sino que además debe ser capaz de darles algún retorno en el que se
demuestre la importancia de sus aportaciones. Los prosumers 1 han llegado para
quedarse, y como tal deben ser tenidos en cuenta. Uno de los factores que
demuestran la importancia de esta medida es el hecho de que los clientes de una
empresa son los que mejor la conocen, los que están más capacitados en base a su
experiencia de valorar los productos y servicios que ofrece la empresa. No contar
con su opinión es actuar de espaldas al mercado. Una visita, una llamada
telefónica, un correo electrónico o el uso de las redes sociales pueden ser unos
buenos medios para recabar dichas opiniones con el objetivo de detectar posibles
60
errores, descubrir nuevas oportunidades de mejora o afianzar decisiones ya
tomadas.
— Otra acción a considerar es intentar conseguir ser un referente para el cliente en
términos de calidad, innovación, moda o nuevas tendencias. Se trata de conjugar la
realidad con la comunicación eficaz. Las marcas deben diferenciarse de los
productos y servicios low-cost, y para ello sólo les queda apostar decididamente
por la innovación. Llegar a posicionar la empresa, a través de su equipo de ventas,
como la empresa a la que se puede acudir sin ningún género de duda para plantear
cualquier problema o sugerencia, es una acción que permite generar vínculos
estructurales y sociales potentes con el cliente, pero sobre todo con su personal, lo
que crea los lazos emocionales necesarios para la generación de confianza y
compromiso entre las partes. Para poder conseguir esto es necesario que la
empresa esté perfectamente actualizada en su funcionamiento y conocimiento, y
pueda aportar argumentos y contenidos de calidad. Para ayudar a visualizarlos
mejor la empresa puede apoyarse en las redes sociales, creando periódicamente
posts y vídeos con los principales problemas que suelen tener sus clientes, o
creando un apartado de dudas frecuentes en su web, relacionado con el uso de sus
productos.
— Derivada de las acciones anteriores, otra de las acciones a potenciar es la
capacidad que tiene la empresa de poder personalizar el trato y el servicio al
cliente. El conocimiento del cliente por parte del vendedor a través del ejercicio de
escucha activa debe permitir a la empresa ofrecer un servicio personalizado al
cliente, dentro de los márgenes de rentabilidad estipulados, y donde se entienda
que el producto o servicio ofrecido sea de valor para el cliente. Las bases de datos
y los programas de CRM de la empresa deben permitir que cualquier persona del
equipo de ventas pueda dirigirse a un cliente de la empresa por su nombre y
apellidos. En base al histórico de ventas y a las consultas realizadas, el equipo de
venta debe ser capaz de crear información proactiva, de enviar comunicaciones
personalizadas a sus clientes a través de distintos medios off y online. A medida
que se incrementa la interactividad del cliente con la empresa aumenta el nivel de
conocimiento y comprensión por ambas partes, y se incrementa la propensión a
colaborar o a compartir información cuando se requiera.
— Por último, la empresa debe facilitar la interacción con el cliente. Para ello es
importante habilitar los medios y canales necesarios para que al cliente no le
resulte complicado y se sienta cómodo cuando desee ponerse en contacto con la
empresa. Habilitar canales online (redes sociales, de email, web de la empresa,
blogs) y offline (teléfono, visita a clientes) y las personas necesarias para
gestionarlos adecuadamente es fundamental para conseguir resultados positivos
que se traduzcan en reforzar la imagen de marca y conseguir la formalización de
ventas. Generalmente, los clientes demandan la asistencia de las marcas durante
61
todas las fases del proceso de compra, por lo que aquellas que estén realmente
capacitadas para actuar en tiempo y forma serán quienes consigan cultivar clientes
satisfechos. En este sentido, el caso del showroomer es un buen ejemplo de que la
tradicional influencia de la tienda convencional está perdiendo peso en los últimos
años frente a aquellos clientes que se encuentran a gusto con las nuevas
tecnologías de la información y además les gusta usar múltiples canales para sus
compras. El showroomer (persona que acude a las tiendas convencionales para
investigar y luego hacer la compra online) es un tipo de cliente que, aunque
todavía no es muy numeroso (un 6% en España según el estudio de IBM «De las
transacciones a las relaciones» de 2013), está creciendo en los últimos años, a la
par que su poder de influencia sobre el resto.
Como parece evidente a tenor de todo lo indicado hasta ahora, la adecuada atención al
cliente es un factor clave para conseguir la fidelización de los clientes y, con ello,
conseguir mejorar las ventas. Por tanto, la empresa y su equipo de ventas relacional
deben aprovechar cualquier oportunidad para demostrar a sus clientes que están ahí y
que pueden contar con ellos, y utilizar el feedback como vía para conocerles mejor y
avanzar en la relación.
En definitiva, conquistar al cliente es cuestión, en primer lugar, de saberlo valorar
adecuadamente, y de ser conscientes del importante papel que desempeña para la
empresa. A continuación es necesario diseñar una estrategia dirigida a estar cerca del
cliente para cuando nos necesite. Por último hay que ejecutarla. Por tanto, se puede
concluir que es esencial una comprensión más profunda del impacto de las tácticas de
marketing de relaciones para la retención del cliente, así como para su adquisición.
Aunque todas las actividades de comercialización son potencialmente útiles para la
construcción de la lealtad del cliente, algunas tácticas ejercen más influencia que otras.
El papel del vendedor dentro del equipo de ventas es importante en este contexto
relacional, donde debe desarrollar un papel eminentemente activo y claramente orientado
a sus clientes, sin olvidar la realidad de la empresa a la que representa. De esta forma,
entre las acciones a llevar a cabo por el vendedor para propiciar el desarrollo de la venta
relacional cabe destacar:
62
papel muy importante, especialmente la dirección de ventas, quien debe:
Por último, sobre la idoneidad de aplicar este enfoque relacional debe distinguirse
entre el propio concepto y la adecuación a la realidad. Es decir, como filosofía
empresarial, su aplicación debe ser permanente en la relación de una empresa con los
clientes. No obstante, el hecho de que posiblemente la empresa cuente con recursos
limitados hace que deba seleccionar a qué grupos de clientes van a realizar sus acciones
relacionales. Para ello habrá que seleccionar a los clientes más rentables, que son
aquellos que a lo largo del tiempo aportan ingresos que superan los costes. También cabe
considerar en este apartado a aquellos clientes que, si bien no tienen un volumen de
facturación destacado, sin embargo son muy buenos informando sobre nuevas
tendencias, usos, cambios en los mercados, de la competencia, etc. En este caso el valor
es cualitativo y se fundamenta en el intangible del conocimiento y no en el tangible de
las ventas. La importancia de la información aportada debería considerarse como un
elemento estratégico que lleva a la empresa a elegir a este tipo de cliente entre el grupo
de preferentes. La utilización de bases de datos relacionales y programas de gestión de
relaciones con clientes CRM puede ayudar a llevar a cabo estas acciones.
63
con la marca. Deberán ser capaces de crear y desarrollar acciones atractivas, de
crear oportunidades para que interactúen por iniciativa propia y de diseñar un
espacio agradable en torno a la marca, un punto de encuentro, abierto a la
conversación y libre expresión. Los clientes necesitan sentir que son importantes
para la empresa. Por eso valoran que la empresa cuide la relación y trabaje para
mantener su fidelidad. Al mismo tiempo, se muestran intransigentes cuando la
empresa comete algún fallo, o necesitan su ayuda, exigiendo una atención
personalizada, ágil y efectiva.
Para todo ello, las empresas deberán de anteponer la «p» de «people» por
delante del resto de herramientas tradicionales de marketing, tal y como aparece
reflejado en la figura 2.3.
De esta forma, si trasladamos esta perspectiva al contexto del marketing mix
actualizado de Kotler y Keller (2012), la p de «people» ocupará el centro de
atención y sobre ella descansarán las decisiones de producto, servicio, precio,
distribución y comunicación. Junto a las tradicionales herramientas del marketing
mix, Kotler y Keller (2012) plantean la necesidad de incorporar el diseño de los
procesos, que permitirá aportar creatividad, innovación, estructura y coherencia al
marketing y mejorar las relaciones a largo plazo. La empresa debe diseñar
programas online y offline que permitan estructurar y guiar sus actividades en su
relación con los clientes, empleados y todos los públicos con los que interactúa,
todo ello teniendo muy presente a los resultados o performance que, de acuerdo a
la perspectiva holística del marketing, deberán recoger logros de carácter
financiero y no financiero (facturación, imagen, reputación de marca, satisfacción
del cliente, responsabilidad social, ética, legal y comunitaria). Las marcas y las
empresas deben apostar por crear relaciones duraderas y emocionales con las
personas. Esa vinculación o engagement será uno de los aspectos clave de la
publicidad y el marketing en los próximos años.
64
FUENTE: Elaboración propia a partir de Kotler y Keller (2012).
Figura 2.3. Mix del marketing de relaciones.
65
• Nivel, espacio y calidad de exposición de los productos de la empresa en el
punto de venta del cliente: porcentaje o espacio que ocupan los productos de la
empresa dentro del espacio de un cliente con respecto al resto y evolución de
este porcentaje a lo largo del ciclo de vida del cliente.
• Tipo de promociones demandado por el cliente y nivel de inversión
promocional con el cliente.
• Tipo de experiencias en las que ha participado el cliente, tipo de respuesta
obtenida y satisfacción con ellas.
• Quejas, incidencias y reclamaciones hechas por cada cliente: qué es lo que
reclama, cuando y por qué; cuántas quejas hace; ratio de problemas
solucionados, tiempo medio que se tarda en solucionarlo y calidad percibida
del cliente tras la solución, y tipo de mejora implantado en el proceso o
programa como consecuencia del aprendizaje en la resolución de la queja.
• Número de personas de contacto con la empresa cliente, nombre y apellidos de
cada una de ellas, cargo que ocupan, relevancia del cargo, nivel de influencia
de cada una de ellas en la empresa, así como gustos y aficiones de cada una de
ellas.
• Tipo de canal o medio preferido por el cliente para interactuar con la empresa.
— Potenciar la escucha activa del cliente a través de todos los medios online y
offline posibles, ya que además de poder conocer mejor qué es lo que quiere el
cliente, aportarán a la empresa nuevas ideas que les permitirán conseguir mejores
productos y servicios y mejorar sus resultados económicos y reputacionales. Las
relaciones sólo se mantendrán si son percibidas como útiles y vivas por ambas
partes. Desde el punto de vista del cliente, junto a las consabidas utilidades de
lugar, espacio y tiempo, además deberán aportar nuevos contenidos que permitan
informar, educar, divertirse y emocionarse.
— Apostar por la interacción del mundo online y offline antes, durante y después de
todo el proceso de compra. Buscar que las experiencias físicas se complementen y
se amplifiquen online, y que el conocimiento online se mejore y clarifique offline.
El comprador ROPO (Research online y compra offline y viceversa) o
Showroomer, y las estrategias SOLOMO (combinar lo social con lo local y la
tecnología móvil), al igual que la tecnología digital, han llegado para quedarse. La
empresa debe que saber jugar, experimentar y sacarles los mejores resultados en
este nuevo escenario. Las acciones de Street marketing o de marketing de guerrilla
pueden verse complementadas y amplificadas de forma importante con la
digitalización de las mismas en las redes sociales. Otro buen ejemplo son las
aplicaciones para smartphones y tablets que permiten acciones de interacción y
monitorización con los leads y clientes antes impensables. Un buen ejemplo es la
app mytaxi, que ha permitido llevar a los taxistas del mundo offline al online,
66
convirtiendo al Smartphone en su principal herramienta de trabajo, lo que ha
cambiado la forma de comunicarse con sus clientes. En 2014 tenían en España,
entre Madrid y Barcelona, más de 4.000 taxis activos (aproximadamente el 15%
del mercado, teniendo en cuenta que para formar parte de mytaxi los vehículos no
pueden tener más de 5 años de antigüedad), y a nivel mundial en apenas poco más
de 2 años tiene ya más de 10 millones de descargas y 45.000 taxistas conectados
entre todas las ciudades en las que está presente. Asimismo, más del 60% de sus
usuarios pagan ya a través del móvil.
— En esta misma línea, los distintos canales de ventas se unirán y las empresas
pasarán a ser omnicanal. El concepto omnicanal es un concepto de comercio
integral, de comercio 360º, donde los comercios minoristas pueden llegar a los
consumidores a través de distintos medios y canales, tanto desde sus
establecimientos físicos (brick and mortar), como a través de tiendas online,
aplicaciones móviles, programas de vales de descuentos, plataformas de comercio
electrónico de terceros, redes sociales, venta por catálogo o también a través de
centros de atención telefónica. Recientemente se han publicado dos recientes
estudios elaborados por dos importantes multinacionales (IBM, 2013, y Deloitte,
2014). Para IBM 2 , para que las empresas consigan que los consumidores compren
sus productos deberán crear experiencias positivas a partir de las diferentes fuentes
de información disponibles para sus clientes. Para Deloitte 3 , los canales de venta
online o los teléfonos móviles permiten mejorar la comunicación con compradores
o potenciales compradores, que en un entorno offline no llegarían a comprar, bien
por falta de stock en una tienda física o por tener que esperar haciendo cola para
comprar o pagar. Dicho estudio señala que los ingresos generados por la venta
online en los sectores Moda y Decoración en Europa no sólo no conllevan un
descenso en la facturación a pie de calle, sino que tienen un efecto positivo sobre
la misma, dado que la complementan. El motivo de este fenómeno es que en el
entorno tecnológico actual los consumidores tienden cada vez más a utilizar una
combinación de varios canales a lo largo del proceso de compra. Por tanto, si las
empresas desean hacer frente a este nuevo entorno, sus equipos de ventas
relacionales deberán ser expertos en esta nueva forma de vender, ser muy buenos
conocedores del producto y la marca que venden, de la empresa que representan, y
de los clientes a los que se dirigen, y por último deberán ser buenos conocedores
de la tecnología que les permita acercarles a ellos.
— Las empresas deben mejorar la vigilancia de lo que ocurre en el mercado y las
acciones de patrocinio. Las asociaciones con institutos tecnológicos, con
observatorios de tendencias o con empresas especializadas en este campo, se
incrementarán de forma notable en los próximos años. La vigilancia tecnológica
dejará de ser una tendencia para pasar a ser una actividad cotidiana de la empresa,
a convertirse en un «must». La proactividad requerirá estar más atento a lo que
67
dicen las redes sociales de la empresa y de sus vendedores. El vendedor relacional
tendrá que adoptar un papel más proactivo, que le permitirá vertebrar y dinamizar
la relación con el cliente. Saber comunicar, escuchar, mimar, atender, compartir y
conversar con la frecuencia deseada por el cliente serán requisitos ineludibles para
el equipo de ventas en la creación de experiencias relacionales positivas. En este
sentido, las acciones de patrocinio se incrementarán por la propia demanda de los
clientes. El patrocinio sirve para conectar con el cliente a través de actividades que
son de su interés, y además es un potente medio de promoción de la imagen de la
empresa patrocinadora que permite una segmentación eficaz de su público y es
fácilmente aplicable a blogs y otros medios online, como pueden ser plataformas
de e-learning con cursos especializados. Por tanto, su uso se incrementará en los
próximos años.
— Las relaciones B2B, B2C, C2C se socializarán aún más. Según datos de Forrester
Research, más de dos terceras partes de la información que manejan los usuarios y
consumidores para informarse de un producto o servicio no procede de las
empresas fabricantes o distribuidoras del mismo, sino de los propios usuarios. El
V Estudio de uso de las Redes Sociales publicado por IAB Spain y Elogia en abril
de 2014 señala que el 47% de los usuarios de internet usa las redes sociales para
buscar opiniones de otros usuarios respecto a productos/servicios en los que están
interesados. Este dato ayuda a entender que las empresas deberán cambiar la forma
de interrelacionarse con sus clientes y con el mercado en general, y deberán ser
más proactivas para conseguir socializar la experiencia de uso del producto.
— La empresa y sus marcas deberán ser capaces de crear WOM positivo, establecer
estrategias y desarrollar acciones de marketing de boca-oreja (WOMM). Esto
implicará adoptar una visión integral de 360º de la empresa y pasar a entender a su
público objetivo como a una comunidad donde no se contratan espacios, sino que
se gana la atención de las personas. En este nuevo espacio las personas son las
protagonistas, las que deciden qué preguntar, cuándo, cómo y desde dónde, y al
final, si quieren, deciden comprar. Pero sobre todo la empresa deberá colocar a las
personas en el centro de todo el proceso. En el entono online deberá colocar al fan
de la marca en el centro y que sean ellos los que hablen de la empresa, los que
difundan sus bondades y su buen hacer. En las acciones en el punto de venta
deberá realizar acciones que llamen la atención del cliente, que le inviten a visitar
el punto de venta, que le motiven a participar y que generen experiencias positivas
de venta. Siguiendo el estudio de Deloitte, el 15% de los usuarios de internet ya
utiliza las redes sociales para hacer recomendaciones o críticas de los productos
que ha usado o comprado; este dato crece año a año.
— Las empresas deberán dotarse de estructuras organizativas y de funcionamiento
flexibles y adaptables a los continuos cambios del mercado y del entorno de la
empresa. Como se ha venido comentado a lo largo de este capítulo, los mercados
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son actualmente muy dinámicos y cambiantes, y los clientes son cada vez más
expertos, más activos y más difíciles de impactar con los métodos tradicionales de
marketing. Este dinamismo se mantendrá e incluso puede aumentar de forma
significativa, lo que implica que las empresas deberán estar preparadas para dar
respuesta a este dinamismo.
A tenor de todo lo indicado, una de las cuestiones que debe plantearse en los
próximos años un emprendedor o una empresa ya constituida ya no será ¿qué es lo que
sé hacer?, sino ¿para qué lo voy a hacer? Es importante entender cuál es la realidad del
mercado y su posible evolución, y tener clara la misión y visión de esa empresa en el
contexto en el que va a desarrollar su actividad. Junto a ello, habrá que plantearse por
qué tienen que comprarle a esta empresa y no a otra. Es decir, el empresario (y su fuerza
de venta relacional) deberá determinar cuál es el factor fundamental de diferenciación
que ofrece al mercado y a sus clientes. Ello le servirá para reflexionar e idear mejor su
oferta de valor desde la perspectiva del cliente. Sólo desde este planteamiento puede
establecerse la viabilidad económica de un nuevo proyecto, para poder ir evolucionando
de la mano de las nuevas tendencias y necesidades del cliente, ya que en caso contrario
la empresa no sobrevivirá.
En definitiva, para hacer un buen marketing orientado al mercado y al cliente y poder
tener éxito en la venta relacional hay que partir de forma honesta y creíble de las
inquietudes de los consumidores, tener en cuenta el entorno en el que desarrolla el
negocio, implicar al cliente en la propia actividad empresarial, tener en cuenta la
velocidad en la que se mueven los mercados, establecer los puntos de contacto
necesarios para poder atender adecuadamente al cliente, y hacerlo con el corazón.
También es importante entender el concepto de venta omnicanal y la comunicación
integrada o 360º que combine distintos mensajes y formatos para conseguir objetivos
funcionales, emocionales y sociales. Como se ha comentado, los clientes tanto actuales
como potenciales se comunican cada vez más a través de smartphones y tablets,
mediante emails, plataformas de mensajería instantánea, chats y otras tecnologías.
Comparten sus opiniones a través de redes sociales y buscan consejos en blogs. Por
tanto, las estrategias tradicionales utilizadas hasta ahora para acceder a los clientes están
quedando obsoletas, y necesitan complementarse con nuevas estrategias que permitan el
uso inteligente de las distintas herramientas de comunicación, como email, marketing, el
marketing móvil o el marketing de prescripción. Estas acciones son imprescindibles para
dar eficacia a la acción comercial. Los clientes demandan una comunicación
personalizada y adaptada a sus necesidades, donde se personalicen los mensajes y sus
contenidos, que permita crear compromiso o engagement con la empresa, sus marcas y
productos.
No perder de vista nunca al cliente es la clave. Hacerlo de forma honesta y creíble es
la forma, de modo que todo lo que se comunique debe ser verdad, y además debe
69
cumplirse en todos los puntos donde se interaccione con el cliente. Al final, tal y como
comenta Almudena Román, directora general de ING Direct España, «toda buena acción
de marketing debe permitir que la verdad pueda ser experimentada por el cliente» en
todas las interacciones con la empresa.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
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su viejo amigo y colega de trabajo don Rafael, por lo que la empresa es desde
entonces propiedad de la familia Banyols Gil en su totalidad.
A lo largo de estos años ha pasado de producir básicamente pavimento y
revestimiento de pasta roja, a producir gres y revestimiento de pasta blanca, y desde
hace tres años porcelánico esmaltado y técnico. Empezó comercializando su producto
únicamente en el estado español, pero, progresivamente, desde principios de los años
90 del siglo XX comenzó a exportar, y actualmente vende en más de 40 países de todo
el mundo. De hecho, el 75% de su producción va destinado a exportación y sólo un
25% se vende en el mercado nacional. Fabrica revestimiento en distintos formatos,
desde el tradicional 20×20, 31×45 y 20×40 a los nuevos formatos de 10×10, 33×61,
25×73 o 31×60. En pavimento porcelánico los formatos son 40,2×40,2, 49,1×98,2,
16×98,2, 24.5×98,2, 49,1×49,1, 62,7×62,7 y 31,6×62,7. En gres las medidas son de
31,6×31,6 y 43,3×43,3.
Además, las nuevas tecnologías aplicadas a la producción y los acuerdos
especiales con Ferro, una de las principales empresas proveedoras de fritas, esmaltes y
colores cerámicos, han permitido que la empresa haya implantado la última
generación de máquinas de impresión y decoración digital de baldosas cerámicas injet
KermaInks 4.0, que aplica a los productos más representativos, los Tintas Ferro 4.0,
desarrollados en un medio a base de agua respetuoso con el medio ambiente, más
rentable, y que ofrece diez nuevos colores que proporcionan una mayor intensidad de
color y mayor tamaño de partículas (hasta 3 micras). InksNova 4.0 está diseñado para
el nuevo mate, efectos brillantes, blancos y de brillo. Ferro también ofrece esmaltes
especialmente ideados para sus impresoras digitales Jet, que se pueden aplicar a través
de la impresión digital. Cada uno de estos productos se puede aplicar con cabezales de
impresión de nueva generación, que descargan grandes cantidades de material sobre la
superficie de la baldosa. Esto le ha permitido crear una nueva línea de negocio
denominada Feelingtile, donde puede realizar espacios totalmente personalizados a
partir de un banco de imágenes que ha adquirido con derecho de reproducción, o si lo
desea el cliente reproducir una imagen propia en una superficie determinada, lo que le
permite abordar la decoración de cualquier espacio de forma diferenciada. Es decir,
permite personalizar cualquier superficie en función del gusto del cliente.
Para la venta de sus productos la empresa cuenta con un departamento comercial al
frente del cual se encuentra su hija Lucía, con la colaboración de su hermano mayor
Álvaro, que asume funciones de gerente, aunque también algunas tareas de director
comercial. El departamento cuenta con 12 comerciales, 9 para exportación y 3 para
España y Portugal. Disponen de un comercial para Alemania y países del centro de
Europa; otro para los países del este de Europa, especialmente Rusia, Polonia,
Ucrania y Rumanía; otro para Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Noruega y Suecia;
dos para Estados Unidos, que se reparten la costa este y el sur, y la costa oeste y el
norte, respectivamente; uno para los países asiáticos donde venden: Indonesia,
71
Tailandia, Singapur y Vietnam; tiene otro comercial para los países del norte de
África, otro para Francia, Italia y los Países Bajos, y el último para la zona de
Centroamérica y Sudamérica. En cuanto a los tres comerciales que venden en España
y Portugal, uno lleva Aragón, Cataluña, Levante, Murcia y Andalucía, otro lleva toda
la zona centro, Madrid, las dos Castillas, la Rioja y Navarra, y el tercero la zona norte
de España y Portugal.
Para desarrollar su trabajo cuentan con el apoyo del departamento de marketing,
integrado, además de por Lucía, por 6 personas más, donde hay una analista de datos,
un analista de tendencias, dos diseñadores de producto y una responsable de
promociones a clientes, además de un adjunto a la dirección de marketing, que se
encarga de coordinar las tareas más cotidianas y de asumir determinados roles y
responsabilidades cuando Lucía no está por motivos de viajes comerciales. Además,
el departamento comercial cuenta con 7 comerciales administrativos que se encargan
de apoyar las tareas de los comerciales en sus mercados y con sus clientes. La
empresa tiene implantado un ERP de SAP, que cuenta con un módulo
específicamente de gestión de clientes, y en el departamento de informática cuentan
con una persona que se encarga de facilitar todos los informes necesarios que se le
soliciten a partir de los datos almacenados en el sistema. La empresa cuenta en total
con más de 130 trabajadores. Factura más de 50 millones de euros y es la tercera
empresa más importante entre las españolas y un buen referente a nivel mundial.
Dispone de una buena reputación en cuanto a diseño y calidad de producto, y en
cuanto a sus clientes, la elevada competencia existente en los mercados hace que
desee replantearse su tarea de ventas, ya que en los dos últimos años ha visto cómo
sus expectativas de crecimiento no se han cumplido, e incluso el año anterior había
bajado sus ventas en un 2%, especialmente en Europa y el sureste asiático, creciendo
en el norte de África, Estados Unidos y Sudamérica. El objetivo para este ejercicio es
de crecer un 5% en facturación, e incrementar su presencia en Estados Unidos, Rusia,
Brasil y Chile. Además, tiene pensado entrar en el mercado chino, Sudáfrica y Corea
del Sur.
La empresa dispone de página web en cinco idiomas (español, inglés, francés,
alemán y ruso). Tiene Twitter, Facebook y dispone de distintos ambientes y catálogos
en Pinterest. Además, dispone de un blog de noticias de la empresa que actualiza cada
semana. Los comerciales de la empresa y los miembros del departamento de
marketing pueden subir contenidos cuando lo estimen oportuno, y suelen viajar con
dispositivos móviles con conexión a Internet.
Cuestiones a resolver:
72
marketing con nuevas incorporaciones? En caso afirmativo, ¿qué perfil deberían
poseer y qué funciones deberían desempeñar?
Pregunta 3. ¿Cómo podría apoyarse en los medios online para mejorar sus
resultados offline? ¿Cómo puede la empresa mejorar la escucha activa de sus
clientes?
Pregunta 4. ¿Qué otras decisiones de carácter comercial estratégico y operativo
debe tomar la empresa para alcanzar sus objetivos de crecimiento?
(Descargar o imprimir)
73
3. La venta transaccional...
a) Adopta una perspectiva del largo plazo y el vendedor se centra en vender los
productos.
b) Exige un elevado nivel de compromiso con los clientes.
c) Adopta el enfoque de gestión de cartera de productos y del ciclo de vida del
producto.
d) Comporta un elevado seguimiento postventa.
4. La venta relacional...
5. ¿Cuál de las siguientes fases no está dentro de las etapas de la venta relacional?
6. El WOMM es...
74
d) Todas las anteriores.
8. ¿Cuál no es una de las acciones a llevar a cabo por el vendedor para propiciar el
desarrollo de la venta relacional?
10. ¿Cuál de las siguientes será una de las tendencias en los próximos años en la
venta relacional?
a) Las empresas y sus marcas deberán ser capaces de crear WOM positivo.
b) Se potenciará la escucha activa únicamente a través de los medios digitales.
c) Las empresas dejarán de ser empresas omnicanal.
d) La interacción del mundo offline y online dejará de ser relevante.
a) Word of Marketing.
b) Word of Mind.
c) Win of the Month.
d) Word of Mouth.
Solución
1 a); 2 b); 3 c); 4 b); 5 b); 6 a); 7 b); 8 d); 9 c); 10 a); 11 d)
75
PREGUNTAS A DEBATE
TÉRMINOS CLAVE
BIBLIOGRAFÍA
Berry, L.L. (1983): «Relationship Marketing». En L. L. Berry, G. L. Shostack y G. D.
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Quality, Customer Service and Marketing Together. Oxford: Butterworth-
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consumer. A report for eBay. Febrero.
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Grönroos, C. (1994): «Quo Vadis, Marketing? Toward a Relationship Marketing
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W. J. Glynn y J. G. Barnes (eds.), Understanding Services Management, pp. 244-268.
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Ingram, T. N., LaForge, R.W. y Schwepker, Ch. H. (1992): Sales Management Analysis
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Kotler, Ph. y Keller, K.L. (2012): Dirección de Marketing (14.a ed). Madrid: Prentice
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IBM (2013): De las transacciones a las relaciones. Mayo. Más información en:
http://www.ibm.com/ibm/files/B654657B28766A32/De_las_transacciones_a_las_relaciones_Final.pd
http://es.wikipedia.org/wiki/Prosumidor
http://www.marketingpower.com/AboutAMA/Pages/DefinitionofMarketing.aspx
http://www.puromarketing.com/53/19518/consumidores-necesitan-para-olvidar-mala-
experiencia-atencion.html
http://www.puromarketing.com/53/19447/quien-quien-proceso-ventas.html
http://www.puromarketing.com/13/16124/herramientas-marketing-imprescindibles-para-
eficacia-esfuerzos-ventas.html
http://www.businessdictionary.com/definition/relationship-selling.html#ixzz2xDOFlG4i
Jolson, M. A. (1997): «Broadening the scope of Relationship Selling», Journal of
Personal Selling & Sales Management, Special Issue on National Account
Management, vol. 17, n.o 4, pp. 75-88.
Morgan, R. M. y Hunt, S. D. (1994): «The commitment-trust theory of relationship
marketing», Journal of Marketing, vol. 58, julio, pp. 20-38.
Reichheld, F. F. y Earl Sasser, Jr. (1990): «Zero Defections: Quality Comes to
Services», Harvard Business Review, 68 (septiembre-octubre), pp. 105-111.
NOTAS
1 Anglicismo formado a partir de la unión de los conceptos productor y consumidor, que identifica al consumidor
que se convierte también en productor de contenido. Es quien realmente hace uso a fondo de las aplicaciones o
sitios web aportando información o contenido, ya que el consumidor de hoy ya no se conforma sólo con consumir,
sino que opina, ofrece información de un producto o servicio y produce contenido sobre su experiencia.
77
3 Deloitte (2014): La oportunidad omnicanal. Unlocking the power of the connected consumer. A report for eBay.
Febrero.
78
PARTE SEGUNDA
Técnicas de ventas
79
3
El proceso de ventas y sus fases iniciales
Partiendo de la idea de que la venta no es una actividad única, sino que engloba al
conjunto de actividades diseñadas para promover la compra de un producto o servicio,
así como la posterior satisfacción y fidelización del cliente, ésta requiere de un proceso
que ordene la implementación de sus diferentes actividades. En caso contrario, no se
podría satisfacer de forma efectiva las necesidades y deseos de los clientes, ni contribuir
al logro de los objetivos de la empresa.
En base a ello, en las ciencias empresariales y de negocios el proceso de ventas se
describe como un método o enfoque que se diseña con el fin de vender un producto o
servicio.
Entre las razones que justifican la definición formal del proceso de ventas se incluyen
la gestión del riesgo asociado al vendedor y al comprador, la estandarización de la
interacción con el cliente durante las ventas y la generación de ingresos crecientes.
En términos generales, todas las técnicas de venta desarrolladas presentan los mismos
pasos o etapas, lo cual aporta un tronco común para definir el proceso de ventas habitual.
En concreto, el proceso de la venta se resume en las siguientes fases (figura 3.1):
80
prospecto, asociadas al establecimiento de los objetivos a alcanzar, el análisis de
sus deseos y necesidades, la selección de la estrategia a seguir y el precontacto.
— Acercamiento: se relaciona con la generación y gestión del momento en el que la
empresa entra en contacto para entablar la relación con el prospecto.
— Gestión de bases de datos de clientes (CRM): guarda relación con las tareas de
creación, gestión y mantenimiento de las bases de datos como herramienta central
en el tratamiento de la información del cliente.
— Presentación y demostración: tiene como objetivo hacer una propuesta formal,
clara y detallada de los productos y soluciones a ofrecer en base a las necesidades
presentes y futuras del cliente o prospecto.
— Tratamiento de objeciones: se refiere a posibles situaciones en las que el vendedor
debe hacer frente a posibles objeciones, dudas y cuestiones que pueda realizar el
prospecto.
— Cierre: asociado a las acciones llevadas a acabo por el vendedor con tal de
acordar la venta, llegando así a un pacto respecto a los requerimientos y los
detalles vinculados a la misma.
— Atención al cliente y gestión de reclamaciones: después de prestar el servicio o
producto es importante evaluar el grado de satisfacción del cliente y estar atento
ante cualquier retroalimentación que éste pueda hacernos llegar con el fin de
resolverla.
Cada una de estas fases serán tratadas con mayor profundidad a lo largo de los
próximos tres temas, estructurándose de este modo en tres bloques generales:
Por tanto, el proceso de venta, y la relación a largo plazo con el cliente que ésta
conlleva, supone una secuencia circular y no lineal. La venta ideal no debería llegar
nunca a un punto final, ya que esto implicaría perder los clientes que ya teníamos,
debiendo buscar nuevos prospectos, esto es, teniendo que comenzar el proceso de ventas
desde el principio. En la actualidad, la captación de nuevos clientes resulta sumamente
costosa, tanto en tiempo como en recursos, de manera que reducir la relación con los
nuevos clientes a una única venta hace que la operación con los mismos no resulte
rentable para la empresa (Vidales y Redondo, 2007).
En todo caso, hay que puntualizar que, a pesar de que todas estas etapas pueden
encontrarse en una forma u otra en cualquier proceso de venta, no hay un diagrama único
que sea utilizado por todos los vendedores. De hecho, podremos encontrarnos en
81
situaciones extremas totalmente distintas, de manera que mientras un proceso de venta
puede ser completado en cuestión de minutos, otro puede implicar varios meses de
negociación. La estructura exacta vendrá determinada por factores diversos, como el
sector del mercado y la industria, las políticas y procedimientos de la empresa
proveedora implicada, e incluso por ciertas restricciones gubernamentales o comerciales
que puedan aplicarse en el mercado en cuestión.
82
individualizada con el cliente resulta necesario apoyarse en determinadas tecnologías de
la información. Concretamente, en sistemas de gestión de la relación con el cliente que
actúen de soporte para manejar grandes volúmenes de datos asociados al cliente, así
como administrarla a través del proceso de venta. En la terminología especializada, esta
idea queda recogida bajo el concepto de Customer Relationship Management (CRM).
83
clasificar a los prospectos identificados en grupos distintos, atendiendo a sus
diferentes características, supone una ayuda para el vendedor a la hora de utilizar
las técnicas de aproximación más adecuadas para cada prospecto, pudiendo
desarrollar una estrategia selectiva y, de este modo, contribuyendo a un mayor
impacto en sus actuaciones. Por ejemplo, es posible que un vendedor de material
de oficina haya identificado los siguientes segmentos como mercados objetivos
sobre los que actuar: el estado, los gobiernos autonómicos y municipales, las
empresas de consultoría, las universidades, etc. Ahora bien, ¿es necesario que
estudie el perfil individual de cada uno de los segmentos identificados con el fin
de ajustar sus tácticas de venta a cada uno de ellos? En efecto, el contacto directo
podría funcionar en el caso de las empresas de consultoría, pero ¿sería este método
igualmente aplicable en el caso del Estado? De igual manera, ¿es la empresa
vendedora capaz de predecir de forma única aquello que cada uno de sus clientes
potenciales espera de ella? Todas estas preguntas nos llevan a remarcar la
importancia de que la prospección se base en un análisis profundo e
individualizado sobre los distintos prospectos, para así adaptar de la mejor manera
el plan de acción diseñado por el vendedor sobre cada uno de ellos.
— La prospección se plantea bajo una responsabilidad compartida. La empresa
debe contemplar la prospección como un proceso continuo en el que todas las
áreas que la integran (en especial la fuerza de ventas, pero no sólo ésta) deben
participar. En base a esta idea, todos los miembros de la empresa deben tener su
«radar de prospección» activado en todo momento, ya que, muy a menudo, los
futuros clientes son descubiertos en situaciones completamente cotidianas.
84
la actividad comercial, las características del mercado sobre el que la empresa plantea la
venta), lo cierto es que independientemente de estos condicionantes la labor de
prospección contemplará la elaboración de un plan de prospección que recoja las
siguientes etapas (figura 3.2):
1. Conocimiento interno
El primer aspecto exigible al vendedor, con carácter previo al comienzo del propio
plan de prospección, guarda relación con el conocimiento exhaustivo de los límites y
posibilidades internos de la empresa. Es decir, el vendedor debe partir de un escenario
claro y concreto en el que se tenga el máximo detalle acerca de los diferentes productos
o servicios a ofertar, sus características y funcionalidades, los posibles beneficios
asociados a cada uno de ellos, así como los recursos y capacidades disponibles que
permitan apoyar la labor de venta de la empresa. Estos factores marcarán el punto de
partida sobre el que construir el plan de prospección del vendedor.
85
— Cualificación: en el caso de que la compra o uso del producto requiera de una
determinada cualificación, el vendedor debe asegurarse de que se cumple esta
condición.
86
hora de evaluar el atractivo real de los prospectos identificados: la rentabilidad potencial
asociada al prospecto (puede incluir aspectos como el volumen de ventas, frecuencia de
pedidos, reputación del comprador, etc.) y el esfuerzo requerido por el vendedor para
llegar a él y atenderle (recogiendo aspectos como el grado de adaptaciones del producto
requeridas, necesidades logísticas, requerimientos burocráticos, etc.). Como muestra la
tabla 3.1, a partir de la consideración de estas dos dimensiones la empresa será capaz de
diferenciar cuatro niveles de atractivo en sus prospectos.
TABLA 3.1
Tipología de prospectos en función de su atractivo
87
formalmente la hoja de ruta o plan de trabajo a seguir por el vendedor. Esta tarea resulta
de gran importancia, ya que permite economizar los costes asociados a la venta, tanto en
tiempo como en recursos, al tiempo que aumentar la productividad del vendedor.
De este modo, la empresa necesita programar el volumen semanal y mensual de los
nuevos prospectos a considerar, así como las zonas concretas sobre las que actuar. En
base a ello, podrá diseñar un calendario de visitas lógico, equilibrado y rentable. A este
respecto, conviene remarcar que, aunque a priori se pueda pensar que incrementando el
número de visitas por día puede elevar la productividad del vendedor, no es la cantidad
de visitas lo que realmente importa, sino la calidad de lo logrado en las mismas. De ahí
la importancia de esta labor de programación formal.
7. Seguimiento y control
TABLA 3.2
Las fuentes directas e indirectas en la prospección de ventas
88
1. Fuentes directas
89
enormemente esta actividad, dotándola de mayores y mejores medios,
ampliando su campo de aplicaciones e incrementando su eficacia.
Uno de los aspectos más importantes para el éxito de estos dos primeros
métodos de marketing directo son las bases de datos y los listados con los que
la empresa cuenta como referencia a la hora de aplicarlos.
• El uso de la web se refiere a la utilización de soportes y medios virtuales en la
búsqueda de información. Así, en el caso de empresas dedicadas al comercio de
bienes industriales, las propias páginas corporativas de las empresas pueden
aportar información variada y completa sobre las mismas, que puede ser
utilizada por el vendedor para identificar posibles prospectos. Por otro lado,
incluso en el caso de las empresas dirigidas a mercados de consumo,
determinados soportes como las redes sociales, blogs, etc., pueden resultar de
gran utilidad para detectar individuos susceptibles de convertirse en clientes de
la empresa.
• La venta multinivel representa un sistema de distribución y venta directa por
medio de una red de distribuidores individuales independientes sin
establecimiento que venden a sus clientes particulares (familiares, vecinos y
amigos). Adicionalmente, estos distribuidores tienen la potestad de convencer a
otros para que hagan lo mismo: vender en plan particular y auspiciar a otros
que se integren en la red. De este modo, esta venta intensiva en red es fuente
generadora de nuevos prospectos de forma viral.
2. Fuentes indirectas
90
— Bases de datos comerciales: son muchas las empresas que se especializan en el
desarrollo y comercialización de bases de datos que pueden resultar de gran
utilidad para la empresa a la hora de llevar a cabo su plan de prospección.
— Directorios y listas públicos: relacionados con las anteriores, pero esta vez
procedentes de organismos patronales y registros públicos. Las empresas tienen
acceso a censos y listados sobre los que proceder a la confección de la base de
datos inicial sobre la que realizar la prospección (cámaras de comercio, parques
tecnológicos, agrupaciones empresariales, ICEX, guías telefónicas, etc.).
Puesto que no hay una segunda oportunidad de cambiar la primera impresión lograda
sobre el prospecto, el vendedor no puede plantear su primera visita bajo un clima de
espontaneidad, sino que debe llevar a cabo una planificación en detalle de la misma.
Por esta razón, una vez elaborada la lista de prospectos, y con carácter previo al
propio acercamiento y contacto con los mismos, se ingresa en una fase intermedia
conocida como preparación de la entrevista de ventas, que consiste en la obtención de
información más detallada de los prospectos y la planificación de la entrevista adaptada
a las particularidades de cada uno de ellos. Gracias a esta preparación anticipada de la
presentación de ventas la empresa maximizará las oportunidades de cerrar mayores
ventas y, por tanto, el rendimiento de sus vendedores.
Tal y como muestra la figura 3.3, este proceso de planificación implica la toma de
cuatro decisiones fundamentales: la determinación de las necesidades del prospecto, la
fijación de los objetivos de la entrevista y la elección del enfoque a adoptar en la misma.
91
son sus principales particularidades. Entre los factores a identificar podemos destacar los
siguientes:
De este modo, el vendedor podrá definir un escenario de partida sobre el que fijar los
objetivos específicos a conseguir en la posterior entrevista con el prospecto.
En base al análisis efectuado en la etapa anterior, el vendedor estudiará cuáles son los
objetivos que pretende lograr en su entrevista con el prospecto. Por norma general, estos
objetivos se plantean contemplando metas de distinta naturaleza, lo cual facilita la
diversificación de los riesgos asociados a la consecución de las mismas. La fijación de
estos objetivos debe ser consensuada por todos aquellos agentes implicados en la venta
al prospecto considerado.
Asimismo, en el caso en que la empresa opte por implementar las diferentes fases del
proceso de ventas en entrevistas independientes, se deberá tener en cuenta el número de
visitas programadas al prospecto y los objetivos concretos que se plantean en cada una
de ellas.
En este sentido, podemos valorar objetivos distintos en función de si el vendedor
planifica entrevistas sobre nuevos prospectos (propios de la fase que se está exponiendo
en el presente apartado) o entrevistas en etapas avanzadas del proceso de venta asociadas
en mayor medida al período postventa y, por tanto, al trato con clientes reales de la
empresa:
92
• Contrastar las necesidades y problemáticas identificadas del prospecto.
• Averiguar otras posibles necesidades y problemáticas no conocidas con
anterioridad.
• Conseguir la venta del producto.
• Obtener referencias de otros posibles prospectos.
En base a los objetivos fijados, los cuales se deciden en completa sintonía con el
perfil particular del prospecto determinado por la empresa en la etapa anterior, el
vendedor preparará el material más adecuado (folletos de promoción, muestras,
productos, catálogos, etc.) que pueda servirle de apoyo de cara a la entrevista.
TABLA 3.3
Ejemplos de objetivos asociados al enfoque en la entrevista de ventas
93
— Enfoque de recuerdo. Suele recurrirse a él con el fin de mantener la atención del
comprador sobre la empresa. Normalmente su uso se planteará en dos escenarios
distintos:
94
Los tres enfoques identificados representan una secuencia temporal lógica, de modo
que lo normal es que el vendedor adopte los tres enfoques de forma secuencial. De este
modo, el vendedor suele afrontar sus primeras entrevistas con un nuevo prospecto bajo
un enfoque de información. Hecha la presentación y logrado un clima de confianza entre
ambos, adopta un enfoque más persuasivo. Finalmente, una vez logrado el cierre del
pedido y, por tanto, convertido el prospecto en cliente de la empresa, se recurre a un
enfoque de recuerdo, para así mantener en el tiempo la relación establecida.
95
harán más fácil su captación. Sin embargo, no conviene olvidar que el objetivo final del
vendedor es lograr la compra por parte del prospecto. Por tanto, no debe conformarse
con lograr la atención del cliente, sino que, una vez conseguida, debe tratar de
transformar esta atención en un interés positivo hacia los productos ofrecidos.
A la hora de establecer este primer contacto con el cliente, el vendedor puede recurrir
a distintos protocolos de conducta que le ayuden a conseguir una buena impresión por
parte de éste, y así atraer su atención. A continuación se presentan seis pasos básicos que
el vendedor debe considerar para lograr este fin:
96
de avanzar en el proceso de venta.
— Interesar los cinco sentidos del cliente: a los clientes les gusta tocar los productos,
experimentar con ellos. El vendedor debe fomentar la interactividad del cliente
con los propios productos.
— Escuchar con atención al cliente: el vendedor no debe olvidar que una
conversación de ventas se produce en dos direcciones. En este sentido, debe
permanecer siempre dispuesto a escuchar al cliente y a resolver todas sus dudas y
preguntas.
— Determinar las necesidades de los clientes: lo que el vendedor debe ofrecer a sus
clientes es satisfacción. Para ello, es importante que el cliente perciba que éste
trata de comprender la situación en la que se halla, ver el problema desde su punto
de vista. Así, el vendedor estará en mejores condiciones de determinar qué
aspectos del producto debe realzar y sobre qué argumentos conviene apoyarse.
97
El diseño de un sistema CRM resulta complejo, incluyendo acciones diversas entre
las que podemos destacar: el almacenamiento de información, el servicio de atención al
cliente y la gestión asociada a formas de marketing directo (como el servicio telefónico o
el comercio electrónico). De entre las diferentes acciones a considerar, encontramos una
que se postula como elemento central en esta labor de diseño e implementación del
sistema CRM, pues de su correcto de-sarrollo, mantenimiento y gestión dependerá, en
gran medida, el éxito del resto de acciones a emprender. Esta acción guarda relación con
el almacenamiento de información, y tiene su traducción operativa en el desarrollo de
una base de datos relacional que haga posible que la empresa disponga de información
clara, precisa y actualizada sobre cada cliente.
Así, la empresa debe construir una base de datos que describa con el suficiente detalle
los factores concretos que caracterizan la relación con sus clientes, con el fin de que los
diferentes estamentos que la componen, en especial los gestores y administradores, los
vendedores y las personas que les prestan servicios, puedan acceder directamente a
información precisa sobre éstos, pudiendo así adoptar la respuesta más óptima en cada
escenario de venta.
De hecho, en el ámbito empresarial, se observa una clara tendencia hacia la
implantación progresiva de las bases de datos relacionales como mecanismo de mejora
de la eficiencia en la gestión de las relaciones con el cliente por parte de la empresa,
hasta el punto de ser consideradas, hoy en día, como un elemento esencial de su función
comercial.
Entre las ventajas asociadas al uso de bases de datos de clientes dentro de un contexto
CRM encontramos las siguientes:
98
Internet, ya que contribuye a la optimización de la información compartida por
varios empleados y la racionalización de los procesos existentes.
99
CRM. Esto implica encontrarnos con soluciones poco desarrolladas y validadas,
falta de asesores especializados, etc.
100
único grupo.
Es preciso que la empresa analice e identifique a sus clientes, de forma que siempre
pueda saber siempre quiénes son. De este modo, independientemente de que conecten
con la empresa por un medio u otro de los habilitados por ésta (punto de venta,
telefónicamente, a través de Internet, etc.), siempre deben ser considerados como el
mismo cliente a lo largo de todas las transacciones e interacciones que realicen a lo largo
del tiempo. Más aún, la empresa debe ser capaz de almacenar toda la información
valiosa asociada al cliente con el fin de desarrollar un perfil individualizado del mismo.
Esta información podrá ser de distinta naturaleza, procediéndose a su clasificación en
cuatro apartados generales:
101
— Información operativa y de clasificación: se utiliza sobre todo para la catalogación
de los perfiles. En el caso de clientes industriales incluye aspectos como el
personal de contacto, la clasificación industrial, datos financieros del cliente, su
sistema de compra, tipología de empresa, etc. En el caso de los consumidores
finales hablaríamos de criterios como la edad, la profesión, el estado civil, el
número de hijos, el nivel económico y cultural, etc.
— Información respecto a las interacciones con el cliente: se refiere al registro de las
incidencias acaecidas a lo largo del transcurso de la relación entre empresa y
cliente. Aquí incluiríamos aspectos asociados a la correspondencia establecida con
el cliente, información respecto a sus compras, posibles acciones de marketing
directo ejercidas sobre éste, su respuesta a encuestas y otras incidencias asociadas
a momentos posteriores a la compra (devoluciones, reclamaciones, impagos,
consultas, etc.).
Esta etapa implica llevar a cabo acciones que fomenten el contacto personal con el
cliente. Éste no debe ser un contacto sin más, sino que la empresa tiene que utilizar la
información que dispone del cliente para darle un marcado carácter individualizado. Más
aún, la interacción implica un flujo bidireccional en la comunicación establecida entre
las partes. En base a esta idea, la empresa siempre debe tratar de aprovechar estos
contactos para obtener información adicional del cliente que pueda ser registrada en su
base de datos.
En todo caso, la empresa no debe abusar en exceso de los contactos con el cliente,
sino que éstos deben establecerse únicamente cuando con ellos se proporcione un valor
al cliente, bien con ofertas que podamos suponer que le interesan o con peticiones de
información que le parezcan relevantes.
4. Adaptación de la oferta
102
medida en que sea posible, adaptar su producto a cada cliente, para cubrir sus
necesidades de una manera aún más eficiente. Incluso en el caso de ventas futuras, en
función de las compras previas realizadas por el cliente, el vendedor puede ofrecer unas
recomendaciones de producto que tiendan a ajustarse en mayor medida a lo que el
cliente busca. Esta cuarta etapa supone dar el paso más difícil en toda estrategia CRM, y
requiere de la integración y correcto funcionamiento de las tres etapas anteriores.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
Clara Vicente S.L., es una empresa joven de carácter local cuya actividad se centra
en el campo de la limpieza y la depuración del aire de espacios. En concreto, esta
empresa, creada hace tan sólo un año, trata de llevar a cabo esta función de limpieza y
depuración a través de una nueva tecnología basada en el ozono, es decir, en el
oxígeno trivalente. En este sentido, se ha especializado en la comercialización de
generadores de ozono adaptados a las dimensiones de cada espacio que permiten la
purificación del aire, la eliminación de malos olores y la desinfección de ambientes
interiores. Así, el uso de estos generadores elimina contaminantes químicos,
biológicos y partículas del aire que respiramos, evitando enfermedades, contagios y
alergias en los lugares de trabajo, ocio, hogares y centros educativos o sanitarios.
Dada la variedad de posibles ámbitos de aplicación de esta tecnología, una de las
cuestiones clave en esta etapa inicial de la empresa se centra en la organización
interna de la venta en torno a los distintos segmentos a los que puede dirigirse. A este
respecto, la empresa se plantea dividir su actividad en dos líneas de negocio
generales. Por un lado, en la desinfección de vehículos de automoción, pensando en
clientes potenciales como los talleres, empresas de limpieza de coches, concesionarios
de vehículos nuevos y seminuevos, así como empresas de alquiler de vehículos y
transporte público. Por otro lado, la desinfección y limpieza de ambientes interiores
públicos y privados, como pueden ser los hoteles, lugares de ocio y restauración,
centros de enseñanza, gimnasios y centros deportivos, hogar, oficinas, centros
sanitarios y geriátricos, y cualquier tipo de negocios asociados a alimentos, como
pescaderías, fruterías, etc.
A pesar de esta concepción inicial, lo cierto es que, en un principio, tan sólo está
comercializando sus productos para su uso en vehículos, planteándose una entrada
gradual a nuevos segmentos de mercado como los anteriormente descritos.
En términos de cobertura del mercado, en la actualidad la empresa está centrada en
su crecimiento y desarrollo en el ámbito autonómico, donde apenas tiene
competencia, pero tiene planes ambiciosos de expansión en el mercado nacional e
internacional. Esta idea viene además respaldada por la tendencia global existente en
el mercado mundial de una conciencia social y cultural hacia valores como la salud y
103
el respeto al medio ambiente. El producto comercializado por Clara Vicente S.L.,
combina a la perfección estos dos aspectos, al representar un sistema de limpieza e
higienización totalmente ecológico, es decir, que no utiliza ningún tipo de producto
químico contaminante ni perjudicial para la salud del usuario.
De hecho, en la empresa existe la convicción de que trabajan con un producto
innovador, efectivo y de calidad, que puede aportar un claro beneficio a sus usuarios
si se sabe vender de la forma adecuada. Ahora bien, es justo este carácter novedoso el
que les hace ser conscientes del posible desconocimiento sobre el producto que puede
presentar el cliente. Más aún, la diversidad de posibles segmentos de mercado a los
que dirigirse y el carácter distinto de cada uno de ellos hace que el discurso de venta
pueda tener que ser adaptado en función de cada caso. Todo ello lleva a la empresa a
la necesidad de realizar una planificación exhaustiva y precisa en relación a su
función de venta.
Cuestiones a resolver:
104
(Descargar o imprimir)
1. ¿Cuál de las siguientes posibilidades no representa una de las fases iniciales del
proceso de ventas?
a) Presentación y demostración.
b) Preparación de la entrevista.
c) Prospección.
d) Acercamiento.
105
5. Señala la afirmación incorrecta relacionada con la fase de preparación de la
entrevista.
a) Enfoque de persuasión.
b) Enfoque de información.
c) Enfoque de relación.
d) Enfoque de recuerdo.
106
d) Facilitan la clasificación de los clientes en distintos rangos de relevancia.
10. ¿Cuál de las siguientes respuestas no se corresponde con una de las etapas
metodológicas fundamentales asociadas a la implementación de un sistema CRM?
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
1. ¿Por qué crees que, aun siendo una fase inicial incluso anterior al contacto con el
posible cliente, la prospección es considerada como una de las etapas
fundamentales en todo proceso de ventas? ¿Qué factores del entorno crees que han
contribuido a que hoy en día se pueda llevar a cabo con mayor eficiencia?
2. ¿Serías capaz de plantear la organización de la prospección de ventas para los
siguientes tipos de organizaciones?
107
de ejemplo, los campos que incluirías en tu base de datos de clientes?
TÉRMINOS CLAVE
BIBLIOGRAFÍA
Equipo Cultural (2009): Enciclopedia práctica de ventas. Madrid: Grupo Cultural.
Kotler, P. y Armstrong, G. (2013): Fundamentos de marketing. Madrid: Pearson
Prentice.
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Paraninfo.
Manera, J., Pérez, E. y Mercado, C. (2000): Dirección y técnicas de ventas. Madrid:
ESIC.
Santesmases, M. (2012): Marketing: conceptos y estrategias. Madrid: Pirámide.
Vidales, J. C. y Redondo, E. (2007). La venta consultiva. Madrid: Pirámide.
108
4
Las fases avanzadas del proceso de ventas
109
Por tanto, la fase de presentación se corresponde con el momento en el que el
vendedor lleva a cabo la presentación del producto al prospecto, dándole a conocer sus
principales características, beneficios y atributos.
— Hacer ver al prospecto que tiene una necesidad por cubrir o problema por resolver.
— Convencer al prospecto de que esa necesidad o problema puede quedar cubierta o
resuelta a través del producto ofrecido y los beneficios asociados a éste.
— Contrastar en la medida de lo posible la información aportada, de forma que el
prospecto perciba con claridad la fiabilidad del vendedor, de su empresa y del
producto a presentar.
— Provocar al prospecto hacia la compra del producto.
110
buena impresión inicial causada en el prospecto, manteniendo un clima de sinceridad y
compromiso con este último, que le permita tener las puertas abiertas de cara a contactos
futuros y posibles recomendaciones a terceros.
111
producto ofrecido. Con este fin debe concentrarse en proyectar con claridad los
beneficios aportados por el producto. La percepción de estos beneficios por parte
del prospecto resultará clave en la aparición y el fortalecimiento de su motivación
hacia la compra del producto.
— Acción: el paso exitoso por los tres momentos anteriores debería tener su
traducción final en el cierre de la compra del producto. Sin embargo, en muchas
ocasiones, incluso después de cubrir los tres momentos de atención, interés y
deseo, el prospecto puede presentar todavía ciertas dudas o reticencias que podrían
alejarlo de la decisión de comprar. Por este motivo, el vendedor no puede dejar de
centrar toda su atención en el prospecto hasta el fin del proceso, momento en el
que se cierra formalmente la venta del producto.
Los diferentes momentos a seguir por parte del vendedor a lo largo de la presentación
de ventas según el modelo A.I.D.A. pueden sintetizarse en tres etapas sucesivas de
carácter general: la etapa inicial, de desarrollo y de clausura de la presentación. En
concreto, la etapa inicial recogería la captación de la atención del prospecto. Por su parte,
la etapa de desarrollo constituiría el cuerpo de la presentación, en la que el vendedor
trata de convertir el interés mostrado por el prospecto en el deseo por su producto.
Finalmente, la etapa de clausura guardaría relación con la consecución de una acción
positiva del prospecto hacia el producto ofrecido, que tuviera su traducción en una
decisión de compra por parte de éste (figura 4.2).
Como queda patente en los párrafos anteriores, aun partiendo de un planteamiento
común asociado a cuatro momentos básicos (atención, interés, deseo y acción), el
desempeño por parte del vendedor del modelo A.I.D.A. está sujeto a la casuística
particular de cada prospecto. Así, la argumentación utilizada en cada presentación del
producto debe alejarse del enfoque tradicional «enlatado», asociado a presentaciones
memorizadas previamente por el vendedor y repetidas sistemáticamente a todos sus
prospectos. Cada argumentación debe ser diferente y adaptarse a cada cliente, resaltando
las características, beneficios o atributos del producto que podrían satisfacer sus
necesidades particulares, que podrían resolver su problema o que más podrían
interesarle.
Del mismo modo, el cliente no debe ser un espectador pasivo de la presentación, sino
que el vendedor tiene que promover su participación, lo cual a su vez permitirá conocer
mejor sus necesidades o su problema y, de esta manera, adaptar la argumentación
utilizada a dichas necesidades o problema.
112
Figura 4.2. Las etapas de la presentación de ventas: el modelo A.I.D.A.
Estos tres pilares siempre deberán valorarse tomando como punto de partida las
necesidades y problemas específicos del prospecto en cuestión.
4.2. LA DEMOSTRACIÓN
113
interés y su deseo y, de este modo, acercando al prospecto a actuar positivamente a
través de la adquisición del producto.
A este respecto, mediante una demostración eficaz el vendedor puede conseguir
diversos aspectos ventajosos sobre el prospecto, que podemos resumir en los siguientes
cinco resultados:
Ahora bien, al igual que ocurría en las fases anteriores, la demostración requiere de
una preparación previa, por lo que su eficacia dependerá, en gran medida, del grado en
que el vendedor haya trabajado en ella. En relación a esta cuestión, a continuación se
detallan siete reglas básicas que todo vendedor debería tener en cuenta a la hora de
afrontar una demostración de venta:
114
muestras, etc., todo lo necesario y disponible a su alcance para que el prospecto
tenga la idea más clara posible acerca de las prestaciones del producto.
— Estar constantemente listo para el cierre. Éste puede surgir en cualquier momento
o suceso, sin que se pida o se fuerce.
115
Figura 4.3. El proceso de comunicación.
Como queda patente en la figura 4.3, el mensaje constituye el elemento central sobre
el que gira el proceso de comunicación entre vendedor y prospecto. Por esta razón, el
vendedor debe analizar el contexto concreto sobre el que se lleva a cabo la comunicación
con el prospecto, para así apoyarse en las tipologías de códigos más adecuadas para la
construcción de su mensaje, con tal de que éste llegue de forma efectiva al prospecto. En
el contexto específico de venta personal a través de una entrevista de ventas, dos
tipologías de código cobran una importancia especial: los asociados a la comunicación
verbal y a la comunicación no verbal.
— Resulta muy difícil encontrar la palabra justa que transmita lo que se está
intentando decir.
— El pensamiento va a mayor velocidad que las palabras, y puede existir un desfase
entre el momento en que queremos decir algo y el momento en que realmente lo
decimos.
— Aun planteando un discurso memorizado, cada entrevista de ventas y cada
prospecto en cuestión pueden requerir desviarse del guión planteado inicialmente,
resultando fundamental la capacidad de improvisación del vendedor.
116
tendrá que detectar el registro en el que habla el cliente y, a ser posible, adecuar el
suyo a este registro. Esto propiciará un mayor acercamiento y empatía entre
ambos, y ayudará a que el prospecto se sienta a gusto en la conversación.
— La comunicación implica un flujo bidireccional en la transmisión de la
información. El vendedor deberá evitar situaciones monologuistas en las que
abuse de la palabra, motivando la intervención del prospecto.
— El lenguaje ha de ser claro, conciso, directo y sin rodeos.
— El vendedor siempre habrá de ser cortés y amable. Incluso se podrá utilizar el
humor en aquellos casos en que se crea conveniente.
— Evitar el uso de frases hechas y estructuras cerradas. Éstas dan la sensación de
que el vendedor trae un guión completamente preparado, idéntico al que pueda
estar ofreciendo a otros clientes. Es importante que el prospecto perciba que se le
está dando un trato personalizado.
— No utilizar tecnicismos en exceso. Puede ser embarazoso para el cliente el
reconocer que no los entiende, o, lo que es peor, puede abandonar la entrevista sin
confesar que no ha entendido nada. En este caso, los esfuerzos realizados por el
vendedor no habrán servido para nada.
117
sus empleados.
— La voz es un elemento clave, ya que es el código que más relación guarda entre los
dos tipos de comunicación, verbal y no verbal. En este sentido, el vendedor
procurará asegurarse de los siguientes aspectos:
• No ha de ser muy llamativa. Es decir, no debe tener un tono muy alto ni muy
bajo, ya que en el primer caso podría resultar molesto y el segundo dificultaría
la comunicación.
• Debe reflejar cortesía, amabilidad y disposición, pero sin resultar exagerada, ya
que una amabilidad o cortesía extrema puede parecer falsa y el cliente puede
sentirse manipulado o engañado.
• Se debe evitar mantener un tono de voz constante durante toda la entrevista
porque podría resultar aburrido por monótono. Es mucho más atrayente un
discurso en el que el tono de voz se adapte en cada momento al tema y a la
situación.
• Se cuidará la vocalización y la velocidad de expresión. Así, se tratará de hablar
siempre de forma comprensible para el interlocutor, esto es, vocalizando
correctamente e intentando que la velocidad con la que se habla permita al
receptor entendernos, sin incurrir en un ritmo excesivamente lento y pesado.
— Las manos han de estar relajadas, pero debemos evitar guardarlas en los bolsillos
o cruzar los brazos cuando no sepamos qué hacer con ellas. El primer caso da una
imagen de indiferencia ante el interlocutor, y el segundo da la impresión de tener
una actitud negativa. Por contra, el hecho de tener las manos siempre visibles y
con posturas abiertas que dejen ver sus palmas es signo de apertura, de
transparencia y de colaboración.
118
4.2.2. Aplicación de la programación neurolingüística (PNL) a la venta
119
Tanto la conducta como el pensamiento generarán programas específicos en la mente
del individuo. Algunos de estos programas le favorecen, mientras que otros le limitarán;
algunos serán conscientes, mientras que otros no. En este sentido, según los programas
con los que interactúe, el individuo responderá al mundo externo de una determinada
manera (con rabia, tristeza, euforia, serenidad, tranquilidad, plenitud, etc.). De la
utilización de estos programas dependerá el resultado obtenido en la comunicación. La
importancia de la PNL reside en que permite hacer conscientes los programas que no lo
son y da la capacidad de reprogramar aquellos que son ineficientes para el logro de
resultados satisfactorios. En suma, ayuda a utilizar el programa más conveniente ante
cada situación.
En el contexto de venta, el vendedor, a lo largo de su vida profesional, instala cientos
de programas asociados a cada experiencia de venta, tanto positiva como negativa. La
PNL ayuda al vendedor a tener una percepción más clara de sus propios programas y
también de los programas de los demás. A modo de símil, la mente del vendedor actuaría
como un sistema informático que va perfeccionando sus programas progresivamente en
función de cada problema planteado, de modo que ante cada situación sabe utilizar el
programa idóneo que hace posible la obtención de un mejor resultado.
Lo importante de la PNL desde el punto de vista del vendedor es que éste adquiera la
habilidad de crear nuevas rutas mentales. Al hacer esto, desarrollará unas capacidades de
adaptación y empatía sobre el prospecto que le harán huir de posturas y estrategias de
venta cerradas, que conducen a un estancamiento progresivo de su labor sobre
mecanismos y técnicas que no suelen funcionar. Por tanto, es importante cambiar de
estrategia para obtener resultados diferentes. Al conocer cómo funciona su mente, el
vendedor puede empezar a dirigirla sin que sea ella la que le dirija con los programas
negativos que le ha instalado. El objetivo es aprender a tener un mejor dominio de uno
mismo, de sus emociones y de sus respuestas.
Partiendo del proceso expuesto anteriormente, la PNL estudia el modo en que nuestro
sistema neurológico y nuestra habilidad para el lenguaje construyen nuestros modelos
del mundo. Puesto que sólo tres de nuestros cinco sentidos son los que podemos utilizar
como canales para enviar información, la PNL establece que el ser humano tiene tres
grandes sistemas para representar la información: visual, auditivo y kinestésico. El
vendedor debe tener en cuenta que la utilización de los sentidos es diversa en todas las
personas. En efecto, nuestros sistemas de representación se desarrollan más cuanto más
los utilizamos. Por ello, si utilizamos más un sistema, los otros se desarrollarán en menor
medida, lo que nos lleva a que cada persona tiene preferencia por un sistema u otro en
función del que más ha desarrollado. En este sentido, cada persona tratará de buscar
situaciones en las que su sentido más desarrollado tenga una ventaja mayor frente a los
demás.
De acuerdo a esta diversidad entre las personas según su canal sensorial preferente,
éstos se clasifican en visuales, auditivos y kinestésicos.
120
— Los visuales perciben mejor su entorno mediante el sentido de la vista, su tono de
voz es alto, y se caracterizan por hablar más rápido de lo normal, postura rígida,
respiración superficial y rápida. Les gustan las actividades agradables a la vista.
— Los auditivos perciben mejor su entorno mediante el sentido del oído, y se
caracterizan por una postura distendida, posición de escucha, respiración bastante
amplia, voz bien timbrada, ritmo mediano y palabras auditivas (oye, escucha). Les
gustan las actividades relacionadas con la escucha y la interacción con otras
personas.
— Los kinestésicos perciben el mundo a través de los sentidos del tacto, gusto y
olfato. Se caracterizan por una postura muy distendida, respiración profunda y
amplia, voz grave y ritmo lento con muchas pausas. Les gustan las actividades
físicas y buscan el contacto, la manipulación y la interacción.
121
Para ello, será fundamental conocer los diferentes tipos de objeciones con las que un
vendedor se puede encontrar en la entrevista de ventas, así como las principales formas
de responder a las mismas, aspectos que serán tratados en los epígrafes siguientes.
Lo primero que tiene que hacer el vendedor al encontrarse con obstáculos por parte
del prospecto que dificulten la venta es determinar el tipo de objeción que se le plantea,
pues todas ellas no son iguales y, por tanto, requieren de un tratamiento distinto (tabla
4.1).
TABLA 4.1
Principales tipologías de objeción
En este sentido, una primera distinción guarda relación con valorar en qué medida el
obstáculo planteado se corresponde realmente con una objeción a la venta, o más bien
con una excusa a la venta. En el primero de los casos, hablaremos de puntos de
desencuentro honestos en base a razones válidas y justificadas para no comprar. Por su
parte, las excusas son falsas razones aportadas por el prospecto utilizadas para justificar
por qué no desea comprometerse con la compra.
Es importante ser capaz de distinguir ambas opciones, ya que mientras las excusas
son un símbolo de desinterés hacia el producto, las objeciones dan la pauta de que el
cliente se está comprometiendo con la presentación de ventas y, por tanto, deben ser
siempre bien recibidas por el vendedor.
Hecha esta primera distinción, se deberá determinar el tipo concreto de objeción que
se le plantea. A este respecto, podemos encontrar un gran número de objeciones, las
cuales suelen guardar relación con alguno de estos factores:
1. El precio
122
EJEMPLO: «Sus servicios son demasiado caros. Puedo conseguir el mismo servicio en
la competencia a menor precio».
Cuando el precio es el mayor obstáculo que dificulta la compra por parte del
prospecto el vendedor debe ayudarle a justificar el coste del producto. En este sentido,
puede resultar útil el dividir el coste total del mismo en cantidades más pequeñas
relativas a los diferentes componentes del producto o servicio, de modo que el cliente
pueda ver qué aspectos concretos justifican tal precio. Del mismo modo, el vendedor
debe realzar el valor único de sus productos y servicios, los cuales no van a poder
obtenerse de cualquier otro proveedor.
2. La complacencia
3. El temor al cambio
EJEMPLO: «Yo no quiero cambiar la forma en que hemos estado haciendo las cosas
desde hace 15 años. Pueden salir mal demasiadas cosas».
4. La confianza
EJEMPLO: «Pareces muy seguro en lo que dices, pero ¿cómo puedo saber que
realmente tienes la experiencia necesaria en este ámbito?».
123
La confianza es algo que necesita tiempo para generarse, por lo que, en el caso de ser
un obstáculo para su prospecto, el vendedor tiene que ser honesto y coherente en todos
los ámbitos para superar esta oposición. Para ello, debe tratar de ser cercano con el
prospecto, compartiendo información, testimonios, estudios de casos y referencias que
faciliten aminorar el ambiente de incertidumbre que rodea al vendedor y conseguir que
el prospecto muestre confianza en la capacidad del vendedor para hacer el trabajo.
7. El tiempo
EJEMPLO: «No puedo tomar una decisión en este momento, estoy muy ocupado.
Llámeme de nuevo en unos meses».
124
prospecto a una situación en la que perciba que tomar la decisión de comprar el producto
es fácil. Para ello debe comenzar haciendo una lista de todas las ventajas derivadas de
trabajar con el vendedor, resaltar el valor de los productos y servicios que ofrece, y
explicar las facilidades que va a encontrar desde el primer momento en que comience a
trabajar con él. En suma, se debe enfocar la decisión de contratar como una obviedad y,
de esta manera, se favorecerá la desaparición de esta objeción.
En conjunto, el vendedor debe valorar que sus prospectos pueden tener más de una
objeción, por lo que es importante que sea capaz de identificarlas conforme éstas se
hagan manifiestas. Sin embargo, esto no siempre es sencillo, pues en muchas ocasiones
el prospecto no manifiesta sus objeciones, dificultando enormemente la labor de
resolución de dudas y preguntas por parte del vendedor. En este caso, éste tiene que
tratar de descubrirlas y, en la medida de lo posible, hacerlas aflorar. Será una vez
identificadas las causas que están deteniendo el proceso de ventas cuando el vendedor
podrá armarse de los argumentos adecuados con los que inclinar la balanza a su favor.
1. Escucha
125
el vendedor debe averiguar si existen otras objeciones por parte del prospecto.
Esta forma de actuar puede llevar a un trabajo adicional para el vendedor; sin
embargo, de no obrar de esta manera, es muy probable que el prospecto muestre
nuevas objeciones en el momento en el que el cierre parece cercano, debiendo
retroceder en el proceso de ventas nuevamente, lo cual puede generar un
sentimiento de frustración en el vendedor.
2. Aceptación
3. Compromiso
— Lograr el compromiso del prospecto. Las objeciones deben ser tomadas por el
vendedor bajo una actitud positiva, entendiéndolas como una oportunidad para
brindar mayor información al prospecto sobre el producto y para convertirla en
una razón de compra que comprometa al prospecto. En efecto, cuando un cliente
plantea una objeción, en realidad está expresando temor. La tarea del vendedor en
este punto es aliviar sus temores, de modo que la respuesta satisfactoria a las
objeciones manifiestas ayudará a convertir este temor en seguridad hacia la
126
compra del producto.
— Mostrar el compromiso propio. El vendedor debe tener presente que el
compromiso que él mismo ha mostrado en la resolución de todas las objeciones
planteadas por el prospecto determinará el compromiso adquirido por éste en torno
a la venta. En este sentido, debe mostrar esfuerzo e implicación en todas las
cuestiones planteadas.
4. Acción explícita
— Persuadir hacia nuestra causa. El vendedor debe esforzarse por cambiar la forma
en que el prospecto ve las objeciones. En este sentido, debe resolverla en la
medida de lo posible o, en su caso, tratar de aminorar la importancia dada por el
prospecto a la objeción, con tal de que no resulte determinante en su decisión.
— Conceder hacia su causa. En algunos casos en los que la venta se ve seriamente
amenazada, el vendedor puede valorar resolver la objeción admitiendo un cierto
retroceso en su postura, haciendo alguna concesión relacionada con la objeción
planteada por el prospecto. Por ejemplo, si el prospecto muestra reticencias al
precio, siempre se puede bajarlo hasta cierto límite. Ahora bien, éste debe ser el
último recurso a emplear, pues si el prospecto percibe desde el primer momento
esta posibilidad, es posible que plantee la mayor cantidad de objeciones posibles
con tal de sacar el mayor provecho.
5. Control
Finalmente, el vendedor debe realizar una labor de control con tal de asegurarse de
que todas las objeciones planteadas se han resuelto correctamente y que el prospecto no
se ha dejado ninguna cuestión en el tintero. Confirmado este aspecto, será el momento de
dirigirse a la fase de cierre de la venta.
127
prospecto planteó su objeción, una vez se ha contestado a la misma y antes de
seguir adelante, puede hacer un resumen en pocas palabras de aquello de lo que
había estado hablando previamente.
TABLA 4.2
«Qué hacer» y «qué no hacer» en el tratamiento de las objeciones
4.4. EL CIERRE
128
venta debidamente.
A este respecto, la buena labor realizada por el vendedor en las fases anteriores
resultará determinante del resultado logrado en esta fase. Así, la confianza mostrada por
el prospecto a lo largo del proceso favorecerá la consolidación de una relación entre el
vendedor y el prospecto, que se formalizará con el acuerdo de las condiciones sobre las
que se realizará la compra del producto. Será en este momento cuando el prospecto se
convierta en nuevo cliente de la empresa.
Para llegar a tal fin, el vendedor deberá trabajar en dos ámbitos totalmente
relacionados. En primer lugar, ser capaz de identificar los indicios del cierre asociados a
las posibles señales mostradas por el prospecto. En segundo lugar, proceder al cierre
utilizando alguna de las técnicas concretas de las que dispone. Ambas cuestiones serán
tratadas con mayor detalle en los apartados siguientes.
— Las señales no verbales, asociadas a acciones físicas del prospecto. Por ejemplo:
asentir con la cabeza, mostrar una expresión de satisfacción respecto al producto
presentado, inclinarse hacia delante mostrando interés, volver a coger el producto,
etc.
— Las señales verbales, en relación a comentarios y preguntas efectuadas por el
prospecto. Por ejemplo: preguntar por plazos de entrega, precios, posibles
descuentos, modos de pago, formas de envío, garantías, etc.
129
dejando así la puerta abierta a futuras relaciones comerciales.
De hecho, incluso en el caso en el que el vendedor consigue cerrar la venta, éste debe
tener siempre presente que el proceso de ventas no concluye con el cierre, sino que la
relación con los ahora clientes debe afianzarse en el largo plazo.
130
parte del prospecto, de modo que se refiere a él como si ya fuese suyo. Por
ejemplo, «No me cabe duda de que va a sacarle mucho partido a su nuevo
producto».
— Cierre con obsequio: en el caso en el que el prospecto ha mostrado su
compromiso hacia la compra pero sigue mostrando indicios de duda, el vendedor
puede acrecentar su convencimiento añadiendo algún detalle gratuito a la compra.
— Cierre con narración: al igual que en la situación anterior, el vendedor puede
hacer desaparecer las posibles disonancias asociadas a la decisión de compra
haciendo analogía con otras experiencias exitosas del producto en otros clientes de
referencia.
— Cierre de alternativas limitadas: en contextos de venta en los que el vendedor ha
mostrado un gran número de alternativas de producto al prospecto, el vendedor
debe limitar la selección final a un número reducido de opciones. De este modo, se
centrará en las alternativas sobre las que el prospecto ha mostrado un mayor
interés, descartando aquellas sobre las que ha presentado mayores dudas u
objeciones. Por ejemplo, «Entonces, entre el modelo A y el modelo B, ¿cuál
prefiere?».
— Cierre de objeción principal: el vendedor realiza una síntesis de la objeción u
objeciones principales presentadas por el prospecto que obstaculizan la compra del
producto. En la medida en que sea capaz de resolverla/s comprometerá la compra
del producto.
— Cierre de inversión: se trata de invertir una situación de duda o consulta,
respondiendo con una nueva pregunta que acerque al prospecto al producto. Por
ejemplo, en una venta de un televisor, el prospecto puede preguntar «¿Este modelo
no tiene sistema de visión en 3D?». Ante esta pregunta, el vendedor puede adoptar
la siguiente respuesta: «¿Prefiere que le envíe entonces el modelo B, que sí que
incorpora este sistema?».
131
Además, es conveniente completar la ficha comercial del cliente, en la cual
incluyamos, además de sus datos básicos (nombre, dirección, actividad, etc.), el producto
o servicio que nos ha comprado (tipo y cantidad), así como las enseñanzas más
importantes que hayamos obtenido de él durante la entrevista (tipo de personalidad,
principales objeciones, modo en que lo convencimos, etc.) y toda la información relativa
a sus proyectos o los de su empresa.
Esta idea de seguimiento asociada a la satisfacción del cliente completa el modelo
A.I.D.A original, presentado en el comienzo del presente capítulo, el cual fue
modificado en 1911 por Arthur F. Sheldon, quien extendió el modelo con un quinto
momento adicional: la «S» de satisfacción, quedando éste tal y como lo conocemos en la
actualidad: A.I.D.A.S.
Dada la importancia de las labores de seguimiento emprendidas por la empresa sobre
el cliente, las cuales se engloban dentro de la última fase del proceso de ventas, las
principales cuestiones en torno a este tema serán tratadas en el siguiente capítulo de
forma independiente.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
132
C: «Hola, buenas tardes».
V: «Buenas tardes. Mi nombre es Francisco Albiol. Vengo a asesorarle en la
instalación del césped que quería instalar en su jardín. Por favor, ¿sería tan amable de
mostrarme el lugar en el que han pensado hacer la instalación?».
C: «Por supuesto, acompáñeme por favor».
(Francisco cede el paso cordialmente a Elvira, quien se dirige a la parte lateral de
la vivienda, donde se encuentra el jardín).
V: «Permítame decirle que tiene usted un jardín precioso. El césped artificial
quedará estupendamente. Han tenido una gran idea».
C: «Muchas gracias. La verdad es que teníamos algunas dudas, pero teniendo en
cuenta que el terreno a instalar no es muy grande, habíamos pensado en poner césped
artificial para ahorrarnos el cuidado y el tener que comprar un cortacésped y demás
instrumentos para su mantenimiento».
V: «La entiendo perfectamente y comparto plenamente su idea. De hecho, este año
hemos estado trabajando en un gran número de viviendas de la zona, que nos
planteaban la misma situación, y el resultado ha sido espectacular. Todos los clientes,
al ver el césped instalado, han quedado encantados».
C: Pues sí que me tranquiliza oír esto.
V: «Déjeme mostrarle los tres modelos que más éxito están teniendo».
(Francisco abre su maletín y saca muestras de césped de tres modelos distintos
tratando el producto con sumo cuidado, dando la sensación de que tiene algo valioso
en sus manos. Uno a uno, explica las principales características asociadas a cada uno
de los modelos).
V: «Por favor, ante cualquier duda que le pueda surgir ante me interrumpe
inmediatamente, con toda la confianza del mundo…».
C: «De las tres opciones, la verdad es que la A no me convence estéticamente.
Entre la B y la C, ¿de qué diferencia de precio estamos hablando?».
V: De acuerdo, entonces la opción A la descartamos y nos centramos en la B y la
C. Déjeme decirle de antemano que haga la selección que haga son dos alternativas
excelentes. La B es una opción de excelente calidad a un precio de 35 €/m2. Por su
parte, la opción C presenta una calidad superior, que se traduce en un mejor acabado
del producto en términos estéticos a 38 €/m2.
C: «La verdad es que el modelo C es el que más me gusta, pero en la situación
actual quizá el B, que es algo más barato, me convenga más. Quién sabe si al poco
tiempo tuviera que volver a cambiarlo».
V: «Estoy completamente de acuerdo con su planteamiento, y por eso le voy a dar
una perfecta solución a sus temores. Todos nuestros productos tienen una garantía de
10 años desde su instalación, con lo cual usted no tendrá que realizar ninguna
inversión adicional por tiempo indefinido. De ahí mi consejo sincero es que opte por
la opción que más le agrade, en este caso la C, aunque su precio sea ligeramente
133
superior. Tendrá un producto de máxima calidad para toda la vida. De hecho, puedo
decirle que yo mismo tengo instalado este modelo en mi casa desde hace más de 12
años y jamás he tenido problema alguno».
C: Visto así tiene usted razón, pero no sé...
V: Además déjeme decirle que, y sólo hasta finales de este mes, todas las
instalaciones realizadas podrán financiar el pago total en 3 plazos sin ningún tipo de
interés.
C: Eso está muy bien. De acuerdo, optaré por el modelo C.
V: Permítame darle la enhorabuena, acaba de tomar una magnífica elección. Le
garantizo que el resultado va a ser espectacular.
(Mientras formula estas palabras, Francisco saca del maletín un metro y comienza
a tomar medidas del terreno, apuntando la información en un formulario de pedido).
Cuestiones a resolver:
(Descargar o imprimir)
134
conocimientos resolviendo el cuestionario y calculando tu resultado comparando tus
respuestas con las soluciones que encontrarás al final del mismo.
1. ¿Cuál de las siguientes posibilidades no representa una de las fases avanzadas del
proceso de ventas?
a) Presentación y demostración.
b) Seguimiento.
c) Cierre.
d) Tratamiento de objeciones.
135
d) La expresión facial variará en función del momento de la entrevista en el que se
encuentren comprador y vendedor.
a) «Pareces muy seguro en lo que dices, pero ¿cómo puedo saber que realmente
tienes la experiencia necesaria en este ámbito?».
b) «Necesito consultarlo con mi esposa / socio / superior antes de tomar cualquier
decisión».
c) «Sus servicios son demasiado caros. Puedo conseguir el mismo servicio en la
competencia a menor precio».
d) «Estoy bien conforme me funcionan las cosas en este momento».
10. Identifica la opción que se corresponde con la técnica de cierre con acción física.
136
b) El vendedor saca un bolígrafo para la firma, empieza a medir con un metro en
la ubicación en la que tiene que ir el producto, etc.
c) El vendedor hace ver al prospecto que el éxito del producto es tal que se
encuentra en últimas existencias.
d) El vendedor hace un balance de los aspectos positivos y negativos asociados a
la operación.
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
1. Supón que eres un comercial de una consultoría para empresas. ¿Cómo plantearías
la presentación de tu producto a tu público potencial? Valora en qué medida crees
que es importante la presentación en el caso en el que lo que se comercializa es un
servicio.
2. Elige un producto sobre el que tengas un conocimiento completo respecto a su uso.
Plantea una posible demostración del producto, repasando los aspectos
fundamentales que has tenido en cuenta a la hora de diseñarla.
3. Debate acerca de la aplicación de la programación neurolingüística (PNL) en el
contexto de la venta. Identifica una persona visual, una auditiva y una kinestésica,
y plantea, para cada una de ellas, posibles adaptaciones a la demostración diseñada
en la pregunta anterior.
4. Tomando como referencia la demostración planteada en la pregunta 2, plantea
posibles objeciones del prospecto y explica cómo tratarías de resolverlas.
5. Siguiendo la misma línea de la pregunta anterior, propón señales de compra que
podría mostrar tu prospecto y plantea técnicas de cierre concretas que podrías
utilizar como respuesta a estas señales.
TÉRMINOS CLAVE
137
— Deseo. — Cierre.
— Acción. — Satisfacción.
— Demostración. — Contacto relacional.
BIBLIOGRAFÍA
Bandler, R. y Grinder, J. (1979): Frogs into Princes: Neuro Linguistic Programming.
Real People Press.
Küster, I. y Roman, S. (2006): Venta personal y dirección de ventas. Madrid: Thomson
Paraninfo.
Lewis, E. St. (1898). En Preston, I. L. (1982): The Association Model of the Advertising
Communication Process, Journal of Advertising, 11(2), 3-15.
Sheldon, A. F. (1911): The Art of Selling. Chicago: The Sheldon School.
Strong, E. K. (1925): The Psychology of Selling. New York: McGraw-Hill.
138
5
El servicio al cliente y la gestión de reclamaciones
En términos globales, resulta difícil dar una definición formal que permita
conceptualizar el término de servicio al cliente desde una óptica de venta. De hecho, si
preguntáramos al público en general veríamos cómo, en función de quién responde,
podemos encontrar diferentes acepciones asociadas al significado que cada persona da,
de manera particular, al referirse al servicio al cliente. Así, entre estos significados sería
normal encontrar aspectos variados como los siguientes:
— Un empleado amable que recibe a los clientes con una amplia sonrisa, guiándolos
a lo largo del establecimiento y, así, definiendo sus experiencias de compra.
— Proporcionar al cliente el servicio que éste quiere en el momento en el que lo
desea.
— Un servicio en el que los empleados conocen a sus clientes por su nombre, siendo
capaces de anticipar qué es aquello que quieren comprar.
— Incluso una experiencia de compra donde se deja solo al cliente, sin molestarlo
hasta la salida (sobre todo cuando el cliente busca no incurrir en pérdidas de
tiempo).
A pesar de que cada persona define el servicio al cliente de forma diferente, los
139
denominadores comunes entre todas estas formas particulares de entender el concepto
residen en una personalidad agradable y unas políticas libres de complicaciones a la hora
de suministrar al cliente aquello que desea y necesita. Sin excepción, todos los clientes
desean tener una experiencia de este tipo en el servicio que se les presta.
Sin embargo, esta visión básica asociada al suministro respecto a los deseos y
necesidades del cliente deja de lado uno de los aspectos clave sobre los que se
fundamenta la naturaleza relacional del servicio al cliente. Así, por ejemplo, se puede
decir que en un modelo de negocio de almacén, donde los bienes se distribuyen en
estanterías y son los propios clientes quienes eligen los artículos y los llevan hasta la
salida, es cierto que se suministra el producto que permite cubrir la necesidad del cliente
(siempre suponiendo que éste encuentre lo que busca). Por contra, desde el punto de
vista del cliente, este modelo de negocio no se correspondería con un enfoque formal de
servicio al cliente.
Los clientes asumen que su correcto servicio implica una interacción con otra
persona, ya sea para ayudarle a encontrar, elegir o comprar algo. En este sentido, una
definición más completa del servicio al cliente es aquella que se centra, ya no en el mero
suministro de productos o servicios, sino en la habilidad de la empresa de satisfacer a sus
clientes.
Una empresa puede tener todos los elementos sobre los que basa el servicio al cliente
en su lugar, desde el propio personal hasta las políticas de devolución, pero si los
clientes no están satisfechos con la manera en que sus transacciones han sido tratadas, no
volverán. Esa, justamente, es la esencia de un buen servicio al cliente: lograr que los
clientes antiguos vuelvan y atraer a otros nuevos a través de las buenas opiniones y
recomendaciones que éstos hacen sobre la empresa.
Por tanto, la clave para lograr un servicio al cliente excelente residirá en la capacidad
por parte de la organización de exceder de forma constante y consistente las expectativas
del cliente. Para ello, es importante reconocer que todos los aspectos de nuestro negocio
tienen un impacto sobre el servicio ofrecido a nuestros clientes. Por tanto, mejorar este
servicio implicará un aprendizaje permanente sobre cuáles son los deseos y necesidades
de nuestros clientes, así como el desarrollo de planes de acción que implementen
procesos satisfactorios sobre los mismos. En este sentido, podemos decir que aunque el
servicio al cliente puede ser definido de muchas formas, es crucial tener claro que es el
cliente quien define esas formas, y no el vendedor. Este último podrá crear formatos
distintos, pero será el cliente el que tendrá potestad para aceptar o rechazar esos
formatos.
El hecho de aceptar esta definición nos permite ampliar y completar nuestra
conceptualización del servicio al cliente, basándola en un compromiso por la superación
constante de las expectativas de los clientes en la prestación del servicio antes, durante y
después de una compra (Harris, 2010). De acuerdo con Turban et al. (2002), «el servicio
al cliente engloba una serie de actividades destinadas a mejorar el nivel de satisfacción
140
del cliente, es decir, la sensación de que un producto o servicio ha cumplido con las
expectativas que el cliente tenía». En la tabla 5.1. se recogen algunas de las actividades
más comunes desarrolladas por las empresas en su servicio al cliente, en función del
momento concreto en el que se llevan a cabo (antes, durante y después de la venta),
detallando los diferentes objetivos buscados en cada caso (Equipo Cultural, 2009).
TABLA 5.1
Actividades de servicio al cliente antes, durante y después de la venta
Durante — Exponer las ventajas y beneficios del — Facilitar el proceso de compra al cliente.
producto adquirido, así como sus
características diferenciales respecto a otros
productos similares, persuadiéndolo acerca de
su conveniencia.
— Sugerir la mejor forma de empleo.
— Realizar el pedido, cobro y facturación.
— Embalaje o presentación.
Después — Cumplir con las condiciones ofrecidas — Conocer con precisión las características
(tiempo, entrega, transporte, instalación, asociadas al producto.
garantía, etc.). — Aceptar las posibles interrupciones con
— Atender las quejas y reclamaciones. cortesía.
— Informar acerca del uso del producto (dar — Mostrar interés y atención en la escucha.
instrucciones, folletos, etc.). — Inducir a hablar resaltando sus
— Asistencia técnica. conocimientos, incluso pidiendo opinión
— Mantenimiento. y consejo, pues ello generará un
sentimiento de satisfacción y de
positivismo en el cliente.
141
aquello que esperaba, quedando satisfecho y teniendo posibilidades de repetir la
compra.
EJEMPLO: «Un cliente compra unas gafas de sol por Internet y recibe el
producto en el plazo previsto, cumpliendo exactamente las especificaciones de
calidad anunciadas en la web».
— Expectativas no cumplidas: es el caso en el que el cliente queda insatisfecho, pues
el servicio que ha recibido no ha tenido el peso esperado, pues no ha cubierto las
expectativas previas que tenía sobre el mismo. En este caso, el cliente optará por
no repetir su compra.
EJEMPLO: «Un cliente compra unas gafas de sol por Internet y recibe un
producto totalmente distinto al mostrado en la web, todo ello un mes después del
plazo de entrega fijado, ya que la empresa había enviado el producto a una
dirección equivocada».
— Expectativas mejoradas: ocurre cuando la empresa es capaz de superar las
expectativas que el cliente tenía sobre el servicio, al darle más de lo que éste
esperaba. De este modo, el cliente queda encantado y establecerá una relación a
largo plazo con la empresa, acompañada de recomendaciones positivas acerca de
ésta en sus círculos cercanos.
EJEMPLO: «Un cliente compra unas gafas de sol por Internet y recibe el
producto antes del plazo previsto, cumpliendo las especificaciones de calidad
anunciadas en la web y acompañado de una preciosa funda, así como de un
completo kit de limpieza por cortesía del vendedor».
En todo caso, tal y como señala Kallendor (2010), «el servicio al cliente excelente es
142
aquel proceso por el cual una organización es capaz de ofrecer sus productos y servicios
al cliente de una manera en la que éste tiene acceso a ellos de la forma más eficiente,
justa, rentable y humanamente satisfactoria y placentera posible». Por tanto, es crucial
tener claro que el servicio al cliente es un proceso, y no una mera suma de acciones,
entre las que podría incluirse el saludar al cliente, sonreírle, preguntarle si se le puede
ayudar, etc. El servicio al cliente tiene un alcance amplio en el que no participa
únicamente el vendedor sino los diferentes empleados que integran la empresa en
conjunto (aunque en este caso centremos nuestra atención en especial en la figura del
vendedor).
Por esta razón, resulta fundamental que la empresa adopte una cultura de empresa que
apueste de manera decidida y comprometida por el servicio al cliente. Prueba de ello será
el dar prioridad al servicio al cliente en relación a otros componentes, como la
innovación de productos o las políticas de precios más bajos. En este sentido, una
organización que valora el buen servicio al cliente asignará importantes partidas a la
formación de sus empleados, y tratará de generar, de forma proactiva, una
retroalimentación directa y fluida con los clientes.
De forma paralela, la empresa debe valorar que, además de sus efectos positivos
sobre la satisfacción del cliente y la buena publicidad que éste puede realizar a través del
boca a oído, el servicio al cliente juega un papel relevante en la capacidad de la empresa
para obtener beneficios (Selden, 1998; Equipo Cultural, 2009). Desde esta perspectiva,
el servicio al cliente debería ser incluido en la organización como parte de un enfoque
general para la mejora sistemática de la relación entre empresa y cliente. De hecho, la
empresa no puede olvidar que cada experiencia de servicio del cliente puede llegar a
cambiar por completo la percepción que éste tiene de la organización, pudiendo ver
convertidos todos estos efectos positivos en negativos en un solo instante.
En un entorno extremadamente competitivo y cambiante como el actual, el servicio al
cliente se postula como una apuesta completamente necesaria por parte de las empresas
en la búsqueda de la fidelización de sus clientes. Aun manteniendo esta idea, la
importancia del servicio al cliente podrá variar según el producto o servicio, la industria
y los clientes a considerar. Especialmente relevante será en el caso de las PYMES, por
dos razones principales:
— Este tipo de empresas no puede sobrevivir bajo una mala reputación permanente.
Hay que tener en cuenta que los clientes juzgan el servicio recibido de cada una de
las empresas con las que tratan, y la realidad es que son mucho más propensos a
compartir sus malas experiencias que las buenas. Así, los clientes que han recibido
un servicio satisfactorio suelen contar su experiencia a entre 4 y 6 personas.
Mientras tanto, un cliente insatisfecho expondrá su opinión a entre 9 y 15
personas.
— Prestar un servicio al cliente de primer nivel es una de las pocas maneras con las
143
que las estas empresas pueden competir con las más grandes. Las empresas de
menor tamaño tienen ventajas a la hora de establecer contacto y conectar de forma
personal con sus clientes durante sus experiencias de compra. A este respecto, las
PYMES deben tener entre sus principales consignas evaluar y mejorar
constantemente el servicio que ofrecen a sus clientes.
— Tipo de cliente. Identificación del tipo genérico que abarque a los clientes con
características psicológicas homogéneas en el consumo con un nombre o etiqueta
de fácil recuerdo.— Características. Descripción de las características que definen
la compra de cada cliente, identificando su comportamiento y actitudes a lo largo
del proceso y ante el vendedor.
144
— Conducta a seguir por el vendedor. Selección de consejos para atender a cada tipo
de cliente de una forma adecuada y satisfactoria para ambas partes. Puede hacerse
referencia explícita al tipo de productos que conviene mostrar, las pruebas o
demostraciones, el uso o no de material auxiliar como catálogos, etc.
TABLA 5.2
Tipos de clientes
145
que interrumpe al recordar algo introductorias del tipo: ¿cómo puede usted
importante. atender tantos asuntos a la vez?
— La intensidad de ocupación puede — Si la situación de estrés en nuestro cliente es
ser síntoma de gran actividad o, por evidente, ofrézcale la oportunidad de aplazar la
el contrario, de mala organización y conversación a otro momento en el que disponga
desorden. de mayor relajación.
146
de decidir.
Desconfiado — Paciente, escucha con atención cada — No confundir su cautela con falta de interés o de
argumento. capacidad de comunicación.
— Tiende a sobrevalorar los aspectos — Derrochar paciencia y comprensión, sin
negativos y a infravalorar los datos mostrarse nervioso ante tanta pregunta.
positivos. — Conocer a fondo los beneficios y características
— Tiende a dudar de las ventajas o de los productos, así como los de la competencia.
beneficios de los productos, — Destacar datos y hechos objetivos.
buscando sus defectos. — Si es posible, realizar pruebas del producto,
— Considera que puede estar siendo utilizando argumentos lógicos.
manipulado por técnicas de venta o — Utilizar argumentos de comunicación bilaterales
estrategias de marketing. (señalar las desventajas y luego reforzar las
— Está en continua actitud de ventajas).
autodefensa. — No apremiarlos y darles el máximo de detalles en
— Tiende a no fiarse, utilizando frases las argumentaciones.
como «¿está seguro?».
— Le gusta estudiar todos los detalles
antes de decidir, incluso valorando
otras propuestas de la competencia.
147
5.3. LAS QUEJAS Y RECLAMACIONES EN LA VENTA
Como hemos visto en el primer apartado de este capítulo, uno de los posibles
resultados en el servicio al cliente es aquel en el que las expectativas que éste tenía sobre
el producto o servicio contratado no han sido cubiertas, quedando, por tanto,
insatisfecho. Este estado suele dar lugar a la aparición por parte del cliente de ciertas
quejas o reclamaciones hacia la empresa.
Por tanto, por queja o reclamación, ya sea oral o escrita, entendemos aquella
manifestación formulada por el cliente en la que muestra que sus expectativas no han
sido cubiertas ni satisfechas. Ni las mejores empresas ni los clientes más complacientes
podrán evitar que se produzcan estas situaciones a diario en la actividad comercial de la
organización.
Para entender el porqué de la proliferación creciente de las quejas y reclamaciones
resulta fundamental tener presente el nuevo perfil del cliente con el que nos enfrentamos.
En términos generales, podemos decir que la empresa se enfrenta a un tipo de cliente que
se caracteriza por ser:
— Más quejica. Cada vez son más los consumidores que dejan constancia formal de
sus reclamaciones. El exceso de oferta existente en los mercados ha colocado al
cliente en una situación de privilegio respecto a la empresa. En la actualidad, el
consumidor conoce a la perfección cuáles son sus derechos y es exigente en su
cumplimiento.
— Infiel. La avalancha de ofertas que ofrecen las diferentes empresas hace más difícil
la fidelización de los clientes a largo plazo. El caso de la telefonía móvil vuelve a
ser significativo. En el sector se producen en España cuatro millones de
portabilidades al año, lo que representa un 10% de la cuota de mercado.
— Informado. Los consumidores del siglo XXI están más informados y suelen
conocer las diferentes opciones, productos, servicios y ofertas existentes en el
mercado. Por esa razón, antes incluso de optar por una empresa determinada,
buscan, comparan y se quedan con el mejor postor. No les tiembla el pulso a la
hora de abandonar una empresa a la que llevan tiempo vinculados por otra que les
ofrece un servicio mejor y con mejor satisfacción.
— Urgente. Nunca antes el tiempo había sido tan importante para los clientes. Ya no
vale que un producto sea nuevo, o que les haga la vida más fácil. Ahora también
valoran a aquellas empresas que demuestren que tienen interés por su tiempo y
que, por tanto, presten sus servicios de manera eficiente y rápida, minimizando los
esfuerzos que se requieren por parte del cliente.
En todo caso, esta proliferación creciente de quejas por parte de los clientes hacia las
empresas debe valorarse tratando de aprovechar los aspectos positivos que de ellas se
148
derivan. En efecto, las quejas y reclamaciones representan oportunidades para que las
empresas puedan reflejar el compromiso que tienen con sus clientes. Más aún, y con el
fin de mejorar permanentemente el servicio prestado, las quejas y reclamaciones
suponen una fuente de información fundamental sobre la que identificar posibles
oportunidades sobre la formación de los empleados, la mejora de los productos y
servicios ofrecidos, la educación de los clientes y su fidelización, y la mejora de la
rentabilidad del negocio. De hecho, hasta un 95% de los clientes que ven resuelta de
forma oportuna una queja por parte de la empresa vuelven a hacer negocios con la
misma. En definitiva, aunque nadie las quiere, las quejas actúan como vacunas para las
empresas, ya que les proporcionan advertencias avanzadas sobre posibles problemas
futuros, permitiéndoles así ser mejores.
Adoptar una postura distinta en el tratamiento de las quejas, en base a una
infravaloración o desatención de las mismas, puede conducir a la pérdida definitiva de
clientes actuales, con importantes efectos negativos para la empresa en beneficio de otras
compañías competidoras, entre los que se encuentran los siguientes:
149
temporal cortoplacista. Sin embargo, la suma de todos estos efectos negativos
particulares ocurridos a lo largo del tiempo, así como de todos aquellos positivos
que no han llegado a producirse por culpa de la postura de desatención adoptada
por la empresa, son consecuencias que merecen su atención.
Por todas estas razones, el tratamiento de las quejas y reclamaciones debe formar
parte de la estrategia de servicio al cliente seguida por la empresa. De este modo, en la
definición de esta estrategia será necesario establecer un sistema o canal a través del cual
el cliente puede hacer llegar sus quejas y reclamaciones, así como establecer la dotación
de recursos que permita la adecuada gestión de las mismas. Este sistema, cuyo órgano
operativo y de referencia será el departamento de atención al cliente, debe recibir la
implicación de la alta dirección y definir un protocolo de actuación para el empleado que
le sirva de referencia en el tratamiento y resolución de las posibles quejas o
reclamaciones efectuadas por el cliente.
A lo largo de los siguientes apartados analizaremos los principales canales de los que
dispone la empresa para recoger las quejas y reclamaciones de sus clientes, los tipos de
quejas más comunes emitidas por los clientes, así como una serie de pautas específicas y
generales a tener en cuenta a la hora de tratarlas.
Lo primero que debe tener en cuenta la empresa a la hora de gestionar las quejas y
reclamaciones de sus clientes es que no todas las situaciones en las que éstos resultan
insatisfechos derivan en una queja o reclamación por su parte. De hecho, a pesar de que
el porcentaje de clientes satisfechos se sitúa en términos medios en el 52%, sólo en torno
al 18% de los clientes que no han visto cubiertas sus expectativas en el servicio prestado
por la empresa reclaman. Ahora bien, incluso representando un porcentaje muy bajo, lo
cierto es que la importancia de estas quejas es crucial para la empresa, ya que, tal y como
muestra la tabla 5.3, éstas suelen efectuarse por aquellos clientes que presentan una
mayor fidelidad y compromiso hacia la misma (Küster y Román, 2006).
Partiendo de este matiz, la vía de entrada en la empresa de las quejas y reclamaciones
efectuadas por el cliente es múltiple, pudiéndonos encontrar con tres alternativas
principales, tal y como se muestra en la figura 5.2 (Cruzado y de la Cruz, 2012):
— Que sea recibida por el propio vendedor, que al estar en contacto directo con el
cliente puede tratar de dar solución a la misma en base al protocolo de atención al
cliente establecido por la empresa. En casos de mayor complejidad, la reclamación
se hará llegar al departamento de atención al cliente.
— Que sea recibida por cualquier departamento de la empresa distinto al
departamento de atención al cliente, normalmente por la falta de información por
150
parte del cliente respecto a los cauces por los que trasladar su queja a la empresa.
En este caso, la reclamación deberá trasladarse directamente al departamento de
atención al cliente.
— Que sea recibida por el departamento de atención al cliente, especializado en la
resolución de estas quejas.
TABLA 5.3
Perfiles de cliente en base a las quejas y reclamaciones
151
centro de contacto, la empresa podrá gestionar sus recursos humanos de la forma más
eficiente, con tal de atender a las peticiones de sus clientes. Así, evitará que los clientes
esperen más de lo necesario, o que un cliente que contacte con la empresa tenga que
explicar varias veces el motivo por el que lo hace. Además, aportará información al
cliente de forma automática y generará toda la información necesaria para administrar
día a día la gestión de los clientes.
A continuación se presentan algunos de los canales más utilizados por las empresas
en la actualidad.
152
2. Correo electrónico (e-mail)
No debe confundirse con los formularios de queja. De hecho, mientras éstos presenta
una estructura cerrada, el correo electrónico da la posibilidad al cliente de exponer lo que
quiera de la forma en que lo prefiera.
La empresa debe optar por un e-mail que sea fácil de recordar, sonoro y que se asocie
de forma inmediata tanto con la empresa como con la función que pretende cubrir. Por
ejemplo: atención@nombre de la empresa.es.
Esta dirección de correo electrónico debería estar presente en cada comunicación
externa efectuada por la empresa.
3. Fax
Aunque su uso es cada vez menor a favor de otros canales como el correo electrónico,
algunas empresas siguen recurriendo a este canal como forma de contacto con el cliente.
En este caso es recomendable facilitar, junto con el número de fax, el nombre del
directivo responsable receptor de la comunicación. De esta manera el cliente percibe que
sus quejas son tratadas por la dirección y que, por tanto, éstas se consideran importantes
para la empresa.
4. Web
5. Redes sociales
El incremento vertiginoso en el uso de las redes sociales y los blogs por parte del
cliente han llevado a las empresas a incluir estos canales en sus centros de contacto. En
todo caso, aunque a través de ellos se obtienen ciertas ventajas, como pueden ser la
153
generación de una mayor cercanía y transparencia con el cliente, conviene tomar
determinadas precauciones en este sentido relacionadas con el alto poder de expansión y
propagación que estos canales tienen cuando el cliente expresa sus malas experiencias
con la empresa.
6. Documentación en papel
154
1. Quejas o reclamaciones relacionadas con el precio
Las causas más comunes por las que se llega a este tipo de reclamaciones son:
Una forma de evitar este tipo de problemas consiste en facilitar a los clientes una
factura proforma que incluya el detalle de su pedido, como confirmación previa a la
factura final.
En todo caso, una vez se ha incurrido en el error, el vendedor debe tratar de
solucionar el problema lo antes posible, informando si fuera preciso al cliente acerca del
mismo y de las razones que han llevado a él, disipando cualquier duda al respecto.
155
una identificación completa y detallada en el mismo producto. De forma adicional, es
conveniente hacer constar en el propio pedido la obligación de hacer llegar las
reclamaciones previa apertura del embalaje o el producto.
Aun tomando todas estas precauciones, no siempre es fácil discernir la realidad de lo
ocurrido y quién es el responsable del error. Siempre que la empresa esté segura de su
razón deberá mantener sus criterios de cara al cliente, presentándole toda la información
necesaria que respalde su postura y haciéndole ver que ha habido una mala
interpretación por su parte. En aquellos casos de poco valor en los que no se llega a un
acuerdo, se puede optar por reponer la diferencia en próximos pedidos, siempre y cuando
se compruebe que el cliente no es reincidente en este tipo de quejas y que su volumen
normal de compras lo justifique.
Como decimos, las causas que originan una queja o reclamación asociada a la
prestación del servicio pueden ser muy diferentes. Por este motivo, y tomando como
ejemplo las mostradas anteriormente, a continuación se exponen ciertos criterios a tener
en cuenta respecto a cada una de ellas.
En primer lugar, la empresa debe determinar cuál es la causa real que se encuentra
detrás de un retraso o incumplimiento de las fechas asociados a un pedido. Por un lado,
puede ser responsabilidad de la propia empresa por cuestiones relacionadas con la falta
de organización o de control. En este caso, la empresa debe asumir su culpa y presentar
sus disculpas de forma sincera y creíble, tomando las medidas inmediatas para su
corrección. Ahora bien, puede que la causa del retraso dependa de terceros (por ejemplo,
una equivocación en el envío por parte de una empresa de transporte o de reparto, un
retraso por parte de un proveedor de los materiales o piezas necesarias para la prestación
del servicio, etc.). En este contexto, la empresa debe explicar al cliente la situación real y
establecer fechas asumibles, estableciendo de mutuo acuerdo un seguimiento común.
En el caso de que la queja se origine por la atención de un profesional inadecuado o
por la percepción por parte del cliente de que el servicio no ha sido del todo satisfactorio,
hemos de valorar que estos problemas no siempre aparecen por causa del profesional.
Tal y como se vio en el apartado 5.2 de este capítulo, podemos encontrarnos con
tipologías de cliente muy particulares, con actitudes negativas premeditadas hacia el
156
vendedor o, incluso, con una falta de claridad a la hora de transmitir sus necesidades,
favoreciendo la mala interpretación por parte del profesional. En este sentido, hemos de
conocer con precisión cuáles son exactamente los motivos por los que el cliente
considera la atención inadecuada o el servicio insatisfactorio. Sobre estos motivos
deberemos definir desde un punto de vista realista los aspectos en los que se tiene razón
o no. Aun así, no se debe entrar en discusiones particulares enfrascadas en busca de la
razón, sino aceptar que la culpa no es de nadie en concreto, e indicar al cliente que lo
importante es darle una solución al problema defiendo la forma y el momento en que se
va a proceder.
Por último, los incumplimientos por parte de la empresa de los servicios pactados
deben tener una respuesta rápida y contundente por parte de ésta hacia el cliente, siempre
que se demuestre que tiene razón en su queja. La solución pasará por ofrecer el servicio
tal cual se pactó. Además, es aconsejable realizar una exposición acerca de las causas
por las que se ha cometido el error. En ocasiones, por contra, es el cliente el que ha
interpretado de forma incorrecta las condiciones pactadas. En este caso, la empresa le
aportará información exhaustiva en relación a los servicios prestados y sus condiciones
concretas.
157
incluso repetidas veces, de que ésta se ha entendido a la perfección.
Podemos encontrar infinidad de razones asociadas a esta cuestión. Por citar algunas:
158
Las directrices a seguir por el vendedor en el tratamiento de las quejas o
reclamaciones a través de una comunicación oral serían las siguientes:
• Haciendo del mundo una tabla rasa: mientras se está escuchando, lo único que
existe es el interlocutor.
• Pensando que se podrá manejar mejor la situación cuanta más información
tengamos.
159
• Identificar el contenido de sus expresiones verbales y pensar en lo que está
diciendo.
• Identificar sus sentimientos, teniendo en cuenta el tono de voz, la postura y la
expresión de la cara (factores de la comunicación no verbal que nos
proporcionarán información sobre su estado de ánimo y su actitud).
• Identificar el momento en que el interlocutor desea que el vendedor hable y
termine con su papel de escuchar. Una señal para saber si una persona ha
terminado de hablar es, por ejemplo, la siguiente: una vez dice la última
palabra, dirige su mirada al interlocutor como cediéndole el turno.
• Con gestos:
• Con palabras:
– Adoptando incentivos verbales para el que habla: «ya veo», «ajá», etc.
– Parafraseando o utilizando expresiones de resumen.
– Repitiendo una palabra o frase que no haya quedado clara en un tono
interrogante.
– Realizando una intervención como orientador a través de preguntas,
proporcionando información al cliente de su interés, relacionada con el
problema que presenta.
160
2. Identificar al tipo de cliente con el que tratamos
La empresa debe entender que hay una necesidad de equilibrio entre sus posibilidades
de innovación interna y la retroalimentación que consigue de sus clientes. Los
comentarios y quejas de los clientes suponen una información crucial para determinar
qué es aquello que la empresa está haciendo mal y, en consecuencia, hacia dónde dirigir
sus actuaciones futuras. Aunque la empresa debe confiar sus innovaciones en su equipo,
no debe descartar a los clientes como elemento central sobre el que señalar al equipo la
dirección correcta a seguir.
5. Profundizar en el problema
El vendedor debe defender su postura si lo considera necesario, siempre que sea justa
161
y en consonancia con la política de la empresa, pero, en ningún caso, llegar a la
discusión con el cliente, pues sólo conducirá a un incremento de su inconformidad. La
diferencia siempre reside en el tono y el respeto con el que el vendedor se dirija al
cliente.
Su función siempre será la de escuchar, comprender y valorar con el cliente sus
preocupaciones de una manera tranquila y agradable, para así entablar un debate abierto
sobre los aspectos reclamados y la forma en la que pueden ser subsanados.
Una vez que haya escuchado y comprendido la queja del cliente y haya evitado
discutir por la misma, se debe encaminar la conversación hacia la forma en que se va a
resolver el problema. Para verificar la resolución a tomar el vendedor puede repetir una
vez más la petición del cliente y explicarle con cortesía qué acciones se van a tomar,
dejando claro al cliente que se le va a ayudar a resolver el problema. Por ejemplo, se
puede recurrir a expresiones como: «señorita García, entiendo que usted quiere que se le
reemplace el producto debido a que el que ha recibido se encontraba roto. Permítame por
favor que la ayude en este proceso». Además, se deberá indicar al cliente cuánto tiempo
comprenderá este proceso, dándole nuevamente las gracias por su paciencia.
En relación a las posibles vías de resolución, resulta difícil incluirlas todas, debido a
la infinidad de contextos en los que nos podemos encontrar en base a la diversa
naturaleza y alcance de los bienes y servicios que se pueden ofrecer. Sin embargo,
algunas sugerencias podrían ser:
En todo caso, la psicología que está detrás de la oferta de una resolución al cliente no
puede ser subestimada por la empresa. Siempre hay que recordar que el fin es resolver la
disputa con el cliente con tal de que quede plenamente satisfecho con sus productos o
servicios. Incluso en el caso de que la queja del cliente resulte injustificada, el hecho de
escuchar, comprender y ofrecer algún tipo de resolución lleva al cliente a sentirse
ganador, y a cerciorarse de que la organización quiere hacer lo correcto. Para la mayoría,
esta circunstancia será suficiente para resolver el problema y quedar satisfechos.
Desafortunadamente, siempre habrá unos pocos a los que no se puede llegar a
complacer, independientemente de lo que se les ofrezca. Con ellos, la empresa debe
actuar con determinación.
162
8. Elevar la reclamación
9. Resolver la reclamación
El proceso de resolución debe finalizar dando de nuevo las gracias al cliente por su
paciencia y por la retroalimentación que ha generado en la empresa.
Una vez se han dado las gracias, se debe verificar que el cliente tiene un número o
163
correo de contacto fiable con tal de realizar una labor de seguimiento que permita
garantizar que el cliente ha quedado totalmente satisfecho. Una vez resuelto el problema
se le confirmará preferiblemente por escrito, con tal de dejar constancia de que ha sido
informado, especificando la solución adoptada. Incluso en aquellos casos en los que no
se ha llegado a una solución se debe enviar una comunicación formal donde quede
reflejado con exactitud lo acontecido.
La empresa debe garantizar que el cliente no se queda con la sensación de que una
vez se le ha perdido de vista ha desaparecido de la mente del vendedor.
En última instancia, cuando todo está dicho y hecho, habiéndose llegado o no a una
resolución, conviene tomarse un tiempo para recoger por escrito lo sucedido en la ficha
del cliente, sobre todo pensando en situaciones futuras de compra por parte del mismo.
13. Aprender
Por encima de todo, la empresa debe utilizar las quejas de los clientes como una
manera de aprender acerca de las posibles deficiencias de sus sistemas. A este respecto,
resulta fundamental mantener un análisis continuo en torno a los principales tipos de
quejas recibidas de los clientes y las vías de resolución adoptadas ante las mismas, de
manera que, con el tiempo, se puedan acometer las modificaciones o adaptaciones
necesarias para anticiparse a los problemas, sin dejar que lleguen a convertirse en quejas
futuras.
164
1. Encabezado
2. Saludo
3. Cuerpo
La carta se debe ser breve y directa, detallando los hechos concretos asociados al
problema. Deberá incluir:
165
Figura 5.4. Referencia para la elaboración de una carta de reclamación.
166
los originales. Éstos, junto con la carta enviada, deberían ser archivados por el
cliente para futuras referencias.
4. Cierre
— Una referencia al tiempo límite que el cliente se fija para que su reclamación haya
sido resuelta, antes de recurrir a otras instancias.
— El cliente debe comunicar a la empresa la forma de contacto preferente a la hora
de obtener una respuesta.
— Una despedida final, utilizando expresiones del tipo «Atentamente».
5. Identificación
Una vez se ha leído con detenimiento la carta de reclamación recibida por la empresa,
ésta debe proceder a su respuesta. A este respecto, en términos generales se deben tener
en cuenta los siguientes aspectos:
167
asegure un formato adecuado, así como la ausencia de errores tipográficos o de
ortografía en la misma.
Teniendo en cuenta estos aspectos generales, al igual que ocurría con la propia carta
de reclamación enviada por el cliente, la redacción de la carta de respuesta por parte de
la empresa (carta de contrareclamación) deberá seguir una estructura clara y ordenada
que incluya los siguientes bloques (figura 5.5):
168
Figura 5.5. Referencia para la elaboración de una carta de contrareclamación.
169
1. Encabezado
2. Saludo
3. Introducción
4. Cuerpo
5. Conclusión
170
— En el caso de aceptar la reclamación, se realizará una exposición sobre la manera
en que se piensa resolver el problema. Además, se debe hacer hincapié en que la
empresa se compromete a tomar las medidas oportunas para evitar que situaciones
como éstas vuelvan a ocurrir.
— En el caso de no aceptar la reclamación, se debe ofrecer una explicación al cliente
lo más cortés y profesionalmente posible, ofreciendo argumentos que justifiquen
por qué la queja no es válida, por qué la empresa no tiene la culpa o por qué ésta
no es responsable del tema por el que el cliente se queja.
6. Cierre
7. Identificación
171
Recurriendo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2001), la
fidelidad se define como: «lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona».
Partiendo de esta consideración y adaptándola al marco de la empresa, la fidelización se
refiere a la conservación de la clientela adquirida, al desarrollo de buenas y duraderas
relaciones con los clientes. Se trata, en definitiva, de una perspectiva opuesta al principio
de la venta transaccional, orientada al reclutamiento a corto plazo de nuevos clientes en
detrimento de la conservación de los antiguos, propio de la venta relacional. La
fidelización debe entenderse como un proceso a largo plazo, como un auténtico objetivo
estratégico de la empresa. No se trata de utilizar de forma indiscriminada unas
determinadas herramientas, sino que más bien debe ser el resultado de una auténtica
reflexión. Lehu (2001) considera que en el diseño de toda estrategia de fidelización
deben considerarse al menos diez factores: 1) el posicionamiento de la empresa; 2) los
objetivos; 3) el análisis interno (fortalezas y debilidades de la empresa); 4) análisis
externo (oportunidades y amenazas); 5) la distancia entre la empresa y la clientela; 6) la
facilidad de movilización de los asociados; 7) el eje de comunicación de la empresa; 8)
el eje de comunicación de la competencia; 9) el presupuesto destinado a la estrategia de
fidelización, y 10) la implicación del conjunto del personal. La lealtad del cliente, en
opinión de Alcaide (2010), aparece como el único camino para alcanzar beneficios
superiores sostenibles. La fidelización, siguiendo al autor, se sustenta en la idea de que
una empresa capaz de retener a sus clientes durante más tiempo normalmente genera más
dinero de cada uno de ellos con menor coste que aquellas que invierten continuamente
en la captación de nuevos clientes.
172
claramente desde el principio para evitar confusiones posteriores. Deben ser
realistas, accesibles, cuantificables y asimilables por el presupuesto asignado. Su
logro estará correlacionado con el grado de implicación y motivación de todos los
empleados de la empresa. Los objetivos más comunes son: 1) retener a los
clientes, 2) diferenciarse, 3) satisfacer a los clientes, 4) reconocer y premiar a los
mejores, 5) personalizar las ofertas, 6) fidelizar a los más valiosos, 7) incrementar
las ventas, etc.
— Analizar y segmentar la base de datos de clientes: para realizar un adecuado
programa de fidelización resulta fundamental segmentar a la clientela
(sociodemográficamente, por estilo de vida, actitudes, tipo y fecha de la compra),
otorgar privilegios a los mejores clientes y poner el énfasis en la ejecución del
denominado marketing a los mejores clientes (Best Customer Marketing). Se trata,
en definitiva, de premiar a los mejores clientes mientras que se incentiva a otros
para que suban en el escalafón y ocupen un nivel superior.
— Seleccione el modelo de programa: es importante conocer las razones de
fidelización de cada segmento. Los motivos suelen depender de las
particularidades de los clientes, tipo de empresa, producto, competencia, etc. Los
más habituales son la calidad del servicio y el precio; sin embargo, pueden existir
otros como la calidad del producto, la imagen de marca, la costumbre, etc. El
conocimiento de los mismos permitirá a la empresa diseñar un programa más
eficaz y adecuado para retener a sus mejores clientes. Los modelos más comunes,
de cuyo desarrollo nos ocuparemos en el apartado posterior, son: clubs, tarjetas de
fidelización, teléfono gratuito, etc.
— Diseño del programa informático: en esta fase se definen las especificaciones
técnicas que el programa informático debe tener. Resulta fundamental aprovechar
sinergias para que el mismo pueda ser usado no sólo en la estrategia de
fidelización, sino como vehículo para la obtención de información por parte de
diversas áreas de la empresa. La plataforma debe servir, como mínimo, para:
identificar los mejores clientes, preveer el potencial futuro de cada segmento y
descubrir las causas de los abandonos. Esta información puede enriquecerse con
datos provenientes de bases externas como: informes comerciales y financieros,
datos socio-económicos, resultados de la competencia, etc.
— Crear un valor único y diferenciado: el diseño del programa debe estar cimentado
sobre la base de la creación de premios e incentivos que supongan un valor para el
cliente y que, además, diferencien a la empresa de la competencia. Varias son las
premisas a tener en cuenta en su de-sarrollo: debe ser importante para el cliente,
personalizado (no conceder premios similares, por ejemplo, a un cliente oro que a
uno bronce), coherente con la marca, ser creíble (si el incentivo o regalo resulta
excesivo el cliente dudará de la oferta) y, por último, ajustado al presupuesto
disponible.
173
— Fomentar la proactividad del cliente: resulta fundamental que el cliente se sienta
parte del programa, que participe en su construcción. Es imprescindible escuchar
al cliente para adaptar el programa a sus intereses y dejar que construya su propio
catálogo de premios o que elija la promoción que prefiera. Se trata de estimular las
emociones del cliente y fomentar la sensación de pertenencia a una comunidad
constituida por todos los clientes y amigos de la empresa o marca. Los programas
que más éxito tendrán en el futuro, en opinión de Alcaide (2010), serán aquellos
que adopten la forma de clubes y no sólo la mecánica de puntos.
— Lanzamiento del programa: se debe informar de la existencia del programa tanto a
los clientes como al resto del público de la empresa (vendedores, distribuidores y
proveedores). Si los empleados no son motivados e incluso incentivados con la
marcha del programa, éste fracasará. Su éxito, contrariamente a lo que se pudiera
pensar, no depende únicamente de la persona o departamento responsable, sino de
toda la organización en general. Se hace necesario instalar previamente una cultura
orientada al cliente. Hay que comunicar los objetivos, funcionamiento y resultados
alcanzados a todos los públicos implicados.
— Seguimiento del programa: para medir el logro de los objetivos es necesario
determinar una batería de indicadores que permitan, siempre que se desee,
observar los avances obtenidos. Es recomendable chequear, al menos una vez al
mes, la marcha del programa (número de clientes que se adhieren, tasa de
abandono, captación de clientes nuevos, ventas cruzadas, etc.), con el fin de
realizar los cambios necesarios.
• Pagar a crédito.
174
• Acumulación de puntos canjeables por regalos o descuentos.
• Regalos y descuentos automáticos en determinadas compras.
• Mantenimiento gratuito del producto, asistencia técnica, asesoramiento...
— Club de clientes: esta opción permite crear ofertas exclusivas y personalizarlas por
segmentos. Se trata de una herramienta en auge, dado el carácter de exclusividad
que imprime a los socios-clientes y la sensación de comunidad, de pertenencia a
un exquisito grupo, que imprime. Además, su objetivo no se centra
exclusivamente en la repetición de compra, sino que pretende motivar a todos los
públicos que intervienen en el proceso de venta, especialmente a los
distribuidores. Como ejemplo de esta herramienta citaremos al Club Cortefiel.
Algunas de la acciones propias del club son:
175
editada para los supermercados Consum para sus clientes.
— Teléfono gratuito: permite al cliente ponerse de forma rápida en contacto con el
servicio del consumidor de la empresa para solicitarle cualquier información,
asistencia o hacer efectivas sus reclamaciones. Allianz Seguros es una compañía
que apuesta por el número de teléfono gratuito para atender las demandas de sus
clientes, escuchar sus quejas y reclamaciones.
— Servicio de atención al cliente: supone una excelente opción para establecer un
contacto continuado con los clientes, escuchar sus sugerencias e informarles de los
productos y servicios de la empresa. Resulta fundamental la formación de los
profesionales para hacer frente a cualquier tipo de situación que se presente.
Huelga decir que la gestión eficaz de un cliente descontento puede provocar la
lealtad futura del mismo.
— Venta asociada (cross-selling): se trata de ofrecer productos asociados al
adquirido originalmente por el cliente. Frecuentemente, el hecho de ser cliente de
la empresa supone el beneficiarse de un determinado descuento en la compra del
producto complementario o asociado. Un ejemplo de cross-selling lo encontramos
en la distribuidora cinematográfica Sakirosan, que vende a sus clientes vía online
libros, CDs, fotografías y pósters de la misma temática que la película comprada.
— Nuevas tecnologías: la utilización de una página web atractiva en la que se viertan
contenidos de interés, juegos o enlaces a otras webs suele ser un medio para
fidelizar al cliente. Interesante resulta la consulta de la página web de Coca-Cola,
frecuentemente actualizada y alimentada de contenidos atractivos para los
internautas. Paralelamente Internet ofrece, a través de las redes sociales,
instrumentos interesantes para crear emociones y generar el sentimiento de
pertenencia a una comunidad.
El coste de adquirir un nuevo cliente es tres o cuatro veces mayor que el recuperar a
uno que ya lo fue. Sin embargo, durante mucho tiempo, las empresas han destinado gran
parte de los recursos humanos y tecnológicos hacia la captación de nuevos clientes en
detrimento de su retención. Las principales razones de la despreocupación empresarial
por la gestión de un correcto programa de mantenimiento y recuperación de los clientes
son las siguientes:
— Presión por el presupuesto: la urgencia del día a día impide el tiempo para la
reflexión. Así, la pérdida de un cliente no tiende a analizarse, siendo rápidamente
reemplazado por otro. Esta filosofía de actuación olvida que es más fácil conocer
las necesidades de los clientes perdidos, que resultan más accesibles y es más fácil
recuperar su sentimiento de lealtad.
176
— Falta de orientación hacia la venta relacional: la empresa carece de una cultura
orientada hacia el mantenimiento y relación con los clientes. Se mantiene, en estos
casos, sumida en una especie de miopía de marketing, en la que antepone la venta
del producto por encima de todo.
— Inexistencia de una buena base de datos de los clientes (CRM): muchas empresas
no han desarrollado una plataforma informática que les permita identificar y
conocer a sus clientes, así como detectar las pérdidas y sus causas.
A estas razones se pueden añadir algunas otras que el correcto diseño del plan de
recuperación permitirá identificar. Los pasos de dicho plan son los siguientes:
— Identificar las deserciones y sus causas: para investigar las razones que
condujeron al abandono resulta fundamental el desarrollo de una buena base de
datos en la que se registre qué tipo de cliente se retiró de la empresa, qué producto
o servicio utilizaba y las posibles razones de la deserción.
— Asignar valor a los clientes que se fueron: en apartados anteriores comentamos
que existen diferentes categorías de clientes y, por tanto, no todos suponen el
mismo valor para la empresa. La técnica Customer Life Value nos permite
segmentar a los clientes y asignarles diferentes rangos según su valor para la
empresa. Esta técnica conjuga tres factores claves: 1) tipo de cliente, 2) volumen
de compra, y 3) coste que supone el cliente. Además, resulta interesante valorar
177
otros aspectos como: las relaciones sociales del cliente (con políticos, proveedores,
etc.), pudiendo darse el caso que un cliente carezca aparentemente de interés
comercial por sí mismo, pero interese conservarlo por sus relaciones con la
comunidad.
— Plan de acción: llegado a este punto se debe diseñar un plan estratégico en el que
se establezcan los objetivos, actuaciones y cronograma de acción para cada tipo de
cliente.
— Control: Durante la ejecución del plan hay que establecer mecanismos de control
que permitan conocer en qué medida se está logrando la recuperación del cliente.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
En marzo de 2008 David Carroll tomaba un vuelo desde Halifax (Canadá) con
destino a Omaha (Estados Unidos) operado por la compañía aérea United Airlines,
junto con su banda Sons of Maxwell. Mientras se encuentran subidos en el avión
esperando al despegue, los pasajeros observan por las ventanillas cómo los empleados
de la compañía estaban cargando sus equipajes de malas maneras, lanzándolos por los
aires sin ningún tipo de cuidado. En este momento, Dave intenta avisar a la
tripulación del avión de lo que está pasando, más aún teniendo en cuenta que entre el
equipaje se encuentran los instrumentos de la banda, en especial su guitarra Taylor de
3.500 $. Sin embargo, ningún miembro de la tripulación le presta atención, mostrando
total indiferencia ante lo que está ocurriendo.
Cuando llegan al destino, Dave comprueba que su guitarra estaba rota. Por esta
razón presenta una reclamación a través del servicio de atención al cliente de la
compañía, pidiendo una compensación por los daños sufridos por su guitarra durante
la manipulación del equipaje por parte del equipo de tierra de la compañía aérea. En
noviembre, tras 9 meses de tramitación y sucesivos e infructuosos intentos con más de
15 correos enviados sin noticia alguna, finalmente recibe una respuesta por parte del
servicio de atención al cliente de la aerolínea en la que se le comunica que su
reclamación no tiene fundamento porque fue presentada habiendo superado el período
máximo de 24 horas que los pasajeros tienen estipulados para reclamar esta clase de
sucesos. En este sentido, la empresa lamenta lo ocurrido, pero insiste en que no hay
nada que el cliente pueda hacer al respecto y, por tanto, da el caso por cerrado,
señalando que ese era el último correo que se iba a enviar.
Acto seguido, Dave optó por otra vía para manifestar su reclamación. Así, en un
último contacto con la compañía, contesta al e-mail recibido anunciando que, ante la
postura adoptada por parte de ésta, se proponía escribir tres canciones describiendo su
experiencia para grabarlas en vídeo y difundirlas mundialmente en Youtube,
esperando conseguir que un millón de personas los vieran.
178
Cumpliendo su amenaza, Dave utilizó una mezcla de poderes de gran impacto en
la sociedad, el de Internet como altavoz y el de su música como enganche. Publicó el
primero de los vídeos protesta en Youtube el 6 de julio de 2009, un vídeo musical en
el que relataba a ritmo de country y en tono humorístico su horrible experiencia en
United Airlines, al que tituló United Breaks Guitars. En tan sólo unas horas el vídeo
había sido visto más de 150.000 veces, y al tercer día ya alcanzaba el medio millón de
visitas, un impacto que suscitó el interés de los medios de comunicación tradicionales,
generando multitud de blogs, tweets, foros de discusión y presencia en revistas y
programas de televisión, que contribuyeron aún más si cabe a incrementar su
popularidad. Un mes y medio después de su lanzamiento, cinco millones de personas
habían visto el vídeo de Dave y el tema musical del vídeo alcanzaba el primer puesto
del ranking de ventas de la tienda de iTunes en Canadá. Por su parte, la revista Time
colocó a United Breaks Guitars en la lista de los 10 mejores vídeos virales de 2009.
La compañía United Airlines tuvo consciencia de la importancia del vídeo el día 9
de julio y tardó 2 días en dar una respuesta a Dave Carroll, al que ofreció una
compensación por los daños. Dave rechazó entonces la oferta, al considerarla una
ofensa personal después del tiempo pasado, y sugirió que el dinero fuese dado como
donación a la organización Thelonius Monk Institute of Jazz. Adicionalmente,
aprovechó para lanzar el 17 de agosto de 2009 su segundo vídeo y el 1 de marzo de
2010 el tercero, ambos mofándose de las ridículas normas y procedimientos del
servicio de atención al cliente y de los propios empleados de la compañía.
Independientemente de las repercusiones positivas que el caso acabó teniendo en la
promoción de la carrera musical de Dave y de las ventas de su grupo, lo cierto es que
la política de gestión y atención al cliente llevada a cabo por United Airlines tuvo
unas consecuencias fatídicas para la compañía. Ésta se vio obligada a hacer una
declaración en su página corporativa, realizar cambios en el Departamento de
Atención al Cliente y acabar utilizando la propia documentación del caso como
elemento pedagógico en los programas de formación de los equipos de atención al
cliente de la compañía. Los daños provocados superaron ampliamente el valor de la
guitarra, 10% del valor de la acción y 180 millones de dólares a los accionistas de la
compañía.
Hasta aquí un caso de libro del efecto que puede llegar a tener una política
inadecuada de atención al cliente, y del potencial impacto viral que puede derivarse de
la actividad en los medios y redes sociales.
Cuestiones a resolver:
179
Pregunta 2. ¿Con qué tipo de cliente asociarías a Dave? En base a ello, ¿de qué
manera se debería haber actuado con él?
Pregunta 3. Imagina que Dave acude a la ventanilla del servicio de atención al
cliente y que tú eres el empleado que le atiende. Escribe el posible diálogo que
tendría lugar en ese momento, teniendo en cuenta las directrices para el tratamiento
de las quejas en el caso de una comunicación oral.
Pregunta 4. Ponte ahora en el lugar de Dave y escribe una carta de reclamación
dirigida a la compañía exponiendo lo sucedido. Seguidamente, escribe una carta de
respuesta a la misma bajo el enfoque de la empresa. Todo ello teniendo en cuenta
las directrices para el tratamiento de las quejas en el caso de una comunicación
escrita.
Pregunta 5. Seguidamente, escribe una carta de respuesta a la carta preparada
en la pregunta anterior, bajo el enfoque de la compañía. Todo ello teniendo en
cuenta las directrices para el tratamiento de las quejas en el caso de una
comunicación escrita.
Pregunta 6. ¿Cómo podría la compañía tratar de recuperar el cliente perdido?
(Descargar o imprimir)
a) Antes de la compra.
b) Durante la compra.
c) Después de la compra.
d) Antes, durante y después de la compra.
180
incorrecta.
5. ¿Cuál de los siguientes aspectos no se incluirían entre las funciones que definen la
misión del departamento de atención al cliente?
6. Entre las siguientes afirmaciones relacionadas con los canales de entrada a las
quejas de los clientes, señala la opción incorrecta.
181
c) Los formularios de reclamación en papel facilitados por el vendedor se incluyen
entre los canales gestionados por el centro de contacto.
d) El correo electrónico y los formularios de reclamación ofrecidos en la web de la
empresa se consideran canales distintos.
Solución
182
1 d); 2 a); 3 b); 4 d); 5 c); 6 a); 7 b); 8 c); 9 a); 10 d)
PREGUNTAS A DEBATE
1. Supón que acabas de crear una nueva empresa para dar servicio al consumidor
final. Define el servicio concreto que ofreces y, centrándote en él, especifica las
principales actividades que contemplaría el servicio a tus clientes antes, durante y
después de la venta de tus productos.
2. Tomando como referencia la empresa anterior, aporta una clasificación de
referencia de los distintos tipos de cliente con los que se podrían encontrar tus
vendedores, exponiendo sus características y la conducta a seguir en cada caso.
3. En el mismo contexto, plantea los diferentes canales que ofrecerías a tus clientes
para hacer llegar sus quejas. ¿Consideras que el tratamiento de las mismas es
importante? ¿Por qué?
4. En la actualidad, los consumidores, además de recibir información a través de la
red, se han convertido en agentes activos en la misma al compartir su propia
información. De este modo, estos canales representan una importante vía de
opinión crítica por parte del consumidor, con un gran poder de difusión. ¿En qué
medida piensas que las empresas pueden canalizar la interactividad y la
retroalimentación que se da en estos canales?
5. Volviendo al caso de tu empresa, ¿de qué manera tratarías de facilitar la
fidelización de tus clientes? ¿Crees que la empresa, en una situación de crisis,
debería realizar esfuerzos en este sentido? ¿Por qué?
TÉRMINOS CLAVE
183
BIBLIOGRAFÍA
Alcaide, J. C. (2010): Fidelización de Clientes. Madrid: Esic Editorial.
Alconada, J., Carbonero, M. A., González, M. B., Lucas, S., Martín, L. J. y Piqueras, R.
(2003): Guía sobre aspectos generales para el desarrollo de las acciones de
orientación laboral. Junta de Castilla y León.
Alet, J. (2004): Cómo obtener clientes leales y rentables. Barcelona: Gestión 2000.
Buchanan, L. (2011): A Customer Service Makeover. Inc. magazine.
Cruzado, E. y De la Cruz, A. (2012): Técnicas de venta. Familia profesional comercio y
marketing. Certificados de profesionalidad, Editorial Mad, S. L.
Equipo Cultural (2009): Enciclopedia Práctica de Ventas. Madrid: Grupo Cultural.
Harris, E. K. (2010): Customer Service: A Practical Approach. Prentice Hall.
Küster, I. y Román, S. (2006): Venta personal y dirección de ventas. Madrid: Thomson
Paraninfo.
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Montes, M.a J. y González, P. (2010): Selección de personal: La búsqueda del candidato
adecuado. Madrid: Ideaspropias Editorial.
Selden, P. H. (1998): «Sales Process Engineering: An Emerging Quality Application».
Quality Progress, 59-63.
Solomon, M. (4 March 2010). Seven Keys to Building Customer Loyalty and Company
Profits. Fast Company.
Turban, E. (2002): Electronic Commerce: A Managerial Perspective. Prentice Hall.
184
PARTE TERCERA
Dirección de ventas
185
6
El liderazgo en ventas
Una vez desarrolladas todas las fases del proceso de venta relacional que debe seguir
un vendedor, con el capítulo 6 se inicia la parte tercera de contenidos, que se centra en la
dirección de ventas vista desde la filosofía de marketing relacional. Como cualquier
ejecutivo, las funciones del director de ventas o director comercial tienen que ver con la
planificacion, la coordinación, el control y la evaluación de los equipos de vendedores.
En el presente capítulo se desarrolla el liderazgo (habilidades necesarias y estilos de
dirección), la gestión de los objetivos de ventas y el manual de ventas desde una óptica
relacional. Finalmente se abordan algunas de las nuevas tendencias en la dirección de
ventas.
Profundizar en las múltiples definiciones que existen sobre el liderazgo supone una
tarea compleja y que, evidentemente, no corresponde a un manual de ventas. Sin
embargo, en una primera observación, se observa que el rasgo común en todas ellas es
hacer hincapié en considerar el liderazgo como el proceso de influencia de un sujeto
sobre otros (seguidores, subordinados o empleados) que tiene como fin lograr los
objetivos de un grupo u organización (Osca, 2004). Sin embargo, pese a la cuantiosa
literatura existente, todavía hay mucho que descubrir sobre este fenómeno.
Desconocemos si emana de manera espontánea, si es innato o aprendido o si supone una
determinada personalidad u otra.
El estudio del liderazgo comienza con los trabajos de Lewin, Lippitt y White (1939)
sobre los efectos del líder democrático, autocrático y laissez-faire. Desde los años 40
hasta la actualidad, el interés por conocer sus particularidades ha ido in crescendo,
desarrollándose un sinfín de teorías y enfoques. La motivación por su análisis reside,
desde un punto de vista organizacional, en que la clave del éxito de una empresa
depende, en gran medida, de la existencia de un liderazgo eficaz (Osca, 2004).
Un debate interesante en el estudio del liderazgo es el que se establece sobre la
posible diferencia entre el liderazgo y la dirección. Si bien es cierto que una persona
puede compartir ambos roles, no necesariamente tiene que producirse así. El líder se
186
encuentra preocupado por la innovación, tiene una visión, inspira y alinea a la gente para
que le siga, mientras que el directivo está interesado en la eficacia, la organización de las
tareas, el control y la resolución de problemas. El líder tiene un perfil más ideológico,
menos resultadista, mientras que el director está más volcado hacia la gestión. Salvando
esta disparidad, lo deseable es que el director tenga capacidad de liderazgo, por lo que es
habitual tratar ambos conceptos de forma casi sinónima, asumiendo que el directivo
mantiene una posición de liderazgo con los subordinados. Siguiendo esta deseable
posición existen, en el contexto de la organizaciones, diferentes formas de entender el
liderazgo y, por tanto, el estilo de dirección. En este sentido, Bass (1985) plantea dos
estilos de liderazgo que nosotros, en este apartado, adaptamos a la dirección de venta:
Posteriormente surgen otras teorías que van más allá del liderazgo transaccional e
incluso del transformacional. Los cambios en el entorno económico, social y cultural,
junto con el desarrollo de las empresas y organizaciones, han propiciado la irrupción de
nuevos estilos de liderazgo o dirección, como son el distribuido, e-liderazgo,
superliderazgo, estratégico, femenino y servidor, entre otros. Veamos brevemente cada
uno de ellos.
187
1. Se produce una especialización entre dos o más personas (liderazgo delegado).
Sería el caso de, por ejemplo, el liderazgo compartido entre un director
comercial (especializado en funciones estratégicas) y el director de ventas
(especializado en funciones tácticas).
2. Un líder se especializa en las tareas y otro en desempeñar los roles sociales o de
relación con los miembros del equipo (co-liderazgo). Sirva como ejemplo un
director comercial (especializado en interactuar y relacionarse con los
directivos del resto de áreas funcionales) y un jefe de ventas (especializado en
las tareas).
3. Se establece una distribución rotatoria de funciones entre varios líderes
(liderazgo paritario). Sería el caso de aquel líder de ventas de la zona 1 que
intercambia su puesto con el de la zona 2.
En los últimos años, junto a los modelos descritos, han aparecido otros que suponen
un enfoque más integrador frente a los tradicionales. En este sentido, son destacables:
188
— El liderazgo femenino: la incorporación de la mujer al trabajo ha propiciado la
irrupción de un nuevo estilo al que se ha denominado femenino. Frente al estilo de
dirección masculino, más competitivo y con un mayor poder jerárquico, las
mujeres buscan una mayor colaboración, compartir el poder y propiciar una mayor
relación con los subordinados. Frente al liderazgo masculino, más racional, el
femenino otorga especial importancia a la parte emocional. La toma de decisiones
es participativa y basada en unas relaciones más democráticas con el resto de
vendedores del departamento.
— El liderazgo servidor: se rige por ir más allá del interés propio, por servir al resto,
está preocupado por el desarrollo y enriquecimiento de los empleados
(vendedores). Construye un equipo basado en el aprendizaje, donde cada persona
puede ser útil a su manera. Ayudando al desarrollo de los demás, este líder
beneficia al vendedor, a la empresa y a la sociedad en su conjunto.
No existe un modelo de liderazgo mejor que otro, puesto que, según las teorías de la
contingencia, un estilo puede funcionar en una circunstancia concreta y no ser
extrapolable a otra situación. Su eficacia dependerá de las tareas a acometer, las
relaciones entre el líder de ventas y el equipo, el grado de poder ostentado, la aceptación
de las decisiones tomadas y, por último, de las características personales de los
vendedores. En este sentido, el programa de entrenamiento diseñado por Friedler (1979),
Leader Match Training, concluye que:
189
se irá modelando y adaptando según las necesidades de los clientes.
— El director no tiene que asumir obligaciones con regularidad: constantemente se
responsabiliza de acciones que van más allá de la planificación y gestión. Acude a
reuniones, visita clientes importantes, participa en negociaciones, etc.
— El director necesita que le sinteticen la información: la gerencia actual no se
contenta con disponer únicamente de información formal, pues sabe que el
conocimiento real se encuentra en las llamadas telefónicas a los clientes, las
conversaciones informales o los cafés con los proveedores.
— Su actividad es más una ciencia que una profesión: por el contrario, la eficacia de
la autoridad se basa, en muchos casos, en la capacidad de improvisación y en la
carencia de aversión al riesgo.
Desterrados estos mitos, Gil y García Saiz (1993) consideran que las habilidades de
dirección más importantes se sintetizan en:
190
responsabilidad de los vendedores.
— Definir y transmitir los objetivos principales: crear una visión del nuevo proyecto
que inspire a los vendedores.
— Afrontar retos inesperados: capacidad para adaptarse al cambio y trabajar bajo
incertidumbre. Desarrollar y dirigir planeando rutas de ventas diferentes, dejando
atrás el confort que supone seguir procedimientos estandarizados.
— Construir y dirigir al equipo: es responsabilidad del director centrar a todos los
vendedores en el plan de ventas.
— Desarrollar una conducta interdepartamental colaboradora: ser capaz de
construir coaliciones con otros departamentos.
— Ser y parecer un líder: este factor recoge habilidades clásicas de liderazgo, como
motivar a otros, cultivar relaciones y reconocer los éxitos logrados.
— Tener sensibilidad social: debe preocuparse por su equipo, hacer un esfuerzo por
entender a cada miembro, ser empático y asertivo. Los vendedores son su principal
capital.
— Tener confianza en sí mismo, ser estable: debe disponer de una correcta
inteligencia emocional, tolerar el estrés y la frustración.
— Capacidad de autocrítica y humildad: ser capaz de conocer las fortalezas y
debilidades propias, de aprender de los errores y ser resiliente.
— Ser un buen comunicador: debe transmitir correctamente sus ideas y propósitos,
ser persuasivo y ejercer una escucha activa hacia las propuestas de su equipo.
— Fiabilidad: ser una persona de confianza para los vendedores. El equipo de ventas
debe confiar en sus conocimientos, pero también en su honestidad.
— Cultura general: es muy importante la formación propia para ejercer de estímulo
intelectual para el estudio y la creación de sus vendedores.
191
pérdida de confianza por parte de los clientes.
— Problemas en el reclutamiento de nuevo personal: un estilo de dirección marcado
por la carencia de autocrítica y humildad, deficitaria gestión de los RRHH, entre
otros, puede desanimar a futuros candidatos a presentarse a los puestos de venta
ofertados por la empresa.
— Pérdida de imagen y reputación en el sector y el mercado: como consecuencia
directa de las reacciones anteriores, el mercado puede dudar sobre la reputación de
la marca y perder confianza en la empresa.
192
Definidas las capacidades y atribuciones del director de ventas, nos gustaría cerrar
este apartado intentando resolver una cuestión que, de forma reiterada, aparece en la
literatura, y que supone dar respuesta a si para ser un buen director de ventas se necesita
ser un excelente vendedor. La respuesta es sencilla: un buen director debe saber de
ventas, pero no necesariamente haber sido un vendedor sobresaliente. La labor del
vendedor difiere considerablemente de la ejercida por el líder o director de ventas. El
director de ventas es una persona cuyas características (en particular su estatus) le
permiten ejercer una influencia sobre la consecución de metas grupales. Tiene una
función de entrenador, supervisor y motivador del equipo de ventas. Ejerce un papel
integrador, pues su éxito depende de la suma de las partes, del logro de los objetivos de
todo el equipo. Por el contrario, el vendedor trabaja de forma autónoma e individualista,
sin ejercer poder sobre los compañeros. La tabla 6.1 muestra algunas de las principales
diferencias entre el vendedor y el director de ventas.
TABLA 6.1
Principales diferencias entre el vendedor y el director de ventas
• No detenta una posición de poder en la • Detenta una posición de poder en la jerarquía empresarial.
empresa. • Tiene seguidores e influye en la jerarquía empresarial.
• No tiene seguidores, ni influencia sobre la • Se preocupa por la suma del total de los objetivos de ventas.
jerarquía empresarial. Persigue la eficacia del grupo.
• Se preocupa de alcanzar sus objetivos de • Se relaciona con vendedores.
venta. • Intenta fidelizar a los mejores vendedores.
• Se relaciona con clientes. • Selecciona, recluta, forma y motiva a la fuerza de ventas.
• Intenta fidelizar clientes. • Define objetivos, planifica, ejecuta y controla la gestión del
• Detecta necesidades, vende y da servicio. proceso de venta.
Los objetivos de ventas, es decir, los fines a alcanzar por la fuerza de ventas, deben
ser coherentes y estar subordinados a los objetivos de marketing que, a su vez, están
supeditados al logro y consecución de la misión y objetivos corporativos. Los objetivos
generales de la fuerza de ventas están determinados por la dirección de marketing,
mientras que los objetivos específicos son responsabilidad del departamento de ventas,
contando, eso sí, con la conformidad del director de marketing. Es un error considerar
que la función de marketing está supeditada al departamento de ventas. Las ventas
constituyen una de las herramientas que componen el mix de marketing y no a la inversa.
193
El planteamiento de los objetivos de ventas sigue una estructura lineal que comienza con
la definición de los objetivos corporativos, continúa con los objetivos funcionales
(objetivos de producción, marketing, finanzas…) y concluye con la definición de los
objetivos de venta. La planificación de este proceso se ejerce en dos direcciones: de la
cúpula (definición de objetivos) a la base y de la base a la cúpula (feedback sobre su
viabilidad).
Los objetivos de ventas deben reunir unas características básicas para poder ser
cumplidos de forma eficaz:
194
— Limitar el tiempo de cobro:
«Reducir a 90 días el tiempo medio de cobro para las empresas que nos
facturen menos de 12.000 euros anuales».
— Conseguir información del mercado y la competencia:
«Conseguir que el 100% los vendedores utilicen la información del sistema
informático de CRM para la preparación de la venta».
— Introducir nuevos productos:
«Informar en las visitas a clientes fidelizados a un determinado producto de las
novedades del catálogo».
— Hacer un determinado número de visitas:
«Incrementar en tres las visitas personales anuales realizadas a cada cliente del
tipo A».
Estos objetivos se pueden ampliar con otros, no tan comunes, pero perfectamente
asumibles por el equipo de ventas, como pueden ser: mejorar el nivel de satisfacción del
cliente (postventa), potenciar la imagen de la empresa, etc.
Resulta fundamental establecer mecanismos de seguimiento que permitan controlar el
grado de logro en la consecución de los fines propuestos. En este sentido, la dirección
debe desarrollar un protocolo que defina los soportes de control diario y mensual.
Diariamente, las conversaciones informales entre la dirección y los vendedores suponen
una económica y buena metodología de seguimiento. Semanal o quincenalmente se
puede optar por la presentación de informes sobre la actividad diaria del vendedor
(visitas, resultados, kilometraje…), memorias sobre las operaciones perdidas y la
situación de las actuales, etc. Además, es importante convocar periódicamente reuniones
individuales y grupales, tanto presenciales como no presenciales (skype,
videoconferencia…), instrumentos sencillos que permiten comprobar el correcto
desarrollo del plan y establecer las modificaciones y cambios convenientes.
195
6.3.2.1. Métodos subjetivos
196
— Sondeos o encuestas realizados por organismos públicos: estudios realizados por
organismos como el CIS (Centro de Investigación Sociológica), el INE (Instituto
Nacional de Estadística) o universidades, entre otros, arrojan datos importantes
para la realización de la previsión.
3. Método Delphi
4. Analogías
197
producto «z», para un cliente «y», obtuvo unas ventas «x», el nuevo producto, con
particularidades similares y dirigido al mismo mercado, obtendrá un porcentaje de ventas
aproximado. Esta metodología resulta bastante subjetiva, ya que no tiene en cuenta las
fluctuaciones constantes del mercado; lo que ayer dio unos resultados, hoy puede dar
otros completamente diferentes.
Los métodos objetivos toman el pasado de la empresa, los datos históricos de las
ventas, como base de la previsión, considerando que el futuro supone una continuidad
del pasado. Los resultados obtenidos se harán realidad en el futuro, aunque pueden
producirse desviaciones. Es interesante la utilización conjunta de estos métodos con los
subjetivos a fin obtener cálculos más certeros. A continuación expondremos los más
utilizados habitualmente (San Martín, 2008):
Para estimar las ventas previstas se toman las ventas reales del último período del que
se dispongan datos (año, semestre, mes). También se puede calcular utilizando la media
de venta de todos los períodos anteriores. No se tienen en cuenta las contingencias
futuras que pueden acaecer en el mercado.
V (t + 1) = V t
V (t + 1) = media de las V anteriores
2. Medias móviles
Consiste en estimar la media de los datos de ventas marcados por la banda de alisado
(N) y las ponderaciones de los datos de ventas son constantes (1/N). Es necesario
disponer del mayor número de datos posibles sobre las ventas, ya que se perderán tantos
datos como tamaño tenga la N.
3. Alisado exponencial
En este método se parte de las cifras de ventas actuales para realizar una estimación
de las futuras. Consiste en la elección de la «constante de uniformidad» (&) que toma
valores entre 0 y 1. Las ponderaciones dadas a los datos de ventas pasados son
198
decrecientes en progresión geométrica de razón (1 – &). Si los datos obtenidos por las
ventas varían muy lentamente se emplearán valores bajos de & y a la inversa. Suele
utilizarse en el caso de empresas que apuestan por una importante política de I+D o que
lanzan con frecuencia productos novedosos que, al menos hasta que reacciona la
competencia, se venden rápidamente como consecuencia del efecto novedad.
Se utiliza la regresión lineal múltiple para analizar la relación entre una variable
dependiente (las ventas) y varias variables independientes (predictores de las ventas). En
esta técnica estadística se utilizan las variables independientes, cuyos valores son
conocidos, para predecir el valor de la variable dependiente. Primero se determina la
correlación y después se realiza una proyección futura por medio de la regresión. La
recta que obtenemos de la ecuación de la regresión indica a través del coeficiente de
regresión cómo influyen las variables independientes en la dependiente y si este efecto
es significativo o no. El problema de este sistema estriba en conocer las variables a
correlacionar.
Analizados los métodos de previsión de ventas, recordamos que la utilización
combinada de los métodos objetivos y los subjetivos proveerá al director de ventas de un
pronóstico de ventas más eficaz y acertado.
199
ser los mismos:
200
— Técnicas de venta: breve manual de formación para el vendedor en el que se
describan las fases de la venta y cómo enfrentarse a las mismas, objeciones más
habituales, técnicas de negociación, formación en habilidades comunicacionales
(verbales y no verbales), etc.
— Recursos a disposición de la venta: teléfonos móviles, tabletas, ordenadores,
vídeos de ventas, cursos de formación (internos o externos, pagados o no por la
empresa) a los que tenga acceso el vendedor para la realización de su trabajo.
— Terminología clave: relación de las palabras técnicas utilizadas en la empresa con
las que debe estar familiarizado el vendedor. Asimismo, también se incluyen
vocablos utilizados por los clientes o específicos de la competencia.
— Anexos: se refiere a toda aquella información que se pueda considerar de interés y
que no aparezca reflejada en los puntos anteriores. En este sentido, se puede
introducir un breve resumen del plan de empresa o del plan de marketing con el
fin de ampliar los conocimientos del vendedor.
201
ventas que le asesoren. Esto supone un cambio en el perfil del vendedor y la
dirección deberá formar al equipo de ventas en este sentido.
— Crear equipos de ventas interdisciplinares: diseñar equipos con personas de
formación dispar permite ampliar la perspectiva de comprensión de la venta.
Aglutinar en vendedores procedientes de titulaciones técnicas y humanas supone
una interesante mezcla que genera equipos flexibles y polifuncionales.
— Gestionar clientes en lugar de vender productos: el cambio más notable en el
paradigma de la gestión de las ventas es el paso de la venta de productos a la
gestión de clientes. Entender que la venta de productos es el instrumento para
llegar al cliente y no a la inversa.
— Centrar la fidelización en la calidad del cliente: resulta una obviedad señalar lo
difícil que es conseguir clientes nuevos, y de ahí la importancia de conservar a los
que ya tenemos. En este sentido, existen sistemas de clasificación de los clientes
que, a través de un código de colores, identifican su rentabilidad. El objetivo es
distinguir los clientes más rentables (por ejemplo los azules), fidelizarlos y tomar
medidas con los que no lo son tanto (por ejemplo los rojos), mejorando su
rentabilidad. Este sistema sirve de orientación a la dirección de ventas para asignar
los recursos disponibles. La aplicación de un correcto sistema de CRM puede
servir de gran ayuda en este sentido.
— Aplicar las nuevas tecnologías a la venta: los clientes han experimentado un gran
cambio cultural, tienen experiencia en consumo, conocen las nuevas tecnologías,
son personas que conectan con otras personas, que compran y recomiendan
comprar. Google afirma que en 2010 se consultaban 27 fuentes de información en
el proceso de compra; sin embargo, en el año 2011 sólo se consultaron unas 10. La
penetración del Smart-phone (ocupan el 63,2% de la cuota de mercado de
móviles) ha contribuido poderosamente a este fenómeno. Es necesaria la
reinvención de la venta, pues lo que funciona en la actualidad no tiene nada que
ver con lo que funcionaba hace 20 o 30 años. Hay que establecer modelos y
negocios digitales. En 1995 comienza Internet, en el 2000 la importancia radica en
generar contenidos, en el 2005 se comparten contenidos y, al menos hasta el 2015,
la importancia descansará en la relación con el cliente. Cerrar la venta depende, en
muchos casos, de la influencia de los amigos (reales y virtuales), los expertos o los
bloggers.
CONTENIDO ADICIONAL
202
Caso práctico
El gerente no sabía qué pensar, pero las cosas estaban llegando demasiado lejos y
había que hacer algo. Era cierto que el equipo estaba acostumbrado a una dirección
totalmente distinta: amigable, delegadora, que concedía gran autonomía a los
vendedores. En ningún momento los problemas internos del departamento de ventas
habían transcendido a la gerencia. Sabía que Mary Lark era perfeccionista y una
203
trabajadora infatigable, lo cual era positivo. Sin embargo, no tenía ningún tipo de
empatía con los vendedores, no creía en ellos y esto era muy negativo.
Pedro Jordán estaba meditabundo y sumido en estas reflexiones cuando entró en su
despacho, sin previo aviso, Marta López, la administrativa de ventas, con más de 35
años de experiencia en Calzados Ruiz y Asociados; estaba muy enfadada y llevaba su
renuncia en la mano:
Marta era una mujer enérgica, metódica y organizada, con una dilatada
experiencia, aunque con cierta animadversión a la utilización de las nuevas
tecnologías. Era la mano derecha del antiguo director y había sentido mucho su
marcha.
La opinión de Mary Lark sobre Marta López tampoco era muy buena:
Pedro Jordán ya se había reunido en una ocasión anterior con ambos y les había
pedido colaboración y respeto mutuo. Sin embargo, no tuvo mucho éxito.
El desenlace de los acontecimientos había provocado una conversación privada
entre Pedro Jordán y Mary Lark. Expuestos los hechos por parte del gerente, el
incidente con el vendedor Alfonso Sales y la renuncia presentada por Marta López,
Mary Lark se defendió argumentando:
«En general, el equipo de venta está trasnochado, es inmaduro, es incapaz de
resolver los problemas».
La opinión del equipo de ventas difería bastante de la manifestada por Mary:
«No escucha. Es difícil que reconozca que alguien pueda saber más que ella.
No acepta críticas, es demasiado perfeccionista y exigente».
Realmente Pedro Jordán no sabía muy bien cómo actuar. No quería perder a una
persona tan competente y de total confianza como Marta López. Sentía que había
llegado el momento de escoger entre Mary Lark y Marta López. Se preguntaba, ¿por
qué un equipo que nunca había dado problemas se encontraba en esta situación?, ¿era
204
culpa de Mary?
Cuestiones a resolver:
(Descargar o imprimir)
a) Trabaja en solitario.
b) Está continuamente insatisfecho.
c) Desarrolla negocios y se relaciona directamente con los clientes.
205
d) Desarrolla personas y se relaciona con los vendedores.
a) Marketing.
b) Generales.
c) Financieros.
d) De todos ellos.
a) Exageradamente ambiciosos.
b) Medibles.
c) Razonables.
d) Cuantitativos.
206
c) La a) y la b) son correctas.
d) La necesidad de ejercer un estilo de dirección autocrático-dictatorial para poder
realizarlo.
10. Entre los retos a los que se enfrenta el nuevo director de ventas, se encuentran...
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
TÉRMINOS CLAVE
207
— Liderazgo. — Liderazgo estratégico.
— Liderazgo transaccional. — Liderazgo femenino.
— Liderazgo transformacional. — Liderazgo servidor.
— Liderazgo distribuido. — Métodos subjetivos de previsión.
— E-liderazgo. — Métodos objetivos de previsión.
— Superliderazgo. — Manual de ventas.
BIBLIOGRAFÍA
Blanco, A., Caballero, A. y De la Corte, L. (2004): Psicología de los grupos. Madrid:
Pearson Educación.
Gil, F. y García Saiz, M. (1993): Habilidades de dirección en las organizaciones.
Madrid: Eudema.
Hair, J. F., Anderson, R. E., Tatham, R. L. y Black, W. C. (1999): Análisis multivariante.
Madrid: Prentice Hall Iberia.
Küster, I. y Román, S. (2006): Venta personal y dirección de ventas. La fidelización del
cliente. Madrid: Thomson.
Lewin, K., Lippitt, R. y White, R. (1939): «Patters of aggressive behavior in
experimentally created «social climates», Journal of Social Psychology, 10, 271-299.
Moriano, J. A., Topa, G., Molero, F., Entenza, A. M.ª y Lévy-Mangin, J-P. (2012):
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CESE en España». Anales de Psicología, 28, 1, 171-179.
Osca, A. (2004): Psicología de las organizaciones. Madrid: Sanz y Torres.
San Martín, S. (2008): Prácticas de marketing. Ejercicios y supuestos. Madrid: Esic.
208
7
Diseño de la estructura de ventas
Uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la dirección de ventas es el que
compete a la organización eficiente de las tareas y actividades de la fuerza de ventas. En
el capítulo 1 se estableció la posición que ocupa el departamento comercial en el
organigrama general de una organización compleja. Este capítulo se centra en la
problemática de la organización interna de la fuerza de ventas y de su estructuración
orgánica.
El diseño del organigrama, la delimitación de su tamaño o la elección del tipo del
vendedor suponen importantes decisiones que variarán a lo largo del tiempo con el fin de
alcanzar los objetivos de venta. En este sentido, resulta necesario generar estructuras
dinámicas, flexibles y permeables al cambio. La continua evolución del mercado, los
cambios en las tendencias de consumo, así como las estrategias de los competidores,
unidos al propio desarrollo interno de la organización, obligan a crear organigramas
capaces de adaptarse con agilidad a las nuevas situaciones empresariales. Los diversos
factores de contingencia impulsarán a la empresa a adoptar la estructura de ventas que
mejor se adapte a su particular idiosincrasia. En cualquier caso, la organización debe
considerar criterios como: un enfoque orientado al mercado, la coordinación de las
actividades de venta, claras definiciones de autoridad y responsabilidad, ámbito de
control adecuado, flexibilidad, determinación del número de vendedores y fijación
correcta del potencial de ventas. Considerando cada una de estas premisas, quedará
determinado el diseño de la estructura horizontal y vertical de la fuerza de ventas.
Veamos a continuación las decisiones básicas que competen a cada una de las formas de
organizar la estructura de ventas.
209
7.1.1. Estructura horizontal de las ventas
Esta estructura hace referencia al modo en que la dirección decide agrupar la gestión
de la actividad de venta en departamentos, divisiones u otras unidades organizativas. El
principio que la define es la creencia de que la correcta división del trabajo implica una
mayor eficiencia y productividad. Una óptima especialización supone un esfuerzo de
coordinación en dos niveles:
210
Figura 7.1. Estructura geográfica.
211
Figura 7.2. Estructura por productos.
Para evitar esta situación, en este caso concreto lo más recomendable es que la
empresa CRV se aleje de la estructura de ventas por productos, asignando la cuenta a un
solo vendedor o equipo para que se ocupe de vender los productos de las tres líneas.
Pese a las dificultades de esta estructura de ventas, bien gestionada, y estableciendo
una coordinación eficaz, permite un mayor control gerencial, pudiendo ampliar o reducir
el número de vendedores que se ocupan de un determinado producto o línea en función
de los resultados.
212
Figura 7.3. Estructura por clientes/mercado.
En esta estructura se tienen en cuenta las distintas fases del proceso de venta,
especializándose la fuerza de ventas en alguna de sus etapas (figura 7.4). Pongamos el
ejemplo de la empresa Todocar, fabricante y distribuidora de carretillas elevadoras, la
cual dispone de unos vendedores que, a través del telemarketing o el correo electrónico,
captan a clientes potenciales del sector industrial. Realizado el primer contacto, los datos
son pasados a otro vendedor, que gestiona la venta hasta llegar al cierre, y
posteriormente el servicio de postventa se responsabiliza de dar atención y servicio al
cliente. Este tipo de agrupación presenta como principal inconveniente que, al ser
atendida la misma cuenta por diversos vendedores, existe una posible pérdida de
información sobre el cliente. En este sentido, resulta fundamental la gestión de una
buena base de datos que permita el establecimiento de un buen CRM, facilitando el
acceso a la información a todos los miembros del equipo de ventas. Esta agrupación
puede presentar dificultades de coordinación, al existir muchos vendedores
intermediarios que pueden diluir y dificultar la asunción de responsabilidades.
213
Figura 7.4. Estructura funcional.
214
A continuación, en la tabla 7.1, se resumen las principales ventajas e inconvenientes
asociados a cada una de las estructuras expuestas.
TABLA 7.1
Ventajas e inconvenientes de la estructura horizontal de ventas
215
comerciales o de ventas ejercen, en la mayor parte de los casos, un papel activo y directo
en la gestión de las cuentas importantes. El establecimiento de mecanismos de control y
supervisión en los ajustes del tiempo, así como el grado de eficacia de los vendedores,
depende directamente de los mandos asignados por esta estructura.
Por otro lado, también se considera competencia de los directores comerciales o de
venta la toma de decisiones sobre la calidad del espacio físico dedicado a la venta
(decoración y ergonomía), así como la disposición y localización del puesto de trabajo
de los vendedores.
No existe una estructura de organización estándar, ya que el diseño del organigrama
depende de las necesidades, filosofía, objetivos y grado de especialización de cada
empresa. En líneas generales, por debajo de la dirección general se encuentran la
dirección comercial o de ventas, la de marketing, producción, contable y recursos
humanos (figura 7.6).
Otra alternativa, más evolucionada, propone una dirección comercial reportada por el
departamento de marketing y el de ventas. La dirección de marketing, en estos casos, se
responsabiliza de la planificación y control de la investigación de mercados, la estrategia
de marketing, las políticas del mix, el servicio al cliente y la postventa. La dirección de
ventas, por su parte, se ocupa de la selección, formación y remuneración de los
vendedores, la asignación de territorios y rutas, la previsión de la cuota de ventas, el
control, etc. Estas responsabilidades, al igual que las atribuidas al director de marketing,
pueden ser compartidas o incluso asignadas al director comercial, según resulte
especificado en la asignación de tareas del organigrama.
En definitiva, salvando las particularidades de cada empresa, podemos afirmar que la
dirección de marketing asume funciones estratégicas, mientras que la dirección de ventas
asume funciones tácticas (figura 7.7).
216
Figura 7.7. Ubicación más evolucionada del departamento de ventas.
217
evolución.
Definida la estructura de ventas, la organización debe decidir cómo debe ser su fuerza
de ventas. En nuestro ordenamiento legal se establecen distintas alternativas a la hora de
contratar personal comercial. Tal y como recoge Artal (2012), en términos generales se
pueden distinguir dos grupos principales de vendedores:
218
empresas. Trabajan a tiempo completo o parcialmente para la empresa. Cuando la
empresa es de reciente creación, con el fin de abaratar costes, suele contratar a
vendedores no pertenecientes a la plantilla. Sin embargo, cuando adquiere ciertas
dimensiones es recomendable la utilización de vendedores externos que estén en
plantilla. Una fuerza de ventas propia permite un mayor grado de especialización, menor
rotación, mejora la comunicación, incrementa la motivación y provoca mayor fidelidad
corporativa.
— Agente comercial: son profesionales libres y autónomos, sin relación laboral con
la empresa, pero sí de exclusividad con la misma. En este sentido, no asumen el
riesgo de las operaciones en las que intervienen, salvo que exista pacto en
contrario, o si consta por escrito y con expresión de la comisión a percibir (tal y
como se expresa en el artículo 19 de la Ley 12/1992, de Contratos de Agencia).
Este tipo de contratos mercantiles es conocido como contrato de agencia y no
requiere ningún formalismo, aunque cualquiera de las partes podrá pedir su
celebración por escrito en el momento que estime oportuno durante la duración de
la relación.
Por lo general, la actividad de los agentes comerciales se dirige
fundamentalmente a la captación de nuevos clientes, a conseguir pedidos y a
mediar en las operaciones de compraventa para el empresario a quien ofrecen sus
servicios. El agente debe realizar, por sí mismo o a través de sus dependientes, la
promoción y la conclusión de las operaciones comerciales que se le hayan
encomendado.
El agente comercial debe desarrollar su actividad siguiendo unas directrices
básicas dadas por el empresario, que no afectan a su independencia. Así, está
obligado a comunicar al empresario toda la información necesaria acerca de las
gestiones que realice; también debe recibir, en nombre del empresario, todas las
reclamaciones relativas a los bienes vendidos, y ha de llevar la contabilidad
independiente de las operaciones relativas al empresario para el que trabaje.
Al mismo tiempo, tendrá derecho a recibir un albarán para el reconocimiento
de los bienes que haya vendido, una relación de las comisiones devengadas por
cada operación el último día del mes siguiente al trimestre natural en el que se
hayan generado, y a efectuar el depósito judicial de los bienes que ya hayan sido
219
vendidos cuando un tercero, sin causa justificada, no acepte recibir las mercancías.
Su remuneración puede seguir tres patrones: una cantidad fija, una comisión o
la combinación de las dos formas anteriores. En el caso de las comisiones, el
agente tendrá derecho a percibir una comisión cuando haya intervenido en una
operación, cuando ésta se lleve a cabo en la zona que le había sido asignada y
cuando se cierre con terceros con los que el agente hubiese cerrado algún trato con
anterioridad.
— Representante de comercio: son personas físicas que se obligan con una o más
empresas a promover o concertar operaciones mercantiles por cuenta de los
mismos, sin asumir el riesgo de las operaciones, a cambio de una retribución. Esta
relación está regulada por el Real Decreto 1438/85, de 1 de agosto, de relaciones
laborales de carácter especial.
En concreto, estos comerciales no están sujetos a un horario determinado y se
encuentran fuera del ámbito organizativo del empresario, aun siguiendo sus
instrucciones. Normalmente cobran una comisión sobre las ventas que realizan, y
raramente perciben remuneraciones en relación a gastos de desplazamientos,
dietas o kilometrajes.
La duración del contrato podrá ser por tiempo determinado o indefinido. Los
contratos temporales no podrán ser superiores a tres años, y cuando sean inferiores
a tres años podrán prorrogarse por períodos no inferiores a seis meses, siempre que
la duración total del contrato no exceda nunca el plazo máximo de tres años. Igual
que en el caso de los vendedores en plantilla, en el supuesto de despido
improcedente tendrán derecho a una indemnización por año de servicio a la
empresa.
Entre sus obligaciones está la de cotizar en el Régimen General de la Seguridad
Social en el apartado de representantes de comercio, con las siguientes
particularidades: la obligación de afiliarse y cotizar en la Seguridad Social recae
sobre el propio representante comercial, aunque las empresas a las que presta sus
servicios deben abonar al representante el importe correspondiente a la cuota
empresarial para que éste cumpla con la obligación de ingresar la totalidad de la
cotización (cuota empresarial y cuota obrera).
— Comisionista mercantil: son aquellos que quedan obligados a realizar, por cuenta
y encargo de otro, una o varias operaciones mercantiles (siempre que alguno de
ellos tenga la condición de comerciante o agente mediador de comercio).
Su función principal es la actividad de intermediación con ánimo de lucro. Las
operaciones que sean encomendadas a los comisionistas han de ser concretas,
debido a que se trata de una actividad temporal (una vez se haya ejecutado el
negocio la relación se extinguirá).
El comisionista está obligado a ejecutar los encargos que se le encomienden
conforme a lo estipulado y con buena fe; debe conservar las mercancías que
220
reciba, manteniéndolas en buen estado y devolviendo las que no hayan sido
vendidas; tiene que informar regularmente al comitente acerca de los contratos que
celebre, los nombres de los compradores y las noticias que surjan durante el
transcurso de las negociaciones con clientes, y deberá rendir cuentas de forma
justificada y específica respecto de las cantidades percibidas para realizar su
encargo.
Para asegurarse el cobro de la operación efectuada, el comisionista tiene el
derecho a retener las mercancías si previamente no le han sido reembolsados los
anticipos, gastos y derechos de comisión. Tiene además mayor prioridad en cobrar
que otros acreedores del comitente.
Existen multitud de criterios para clasificar los tipos de ventas. En este apartado nos
centraremos en el estudio de dos de las más importantes clasificaciones: la primera
atiende a la relación entre el cliente final y las personas que ejercen la venta, y la
segunda a la disposición o no del canal físico de distribución.
7.2.1. Clasificación de las ventas atendiendo a la relación con las personas que
ejercen la venta
221
Venta Directa (AVD): «se entiende por venta directa la comercialización fuera de un
establecimiento mercantil de bienes y servicios directamente al consumidor, mediante la
demostración personalizada por parte de un representante de la empresa vendedora, lo
que la distingue de las ventas a distancia, entre la empresa vendedora y el comprador».
Por tanto, este sistema de venta se caracteriza por:
Se trata de un sistema que, desde el punto de vista del cliente, mejora la comodidad
de la compra (se puede realizar desde el propio hogar, el trabajo...), y que además
potencia la satisfacción que implica el saberse beneficiado de una atención
personalizada.
Los productos que tradicionalmente se han manifestado más susceptibles de
comercialización a través de la venta directa son: moda y complementos, cosméticos,
hogar y electrodomésticos. Algunas empresas que han optado por esta opción comercial
son Herbaline y Avon Cosmetics. Sin embargo, la crisis económica ha potenciado su uso,
de tal forma que empresas de sectores diversos la contemplan como una oportunidad. Es
el caso de muchas entidades bancarias que, en los últimos años, organizan eventos (catas
de vino, comidas literarias...) para presentar sus productos y servicios. Otro caso
destacable es el referido a la comercialización de productos agrarios por Internet. Las
ventas directas suponen un fenómeno en expansión, ante el claro interés manifestado
tanto por los productores, interesados en romper los tradicionales canales marcados por
el peso de los intermediarios, como por los consumidores, deseosos de pagar un precio
justo por la cesta de la compra. Por otro lado, la venta directa resulta una opción
atractiva para aquellas personas que buscan ingresos adicionales o que deciden
emprender un pequeño negocio a tiempo parcial.
222
7.2.1.2. Venta indirecta
La empresa, con el fin de hacer llegar los productos a los clientes, puede recurrir a
uno o varios intermediarios, lo que implica la elección de diversos niveles o canales de
distribución. En este sentido, en la venta indirecta se habla de la elección de tres tipos de
canales (figura 7.9):
223
Figura 7.9. Intermediarios en la venta indirecta.
Por otro lado, las empresas minoristas son las que finalmente contactan con el cliente
final para venderle los productos o servicios. Se pueden clasificar según:
224
con mayor profundidad las particularidades de ambos sistemas.
En los últimos años, la irrupción de nuevos canales de venta (Internet, la venta por
catálogo...) han conducido, en ocasiones, a cuestionar la necesidad del establecimiento
tradicional. No obstante, de seguir la tendencia actual, en los próximos años
observaremos a un consumidor ávido de experiencias nuevas, dispuesto a acudir al
establecimiento siempre que éste le ofrezca valor, simultaneando en sus procesos de
compra la utilización de canales físicos y no físicos.
225
1. Venta por teléfono
La venta por teléfono resulta más económica que otras opciones de venta, por lo que
ha experimentado un gran auge en los últimos tiempos. Dentro de esa modalidad se
distinguen dos tipos: las ventas de llamadas emitidas y las ventas de llamadas recibidas.
En la venta telefónica de llamadas emitidas, la empresa contacta con los clientes
actuales o potenciales a través de una lista de teléfonos de su base de datos (CRM). Se
utiliza para obtener información sobre las necesidades de los clientes, como instrumento
promocional, para iniciar el primer contacto o para realizar una venta completa.
En la venta de llamadas recibidas el cliente es quien toma la iniciativa, pues llama
directamente a la empresa con intención de adquirir un producto o servicio. Un ejemplo
muy popular de esta modalidad lo representan los toll-free numbers: tras conocer un
producto a través de los medios de comunicación, el interesado llama a un determinado
número y un vendedor-operador responde a su llamada.
Un porcentaje elevado de las empresas que utilizan la venta telefónica lo hacen
incorrectamente. Esto es debido, en muchos casos, a la utilización de vendedores con
escasa capacitación y una deficitaria formación. Estas circunstancias limitan
considerablemente el potencial de la acción promocional. Resulta fundamental combatir
esta mala praxis, planificando correctamente la venta y evitando la improvisación. La
preparación de la venta y la generación de un clima de confianza adquieren especial
importancia al teléfono, ya que se carece del contacto cara a cara con el cliente. Es
necesario que el vendedor sea amable, breve y conciso, tenga capacidad de escucha y
permita al cliente exponer todas sus dudas.
2. Venta online
226
crédito. La empresa Amazon es un ejemplo de distribuidor que utiliza esta fórmula
de venta.
Las subastas virtuales permiten comprar y vender a través de pujas. Ebay
representa el ejemplo más extendido de las subastas virtuales en España.
Los e-mall alojan varias tiendas virtuales representando lo que un centro
comercial a la tienda física. Los e-mall obtienen sus beneficios a través de los e-
locales, que se dan de alta a través de una cuota mensual, y por las comisiones que
obtienen de sus ventas. Solnet.com supone un ejemplo de e-mall.
La venta por correo consiste en el envío postal de una oferta comercial que puede
incluir los siguientes elementos:
227
— Carta de presentación de la oferta comercial: se trata de una carta escrita en
lenguaje publicitario y normalmente firmada por el director de ventas en la que se
argumentan las ventajas del producto o la oferta comercial.
— Carta testimonial: en esta carta un cliente de la empresa o un personaje famoso da
testimonio de haber probado el producto y de encontrarse satisfecho con el mismo.
— Banderilla: se trata de un breve recordatorio de la oferta comercial descrita en la
carta de presentación. Suele referirse a algún tipo de descuento o promoción. Su
redacción suele ir acompañada de expresiones tipo «oferta válida hasta terminar
existencias».
— Muestras del producto: su objetivo es animar al cliente a la prueba del producto.
Normalmente aparecen pegadas en la banderilla, aunque pueden aparecer sueltas
dentro del sobre.
— Cupones descuento: su objetivo es animar al potencial cliente a que acuda al
establecimiento y pruebe el producto.
— Vídeos y CDs: se trata de vídeos o CDs promocionales. Suelen utilizarse en el
caso de productos novedosos en el mercado y que hagan necesaria la educación
del cliente en su uso. Se trata de un recurso poco frecuente, ya que encarece
considerablemente el precio del envio.
— Cupón y sobre respuesta: el objetivo del cupón es que el cliente lo cumplimente y
lo envíe utilizando el sobre respuesta a franquear en destino. Estas herramientas,
en definitiva, pretenden ser el empujón definitivo de la venta.
La compra puede hacerse por correo postal, teléfono, fax o electrónicamente. Este
tipo de venta presenta como principal inconveniente la reducida tasa de respuesta. Se
hace necesario potenciar su efectividad, animando a que el vendedor, transcurrido un
tiempo razonable, contacte telefónica o personalmente con el cliente, recordándole la
oferta comercial.
228
catálogo. Este instrumento, por lo general, presenta menos productos que el catálogo, y
sirve, en muchos casos, como avanzadilla de la nueva versión del catálogo o para
incentivar las ventas mediante un efecto recordatorio.
La venta por televisión es una fórmula comercial que, desde los años 80, coexiste con
los métodos comerciales tradicionales en países como Italia (de donde es originaria),
Francia o Estados Unidos (donde, con 500 canales dedicados a este tipo de venta, está
muy desarrollada). En España surge a principios de los años 90 con la aparición de las
cadenas privadas. A partir de aquel momento no ha dejado de crecer, siendo plenamente
aceptada. El éxito de esta fórmula ha provocado su reciente inclusión en determinados
programas, como los de entretenimiento, donde los presentadores actúan como
prescriptores de los productos (sirva de ejemplo la venta de colchones Lo Mónaco en el
programa AR de Tele 5).
Existen tres modalidades de venta por televisión:
1. Los anuncios convencionales de respuesta directa (con una duración más extensa,
entre los 60 y los 120 segundos).
2. La teletienda o programas vídeo-catálogos (con una duración entre los 5 y los 15
minutos).
3. Los infocomerciales o programas de venta de larga duración (con una duración
mínima entre los 15-20 minutos y máxima de hasta 3 horas). Suelen emitirse en
horario de menor audiencia (daytime) y se facilita un número de teléfono para
adquirir el producto.
229
ejemplo de adaptación a esta fórmula por parte del distribuidor lo encontramos en el caso
de El Corte Inglés.
El futuro de la venta por televisión parece imparable, gracias a la aparición y
desarrollo de nuevos avances tecnológicos como las comunicaciones vía satélite, el cable
y las redes de comunicación digitales.
8. Venta en el domicilio
230
Esta fórmula engloba desde la venta por catálogo de cosméticos hasta la
comercialización de seguros. Un ejemplo de venta multinivel lo encontramos en la
multinacional Amway. La compañía se estableció en España en 1986, con más de 10.000
vendedores independientes, comercializando productos destinados al cuidado del hogar,
la ropa, el aseo personal, cosméticos y artículos de menaje, entre otros.
Se trata, en definitiva, de un tipo de venta legal que, en ocasiones, se confunde con la
prohibida venta piramidal (artículo 23 de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista),
ya que muchas estafas piramidales se han disfrazado de ventas multinivel.
La venta piramidal tiene ciertas similitudes organizativas con la multinivel. Sin
embargo, en este tipo de venta el beneficio no se obtiene tanto por los productos como
por las comisiones realizadas por los vendedores reclutados. Esta fórmula obliga a los
vendedores a invertir cuantiosas cantidades en la compra de stock y obliga a la captación
de nuevos socios que se adhieran a la red. Cuanto más alto se encuentre el vendedor
dentro de la jerarquía y más ventas le reporten, más beneficios obtendrá.
Esta venta tiene lugar en un hotel, salón, auditorio o similar en el que, a través de
invitación, se concentra a un grupo de clientes potenciales. Mediante una reunión-
demostración se potencia el interés de los presentes para, a continuación, ser atendidos
por el vendedor de la empresa, que intentará cerrar la operación en el propio acto o, en su
defecto, mediante un contacto en un futuro próximo. Con el fin de incentivar la
asistencia a estos encuentros resulta frecuente obsequiar a los asistentes con algún regalo
promocional.
231
consumidores utilizan varios canales en sus búsquedas de información en Internet:
buscadores (72% de los consumidores), webs de fabricantes (55%), webs de opiniones
de consumidores (31%), webs de comparación de precios (31%), páginas de críticos
(28%) y, por último, newsletters y webs de subastas (24%). Además, en opinión de
Ureña et al. (2011), un 20% de los consumidores revisa blogs, un 17% utiliza las redes
sociales y un 11% bucea en contenidos como Twitter. Por tanto, existe un porcentaje
considerable de consumidores que consulta la red en sus procesos de compra. Las
ventajas de la compra electrónica para el consumidor son claras: ahorro de tiempo,
posibilidad de acceder a una mayor oferta comercial, obtención sencilla de información,
facilita la comparativa de precios y posibilita conocer las opiniones de otros clientes.
No obstante, la utilización de Internet no implica necesariamente que la transacción
íntegra se realice en el entorno online. La red, para algunos consumidores, es sólo el
medio para la obtención de información y no el lugar de compra, prefiriendo acudir a la
tienda para el cierre definitivo de la venta. En este sentido, incluso en el caso de que la
compra no se realice en la red, este canal proporciona sinergias que beneficiarán a la
tienda física. Además, posibilita la formación de un cliente más informado y con mayor
predisposición hacia el producto. El nuevo consumidor alterna los canales tradicionales
con los telemáticos a lo largo de todo el proceso de compra, desde la prospección y
búsqueda de información hasta la adquisición del producto. Así, un consumidor puede
obtener información sobre un producto en la tienda física y, posteriormente, al llegar a
casa, ampliar la búsqueda de información en Internet y, dependiendo del tipo de
producto, hacer la compra online o volver a la tienda física y cerrarla allí. La estrategia
multicanal supone, en opinión de Payne y Frow (2004), la posibilidad de agrupar en el
proceso de compra/venta a seis categorías de canales:
232
momentos del proceso de compra, aumenta la satisfacción total obtenida. En este
contexto, la experiencia de compra se vuelve más placentera, al posibilitar fragmentar el
proceso de compra en varias etapas y comprar, finalmente, a través del canal que más
satisfaga al cliente. Pongamos, por ejemplo, el caso de un cliente que ve el producto en
la tienda física, efectúa la compra online y finalmente recoge el producto en la tienda
física. Un ejemplo de la utilización multicanal lo tenemos en la empresa Tesco, que
ofrece al cliente la compra online y una posterior retirada de la mercancía en cualquiera
de sus 1.400 tiendas, sin necesidad de hacer colas ni someterse a largas esperas.
El modelo multicanal supone un mecanismo adicional para aumentar el valor de la
marca e incrementar la ventaja competitiva. La integración del canal físico y el comercio
electrónico permite concordancias imposibles para aquellas empresas que tratan los
canales de forma independiente. En este sentido, en opinión de Katros (2000), la
utilización de venta multicanal permite, desde la perspectiva del cliente, las siguientes
sinergias:
Por otro lado, según Steinfield et al. (2002), la adopción de esta estrategia permite,
desde la perspectiva de la empresa:
233
las posibilidades de ser conocido en otros lugares y países donde no tengamos
tiendas físicas.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
La Bruja de Oro (La Bruixa d´Or) se constituye como empresa en 1986, cuando
sale a concurso la Administración de Lotería de Sort, un pequeño pueblecito leridano.
Cuenta Xavier Gabriel, el joven emprendedor adjudicatario del establecimiento, que,
pese a la realización de inversiones considerables durante los primeros años, no es
hasta que la administración resulta agraciada con el primer premio en el sorteo de la
Lotería del Niño cuando se produce el verdadero despegue de la empresa.
Esta oportunidad es aprovechada por el empresario para asociar su marca a las
virtudes/poderes que según los cuentos ofrece la figura de la bruja, emblema
representativo de su negocio. La publicidad gratuita que le otorgaban los medios al
hacerse eco de los premios otorgados por su administración le sirvió para explotar
comercialmente la figura de la bruja, generando la primera lotería de marca en
España. Esta estrategia incrementó notablemente la afluencia de clientes que llegaban
tanto del país como desde el extranjero. La demanda de lotería alcanzó tales
proporciones que los canales de venta tradicionales resultaban insuficientes Así, en el
año 1995 el propietario emprende la venta por Internet. Al principio esta herramienta
se utilizó únicamente como medio de recepción de pedidos a través del correo
electrónico, pero posteriormente se creó una página web para gestionar las ventas a
través de la red. La utilización del canal telemático permitía el acceso a datos de
contacto de clientes, dando acceso a acciones de marketing interactivo y publicidad.
La Bruja de Oro consiguió en poco tiempo que las ventas crecieran en orden al 40%
anual, llegando a recibir peticiones de todo el mundo.
Actualmente La Bruja de Oro es la primera administración de lotería en
facturación, situándose por encima de las emblemáticas Doña Manolita en Madrid y
Valdés en Barcelona. Un día laboral la delegación de Sort puede recibir entre 400 y
500 clientes, pero a medida que llega el sorteo de Navidad el número de visitas puede
234
llegar a ser entre 4.000 y 5.000 personas un sábado. Clientes, todos ellos, que desean
visitar la administración con el fin de disfrutar de la «experiencia de compra» que
supone conocer la empresa, tocar con el décimo la figura de la bruja, llevarse un
souvenir e incluso conocer al famoso propietario.
Cuestiones a resolver:
(Descargar o imprimir)
235
a) La dirección comercial es reportada por la dirección de marketing.
b) La dirección de ventas es reportada por el departamento de marketing.
c) La dirección de ventas es reportada por el resto de departamentos.
d) No existe una estructura vertical ideal que sirva de estándar.
a) Empresa a empresa.
b) Empresa a administración pública.
c) Las respuestas a) y b) son correctas.
d) Empresa al consumidor final.
236
a) La promoción.
b) La fuerza de ventas.
c) La tienda.
d) El e-Commerce.
a) España.
b) China.
c) Estados Unidos.
d) Japón.
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
237
en el caso inverso?
TÉRMINOS CLAVE
BIBLIOGRAFÍA
Artal, M. (2012): Dirección de ventas. Organización del departamento de ventas y
gestión de vendedores. Madrid: Esic Editorial.
Blanco, M. (2007): «La venta de ilusión y “la Bruja de Oro”: El embrujo de un círculo
virtuoso», Investigaciones Europeas de Dirección de Empresa (IEDEE), 13, 3, 33-56.
García, L. M.a (2011): +Ventas. Madrid: Esic Editorial.
Katros, V. (2000): «A note on internet technologies and retail industry trends»,
Technology in Society, 22, 1, 75-81.
Payne, A. y Frow, P. (2004): «The role of multichannel integration in customer
retionship management», Industrial Marketing Management, 33, 6, 527-538.
Steinfield, Ch., Bouwman, H. y Adelaar, T. (2002): «The dynamics of clic-and-mortar
electronic commerce: Oportunities and management strategies», International
Journal of Electronic Commerce, 7, 1, 93-120.
Tanner, J. F., Honeycutt, E. D. y Erffmeyer, J. R. (2014): Sales Management Shaping
Future Sales Leaders. Edinburg: Pearson New International Edition.
TNS: La influencia de internet en las decisiones de compra, 2010.
http://www.tnsglobal.es/sites/tnsglobal.es/files/NdP_Influencia%20de%20internet_V5_SERV.htm
Ureña, A., Agudo, A. e Hidalgo, A. (2011): «Internet como fuente de información en el
proceso de compra: Hacia una concepción integral del consumidor», El profesional
de la información, 20, 6, 627-633.
238
8
Reclutamiento, selección y formación de los
vendedores
— Expansión de la empresa.
— Creación de un nuevo puesto.
— Reorganización del departamento.
— Jubilaciones.
— Despidos.
— Promoción de personal.
— Rotación del personal.
— Otros.
Sea cual fuere la causa, a partir de este momento se activa todo un proceso de
estrecha colaboración entre recursos humanos y ventas. Su origen explicará la definición
de las características del puesto, determinado el posterior diseño del perfil del vendedor
y condicionando los mecanismos de selección y reclutamiento.
239
8.1.1. El diseño del puesto de trabajo
TABLA 8.1
Ficha del perfil del puesto
— Descripción de puesto:
— Propósito del puesto:
— Responsabilidades asociadas al puesto:
— Competencias generales:
— Competencias específicas:
— Departamentos que le reportan y a los que reporta:
— Fecha de incorporación:
— Descripción del puesto: se describe la posición del puesto dentro del organigrama
de la empresa.
— Propósito del puesto: se refiere a la razón que origina el puesto, la función a
cumplir dentro del organigrama.
— Responsabilidades asociadas al puesto: se explica de forma detallada en qué
consiste el puesto y las tareas a desempeñar.
— Competencias generales: supone una enunciación de los conocimientos, actitudes
y aptitudes profesionales básicas que se deben desempeñar en el puesto.
— Competencias específicas: se trata de la descripción de los conocimientos,
actitudes y aptitudes específicas que el puesto requiere.
— Departamentos que le reportan y a los que reporta: se detalla la relación directa e
indirecta del puesto con el resto de departamentos.
— Fecha de incorporación: día en el que el candidato debe incorporarse a la
plantilla.
Resulta complicado diseñar un perfil estándar que defina las cualidades que un
240
profesional de la venta debe poseer. Las circunstancias de mercado, las particularidades
de la empresa, el tipo de producto y las características de los clientes propician el
desarrollo de unas u otras competencias y/o habilidades. Así, los requerimientos que
necesite un vendedor multinivel diferirán, en muchos aspectos, de los que requiera un
vendedor online. Sin embargo, salvando estas diferencias, se puede hablar de ciertos
rasgos básicos y comunes que definen el perfil ideal de cualquier profesional de la venta
(véase tabla 8.2):
— Rasgos personales: resulta fundamental que el vendedor goce de una buena salud
física y mental. Un buen comercial debe disponer de una gran madurez mental
para afrontar el estrés continuo que supone enfrentarse a negativas constantes,
generar estrategias de automotivación frente al cambio y proyectar una actitud
positiva y permeable hacia la venta. La capacidad empática y la asertividad son
claves en este perfil profesional.
— Rasgos profesionales: la venta supone colaboración, cooperación y trabajo en
equipo. El desarrollo de las habilidades comunicativas (verbales y no verbales) y
la capacidad de persuasión y de negociación resultan claves en el desarrollo de la
venta. Además, el vendedor debe tener un conocimiento de todas las técnicas de
venta, las metodologías y estrategias más eficaces para llevarlas a la práctica
cuando sea necesario.
TABLA 8.2
Rasgos del perfil del vendedor
241
8.2. DISEÑO DEL PROCESO DE RECLUTAMIENTO Y SELECCIÓN
8.2.1. Concepto
242
Figura 8.1. El proceso de reclutamiento y selección de vendedores.
243
voz entre amigos, conocidos, profesores o incluso antiguos vendedores para que
faciliten a posibles candidatos.
— Centros de enseñanza: recurrir a escuelas de formación especializada, a
universidades y centros de estudio es una opción interesante cuando se desee de un
candidato inexperto y fácil de moldear a las necesidades específicas de la empresa.
— Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y las empresas de selección (ETT): el
INEM y las empresas de trabajo temporal son una opción muy recomendable
cuando se busque un vendedor sin excesiva cualificación profesional. Por contra,
si se desea reclutar un perfil más cualificado, se puede contratar a una consultora
de recursos humanos o similar.
— Medios de comunicación: una de las opciones de reclutamiento más tradicionales
es la inserción de un anuncio en prensa generalista o especializada, revistas de
empleo o en la radio. En los últimos años, el auge de las nuevas tecnologías ha
favorecido la proliferación de ofertas por Internet.
— Colegios de agentes comerciales: tienen conocimiento de la situación de
ocupación en la que se encuentran sus colegiados y disponen de ágiles bolsas de
empleo.
— Otros: existen organismos que cuentan con bolsas de empleo que son de consulta
constante para cubrir vacantes en ventas. Algunos ejemplos los encontramos en la
Cámara de Comercio, Industria y Navegación, la Confederación de Empresarios o
los sindicatos, entre otros.
8.2.3. La preselección
244
cronológicamente (del pasado al presente o del presente al pasado), agrupando la
experiencia laboral por sectores (sólo recomendable si se dispone de experiencia
en diversas empresas y mercados), incluso se puede describir la experiencia
profesional y posteriormente la formación.
— La solicitud de empleo: los datos demandados se diferencian muy poco de los del
currículum. Sin embargo, la información está más sintetizada y se construye a
medida de las necesidades de la empresa. Al obtener la misma información de
todos los candidatos facilita la comparación y tabulación.
Realizada esta primera criba, se puede optar por la realización de una breve entrevista
telefónica para recoger datos fundamentales, eliminando casos de insuficiencia en los
resultados obtenidos según los baremos.
245
sociales.
En este punto, las habilidades comunicativas del candidato deberán ser valoradas con
especial atención, ya que, tal y como se expuso en el capítulo 4, en el proceso de venta la
comunicación cumple un papel fundamental, pues es el mecanismo a través del cual el
vendedor y el prospecto podrán transmitirse información el uno al otro, incrementando
las posibilidades de llegar a acuerdos positivos en las negociaciones. A este respecto, la
empresa deberá valorar no únicamente criterios relacionados con la comunicación verbal
del aspirante, como la empatía, la capacidad de diálogo, la claridad, la amabilidad, etc.,
sino también aspectos asociados a la comunicación no verbal, como puedan ser la
indumentaria, el contacto visual, la expresión facial, los movimientos de brazos y manos
o la postura y la distancia corporal. A partir de todos estos criterios el responsable de la
empresa podrá hacerse una impresión inicial del candidato, que marcará su continuidad o
no en el proceso de selección.
Por tanto, la entrevista preliminar se utiliza como un recurso de filtrado inicial por
parte de la empresa en situaciones en las que el número de candidatos es elevado, con el
objeto de reducir la población a un tamaño manejable. De hecho, esta entrevista suele
realizarla el director de recursos humanos y no el director de ventas, que será quien
realice la entrevista final, con una vertiente más específica y especializada, sobre un
número reducido de candidatos.
Los tests se encuentran entre las técnicas psicológicas habitualmente utilizadas en los
procesos de selección de personal. Su auge está muy ligado a la necesidad de seleccionar
a los candidatos en correspondencia con el desarrollo de determinadas actividades.
1. Tests psicotécnicos
246
— Test de personalidad: analizan los rasgos del carácter a nivel general (aspectos de
la personalidad en su conjunto) o específicos (equilibrio, motivaciones,
frustraciones…).
— Test proyectivos: tratan de revelar los aspectos más escondidos de la personalidad
del candidato. De la aplicación de los mismos se puede deducir el control sobre las
emociones o el grado de tolerancia a la frustración, aspectos fundamentales en la
personalidad de un vendedor.
Al margen de los tests descritos, existe una tipología muy diversa de pruebas
psicológicas cuya aplicación puede resultar de interés en el proceso de selección de un
vendedor. En este sentido, los test de fluidez verbal o las pruebas de comprensión
resultan de interesante aplicación. El objetivo de este capítulo no es la realización de una
explicación detallada de todos ellos, recomendándose para su profundización la consulta
de manuales especializados.
2. Exámenes
3. Técnicas de simulación
247
8.2.6. La entrevista final
248
3. Según el número de participantes
Las fases generales en las cuales se estructura la entrevista de selección son las
siguientes:
1. Preparación de la entrevista
2. Inicio de la entrevista
3. Desarrollo de la entrevista
249
proporcionarse información sobre el puesto.
Es importante que el entrevistador ejerza una escucha activa, genere empatía y no
induzca, con sus comentarios, las posibles respuestas de los candidatos.
4. Final de la entrevista
De forma general, el acceso a un nuevo puesto de trabajo lleva consigo un alto grado
de incertidumbre y presión para la persona implicada. El desconocimiento sobre los
procedimientos en la empresa, los compañeros o la relación con sus superiores marca el
inicio de cualquier empleado en una compañía. Es por esta razón que las organizaciones
dan cada vez más importancia a la acogida de un nuevo trabajador en su plantilla y
llevan a cabo planes específicos para estos primeros momentos, que pueden extenderse
hasta los primeros meses en el puesto de trabajo. Y es que una buena acogida permite
250
disminuir los problemas que experimenta la persona contratada, resultando útil tanto
para el empleado como para la empresa.
En general, el plan de acogida se compone de las siguientes etapas:
En los siguientes apartados se presta atención a los aspectos básicos sobre los que
gira este proceso, atendiendo a los agentes responsables de su desarrollo y el documento
central sobre el que se apoya la integración del nuevo vendedor: el manual de acogida.
Es importante que en esta labor de acogida del nuevo vendedor intervengan tres
agentes básicos: el departamento de recursos humanos, el responsable del departamento
comercial directamente implicado, así como los propios compañeros con los que el
vendedor va a interactuar de inmediato. A continuación se justifica la importancia, como
agentes activos del proceso de acogida, de cada uno de estos agentes:
251
debiendo actuar en un doble sentido:
— Equipo de trabajo: los propios compañeros del recién llegado son uno de los
pilares fundamentales para que el candidato se encuentre emocional y socialmente
bien en la empresa.
252
8.3.2.1. Contenidos de información
253
propios del departamento.
— Información específica respecto al puesto a ocupar: guarda relación con las
responsabilidades específicas del puesto, el rol que ocupa, el nivel jerárquico al que
pertenece y su dependencia respecto a otras jerarquías, sus compañeros, la tipología de
clientes con los que va a tratar, competencia, condiciones del entorno, la gama de
productos a vender, etc., todo ello tratando de que el nuevo vendedor pueda hacerse una
idea clara y concisa de lo que se espera de él en la empresa.
Las personas son el recurso más importante que posee la empresa, pues su
contribución a la misma va mucho más allá de su valor como mano de obra. Su
254
capacidad, creatividad y disposición en el desempeño de sus funciones influyen
directamente en los resultados finales logrados por la empresa. La importancia de esta
contribución es todavía mayor cuando hablamos del personal de ventas.
En este sentido, los directivos de las empresas deben abandonar la concepción
errónea de que la formación del vendedor es un elemento de coste en esfuerzo, dinero y
tiempo. Por contra, la formación del vendedor debe ser entendida por la empresa como
una forma de inversión fundamental para su sostenibilidad, en tanto en cuanto
contribuye a la mejora continua en la labor diaria del vendedor y en su capacidad para
llegar, tratar y satisfacer al cliente.
Más aún, la formación debe plantearse como un proceso dirigido no sólo a los nuevos
vendedores, sino a todo el personal que integra el equipo de ventas de la empresa,
incluidos los vendedores más veteranos. En efecto, el contexto de mercado altamente
dinámico y cambiante en el que actúan las empresas en la actualidad las lleva a
plantearse variaciones continuas en los productos, los soportes de apoyo utilizados para
la venta, los competidores, los gustos y necesidades de los clientes, las condiciones del
entorno, etc., razón por la cual la formación continua del equipo al completo en cada uno
de estos ámbitos se convierte en un elemento crucial para no quedarse atrás en la carrera
por llegar al cliente.
Dada su importancia, el proceso de formación de la fuerza de ventas requiere de una
planificación minuciosa en torno a la elaboración de un programa que contempla la toma
de decisiones en las siguientes etapas básicas (Equipo cultural, 2009):
255
siguientes aspectos:
— Aumentar la productividad.
— Incrementar la conciencia profesional y de empresa.
— Mejorar el conocimiento técnico sobre la empresa y su catálogo de productos o
servicios.
— Mejorar las relaciones con los clientes.
— Mejorar la gestión del tiempo y del territorio por parte de los vendedores.
— Mejorar la motivación y confianza del equipo de ventas.
— Disminuir la rotación del vendedor (en el sentido del abandono de la empresa).
Una rotación alta puede ser muy cara para la empresa, porque se supone que la
empresa ha gastado dinero para formar a los vendedores, porque puede conllevar
la pérdida de relaciones desarrolladas con clientes, porque puede suponer una
pérdida de capital intelectual asociado al individuo, etc.
— Aumentar la autonomía del vendedor y, por tanto, reducir la necesidad de
supervisión.
Partiendo de la idea de que la formación del vendedor persigue que éste posea el
máximo nivel de conocimiento en cada una de las diferentes áreas clave para el
desempeño de su labor en la empresa (recogidas en términos generales en el punto
8.3.2.1 del presente capítulo al describir los contenidos de información del manual de
acogida), parece evidente que los contenidos concretos sobre los que elaborar cada
programa de formación en concreto podrán ser de naturaleza muy diversa.
Podemos encontrarnos fundamentalmente con un amplio abanico de situaciones
distintas que oscilarían entre dos casos extremos:
256
política empresarial de formación continuada, en cuyo caso el programa de
formación suele centrarse en alguna área concreta relacionada con la información
específica asociada al puesto (por ejemplo, para la implantación de una estrategia
concreta que necesite una formación adicional, como puede ser el lanzamiento de
un nuevo producto, la encomienda de nuevas rutas de venta, la actualización de
software, etc.).
En todo caso, como sugiere Artal (2009), la empresa debe apoyarse en cuadros de
formación sobre las distintas áreas de conocimiento del vendedor, a través del cual
pudiera detectar con mayor facilidad y antelación las necesidades concretas de formación
de cada vendedor (tabla 8.3). Para ello se realizarían revisiones periódicas sobre estas
bases marcadas en la celda «fechas».
TABLA 8.3
Cuadro de análisis de las necesidades de formación del vendedor (Descargar o
imprimir)
NOMBRE: FECHAS:
1. CONOCIMIENTO DE LA EMPRESA
— Historia y organización.
— Estrategias.
— Posicionamiento.
— Funciones departamentales.
2. OTROS ÁMBITOS
— Aspectos socio-laborales.
— Sistema de la calidad.
— Gestión de la prevención.
— Sistema de gestión ambiental.
— Políticas de igualdad.
— Prácticas de gestión de personas.
257
— Clientes reales.
— Clientes potenciales.
— Competidores.
— Particularidades del sector.
— DAFO.
5. HABILIDADES Y COMPETENCIAS
— Análisis de necesidades del cliente.
— Logro de entrevistas.
— Preparación de visitas.
— Presentación al cliente.
— Comunicación.
— Relación, persuasión y negociación.
— Tratamiento de objeciones.
— Cierre.
— Postventa.
6. ORGANIZACIÓN
— Planificación de visitas.
— Optimización de rutas.
— Aspectos administrativos.
— Elaboración de informes.
— Control.
258
Normalmente, la opción más conveniente es la combinación de las tres alternativas,
aun suponiendo mayores costes para la empresa.
1. El momento
2. El lugar
Esta será una decisión directamente relacionada con la de definición del responsable
de impartir el programa de formación y la del momento en el que llevarse a cabo, vistas
con anterioridad.
Dos serán las alternativas de lugar en las que realizar la formación del vendedor: en la
propia empresa (sobre todo cuando se cuenta con un departamento de formación) y fuera
de la misma (en centros de formación comercial, hoteles, sobre el terreno, etc.).
Apoyándonos en Equipo Cultural (2009), la tabla 8.4 resume las principales ventajas e
inconvenientes asociadas a cada opción.
TABLA 8.4
Principales ventajas e inconvenientes asociadas al lugar de formación
259
En la propia empresa
Ventajas Inconvenientes
TABLA 8.5
Principales métodos de formación al vendedor
LECCIÓN MAGISTRAL
Exposición de contenidos por parte de un monitor
Ventajas Inconvenientes
— Bajos costes en proporción (un — Tiende a la comunicación unidireccional (uno habla, muchos
formador para varios vendedores). escuchan).
— Homogeneidad en los contenidos — Trato menos individualizado.
recibidos por todos los vendedores. — Necesidad de grupos reducidos.
— Mayor flexibilidad de contenidos.
SEMINARIO
Similar a la lección magistral pero fomentando la interactividad a través de la «charla - respuesta»
Ventajas Inconvenientes
260
— Clima informal y de confianza. parte del monitor.
— Fomenta la integración y la — Necesidad de control continuo (el monitor debe asegurarse
participación. que la sesión se dirige a otros temas, porque realmente todos
— Las dudas se resuelven al momento. los alumnos ya entienden el tema anterior).
— Flexibilidad de contenidos,
redirigiendo el diálogo hacia los temas
que generan mayores dudas en el
alumno.
TUTORIZACIONES
Se utilizan para resolver dudas puntuales del vendedor a través de una atención personalizada entre
formador y alumno
Ventajas Inconvenientes
— Permite una atención personalizada. — Se requiere una compatibilidad horaria entre profesor y
— No implica interrupciones en la jornada alumno.
laboral.
— Clima informal y de confianza.
— Fomenta la integración.
— Fomenta la relación entre jerarquías.
— Control sobre el ritmo de aprendizaje.
DINÁMICA DE GRUPO
Grupos reducidos discuten en detalle diversos temas de interés asociados a ideas, soluciones, propuestas,
procedimientos, técnicas, etc., mostrando individualmente sus puntos de vista
Ventajas Inconvenientes
Ventajas Inconvenientes
ROLE PLAYING
Planteamiento dinámico basado en la dramatización por parte de los alumnos, de forma que cada uno de
ellos desempeña un determinado rol, papel o personalidad (vendedor/cliente)
261
Ventajas Inconvenientes
Ventajas Inconvenientes
FORMACIÓN EN LÍNEA
Uso de material de enseñanza en formatos diversos (libros, vídeos, materiales audivisuales interactivos,
soportes de red, etc.) en el que formador y formado no coinciden físicamente
Ventajas Inconvenientes
DEMOSTRACIONES EN EL TERRENO
Supervisión directa sobre la forma en que el vendedor desarrolla sus tareas, sus habilidades técnicas o
sus procedimientos de trabajo
Ventajas Inconvenientes
262
8.4.6. Implementación del programa y control de resultados
Una vez tomadas todas las anteriores decisiones, se procederá a la elaboración del
programa para su inmediata implementación en el vendedor, lo cual implicará la
preparación de los diferentes temas a tratar, definiendo sus contenidos, incluyendo
aplicaciones y ejemplos prácticos que faciliten la comprensión del vendedor, así como
programando la secuencia cronológica que seguirá el programa.
Adicionalmente, conforme se desarrolla el programa de formación, será sumamente
importante llevar a cabo una labor de control de los resultados obtenidos, con el fin de
comprobar la evolución experimentada por el vendedor a lo largo del proceso y, de este
modo, cerciorarnos de que el curso en cuestión está cumpliendo con los objetivos
previstos. Esta labor de control será determinante en el análisis de conclusiones
asociadas al programa de formación realizado por la empresa.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
Bonither, S.L., es una empresa multinacional que factura 2.000 millones de euros
anuales, comercializa una amplia gama de ordenadores, videoconsolas, reproductores
de música digital y sistemas de cine en casa. La empresa tiene su sede central en
Nueva York, contando con delegaciones por todo el mundo. Su oficina en Madrid
cuenta con una plantilla de 40 empleados, y actualmente se encuentra en un proceso
de expansión, por lo que necesita ampliar la plantilla con dos nuevos vendedores. El
perfil de los comerciales debe reunir como mínimo las siguientes características:
263
inalcanzables de otro modo», «LinkedIn permite a los mejores buscar nuevas
oportunidades profesionales de forma discreta y sin tener demasiada visibilidad»,
prosigue Saura. «Antes solíamos tardar 70 días en ocupar una vacante de director y
ahora lo hacemos en 40 días». «Ya casi no recurrimos a las empresas de selección,
externalizamos menos del 1% de nuestras vacantes, lo que se traduce en un ahorro
enorme». Escuchados los argumentos del director de recursos humanos, Arturo Pons
está decidido a publicar las dos ofertas de empleo utilizando la red profesional
LinkedIn.
Cuestiones a resolver:
Pregunta 1. Según el perfil profesional descrito en el caso, ¿consideras acertada
la decisión adoptada por Arturo Pons?, ¿por qué?
Pregunta 2. Si fueras el director de ventas de Bonither, ¿qué fuentes de
selección hubieses utilizado para cubrir los puestos vacantes?
Pregunta 3. Realiza la ficha del puesto de trabajo según los datos expuestos en
el caso. Posteriormente, diseña las fases del proceso de selección de estos
vendedores.
Pregunta 4. Describe el guión de la entrevista que realizarías en el proceso de
selección de los futuros vendedores de Bonither.
(Descargar o imprimir)
a) Competencias.
b) Propósito del puesto.
c) Departamentos que le reportan.
d) Nombre del candidato.
264
2. NO se considera una característica propia del perfil del vendedor a...
a) La empatía.
b) El individualismo.
c) La asertividad.
d) La autoestima.
a) Redes sociales.
b) Carta de solicitud.
c) Curriculum vitae.
d) Solicitud de empleo.
265
d) Todas las opciones forman parte del protocolo de acogida.
a) Agentes comerciales.
b) Representantes de comercio.
c) Comisionistas mercantiles.
d) No se corresponde con ninguno de los puestos anteriores.
a) La empresa debe optar por una política de formación que incluya programas de
reciclaje dirigidos a sus vendedores experimentados.
b) El jefe de ventas no será responsable de la formación siempre y cuando no sea
el verdadero formador del vendedor.
c) Los cursillos externos son una de las variantes de apoyo a la formación a las
que puede recurrir la empresa.
d) Todas las opciones son correctas.
a) Role playing.
b) Dinámica de grupo.
c) Demostraciones en el terreno.
d) Formación en línea.
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
266
otra? ¿Qué ventajas e inconvenientes puede suponer la elección de cada una de las
mismas?
2. La primera fuente de reclutamiento a la que suele acudir la empresa son sus
propios empleados. ¿Qué ventajas e inconvenientes puede suponer esta fuente de
reclutamiento? Razona tu respuesta.
3. ¿Cuáles de las fases para el desarrollo de un protocolo de acogida a nuevos
vendedores consideras imprescindibles? ¿Por qué? En línea con tu respuesta,
¿cómo estructurarías el diseño de un manual de acogida? ¿Qué relación ves entre
el manual de acogida y el manual de ventas de una empresa?
4. Eres responsable de la formación del equipo comercial de una empresa dedicada al
diseño de productos cerámicos. ¿Qué método de formación contemplarías como el
más indicado? ¿Por qué? ¿Utilizarías los mismos métodos tanto en los nuevos
vendedores como en los veteranos?
TÉRMINOS CLAVE
BIBLIOGRAFÍA
Artal, M. (2009): Dirección de Ventas. Madrid: Esic Editorial.
Equipo Cultural (2009): Enciclopedia práctica de ventas. Madrid: Grupo Cultural.
García, L. Mª. (2011): +Ventas. Madrid: Esic Editorial.
Montes, Mª. J. y González, P. (2010): Selección de personal: La búsqueda del candidato
adecuado. Madrid: Ideaspropias Editorial.
267
9
La motivación y la remuneración de la fuerza de
ventas
En los tres capítulos anteriores se han abordado diversas cuestiones importantes que
son responsabilidad del director de ventas, como el liderazgo, la gestión de los objetivos
de ventas, el manual de ventas, la estructuración de las zonas, los tipos de ventas, las
ventas multicanal, así como el reclutamiento, la selección y la formación de la fuerza de
ventas. El objetivo del presente capítulo es desarrollar la motivación y la remuneración
de la fuerza de ventas, aspecto clave para conseguir los objetivos de la filosofía
relacional.
La motivación humana ha sido objeto de interés desde varios siglos atrás. Así,
distintas escuelas del campo de la psicología han promulgado diversas teorías acerca de
la manera en que se origina la motivación y su efecto en la conducta humana. La
motivación se ha definido como un proceso interno que activa, dirige y mantiene la
conducta hacia un objetivo, por lo que dicho proceso conduce a las personas a dirigir sus
esfuerzos a alcanzar una meta. Dicha dirección se acompaña de un grado de intensidad
determinado para su consecución (Cashmore, 2002). Este término guardaría relación con
otros como el de voluntad e interés. En todo caso, se trata de un estado anímico interno
sobre el que pueden influir aspectos externos.
A nivel laboral, la motivación se define como un conjunto de fuerzas energéticas que
se originan tanto a nivel interno como externo del individuo, para iniciar un
comportamiento relacionado con el trabajo y para determinar su forma, dirección,
intensidad y rendimiento (Pinder, 2008). Estos estímulos internos y externos, que
deberán ser identificados y administrados por la empresa, afectarán a la voluntad, interés
y esfuerzo del individuo por lograr unos objetivos. Es por esta razón que, en el ámbito de
la empresa, el saber gestionar la motivación de los empleados se convierte en un factor
clave en el logro de buenos resultados.
En base a esta idea, en el presente capítulo nos centraremos en el estudio de la
268
motivación de la fuerza de ventas. El rendimiento del equipo de vendedores suele
relacionarse con la generación de ingresos para la organización, tanto actuales como
futuros. Por tanto, mantener un alto nivel de motivación en la fuerza de ventas será
importante para la mayoría de empresas. En este sentido, será importante tanto la
captación de nuevos vendedores talentosos, como el tratar de mantener a los vendedores
actuales más destacados.
Para poder componer planes de motivación efectivos es importante tratar de conocer
en profundidad la base de las necesidades de los empleados de ventas a nivel particular.
En este sentido, en el presente capítulo se intenta ofrecer una orientación básica a la hora
de planificar un sistema de motivación del equipo de ventas.
A lo largo del presente apartado se revisarán los principales aspectos a tener en cuenta
a la hora de desarrollar un programa de motivación de la fuerza de ventas en la empresa.
En muchos casos, la motivación del personal de venta depende de la calidad en la
gestión llevada a cabo por el director de ventas. A partir de la relación diaria y del
ejercicio de las tareas cotidianas, el director de ventas inculca un estilo y una forma de
trabajo en su departamento y entre sus vendedores. En tanto en cuanto esta forma de
trabajo haga posible la generación de un entorno agradable para el vendedor en el
desarrollo de su actividad, se estará propiciando una motivación intrínseca. Es decir, una
situación en la que el trabajo por sí mismo será capaz de actuar como elemento
motivador.
Sin embargo, la orientación y supervisión personal tiene limitaciones, debido a
factores tales como el tiempo disponible, la localización geográfica del directivo, etc. En
este sentido, la empresa no debe conformarse con limitar la motivación de sus
vendedores en base a elementos intrínsecos a las rutinas asociadas al puesto de trabajo,
sino que debe esforzarse por implementar sistemas de motivación específicos de la
fuerza de ventas que permitan complementar esa labor estimulante iniciada desde la
dirección. Hablaríamos en este caso de una motivación extrínseca, apoyada en una serie
de incentivos planificados con la finalidad de establecer un sistema en el que el
empleado se encuentre satisfecho y recompensado por sus logros y esfuerzos.
De este modo, el primer paso a la hora de confeccionar un plan de motivación que
defina estos incentivos es conocer en profundidad cuáles son las necesidades y
aspiraciones de los empleados. Las personas suelen presentar gran disparidad en cuanto
a valores, necesidades y prioridades personales. Por esta razón, el hecho de que el equipo
de dirección tenga desarrollado un profundo sentimiento de conciencia social no será
suficiente por sí mismo. Será necesario identificar las necesidades y aspiraciones a nivel
individual del equipo de ventas, asumiendo que, en principio, éstas pueden presentar
269
claras diferencias en función del individuo tratado. Así, por ejemplo, las necesidades de
una persona joven recién titulada que vive con sus padres es probable que no coincidan
con las de una persona con una estructura familiar a su cargo. En base a estas
necesidades, la empresa deberá ser capaz de diseñar un sistema de incentivos que
favorezca el mantenimiento por parte de cada vendedor de un elevado nivel de
motivación. Un sistema de incentivos bien planificado y ejecutado contribuirá a que los
vendedores realicen un mayor esfuerzo por lograr los fines planteados, así como un
mejor aprovechamiento de sus energías y capacidades asociadas a su función de ventas.
En segundo lugar, en la definición de este plan de incentivos es necesario pensar en el
personal de ventas en su conjunto. En efecto, hay que tener en cuenta que el vendedor no
es un agente aislado, sino que forma parte de un equipo. El buen ambiente de trabajo y la
cohesión existente entre sus integrantes puede proporcionar muchas sinergias positivas al
equipo, e incluso, en muchas ocasiones, puede llegar a constituir un incentivo en sí. Por
tanto, el sistema de incentivos elaborado por la empresa deberá considerar de forma
equilibrada tanto las individualidades del vendedor como también las particularidades
que definen al equipo en su conjunto.
Finalmente, el sistema de incentivos deberá contemplar distintos horizontes
temporales de aplicación, combinando de este modo aspectos asociados a situaciones
puntuales con otros relacionados con situaciones más rutinarias o estables. Por ejemplo,
la empresa puede organizar un concurso de ventas con la finalidad de generar un
esfuerzo extra con tal de conseguir un objetivo a corto plazo. Sin embargo, en casos en
los que se persigue el logro de objetivos a largo plazo el planteamiento de un sistema de
compensaciones parece una opción más adecuada (esta cuestión será tratada con mayor
detalle en el punto 9.5 de este capítulo).
A continuación se detallan los principales tipos de incentivos sobre los que poder
trabajar en la composición de un plan general de motivación, pudiendo identificar tres
bloques generales (figura 9.1):
270
Figura 9.1. Tipos de incentivos.
1. Incentivos no financieros
271
caso, ambos se refieren al hecho de que el trabajador se sienta parte responsable
del éxito de la empresa y de que ésta así se lo reconozca, incluso de manera
explícita.
— Características del puesto de trabajo: se encuadrarían dentro del apartado de
incentivos intrínsecos, propios del puesto de trabajo y de las tareas desempeñadas.
Se trata de elementos difíciles de modificar y adaptar en el corto plazo, por lo que
su efecto suele ser menor en campañas de tipo puntual. Sin embargo, tienen
capacidad para generar satisfacción en el empleado en el largo plazo, siendo
especialmente valoradas por los vendedores ya consolidados.
— Confianza y apoyo: la confianza depositada en el vendedor por parte de la
dirección, así como el apoyo directo para llevar a cabo sus proyectos, son
elementos para motivar al empleado de ventas. En este sentido, en muchas
ocasiones puede que exista confianza y apoyo por parte de la dirección al
empleado, pero que no sea percibido de igual manera por este último. Por ello es
aconsejable hacer explícitas en la empresa, e incluso públicas, estas cuestiones.
— Encuentros de vendedores: los encuentros de ventas, convenciones o congresos
sectoriales se pueden utilizar también como elemento motivador y dinamizador del
equipo de ventas. Apartarse por unos días de la labor operativa cotidiana, con el
fin de reunirse con otros profesionales para establecer relaciones y compartir
experiencias, puede ayudar al vendedor a tomar un respiro y volver a su puesto
con ideas y enfoques renovados.
— Formación y reciclaje: los planes de formación continuada, así como los cursos de
reciclaje, constituyen también un recurso para mantener motivado al personal de
ventas. Especialmente valorados por los vendedores con menor nivel académico,
estos elementos ayudan al desarrollo profesional dentro de la empresa. El
vendedor percibe que es un agente importante de la organización, entiende mejor
cuál es su función y se siente más seguro y preparado a la hora de afrontar nuevos
retos.
Los incentivos financieros directos son aquellas compensaciones realizadas por parte
de la empresa al vendedor, y que son susceptibles de cuantificarse económicamente.
Suelen contemplarse en el plan de retribución del personal de ventas y se operativizan en
la nómina del empleado. En términos generales, los principales incentivos financieros
directos son los siguientes (serán tratados con mayor detalle en el apartado 9.6):
— Salario fijo: es la parte fija de la retribución del vendedor. Una parte mínima
estará habitualmente establecida por convenios reguladores. A partir de este
umbral, la empresa podrá adaptar el valor total de este apartado en función de sus
272
objetivos y necesidades. Hay que destacar el carácter regular y estable de esta
partida salarial.
— Comisiones: se trata de incentivos económicos variables sujetos a la consecución
de objetivos de ventas a corto plazo. Aunque suelen estar establecidos para un
período de tiempo considerable, su cuantía está supeditada habitualmente a un
porcentaje del volumen de ventas o a un sistema de tramos de ventas.
— Primas: estos incentivos monetarios variables suelen estar relacionados con
objetivos estratégicos del departamento de ventas o incluso de la organización.
Suelen establecerse tramos de remuneración en función del nivel de resultados.
— Otros sistemas: otros sistemas de remuneración no fija podrían ser los concursos
de ventas u otros programas de incentivos económicos variables, habitualmente
orientados al corto plazo y dirigidos hacia acciones puntuales de ventas. No
tendrían el carácter de regularidad, al menos en su planteamiento, asociados a las
comisiones o las primas.
Los incentivos financieros indirectos son aquellos que, sin suponer un trasvase
económico directo entre empresa y empleado, son susceptibles de valoración económica,
al poder establecer un precio de mercado o valor de compra. Este apartado es uno de los
más creativos a la hora de operativizar acciones. En muchas ocasiones la empresa puede
aprovechar sinergias con empresas colaboradoras o beneficiarse de economías de escala,
obteniendo ventajosos descuentos en la compra o contratación de determinados
servicios. Esto le permite ofrecer a sus empleados bienes y servicios que éstos aprecian y
valoran a un bajo coste en comparación con el valor de mercado. A pesar de su variedad,
los elementos más comunes son:
273
mejor atención especializada. Serán especialmente valorados por vendedores con
familia o aquellos con mayor edad.
— Gastos de venta: se corresponden con el presupuesto establecido para los gastos
propios del vendedor en el desarrollo de su actividad (transporte, manutención,
hotel, avión, etc.), así como los gastos de relaciones públicas y de atención a
clientes (comidas, cenas, espectáculos, etc.). Aunque en ocasiones son una
importante fuente de motivación para el vendedor, hay que ser cautelosos, ya que
pueden representar un fuerte gasto para la empresa.
274
analizaremos estas variables con mayor detalle, teniendo en cuenta que, aunque ninguna
de estas reglas puede generalizarse a la totalidad de la población, sí se pueden ofrecer
algunas reflexiones a modo de orientación:
275
— Experiencia laboral: el momento en el que se encuentre el individuo en su carrera
profesional también será un factor a considerar a la hora de planificar un sistema
de recompensas. A lo largo de la trayectoria profesional las necesidades, las
percepciones, las actitudes y los comportamientos de las personas van
evolucionando, razón por la cual esta evolución debería contemplarse en la
elaboración del plan de incentivos. En las primeras etapas profesionales los
vendedores valorarán aspectos como el apoyo de la dirección o el grado de
integración y aceptación de sus compañeros. Por su parte, los vendedores con
cierta antigüedad preferirán aspectos relacionados con la promoción profesional y
la superación personal como recompensa a sus esfuerzos. Finalmente, los
vendedores con mayor antigüedad serán menos competitivos y se decantarán por
factores asociados a la seguridad y las buenas condiciones de trabajo.
— Aversión al riesgo: se relaciona con el miedo personal a elementos o situaciones
asociadas al riesgo y la incertidumbre, así como a la necesidad de seguridad. Para
aquellos vendedores con mayor aversión al riesgo, los sistemas de incentivos
basados en aspectos variables (comisiones, premios, concursos, etc.) pueden
resultar poco convenientes. Sin embargo, para los vendedores con mayor
capacidad para aceptar el riesgo, la posibilidad de controlar directamente sus
ingresos y recompensas según sean sus esfuerzos personales puede resultar
atractivo y motivador, hasta llegar a plantearse como retos propios.
Por tanto vemos, por una parte, que existen diferentes métodos de motivación con
naturaleza financiera y no financiera. Y, por otra parte, que incluso en un mismo equipo
pueden existir diferentes tipologías de empleados con necesidades y aspiraciones
dispares, las cuales, además, van a ir evolucionando a lo largo del tiempo. En este
sentido, la empresa debe partir de la base de que no hay una norma general a la hora de
establecer un sistema de motivación para su personal de ventas, sino que ésta debe tener
en cuenta las posibilidades de la organización, junto con las necesidades e intereses de
los vendedores, para tratar de diseñar el plan de incentivos que mejor se ajuste a sus
particularidades. Este plan no será cerrado y permanente, sino que deberá revisarse con
tal de que evolucione conforme lo hacen las condiciones de los empleados de venta.
276
embargo, también tiene connotaciones motivacionales, por lo que puede influir en el
rendimiento del empleado de ventas (Rajagopd, 2010). De este modo, el salario será un
elemento básico en un plan de remuneración.
Un plan de remuneración es una herramienta mediante la cual se establece la
retribución de los vendedores. En general, debe tener relación con los objetivos del plan
de marketing, así como con el plan estratégico de la empresa. Es decir, debe estar
diseñado con el fin de conseguir las aspiraciones a largo plazo de la organización. Así,
este plan ofrecerá una orientación a los vendedores de aquellas labores que son más
importantes para la empresa.
Se trata, por tanto, de un mecanismo para guiar las actividades, el esfuerzo y la
energía de los vendedores (Krafft et al., 2012). Este plan puede influir también en la
motivación de los vendedores y la posibilidad de poderlos mantener en la empresa. De
este modo, representará un elemento de gran importancia a la hora de optimizar el
rendimiento de un equipo de ventas.
Los cuatro objetivos principales de un plan de remuneración (figura 9.2) son los
siguientes (Stanton et al., 1991):
277
motivar al vendedor a trabajar con ese objetivo.
— Atraer y mantener vendedores competentes: se trata de atraer buenos vendedores a
nuestra empresa. Además, el plan de remuneración debería favorecer que los
vendedores valiosos se mantengan en la organización.
Un buen sistema de retribución o remuneración de ventas será aquel que, con un coste
razonable para la empresa, logre mantener un elevado índice de motivación en su
plantilla. Sin embargo, se trata de una tarea de gran complejidad. En este sentido, y con
carácter previo a la revisión de las principales técnicas de remuneración, se proponen
una serie de consideraciones a tener en cuenta para el diseño de planes de remuneración
efectivos:
278
en las primeras fases de contacto. En estos primeros momentos, con el fin de
recompensar el esfuerzo realizado, conviene recurrir a una mayor compensación
fija, frente a otras variables como las comisiones, aunque dicho esfuerzo no se
haya traducido en un incremento pronunciado de las ventas.
— El plan de remuneración debe recompensar el trabajo realizado por los mejores
vendedores. Retribuir en mayor medida a los mejores vendedores puede resultar
más eficiente que optar por retribuciones equitativas que puedan conducir a un
estado de desmotivación por su parte, disminuyendo así su efectividad.
— El sistema debería no sólo ser capaz de diferenciar a los mejores vendedores, sino
además ofrecer vías de mejora a aquellos que no han podido llegar a los resultados
deseados. Ello puede suponer un elemento motivador para el empleado, al hacerle
ver que la empresa está dispuesta a poner de su parte para que éste pueda mejorar
sus prestaciones.
— Relacionado con lo anterior, tener un clima de competición directa entre los
vendedores no es lo más recomendable para la empresa. Hay que orientar al
personal de ventas hacia el cliente final como vía para obtener los mejores
resultados.
— En el diseño del plan no sólo se debe incentivar la actividad comercial de venta
del empleado, sino también otras labores que aporten valor al cliente. De esta
manera, la función del vendedor no se centrará únicamente en el cierre de la venta,
sino que también será importante fomentar la fidelización del cliente. Por esta
razón es necesario que los resultados del vendedor se valoren en el largo plazo,
pues muchos optan por construir una relación con los clientes de una manera más
progresiva, sin obtener resultados excelentes en el corto plazo.
— El plan de retribución, una vez aprobado y puesto en marcha, debe presentar cierta
estabilidad y continuidad. Si bien es cierto que hay que controlar la evolución de
los vendedores e intentar adaptar el plan de remuneración a sus condiciones
específicas, cambios demasiado frecuentes podrían llevar a dificultades en su
comprensión y seguimiento.
279
adecuados.
Se trata de una masa salarial de cuantía constante percibida por el vendedor de forma
periódica, por lo que suele ser muy valorado por los vendedores más conservadores y
con aversión al riesgo. Por lo general, puede representar una única parte del sueldo, la
mayor parte o incluso una parte menor.
280
Figura 9.3. Tipos de retribución más utilizados.
El primero de los casos, relacionado con la totalidad del sueldo como parte fija, se
recomienda en aquellos casos en los que se persigue el logro de objetivos estratégicos
que no están relacionados con el volumen de ventas. Igualmente, esta sería la opción más
adecuada en casos donde la consecución de resultados se contemple en el largo plazo, y
en los que la contribución del vendedor sobre el resultado no pueda concretarse con
claridad.
Por su parte, el uso de sueldos en los que la mayor parte del sueldo es fija suele darse
en situaciones en las que se busca generar seguridad y confianza en el empleado. Puede
ser el caso en el que se produce una nueva incorporación en la plantilla y se necesita un
tiempo de adaptación por parte del empleado. También se suele utilizar en el
lanzamiento de nuevos productos o la incursión en nuevos mercados o territorios,
situaciones en las que es necesario un período de aprendizaje y una labor comercial
intensa antes de empezar a obtener resultados.
El tercer caso sería cuando la parte fija es menos importante que la variable. En
general, con este tipo de retribución se busca relacionar de una forma estrecha el
esfuerzo y los resultados obtenidos con el salario recibido por el vendedor. Se suelen
utilizar para aumentar la productividad del equipo comercial. Con esta tipología de
salario, la empresa consigue ajustes más rápidos ante fluctuaciones del mercado,
convirtiendo costes fijos en variables. Sin embargo, son los que menor seguridad ofrecen
281
al vendedor desde un punto de vista financiero.
El uso de sueldos fijos como mecanismo de remuneración del vendedor lleva
implícito una serie de ventajas e inconvenientes a considerar.
Prestando atención a sus ventajas, a nivel de gestión, el sueldo fijo presenta una clara
ventaja frente a las partes variables, pues es mucho más fácil de programar y de
administrar. En este sentido, la realización de previsiones en los pagos y de estimaciones
financieras anticipadas se simplifica de forma considerable.
Otra de las ventajas asociadas a la decisión de optar por asalariados con sueldo fijo es
que la empresa tiene una mayor flexibilidad para poder destinar a sus vendedores a
realizar tareas y actividades que, aun siendo fundamentales para el logro de los objetivos
estratégicos de la empresa, se alejan de la propia consecución de ventas en el corto plazo.
Nos referimos, por ejemplo, a tareas orientadas a mejorar la calidad de la relación con el
cliente, el desarrollo de investigaciones de mercados, el servicio postventa, la formación
u otras cuestiones promocionales o de representación. La labor del vendedor en estas
tareas será de especial interés en productos intensivos en tecnología o en servicios de
elevada complejidad y tecnicidad.
En relación a sus inconvenientes, hemos de valorar el hecho de que, aunque
manteniendo unos gastos salariales constantes, la empresa podrá aumentar su
rentabilidad bruta en el caso de que se den incrementos en el volumen de ventas. En el
caso contrario, la empresa se verá claramente perjudicada. Las disminuciones en la cifra
de ventas, sin que se produzcan bajadas en los salarios de los vendedores, conllevarán
una significativa reducción de la rentabilidad bruta lograda por la empresa.
Otra desventaja se corresponde con la dificultad por parte del vendedor de asociar su
sueldo con la consecución de objetivos concretos, disminuyendo de esta manera la
función motivadora asociada al salario.
9.6.2. Comisión
La comisión representa una parte de sueldo variable que depende del nivel de
resultados obtenidos por el vendedor, generalmente medido a través del volumen de
ventas logrado. Partiendo de esta idea, la empresa puede optar por distintas opciones
atendiendo a dos criterios: el tipo de comisión utilizada (fija o variable) y la proporción
que ésta representa respecto al sueldo del empleado (desde su totalidad hasta una mínima
parte).
En relación al tipo de comisión utilizada, puede tratarse de un porcentaje fijo sobre el
volumen de ventas realizado, o pueden utilizarse porcentajes crecientes o decrecientes
según el volumen conseguido. En este último caso la empresa deberá tener especial
cuidado, pues se llegará a un punto en el que mayores esfuerzos por parte del vendedor
no se verán incrementados en remuneración en la misma proporción. Esta circunstancia
puede llegar a desmotivar al vendedor y llevarle a un estado de frustración personal.
282
Respecto a la proporción del sueldo que suele asociarse a comisiones, puede variar
sustancialmente. Tal y como ocurría con el caso del sueldo fijo, existe la posibilidad de
que la empresa opte por un sueldo compuesto únicamente por comisiones. Este sistema
podría ser adecuado enfocado a los vendedores más agresivos con mayor orientación
transaccional. Suele darse en situaciones en las que la empresa busca recuperar las
ventas de un territorio o mercado en un momento determinado y, por tanto, se
relacionaría con operaciones asociadas al corto plazo vinculadas a la consecución de
objetivos muy marcados. El uso de esta modalidad supone la puesta en un segundo plano
de otras funciones no puramente comerciales, como son las funciones de apoyo y de
fidelización del cliente.
Una alternativa distinta es la de utilizar las comisiones como complemento del sueldo
fijo del vendedor, con el fin de motivarlo y recompensarlo en base a su esfuerzo diario.
En efecto, el hecho de ver incrementados los ingresos netos mensuales será fuente de
motivación, especialmente para los vendedores más sensibles a los temas económicos.
Nuevamente encontramos ciertas ventajas e inconvenientes asociados al uso de las
comisiones en la fijación de los salarios del vendedor.
La principal ventaja reside en el carácter motivador que lleva implícita esta técnica.
Adicionalmente, en situaciones en las que la empresa ve disminuidas sus ventas, el uso
de remuneraciones del empleado en base a comisiones conducirá a bajadas en los costes
salariales de la empresa, por lo que suele utilizarse en épocas de recesión o de
inestabilidad en los mercados.
Por contra, y como inconveniente relacionado con su uso, en momentos en los que la
empresa consiga incrementar su volumen de ventas ésta sufrirá importantes aumentos en
su gasto salarial.
Además, el cálculo, la previsión y la gestión de los salarios por parte de la empresa
serán más complejos, ya que éstos estarán sujetos a variaciones cada mes y para cada
vendedor. Además, la empresa perderá control sobre las actividades de los vendedores y
sobre el cumplimiento de los objetivos relacionales a largo plazo. Este tipo de incentivos
puede llevar a los comerciales a un enfoque centrado en la transacción y en el corto
plazo, teniendo efectos adversos en etapas posteriores, asociadas al fortalecimiento de la
relación con el cliente.
9.6.3. Primas
283
el nivel de satisfacción del cliente o los índices de fidelidad serían ejemplos de objetivos
cualitativos.
Es necesario que el sistema de primas sea estimulante para el empleado, a la vez que
alcanzable, para mantener el carácter motivador. Fijar bajos niveles de consecución en
los objetivos para acceder a las primas (menor al 50-60% del objetivo establecido)
carecerá de capacidad estimulante. Sin embargo, fijar niveles extremos para poder lograr
la prima establecida por la empresa, como alcanzar el 100% del objetivo, puede conducir
a la misma desmotivación de la fuerza de ventas, al ser percibido como un hito
inalcanzable. Por esta razón se suele recomendar optar por niveles de consecución
estratificados (por cuotas) a partir del 70 o 75% del cumplimiento de los objetivos
establecidos. Es decir, si no se llega al 70% del objetivo fijado no se cobraría prima
alguna, y a partir de este punto podrían obtenerse cantidades fijas por cada tramo
alcanzado (por cada 10 puntos porcentuales, por ejemplo).
La principal ventaja de este método es que la empresa se asegura de que sus
vendedores trabajan en pro de conseguir los objetivos estratégicos marcados, lo cual es
de gran importancia si pensamos en el largo plazo.
Por contra, de forma similar a como ocurría con las comisiones, este sistema añade
complejidad al cálculo y a la gestión de los sueldos de los empleados, siendo las
previsiones de tesorería más variables e inestables.
284
equipo de ventas.
Aunque no hay una regla general válida para todos los casos, en la actualidad se
tiende a utilizar planes de remuneración combinados. Se trata de incorporar al sistema de
remuneración del vendedor una parte salarial fija complementada con comisiones,
primas y otros incentivos. Con esta combinación se logra cierta flexibilidad sin que se
produzca un deterioro sustancial de la seguridad percibida por el empleado. Estos planes
combinados suelen garantizar unos ingresos mínimos estables para el vendedor, lo que le
ayudará a planificarse a nivel financiero. Del mismo modo, la empresa mantendrá
estable parte del gasto salarial, aminorando la parte fija a asumir.
El uso de estos sistemas combinados, además, permite vincular al vendedor con el
cumplimiento de objetivos de distinta naturaleza y alcance, tanto estratégicos como
operativos. El salario fijo o las primas pueden asociarse a objetivos relacionales de
carácter cualitativo y asociados con el largo plazo, mientras que las comisiones y los
concursos pueden contemplar objetivos relacionados con los resultados de las ventas en
el corto plazo. Con ello se pretende establecer un sistema de incentivos lo más completo
y compensado posible.
285
Adicionalmente, cada vez se están introduciendo más incentivos a nivel grupal, que
incluyen a las distintas funciones que dentro del departamento de ventas contribuyen, de
una forma u otra, a que se consiga la venta por parte del cliente. En este caso se suele
considerar no sólo a los vendedores de forma individual, sino también a otros
compañeros del equipo encargados de labores de apoyo, como la administración y la
gestión de pedidos. Este tipo de planes son especialmente indicados para empresas
intensivas en tecnología, ya que la venta de un producto o servicio, en muchos casos,
requiere de un sistema organizativo complejo donde participan, además del vendedor,
toda una serie de técnicos de apoyo. Es importante que la empresa valore el hecho de
que es la motivación de todo este equipo en su conjunto la que determinará tanto el
proceso de venta como el nivel de satisfacción alcanzado por el cliente.
En base a los razonamientos anteriores, podemos decir que las principales tendencias
en las políticas de motivación y de remuneración de la fuerza de ventas en la actualidad
se centran en un mayor énfasis en los objetivos estratégicos de la empresa, así como en
la formulación de planes de incentivos adaptados a departamentos de ventas globales o a
equipos de ventas internacionales, que tratan de incentivar al vendedor a desarrollar
lazos relacionales con los clientes. En efecto, el desarrollo del marketing relacional o de
servicios en ámbitos de actuación globales ha llevado a las empresas a tomar consciencia
de que no se pueden descuidar los objetivos estratégicos (asociados a la satisfacción,
confianza y lealtad del cliente) si se quieren mantener en el largo plazo.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
286
en las ventas del sector cerámico. Muchas empresas fabricantes, incluso de tamaño
considerable y de gran tradición, se han visto abocadas al cierre de sus plantas
productivas. Por su parte, la mayoría de las empresas que han logrado sobrevivir han
tenido que reducir sus niveles de actividad para así reducir sus costes.
Como es lógico, las ventas de Maquisa se han visto drásticamente reducidas. Ya no
llegan grandes pedidos a las líneas de fabricación, como antes, y apenas se reciben
contratos de mantenimiento, pues muchas empresas fabricantes intentan internalizar
esas funciones formando empleados ya en plantilla. Ante este panorama, Maquisa
pone en marcha una estrategia de contención del gasto, reduciendo la plantilla a 50
trabajadores. Además, también se han aplicado reducciones salariales a todos los
empleados, provocando un clima laboral no muy favorable.
En cuanto al departamento de ventas, está formado por un director de ventas, el Sr.
García, y cinco vendedores. El Sr. García, de 62 años, está agotando su etapa
profesional en la empresa. Casado y con una hija de 30 años emancipada, el Sr.
García sufrió una crisis cardiorrespiratoria hace dos años, por lo que le prescribieron
aislarse de entornos asociados a una elevada tensión emocional. Los vendedores se
ocupan personalmente de diferentes cuentas de clientes según éstas se van generando.
Es decir, no hay un reparto por zonas, distritos, productos, etc., sino que cada uno
capta sus clientes e intenta mantenerlos a lo largo del tiempo. El vendedor estrella se
llama Amador y tiene 41 años. Casado y con un hijo de 4 años, es una persona
inteligente, aplicada y con don de gentes. Por sí mismo, Amador es capaz de atender y
mantener al 45% de los clientes de la empresa. Sin formación específica en ventas,
aprovecha sus conocimientos técnicos y sus dotes comerciales para desempeñar de
forma eficiente su trabajo. Un segundo vendedor, Carlos, de 26 años, soltero y con
residencia en casa de sus padres, llegó a la empresa hace cuatro años procedente de
una empresa proveedora. No presta gran interés por su trabajo ni por los resultados
logrados, y suele ocupar su tiempo más en cuestiones de ocio que en tratar de
incrementar sus cifras de ventas. Un tercer comercial se llama también Carlos, tiene
28 años, y es hijo del presidente de la compañía. Casado y sin hijos, dejó sus estudios
de Bachiller para incorporarse a la empresa de su padre. Su objetivo a medio plazo es
llegar a dirigir Maquisa una vez se haya jubilado su padre, para lo que quedan 8 años.
Acostumbrado a ser el «hijo del jefe», sin realizar grandes esfuerzos ni destacar en
cuanto a su habilidad comercial, goza de grandes privilegios que otros compañeros no
disfrutan (coche de empresa para uso personal, posibilidad de invitar a comidas o
cenas a clientes, el doble de vacaciones que el resto, días libres, etc.). El objetivo
inmediato de Carlos es hacerse con el puesto de director de ventas una vez el Sr.
García se jubile. Finalmente se encuentran Toni e Iván, dos jóvenes licenciados de 21
y 22 años que, sin experiencia previa, se incorporaron al departamento comercial hace
menos de un año para cubrir dos bajas. Se pretende que desarrollen funciones de
apoyo en el departamento y que ayuden en la labor de recuperación de las ventas
287
perdidas con la llegada de la crisis.
Cuestiones a resolver:
(Descargar o imprimir)
a) Interno.
b) Externo.
c) Interno y externo.
d) Depende de la formación de cada uno.
288
2. Indica con qué términos se asocia el concepto motivación.
3. ¿Cuál de estos elementos contribuye a la motivación del vendedor sin formar parte
del sistema retributivo?
289
d) Retribuciones en especie.
9. ¿Qué incentivo financiero preferirán los vendedores con menor aversión al riesgo?
a) Sueldo fijo.
b) Comisiones.
c) Planes de pensiones.
d) Coche de empresa.
a) Objetivos coyunturales.
b) Objetivos generales.
c) Objetivos estratégicos y operativos.
d) La satisfacción del cliente.
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
1. ¿Por qué crees que es tan compleja la motivación humana? ¿Qué factores crees que
son los más valorados a nivel laboral?
2. Argumenta tu preferencia por un sistema de incentivos (financieros vs. no
financieros) en una época de profunda crisis económica.
3. ¿En qué medida crees que los factores culturales y personales del vendedor pueden
llegar a condicionar la efectividad de un sistema de incentivos?
4. ¿Crees que deben cobrar más los buenos vendedores, o que un sistema de
retribución debería fomentar la igualdad entre compañeros?
5. Imagina que trabajas en una empresa como vendedor/a de productos cosméticos.
290
¿En qué medida actuaría, en tu caso, como elemento motivador el hecho de que tu
empresa lleve una conducta ética y manifiestamente comprometida a nivel social?
TÉRMINOS CLAVE
BIBLIOGRAFÍA
Cashmore, E. (2002): Sport psychology: The key concepts. Londres: Routledge.
Huddleston, P., Good, L. y Frazier, B. (2002): «The influence of firm characteristics and
demographic variables on Russian retailer workers’ motivation and job attitudes»,
International Review of Retail, Distribution and Consumer Research, vol. 12 (4), pp.
395-421.
Krafft, M. (1999): «An empirical investigation of the antecedents of sales force control
systems», Journal of Marketing, vol. 63 (July), pp. 120-134.
Krafft, M., de Carlo, T. E., Poujol, F. J. y Tanner, J. F. (2012): «Compensation and
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Personal Selling and Sales Management, vol. 1 (Invierno), pp. 107-115.
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292
10
Gestión del territorio y de las rutas
El objetivo del capítulo 10 es tratar el tema de la gestión del territorio y de las rutas
de los vendedores, aspecto que también forma parte de las responsabilidades de la
dirección de ventas. Para ello se define el concepto de territorio y sus dimensiones, se
introduce el diseño de las rutas a seguir por un vendedor, y se finaliza con una revisión
de la aportación que las nuevas tecnologías pueden hacer a la gestión del territorio y de
las rutas.
293
continuación se detallan algunas de las principales ventajas relacionadas con la
organización territorial:
Sin embargo, a pesar de que se postula como la opción más común, ¿los territorios
únicamente se definen en base su ubicación geográfica? La realidad es que no. De hecho,
los territorios pueden ser definidos por un amplio abanico de posibilidades, como puede
ser la propia ubicación geográfica, pero también el tipo de producto, el tipo de cliente,
por la función de venta o incluso arbitrariamente:
294
vendedores en una misma zona geográfica para atender a los distintos tipos de
clientes existentes. Se trata de un criterio muy útil cuando se penetra en mercados
poco explorados.
— Organización por función de venta: Cada vendedor se especializa en una en una
función de venta, ya sea informar sobre los productos o servicios, cerrar la venta o
atención postventa. Se trata de un criterio útil en base a la especialización que se
genera en los vendedores. Sin embargo, aumentan también los costes y la
confusión entre los clientes, al igual que sucedía en la organización por productos.
Ahora bien, es cierto que existe gran cantidad de criterios de organización territorial,
pero la organización geográfica es uno de los criterios más utilizados entre las empresas.
Por este motivo, presentamos a continuación un intuitivo método desarrollado por Philip
Kotler (1973) exponiendo cómo se puede realizar en la práctica la asignación territorial
bajo este criterio (véase la figura 10.1).
En primer lugar se debe seleccionar la unidad geográfica básica. Esta unidad
representará la zona geográfica más elemental para la configuración de ventas, por lo
que debe ser de menor tamaño que el territorio. Sobre esta unidad debemos disponer
información estadística regular para la actualización de la misma. Ejemplos de unidades
geográficas básicas son ciudades o códigos postales.
A continuación se debe estimar el potencial de ventas de cada unidad, entendiendo
por potencial de ventas el número máximo de unidades de producto que podrían
venderse realizando el mayor esfuerzo de marketing posible. Si nos encontramos con el
caso de ser un bien de consumo, estaría relacionado con el poder adquisitivo de las
familias o el gasto medio por habitante, y para un bien industrial el número de empresas
existentes en la unidad. Generalmente, el índice de capacidad de compra del municipio o
la ciudad es la mejor medida para poder estimar el potencial de ventas. Este dato suele
ser recogido en la mayoría de anuarios económicos publicados por instituciones tanto
públicas como privadas.
Finalmente, se debe asignar a los vendedores a las distintas áreas geográficas. La
estrategia por excelencia en esta fase es el establecimiento de territorios de igual carga
de trabajo, asignando un vendedor por zona que será el responsable de las ventas de
todos los productos o servicios de la empresa en dicha zona.
295
Figura 10.1. Etapas de la organización geográfica del territorio de venta.
Así pues, una vez definido el criterio sobre el que se va a estructurar el territorio, la
empresa debe pensar cuál es la política de segmentación de mercado que mejor se
adecúa a su producto o servicio, pues ésta determinará la estrategia de cobertura de
mercado sobre la que se pretende distribuir el mismo. Esta estrategia de cobertura puede
ser intensiva, selectiva o exclusiva, atendiendo al mayor o menor grado de accesibilidad
al producto, y de ella dependerá directamente la dimensión de la fuerza de ventas:
296
encuentre disponible en un único punto de venta, con la finalidad de controlar de
manera directa la distribución del mismo, así como colaborar estrechamente con el
intermediario. Es la estrategia utilizada en los productos de lujo, en los que el
fabricante desea diferenciar su producto en base al prestigio o la alta calidad. Para
este tipo de productos existe poca comparación, pues el cliente compra aquello
que le gusta y busca directamente al vendedor que lo distribuye.
297
posible que la distribución original de los territorios no sea permanente, debiendo ser
actualizada de forma periódi ca. Así, los cambios en los mercados requieren de cambios
en la gestión de los territorios. A este respecto, llevar a cabo una labor de control por
parte de la empresa resulta esencial con tal de garantizar el correcto funcionamiento de la
fuerza de ventas. Para ello, será importante realizar:
— Análisis periódicos del territorio, con ayuda del vendedor, para determinar si
existen nuevos clientes y si merece la pena realizar esfuerzos para conseguir llegar
a los mismos.
— Reuniones periódicas con los vendedores, inversión en su formación y
motivación.
— Revisiones de las cuotas de ventas, sin olvidar que la eficacia no necesariamente
implica eficiencia.
Una vez establecidos los criterios para llevar a cabo la división territorial, la siguiente
fase en la planificación del equipo de ventas consiste en determinar la dimensión de la
fuerza de ventas.
La decisión sobre el número óptimo de vendedores se puede desglosar en dos
vertientes (Churchill et al., 2000). En primer lugar, el diseño de la estructura de la red de
ventas, decidiendo si estará formada por vendedores propios en plantilla de la empresa,
vendedores ajenos o una combinación de ambos tipos. Los vendedores en plantilla están
unidos a la empresa mediante un contrato laboral, mientras que los vendedores ajenos
trabajan en base un contrato mercantil, con una retribución principalmente variable en
función de la consecución de objetivos. Las principales diferencias entre ambos tipos de
vendedores se presentan en la tabla 10.1.
TABLA 10.1
Diferencias entre vendedores propios y vendedores ajenos
298
vendedores. Los vendedores representan un activo para la empresa, un tipo de activo que
lleva asociados unos costes relativamente elevados. De ahí la relevancia de delimitar el
número óptimo, componiendo una dimensión de la fuerza de ventas que permita alcanzar
los objetivos de ventas, al mismo tiempo que no haga incurrir en gastos excesivos. Uno
de los métodos más utilizados para la determinación del número de vendedores es el
método de la carga de trabajo. Este método se fundamenta en la realización de una
distribución equitativa de la carga laboral entre todos los integrantes del equipo de
ventas, de tal forma que partiendo de datos básicos sobre los clientes y su potencial de
compra podremos llegar a determinar el número de vendedores necesarios. El método de
la carga de trabajo está compuesto por seis fases (véase figura 10.3).
299
dirección, o bien a través de la información obtenida y almacenada sobre el historial de
ventas. Siguiendo con el ejemplo anterior, imaginemos que la misma empresa estima que
los clientes de la categoría A requieren una visita cada dos semanas, la categoría B una
vez al mes y la categoría C una vez cada dos meses. Respecto a la duración, se estima
que la visita dure 60, 30 y 20 minutos respectivamente. Por tanto, el volumen de horas
de visita al año para cada categoría sería:
A continuación hay que calcular la carga de trabajo total requerida para cubrir el
territorio. El volumen total del trabajo necesario para cubrir cada una de las categorías se
obtiene multiplicando el número de clientes que compone cada categoría por el número
de horas de visita al año. Finalmente se realiza el sumatorio de los resultados:
300
vendedor para vender; es decir, calculando:
4.000 horas / 752 horas anuales dedicadas a ventas por cada vendedor = 5 o
6 vendedores.
Una ruta de ventas es un itinerario formal que debe seguir el vendedor a la hora de
visitar a un determinado grupo de clientes actuales o potenciales dentro de un territorio.
Estos itinerarios se representan a través de mapas o listas que muestran el orden en el
que cada cliente debe ser visitado, aportando direcciones, nombres, recorridos con menor
kilometraje, puntos de repostaje, ubicación de restaurantes, etc. Se trata de un documento
sujeto a un continuo cambio, pues se dan alteraciones en cuanto a la entrada de nuevos
clientes y/o la salida de otros. De ahí la relevancia de mantenerlo constantemente
actualizado para evitar posibles errores o duplicidades.
Toda ruta debe intentar alcanzar una serie de objetivos. El cumplimiento de los
mismos es responsabilidad tanto de la compañía, en la fase más temprana de su
elaboración, como del vendedor, en su desarrollo e implementación diaria. Algunos de
los objetivos más importantes de la delimitación de rutas son:
301
— Minimizar el tiempo entre las visitas. Su cumplimiento dependerá del grado de
dispersión y la distancia entre los clientes.
— Evitar la improvisación, duplicidad de visitas u olvido de clientes.
— Lograr una ubicación estratégica para los vendedores.
— Conseguir una atención adecuada en el momento adecuado: maximizar la atención
del cliente en la medida de lo posible.
302
Figura 10.4. Principales variables en el diseño de una ruta.
Por otro lado, es importante destacar que no debemos visitar a todo tipo de clientes
por el mero hecho de aumentar el número de visitas, pues incurriríamos en pérdidas
tanto en tiempo como en términos económicos. La clave para conseguir una buena ruta
se basa en la definición del tipo de cliente a visitar, esto es, en la creación de un perfil lo
más preciso posible del tipo de cliente objetivo. La selección del cliente objetivo
asociado a la ruta se basará en criterios específicos, tales como la ubicación, su potencial
de compra, su tamaño, su forma de negociar, etc. Para facilitar su introducción en los
sistemas de información comercial de la empresa convendrá codificarlos atendiendo a
estas prioridades.
303
Una de las cuestiones más complejas en la gestión de la ruta es el establecimiento de
la frecuencia de visita a los clientes. La opción de «ni por exceso, ni por defecto» podría
ser una de las ideas de partida sobre la que tomar decisiones en torno a este parámetro.
Así, un exceso de atención puede desembocar en una sensación de presión y/o malestar,
haciendo que la compra por parte del cliente finalmente no se realice. Por contra, una
escasa atención puede favorecer la capacidad de captación de la competencia sobre los
clientes y, por tanto, la consecución de la venta por parte de ésta.
Sobre esta idea de partida, la empresa decidirá aumentar o reducir la frecuencia de
visita sobre los clientes tomando en consideración los siguientes criterios:
— El potencial del cliente. Los clientes de mayor potencial deberán tener mayor
atención. En todo caso, este potencial deberá valorarse con el hecho de que ofrecer
una mayor atención al cliente requerirá de un equipo de ventas más completo, lo
que se traducirá en un incremento en los costes asociados al equipo de ventas.
— Los objetivos asociados al cliente. Si se trata de un cliente nuevo, el lanzamiento
de un producto nuevo o la solución de algún problema ocurrido, la frecuencia de
visita deberá aumentar.
— La frecuencia de visita de la competencia. Si la competencia realiza visitas
semanales y nosotros mensuales, el riesgo de perder la venta aumenta.
— La rotación de nuestro producto en el punto de venta. A mayor rotación, mayor
número de visitas, con tal de mantener al cliente informado en todo momento de
las últimas novedades.
— La capacidad logística de la empresa. A mayor tiempo de entrega de nuestros
productos, mayor frecuencia de visita por parte del equipo de ventas, como forma
de seguimiento y de muestra de interés sobre el cliente.
304
Otra cuestión a tener en cuenta es determinar el orden de las visitas. Si bien es cierto
que deberían ordenarse de forma que se minimizase el tiempo de viaje y el kilometraje,
otros factores asociados al vendedor deben tenerse en cuenta al tomar esta decisión.
Imaginemos, por ejemplo, que dentro de la ruta del día del vendedor los tres primeros
clientes de la mañana suelen resultar problemáticos, mientras que con los últimos se
suelen cerrar las transacciones de forma sencilla. La ruta debería ordenarse de manera
que el vendedor no llegue a las visitas de la tarde fatigado, ni en un estado de ánimo que
propicie una situación no deseada. En este punto entra en juego la forma de trabajar y las
cualidades internas del vendedor, pues es obvio que el humor y estado de ánimo influyen
ciertamente en la consecución de las transacciones comerciales establecidas con los
clientes.
305
VENTAS
306
ventas en una empresa, hasta el control de epidemias dentro del sector sanitario.
En este sentido, la función de un sistema GIS consiste en organizar datos geográficos
de tal manera que un vendedor o directivo de ventas obtenga la información necesaria
para tomar decisiones inteligentes en sus proyectos o tareas. Se trata, por tanto, de una
base datos, asociada a un componente geográfico, que facilita información relevante para
planificar la ruta de ventas.
Estas bases de datos están compuestas por datos tanto de origen interno como
externo, así como reales y en base a previsiones, constituyendo una moderna y práctica
alternativa respecto a otras opciones tradicionales, asociadas al uso de extensos listados
de localizaciones o de mapas cubiertos por chinchetas de diferentes colores.
Este soporte, en su nivel más elemental, puede ayudar a localizar áreas geográficas en
función de diferentes criterios, como pueden ser la renta de sus habitantes, su edad
promedio, el número de miembros por hogar, etc. Esto lleva a una mayor precisión en la
evaluación del mercado potencial o del segmento elegido.
En un nivel más específico, el sistema GIS puede resultar una herramienta válida para
la gestión de los días y horas en los que los clientes quieren ser visitados, las frecuencias
de visita a lo largo del año, el control de los gastos por zonas y la realización de nuevas
asignaciones de ruta.
De este modo, la capacidad de concreción y claridad visual que permiten estos
sistemas hace que tanto directivo como vendedor sean capaces de dar rápida respuesta a
infinidad de preguntas asociadas a la gestión de las rutas, tales como:
Sin embargo, si bien es cierto que este tipo de sistemas y soportes pueden ser de gran
ayuda para la empresa, hemos de tener en cuenta que también pueden darse situaciones y
circunstancias en las que la experiencia del propio vendedor puede contradecir a la
solución aportada por el sistema. Así, imaginemos que un vendedor, por su propia
experiencia, sabe que todos los miércoles a una determinada hora llega el camión de
reparto que suministra las bebidas a un bar en una calle que es de sentido único. Esa
misma calle es la que sugiere el GIS para que el trayecto sea lo más corto posible, pero
el vendedor sabe que no es así ese determinado día a esa determinada hora. En este caso,
introducir toda esta información en el sistema y mantenerla actualizada se presenta como
una tarea complicada.
En este sentido, la definición de una ruta no es tarea sencilla, y aunque este tipo de
software puede resultar de gran ayuda, el papel del vendedor será determinante para que
el diseño de la ruta sea el idóneo y no quede desactualizado.
307
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
TERUEL
Previsto Real
Clientes 24
— Altas 11
— Bajas 71
— Cartera de clientes 440
— Visitas 300
— Pedidos
308
ZARAGOZA
Previsto Real
Clientes 20
— Altas 13
— Bajas 117
— Cartera de clientes 625
— Visitas 380
— Pedidos
HUESCA
Previsto Real
Clientes 12
— Altas 6
— Bajas 47
— Cartera de clientes 365
— Visitas 280
— Pedidos
Huesca 26,3
Teruel 23,3
Zaragoza 50,4
309
Cuestiones a resolver:
(Descargar o imprimir)
310
b) Organización por clientes.
c) Organización por productos.
d) Organización geográfica.
a) Visita de mantenimiento.
b) Visita de venta.
c) Visita de seguimiento.
d) Visita promocional.
311
a) Carga laboral homogénea entre todos los vendedores.
b) Conseguir tener en el itinerario un grupo variado de clientes.
c) Dispersión de los clientes en el plano.
d) Potencial de los clientes.
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
1. ¿Por qué la delimitación del territorio comercial representa una de las tareas más
312
importantes a desarrollar por el director de ventas? ¿Cuál es el fin último que debe
perseguir el director de ventas durante la realización de esta importante tarea?
Razona tu respuesta.
2. En la actividad diaria de un vendedor en una ruta cualquiera, ¿qué tipo de
acontecimientos externos determinarán el cumplimiento del orden y tiempo de
visita a los clientes establecido? ¿Existen otros factores relativos a la capacidad de
trabajo del vendedor que puedan influir en su desempeño? Razona tu respuesta.
3. Imagina que eres vendedor de una empresa y estás estudiando la ficha de un cliente
con un elevado potencial. En los últimos meses este cliente no está siendo rentable
para la empresa, pues las ventas se las está llevando finalmente la competencia.
¿Qué cuestiones deberías plantearte antes de eliminar al cliente de la ruta?
4. Realiza un listado de los posibles usos de los sistemas de información geográfica
(GIS) en empresas que operan en los siguientes sectores expuestos:
• Sector bancario.
• Sector de las telecomunicaciones.
• Sector logístico.
• Sector sanitario.
TÉRMINOS CLAVE
BIBLIOGRAFÍA
Churchill, G. A., Ford, J. N., Walker, O. C., Johnston, N. W. y Tanner, J. F. (2000):
Sales for management, USA: McGraw-Hill.
Kotler, P. (1973): Mercadotecnia aplicada. México: Interamericana.
313
11
La evaluación y el control de los vendedores
314
pues de un proceso dinámico más que una evaluación estática y aislada. Además, se
refiere a un objetivo último que es la toma de decisiones de mejora. Por tanto, no es un
fin en sí, sino que es parte de un proceso que va orientado a la mejora. Finalmente, cabe
destacar que se propone evaluar «el valor o el mérito de un producto». Es decir, no sólo
se tiene en cuenta el producto o el resultado, sino que también se consideran los
condicionantes que han intervenido en el proceso.
Pérez Juste (1995) completa esta definición planteando la evaluación como un
proceso sistemático, diseñado intencional y técnicamente, de recogida de información,
que ha de ser valorada mediante la aplicación de criterios y referencias como base para
la posterior toma de decisiones de mejora, tanto del personal como del propio
programa. Se trata de una propuesta más amplia del término motivación, y por ello es la
que tomaremos como genérica para el desarrollo de este capítulo, ya que entendemos
que refleja fielmente el espíritu de nuestra propuesta.
Con la evaluación del personal de ventas se persiguen diversas finalidades (figura
11.1):
315
reconocimiento formal de unos buenos resultados. Además, también servirá para
estimular al vendedor ante peores evaluaciones mediante planes de acción
consensuados que busquen la mejora.
— Retroalimentar: la valoración puede realizarse sobre el propio proceso de
evaluación, con lo que también el sistema puede beneficiarse y mejorar.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el aspecto afectivo debe ser bien
manejado para evitar que el proceso pueda ser percibido como subjetivo o personal del
director de ventas. Tenemos que ser conscientes de que estamos tratando con aspectos de
elevada implicación personal para el empleado, y cuya evaluación reviste cierta
complejidad. Es por esto que se recomienda especial atención en su tratamiento. En este
sentido, la evaluación debe realizarse teniendo en cuenta los objetivos individuales de
cada vendedor y los colectivos de un equipo fijados a principios de año, estableciéndose
entonces las reglas de juego y los criterios de evaluación. Hay muchos matices que, mal
entendidos, podrían generar sentimientos negativos en el vendedor, por lo que no se
pueden cambiar las reglas de juego a mitad o al final del partido. Por otro lado, bien
planificado y ejecutado, será un proceso muy motivador y que fomente la creatividad del
propio vendedor.
Del punto anterior se desprende que no estamos ante una acción aislada, sino que se
trata de un proceso completo y que además es sistemático y dinámico, ya que es
susceptible de adaptarlo a nuevas necesidades. En este sentido, el primer paso que vamos
a realizar es realizar una propuesta del proceso y de las etapas que lo componen. Spiro et
al. (2007) proponen cinco fases a contemplar en un sistema de evaluación de ventas
(figura 11.2):
316
Figura 11.2. Fases de un sistema de evaluación (Spiro et al., 2007).
3. Establecer los objetivos o valores de los indicadores: una vez se cuenta con los
indicadores, es necesario establecer objetivos o metas para los mismos. Suele ser
una de las etapas más complicadas del proceso de evaluación, y en la medida en
que se busque consensuar dichos objetivos la dificultad es mayor. Sin embargo, es
lo recomendable, ya que facilitará mucho el trabajo en etapas posteriores, dado
que si el sistema es considerado como justo resultará mucho más motivador para
el vendedor.
4. Comparación de los resultados con los objetivos: en esta etapa se realiza la propia
evaluación en sí. Se trata de, una vez transcurrido el período de tiempo
establecido, recopilar toda la información disponible y necesaria para proceder a
su interpretación. Aunque fundamentalmente se realiza una comparación del valor
planificado con el resultado obtenido, se trata de encontrar una explicación a los
hechos reflejados. Esta información adicional puede ayudar a entender mejor los
resultados obtenidos (positivos o negativos).
5. Reflexionar sobre la evaluación: una vez realizada la evaluación, es importante
llegar a un punto en común. El vendedor debe tener tiempo para realizar sus
valoraciones y aportar, si lo cree conveniente, nueva información que ayude a
comprender o a matizar los resultados. Es importante discutir sobre las razones
que han llevado a valores inferiores (o superiores) a los establecidos. Además, este
será el punto de partida para poder establecer nuevas metas y planes de actuación
para afrontar un nuevo período.
317
En primer lugar, hay que partir de la base de que el proceso de evaluación debe ser
entendido como una oportunidad de mejora. Hay que destacar el carácter constructivo
del proceso en todo momento. Es conveniente abordar las cuestiones de una forma
participativa. Se trata de encontrar explicaciones de los resultados obtenidos, tanto
positivos como negativos, y de proponer líneas de actuación de cara al futuro. Esta tarea
sería recomendable realizarla en un clima de colaboración entre dirección de ventas y
vendedor, donde el objetivo común sea el de mejorar.
Esta primera consideración está basada en la participación de los vendedores en el
proceso de evaluación. Es fundamental que el evaluado pueda participar en el proceso de
forma activa (Küster, 2006). Es decir, que conozca desde el inicio las reglas del juego y
el procedimiento utilizado, indicadores, fechas, etc., y que haya podido participar en su
elaboración. Esto facilitará, por un lado, la comprensión del sistema que se está
utilizando y su finalidad. Además, aumentará el nivel de implicación con el mismo y el
compromiso con el proceso.
De este modo se entiende que el proceso de evaluación se refiere a unos objetivos
conocidos, que han sido previamente explicados y consensuados (Küster, 2006). Así, el
vendedor en todo momento sabe qué cuestiones van a ser consideradas y puede, en
muchos casos, ir controlando su propia evaluación antes incluso de que ésta sea realizada
de una manera formal.
Hay que tener en cuenta que, muchas veces, el trabajo del vendedor puede ser
heterogéneo y complejo. Es frecuente la realización de determinadas actividades
relacionales o la prestación de servicios adicionales que no van asociados a una venta
directa. Esto va a suponer que en muchas ocasiones el vendedor realice tareas que no van
a poderse medir y controlar de una forma objetiva. Será pues interesante intentar
elaborar indicadores para tener en cuenta estas acciones y poderlas controlar.
En una dirección similar está la comparativa entre resultados obtenidos y esfuerzo
empleado por el vendedor. La misma variedad de tareas comentada anteriormente
dificulta comparar los resultados y la productividad de los vendedores en un plano
cuantitativo. Va a ser necesario un análisis individualizado de las potencialidades, las
circunstancias y los resultados.
Para finalizar, quisiéramos destacar la complejidad que tiene para el director de
ventas la gestión de la reunión de evaluación con el vendedor. La entrevista de
evaluación del resultado es un momento de elevada sensibilidad por parte del evaluado.
No es fácil señalar los defectos de una persona cara a cara sin que esto afecte a nivel
emocional. A nivel general, a las personas no nos gusta ser criticados y nos podemos
poner a la defensiva con cierta facilidad. Es importante centrar la evaluación sobre lo
sucedido más que sobre la persona evaluada. Un factor clave en la gestión de la
entrevista será saber potenciar las virtudes y fortalezas del evaluado, para que el proceso
le motive a seguir mejorando. Además, es necesario que el vendedor tome conciencia de
sus debilidades para intentar corregir la situación.
318
11.3. EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS Y DE LOS
COMPORTAMIENTOS DEL EQUIPO COMERCIAL
319
Figura 11.3. La orientación del proceso de evaluación.
320
largo del tiempo.
• Fidelidad de los clientes. Mediante indicadores de fidelidad podemos conocer
en qué medida el vendedor es capaz de mantener clientes a lo largo del tiempo.
Este tipo de clientes suele aportar ventajas para la empresa, por lo que es un
indicador de gran interés.
TABLA 11.1
Principales indicadores de un sistema de evaluación
321
Los principales inconvenientes de estos sistemas son la dificultad en la selección de
los indicadores, así como en el manejo e interpretación de la información. Además, se
añade subjetividad a la evaluación, por lo que requerirá de mayor cuidado en su
tratamiento, gestión y comunicación. Del mismo modo que ocurre en los sistemas
basados en los resultados, los indicadores pueden tener naturaleza cuantitativa o
cualitativa, y los más utilizados son:
322
de su labor. Cuestiones como la planificación realizada, una gestión equilibrada
de su jornada laboral, la calidad de sus presentaciones, etc., nos puede ayudar a
reconocer el esfuerzo del vendedor por realizar bien su trabajo.
• Nivel de conocimientos. El nivel de conocimientos del vendedor sobre los
productos ofrecidos, sus clientes, las políticas internas de la empresa, sobre la
competencia, etc., también puede ser considerado a la hora de ponderar el
esfuerzo de un vendedor.
• Relaciones con los clientes. Se puede valorar en qué medida el vendedor trata
de generar lazos relacionales con sus clientes y mantenerlos a lo largo del
tiempo.
• Factores personales y actitudinales. Aspectos como la disposición a colaborar
con compañeros, a trabajar en equipo, a aceptar responsabilidad o a tomar
decisiones también se pueden instrumentalizar para completar la evaluación del
vendedor.
323
parte del entorno del individuo, confianza depositada en el vendedor por la empresa, etc.
Además, suele ser habitual que ascensos profesionales también vayan acompañados de
incrementos de los ingresos del vendedor. De este modo, el ascenso profesional es un
suceso que combina elementos de motivación tanto económicos como no económicos.
En este sentido, puede postularse como un potente elemento de motivación para el
personal de ventas. Además, si la posibilidad de promoción va ligada a la consecución de
determinados objetivos contemplados en el sistema de evaluación puede incrementar el
interés del personal de ventas sobre dicho sistema. Los vendedores tienen la oportunidad
de conocer qué niveles altos de rendimiento les pueden llevar hacia puestos
profesionales mejores. Esto puede generar un interés general de los empleados de venta
por mejorar en su evaluación, con el fin de promocionar profesionalmente.
Sin embargo, un ascenso también implicará, en la mayoría de los casos, un
incremento en la responsabilidad profesional y un cambio en las funciones realizadas
hasta el momento.
Por tanto, debemos tener en cuenta dos cuestiones importantes que pueden actuar
como elementos contingentes a la hora de plantear la promoción profesional como parte
relacionada con un sistema de evaluación. La primera de ellas es si quiere el vendedor
asumir dicha responsabilidad. Y la segunda sería si puede asumirla, dadas unas
determinadas capacidades personales y profesionales. A continuación se tratan estas
cuestiones con mayor detalle.
Si bien se piensa que la mayoría de los vendedores desean ascender en su escala
profesional, esto no va a ser siempre cierto. Cuestiones como la edad del vendedor, la
situación familiar, el estatus económico, la ambición personal, etc., pueden determinar el
interés del empleado por el ascenso. Así, por poner un ejemplo, quizá un vendedor que
realice muy bien su trabajo, que ya conoce y controla perfectamente, no está dispuesto a
cambiar por otro de mayor responsabilidad, que quizá le exija mayor dedicación y mayor
inquietud general. Así, antes de establecer un plan de promoción basado en la evaluación
habrá que considerar las particularidades de cada vendedor.
Por otro lado, el cumplimiento reiterado a lo largo del tiempo con los objetivos
establecidos en los sistemas de evaluación es un buen indicador de las capacidades del
vendedor (formación, destreza, interés, esfuerzo, dedicación, energía, etc.). Esta
experiencia profesional positiva nos puede servir para confiar en este vendedor para
evolucionar hacia puestos de mayor responsabilidad. Sin embargo, hay que tener en
cuenta que las competencias necesarias para desarrollar las funciones de vendedor con
éxito no son las mismas que las del puesto de jefe de zona o de director de ventas. Un
jefe de ventas debe ser capaz de gestionar la fuerza de ventas y de coordinar al equipo
comercial. Deberá organizar y controlar las actividades comerciales. Por tanto, serán
necesarias competencias de toma de decisiones y de liderazgo de equipos para poder
afrontar con éxito estas funciones. Además, la dirección de ventas debería ser capaz de
obtener y procesar información para la toma de decisiones. Esto requerirá competencias
324
relacionadas con la capacidad de análisis, de síntesis y de gestión de información, así
como de capacidad de investigación y de buscar información y profundizar en el análisis.
Finalmente, el jefe de ventas es el responsable de la definición de las estrategias y
actuaciones comerciales, por lo que se verá implicado en la planificación, en la gestión y
en la dirección de los recursos del departamento comercial de la organización. Por tanto,
hay que valorar en qué casos es posible la promoción del vendedor, realizar un estudio
en profundidad de las funciones desempeñadas en el cargo y asegurarse de que el
candidato reúne las competencias necesarias para desarrollarlas con solvencia.
En definitiva, desde el punto de vista del vendedor, la asociación de la promoción
profesional a unos determinados resultados en el sistema de evaluación puede servir de
estímulo a la hora de realizar su trabajo. El hecho de conocer de antemano cuál puede ser
la recompensa al trabajo bien hecho durante un período de tiempo puede ayudar a
encontrar una recompensa extra a su labor. En este sentido, la promoción profesional se
postula como un objetivo de alto nivel. Sin embargo, quizá no sea válido para todos los
vendedores. Puede haber vendedores que no busquen promocionar. Podemos encontrar
casos en que el candidato no está capacitado para promocionar, debido a las nuevas
funciones a desempeñar. Incluso podría darse el caso de vendedores que ni quieran
ascender ni estén preparados para ello.
325
forma coordinada, a todos sus clientes a nivel mundial. Esto hace que las tareas sean
muy diversas y heterogéneas, y por tanto más complejas de evaluar y controlar. Las
características de los clientes de unos países a otros pueden ser muy diferentes a nivel
social, cultural o económico. Habrá personal de ventas que necesitará de mayor tiempo
para gestionar sus operaciones. Incluso nuevos mercados requerirán una labor inicial de
análisis y prospección que seguramente no ofrezca resultados a corto plazo. Ante esta
situación de heterogeneidad de funciones y de condiciones de los vendedores, se
recomienda un sistema de evaluación y control de la fuerza de ventas lo más
individualizado posible. Si bien algunos indicadores de resultados cuantitativos
ofrecerán información interesante sobre la labor del vendedor, será recomendable
combinarlo con indicadores de comportamientos realizados para evaluar el esfuerzo
realizado por el empleado de ventas. Aunque esto añadirá complejidad y cierto carácter
subjetivo al sistema, ayudará a conocer con mayor detalle y profundidad cuáles han sido
las actuaciones realizadas.
Por otro lado, las nuevas tecnologías de la información también se están empleando
de forma activa en la labor de los vendedores, incidiendo en la forma de trabajar (Jobber
y Lancaster, 2009). Las nuevas tecnologías han contribuido a facilitar el trabajo tanto del
vendedor como del director de ventas. En una labor operativa, permite al vendedor
acceder a una gran cantidad de información a través de la red, a comunicarse a distancia
en tiempo real con sus clientes, a generar y consultar grandes bases de datos, a la venta
on-line y a realizar toda una serie de actividades que hacen que su trabajo sea más
efectivo. Las estrategias de marketing relacional llevadas a cabo por muchas empresas se
ven operativizadas a través de sistemas de gestión de clientes CRM o customer
relationship management (figura 11.4).
326
Figura 11.4. Esquema de un sistema de gestión CRM (basado en Jiménez, 2013).
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
327
desarrollando su carrera profesional como vendedor en Alcora. Sin embargo,
mantiene gran parte de su familia y amigos en Brasil, por lo que parece el más
adecuado para atender este mercado.
De este modo, el equipo comercial de Sumicesa quedaba compuesto por ocho
vendedores. Cuatro de ellos se encargaban de atender la zona castellonense, donde se
concentra la mayoría de la producción nacional. Dos vendedores más se encargan de
atender el resto de fabricantes nacionales, mientras que Amparo está dedicada a China
y Paulo a Brasil.
Después de tres años de trabajo en China, Amparo recibe una nueva cita para la
entrevista de evaluación con su director de ventas. Acompañando a la citación
encuentra un documento donde se recogen los principales indicadores que se van a
tratar en la reunión, sus objetivos y el nivel de cumplimiento. Es su tercera reunión de
evaluación. Hasta ahora los resultados no han sido nada satisfactorios. En las
reuniones anteriores no se habían conseguido los objetivos de ventas esperados,
mientras que los costes comerciales dedicados a la división china habían sido mayores
a los estimados. Habían sido dos reuniones anteriores frustrantes para ella, y la que le
esperaba en unos días llevaba visos de ser todavía peor. Como elemento agravante,
resulta que era la única vendedora que no cumplía con sus objetivos. Los vendedores
nacionales mantenían los niveles de venta habituales, mientras que Paulo en Brasil
superaba las previsiones de ventas de forma habitual.
Amparo está bastante desanimada, pues han sido tres años de duro trabajo
aprendiendo un idioma, adaptándose a una cultura y a unas costumbres totalmente
nuevas para ella. Ha conseguido ir avanzando, pero el ritmo ha sido mucho más lento
de lo esperado. Es cierto que ha conseguido fidelizar a la mayoría de los clientes con
los que ha tratado; sin embargo, los ingresos por ventas son muy inferiores a los
costes destinados a mantener su presencia en China. Amparo no sabe qué hacer. Sabe
que en unos días se va a enfrentar a una reunión muy dura, y se plantea la posibilidad
incluso de abandonar.
Cuestiones a resolver:
328
Pregunta 5. A partir del texto y de la información ofrecida, a nivel personal,
¿piensas que Amparo puede ser una buena trabajadora? ¿Crees que se puede estar
cometiendo algún error a la hora de plantear las entrevistas de evaluación? ¿Qué
podrías recomendar a la dirección de ventas para reorientar la situación?
(Descargar o imprimir)
a) Informar.
b) Orientar.
c) Sancionar.
d) Retroalimentar.
3. Identifica cuál de estas fases no forma parte del sistema de evaluación de ventas,
según Spiro et al. (2007).
329
d) Reflexión.
5. Según Küster (2006), para aumentar el nivel de implicación de los vendedores con
el sistema de evaluación se recomienda...
a) Datos primarios.
b) Mayor nivel de credibilidad.
c) Facilidad en interpretación de datos.
d) Información periódica.
a) Número de pedidos.
b) Satisfacción de los clientes.
c) Cuota de ventas.
d) Llamadas atendidas de los clientes.
330
a) Número de visitas realizadas.
b) Gestión del tiempo.
c) Esfuerzo personal.
d) Satisfacción de los clientes.
10. ¿Qué dos aspectos han incidido en los sistemas de evaluación en las últimas
décadas?
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
1. ¿Por qué crees que debe considerarse el aspecto afectivo del vendedor a la hora de
realizar las evaluaciones? ¿Qué errores crees que se pueden cometer por parte de
la dirección en este sentido?
2. ¿Piensas que el evaluado debe participar en el proceso de evaluación? ¿En todas
las fases o sólo en algunas? ¿Qué ventajas e inconvenientes puede plantear su
participación?
3. Propón un ejemplo en el que creas que sería mejor un sistema de evaluación
basado en los resultados obtenidos, y otro en el que recomendarías un sistema
basado en los comportamientos del vendedor. ¿Cuándo piensas que sería útil un
sistema mixto?
4. ¿Piensas que un sistema de promoción profesional basado en la evaluación del
vendedor puede motivar al empleado? ¿En qué casos recomendarías relacionar los
resultados obtenidos con la promoción en la empresa?
5. Siendo como son los sistemas CRM de apoyo al vendedor y a la dirección en sus
labores operativas y estratégicas, ¿por qué crees que pueden ser vistos como una
amenaza por los vendedores, llegando en más del 50% de las ocasiones a fracasar
en su implementación?
TÉRMINOS CLAVE
331
— Evaluación de vendedores. — Indicadores.
— Decisiones de mejora. — Fuentes de información.
— Proceso dinámico. — Oportunidad de mejorar.
— Proceso participativo. — Resultados obtenidos.
— Criterios de evaluación. — Esfuerzo realizado.
— Consenso en el sistema. — Implicación personal.
— Canal de comunicación. — Promoción profesional.
— Motivar y estimular. — Globalización.
— Fases del sistema de evaluación. — Nuevas tecnologías.
BIBLIOGRAFÍA
Anderson, E. y Oliver, R. L. (1987): «Perspectives on Behavior-Based Versus Outcome-
Based Salesforce Control Systems», Journal of Marketing, 51 (4), pp. 76-88.
Canales, P. y Torán, F. (1998): «Venta, coste y comportamiento en el control del
vendedor», Harvard-Deusto Marketing & Ventas, 25 (marzo-abril), pp. 64-67.
Jiménez, I. (2013): «Cómo planear una estrategia CRM», Online.
http://www.redesymarketing.com/ [fecha de consulta: 11 de abril de 2014].
Jobber, D. y Lancaster, G. (2009): Selling and Sales Management (8th edition). Londres:
Prentice Hall.
Joint Committee on Standards for Educational Evaluation (1988): The personnel
evaluation standards. Newbury Park, CA: Sage.
Küster, I. y Canales, P. (2006): «Evaluación y control de la fuerza de ventas: Análisis
exploratorio», Universia Business Review, online, primer trimestre 2006 [fecha de
consulta: 11 de abril de 2014]. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=43300903 ISSN 1698-5117.
Pérez Juste, R. (1995): «Evaluación de programas educativos». En A. Medina Rivilla y
L. Villar Angulo, Evaluación de Programas Educativos, Centros y Profesores.
Madrid: Universitas.
Spiro, R., Stanton, W. y Rich, G. (2007): Management of a Sales Force, 12ª edición,
McGraw-Hill Higher Education.
332
12
La ética en la venta
333
responsabilidad moral que tenemos como profesionales por cuanto se refiere a los
derechos y obligaciones que tenemos como personas y frente a las personas con las que
trabajamos (García-Marzá, 2007). Según el autor, existe una relación intrínseca entre la
responsabilidad y la moralidad, ya que toda acción libre es una acción moral, y esto
significa una elección entre diferentes posibilidades. Cuando estas decisiones afectan a
otras personas y nos planteamos la validez o justicia de nuestras acciones, hablamos
entonces de responsabilidad moral.
A un nivel más concreto, en el campo de la venta personal el comportamiento ético
será aquel que busque el bienestar del cliente (Román y Ruiz, 2005). Se trata de realizar
comportamientos de ventas honestos que permitan establecer relaciones duraderas con
los clientes basadas en la satisfacción y en la confianza (Román y Munuera, 2005). Los
comportamientos éticos son valorados sobre la base en que un cliente percibe que las
actuaciones son correctas y justas o incorrectas e injustas (Román, 2003). Sin embargo,
se trata de un concepto complejo de operativizar, y en muchas ocasiones la percepción
de ético o no ético dependerá de las personas y de la situación (Lagacé et al., 1991).
Desde el punto de vista del cliente, un comportamiento no ético se asocia a la conducta
del vendedor, que, actuando de forma oportunista, busca el máximo rendimiento para sí
mismo a corto plazo a expensas del propio cliente (Alrubaiee, 2012). Ejemplos de
conductas poco éticas serían la mentira o la exageración sobre los beneficios o
propiedades de un producto, sobre la disponibilidad o plazos de entrega, sobre el coste
de mantenimiento o servicios asociados, o incluso el empleo de tácticas de presión
excesiva sobre el cliente (Futrell, 2002).
En los últimos tiempos el papel de la ética ha ido ganando en importancia. En primer
lugar, debido a la propia evolución de las regulaciones tanto locales como nacionales e
incluso internacionales. Se han desarrollado toda una serie de normas que regulan de una
manera más efectiva posibles comportamientos no éticos por parte de las empresas, tanto
normativas de protección al consumidor como sistemas de reclamaciones o medidas de
protección frente a publicidad engañosa, o incluso sobre las actuaciones empresariales a
nivel social. Por otro lado, el cliente final también demanda mayores estándares éticos y
de conciencia social, por lo que se convierte en un aspecto valorado por el consumidor.
Además, toda una serie de stakeholders y agentes sociales que participan en la empresa,
como empleados, proveedores, etc., también exigen unas prácticas éticas por parte de las
empresas de forma generalizada y estable. Desde esta perspectiva, la gestión de los
comportamientos moralmente responsables pasan a considerarse como un recurso
estratégico para una empresa. Se parte de la concepción de la ética de la empresa como
un recurso moral imprescindible para mantener la legitimidad y credibilidad de la
empresa tanto a nivel interno como externo.
En este sentido, el departamento de ventas cobrará especial relevancia en la gestión
del compromiso moral de la empresa. Un comportamiento poco ético por parte del
vendedor puede afectar negativamente a la satisfacción del cliente sobre su compra
334
(figura 12.1). Además, esto reducirá la confianza del individuo en la empresa. Esta
situación favorecería, por un lado, la pérdida de clientes que ya no confían en las buenas
prácticas de la organización proveedora (Román y Ruiz, 2005), pero además estos
clientes podrían representar una potencial fuente de publicidad negativa con sus
comentarios a terceros o a través de las redes sociales.
Por tanto, no solamente se verá perjudicada la relación con el cliente, sino que la
imagen de la marca representada en su totalidad se puede ver perjudicada. Como
decíamos, el componente ético es un elemento a tratar con cierta profundidad, debido a
sus grandes implicaciones para la empresa, tanto positivas, si se realiza debidamente,
como muy perjudiciales a largo plazo, si no se consideran con suficiente cuidado. Es por
esto que en el presente capítulo se van a intentar dar unas directrices sobre la gestión
ética desde el equipo de ventas.
335
que se trata de unas normas de autorregulación común, es fundamental que el consenso
sea lo más amplio y general posible.
La arquitectura organizativa que las empresas actuales están construyendo en torno a
la ética se estructura alrededor de tres elementos: un código ético, un código de conducta
y una comisión ética. El código ético recoge los principios morales o valores que
conforman no sólo la cultura organizativa actual de la empresa, sino también las
aspiraciones de futuro en este ámbito. Las organizaciones que cuentan con un plan
estratégico suelen definir la misión, la visión y los valores organizativos. Estos últimos
deben ser el punto de partida en la organización de la arquitectura ética de una empresa.
El condigo de conducta o de buenas prácticas recoge el modelo de comportamiento que
la organización desea de sus empleados. Es la plasmación práctica del código ético, y su
objetivo es concretar y orientar la cultura organizativa. El tercer pilar de la arquitectura
ética es la creación de una comisión de ética, cuya misión es velar por el buen
cumplimiento de los códigos e intermediar en aquellos conflictos que se produzcan en el
día a día.
Junto a esta importante arquitectura organizativa, muchas profesiones cuentan con
códigos deontológicos, concebidos como un documento que recoge un conjunto más o
menos amplio de criterios, apoyados en la deontología con normas y valores que
formulan y asumen quienes llevan a cabo correctamente una actividad profesional. Por
tanto, el código ético de una empresa regula el comportamiento deseado en todos los
empleados de una organización y tiene un carácter interno, mientras que el código
deontológico se ocupa de los aspectos éticos del ejercicio de la profesión concreta y
tienen una regulación externa, normalmente a través de organismos como los colegios
profesionales.
El código ético y el código de conducta de una empresa deben plantearse en base a
unos objetivos genéricos (figura 12.2):
336
5. Mejorar la percepción del clima laboral por parte de los trabajadores de la
organización. A nivel interno, también los empleados apreciarán el valor de los
comportamientos éticos en toda la organización. Con ello se reduce la tensión
laboral y se incrementa la motivación por el trabajo.
6. Representar un valor estratégico para la empresa, ya que ayudará a reforzar la
imagen de marca con sus principios y sus valores. Las buenas prácticas realizadas
por la organización permitirán aumentar los niveles de confianza de los clientes,
con todos los beneficios que esto puede representar para la empresa.
En cuanto al contenido del código ético relacionado con las tareas específicas del
departamento de ventas, no hay una pauta cerrada sobre las cuestiones que debe
contener. Dependerá de cada empresa, su personal, situación, entorno, etc. Sin embargo,
se proponen a continuación algunos aspectos a considerar en relación a las conductas
llevadas a cabo en el trato con los clientes.
1. Unas normas básicas generales. Se trata de unas pautas básicas de trato personal,
normas de cortesía y respeto básicas y deseables en las relaciones del vendedor
con el cliente. Cuestiones como informar al cliente de forma completa, evitando
engaños o situaciones que induzcan a error, también se recogerían en este
apartado.
2. Cuestiones relacionadas con la compra de productos o servicios y demás
337
cuestiones contractuales. Es importante que el procedimiento de contratación esté
basado en la transparencia y en la honestidad por parte de la empresa proveedora.
Todo esto se debe plasmar en una información clara y profunda de los
condicionantes de la venta. Los soportes contractuales deben ser claros en su
redacción y precisos en su información. La presión sobre el cliente para la firma
de un contrato también es una cuestión a considerar en este punto.
3. Garantías y otros servicios postventa. En el momento de la venta debe quedar claro
el objeto, los términos y la duración de las garantías, así como del resto de los
servicios postventa, informando de su coste en los casos en que proceda. También
es conveniente informar al cliente de las limitaciones existentes y contemplar en el
código deontológico las posibles actuaciones en casos de conflicto.
4. Privacidad y confidencialidad en el tratamiento de datos. Es importante destinar un
apartado del código a desarrollar normas que garanticen a los clientes que la
información que obtengamos de su empresa será tratada de forma absolutamente
confidencial. Estos datos de los clientes únicamente se utilizarán para gestionar los
contratos existentes entre la empresa proveedora y sus clientes.
5. Otras cuestiones morales y responsables de carácter general. Se pueden incorporar
normas sobre buenas conductas a nivel general, como el ahorro energético, buenas
prácticas sociales, utilización de papel reciclado y otras cuestiones de
responsabilidad social general.
En este sentido, se observan tres factores (figura 12.3) por los que los códigos éticos
pueden fallar (Aznar, 2005):
338
motivación por mantener comportamientos éticos sea menor.
339
actuación del director de ventas a nivel general son la planificación y organización, la
implementación y la supervisión y control.
Existen varias circunstancias que exigen al vendedor tener que estar continuamente
expuesto a la toma de decisiones éticas/no éticas en su trabajo. Su labor está sujeta a una
menor supervisión por parte de la dirección, al trabajar muchas horas fuera de la
empresa. Se enfrentan a una mayor presión frente a otros trabajadores de la empresa, ya
que son los principales, si no únicos, responsables de generar ingresos para la
organización. Además, su remuneración y evaluación dependen en muchos casos de los
resultados obtenidos (Román y Rodríguez, 2011). A continuación nos centraremos en las
cuestiones que hay que considerar a la hora de orientar los comportamientos éticos del
personal de ventas.
340
internacionalizadas habrá que considerar aspectos interculturales. Será
conveniente que los vendedores no sólo conozcan y respeten el código ético de
la empresa, sino que también se debe asegurar el respeto a valores imperantes
en otras culturas.
c) Establecimiento y liderazgo del código ético. Como hemos expuesto en el punto
anterior, es recomendable establecer un código ético de forma explícita en el
que se recojan las opiniones de todos los colectivos implicados. Esto ayudará a
que el código sea interiorizado por el vendedor y estará más motivado por su
cumplimiento. Además, el director de ventas debe ser parte muy activa en
dicho código. En primer término, debe predicar con el ejemplo. Es decir, debe
ser el primero que tome sus decisiones en base al código establecido para
fomentar su seguimiento y su cumplimiento generalizado.
341
opción más rentable a corto plazo, se le valore, se le reconozca y se le
retribuya. De esta forma evitaremos conflictos de intereses entre lo que se debe
hacer y lo que realmente le conviene al vendedor a nivel individual.
En definitiva, podemos decir que en la medida que a las empresas se les exige un
mayor nivel de compromiso ético, éste pasa a ser un elemento diferenciador para las
organizaciones, incluso con un potencial carácter estratégico (Ramos y Periáñez, 2003).
Desde esta perspectiva, es necesario que el director de ventas sea capaz de introducir esta
orientación en todas sus funciones (planificación, implementación y control). Además,
no solamente se trata de promover y recomendar comportamientos éticos, sino que
efectivamente el director de ventas debe ser un ejemplo para su equipo comercial. Todo
ello, de forma conjunta, favorecerá los comportamientos éticos del equipo de ventas.
342
una oportunidad para las empresas, haciendo posible interactuar con los clientes de una
manera más directa, al mismo tiempo que también ofrece información valiosa sobre las
acciones y actividades de los competidores.
Las redes sociales ofrecen notoriedad digital, consiguiendo captar la atención de los
usuarios que realmente están interesados. ¿Qué mejor receptor que aquel que
efectivamente está interesado? Además, generan tráfico en la web corporativa de la
empresa, pues los usuarios son redirigidos desde las acciones de comunicación a webs o
blogs corporativos en los que se ofrece mucha más información y en mayor detalle. En
esta línea se enmarcan también las acciones de fidelización de clientes a través del uso
de la red social a modo de canal de atención al cliente, lo que puede derivar en un
aumento de la satisfacción del cliente si se está dando respuesta a sus consultas.
Sin embargo, no todas las empresas se han mostrado proclives a la inmersión en las
redes sociales, un entorno en el que las personas pueden conectarse, comunicarse e
intercambiar opiniones de manera instantánea, y que puede suscitar diversas
preocupaciones. Una de las principales preocupaciones entre las compañías es la
seguridad, el riesgo de intromisiones externas que generen pérdidas de datos
confidenciales o daños en la imagen de la empresa. Por otro lado, la pérdida de
productividad por la falta de distinción entre el uso laboral y el uso personal. Los fallos o
gazapos en las redes sociales son rápidamente detectados y difundidos con mayor
celeridad si cabe, por lo que se debe contar con un claro protocolo de actuación ante
cualquier crisis digital que se pueda producir. Las redes sociales hacen visible a la
empresa ante el resto de usuarios de la red, de modo que la capacidad de diálogo y de
respuesta se puede convertir en una amenaza si no se dota a la empresa y a la estructura
de unas herramientas e infraestructura para poder mantener un diálogo de calidad. Es por
ello que todo experto en redes sociales debe saber hacer frente y mitigar estos riesgos
para reducir su impacto directo en la organización.
Las redes sociales cambian y seguirán cambiando en los próximos años, así como
también lo hará la forma en la que las personas hacen uso de ellas. Por este motivo no
deben existir unas directrices estrictas respecto a la forma en la que la empresa se
comunica a través de las mismas. Si bien es cierto que la política de comunicación a
seguir en las redes sociales debe ir en concordancia con la política general de la empresa,
debe permitirse también que ambas evolucionen conjuntamente. La actividad de gestión
de la empresa en las redes sociales debe verse como una práctica habitual en el personal
de la empresa, lo que requiere una planificación detallada de las líneas a seguir. Los
beneficios derivados de una buena gestión de las redes sociales son evidentes, por lo que
fomentar la creatividad en su evolución también lo es. Utilizando la capacidad creativa
de la empresa será posible liderar la evolución de la tecnología y las redes sociales.
Como ya se ha hecho referencia anteriormente, no deben existir unas directrices exactas,
pero sí existen una serie de aspectos a tener en cuenta en el momento en el que se decide
comenzar la andadura en las redes sociales:
343
1. Fijación de la estrategia. Definir una estrategia basada en las propias necesidades
de la empresa, identificando el público al que se desea llegar y el mensaje que se
persigue comunicar, sin olvidar la selección de los medios correctos a través de los
cuales se consigue llegar a ese público objetivo previamente fijado.
2. Trabajo dinámico. La clave del éxito de las redes sociales se basa en la
retroalimentación que se recibe de la comunidad de usuarios, es decir, en la
posibilidad de interactuar. Realizar un buen trabajo de gestión de la interactividad
pasa por el trabajo del Community Manager o persona responsable de dinamizar
las redes sociales con el fin de conseguir los objetivos establecidos.
3. Empatía con el cliente. En este punto cobra gran relevancia el conocimiento e
identificación de las características y perfiles de los usuarios que utilizan cada red
social en la que se encuentre trabajando la empresa. Ante la variedad de redes
sociales disponibles, es importante diferenciar el lenguaje a utilizar y el mensaje a
comunicar, dependiendo del tipo de público al que va dirigido.
4. Humanizar la marca. Trato personalizado al cliente y promover la transparencia en
la empresa. La confianza es un factor clave, y ésta se alimenta a través de
emociones positivas. Dejar a un lado la jerga del mundo de los negocios, el
constante bombardeo promocional e introducir humor en las acciones a través de
las redes sociales puede ayudar a crear una ventaja competitiva frente al resto de
competidores.
344
Figura 12.4. Nuevas perspectivas en el comportamiento de las empresas.
345
e incluso adelantarse. Para conseguir dar esa respuesta debe estimularse la innovación y
el cambio. La rapidez de respuesta es por tanto un factor clave, siendo capaces de
adoptar medidas y procedimientos nuevos que permitan seguir con la actividad y
asegurar la competitividad de la organización.
3. Gestión de la calidad total (Total Quality Management). El objetivo perseguido
por la gestión de la calidad es lograr un proceso de mejora continua de la calidad a través
de un mayor conocimiento y control de todo el sistema (diseño del producto o servicio,
proveedores, materiales, distribución, información, etc.), de forma que el producto final
recibido por el consumidor sea lo más satisfactorio posible (minimizando defectos).
Además de mejorar todos los procesos internos, como la atención a clientes y
proveedores, los tiempos de entrega o los servicios postventa. Se trata, además, de una
filosofía de administración, que busca la satisfacción tanto del cliente externo como del
interno a través de una mejora continua de los procesos organizativos.
4. Reingeniería empresarial. La reingeniería es, básicamente, una reacción al cambio
de las realidades empresariales. Brinda soluciones que permiten combatir los retos que
imponen los clientes, las barreras de la competencia y sobre todo los riesgos que implica
el rápido y profundo cambio de la realidad empresarial. Se trata de una redefinición de
los procesos y sus correspondientes actividades dentro de una empresa, lo cual significa
volver a plantearse el modo de hacer las cosas si hubiera que empezar de nuevo. El
objetivo de este proceso es obtener mejoras sustanciales a corto plazo en términos de
rentabilidad, productividad y cualidad, con el fin último de lograr ventajas competitivas.
5. Gestión de la diversidad laboral. Las organizaciones son ahora mucho más
heterogéneas en términos de género, raza u origen étnico de lo que lo eran hace unos
años; la gestión de un mundo global les ha llevado a esta situación. En base a ello, la
legislación actual prohíbe cualquier tipo de discriminación en el trabajo, ya sea por
motivos de raza, religión, color, sexo, nacionalidad, edad, discapacidad u otros factores.
Algunas empresas cumplen con estas leyes con el simple objetivo de no ser sancionados,
mientras que otras empresas sí reconocen los beneficios que la diversidad laboral aporta
a la empresa y trabajan sobre ellos. Estas últimas buscan contar con una fuerza laboral
con una composición lo más cercana posible a la de la sociedad actual, pues así serán
capaces de expandirse incluso en mercados no explotados. La diversidad de la fuerza
laboral lleva asociada una responsabilidad de gestión adicional por parte de la gerencia.
Ésta debe ser capaz de diseñar una filosofía de trabajo que garantice la igualdad entre
todos los empleados, reconociendo las diferencias entre ellos, pero minimizando la
discriminación en el entorno laboral. Si la diversidad se gestiona correctamente,
incentiva la creatividad e innovación, así como también facilita la toma de decisiones
gracias a la variedad de puntos de vista. En cambio, si la diversidad no es gestionada
correctamente, se verá dificultada la comunicación entre los empleados, se producirán
más problemas entre ellos y podría verse aumentada la rotación.
6. Cambios en la organización de la fuerza laboral. En la línea del apartado anterior,
346
además de cambiar la naturaleza de la fuerza laboral también se ve modificada la
organización de la misma. Estos cambios organizativos se basan en la vinculación
temporal y física del empleado a la organización. Por un lado, la jornada laboral ha
evolucionado en términos de flexibilidad, tanto en relación al horario como del lugar
físico de trabajo. El empleado puede llevar a cabo sus tareas desde su hogar o desde
cualquier parte del mundo. Además, el objetivo de algunos trabajadores ya no se centra
en la obtención de un empleo fijo, sino en el desarrollo de su empleabilidad,
consiguiendo armonizar objetivos laborales y personales. La principal consecuencia para
la gerencia radica en el hecho que ahora las empresas deben ser capaces de gestionar una
fuerza laboral compuesta por personas con objetivos y situaciones personales muy
diversas, y cuya motivación y desempeño en la empresa depende de factores muy
diversos (salario, promoción, flexibilidad...), que deben ser tenidos en cuenta a nivel
individual.
7. La gestión de ideas. Es cierto que aún hoy en día, en ciertas actividades y zonas
geográficas, el objetivo sigue siendo la producción al menor coste posible, y que este
método está generando riqueza en las zonas que se han especializado en ello. Sin
embargo, es evidente que con los cambios en la empresa y el importante papel de la
innovación estamos entrando en una etapa de mayor reconocimiento de la creatividad y
el talento, centrándonos más en las actividades que más valor aportan, en lugar de en las
que más volumen producen. Y la clave en la generación de valor se encuentra en
reconocer la importancia de los recursos humanos de la empresa, la relevancia de la
creatividad o capacidad para generar ideas. Estas ideas representan un intangible para
empresa, un intangible capaz de generar ventajas competitivas; en definitiva, un recurso
estratégico. La gestión de ideas en la empresa requiere la participación de toda la
empresa, con el objetivo de instaurar una filosofía orientada a la creatividad.
8. Gestión por competencias. Nos encontramos ante otro factor relacionado con la
dirección estratégica de los recursos humanos. Una de las claves que lleva a la empresa a
conseguir ventajas competitivas es una gestión eficiente del factor humano. Las
competencias se definen como el conjunto de atributos o conocimientos, que pueden ser
adquiridos o innatos, que hacen que una persona en cuestión pueda o no pueda
desarrollar una tarea concreta de manera satisfactoria. Es por ello que el objetivo de la
gestión por competencias se centra en conseguir la adecuación o ajuste de las
capacidades personales con las necesidades de cada uno de los puestos. Este tipo de
gestión plantea un desafío para la empresa, pues debe ser capaz de gestionar
conocimiento, comportamiento y habilidades, y que todos estos aspectos se encuentren
al mismo tiempo en consonancia con la estrategia corporativa.
Teniendo en cuenta los factores anteriormente expuestos y la imperante realidad
empresarial, podemos concluir que las organizaciones se plantean retos y han
demostrado que el presente pertenece a aquellos que se adapten más rápidamente a la
nueva realidad. No es suficiente con diseñar y planificar aquello que la empresa quiere
347
llegar a alcanzar, sino que hay que analizar también el proceso de transición necesario
hasta alcanzar el objetivo propuesto. Es importante destacar también que todo cambio en
las empresas requiere de un alto nivel de compromiso y dedicación. Se requiere
participación activa por parte de toda la organización y contar con el liderazgo de la
gerencia, pues en caso contrario es muy probable que no se alcance el objetivo deseado o
que incluso se llegue a un resultado perjudicial para la organización.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
Víctor Fernández trabaja desde hace varios años como vendedor de una empresa
que fabrica y comercializa fertilizantes agrícolas. La empresa tiene su sede en Teruel
y está especializada en la venta de fertilizantes granulados, aunque también
comercializa fertilizantes hidrosolubles, fertilizantes líquidos, correctores de carencias
y otros tipos de bioestimulantes.
Esta mañana, el director de ventas le ha comunicado a Víctor que debido al notable
descenso de las ventas durante el último trimestre es posible que se tengan que hacer
algunos ajustes en el equipo comercial. Dichos ajustes se basan en prescindir de
aquellos vendedores que no alcancen el objetivo mensual de ventas. Víctor siente
cómo aumenta de nuevo la presión y decide reunirse con uno de los clientes de su
cartera con el que estaba a punto de cerrar una buena venta. Tras una llamada
telefónica, se acuerda una visita para finales de semana.
Víctor se encuentra ahora mismo en el coche camino de Castellón, con el objetivo
de visitar y cerrar la venta con uno de los clientes más importantes de su cartera, Félix
Pérez, del Centro de Jardinería San Isidro. Una vez reunidos en su oficina, Víctor le
presenta con mayor detalle el nuevo fertilizante granulado ecológico que ha
comenzado a producir la empresa, alabando sus mejoras frente al antiguo fertilizante
que solían utilizar. Lo que no le cuenta Víctor a Félix es que se requiere una mayor
cantidad de este fertilizante para conseguir los resultados del que anteriormente solían
utilizar. Por tanto, Víctor sabe que además de esta compra Félix deberá realizar otra
en los próximos meses, cuando se dé cuenta de que los resultados no son los
esperados. Sin embargo, la presión a la que Víctor se ve sometido le hace intentar
cerrar la operación a sabiendas de que no cuenta toda la verdad.
Félix escucha atentamente la oferta de Víctor y considera que las condiciones son
interesantes si tenemos en cuenta el gran número de ventajas que presenta este nuevo
fertilizante frente al antiguo. Sin embargo, prefiere asegurarse y estudiar en detalle la
oferta esa misma tarde antes de confirmarlo. Víctor abandona la oficina un tanto
decepcionado, pues deseaba cerrar la operación en el momento, pero se siente
esperanzado por cerrarla en un corto período de tiempo.
Al salir de la oficina, Félix se encuentra a un viejo amigo con el que comenta que
348
ha recibido una oferta interesante de un nuevo fertilizante ecológico y que está a
punto de cerrar una transacción por un importe considerable. Este viejo amigo resulta
conocer a una persona que trabaja para la compañía de Víctor y le comenta a Félix
que el negocio no está atravesando un buen momento y que las ventas han
descendido. Félix, que ya había sospechado algo debido a la celeridad con la que se
fijó la cita y la notable insistencia de Víctor, comienza a pensar que tal vez pueda
cerrar la compra con unas condiciones «más ventajosas» para él mismo.
Cuando Víctor se encuentra a escasos kilómetros de Teruel recibe una llamada de Félix. Éste le comenta que
ha estado pensando y que tal vez recibir un pequeño incentivo o empujoncito personal ayudaría a cerrar hoy
mismo la transacción. Víctor le comenta que no está seguro de qué tipo de incentivo se está refiriendo. Félix le
explica que ha recibido una llamada de la competencia, y que ésta le ha ofrecido un producto muy similar al
suyo, ofreciéndole además un cupón para pasar con su familia un fin de semana en un hotel balneario cercano
a la costa.
Cuestiones a resolver:
(Descargar o imprimir)
349
respuestas con las soluciones que encontrarás al final del mismo.
3. ¿Cuál de las siguientes cuestiones no sería un objetivo directo del código ético de
la empresa?
4. De las siguientes opciones, escoge la que no sería un factor por el que puede fallar
un código ético, según Aznar (2005).
350
6. ¿A qué se refiere el liderazgo del código ético?
7. ¿Cuál de las siguientes opciones no representa uno de los factores a tener en cuenta
antes de introducir una empresa en las redes sociales?
351
plazo.
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
1. ¿Qué es para ti la ética en las ventas? ¿Crees que es una cuestión clave en la
gestión comercial de una empresa? ¿Por qué?
2. ¿Por qué crees que ha ganado importancia el término de ética en las ventas en los
últimos años? ¿Cuáles piensas que han podido ser los factores que han frenado su
implementación en etapas anteriores?
3. ¿Serías capaz de identificar algún comportamiento no ético por parte de alguna
empresa que hayas sufrido por experiencia propia? Por favor, descríbelo y ofrece
tu opinión sobre lo que no está bien. ¿Qué decisiones has tomado en base a dicha
empresa como cliente?
4. ¿Crees que es importante el rol del director de ventas en los comportamientos
éticos de su equipo comercial? ¿Qué cuestiones recomendarías a un director
comercial para conseguir comportamientos éticos en su departamento?
5. ¿Cómo crees que ha afectado el desarrollo de las redes sociales al desarrollo de
mayor conciencia ética por parte de las empresas? ¿Crees que las empresas actúan
por convencimiento propio, o por miedo a ganarse una mala reputación? ¿Has
utilizado las redes sociales como medio de comunicación ante actuaciones
éticas/no éticas de alguna empresa? Describe tu experiencia.
TÉRMINOS CLAVE
352
BIBLIOGRAFÍA
Alrubaiee, L. (2012): «Exploring the Relationship between Ethical Sales Behavior,
Relationship Quality, and Customer Loyalty», International Journal of Marketing
Studies, 4 (1), pp. 7-25.
Aznar, H. (2005): Comunicación responsable, 2a ed. Barcelona: Ariel.
Futrell, C. M. (2002): Fundamentals of selling: Customers for life. Nueva York:
McGraw-Hill.
García Marzá, V. D. (2007): «Responsabilidad social de la empresa: Una aproximación
desde la ética empresarial», Veritas (Chile), 17(II), pp. 183-204.
Küster, I. y Román, S. (2006): Venta personal y dirección de ventas: La fidelización del
cliente. Madrid: Paraninfo.
Lagace, R. R., Dahlstrom, R. y Gassenheimer, J. B. (1991): «The relevance of ethical
salesperson behavior on relationship quality: the pharmaceutical industry», Journal of
Personal Selling & Sales Management, 11 (1), pp. 39-47.
Ramos, J. A. y Periañez, I. (2003): «Delimitación del marketing con causa o marketing
social corporativo mediante el análisis de empresas que realizan acciones de
responsabilidad social», Cuadernos de Gestión, 3(2), pp. 65-82.
Román, S. (2003):«The Impact of Ethical Sales Behaviour on Customer Satisfaction,
Trust and Loyalty to the Company: An Empirical Study in the Financial Services
Industry», Journal of Marketing Management, 19 (9), pp. 915-939.
Román, S. y Munuera, J. L. (2005): «Determinants and Consequences of Ethical
Behaviour: An Empirical Study of Salespeople», European Journal of Marketing, 39
(5-6), pp. 473-495.
Román, S. y Rodríguez, R. (2011): « ¿Cómo podemos distinguir a los vendedores éticos
de los que no lo son?: Implicaciones para el proceso de selección y formación de los
comerciales», Cuadernos de Gestión, 11 (Especial Responsabilidad), pp. 85-99.
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Behavior: The Customer’s Perspective», Journal of Business Research, 58 (4), pp.
439-445.
Volkema, R. J. (2004): «Demographic, Cultural, and Economic Predictors of Perceived
Ethicality of Negotiation Behavior: A Nine-Country Analysis», Journal of Business
Research, vol. 57, pp. 69-78.
Wikipedia (2014): http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digo_deontol%C3%B3gico.
Consultado el 2/05/2014.
353
13
La gestión de las grandes cuentas y los grupos de
compra
El objetivo del capítulo 13 es tratar el tema de la gestión de las grandes cuentas y los
grupos de compra, aspecto relevante en las responsabilidades de la dirección de ventas.
Para ello se define la organización de la negociación de las compras, así como los
acuerdos comerciales que de ella derivan y se finaliza con una revisión de las tendencias
actuales en la gestión de las grandes cuentas.
354
importantes acuerdos comerciales que fijan las condiciones de las relaciones comerciales
entre el fabricante o proveedor y el comprador en un período de tiempo determinado
(generalmente, un año).
Así pues, ya desde el punto de vista del comprador, cuando el tamaño de las empresas
no es lo suficiente grande como para acceder a condiciones ventajosas derivadas del
volumen de compra (precios más bajos, mejores condiciones de pago, etc.), éstas pueden
firmar acuerdos de cooperación con otras empresas, a través de los cuales se estipula la
compra conjunta. Este acuerdo de cooperación se realiza a través de la adhesión a una
Central de Compra y de Servicios (en adelante, CCS).
Las CCS ofrecen a la pequeña y mediana empresa la posibilidad de competir al
mismo nivel que las grandes empresas de distribución. A través de la unión de esfuerzos
se obtienen economías de escala y, por tanto, se mejora la posición competitiva. En esta
línea, la Asociación Nacional de Centrales de Compra y Servicios (ANCECO) define las
Centrales de Compra como «un operador que, disponiendo de recursos económicos y de
personalidad jurídica propia, tiene por objetivo desarrollar actividades y prestar servicios
a las empresas independientes que, con espíritu de cooperación, se han asociado a su
organización mediante una reglamentación interna, con el fin último de mejorar su
posición competitiva en el mercado».
De la definición expuesta cabe destacar los aspectos siguientes:
355
que conseguirán atraer más consumidores y, finalmente, mejorar los resultados.
356
— CCS nacionales: su ámbito de actuación es todo el país.
— CCS internacionales: centrales ubicadas en varios países.
— CCS globales: en este tipo de centrales el criterio geográfico no es relevante,
pues su actividad se desarrolla a través de internet.
— CCS de marca: en este tipo de centrales se permite a los asociados utilizar una
imagen corporativa, con la finalidad principal de beneficiarse de unas acciones
publicitarias coordinadas en un determinado territorio geográfico.
— CCS de información: en este tipo de centrales el valor principal es la
información que transmiten a sus asociados para facilitar la gestión de sus
empresas. Esta información puede consistir en la transmisión de unas
condiciones de compra negociadas con fabricantes, ofertas especiales,
información sobre tendencias de mercado, bases de datos de producto,
orientación acerca de precios medios de mercado, etc.
— CCS de modelo de negocio: el asociado a la central posee un modelo de
negocio que incluye los requisitos que deben reunir las instalaciones o locales
comerciales, los procesos internos de actuación, las familias de producto a
comercializar, las marcas preferentes de la cadena, los acuerdos con dichas
marcas, los sistemas de información necesarios, las estrategias y materiales de
marketing y el plan de formación para los empleados.
357
entre los integrantes, derivada del compromiso adquirido con respecto a las decisiones
de la central (varía en función de los formatos organizacionales). Al mismo tiempo, cabe
destacar que existe cierta rigidez en la zona geográfica de actuación, consecuencia
también del carácter cooperativo de este tipo de organizaciones. Hoy en día apenas
existen distribuidores no asociados que compren directamente a fabricantes, lo cual los
aleja de las condiciones estándar del mercado y dificulta su supervivencia en los
cambiantes mercados en los que se opera en la actualidad.
Una vez expuesta la perspectiva del comprador, si cambiamos ahora al punto de vista
de los responsables de ventas veremos que su actividad diaria no dependerá en gran
medida del funcionamiento y organización de las diferentes oficinas centrales de
compra, pues, teniendo en consideración que el objetivo final del equipo de ventas se
centra en el establecimiento de acuerdos comerciales, es más que relevante conocer
aquellos factores que van a influir en su desarrollo diario. Existen principalmente dos
tipos de formatos, en función del nivel de dependencia de las decisiones tomadas por las
oficinas centrales de compras:
358
gran variedad de aspectos, desde la duración del acuerdo, la vigencia de la lista de
precios, la responsabilidad de la negociación e incluso los términos en la resolución de
conflictos o problemas que se puedan presentar en el tiempo que dure el acuerdo.
Sin embargo, mucho ha cambiado desde los años setenta y los primeros acuerdos
comerciales. Estos acuerdos entre las centrales de compra y los fabricantes o
proveedores se basaban principalmente en descuentos en factura y rappels por volumen
de compra. Sin embargo, la llegada de cadenas de supermercados como Spar o IFA
marcó el punto de partida hacia un mayor poder de negociación frente al fabricante,
frenó la dispersión comercial, y la agregación del volumen de compra inició su camino.
Ya en los años ochenta la duración de los acuerdos comerciales se amplió a un año, y
con ello aumentó también su complejidad. Se concretaban además de los descuentos y
rappels, aspectos específicos de los surtidos o algunas acciones promocionales a lo largo
del período estipulado.
En España no fue hasta 1973 cuando llegó el primer hipermercado francés (Pryca) y
comenzó la revolución en la organización de los distribuidores minoristas, en un sector
que hasta la llegada de la distribución francesa no había tenido la necesidad de agruparse
para obtener así mejoras en su capacidad competitiva.
En sus inicios, los hipermercados eran básicamente organizaciones independientes, ya
que cada una de ellas gestionaba sus propios acuerdos comerciales. Con el paso de los
años se fueron centralizando negociaciones. Como buenos negociantes, los
hipermercados supieron destacar sus factores diferenciales frente a los mayoristas
asociados a las centrales de compra, y fueron obteniendo poco a poco mayores
descuentos donde se recompensaban esos factores diferenciales (mantenimiento de
lineal, volumen de compra, aportación logística...).
De aquellos acuerdos comerciales, compuestos por tres o cuatro puntos principales a
controlar, poco queda ya. La burocracia actual que genera el cierre de un acuerdo
comercial no es soportado por todas las fuerzas de venta. Este instrumento de gestión
comercial, como ya se ha comentado anteriormente, fue introducido en España a través
de grandes superficies de capital francés como Pryca o Continente. Sin embargo, es
importante destacar que, junto a los complejos acuerdos comerciales, coexisten sistemas
más simples para la fijación de las condiciones de las transacciones comerciales, como
es la utilización del precio neto por producto como referencia única. Un criterio que
siguen ya exitosas distribuidoras como Wal-Mart o Mercadona.
359
— Datos del comprador: dirección, correo electrónico, teléfono, cuentas bancarias,
CIF, personas de contacto, localización de almacenes y oficinas, etc.
— Datos del vendedor: dirección, teléfono, correo electrónico, cuentas bancarias,
personas de contacto, CIF, etc.
— Duración del acuerdo comercial: generalmente un año, debiendo indicar fecha de
inicio y fecha de fin del mismo.
— Condiciones de pago: establecer la forma de pago (transferencia, pagaré, etc.) y
plazo de pago (número de días).
— Descuentos: descuentos por pronto pago, en factura, promocional, por pago
centralizado, etc., detallando en cada caso su naturaleza y duración en el acuerdo
comercial.
— Promociones y publicidad: el cliente distribuidor solicita al fabricante proveedor
aportaciones para la realización de acciones promocionales y de publicidad.
— Rappels: descuento en función del volumen de compra.
— Condiciones logísticas: detallar las responsabilidades del proveedor respecto a la
distribución de las mercancías y productos, así como la existencia, si fuese
necesario, de un pedido mínimo.
— Aperturas: definir si el proveedor realiza aportaciones cada vez que se abra un
nuevo establecimiento de venta. En caso afirmativo, el tipo de aportaciones que se
fijan (descuentos, mercancía gratis…).
— Mercancía en mal estado: delimitar la gestión de la mercancía en mal estado: ¿se
devuelve al fabricante proveedor, o se establece algún otro método de su gestión?
En ocasiones, el proveedor se hace cargo de un porcentaje de la facturación y el
cliente se compromete a no devolver nada. Otras veces, el transporte de la
mercancía defectuosa es más costoso para la empresa que la propia mercancía.
— Otros: Aquí se pueden incluir multitud de factores que requieran ser fijados en la
transacción comercial. Todo dependerá del tipo de transacción y aquellos que
participen en ella.
No existe una plantilla o acuerdo comercial único a modo de modelo, de modo que
dependerá del sector de actividad, del proveedor y el comprador que realicen la
negociación, etc. Lo que sí es evidente es que, independientemente del número de
apartados que compongan el documento, cada uno de ellos representará una lucha en la
que ambas partes busquen obtener las condiciones más ventajosas.
Generalmente, los acuerdos comerciales tienen una duración anual, por lo que cada
año debe realizarse una nueva negociación con el objetivo de renovar el acuerdo. Las
condiciones del nuevo acuerdo partirán de la base del acuerdo anterior, pudiendo
360
añadirse algunos apartados y nuevos puntos que el comprador conseguirá a través de una
negociación más o menos dura. El comprador buscará que el plazo de entrega de las
mercancías sea lo más breve posible, mientras que el vendedor buscará que el volumen
de la venta sea lo más grande posible para que sea el distribuidor mismo quien la
almacene en sus instalaciones. El comprador, como es lógico, buscará obtener los
mayores descuentos posibles, mientras que el proveedor buscará que esos descuentos se
realicen al consumidor final a través de promociones u otras acciones. Y así
sucesivamente, a lo largo de tantos apartados como compongan la plantilla comercial.
Como ya se ha comentado anteriormente, cada uno de ellos representará una pequeña
batalla.
El equipo de ventas debe estar formado y preparado para gestionar las presiones y las
negociaciones, que hasta conseguir llegar a un acuerdo con estos grandes clientes. Este
es el día a día de un responsable de ventas, que debe conseguir aumentar la cifra de
ventas de la empresa, al mismo tiempo que protege sus objetivos personales y de
rentabilidad.
Otro factor relevante y que condicionará el proceso de negociación es que si los
productos o servicios no se encuentran diferenciados a través de valores añadidos o bajos
costes, la posición de la empresa proveedora será cada vez más insostenible, ante la cada
vez más elevada presión que ejercerán estos tan poderosos compradores.
En definitiva, en esta cruzada por cerrar un acuerdo comercial ventajoso para ambas
partes deberemos tener clara una idea: ante un poder cada vez más elevado de los
compradores, todos aquellos esfuerzos por parte del proveedor que favorezcan a la
empresa o a la marca no serán en balde si conseguimos aumentar las ventas y la
visibilidad de los productos o servicios.
361
permanente que ofrece este tipo de organizaciones permite a los integrantes estar al día
en las nuevas tendencias en el mercado, así como conocer las últimas herramientas de
gestión comercial existentes. Con todo ello, se refuerza el negocio y su reconocimiento
en el ámbito de actuación, sin olvidar la posibilidad de entrar en la dinámica de las
marcas blancas, a través de acuerdos en las diferentes categorías de producto. Sin
embargo, los asociados a una Central de Compras también son conscientes de la pérdida
de flexibilidad e independencia que ello conlleva. En algunos casos, las decisiones
tomadas por la central son de obligado cumplimiento para el conjunto de sus asociados.
Además, la profesionalidad de los directivos de la Central de Compras influirá
enormemente en la calidad de los acuerdos tomados, algo que, al mismo tiempo,
repercute directamente en los asociados. La clave se encuentra en el estudio de las
repercusiones que esos acuerdos conllevan para la empresa, en relación a los costes que
la permanencia a la misma genera.
Cambiando ahora a la perspectiva del proveedor, podemos apreciar que la agrupación
y organización de los compradores se traduce en la existencia de un único punto de
contacto para el vendedor, generando un aumento en la agilidad y rapidez de la gestión
de posibles acuerdos comerciales, además de facilitar la obtención de información
actualizada de los mercados, ya que los términos de los acuerdos comerciales se rigen
por la más actual dinámica del mercado, posibilitando también la generación de bases de
datos para acciones de marketing que mejoren el desempeño del equipo de ventas. Sin
embargo, la misma agrupación y organización de los compradores, de la que hablábamos
anteriormente, supone un aumento en el poder de negociación de comprador, debilitando
enormemente al proveedor. El comprador posee poder suficiente para conseguir mejores
condiciones de compra, reduciendo los márgenes para la empresa proveedora.
Asimismo, el elevado grado de dependencia hacia la capacidad y responsabilidad de la
directiva de la Central de Compras hace que algunos acuerdos comerciales no lleguen a
producirse por falta de compromiso o claridad, con las consecuencias que ello conlleva
para el proveedor. Si a ello le sumamos el enorme esfuerzo que conlleva una venta de
este tipo, a través de largas y complejas negociaciones para conseguir poner el producto
en el mercado, comprendemos que desde el punto de vista del proveedor esta excesiva
concentración del poder de negociación representa más desventajas que ventajas.
TABLA 13.1
Ventajas y desventajas de los acuerdos comerciales
Ventajas Desventajas
362
comprador — Asesoramiento permanente en diferentes áreas acuerdos alcanzados.
de la gestión de su negocio. — Los costes asociados al
— Refuerza el negocio y su reconocimiento de funcionamiento de la Central de
marca en su ámbito de actuación. Compras deben ser financiados.
— Permite crear marcas blancas.
363
la organización, pero las probabilidades de éxito en su implementación crecen de forma
importante si se siguen las pautas presentadas por el modelo KAM, basado en seis fases
(véase figura 13.1):
364
Fase 2: Asignar un Key Account Manager que lidere el cambio.
Una vez que la compañía ha aceptado embarcarse en este gran cambio organizacional
y los altos cargos han comprendido las implicaciones que conlleva el modelo KAM, el
siguiente paso es encontrar la persona que lidere el proceso y conduzca hacia su
completa implementación. Generalmente se asignará a un miembro de la alta gerencia de
la compañía, de manera que sea posible informar de manera periódica a los directivos de
los avances de la puesta en práctica a lo largo del proceso. De esta forma, el Key
Account Manager líder estaría presente en la agenda diaria de la gerencia del negocio, y
sería posible obtener apoyo y consentimiento ágilmente para llevar a cabo los cambios
necesarios en la organización. Es relevante, como en todas las grandes iniciativas, que el
líder sienta entusiasmo por el proyecto, y que al mismo tiempo sepa transmitir ese
entusiasmo al resto de la organización. Tetra Pak, la compañía de envasado de alimentos,
cuenta con dos líderes Key Account Managers, que viajan por todo el mundo para
formar a los empleados de la empresa sobre este importante cambio organizacional.
Para poder empezar a trabajar bajo un modelo KAM se requiere identificar las
grandes cuentas o clientes clave (Key Accounts) para la empresa, para las que se
diseñará una oferta diferente al resto de clientes. Un buen consejo en este punto de la
implementación es comenzar con una pequeña selección de Key Accounts. Es más
sencillo y menos perjudicial para el negocio añadir posteriormente a algunos clientes,
que eliminar del mismo a algunos que ya formaban parte. Generalmente, el número de
grandes cuentas debe ser pequeño, oscilando entre cinco y veinticinco. Incluso grandes
compañías como Xerox mantienen su número de Key Accounts por debajo de cien,
obteniendo mejores resultados que otras empresas que llevan años utilizando este
modelo con un porcentaje más elevado del total de sus clientes. Es importante establecer
con claridad el criterio que hace a un cliente representar una cuenta clave para la
empresa. El hecho de ser clientes antiguos del negocio no debería dar acceso directo al
programa, así como tampoco debería serlo el tamaño. La fijación del criterio de
inclusión en el programa KAM tiene un marcado matiz estratégico que debe ser
establecido por la empresa.
365
Convertir a los mejores vendedores en Key Account Managers supone cambiar su rol en
la organización, un rol con el que no van a sentirse cómodos desde el primer día, y al
mismo tiempo se estará perdiendo su resultado como parte del equipo de ventas. De
hecho, hay técnicos y directores de proyecto que pueden convertirse en excelentes Key
Account Managers, por lo que no necesariamente debemos centrar la atención en el
personal del equipo de ventas. Se debe pensar en los requerimientos del puesto (un
amplio abanico de habilidades, entre las que se encuentran finanzas, consultoría,
planificación, habilidades interpersonales y de comunicación…), y en base a ello escoger
la persona más adecuada para el puesto. Sin olvidar ofrecerles toda la formación
necesaria, muy pocos Key Account Managers acceden al puesto con todas las
habilidades requeridas.
Aquello que puede ser medido, puede ser mejorado. Si el objetivo de un Key Account
Manager es construir relaciones a largo plazo con sus clientes, no tiene sentido seguir
midiendo su desempeño como si estuviese llevando a cabo tareas estándar del equipo de
ventas. Los indicadores de ventas tradicionales, como por ejemplo la cantidad de tiempo
invertido con un cliente determinado, no poseen ninguna relevancia para el desempeño
del KAM. Muchos de ellos invierten la mayor parte de su tiempo realizando gestiones
para el cliente, desde las mismas instalaciones de éste. Si el objetivo es retribuir al KAM
en base a los ingresos directos que reporta a la empresa, será de esperar que éste se
centre en los resultados a corto plazo obviando su tarea principal, que es construir
relaciones de valor a largo plazo. El indicador de desempeño para un Key Account
Manager es la duración y valor de las relaciones con el cliente, sin olvidar que los KAM
trabajan generalmente con grandes clientes o cuentas, y algunas de estas transacciones
son de tal tamaño que supondrían un grave problema para la actividad de la empresa si
finalmente no se llevasen a cabo.
366
comité interno que, de manera activa, realiza acciones de benchmarking en la búsqueda
de las mejores prácticas en el modelo de KAM. Para buscar mejorar las cosas no es
necesario estar haciéndolas mal.
Junto con el Key Account Management (KAM) coexiste otro enfoque, no tan
centrado en las ventas a la hora de gestionar las grandes cuentas o los clientes clave: se
trata del Trade Marketing (TM). Este método de gestión está centrado en el marketing,
en el cliente comprador en lugar del consumidor final; de ahí el término «customer-
trade» en lugar de «consumer».
El origen del TM se sitúa en compañías estadounidenses como Procter &
Gamble o Walmart, que crearon este término para referirse a la integración de las
funciones de los departamentos de marketing y ventas con el objetivo de establecer
mejores y más duraderas relaciones con sus clientes o compradores.
Esto supone un cambio de perspectiva para el fabricante, que ahora debe ver a su
comprador o cliente como el consumidor final, más que como un canal de distribución.
367
La orientación del Trade Marketing se fundamenta en satisfacer al consumidor final a
través de la integración de las actividades de marketing del fabricante con las del
comprador cliente, pensando conjuntamente en las necesidades de desarrollo del
mercado.
Por tanto, el objetivo del Trade Marketing es afianzar y estrechar las relaciones
proveedor-comprador, en la búsqueda de un espacio en la mente del consumidor que se
traduzca directamente en un espacio en los puntos de venta. Sólo así es posible ser
competitivo en la lucha actual por la obtención de acuerdos comerciales que puedan
permitir a la empresa poner sus productos en el mercado.
Por otro lado, el TM representa la unión entre las funciones de marketing y ventas,
utilizando un enfoque de marketing en las funciones de distribución de la empresa. Entre
sus principales objetivos podemos destacar:
Al igual que existe la figura del Key Account Manager, nos encontramos con la
figura del Trade Marketing Manager. En muchas empresas existe cierta confusión entre
las funciones de ambos puestos, aunque en la práctica representan filosofías distintas. El
Trade Marketing Manager es responsable de decisiones que abarcan desde la
distribución hasta acciones de publicidad o marketing mix, además de ser responsables
por los resultados que dichas acciones suponen para la empresa. Entre sus principales
funciones encontramos:
368
gestión de góndolas.
— Diseño de promociones específicas en función de las necesidades de sus clientes y
distribuidores.
— Lograr organizar eventos y acciones que motiven a los clientes.
— Asistencia y apoyo en acciones de comunicación de la marca con el cliente.
— Planificación en el lanzamiento de nuevos productos a los clientes.
— Acciones de marketing directo al consumidor a través de los canales de
distribución.
CONTENIDO ADICIONAL
Caso práctico
369
pensábamos que ya lo habíamos implantado».
Nota: El Grupo Serpis vende a clientes globales como Siemens o Philips.
Cuestiones a resolver:
Pregunta 1. ¿Qué errores crees que puede haber cometido el Grupo Serpis para
que los clientes consideren que no se ha implantado en la corporación un programa
KAM para la gestión de los clientes clave?
Pregunta 2. Recientemente, dos de los clientes principales del Grupo Serpis en
el mercado de las telecomunicaciones se fusionaron, creando uno de los líderes
mundiales en la fabricación de telefonía móvil. Tras examinar los actuales procesos
de compra, el cliente declaró la necesidad de fijar precios de proveedor
internacionales y se puso en contacto con el Grupo para debatir las enormes
diferencias en precio entre los productos Serpis en Europa y Asia. ¿Qué debería
hacer el Grupo Serpis en esta situación? ¿Persuadir a la empresa y convencerla de
las diferencias?
Pregunta 3. Una vez solucionada la cuestión de los precios, el Grupo Serpis se
enfrenta a otra cuestión planteada por sus clientes. Tal y como afirma uno de ellos:
«Necesitamos que nuestros proveedores se preocupen por sus clientes a nivel
global, pues existen grandes diferencias en el nivel de servicio ofrecido en las
diferentes sucursales. Continuar con esta situación es inaceptable». ¿Qué debería
plantearse el grupo coruñés ante esta situación? ¿Seleccionar a sus mejores
vendedores y convertirlos en Key Account Managers para asegurar un buen nivel
de servicio?
Pregunta 4. ¿Qué objetivos crees que conseguiría alcanzar el Grupo tras una
correcta implantación del programa KAM? ¿Sería necesario volver a comenzar de
cero en su despliegue?
(Descargar o imprimir)
370
1. ¿Cuál de las siguientes posibilidades no representa una característica de la venta
compleja?
a) CCS mixta.
b) CCS de negociación.
c) CCS de información.
d) CCS de mayoristas.
371
d) Todos los anteriores.
a) Un vendedor.
b) Un evaluador.
c) Un negociador.
d) Un colaborador.
372
b) En el organigrama, encontraremos al Trade Marketing Manager en el
departamento de ventas.
c) El TM busca afianzar las relaciones proveedor-comprador.
d) Su objetivo es satisfacer al consumidor final a través del cliente comprador.
Solución
PREGUNTAS A DEBATE
TÉRMINOS CLAVE
373
BIBLIOGRAFÍA
ANCECO (2000): El libro verde de las centrales de compra y de servicios.
Panzano, J. (2010): Gestión horizontal: estrategias, técnicas y herramientas para
incrementar la competitividad de las centrales de compra y servicios. Asociación
Nacional de Centrales de Compras y Servicios, Barcelona.
374
Edición en formato digital: 2014
© Diego Monferrer Tirado, Marta Estrada Guillén, Juan Carlos Fandos Roig, Lluis J. Callarisa Fiol, Sandra Tena
Monferrer, Miguel Angel Moliner Tena (Dir. y Coord.), Javier Sánchez García (Dir. y Coord.)
© Ediciones Pirámide (Grupo Anaya, S. A.), 2014
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15
28027 Madrid
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Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro electrónico, su transmisión, su descarga, su
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y recuperación, en cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, conocido o por inventar,
sin el permiso expreso escrito de los titulares del Copyright.
www.edicionespiramide.es
375
Índice
Introducción 8
Parte primera. Las ventas en el entorno actual 14
1. La venta en el contexto actual 15
1.1. Marketing y ventas: enfoques evolutivos de la empresa 15
1.1.1. El concepto de marketing asociado a la venta 15
1.1.2. La influencia del marketing en las ventas 18
1.2. La función de la venta en la empresa 20
1.3. Estructura del departamento de ventas: organigrama y funciones 23
1.3.1. Las funciones del vendedor 26
1.3.2. Las funciones del director de ventas 31
Contenido adicional 36
Caso práctico 36
Preguntas de autoevaluación y revisión 39
Preguntas a debate 41
Términos clave 42
Bibliografía 42
2. La venta relacional 44
2.1. El marketing y las ventas en el entorno actual: la venta desde un
44
enfoque relacional
2.2. El proceso de venta relacional 50
2.3. El equipo de ventas relacional 55
2.4. La relación entre el equipo de ventas y sus clientes 58
2.5. Nuevas tendencias en la venta relacional 63
Contenido adicional 70
Caso práctico 70
Preguntas de autoevaluación y revisión 73
Preguntas a debate 76
Términos clave 76
Bibliografía 76
Parte segunda. Técnicas de ventas 79
3. El proceso de ventas y sus fases iniciales 80
3.1. El proceso de ventas 80
3.2. Las fases iniciales en el proceso de venta 82
376
3.2.1. La prospección de ventas 83
3.2.2. La preparación de la entrevista de ventas 91
3.2.3. El acercamiento y el establecimiento de contacto con el cliente 95
3.2.4. Los sistemas CRM: la creación, el mantenimiento y la gestión de
97
las bases de datos de clientes
Contenido adicional 103
Caso práctico 103
Preguntas de autoevaluación y revisión 104
Preguntas a debate 107
Términos clave 108
Bibliografía 108
4. Las fases avanzadas del proceso de ventas 109
4.1. La presentación de ventas 109
4.1.1. La importancia de la presentación de ventas 110
4.1.2. Las etapas de la presentación de ventas 111
4.2. La demostración 113
4.2.1. La comunicación efectiva en la venta 115
4.2.2. Aplicación de la programación neurolingüística (PNL) a la venta 119
4.3. El tratamiento de objeciones 121
4.3.1. Tipologías de objeciones 122
4.3.2. Cómo responder a los distintos tipos de objeciones 125
4.4. El cierre 128
4.4.1. Indicios del cierre de ventas 129
4.4.2. Técnicas de cierre de ventas 130
4.5. La venta no acaba en el cierre 131
Contenido adicional 132
Caso práctico 132
Preguntas de autoevaluación y revisión 134
Preguntas a debate 137
Términos clave 137
Bibliografía 138
5. El servicio al cliente y la gestión de reclamaciones 139
5.1. La importancia del servicio al cliente 139
5.2. Tipología de clientes 144
5.3. Las quejas y reclamaciones en la venta 148
5.3.1. La gestión de las quejas y reclamaciones 150
377
5.3.2. Tipos de quejas y reclamaciones 154
5.3.3. Pautas generales en el trato de las reclamaciones 158
5.4. La fidelización del cliente 171
5.4.1. El mantenimiento y la retención de los clientes 172
5.4.2. Herramientas de fidelización 174
5.4.3. La recuperación de los clientes perdidos 176
Contenido adicional 178
Caso práctico 178
Preguntas de autoevaluación y revisión 180
Preguntas a debate 183
Términos clave 183
Bibliografía 184
Parte tercera. Dirección de ventas 185
6. El liderazgo en ventas 186
6.1. Liderazgo y/o estilos de dirección 186
6.2. La dirección de ventas 189
6.3. La gestión de los objetivos de ventas 193
6.3.1. Definición de los objetivos de ventas 193
6.3.2. Previsión de ventas 195
6.4. El manual de ventas desde la óptica relacional 199
6.5. Nuevas tendencias en la dirección de ventas 201
Contenido adicional 202
Caso práctico 203
Preguntas de autoevaluación y revisión 205
Preguntas a debate 207
Términos clave 207
Bibliografía 208
7. Diseño de la estructura de ventas 209
7.1. La estructura de la agrupación de la fuerza de ventas 209
7.1.1. Estructura horizontal de las ventas 210
7.1.2. Estructura vertical de las ventas 215
7.1.3. Tipología del vendedor 218
7.2. Tipos de ventas 221
7.2.1. Clasificación de las ventas atendiendo a la relación con las
221
personas que ejercen la venta
378
7.2.2. Clasificación de las ventas atendiendo a la disposición o no de 224
canal físico de distribución
7.3. La venta multicanal 231
Contenido adicional 234
Caso práctico 234
Preguntas de autoevaluación y revisión 235
Preguntas a debate 237
Términos clave 238
Bibliografía 238
8. Reclutamiento, selección y formación de los vendedores 239
8.1. El diseño del puesto de trabajo y del perfil del vendedor 239
8.1.1. El diseño del puesto de trabajo 240
8.1.2. El perfil del vendedor 240
8.2. Diseño del proceso de reclutamiento y selección 242
8.2.1. Concepto 242
8.2.2. Fuentes de reclutamiento 243
8.2.3. La preselección 244
8.2.4. La entrevista preliminar 245
8.2.5. Técnicas de selección: tests psicotécnicos, exámenes, técnicas de
246
simulación
8.2.6. La entrevista final 248
8.2.7. Decisión y admisión 250
8.3. Protocolo para nuevos vendedores: el manual de acogida 250
8.3.1. Agentes responsables 251
8.3.2. El manual de acogida 252
8.4. El proceso y planificación en la formación de la fuerza de ventas 254
8.4.1. Definición de objetivos/resultados de la formación 255
8.4.2. Delimitación de los contenidos del programa 256
8.4.3. Definición del responsable de impartir el programa 258
8.4.4. Delimitación temporal y espacial del programa 259
8.4.5. Selección de los métodos de formación 260
8.4.6. Implementación del programa y control de resultados 263
Contenido adicional 263
Caso práctico 263
Preguntas de autoevaluación y revisión 264
Preguntas a debate 266
379
Términos clave 267
Bibliografía 267
9. La motivación y la remuneración de la fuerza de ventas 268
9.1. Concepto e importancia de la motivación 268
9.2. Métodos de motivación de los vendedores 269
9.3. La adaptación de los distintos métodos de motivación a los distintos
274
tipos de vendedores
9.4. Concepto e importancia de la remuneración 276
9.5. Aspectos a tener en cuenta en la remuneración de ventas 278
9.6. Técnicas de remuneración 280
9.6.1. Sueldo fijo 280
9.6.2. Comisión 282
9.6.3. Primas 283
9.6.4. Otros sistemas 284
9.7. Nuevas tendencias en la motivación y la remuneración de ventas 285
Contenido adicional 286
Caso práctico 286
Preguntas de autoevaluación y revisión 288
Preguntas a debate 290
Términos clave 291
Bibliografía 291
10. Gestión del territorio y de las rutas 293
10.1. Concepto de territorio 293
10.2. Territorio y número de vendedores: el método de la carga de trabajo 298
10.3. Los itinerarios de ventas: las rutas 301
10.3.1. El diseño de las rutas 302
10.4. Las nuevas tecnologías de la información y su aplicación a la
305
distribución geográfica del equipo de ventas
10.4.1. El control de rutas. Los sistemas de información comercial (SIC) 306
10.4.2. Los sistemas de información geográfica (GIS) 306
Contenido adicional 308
Caso práctico 308
Preguntas de autoevaluación y revisión 310
Preguntas a debate 312
Términos clave 313
Bibliografía 313
380
11. La evaluación y el control de los vendedores 314
11.1. Finalidad de la evaluación de ventas 314
11.2. Aspectos a tener en cuenta en la evaluación de ventas 316
11.3. Evaluación de los resultados y de los comportamientos del equipo
319
comercial
11.4. La evaluación y su efecto en la promoción de los vendedores 323
11.5. Nuevas tendencias en la evaluación de los vendedores 325
Contenido adicional 327
Caso práctico 327
Preguntas de autoevaluación y revisión 329
Preguntas a debate 331
Términos clave 331
Bibliografía 332
12. La ética en la venta 333
12.1. La ética en la venta personal 333
12.2. La moral de empresa: código ético y código deontológico 335
12.3. La dirección de ventas y su rol en los comportamientos éticos 339
12.4. La influencia de las nuevas tecnologías de la información y de las
342
redes sociales en el comportamiento de las empresas
12.5. Nuevas tendencias en el comportamiento relacional de las empresas y
344
su entorno
Contenido adicional 348
Caso práctico 348
Preguntas de autoevaluación y revisión 349
Preguntas a debate 352
Términos clave 352
Bibliografía 353
13. La gestión de las grandes cuentas y los grupos de compra 354
13.1. La organización de la negociación de las compras 354
13.2. Las plantillas o acuerdos comerciales 358
13.2.1. Estructura de la plantilla o acuerdo comercial 359
13.2.2. La negociación de la plantilla o acuerdo comercial 360
13.3. Las ventajas y desventajas de los acuerdos comerciales 361
13.4. Key account management 363
13.5. El trade marketing 367
Contenido adicional 369
381
Caso práctico 369
Preguntas de autoevaluación y revisión 370
Preguntas a debate 373
Términos clave 373
Bibliografía 374
Créditos 375
382