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INSTITUTO UNIVERSITARIO CARL ROGERS

EDUCACIÓN CONTINUA

EL ABUSO SEXUAL

Se define el abuso sexual a menores como la actividad encaminada a proporcionar


placer sexual, estimulación o gratificación sexual a un adulto, que utiliza para ello a un
niño/a, aprovechando su situación de superioridad. Consideramos además que existe
abuso sexual cuando se dan las circunstancias de asimetría de edad entre víctima y
agresor, lo que supone una diferencia de aproximadamente cinco años; cuando existe
asimetría de poder, pues el abusador es el que controla o tiene algún tipo de autoridad
con respecto a la víctima; cuando aparece asimetría de conocimientos pues se supone
que el que abusa utiliza su astucia, y cuando existe asimetría de gratificación.

Las formas más comunes de abusos sexuales a menores son: el incesto, la violación, la
vejación y la explotación sexual (Gallardo 1997a).

Algunos de estos comportamientos por parte de los agresores pueden consistir en exhibir
sus órganos sexuales, tocar, besar, o manosear a los menores, conversar con ellos de
forma obscena, exhibir películas pornográficas o fotos, hacer fotos de los menores
desnudos, inducirlos a realizar actividades sexuales o eróticas, etc., todo ello con el
objetivo de obtener una gratificación sexual.

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL ABUSO SEXUAL

En la mayoría de los casos el abuso sexual provoca en las víctimas numerosas secuelas
negativas a nivel físico, psicológico o comportamental. Podemos distinguir consecuencias
a corto y a largo plazo. ADIMA (1993) indica que, a largo plazo, los abusos determinan
una presencia significativa de los trastornos disociativos de la personalidad como son
alcoholismo, toxicomanías y conductas delictivas, aparte de graves problemas en el ajuste
sexual.

Tratamiento psicológico de niños víctimas de abuso

Las consecuencias son diferentes si el abusador es un familiar, un extraño u otro niño


(aunque se habla de abuso cuando el agresor es significativamente mayor que la víctima
o cuando está en una posición de poder o control sobre ella); también es diferente si la
relación sexual ha sido violenta o no. Los abusos en familia suelen ser más traumáticos,
ya que para el niño suponen además sentimientos contradictorios en cuanto a la
confianza, la protección, y el apego que esperamos y sentimos con relación a nuestros
propios familiares.

El trauma es el resultado de un acontecimiento al que la persona no encuentra


significado, y que experimenta como algo insuperable e insufrible. Finkelhor y Browne
(1985) definen la dinámica traumagénica como aquella que altera el desarrollo cognitivo y
emocional de la víctima, distorsionando su autoconcepto, la vista del mundo y las
habilidades afectivas.

El trastorno de estrés postraumático se manifiesta en las personas después de un


acontecimiento catastrófico e inhabitual. Ullmann y Werner (2000) exponen en su obra los
distintos tipos de traumas que pueden sufrir los niños por causas muy diferentes como
pueden ser la separación de los padres, la muerte de estos, la vivencia de una guerra o el
abuso sexual.

Los síntomas más frecuentes del trauma son, vueltas al pasado y sueños con
representación del suceso ocurrido, insomnio y depresión. Síntomas que suelen persistir
durante mucho tiempo, años, y a veces, durante toda la vida.

Sobre el tratamiento del trauma, Malacrea (2000) hace una amplia disertación acerca de
niños que han sido víctimas de abuso y expone su larga experiencia en este tipo de
tratamiento.

Topper (1988), indica que Félix López, catedrático de Sexología de la Universidad de


Salamanca en sus investigaciones, ha llegado a la conclusión de que no todas las
víctimas necesitan terapia, pero todas necesitan ayuda. La víctima puede necesitar una
terapia, el agresor la necesita siempre.

Arruabarrena (1996) y Cantón y Cortés (2000) expresan que las manifestaciones


negativas de los menores suelen ser: confusión, tristeza, irritabilidad, ansiedad, miedo,
impotencia, culpa y autorreproche.

Tratamiento psicológico de niños víctimas de abuso vergüenza, estigmatización, dificultad


tanto en las relaciones de apego como déficit en las habilidades sociales, aislamiento
social, desconfianza hacia todos, o a veces, hacia personas del sexo del agresor, baja
autoestima, impulsividad, trastornos del sueño o de la alimentación, miedo, problemas
escolares, fugas del domicilio, depresión, labilidad, conductas autodestructivas y/o
suicidas, etc.

Según Arruabarrena (1996) los menores víctimas de abuso pueden convertirse en


potenciales agresores; suelen manifestar además, conductas hipersexualizadas como la
masturbación compulsiva, conductas seductoras, o un exceso de curiosidad por los temas
sexuales.

Si las víctimas son niñas suelen manifestar depresión y ansiedad. En el caso de los
niños puede ocurrir, que se manifiesten más agresivos o que se conviertan en
abusadores de otros niños.

Recientemente Finkelhor (2000), afirma que existe una mayoría de abusadores menores,
un tercio del 90% masculinos; estos menores a los que nos referimos suelen imitar el
abuso que ya han sufrido. Es posible que tengan una historia de rechazo social y de
estigmatización sin que ellos mismos sepan el motivo o la causa inicial de estos
problemas.
Martínez y de Paúl (1993), distinguen efectos que ocurren asociados a la edad del niño:
Preescolar, Infancia y Adolescencia. Según el tiempo: se distinguen síntomas que van a
aparecer a corto y a largo plazo.

Estos autores indican además, otras variables que afectan a la gravedad de las
consecuencias, tales como la frecuencia y la duración.

TRATAMIENTO

El abuso sexual presenta diferentes formas y por tanto también el tratamiento ha de ser
diferente: no es lo mismo si ha existido o no contacto físico íntimo, vaginal o anal; si ha
consistido en exhibicionismo o inducción al menor a realizar actividades sexuales.

Arruabarrena (1996) distingue el tipo de intervención según su grado de urgencia. No es


igual una intervención en el momento de la crisis que una intervención a medio o largo
plazo. El tipo de intervención depende también de las necesidades específicas del menor
y de la severidad de sus problemas (Arruabarrena y de Paúl, 1994).

Según Peterson y Urquiza (1993) deben tenerse en cuenta además, las características
del niño: edad, capacidad verbal, madurez emocional, etc.

En cuanto a la duración del tratamiento, Gallardo (1997b) distingue los que pueden ser
desarrollados a corto, medio y largo plazo. Nuestro trabajo está pensado para una
temporalización de medio plazo y en cuanto al lugar (familia o centro) optamos por un
centro específico tipo ambulatorio, gabinete o centro escolar. El trabajo tendrá además
como edad de referencia a los niños en la etapa escolar de Primaria (6-12 años).

Aunque el tratamiento en estos casos de abuso puede ir dirigido a la familia, o a la pareja,


y llevado tanto a nivel individual como grupal, nosotros nos centraremos en la terapia
individual, puesto que el trabajo está pensado para niños que han sufrido abuso
extrafamiliar. Esto no quiere decir que no se incluya a la familia en el tratamiento. Según
Jiménez (1997) la familia, debe incluirse en la medida en que tenga un papel directo en la
etiología y mantenimiento del problema.

OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO

Se centran en ayudar al menor a entender, integrar y resolver aquellas experiencias que


afectan a su desarrollo, a sus pautas de interacción con el entorno y, a su seguridad. En
el contexto de la psicoterapia individual, el terapeuta ejerce hacia el niño el rol de un
adulto con el que se puede relacionar de manera sana y segura. De esta manera se
pretende que el niño recupere la confianza básica en sí mismo y aprenda a relacionarse
de manera adaptativa con otros adultos y con sus iguales (Urquiza y Winn, 1994).

Gallardo (1997b) indica además que el tratamiento debe ir encaminado a optimizar


aquellas potencialidades que han quedado afectadas y a eliminar aquellas que favorecen
el descontrol.

Distingue tres niveles de intervención: a nivel físico, emocional y comportamental.


Nosotros nos limitaremos al tratamiento de estos dos últimos. Para el nivel físico, aunque
puede tratarse desde el punto de vista psicológico, prefiero el diseño y la intervención
médica. Esta intervención puede ser de forma individual o en equipo, además de
interdisciplinar; en esta forma (en equipo e interdisciplinar), actuarían de modo conjunto:
trabajador social, médico y psicólogo.

Echeburúa y Guerricaechevarría (2000) proponen como objetivos de las intervenciones,


los siguientes:

a) Como objetivo de la terapia psicoanalítica sería la “catarsis emocional” que consiste en


favorecer la comunicación del paciente de las experiencias vividas.

b) Objetivos de la psicoterapia cognitiva serían: la restructuración cognitiva y el


entrenamiento en habilidades específicas de afrontamiento de estrés.

c) Objetivos del tratamiento conductual serían aumento o implantación de conductas


deseables y reducción o eliminación de las indeseables.

Una exposición más detallada de los objetivos del tratamiento la encontramos en


Arruabarrena (1996).

REFLEXIONES SOBRE EL TRATAMIENTO CON NIÑOS VÍCTIMAS DEL ABUSO

La terapia individual es el recurso de intervención más utilizado con menores. El


tratamiento de la víctima, debe, en nuestra opinión, ser diseñado “a medida” teniendo en
cuenta la evaluación inicial y los problemas que manifiesta esa persona en concreto.
Ahora bien, existen unas normas generales en estos tratamientos a las que haremos
referencia, como son:

 En cualquier tipo de tratamiento infantil debemos mostrar empatía, hacer saber al


niño que conocemos sus sentimientos y expresarle nuestro afecto.
 Ayudar al niño a reconocer sus sentimientos.
 El terapeuta debe inspirar confianza pues en ella se basa parte de su tarea.
 Cornejo (1996) indica que a veces el terapeuta pone todo su empeño en diseñar y
planificar actividades para el tratamiento, y aunque esto es necesario, es más
importante aún, que el niño sienta que estamos dispuesto a ayudarle, que puede
contar con nosotros y que tendrá una ayuda sistemática en la que puede confiar.
 Los tratamientos terapéuticos utilizados con niños son muy similares a los
utilizados con adultos. Más que en aspectos conceptuales, las diferencias radican
en la adaptación del procedimiento a la edad y a las características del menor, así
como en el papel más directivo del terapeuta y/o del coterapeuta (Bragado, 1993).

Tuma (1993), hace un estudio sobre las terapias clásicas aplicas a niños y distingue entre
terapia psicoanalítica, de orientación psicoanalítica, de relación, estructurada y de terapia
centrada en el cliente. En la terapia psicoanalítica se pretende que el niño entienda sus
sentimientos problemáticos y sus defensas, de modo que pueda tratarlos directamente (lo
que es conocido como insight). El insight se consigue mediante la técnica de
interpretación. En el proceso de logro del insight, lo inconsciente se convierte en
consciente. En resumen, se trata de que la persona conozca y resuelva sus conflictos
inconscientes.

Este autor afirma que en la psicoterapia de orientación psicoanalítica se trata en primer


lugar de aliviar los síntomas que producen problema. El tratamiento consiste en interpretar
la conducta como una defensa contra la ansiedad, en orden a poner fin a esa conducta.

En la terapia de relación se intenta ayudar al niño a conseguir un sentimiento de valor


personal, liberarlo de los efectos dañinos de su hostilidad y ansiedad.

Esta terapia se centra en la situación actual y en la relación de paciente con el terapeuta.

La terapia mediante el juego estructurado, parte de la terapia psicoanalítica, pero


sustituye el lenguaje por el juego.

La psicoterapia centrada en el cliente intenta corregir un aprendizaje defectuoso,


proporcionando al individuo la oportunidad de desarrollar una autoconciencia y una visión
positiva de sí mismo.

Estos enfoques se distinguen a lo largo de dos dimensiones principales: la postura activa


o pasiva del terapeuta y el énfasis en la relación o en la técnica como factor que produce
el cambio.

Del Barrio (1997) hace referencia a las técnicas terapéuticas más usuales basadas en las
distintas escuelas. Las técnicas de Modificación de Conducta parten de las conductas
inadecuadas o los síntomas son conductas aprendidas y por tanto, el tratamiento debe ir
dirigido a aprender a modificar estos patrones. En cualquier perturbación, siguiendo esta
técnica se eligen las conductas con las que se va a trabajar en función de su relevancia,
frecuencia y facilidad para modificarla; planificando además la correcta aplicación de
premios y castigos. Por su parte las Teorías Cognitivas parten de que en las conductas
inadecuadas o en los síntomas existen atribuciones causales y pensamientos
distorsionados que los generan. Se trata de restructurar los patrones de ideas negativas.
Habría que entrenar al niño en técnicas de autocontrol tanto del pensamiento como del
propio cuerpo y control de las preocupaciones, estrategias de resolución de problemas y
en habilidades sociales. El entrenamiento en asertividad, dentro del campo de las
habilidades sociales, significaría enseñar al niño a defender o establecer los propios
derechos sin agredir ni ser agredido (López y del Campo, 1999). Aunque habría que
tener también en cuenta que tampoco sería conveniente en estrategias de prevención
“volcar toda la carga de la misma en el niño”, pues los resultados indican claramente que
ningún agresor hubiese dejado de abusar sexualmente del menor si éste se hubiese
resistido más, (López, 1998).

Siguiendo a Echeburúa y Guerricaechevarría, (2000) la actuación iría encaminada a los


siguientes logros:
a) Restructuración cognitiva, ya que las preocupaciones del niño pueden distorsionar la
percepción de la realidad y la creencia en sus propios recursos para afrontarla. Esta
técnica iría pues, enfocada a detectar y a modificar los pensamientos distorsionados en
relación con la situación de maltrato y abuso.

b) Entrenamiento en habilidades específicas de afrontamiento dirigidas en primer lugar a


reducir los niveles de ansiedad por medio de la técnica de relajación muscular progresiva;
en segundo lugar, a controlar las preocupaciones mediante las técnicas de detención del
pensamiento y de distracción cognitiva y la programación de actividades incompatibles; y
en tercer lugar dar pautas de actuación.

En concreto las técnicas cognitivas más usuales serían:

a) Técnicas de habilidades específicas de control por una parte del pensamiento en


cuanto a preocupaciones, atribuciones causales negativas y pensamientos distorsionados
y por otra parte de control del cuerpo, mediante la relajación muscular.

b) Estrategias de entrenamiento en asertividad, que podría resumirse en que la persona


tiene derecho a expresar y pedir lo que desea, a pedir que se respeten sus derechos, a
negarse a complacer a los demás; todo esto teniendo en cuenta que también tiene que
respetar los derechos de los otros (Caballo, 1993).

Para Nyman (1998) una persona cuyos territorios espaciales, corporales y emocionales
han sido violados necesita ayuda para establecer y restablecer los límites de dicho
territorio. Necesita ayuda paraidentificar y expresar sentimientos de deseo y no deseo,
sentimientos positivos y negativos, sus zonas privadas, buenos y malos secretos. Los
límites o fronteras son un área de tratamiento importante.

c) Entrenamiento en habilidades de resolución de problemas que se define según


Rodríguez Naranjo y Gavino (1997) como un proceso cognitivo comportamental que
ayuda al sujeto a hacer disponibles una variedad de alternativas de respuesta para
enfrentarse con soluciones problemáticas y a incrementar las respuestas más eficaces de
entre esas alternativas.

Por último, la Terapia Humanística apela a los aspectos más sanos de la personalidad y a
los valores humanos comunes entre el terapeuta y el paciente. Intentan ver a la persona
desde el punto de vista global, integrando el cuerpo la mente y las emociones en un
mismo marco de acción; dentro de ella se incluye la terapia Gestalt. Un programa
completo siguiendo este modelo teórico de terapia dirigido a niños, se encuentra enel
trabajo de Cornejo (1996).

TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN

Dar respuesta a todos los problemas que hemos abordado desde una sola escuela de
psicoterapia sería prácticamente imposible. Frecuentemente se suele optar por una
intervención ecléctica a la hora de elegir un tratamiento.
Existen técnicas que sin cumplir unos requisitos estrictos de pertenencia a una escuela de
psicoterapia determinada o sin cumplir ciertos criterios, son usuales y de eficacia en los
tratamientos con niños: por ej. el reforzamiento positivo, que suele utilizarse en cualquier
intervención terapéutica, o la relajación. Más que técnicas pueden considerarse como un
complemento de todas ellas.

CONVERSACIONES Y ACTITUDES CON EL NIÑO

Asumimos que el tratamiento debería incluir una serie de conversaciones y actitudes con
el niño en las que conviene tener en cuenta lo siguiente (Escuela Española, 1998).

a) En cuanto al abuso sufrido

- Explicar que ellos no son culpables del abuso, aunque así lo crean.

Para Nogueiras y otros (1994), el adulto aprovecha la ventaja que le da su posición de


poder o autoridad para envolver a la menor en la actividad sexual. Ésta carece de
capacidad para negarse, o incluso, criterios para saber si este tipo de conductas son las
que hay que esperar de las personas adultas. Su desarrollo emocional y cognitivo,
todavía no se lo permite, y en, otros, son las mismas estrategias utilizadas por el adulto
las que minan su capacidad de decisión. En estos casos, “el consentimiento” es una
falacia.

- Es preciso asegurar al niño que el abuso no se repetirá, puesto que se han tomado las
medidas oportunas.

Significa además dotar al niño de estrategias para la prevención y para afrontar el abuso
si volviese a ocurrir.

- Decirle que saldrá adelante, asegurando también nuestra ayuda.

Explicarle que el abuso podrá superarse y que no determinará toda su vida. Nyman
(1998) insiste en que debemos a ayudar al niño a aceptar. La vida debe continuar y
normalizarse todo lo posible en el caso de los niños víctimas de abusos sexuales. El
terapeuta debe ocuparse de que el niño no quede atascado en su identidad de víctima.
Las experiencias difíciles no pueden ser totalmente olvidadas y quizás no deberían
olvidarse completamente, pero sí deben ser asimiladas, integradas y transformadas,
pasando de ser algo insoportablemente vergonzoso a un triste recuerdo que no tiene por
qué suponer una memoria constante y un tormento sin fin.

- Motivarle para que hable del suceso y/o los sucesos de abuso que el niño ha sufrido,
diciéndole que es conveniente para él, aunque sin obligarle a que lo haga.

No juzgar cuando el niño relate los hechos e insistir en que ellos no son culpables.

b) En cuanto a conductas sexuales, según Arruabarrena (1996), hay que tener en cuenta
que, cuando los niños han sido víctimas de abuso es posible que se den en ellos
conductas de precocidad sexual o que se conviertan a su vez en abusadores, e incluso, lo
que es más grave, que continúen manteniendo una relación con el abusador/a. Por esto,
además, de una adecuada educación sexual ajustada a su edad y nivel cognitivo, es
necesario hablar con el niño de los temas que siguen.

 La Sexualidad en relación con otros.


 Indicarle que las conductas sexuales pueden ser adecuadas si cumplen las
siguientes condiciones:
 Las relaciones sexuales pueden darse entre personas adultas, no entre niños.
 Es conveniente que sean entre personas de aproximadamente la misma edad;
López (1995) habla de la asimetría de edad entre el abusador y el abusado.
 Deben ser con consentimiento mutuo.
 Fuera del ámbito de la familia.
 En una relación de pareja estable.
 La conducta sexual de la masturbación:
 Esta puede ser una de las conductas hipersexualizadas de las que hemos hecho
referencia.
 Es conveniente explicar al niño que estas conductas son íntimas y no deben
manifestarse en público.
 En nuestra opinión es una opción que no ayuda a la persona en su autocontrol y
en su desarrollo socioafectivo.

Arruabarrena (1996) expresa que la intervención terapéutica en este tipo de problemas se


centra en corregir las distorsiones cognitivas del niño respecto a la conducta sexual,
reforzar las inhibiciones internas y los controles externos en relación a las conductas
sexuales inaceptables, y asegurar que el niño adquiera las habilidades necesarias para
controlar su conducta y satisfacer sus necesidades sexuales de una manera culturalmente
aceptable.

Algunos niños, que han sido abusados por varones, tienen miedo a sentirse
homosexuales (Glaser y Frosh,1997); habría que mitigar la ansiedad sexual de estos
niños insistiendo en la no culpabilidad del menor, aunque haya habido consentimiento por
su parte. Insistir en que su consentimiento no es válido ya que aunque a él le parezca no
tiene la madurez suficiente para decidir ya que ésta se alcanza con la edad adulta.

c) Resumimos, a partir de los escritos de Camp (1985) y de López (1995), una serie de
temas que conviene trabajar con los niños:

- Tu cuerpo es bueno y te pertenece.


- - La sexualidad también lo es.
- - Ningún niño está obligado a besar a nadie ni a dejarse tocar, abrazar o besar. Y
esto no es sólo para los extraños, también para los familiares.- Tienes derecho a
decir no. Si alguien trata de tocarte de forma que te haga sentir “raro”, di “no” y
cuéntamelo de momento.

En resumen para López (1998), lo anterior significa que tendríamos que hablar de forma
positiva de la sexualidad, advirtiendo al niño que algunas personas pueden utilizar la
sexualidad de forma equivocada. Sería también imprudente inculcar excesivo miedo o
sospechas inadecuadas cuando establezcan lazos emocionales o afectivos “normales”
con sus amigos o adultos. Es muy importante que los niños vivan la sexualidad sin
relacionarla con el abuso sexual.

Enseñar a los niños que el respeto a los mayores no quiere decir que tengan que
obedecer ciegamente a los adultos. Hablar a los niños de lo que significa la “obediencia
responsable”.

Para Juvonen (1999) los niños esperan que los agresores tengan un aspecto
determinado, no piensan que éstos puedan parecerse a su padre o amigos de familia. Es
bueno que los niños sepan que los pedófilos suelen darse consejos como “No intentes
forzar al niño. Coge sus cosas y te seguirá”. Se pretende también enseñar a los niños que
ellos son más valiosos que cualquier bien o propiedad.

d) Una vez que el niño ha dicho “no”, puede aparecer un tema más sutil y que quizás
pueda ser entendido por niños mayores. Se trata del tema del acoso sexual. En el acoso,
el abusador intenta conseguir los favores sexuales de la víctima, quizás de forma abierta
o tal vez de forma solapada.

Cuando recibe el rechazo suele pasar a otra forma de acoso, que podría ser el acoso
moral. Puede que se dedique a desprestigiar, a minusvalorar a esa persona o a
descalificar e infravalorar sus trabajos. Defenderse de esta situación es más difícil pero no
imposible (Hirigoyen,1999).

Actitudes y temas de conversación: en cuanto... al abuso sufrido

 No culpabilizar al menor
 Asegurar que el abuso no se repetirá
 Ofrecer nuestra ayuda para superar el abuso
 Motivarle para que hable del suceso conductas sexuales
 Deben ser social y éticamente aceptables
 Qué son las conductas hipersexualizadas
 Problemas de identidad sexual asertividad
 Aprender a decir “no”
 Obediencia “responsable” a los adultos
 No todas las relaciones que se establecen son peligrosas
 Actitudes positivas hacia la sexualidad
 El acoso moral

JUEGO LIBRE Y DIRIGIDO

Puede recibir el nombre de ludoterapia. Existen dos modalidades de esta técnica, la no


directiva y la planificada. La forma de trabajo, en la primera, sería decir al niño que puede
trabajar o jugar como él quiera, y también que puede explicar todo lo que se le ocurra
durante el tiempo en que lo está haciendo, tanto del dibujo como de lo que él quiera
hablar.

En la forma planificada el terapeuta interviene indicando al niño el contexto en el que


debe jugar o la forma en que debe hacerlo. Tanto en una como otra, el terapeuta, puede
intervenir en el juego reconduciéndolo hacia lo que considere necesario.

Para las distintas actividades debe diseñarse un programa de actuación que incluya:
preparación del lugar de trabajo con distintas clases de objetos lúdicos tales como títeres,
juguetes tanto de figuras humanas como de objetos; y objetos que no siendo juguetes
puedan despertar la creatividad del niño o el deseo de jugar como lápices y hojas para
dibujar, o escribir, etc.

En el caso del abuso, que estamos tratando, los juguetes pueden ser muñecos con
atributos sexuales bien definidos (Del Barrio, 1997), si se pretende que el niño se exprese
y libere su angustia mediante la manifestación de sus sentimientos en el juego.

PSICODRAMA

Moreno (1979), define el psicodrama como un método de investigación de la verdad a


través de métodos dramáticos. Se pretende, la expresión y verbalización de los
sentimientos.

La técnica consiste en montar secuencias teatrales donde se expresan libremente los


sentimientos que se desean, esta técnica es difícil en tratamiento individual, siendo más
fácil en tratamiento grupal, no obstante puede emplearse una variante de la misma: la silla
vacía. En la silla, se supone que se encuentra la persona a la que tenemos que dirigirnos,
naturalmente con nuestros conflictos. Después se invierten los papeles y el niño pasa a
ocupar la silla que estaba vacía y se dirige al que se supone está en el lugar que él ha
abandonado. A los niños parece no gustarles esta técnica, por lo que puede ser más
recomendable utilizar el teatro de guiñol.

ROLE-PLAYING

Esta técnica que es una variedad del Psicodrama, aunque aquí los participantes
desempeñan papeles o roles diferentes a los que tienen asignados en la vida real.
Consiste en que una persona actúe de forma y manera como lo haría otra.

Gallardo (1997b) propone su utilización en el apartado que corresponde al tratamiento


emocional en el abuso, puesto que hay niños incapaces de expresar sus sentimientos y
emociones después del mismo; con el role-playing se pretende que aprendan a
expresarse. Esta expresión, repetimos, debe ser para ellos una liberación.

DIBUJOS LIBRES

El dibujo, a la vez que nos ayuda a evaluar el maltrato que el niño ha sufrido (Test del
Dibujo de la Figura Humana – Goodenouhg y Machover, Test de la Familia, Test del
Árbol, Test del Dibujo Casa-Árbol-Persona, etc.), puede servirle también para que
exprese y se libere de sus conflictos emocionales. En este aspecto, Furth (1998), afirma
que los dibujos pueden ser expresiones del inconsciente y a la vez base para la terapia.
Pueden servir pues, tanto de mecanismos auxiliares de terapia como de instrumentos de
diagnóstico.

REDACCIONES

Cornejo (1996) trabaja con las redacciones, iniciando cada día una página en la que
coloca una frase como enunciado. Por ejemplo: “Me pone triste que”. Es conveniente
obligar a algunos niños a que escriban esta especie de diario y motivar con formatos
divertidos si el niño se resiste.

RELAJACIÓN

Martorell (1996), dice que el interés principal de la relajación, estriba en que los estados
alcanzados por medio de ella son incompatibles con la ansiedad y sus estados asociados.

Existen numerosos juegos de relajación para niños, en los que a veces el terapeuta sirve
de modelo. Algunos pueden ser como los que se exponen a continuación.

Decir a los niños que son muñecos de trapo, o un sauce, o globos que se van
desinflando. Otros juegos de relajación pueden ser los que tomamos de Olba (2000),
como “la ola del mar”o “pintar una estrella antes de dormir”. El movimiento de las olas se
representa con el movimiento de los brazos, estirándolos hacia el frente y arriba para
representar la llegada y hacia atrás para representar el reflujo, aunque existen muchos
juegos para niños con el fin de conseguir la relajación. También se puede emplear alguna
grabación musical o la propia voz del terapeuta dando las pautas para relajarse.

Cautela y Groden (1989), integran los trabajos de relajación tanto de Schultz como de
Jacobson (clásicos y pioneros de esta técnica) e indican que mediante la relajación el
paciente va tomando conciencia, sintiendo y destensando cada una de las partes de su
cuerpo. Existen otras muchas adaptaciones y técnicas o modos de relajación para niños,
que se comercializan en forma de grabaciones, como el curso de relajación de Ramírez
(1990).

MUSICOTERAPIA

Según Alonso (1994), consiste en utilizar audiciones musicales, actividad rítmica simple,
exploración de diferentes sonidos con el fin de relajar o evitar ciertas dolencias. La
psicoterapia actual considera la música como una técnica capaz de influir sobre las
emociones, para conseguir un determinado estado de ánimo o incluso parar curar. Lo
importante no es la calidad de la música, sino que ésta determine la relajación de la
persona. Algunos expertos abogan por determinadas composiciones clásicas de Mozart,
Strauss, Vivaldi, Bach, etc.
Pensamos que es difícil que los niños atiendan en una composición musical, tal como
hace un adulto, pero sí puede utilizarse como música de fondo en combinación con algún
otro trabajo que estemos realizando.

El tratamiento debe cumplir unos requisitos, entre ellos una correcta planificación. Otra
cosa es intervenir impidiendo el abuso y que éste se produzca poniendo a salvo a la
víctima. A ello estará obligado cualquier adulto que esté presente o descubra, la agresión
o el abuso.

En algunos momentos, en centros escolares piden al orientador que intervenga en el


conflicto “en el mismo momento en que se produce”. En caso de agresiones, o graves
conflictos, los profesores prefieren “mandar en ese momento a los agresores o a los
autores del conflicto al psicólogo” y que éste resuelva el problema. No nos parece que
sea la forma adecuada de trabajar. El trabajo del orientador debe estar planificado y no
puede ser cortado en cada momento por las “urgencias”, más aún si son constantes.

Cuando existe una agresión entre menores, el adulto que la percibe debe impedirla, otra
cosa es que puedan darse un apoyo terapéutico o unos primeros auxilios para una
persona en crisis, pero repito que éstos deben ser planificados.

Las medidas más eficaces son siempre las educativas y preventivas: una buena
educación sexual ofrece a nuestros niños la mejor prevención del abuso. Estos temas se
tratan en nuestras escuelas como transversales del currículo. Los temas transversales,
entre ellos la Educación Sexual, no se circunscriben a un área de experiencias y
conocimientos concretos, sino que deben estar de alguna manera presentes en todas las
áreas; han de impregnar todos los conocimientos que el alumno reciba en la escuela.

En este sentido, la Junta de Andalucía (1999a,b,c,d,e) ha enviado a todos los centros de


Infantil y Primaria, en el curso escolar (1999-2000), un programa específico y completo
para la educación afectiva y sexual.

Los programas preventivos pueden ir dirigidos a todos los grupos de niños pero con
especial incidencia deben llevarse a grupos de riesgo como son los de ambientes de
delincuencia y marginales, a niños con minusvalías y a niños de familias con problemas
de drogadicción o desestructuradas.

Cuestiones de Tratamiento
Hay dos objetivos principales en el tratamiento del abuso sexual:

Hacer frente a los efectos del abuso sexual y disminuir el riesgo de abuso sexual en el
futuro.

En el tratamiento con la víctima el terapeuta se centra más en la primera, los problemas


de la madre y las cuestiones del delincuente se encuentran predominantemente en el
ámbito de la prevención del comportamiento futuro de victimizació.
Los siguientes problemas parecen ser los más importantes:

Confianza, incluyendo los patrones en las relaciones; reacciones emocionales a los


abusos sexuales; reacciones conductuales de abuso sexual; reacciones cognitivas con el
abuso sexual y protección de las víctimas en el futuro.

El reto para el terapeuta es crear circunstancias en las que el niño tenga experiencias
positivas con adultos de confianza. Esto puede implicar la rehabilitación de los padres y/o
la creación de situaciones de interacción con adultos, por ejemplo, con padres adoptivos,
tutores u otros familiares.

Otra tarea del terapeuta es hacer que las víctimas se sientan bien con ellos mismos otra
vez. Trabajar el tema de la auto-culpa es de gran ayuda.

Antes de tratar los temores del niño y la ansiedad, el terapeuta debe estar seguro de que
el niño no está siendo abusado sexualmente o en riesgo de abuso sexual. A continuación,
el terapeuta intervendrá para tratar poco a poco el abuso, las fobias y la ansiedad
relacionados, de manera que se evite el estrés excesivo.

Si acabas de ser víctima de un acto de abuso sexual, es importante que lleves a


cabo los siguientes pasos:

1- Resguárdate en un lugar seguro.

2- Contacta con alguien que pueda ayudarte: un familiar, un amigo, alguien de confianza,
la policía.

3- No te duches, no te cambies de ropa, ni bebas ni comas. Eso puede destruir pruebas


físicas importantes si decides denunciar al agresor.

4- Pide atención médica: Puedes tener heridas ocultas y además, los médicos te
ayudarán a prevenir la posibilidad de quedarte embarazada o de contraer enfermedades
infecciosas.

5- Escribe todo cuanto recuerdes sobre lo sucedido: esto ayudará a que recuerdes con
detalle lo que ocurrió si decides emprender acciones legales.

Herramientas que pueden ayudar a afrontar una agresión:

1- Localiza aquellas personas que son de confianza para ti y comparte tus sentimientos.
Apóyate en esas personas.

2- Debes escoger el momento, lugar y compañía con la que hablar de lo sucedido.


Aunque es un paso difícil, debes conseguirlo, pues es de gran utilidad y ayuda.

3- Aprende a relajarte. Realizar deporte o actividades como el yoga, masajes, ayudarán a


reducir el estrés que la situación ha provocado.
4- Vida sana: intenta llevar una alimentación equilibrada y un hábito de sueño adecuados.
Evita abusar de estimulantes como la nicotina o la cafeína.

5- Entrena tu creatividad. Es algo muy positivo para afrontar los momentos difíciles.

6_ Querido diario...: es importante plantearse esta opción que nos ayude a expresar esos
pensamientos y sentimientos que llevamos dentro.

7_ Aprende a perdonar: Es necesario liberarnos de ese daño que nos han provocado y
del sentimiento de odio que se ha generado. Escribe una carta a tu agresor contándole
cómo te sientes. (Es opcional hacérsela llegar)

8_ Siéntete querido/a: vas a necesitar muchos mimos, y qué mejor que los abrazos que
permiten liberar de forma natural sustancias que actúan de analgésicos ante el dolor.

9_ El pasado, pasado es. Puede que pienses que tu malestar va a durar toda la vida, pero
es cierto, que con el tiempo se pasará y te sentirás mejor.

El comportamiento de los niños abusados sexualmente puede incluir:

 interés excesivo, o el evitar todo lo de naturaleza sexual;


 problemas con el dormir o pesadillas;
 depresión o aislamiento de sus amigos y familia;
 comportamiento seductor;
 decir que tienen el cuerpo sucio o dañado o tener miedo de que haya algo malo en
sus genitales;
 negarse a ir a la escuela, delincuencia;
 secretividad;
 evidencia de abusos o molestias sexuales en sus dibujos, juegos o fantasías;
 agresividad excesiva;
 comportamineto suicida; u
 otros cambios severos en su comportamiento.

TÉCNICAS

Fase de expresión emocional.

La persona expresa de forma clara y rotunda su miedo, ira,tristeza… se trata de una


reacción de alarma que interrumpe las actividades diarias.

Se pueden utilizar las siguientes técnicas de los módulos anteriores:


 Curación del corazón
 Bolsa domadora
 Juego del alto, siga
 Raquetazos
 Se puede trabajar como un proceso de intervención en crisis.
EJERCICIO 1

Expresión de emociones.

Material:

1. Dos globos inflados


2. Un periódico
3. Una pelota tamaño medio

Procedimiento

1. Se le muestra el material
2. Se pone música con diferentes ritmos
3. Se le indica que inicie con movimientos (ayuda con el edo. de ánimo)
4. Se le pide que tome el material que le guste y siga bailando
5. Le comentamos que vamos a ir expresando diferentes emociones
6. El terapeuta va modelando
7. El consultante copia las expresiones
8. Después, él o la consultante empieza a expresar sus propias emociones
9. Expresa la emoción que siente con el abuso
10. Si el consultante conecta y, si es necesario, se hace contención y resolución

Fase de negación: el individuo ignora las consecuencias de la pérdida o la


experienciatraumática, olvida problemas importantes en su vida, esta emocionalmente
sensible y la vidapierde valor.

EJERCICIO 2

JERINGONZA

Procedimiento para comprender qué es Jeringonza.

1. Se divide el grupo en 4 equipos


2. Se les asigna una situación cotidiana
3. Se le asigna a cada grupo un tipo de lenguaje
4. Se realizan las representaciones.
5. Se explica que algunos niños o niñas no pueden hablar de lo sucedido, la
jeringonza es una manera de hablar o expresar sin decirlo en realidad

Fase de intrusión: se caracteriza por la aparición y repetición constante de ideas,


imágenes ysentimientos no deseados relacionados con el acontecimiento traumático.

EJERCICIO 3

EL DISCO RAYADO
Material

1. Un pliego de papel bond blanco


2. Crayoles / plumones /colores
3. Posible: chaquira, canutillo, calcomanías, pegamento, etc.
4. Cartoncillo /cartulina
5. Pegamento
6. Tijeras

Procedimiento

1. Se le pide al o la niño que recuerde que pensamientos tiene con relación a lo


acontecido.
2. Se le pide que dibuje el aparato donde se grabó la situación (grabadora, estéreo,
consola, memoria).
3. Se le pide que dibuje, recorte (grande, mínimo media cartulina/cartoncillo) en
donde se grabaron los pensamientos que lastiman (disco, casete, memoria, etc).
4. Se le pide que escriba de un lado el mensaje que hace más daño.
5. Se le pide que nos comente ¿cómo se grabó?
6. Platicamos de las consecuencias de los pensamientos.
7. Le pedimos que nos diga de qué se dio cuenta.
8. Le pedimos que evolucione el mensaje y que lo escriba en el otro lado del disco.
9. Cerramos la sesión.

EJERCICIO 4

Expresamos nuestras emociones y pensamientos

Material

1. Una pelota del tamaño de una de futbol


2. Un pliego de papel bond
3. Crayolas / plumones /colores

Procedimiento

1. Se le pide que dibuje a la persona que lo agredió


2. Se le pide que lo pegue en la pared o en el suelo
3. Se le pide que le dé de pelotazos y que le diga todo lo que le quiera decir
4. Se puede hacer contención
5. Se le explica que esta forma es saludable para expresar sus emociones

Fase de adaptación: proceso de asimilación y acomodación de nuestros pensamientos


yemociones que incluyen la comunicación y la relación con nuestros familiares y amigos.

EJERCICIO 5

Dialogamos con nuestra familia y/o amigos (as)

Material

1. Hojas blancas o fomy de color claro


2. Plumones
Procedimiento

1. Se le pide al niño (a) que dibuje a su familia en la hoja o en el fomy


2. Se le pide que dialogue con ellos (as) y que les explique lo que piensa, siente con
relación a lo sucedido
3. Que exprese las emociones con relación a ellos y el suceso
4. Se puede hacer contención

EJERCICIO 6

Expreso mis emociones

Material

1. 10 Globos
2. Plumón

Procedimiento

1. Se inflan los globos


2. Se escribe en cada globo una emoción relacionada con lo sucedido
3. Se expresan las emociones que anotó, rompe los globos con las emociones que
no le agradan y trata de evolucionarlas

Fase de resolución: la persona ha restaurado su equilibrio y su coherencia para poder


volvera su vida y sus actividades habituales.
EJERCICIO 7

Mi historia en un cuento

Material

1. 3 cartulinas blancas o de colores suaves


2. Colores/crayolas/plumones
3. Elementos para adornar (chaquira, calcomanías, etc.)

Procedimiento

1. Se cortan las cartulinas a la mitad


2. Se doblan formando un cuaderno
3. Se le pide que haga un cuento narrando el acontecimiento, hasta la resolución y
como será su vida (todo en metáfora, ejemplo: una mariposa que vivía en el
bosque, un árbol que fue podado etc.)
4. Al terminar, lo cuenta a sus compañeros agrupados en pequeños equipos

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