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MIGUEL ANGEL SAENZ PEREZ, SOY YO

MIGUEL ANGEL SAENZ

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BUCARAMANGA

IDENTIDAD

ING. FINANCIERA

BUCARAMANGA, 2019
Para empezar a hablar antes de mi efímera existencia, considero importante reivindicar la
importancia de quienes me antecedieron y cuyos esfuerzos de una u otra forma han sido
importantes para mi mero acontecer en este finito mundo.
Desconozco en su mayoría la historia de la familia de mi padre, debido a circunstancias que en el
pasado hicieron arder los archivos del recuerdo, ya sea por simple ignorancia, o por el mero
desinterés en ser guardados en un futuro, para la curiosidad de las generaciones venideras, sin
embargo la historia de la familia de mi madre, es sumamente exquisita y llena de albores y
contrastes que configuran una herencia de sangre “Fonseca-Sánchez”, como si se tratara de un
patrón genético con el que son identificados los miembros de la familia.
“Los Fonseca somos gente laboriosa origen humilde, no como ustedes que nacieron en cuna de
oro”, así resume la madre de mi madre los orígenes de la familia, aun así, es imposible consolidar
en una serie de palabras, la huella en mí que representan los Fonseca.
Desde las efemérides del virreinato, Pamplona, actualmente un municipio situado en Norte de
Santander, Colombia, había dado desde las mieles de sus esplendorosas haciendas, hombres y
mujeres que, con su carácter y resiliencia, hicieron de la misma, la primera ciudad en proclamar la
independencia de los dominios hispánicos el 4 de julio de 1810. En cierta forma, se le debe atribuir
esta bravura y coraje, a los habitantes que llegaron a sus solares, tierra que el conquistador Pedro
de Ursúa y el capitán Ortun Velázquez de Velasco un primero de noviembre de 1549 bautizaron
con el nombre de “Pamplona de Indias” a las hermosas colinas y planicies del valle del espíritu
santo , atribuyéndose este honorable título a la ciudad homónima española, que en cuyos designios
se encontraba la corona del reino de Navarra, de los últimos en ser incorporados totalmente a
España, y tales alegorías de libertad resuenan en los tambores de sus hijos que llegaron a las indias
occidentales, sin embargo no puedo dejar de lado a aquellos hombres que habitaron originalmente
dichas tierras frías , de donde labraban la tierra, y en favor de los Dioses, obtenían calabazas para
fermentar el maíz y la yuca, de estas labores viene el nombre de “Chitareros”, a aquellos que con
su vida, defendieron el valle hasta que el rio pamplonita vio sus aguas turbias, de la sangre
derramada de sus hijos e hijas, llevándolos a un exterminio por la defensa en pro de sus costumbres,
su lengua y los dominios por los que habían luchado contra los muiscas, Sin embargo el avance de
los invasores, fue impenetrable.
A través de los años venideros, Pamplona fue punto de partida para la fundación de otras
importantes villas y ciudades, como Mérida, San Cristóbal y la grita, en la capitanía general de
Venezuela. Hubo ciertos terremotos como el del 16 de enero de 1644 que devastaron toda la
ciudad, pero que la rejuvenecieron en su gloria como la ciudad mitrada, y le fue concedido el título
de “Muy noble y muy hidalga ciudad” por el emperador Carlos V, la ciudad fue cobrando
importancia gracias a las minas de oro que fueron explotadas con el sometimiento de los nativos ,
en cuanto a obras dignas de una urbe de su época, hacia la primera década del siglo XVII se estaba
construyendo la iglesia Santa Clara y las chozas de fique y bahareque fueron cediendo ante el
avance de un casco urbano con solares y casonas de altas puertas y elegantes acabados de corte
conservador y posteriormente republicano, mientras Pamplona se consolidaba como centro
económico, las comunidades religiosas españolas como los dominicos, las hermanas clarisas y la
compañía de Jesús de mano del tribunal de la inquisición, hicieron justicia divina y terrenal en la
ciudad mitrada.
Tras un arduo periodo de sometimiento, el pueblo Pamplonés se revelo a la corona española, y se
produjo un efecto similar en la provincias cercanas, lo que condujo a la proclamación de la
independencia de la provincia , así mismo en sus tierras se gesto el proyecto de la América para
los americanos de Bolívar en el congreso de Cúcuta en 1821, que daría inicio a la gran Colombia,
así como en el resto del país, fue escenario de las rencillas del poder entre liberales y
conservadores.
En este punto de la historia aparecen los primeros ancestros de la familia Fonseca, Rafael Fonseca
, un hidalgo caballero, que participó en la guerra de los mil días (1899-1903), guiado fuertemente
por sus ideales liberales, fue impulsado a luchar, su fecha de nacimiento esta datada según algunos
en la década de 1880, sin embargo es indefinido, era un hombre honorable de cuna cundinamarqués
y que había llegado a principios de la década de los 90 del siglo XIX a la provincia de pamplona,
auspiciado por un mejor bienestar económico para sus cinco hijos, María, Luis, Feliciano, Antonio
y Cornelio, mi bisabuelo materno, de cuyas acciones con la familia Sánchez dio fruto
indirectamente a quien escribe esta autobiografía, sin embargo, todavía debo esclarecer el pasado
para hablar de mi presente y escribir mi futuro. En la guerra la cual trajo más desgracia que dicha
entre los Fonseca. Rafael contribuyo en menor medida a la victoria liberal, sin embargo tuvo que
pagar un precio, había quedado invalido de una de sus piernas, y sus manos con las que dio de
baja con fusil y bayoneta a muchos godos fueron dejadas sin la potestad de volver a empeñar un
arma, sin embargo sus habilidades no fueron sosegadas , se dedicó a la ganadería en la provincia
y era un bien conocido dentro del pueblo , lo que hizo prosperar a la familia, y el buen nombre de
la misma era de alto calibre entre las gentes campesinas del valle del espíritu santo, Toledo y
Lavateca.
Tras el transcurso de los primeros años del siglo XX, los hijos de Rafael fueron creciendo en
tamaño y sabiduría, ante las dificultades que se atravesaban en los años que la violencia arreciaba
entre las guerrillas liberales y los Chulavitas pro gobiernistas, todos pudieron asistir a la escuela
primaria, sin embargo, se desconoce si terminaron el bachillerato, aunque las circunstancias de la
época no eran del todo favorables, el primogénito de la familia Fonseca, Cornelio, destacaba por
sus habilidades sociales y administrativas, lo que le dio la posibilidad de trabajar con su padre, en
un principio arriando las bestias, que muchas veces el amo, terminaba siendo dominado por las
mismas, sin embargo era toda una proeza, comparado al modelo de crianza actual, donde los
trabajos de esa naturaleza serian tratados como denigrar la niñez y a sus derechos por consiguiente,
Cornelio adquirió los conocimientos que todo buen amansador necesita, su interés por mejorar
cada día era evidente, además de su buena fe, lo que le hizo digno de ser el sucesor de los enormes
latifundios que eran de propiedad de la familia Fonseca y que daba trabajo a cientos de labradores
de la tierra a su cargo, entre las más reconocidas estaban, “el salado”, “el Canadá” y la ultima que
fue adquirida en vida de su padre, “Juan Blanco”, que fue la preferida de Rafael y donde agonizo
hasta el final, entre las dulces mieles de la tarde que eran acompañadas por el buen tinto que se
producía en la hacienda, y el canto de los gallos de pelea del establo, agonizó y murió Rafael
Fonseca, aun así pudo morir en paz, todos sus hijos ya se encontraban casados y el apellido
“Fonseca ” se había extendido a los demás hijos de sus hijos y así en adelante en las generaciones
venideras.
Sin embargo la muerte del jerarca trajo consigo la división familiar, al igual que cuando murió mi
nona, la familia parecía una manada que tenia meramente intereses individuales para su propio
beneficio, esa historia parece originarse desde los mismos comienzos del patriarcado familiar, por
tanto, y como se esperaba, Rafael había dejado testamento sin embargo les dio a sus hijos todo por
igual, dicen por ahí que “el hombre debió haber hecho testamento en pro de uno de sus hijos”, sin
embargo, Cornelio, el primogénito y más querido por su padre debió someterse a la equitativa
distribución de los enormes latifundios de los Fonseca, que se decían que eran los dominios mas
extensos del valle y sus tierras podían ser aprovechables para todo tipo de cultivos, pasando desde
papa, yuca, fresas, moras y todo tipo de hortalizas que se pudieran imaginar, y algunos terrenos
que eran aptos tanto para las bestias como para los mas exuberantes cultivos, de donde brotaban
frondosos árboles frutales de mango, duraznos , feijoa , chirimoya, entre otros.
Cornelio, aunque perdió mucho en favor de sus hermanos, obtuvo al igual que ellos, una porción
de finca para que fuera labrada por sus hijos, y de la misma manera un techo de fique en donde
vivir, “el salado”, que había sido dividida entre los cinco hermanos, le fue concedida a don
Cornelio “El chaparral”, una pequeña porción que quedaba en la falda de las montañas cercanas a
pamplonita a 6 km de Pamplona. Hoy en día dicho lugar puede ser visitado, aunque su entorno, no
se parece en nada al de antaño, el camino real por el que solían pasar los caballos de paso fino que
muy pocos caballeros poseían ya no existía, en su remplazo, el cemento se ha adueñado de aquella
polvareda por el que circulaban las bestias de los terratenientes y los bueyes cargados de carne y
leche, sin embargo la entrada a “el salado” se ha mantenido impoluta en el tiempo,
desafortunadamente no he tenido la posibilidad de poder ingresar a la finca, y ver las reliquias
familiares de mis ancestros, pero en un futuro espero hacerlo para conocer de cerca la historia
misma.
La historia entre don Cornelio y mi bisabuela Mélida es compleja, pero importante para la
constitución familiar actual y por tanto de mi persona, de la que hasta hace seis años fue la patrona
y heredera de los Fonseca, hasta que, a sus noventa años, después de una larga vida, llena de
augurios por la muerte de su esposo, pudo sacar adelante a once hijos que formaron sus núcleos
familiares respectivos.
Don Cornelio era de origen liberal, una identidad asociada y heredada por las ideas que impulsaron
a su padre a ir a la guerra, por otro lado, Mélida era de procedencia de Las Delicias, un pequeño
corregimiento del estado Táchira fronterizo con Colombia, sin embargo, sus padres se trasladaron
a la vecina provincia de Pamplona donde obtuvieron una posición entre las elites del pueblo sin
igual, de la misma manera en que de sus establos salían los mejores caballos de paso fino de todo
el municipio. Los Fonseca y los Sánchez tenían una larga historia común, que contribuyo a que los
lazos del destino unieran a Cornelio y Mélida en unión marital, Cuando Don Rafael llego desde
Cundinamarca, obtuvo trabajo como asalariado en una de las haciendas de los Sánchez, al ver el
señor Sánchez el buen proceder de su labrador, le concedió el honor de ser el administrador de sus
extensos latifundios, de la misma manera que en secreto se concebía un amor entre la única hija
de aquel hombre campesino, que al ver que era un trabajador digno, sin pagar dote de boda alguna,
le dio su hija a Rafael Fonseca.
Don Cornelio era un hombre caballeroso de una alta hombría, pero que contrastaba con sus buenos
modales y solidaridad por sus copartidarios que labraban “el salado”, aplicando de cierta forma,
las tesis del liberalismo, ese carisma en ese hombre era determinante a la hora de hacer negocios
y sus amistades, la familia Fonseca y los Sánchez poseían excelentes relaciones tanto sociales
como económicas, ya que los dos clanes, como los denominaría yo, se dedicaban a la ganadería y
en cierta medida al cultivo de hortalizas, pero los lazos de sangre fortalecían más su poderío
económico en la provincia, sin embargo eso no implica que el amor sea no correspondido, en esos
tiempos violentos donde la muerte acechaba detrás de las faldas donde se ocultaban los campesinos
alzados en armas, por todo lo contrario, era un amor legitimo en su base sentimental y fidedigno
entre las dos partes, Don Cornelio le llevaba 10 años a Mélida, sin embargo su buen nombre y las
excelentes relaciones con los Sánchez que se tenían desde tiempos pasados, permitían que aquel
amor de cartas y miradas, pudiera pasar del papel a la acción, en efecto Don Cornelio y Mélida
estaban enamorados, aunque las tendencias políticas de los dos eran divergentes, su amor a la tierra
y a la patria era sentido por igual, de esta unión marital se tienen registros que fue en Pamplona,
en la década de los años cuarenta aproximadamente, de esta unión resultaron once hijos, entre ellos
en orden de nacimiento Gladys Mercedes quien es mi abuela , Rafael, Álvaro , Nubia, María
Fidelia, Jaime , Orlando, Stella, Rodolfo, Ricardo y Mary Luz .
La familia Fonseca-Sánchez se estableció en “el salado”, sin embargo cuando Rafael Fonseca
seguía en vida, era usual que la familia entera organizara enormes festines de paseos de olla con
los demás Sánchez, todos los tíos habidos y por haber se reunían sentados en el césped de las
cumbres de la hacienda, con una brisa que venía impregnada de los eucaliptos que cautivaban a
una Gladys en sus primeros años de vida, a quien se le atribuye la autoría de la frase que define a
la familia . La familia Fonseca-Sánchez gozo de tiempos de alegría en los mejores festines que
eran realizados por los amos de las demás haciendas vecinas, sin embargo, no todo era color de
“rosas”, aunque Cornelio trabajaba arduamente para poder mantener a su extensa descendencia,
no siempre la situación económica era favorable, además de que Doña Mélida no podía encargarse
de tantos críos, a mi abuela Gladys que es la mayor entre once como si fuera el mesías de los demás
apóstoles, se encargó junto a su progenitora, de criar a sus hermanos menores, además de tener la
carga de los trabajos que llevaba junto a su padre, por lo tanto la primogénita adquirió un carácter
fuerte y autoritario, en mi niñez pensaba que era algo superficial y solo eran caprichos de ella, sin
embargo encuentro legitimidad con las situaciones acontecidas a lo largo tanto de su infancia como
su etapa adulta, así que no puedo definir un punto de comparación entre dos contrapartes de
tiempos distintos.
Al cumplir los siete años, era usual la asistencia de todos los críos habitantes de las distintas
veredas a la escuela. Muy diferente al estilo de enseñanza de hoy en día, pero con las mismas
convicciones para salir adelante, donde la falta de oportunidades era más evidente, Gladys acudió
a la primaria, dicha escuelita que quedaba a cuarenta minutos del “salado”, había sido construida,
gracias a la generosidad de Don Cornelio Fonseca, quien decidió donar los terrenos para su
construcción y futuro de los provincianos, lo que hizo que los demás campesinos y sus hijos
pudieran tener la educación que él había tenido.
Con el paso de los años, Don Cornelio vio la necesidad de mover su domicilio a Pamplona, el cual
era el centro económico donde se tranzaban las ventas de ganado en la región , aun sin dejar del
todo la hacienda, Doña Mélida y sus demás hijos se trasladaron a uno de los enormes solares donde
todos podían habitar, donde no hacia falta la calidez del hogar, ya que con tantos niños
revoloteando por ahí, no podían faltar los gritos y los regaños a correazos a todos por igual, era
inevitable si alguno molestaba a Don Cornelio, mi abuela dice que incluso una vez pensó que su
papá iba a matar a Ricardo, uno de sus hermanos menores, sin embargo el incidente no paso a
mayores, aunque todos concuerdan que preferían a su padre que a su madre, “Doña Mélida era
muy brava” decían ellos, por lo tanto mi abuela siempre quiso más a su padre , “Cuando el volvía
de revender el ganado, y después de haberle rezado a la virgen de Chiquinquirá como era de su
costumbre, volvía con un durazno, un dulce o lo que fuera para mí, y me lo daba a escondidas de
los demás ”, afirma mi abuela vehementemente , para ella, su padre a pesar de su dureza, le enseño
todo, desde a montar caballo, a como poder manejar a las bestias para dirigirlas a las plazas de
mercado, y entre las tantas tareas que debían hacer, como ordeñar las vacas, separar a los toros
mas bravos para poder darlos en reproducción para mejorar la raza, o regar los cultivos que se
extendían a lo largo de los dominios familiares.
Tras el paso a la década de los cincuenta, donde el frente nacional bajo el gobierno militar de Rojas
Pinilla trajo esperanza al país, Gladys ya se encontraba cursando el bachillerato en el colegio de
las terciarias, donde tuvo que estar durante dos años, donde solo una sirvienta le traía su ropa
limpia detrás del claustro, y su madre ni padre le visitaron en ese transcurso de tiempo. Gladys se
graduó de bachiller en 1959, sin embargo por la no existencia de centros universitarios, no obtuvo
un titulo profesional, sin embargo mediante cartillas de correspondencia del gobierno, pudo
estudiar diseño de modas, una labor que le gustaba desde muy niña, lo que le permitió montar mas
adelante su propio negocio, en Pamplona fue muy reconocida, con el tiempo tenia la necesidad de
emplear a mas mujeres que desearan trabajar con ella, así prospero, entre muchos de sus clientes
se encontraba un electricista, un distinguido “gentleman”, que sus padres apellidados Fahat y que
posteriormente cambiaron sus apellidos a Pérez, habían abandonado lo que eran los actuales
territorios palestinos, debido a la grave crisis y la persecución a su buen nombre tras la segunda
guerra mundial en 1945, de ese amor surgido entre Jorge y Gladys , dieron como nacimiento a dos
varones y una mujer, mis tíos Luis Gabriel y Rafael, y mi mamá, Yolima , mis tíos nacieron en
1980 y 1974 respectivamente, la niña querida llego por sorpresa de todos en el 77, siendo así la
del punto medio, Aunque el amor entre Gladys y Jorge era genuino, tras la decisión de mudar a la
familia a Cúcuta, la capital del departamento, las relaciones entre los dos fueron de mal en peor,
Jorge por defectos de su trabajo debía viajar de pueblo en pueblo arreglando diferentes equipos
electrónicos, lo que pronto hizo sospechar a los demás miembros de la familia.
Aun así mi abuela no dudaba en su buena fe, pero los chismes causados por testigos que decían
ser oculares fueron dejando entrever la realidad, la traición de Jorge a mi abuela, lo que la dejo a
ella con tres hijos a cuestas, tanto repudio generó, que mi abuela decidió quitarse el “de Pérez”, y
volvió a ser una Fonseca, uno de mis tíos también lo pensó , sin embargo nunca lo llevo a cabo,
con el paso de los años, Gladys pudo sacar a sus hijos adelante , aunque con dificultades, pero
pudo darles la educación profesional que ella no había tenido, mi tío Luis es periodista de la
Universidad de Pamplona, mi madre es Administradora financiera de la UDES y mi tío Rafael es
ingeniero electrónico y biomédico de la UniPamplona también, de mis tíos, solo tengo una prima,
dicha prima ya tiene un hijo, lo que convirtió a Gladys en bisabuela, en cambio mi madre tuvo dos
hijos, Yo quien les habla y mi hermano menor Sebastián, quien nació en el año 2003.
Yolima, mi madre en los últimos años de su pregrado, trabajo al mismo tiempo que adelanto sus
estudios, las facilidades de la época le permitieron ingresar al banco Davivienda , donde hoy en
día trabaja y lleva más de veinte años laborando, años que le han valido distintos premios por su
trabajo, empezando como una simple informadora a ser una de las ejecutivas de Banca Pyme, que
maneja las regionales Santander, Norte de Santander y Arauca, sin embargo la compañía cada vez
mas le recompensa con su trabajo y esfuerzos, partiendo de ahí es donde mi madre conoce a mi
padre, German Sáenz, un hombre de la capital que había llegado a la ciudad de Cúcuta, atraído por
una oportunidad de “La Fállete” como vendedor para dicho centro económico, lo que le permitió
adquirir un estatus nunca visto, en el cual se le dieron las facultades para derrochar, así como los
demás empresarios de la época, era muy bien visto por la oficina de mi mamá, allí fue donde se
conocieron, la pintoresca personalidad de mi padre que es comparable a
la de un dandi del siglo XIX, cayó muy bien a mi abuela, además de la admiración que mi madre
sentía por él, contribuyo a que se enamoraran, en cierta forma la belleza de mi madre le cautivo,
una mujer crespa de ojos castaños, con atributos destacables y una personalidad apacible y
laboriosa, gustaron a mi padre, lo que los unió de forma marital en el año 2000 y tuvieron a su
primer hijo, llamado Miguel Ángel (yo), en este punto de la historia es donde mi existencia deja
de estar debidamente programada y empieza a valer en este finito mundo.

Tras un año de la unión de Yolima y German, nací el 15 de mayo del 2001, en la clínica Norte de
la ciudad de Cúcuta, en dicho año acontecían muchos hitos, que aunque a un pequeño ser como lo
era en dichos tiempos, no le afectaran, si serian importantes para la configuración en el entorno
donde pertenezco, alrededor del año 2001, la patria colombiana, la cual mi identidad es inherente
a mi nacimiento, pasaba por muchas dificultades, el territorio nacional se encontraba dividido entre
los grupos paramilitares y la guerrilla de las FARC-EP y el ELN, en este año se mantiene viva la
esperanza de la paz con la zona de distención, una amplia zona de aproximadamente el tamaño de
Suiza que estaba desmilitarizada y era garante de “paz”, sin embargo este nuevo intento se va al
lastre a finales de enero de 2002, por otro lado Nicaragua hace una petición a la corte de
arbitramiento de la Haya sobre el diferendo marítimo con Colombia, mientras tanto, en el ámbito
internacional, el gobierno de George W Bush, emprende una serie de bombardeos sobre la capital
de Irak, Bagdad, dando inicio al preámbulo de la guerra en medio oriente, el 11 de septiembre de
2001, en la ciudad de Nueva York, se perpetra el mayor atentado terrorista de la historia de los
Estados Unidos, un Boeing 747 de United Airlines y otro de American Airlines chocan contra las
torres gemelas en el World Trade Center, dejando un saldo de 2000 muertos aproximadamente,
atribuido después al grupo extremista islámico Al Qaeda.

Mientras otras vidas se apagaron en ese año y quizás en ese mismo día en el que nací, otras vidas
se iluminaron, gracias a la fortuna de poder haber llegado a este mundo en el seno de una familia
llena de amor que me enseño mis primeros valores fundamentales, que en cierta forma ya son
totalmente autónomos y propios de mi individualidad, y por tanto de mi conciencia y forma de
actuar, agradezco enormemente la posibilidad que se me dio de haber nacido y que así, mi
nacimiento no haya sido en vano, sino más bien en mis acciones siempre prevalecerán en
salvaguardar la vida y al bienestar común de la sociedad civil.
De mis primeras horas de vida, existen amplios registros fotográficos, aunque no sea común
preservar estos recuerdos de quirófano, mi nacimiento fue en horas de la mañana, a las 7:24 am
aproximadamente, aunque el tiempo de gestación normal son los nueve meses, yo nací con un mes
antelación, mis padres cuando les preguntaba sobre ese asunto simplemente decían: “Migue eras
muy grande y por eso toco antes”, aunque nací de ocho meses de gestación, mi talla era muy
superior al promedio, cuando nací medí 53 cm y pese 4,1 kg, aun así tenia todas las facultades de
un niño sano, algo a lo que agradezco a la providencia profundamente.
El paso de los primeros años de vida se caracterizó por estar sin una compañía, era el hijo
primogénito, sin embargo, no fui el único al que se le otorgo el don de la vida por obra de mi
madre, el 2 de agosto del 2003, Yolima fue madre por segunda vez, concibiendo a mi hermano
Sebastián, fue la primera vez que pude observar como llegaba una nueva vida, aun así, a mi corta
conciencia, las fotografías permitieron grabar el momento donde mi mamá llegaba del hospital,
presentando a mi hermanito, que aunque somos muy diferentes en muchos aspectos, la sangre nos
une y es imposible borrar ese registro que perdurara por siempre después de la muerte de quienes
me otorgaron la vida.

Entre los gratos recuerdos que pase con mi hermano, jugábamos mucho entre los dos, aunque eso
si no podían faltar las peleas entre nosotros, entre todos dichos juegos, nos gustaba correr por ahí
pensando que éramos policías y ladrones, siempre fui el policía , por ser mas “calmado” mi madre
y mi padre lo decían sin cesar, por otro lado mi hermano era demasiado inquieto , múltiples veces
se caía , en una de dichas peleas, mi hermano se cayo de la cama y perdió uno de sus dientes, le
decían “el cindientes”, hoy en día acepto que es un recuerdo que me produce muchas risas, por
otro lado, el pequeño Miguel era el niño mas llorón de todos , le disgustaba la comida y siempre
era muy terco y torpe, aun así ese proceso me ayudo a entrar en razón mucho mas adelante, por lo
tanto fue bueno aunque me costo muchos regaños.

Al nacer mi papás trabajaban los dos, mi mamá en Davivienda, con algunos años de experiencia
en el banco , por otro lado mi papa era vendedor de telas para Cúcuta de “La Fállete”, mi mamá
aunque en dichas épocas iniciales no poseía un cargo de tan alta responsabilidad como hoy , mi
papá con sus ingresos, eran más que suficientes para poder sostener a la familia que había llegado
a un apartamento familiar en Barrio Blanco, que era de los mas tranquilos de la ciudad y era
cercano al “Malecón” que entre las riveras del rio pamplonita , se teñía de luces por las discotecas
y el goce de los cucuteños en las noches frescas y bohemias.
El recuerdo que tengo de ese apartamento es muy grato, era supremamente amplio a comparación
a donde vivo actualmente, dormía junto a mi hermano, teníamos un cajón de juguetes que al verlo
daba la impresión de abundancia adentro, pero muchas veces guardaba suciedad acumulada, el
cuarto de mis padre era una maravilla, la cama que la posee mi mama después del divorcio es
grande, pero hoy sigue vacía después que mi padre partiera, un Vestier, donde veía a mi mamá
cada vez que salía de allí para evaluar sus vestidos, que aunque decía que eran sencillos, los veía
muy pomposos y de alta costura , porque lo que ella vestía, para mí se convertía en algo fantástico
y hermoso al igual que ella, todos los acontecimientos de mi infancia se quedaron allí después del
divorcio de mis padres , hoy en día viviendo en Bucaramanga veo lejano volver allí, aun así , las
anécdotas concernientes a ese lugar siguen muy frescas, y me producen alegría cada vez que
vuelven a mi fugazmente.
Fue el primer hogar y quizás el ultimo , ya que se vio quebrado con el divorcio de mis papás , un
periodo donde mi hermano y yo no sabíamos nada , solo veíamos a veces llorar a mi mamá, lo que
nos ponía muy tristes a nosotros también, por deudas contraídas , mi papá lo vendió , después de
dicho acontecimiento, estuvimos viviendo un año donde mi abuela, lo cual hoy en día me doy
cuenta de todo el apoyo emocional que ella represento para mi mamá ante la ruptura, el trabajo de
mi papá y su situación económica decayeron al igual que lo iba haciendo la ciudad por la
devaluación del Bolívar y el incremento del desempleo, pronto mi papá se vio afectado y se quedó
desempleado, las cosas eran totalmente distintas llore en ocasiones porque no podía ver a mi papá,
sin embargo mi mamá reconocía el buen hombre que era , a pesar de las diferencias que pudieran
haber tenido, sin embargo mis visitas cesaron cuando después de 3 años el volvió a Bogotá , de
donde procedía, afortunadamente, encontró un empleo similar.
A los 4 años, entre a estudiar al Jardín Infantil Pachi, hice muchos amigos que recuerdo gratamente,
como Juan Manuel, Luisa, Valeria, y un grupo de trillizos que estudiaban allí, nuestros papás eran
muy cercanos entre sí, sin embargo, considero que no tenia un mejor amigo o alguien predilecto
en el jardín, pero era feliz compartiendo con los demás.

Mi primer día en el jardín , es uno de los hitos de la vida que más me produce nostalgia, era un
niño muy mimado, quería ante todo muchísimo a mi mamá (todavía), pero desprenderme de ella
cuando íbamos llegando a ese sombrío lugar, el cual vemos así durante los primeros días, fue algo
que no quería, estuve llorando toda la mañana en aquella ocasión, me permitieron hablar con mi
madre por teléfono , lo que me calmo y me hizo sentir mejor, pasaron unos cuatro años
aproximadamente y me gradué de allí en el 2007, lo que llevo a mis padres a la búsqueda de un
colegio para cursar la primaria y parte del bachillerato.
En un principio, mis padres pensaron meterme en el Calasanz, un colegio distinguido de la ciudad
por su educación basada en valores y la fe, sin embargo los cupos para primer grado estaban
agotados, así que en pro de brindarme la mejor educación , mis padres me matricularon al colegio
Santo Ángel, fundado en la ciudad en los años cincuenta por las hermanas del Ángel de l Guarda,
que en una pequeña comarca francesa hacia casi 4 siglos, el padre Luis Ormieres y la madre san
Pascual emprendieron con la misión de educar a los niños mas pobres, en efecto, aunque el colegio
era privado, funcionaba para las familias más humildes en la jornada de la tarde, por la mañana
constituía una de las instituciones donde familias de buen nombre tenían a sus hijos adelantando
sus estudios.

El divorcio de mis padres se dio cuando estaba en segundo grado, por lo que el ir y devenir al
colegio era distinto, antes mi papá nos llevaba en su carro, ahora mi mamá en el de ella, que hasta
apenas aprendió a manejar gracias en parte a que mi padre le había enseñado, era un pequeño
Renault Twingo, pero nos resultaba a mi y a mi hermano demasiado adorable, parecía un hámster
gris que se movía por las calles donde el asfalto ardía al medio día, cuando sonaba el timbre y los
niños salían disparados a buscar a sus papás para volver a sus hogares.

Los años 2000, quizás bajo mi opinión personal , fueron de los mejores en todo el ámbito
colombiano, aunque a principios del nuevo milenio existía enormes dificultades , hubo un
resurgimiento de un movimiento que nos hacia sentirnos orgullosos de nuestro país que en las
dificultades , sus pobladores siempre permanecieron con la frente en alto , la cultura popular estuvo
presente durante mi infancia , me encantaban las canciones de Julieta Venegas, mi mamá compró
un IPod y me gustaba la música instrumental, también tengo recuerdos de las canciones de Shakira,
Juanes , con el deporte colombiano de la misma manera , aunque no me gustara de a mucho ,
amaba ver junto a mi papá , a Montoya corriendo en los diferentes escenarios automovilísticos, la
televisión era fundamental en las noches después que mis papas llegaban del trabajo, mi hermano
y yo los recibíamos con una enorme sonrisa, entusiasmados de verlos , una inherente expresión de
felicidad que poníamos especialmente cuando llegaba mi mamá de la oficina, sus detalles , su
carisma, algo de admirar en la mente de unos pequeños niños que solo la veían a ella como la
mejor del mundo, por otro lado mi papá fue siempre más frio para expresar su aprecio y cariño a
mi hermano y a mi , cuando nos portábamos mal, mi papá sacaba la predilecta “correa” que no
puede faltar en los modelos de crianza colombianos y quizás de Latinoamérica, mi mamá era una
asidua defensora de un modelo basado en el amor , el cariño , el respeto mutuo y la sinceridad de
los niños , por otro lado mi padre no poseía dicha templanza de mi madre, al final ella siempre
discutía con el sobre como criarnos ,tanto que mi mamá hizo que mi papá dejara de hacerlo.

Mi primera infancia puedo dividirla a partir del post-divorcio de mis padres, después de dos años
de haber abandonado el apartamento a las laderas del rio pamplonita, mi mamá , mi hermano y yo,
nos habíamos asentado en casa de mi abuela, sin embargo mi madre quería que tuviéramos un
espacio para nuestro futuro , en un año que mi mamá ahorró , pudo conseguir el dinero suficiente
para poner la cuota inicial de una casa en una urbanización reciente , cercana a donde vive mi
abuela, por lo tanto ella podía visitarle cuando quisiera y nosotros ir “A donde la abuela” para
jugar con los niños que conocíamos allí, nuestra familia se abrió y el contacto con mis tíos mejoró
debido al apoyo que había en torno a mi mamá , así quedo mi familia , como se puede evidenciar
en la foto a continuación.

Los años del colegio fueron en un principio un tormento , existía una especie de discriminación
hacia mi forma de ser, me tachaban de ser homosexual , decían y murmuraban , sin embargo
siempre aclare todo , me defendí de esas acusaciones , al parecer no me había interesado una mujer
y no pensaba en las ideas de que tener novia me hiciera feliz , era alguien reservado e
independiente, sin embargo pronto llego la primera , su nombre era Manuela , era rubia , churca ,
de ojos verdes , me defendía sobre lo que decían los demás y me apoyaba , me enamoré de ella ,
por su inteligencia , su sabias palabras , a pesar de que íbamos en quinto de primaria , eran sinceras,
lo mas memorable que recuerdo de ella , un día me dijo que le entregara una carta a mi mamá y
que no viera su contenido , cumplí con su palabra y leí la carta después, sus palabras, todo el léxico
que uso tenían un cuidado extremo, una melodiosa rima que me gustaba más cada vez que la volvía
a leer , y un pie de pagina que resultaba con la intriga de sus sentimientos hacia mi , sin embargo
yo tenía claro que ella si los poseía , después que le preguntara directamente, en mi ignorancia de
la niñez , nunca paso nada más que dicha confesión, hoy en día me siento arrepentido de no poder
haber hecho mas por ella , porque también me gustaba todo de ella, pero sus enseñanzas sobre la
Valia de la defensa en pro del individuo me hicieron mas fuerte hacia las críticas.
Los libros ante la critica, fueron uno de mis refugios, me gustaba leer sobre historia, mitología
griega, romana , egipcia, algunas cosas sobre los dinosaurios, poseía distintas enciclopedias, y me
gustaba leer demasiado acerca de todo lo concerniente a Colombia, mi tío que es periodista , me
infundio el amor por la lectura , me apasionaban los temas de dicha naturaleza , por otro lado era
muy bueno en las ciencias, pero sobre todo en matemáticas, participe en varias ocasiones en
algunas olimpiadas.

Entre los amigos entrañables que conocí en mi etapa escolar, fueron, Santiago, mi mejor amigo, él
se convirtió en mi predilecto, nos ayudábamos mutuamente, Juan Diego, un chico con el que
compartía varias aficiones, los videojuegos, series, etc.
Mi amistad con Santiago merece tener un espacio en esta recopilación, su existencia es relevante
para mí, siempre ha sido uno de los mayores pilares y apoyos en los que se ha constituido mi
avance por este camino, un amigo entrañable, locuaz con sus acciones, compartíamos el dolor
mutuo a la crítica absurda de la que éramos blanco, pero con él, jugábamos a lanzar los dardos a
ellos , alguien supremamente divertido , me enseñó a disfrutar los momentos cotidianos , en mi
pre adolescencia, me había convertido en alguien supremamente soberbio de lo que pasaba
alrededor, Santiago me mostro una manera de sonreírle a la vida de una manera única, de la misma
manera, siempre le aconsejaba sobre cualquier querella que le pasara, mi forma de ver los
problemas cambio rotundamente, lo que me hizo un joven más feliz ante las dificultades que
atravesaba.
Uno de mis sueños de la infancia, había sido ir a los Estados Unidos , mi mamá anhelaba conocer
Disney, lo que se hizo realidad con su esfuerzos durante años, fue una odisea de quince días en un
territorio donde la lengua no era impedimento, en contraposición al espíritu aventurero, estuvimos
en Nueva York, visitamos los sitios más emblemáticos, entre ellos la estatua de la libertad, Times
Square, el Empire State, Rode Island, Chinatown, después estuvimos una semana en Orlando
donde visitamos los parques de Disney y Universal, por ultimo fuimos a Miami, donde las
hermosas playas de un archipiélago donde la brisa marina chocaba con nuestra alegría durante esos
días.
En el año 2016, mi mamá pasaba por uno de sus mejores momentos , había sido nombrada mejor
ejecutiva Banca Pyme (Pequeña Y Mediana Empresa), a pesar de que mi padre vivía en Bogotá,
era constante su preocupación por nosotros , ya el sentir de el no estaba tan presente en mí, la
laboriosidad de mi madre estaba por fin siendo reconocida , a mis 12 años cuando mi raciocinio
ya era más avanzado, criticaba mucho el hecho que el banco no viera el potencial que significaba
ella, pero las directivas se dieron cuenta de sus esfuerzos, al ver los buenos resultados en sus cifras,
su carisma, alta profesionalidad y ética le valieron que fuera nombrada para gerenciar a las distintas
asesoras Pymes que atendían a varios industriales, lo que le llevo a que el banco le propusiera un
traslado a Bucaramanga, una decisión muy dura para ella misma, de la misma manera que para
nosotros , significaba dejar a mis tíos , mi abuela y a mis amigos, durante cierto tiempo , exprese
mi desagrado a dicha idea , pero me di cuenta que el cambio era necesario si queríamos progresar,
la situación en Cúcuta para todos los sectores económicos ya se tornaba insostenible, una ciudad
donde cerca de la mitad de su población se encontraba en el umbral de pobreza , la informalidad
era de las más altas del país y el sector financiero veía perdidas, a pesar de que a mi mamá tuviera
buenos resultados, lo que nos llevo a emprender una de las mayores apuestas.

Apuesta que resulto de lo mas beneficiosa, aunque tuvimos que dejar muchas cosas, fue lo mejor
para mi madre, mi hermano, y yo, al poco tiempo estaba de nuevo estudiando , esta vez en el
colegio de la Presentación de Bucaramanga, el proceso fue en un principio difícil, llegue en
noveno, muchas veces pensé que solo me graduaría allí y nada más, pero encontré amigos
entrañables al igual que en mi anterior entorno.
Siempre fui buen estudiante, aunque se me dificultaba mucho en ese primer año informática, por
los conocimientos que se requerían, ya que no sabía programación, pero con el tiempo, aprendí las
bases y pude ponerme al día con los demás, sin embargo las primeras amistades en este colegio
parecían de fachada, el interés en mí, muchas veces era solo por meros gajes académicos, pero con
un poco de tiempo, encontré un verdadero amigo sin interés alguno , con el que compartía aficiones
y gustos.
Ese entrañable amigo se llama Juan Felipe , lo conocí mediante una de mis amigas, el me empezó
a contactar , de igual manera , muchas veces me lo encontraba en distintas partes, ya que yo iba en
decimo y el ya se encontraba en su último año, en un principio, muchos prejuicios atentaban contra
él, pero yo le admiraba en su defensa por sus intereses , su dialéctica, su forma de enfrentarse a la
vida, la gallardía que posee , es algo que miraba con buenos ojos , pero la crítica de la sociedad
ignorante también le afecto al igual que a mi , un viejo fantasma del pasado que nos acechaba, su
filosofía , su forma de amar sin nada a cambio , su resiliencia, es para mi , de lo más cuantioso ,
una persona que tiene principios sociales , de mejoramiento de esta sociedad y por sobre todo , una
mirada realista , sin tapujos.
Una amistad , que a pesar de que solo nos conocemos de hace dos años , es la mejor que he tenido
en mi vida , el respeto que siento por él , es incomparable , su apoyo ha sido una fuerza que me
motiva a ser mejor cada día, y espero que dicho lazo mejore y no caiga ante la fuerza de tensión
de los malos momentos y el tiempo , me doy así , por satisfecho , expresar mi aprecio hacia tal
caballero , sé que él será en un futuro el próximo presidente de este país , y aunque nuestras tesis
son disyuntivas, las ganas de cambio son las mismas para los dos.
Sus enseñanzas han repercutido en mí, he aprendido a valorar mas mis amistades, deje de pensar
que era algo superfluo que puede dejar de ser con el tiempo, y ahora las protejo como el mas grande
tesoro, agradezco a Juan Felipe que haya querido conocerme, solo deseo que el futuro para el sea
el mejor y deposito mi confianza en el para el cambio que requiere nuestra patria colombiana.

Entre el lado femenino, una niña seria , apacible , que se sentaba delante mío en once , dejo de ser
una lanzadora de dardos , a ser mi mejor amiga, su nombre es Keren, en un principio, su desprecio
hacia mi era enorme , algunas veces pensaba que podría estar haciendo mal para producirlo , pero
después me di cuenta de que quizás era algo inherente en ella, sin embargo , hoy en día los dos
concordamos en que ese odio fue necesario para llegar al cariño , la aprecio mucho , porque aunque
a los dos nos cuesta muchas veces expresarlo , sus acciones y la importancia que se toma en todo
lo concerniente a mi persona lo demuestran.
Por último, tras llegar al grado once, me encontraba con un circulo de amigos entrañables ,
compartíamos momentos juntos , jugábamos Uno , éramos inseparables en todos los trabajos ,
siempre nos reuníamos en una mesa , cerca a la rectoría , donde conversábamos mientras los
profesores miraban extrañados que hacíamos ahí, once fue quizás el año mas feliz del colegio, mi
felicidad era la misma todos los días , las risas y las carcajadas por todo se volvieron algo inherente
a mi personalidad, muchas veces fuimos a comer a Mercagan con la que hoy en día es mi mejor
amiga , u simplemente nos complacía la mera existencia acompañada de bromas y juegos jocosos.
Con Juan , siempre mantuve un contacto constante , me contaba sobre cómo era la universidad ,
empezó así a estudiar derecho en la universidad autónoma, siempre que el tenia tiempos libres ,
iba al colegio como exalumno , en varias ocasiones nos sentábamos a hablar de la cotidianidad de
la vida , o simplemente de los hechos mas recientes de la campaña presidencial del 2018, en un
marco del debate y el respeto de las ideas, o simplemente sobre la ultima serie anime, iba a su casa
con regularidad, jugábamos videojuegos y comíamos pizza, lo que hizo así de ese año , quizás uno
de los mejores de mi efímera existencia.

Para la elección de un proyecto de vida , siempre estuve muy indeciso , tenía múltiples aficiones ,
entre ellas , me gustaba mucho la política, la historia , las ciencias sociales , así que de primera
mano , pensé en ser abogado , con el paso del tiempo , me di cuenta que simplemente se quedaba
como una afición nada mas , detestaba mucho hablar de esos temas , resultaban espinosos , aun así
, siempre mantuve una idea de cómo debería ser un modelo económico que resultara beneficioso
para este país , un modelo capitalista , con enfoque social , en un estado de derecho donde
básicamente tenemos muchos de ellos pero ninguno es reivindicado, un modelo económico con
compromiso social , donde existieran oportunidades de progreso para toda la población, un sistema
educativo eficiente y con suficientes garantías para asegurar el empleo , de la misma manera que
existan una mayor cantidad de empresas , con un compromiso hacia no el capital monetario , sino
un capital humano , para mejorar la calidad de vida de la población, no destruyendo los recursos
naturales y vendiéndolos a otros países , sino ofreciendo servicios de carácter secundario o terciario
, sin descuidar aspectos donde la ubicación geográfica de nuestro país , le favorece, ejemplo la
agricultura , la producción de energía solar en la Guajira , hidroeléctricas de las mareas , que se
podrían aplicar en las costas del litoral pacifico o energía eólica.
Esta idea se vio reforzada en once , cuando debíamos hacer un proyecto de investigación para
graduarnos , se me ocurrió hacer una aplicación para el seguimiento del ahorro, como un fin de
carácter esencial para el progreso , ya que constituye una manera en la que las familias pueden
adquirir mejores productos para satisfacer sus necesidades , o también para adquirir capital , como
vivienda o automóvil, e incluso para la educación superior , como la mejor inversión a largo plazo
que se puede hacer, lo que me llevo a tomar la decisión de ser economista.
En el proceso de mi preparación para la prueba de estado , siempre obtuve muy buenos resultados
en los simulacros , por encima de 400, sin embargo , resulto en mas bien , en una mera ilusión , mi
icfes fue de 377, fue algo decepcionante en un principio, aun así , no me sentí menos por un
número, que a mi parecer ni mide el conocimiento ni la calidad humana de quien le es aplicada la
prueba, mi sueño era estudiar economía en la universidad de Los Andes , en Bogotá, como mi
mamá debía de sortear con todos los gastos y mi padre no aportaba , mi meta era sacar un buen
puntaje para poder obtener una beca y entrar a estudiar allí , que aunque mi puntaje no fuera malo,
no pude adquirirla pero si había pasado a la universidad, así que mi otro interés lo vi en la
universidad Autónoma, ingeniería financiera, es una carrera que veo como un medio de
realización, al mirar el pensum me di cuenta de que era más completo y competente, e incluso la
carrera me atraía más que economía , ya que profundizaba en las dinámicas de los mercados
bursátiles, finanzas corporativas y productos financieros, de la misma manera como estructure uno
en mi última etapa en once grado , y no dejaba de ser afín a economía, un sueño que todavía
mantengo vivo , porque pienso estudiar programa simultaneo y homologar varias materias que las
dos carreras tienen en común.
En el 2019 entre a la universidad Autónoma, muy entusiasmado de lo que depararía a mi futuro
profesional, los primeros días, siempre se me tornaron turbios en el ámbito social , pero pronto me
vi sumergido en un mundo interesante, lleno de personas pensantes y que poseen ideas que
merecen ser escuchadas, agradezco la posibilidad que se me ha dado de adelantar estudios
secundarios, algo que solo la mitad de lo bachilleres pueden hacer en Colombia, de igual manera
, a mi madre que me apoyo en todas mis decisiones y siempre me ha dicho “tú puedes hijo”.
Lo que me depara en los próximos años es incierto, no se si algo imprevisto al igual que lo es la
economía, pueda suceder, sin embargo , mis aspiraciones siempre serán ser un profesional con
enfoque social , me encantaría ayudar y contribuir a mejorar mi país desde mi área de conocimiento
, quizás desde el banco de la república , la formulación de políticas publicas para los entes
administrativos o simplemente siendo un comisionista de bolsa responsable, todo desde un ideal
que he desarrollado con el paso del tiempo, “ Dejar huella no significa tener los mayores
honoríficos otorgados en vida, sino más bien, los mejores actos para quienes continúen con el
liderazgo de nuestra humanidad en un futuro próximo”.

Continuará ……

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