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1.- Concepto de monismo.

Doctrina según la cual la materia y el espíritu, lo físico y lo psíquico, como aspectos de la


realidad, son idénticos en su esencia, es decir, que la realidad última está compuesta en
su totalidad por una única sustancia.

Los planteamientos monistas, al contrario que los dualistas, consideran que el ser
humano es una única realidad, que es unitario, negando así la existencia de la mente
como realidad distinta del cerebro.

Monismo es la doctrina filosófica que, en contraposición al dualismo, reconoce un solo


principio como fundamento de todo lo existente. Existe un monismo materialista y otro
idealista. Los materialistas consideran que la materia es el principio, la base del mundo.
Los idealistas, por el contrario, estiman que el único fundamento de todos los fenómenos
es el espíritu. Hegel es el representante del monismo idealista que considera la “idea
absoluta” como único fundamento de todo lo existente. La Naturaleza material, a juicio de
Hegel, no es más que el “otro ser” del espíritu. El monismo idealista es la justificación
directa de la religión y del clericalismo. Sólo el materialismo dialéctico creado por Marx y
Engels es la auténtica filosofía monista. El monismo materialista de Marx y Engels parte
del criterio de que el mundo es material por su naturaleza, que los diversos fenómenos del
mundo representan formas de la materia en movimiento, que el mundo no tiene necesidad
de ningún “espíritu universal”. El mérito de Marx y Engels radica en haber extendido, por
primera vez en la historia, la concepción materialista a la vida de la Sociedad.

2.- Su implicación jurídica, ventajas y desventajas.

Su Implicación Jurídica:

Los monistas jurídicos defienden la idea de que existe y debe existir un y solo un sistema
jurídico centralizado y jerarquizado por cada Estado nación. Quienes defienden esta
perspectiva teórica, por tanto, están convencidos de que en cada Estado debe existir (y
generalmente existe) un soberano único e indivisible.

Jurídicamente, concepto doctrinal que mantiene el criterio de que el derecho interno y el


derecho internacional representan manifestaciones de un mismo orden jurídico, porque la
primacía del derecho interno destruye el carácter obligatorio del derecho internacional,
que queda reducido a un aspecto de derecho público externo, modificable unilateralmente
por cada Estado.

Estamos hablando del respeto de la jerarquía normativa y de la supremacía constitución,


la corriente abarca al respeto de la soberana interna sin intromisión de normativas que
puedan vulnerar o menoscabar dicha soberanía, que es expresión de un pacto social.

El pacto social, se convierte en leyes y las leyes son la regulación de un Estado por la
voluntad soberana de sus miembros o como afirma Rousseau; “Las leyes no son
propiamente sino las condiciones de la asociación civil. El pueblo sumiso a las leyes, debe
ser su autor; corresponde únicamente a los que se asocian arreglar las condiciones de la
sociedad”.

De ahí nace la corriente monista, en primera instancia que afirma que, la única fuente del
derecho o de las normas regulatorias de un Estado y su sociedad son fruto de su propia
voluntad.

Ventaja:

El monismo (griego monos, "único"), en la filosofía, es una doctrina que la realidad última
es totalmente de una sustancia. El monismo se opone así a ambos dualismo y el
pluralismo. Tres tipos básicos de monismo se reconocen: el monismo materialista,
monismo idealista y la teoría de la mente-materia. De acuerdo con la primera doctrina,
todo en el universo, incluyendo los fenómenos mentales, se reduce a la categoría uno de
la materia. En la segunda doctrina, la materia se considera como una forma de
manifestación de la mente, y en la tercera doctrina, la materia y la mente se consideran
sólo los aspectos de cada uno. Aunque la fecha filosofías monistas de la antigua Grecia,
el término monismo es relativamente reciente. Fue utilizado por primera vez por el 18 del
siglo el filósofo alemán Christian von Wolff para designar los tipos de pensamiento
filosófico en el que se hizo el intento de eliminar la dicotomía entre cuerpo y mente.

Una ventaja: se evita la necesidad de explicar muchos fenómenos de la mente.

Consecuentemente, resulta necesario analizar las ventajas y desventajas de cada una


de las soluciones y finalmente abogar por una de ellas en un contexto de justificación
argumentativa teniendo como requisitos fundamentales la claridad conceptual, la potencia
heurística y la compatibilidad con el modelo interdisciplinario de la ciencia actual (Bunge y
Ardila, 2002).En primer lugar, cabe destacar que las dos soluciones dualistas analizadas
previamente (el paralelismo y el interaccionismo) presentan ciertas dificultades. Por una
parte, el paralelismo afirma la existencia de dos realidades heterogéneas e
independientes. Esta premisa da por supuesta la existencia de lo mental y no explica su
origen, lo que generalmente conduce a postular la intervención de un agente sobrenatural
en el mismo. Por otra parte, el interaccionismo busca relacionar estas dos realidades en
términos causales de sucesión temporal. Sin embargo, el punto en el cual se produciría
esta interacción dista aun hoy de haber sido localizado. Por el contrario, existe poca
evidencia empírica sobre la existencia de una estructura que posea la función que
para Descartes (1649/1995) poseía la “glándula pineal”. Por otra parte, si se consideran
las soluciones materialistas se ponen de manifiesto las ventajas que el enfoque
emergentita posee frente a la solución que Bunge y Ardila (2002) denominan fascista o
reduccionista. Esto se debe, en primera instancia, a que el fascismo elimina el nivel de
análisis psicológico, lo cual supone un no reconocimiento de la especificidad organizativa
que posee lo mental en tanto novedad cualitativa y del análisis psicológico en tanto
forma de abordaje del fenómeno. Por el contrario, la solución emergentita, al postular
los estados mentales en tanto propiedades emergentes, posibilita que la mente se
constituya en tanto fenómeno cualitativamente novedoso, 507con una configuración
singular y leyes de funcionamiento propias. Simultáneamente, este hecho pone de
manifiesto la pertinencia de la psicología, en tanto esta sería la encargada de
proporcionar métodos y marcos explicativos afines a esta nueva modalidad fenoménica.
Por otra parte, la solución emergentita posee un formidable poder heurístico. Esto se debe
a que el marco explicativo que proporciona, al admitir la subsistencia de diferentes niveles
de análisis del fenómeno, supera ampliamente al proporcionado por los otros puntos
de vista examinados. En consecuencia, cabe señalar que la mencionada solución
permite esbozar un programa de investigación científico integra-do e invita a la
comunicación fructífera entre las disciplinas que conforman la ciencia cognitiva. Esto debe
a que permite poner en relación diferentes áreas como la psicología, la neurología y la
filosofía dando lugar a un programa de investigación interdisciplinario.

3.- Ejemplos de Sistemas monistas.

En los sistemas monistas es el propio Consejo, mediante comisiones delegadas, el que


lleva a cabo su control. En los sistemas dualistas, se establece una división clara entre la
gestión y el control, mediante el establecimiento de dos órganos independientes, el
órgano de gestión y el órgano de control.

4.- Principales Exponentes.

Filósofos monistas son Tales de Mileto, Parménides, Anaximandro, Anaxímenes, Spinoza,


Berkeley, Hume y Marx.

Tales de Mileto (639-545 a C)

Es el primer filósofo del que se conoce su nombre y su pensamiento, aunque no llegó a


escribir ninguna obra. Es el iniciador de una escuela filosófica en Mileto donde destacarán
Anaximandro y Anaxímenes.

Es igualmente el creador del concepto de Arjé como sustancia origen del universo y
propondrá como Arjé el agua. Podemos encontrar varias razones que justifiquen el hecho
de que Tales haya escogido como Arjé el agua.

La primera sería que el agua es casi sinónimo de vida. Donde hay agua hay vida, y la vida
sin ésta es imposible. Tales vivió una temporada en Egipto donde pudo darse cuenta de la
importancia del agua para la vida gracias a las crecidas del Nilo. Otra razón podría ser
geopolítica ya que la Grecia Clásica tiene como centro el Mar Egeo, de ahí la importancia
del agua.

Discípulo de Tales, considera que no es posible que el Arjé forme parte de este universo y
por ello considera que el Arjé debería ser una sustancia no existente en esta realidad. Por
eso lo llamará Apeiron (lo indeterminado). Se da cuenta de que el tiempo tiene una
sucesión cíclica debido a la lucha de contrarios: frío-calor luz-oscuridad..., y afirma que el
Arjé sería una realidad fuera de este universo donde estos contrarios convivirían.

En un momento determinado, uno de los contrarios triunfa sobre el otro creando una
situación injusta, interviniendo la Justicia Cósmica para solucionar esta injusticia. La
Justicia Cósmica hará triunfar el contrario derrotado anteriormente, iniciándose así el
proceso cíclico de cambio que caracteriza a esta realidad. Este pensamiento influirá
notablemente sobre Heráclito.

Más que un filósofo se trata de un líder de un grupo religioso (los Pitagóricos) los cuales
tenían como precepto más importante la creencia en la transmigración de las almas. Así,
consideran que el alma es una parte inmaterial, unida al cuerpo, siendo el alma la parte
más importante del ser humano, la cual es capaz de vivir fuera del cuerpo, ya que es
inmortal, siendo el alma prisionera del cuerpo.

Así Pitágoras tiene una visión dual del ser humano, dividiéndolo en cuerpo (materia) y
alma (inmaterial). Esta idea influirá notablemente sobre el pensamiento de Platón. Pero el
pensamiento de los Pitagóricos va mucho más allá de su teoría del alma.

Consideran que el número 1 es el origen del universo. Consideran que el Número 10 es la


perfección, pero ante el problema de encontrarse con que sólo había nueve cuerpos
celestiales, y no diez como debería ser, se inventan un décimo planeta (La Antitierra) para
poder continuar la coherencia del argumento anterior.

Para poder entender aún más esta metodología anticientífica hay que decir que los
pitagóricos escondieron en el resto de filósofos la existencia de los números irracionales
que podían contradecir su visión del universo de forma matemática y racional. Es decir,
cuando algo de las que descubrían contradecía su pensamiento, en lugar de replantear su
pensamiento (siguiendo el método científico) intentan, a toda costa, ocultar este
descubrimiento.

En definitiva, el pensamiento pitagórico es importante no por su pensamiento en sí, sino


por la importancia histórica que tendrá al influir sobre el pensamiento de Platón y sobre la
Nueva Ciencia a partir del siglo XVI.

Considerará que el universo está regido por el enfrentamiento de contrarios, lo que


determina que este mundo sea un mundo totalmente dinámico. Tan dinámico es este
mundo, que su futuro es totalmente imprevisible, ya que los seres cambian
constantemente, dejando de ser lo que eran, sin seguir ningún tipo de orden establecido.

Este pensamiento es expresado en la famosa sentencia: Nunca te podrás bañar dos


veces en el mismo río. Este dinamismo extremo tiene como consecuencia importante la
imposibilidad del conocimiento por dos razones:

1. Todo proceso de conocimiento necesita un periodo de tiempo y durante este tiempo


el objeto cambia, dejando de ser lo que era.
2. Durante este periodo de tiempo, también el sujeto cambia pasando a ser otro ser.

Dentro de este dinamismo expresado en la lucha de contrarios podemos encontrar la


influencia del pensamiento de Anaximandro y también necesita la existencia de un
elemento que sea encargado de posibilitar esta lucha de contrarios, así, afirma la
existencia del Logos, similar a la Justicia Cósmica de la que nos hablaba Anaximandro.

Afirma la existencia de un Arjé, el cual debe ser, naturalmente, un elemento dinámico y lo


encuentra en el Fuego, así pues, para Heráclito, la sustancia material origen del universo
dinámico es el fuego.

Heráclito será uno de los autores presocráticos más importantes ya que influirá
notablemente sobre Platón, y será uno de los elementos clave de una polémica sobre el
movimiento o el cambio, junto con Parménides, polémica que centrará el pensamiento
filosófico cerca de 150 años, y que no será solucionada definitivamente hasta la obra de
Aristóteles.

Inicia el pensamiento afirmando El Ser es y el No-ser no es. Esta afirmación la debemos


tomar desde el punto de vista siguiente: el Ser existe y el No-ser no existe. Pero, como
vemos, Parménides afirma la existencia de un único Ser que es esférico, eterno,
indiferenciado, inmutable y perfecto. El movimiento (o el cambio) no es posible ya que
éste sería el paso del Ser al No-ser o del No-ser al Ser, y eso es totalmente imposible. Por
lo tanto, todo cambio o movimiento es totalmente imposible.

Pero esta visión del Ser tiene como consecuencia que el conocimiento sea totalmente
imposible, ya que nosotros, si conocemos, lo hacemos por diferenciación, y en cambio el
Ser no tiene partes. Nosotros vemos diferentes seres y partes diferenciadas, pero esto es
pura apariencia, en realidad sólo hay un Ser, el cual es totalmente indiferenciado, sin
partes y por tanto el conocimiento es del todo imposible.

Esto pone el terreno filosófico en un auténtico problema ya que si se afirma, como hace
Heráclito, que el movimiento es posible, nada se puede conocer, y, en cambio, si
afirmamos que el movimiento es imposible, como afirma Parménides, tampoco se puede
conocer nada. Esta será la clave fundamental de la superación de la polémica Heráclito-
Parménides: intentar hacer compatibles los tres conceptos de Ser, Movimiento y
Conocimiento.
De hecho, todos los autores posteriores deberán tener en cuenta esta polémica para
filosofar y deberán justificar la existencia del movimiento o el cambio y la posibilidad del
conocimiento. Esta polémica no será superada, pero, hasta bastante tiempo después,
gracias a la obra de Aristóteles.

Bibliografia

KITCHER, P. (1992). Freud’s Dream. A Complete Interdisciplinary Science of Mind.


Cambridge: The MIT Press.LEIBNIZ, G. (1721/1981). Monadología. Oviedo: Pentalfa
Ediciones.MAHNER, M. y BUNGE, M. (2001). Fundamentos de Biofilosofía. México: Siglo
XXI Editores.SEARLE, J.R. (2000). El Misterio de la Conciencia. Barcelona: Editorial
Paidós.WOZNIAK, R.H. (1992). Mente y Cuerpo: de René Descartes a William James.
http://platea.pntic.mec.es/~macruz/mente/descartes/indice

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