Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CAMBIOCLIMATICO2
CAMBIOCLIMATICO2
Es por esto que “mantener el incremento de la temperatura muy por debajo de 2°C
y hacer el mayor esfuerzo para no sobrepasar 1,5°C”, fue la meta que se adoptó
en París durante la Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Un acuerdo histórico que le
hace frente a uno de los mayores desafíos de la humanidad y que busca que
todos los países que hagan parte, sin importar si son “desarrollados o en
desarrollo”, contribuyan a evitar que la temperatura global llegue a su punto de
ebullición.
Para lograr esta meta, cada país debe presentar su Contribución Determinada a
Nivel Nacional (NDC, por su sigla en inglés). Es decir, debe informar qué
porcentaje de emisiones va a reducir y, si así lo desea, puede también anunciar
cuáles son sus planes de adaptación e implementación para cumplir con el
objetivo que planteó.
Se prendió el acelerador
A principios de este mes, durante la reunión del G20, dos de los más grandes
emisores, China y Estados Unidos, con porcentajes asignados de 20,09 % y 17,89
% respectivamente, ratificaron el Acuerdo y pisaron el acelerador de su entrada en
vigor. Con esto, ya son 61 los países que son parte del Acuerdo y que suman el
47,8 % de las emisiones (ver infografía). Una situación que, según explica
Carolina García, oficial para la incidencia en política de WWF, sirve para que el
país prenda las alarmas y agilice su proceso de ratificación.
“Es muy importante que Colombia no deje pasar el tiempo, porque si el Acuerdo
entra en vigor sin que el país lo ratifique, los países que sí lo hicieron van a
empezar a reunirse formalmente en el seno de la CMA (el máximo órgano
decisorio) y a tomar decisiones importantes sobre el desarrollo del Acuerdo.”,
afirmó la experta.
¿Por qué 20 %?
Las cifras, claro, no son arbitrarias. Según explica Iván Darío Valencia,
coordinador de la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (Ecdbc)
del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, antes de presentar su
contribución, se modelaron tres escenarios teniendo en cuenta cuánto emitía cada
sector y cuánto podían llegar a costar las acciones de mitigación.
“La proyección se hizo a partir del inventario de emisión de gases que presentó el
Ideam en el 2010, acompañado de un estudio macroeconómico realizado por el
Departamento Nacional de Planeación (DNP), porque la idea es reducir las
emisiones sin afectar lo económico”, señala. “En el escenario que nos dio el 20 %,
todos los costos están por debajo de los 20 dólares por tonelada reducida, que si
bien puede aumentar a la hora de implementarse, fue una medida académica
clave para tomar la decisión”.
En cuanto a los avances de las otras diez acciones, el presidente Juan Manuel
Santos recientemente anunció que de los 36 páramos que se quieren delimitar
para 2018, diez ya han sido cartografiados. Además, se espera que en los
próximos dos años, 2 millones y medio de hectáreas más sean protegidas. Lo que
equivaldría a que Colombia tenga un área resguardada del mismo tamaño que
Uruguay.
El espacio para engranar todos los esfuerzos que está haciendo Colombia es el
recientemente creado Sistema Nacional de Cambio Climático (Sisclima). Una
herramienta que le permitirá al país aterrizar las agendas de mitigación y
adaptación de los ministerios y llevarlas a nivel local. Para esto, el sistema tiene
dos instancias: la Comisión Intersectorial de Cambio Climático, donde se sientan
todos los ministerios y el DNP para acordar para dónde ir, y nueve nodos
regionales que están divididos en Amazonia, Orinoquia, Norte Andina, Antioquia,
Eje Cafetero, Caribe Insular, Pacífico Norte, Pacífico Sur y Centro Oriente.
Una tarea que, como explica García de WWF, “toca empezar a trabajar desde ya
para que se pueda cumplir. Sobre todo ya que los países sorprendieron al mundo
con su voluntad política y es muy posible que el Acuerdo entre en vigor este año”.