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¡En una semana el bebé casi ha duplicado su talla! Ahora, en la semana 9 de embarazo, mide entre 17 y
22 milímetros. Y físicamente también ha cambiado mucho: la cola ha desaparecido y la cabeza se ha
separado un poco del cuerpo gracias a un incipiente cuello que humaniza su silueta.
Los ojos se acercan entre sí, mientras que los párpados empiezan a formarse y casi cubren los ojos. Ya
ha aparecido el labio y eso, unido a que las fosas nasales están en su lugar, le da una imagen más
humana.
Dentro de las mandíbulas se empiezan a formar lo que serán sus dientes. Los intestinos que permanecían
alojados en una bolsa aneja, poco a poco se acomodan en la cavidad abdominal, que ya es lo
suficientemente grande como para tenerlos en su seno.
Los brazos y piernas se han alargado, y aunque manos y pies aún están palmeados, como si se tratara
de un abanico, los dedos empiezan a reconocerse. Como ya habíamos comentado, en su desarrollo, los
brazos van unos días por delante que las piernas. ¿Eso quizás quiere anticipar lo que ocurrirá en unos
meses: ¿que el bebé sujeto objetos, incluso antes de nacer, como veremos semanas más adelante,
mientras que tarda meses en dar sus primeros pasos caminando?
El corazón empieza a dividirse: crece el tejido que separará las aurículas derecha e izquierda. Sin
embargo y a diferencia de tu corazón, en el órgano de tu bebé se forma una abertura entre ambas
llamadas comunicación intrauricular oval o foramen oval. Tiene dos misiones: por un lado, permitir que al
cerebro llegue sangre oxigenada y por otro, evitar que la sangre pase inútilmente por el pulmón del bebé,
que ahora se encuentra lleno de líquido amniótico.
Conviene recordar que en su periodo fetal, el bebé no obtiene el oxígeno a través del aire que respira y
que pasa por sus pulmones, sino que lo consigue gracias a la placenta. Y precisamente esta pequeña
abertura permite que la sangre pase de una aurícula a otra saltándose el paso de los pulmones.
En esta semana es cuando la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG) alcanza su nivel máximo.
Por eso ahora es cuando peor son las náuseas y los vómitos. No obstante, hay mujeres muy afortunadas
que no experimentan ninguna molestia al comienzo del embarazo. Eso no quiere decir que no sufran los
mismos cambios hormonales. Simplemente que su organismo los tolera mejor.
Dentro de las encías se están empezando a formar los 20 dientes (10 en la mandíbula superior y
otros tantos en la inferior), aunque cuando nazca no habrán brotado aún. Hay niños que nacen
con alguna pieza dental fuera, lo que para determinadas culturas como los inuit (esquimales) es
un signo de buena suerte.
Todos los órganos ya están en su sitio, aunque continúan su desarrollo; de hecho, algunos de
ellos lo terminan meses o años después del nacimiento.
El bebé ya cuenta con todas las articulaciones: codos, rodillas, muñecas y tobillo, y los dedos de manos
y pies se han separado. Además puede moverse, gracias a que su sistema nervioso empieza a mandar
las primeras señales. La madre aún no puede sentirlo porque es demasiado pequeño como para que sus
movimientos puedan ser percibidos por ella, pero lo cierto es que flexiona sus bracitos y sus pequeñas
piernas.
Si es una madre primeriza es posible que a partir de ahora compruebe (¡al fin!) que su tripa está algo
abultada y que ha perdido su cintura… Es probable que las faldas y pantalones no le abrochen. Si es así,
conviene cambiar de vestuario porque llevar prendas muy apretadas de cintura hacia abajo puede
favorecer la aparición de las antiestéticas varices.
Las mujeres que ya han tenido hijos notan crecer su tripa enseguida. No es que hayan engordado más
que en sus otros embarazos. La cintura se ensancha antes porque los músculos abdominales ya se
encuentran distendidos por las gestaciones anteriores.
SEMANA 11
Desarrollo del feto en la semana 11: El bebé puede tragar, bostezar y succionar
El tronco se divide en dos partes separadas por el diafragma
En la semana 11 de embarazo el bebé ya mide unos 4 centímetros desde la cabeza al coxis y está a
punto de superar su primer trimestre de vida… Todo un hito.
Sus órganos, cerebro, pulmones, hígado, riñones e intestinos están formados y aumentan de volumen. Se
ha formado el diafragma dividiendo el tronco del bebé en dos partes diferenciadas: la superior con el
corazón y los pulmones en desarrollo y la inferior que comprende todo el aparato digestivo.
No obstante, el intestino aún sigue siendo demasiado grande y todavía se aloja en parte en una especie
de hernia que penetra en el cordón umbilical.
Cuando acabe esta semana el oído interno se habrá desarrollado por completo, aunque eso no
quiere decir que pueda oír, y las orejas se han acercado a la que será su situación definitiva.
También se empiezan a perfilar los labios y cuenta con sus primeras papilas gustativas.
Es posible que ya empiece a dar sus primeros traguitos de líquido amniótico. También han
empezado a formarse las cuerdas vocales de la laringe, aunque para que actúen aún queda
algún tiempo: será cuando tome su primera bocanada de aire al nacer y esas cuerdas vibren y
produzca sus primeros sonidos.
El cerebro está formado, pero eso no quiere decir que funcione como el de un adulto porque aún
no ha terminado un importante proceso: las conexiones neuronales que es lo que permite que el
cerebro sea capaz de entender los mensajes que le llegan. Pero, poco a poco, va despertando...
El útero ha alcanzado, más o menos, el tamaño de un pomelo. El corazón de la embarazada late algo
más deprisa porque ha aumentado el volumen de sangre que recorre el aparato circulatorio. Como
consecuencia de este incremento, los riñones también tienen que trabajar más. Pero el organismo de la
mujer se encuentra perfectamente preparado para asumir estos cambios y muchos otros que aun están
por llegar.
SEMANA 12
Desarrollo del feto en la semana 12: Los órganos sexuales externos, formados
¡Felicidades, mamá! Esta es la última semana del primer trimestre, la semana 12 de embarazo. Las
posibilidades de aborto son a partir de ahora mucho menores. Todos los órganos están formados y a
partir de ahora solo tienen que evolucionar para permitir al bebé sobrevivir fuera del útero materno,
aunque algunos de ellos, como el cerebro, no terminan su completo desarrollo hasta años después del
nacimiento.
En esta semana además tiene lugar un hecho muy importante e inolvidable en la vida de la embarazada:
es probable que le hagan su primera "foto", la ecografía de la semana 12.
Es una prueba fundamental. En primer lugar, le dicen si lo que espera es uno o dos bebés, si su
crecimiento es el correcto y además le medirán la translucencia nucal (TN) o pliegue nucal: un acúmulo
temporal de líquido en la región de la nuca del feto, como consecuencia del normal desarrollo linfático
O al revés: fetos que tenían una translucencia normal nacieron con problemas. Por eso no se puede
utilizar para diagnosticar problemas cromosómicos. También observarán otros signos que puedan hacer
sospechar al médico que algo no va bien como la ausencia de hueso nasal en examen ecográfico.
El bebé gracias a sus músculos ya es capaz de hacer muchos movimientos: gira la cabeza,
encoje y estira brazos y piernas, cierra los puños… Es cierto que la futura madre aún no es
capaz de percibirlo, pero en la ecografía si el bebé no está dormido (suele ocurrir) quizás se
puedan ver.
En esta semana se empiezan a formar los bulbos pilosos de donde surgirán sus pelos
y cabellos. Ahora sí que los dedos de las manos y de los pies se ha separado por completo.
Los ojos se han ido acercando a ambos lados de la nariz y se ha desarrollado un puente. Ya se
ha formado el iris, es decir la parte más visible del ojo y la que aporta el color característico.
Los iris de cualquier color tienen sólo un tipo de pigmento, la melanina. Los diferentes colores de
los ojos no dependen pues de distintos pigmentos, sino de la cantidad y posición de esta
melanina: los iris de mayor cantidad de melanina y localización más anterior de ésta aparecen
más oscuros; los de menos cantidad y posición más profunda se ven más azulados. Y lo que
influye para que tengan más o menos melanina no es otra cosa que la herencia que sus
progenitores le han trasmitido a través de los genes.
El útero es demasiado grande para quedar contenido en la cavidad pélvica y asciende por la cavidad
abdominal. Es decir, tu embarazo ya se empieza a notar. Las náuseas si no han desaparecido ya, lo
harán en breve. Por regla general las mujeres a partir de ahora se encuentran muy bien físicamente y con
buen ánimo.
SEMANA 13
Semana 13 de embarazo: Al bebé que está creciendo dentro del útero materno aún le queda mucho por
crecer. En apenas siete semanas -ni dos meses- ha pasado de los 2 milímetros a los 8,5 centímetros que
mide ahora desde la cabeza a los talones.
Por eso aún no tiene huesos tal y como los entendemos nosotros. Y en realidad no los tendrá hasta la
adolescencia, cuando pare su crecimiento.
De momento lo que tiene es un tejido cartilaginoso, que a partir de esta semana empiezan a
osificarse. Este proceso de osificación comienza en el centro de esa primitiva estructura y
gradualmente se extiende hacia los extremos del mismo. La porción central de hueso osificado
se denomina diáfisis, mientras que el extremo del hueso que todavía está formado por cartílago
se llama epífisis, parte que se "alarga" a medida que el bebé (y luego niño) crece.
Ese cartílagos se ha empezado a formar en el centro de las dos fosas nasales (se convertirá en
el hueso nasal, en las costillas y en las piernas.
Hasta hace unos pocos días, parte de su intestino delgado sobresalía por el cordón umbilical
porque, como ya explicábamos, era demasiado grande para ese cuerpo tan pequeño.
Pero en la semana 13 de embarazo ya no debe existir ninguna hernia umbilical y los intestinos
deben alojarse en la cavidad abdominal. Ahora también sus riñones funcionan y empiezan a
formar orina. Evidentemente se trata todavía de un "pipí" muy diluido, compuesto por agua y
unos cuantos iones.
A partir de ahora, el embarazo suele dar una tregua a la madre. Normalmente en los siguientes tres
meses la mujer se encuentra muy bien físicamente y llena de energía. Además las hormonas de la
gestación ayudan a embellecerse: la piel y el cabello de la embarazada brillan con especial intensidad.
SEMANA 14
Desarrollo del feto en la semana 14: La cara del bebé ya parece humana
En la semana 14 de embarazo, las orejas del feto se encuentran implantadas a ambos lados de la
cabeza y también los ojos se han acercado; es decir, el bebé tiene ya una carita casi perfecta, tanto que
ya se distingue el puente de la nariz. Incluso se puede ver que hace algunos pequeños gestos. Además,
el cuello se ha alargado y el mentón ya no descansa sobre el pecho. Ya no parece que esté enroscado.
De todas formas su cabeza sigue siendo mucho más grande en proporción con su cuerpo y así
será incluso años después de su nacimiento. Sus brazos han crecido y están más
proporcionados con respecto al resto del cuerpo y han empezado a crecerle las uñas en sus
deditos.
Su piel sigue siendo tan sumamente fina que a través de ella se pueden ver algunos de los
órganos internos y los vasos sanguíneos. Pero es una situación que cambiará dentro de poco.
La madre sigue aún sin notar los movimientos y pataditas del bebé que crece dentro de ella,
pero ya se mueve bastante, abre los brazos, los agita. Como es muy chiquitín (desde la cabeza a
los talones su altura llega a los 10 centímetros y solo pesa unos 45 gramos) tiene mucho espacio
para moverse en libertad dentro del útero materno.
SEMANA 15
Desarrollo del feto en la semana 15: Los movimientos del bebé se notan
El tamaño del bebé es comparable a una naranja en la semana 15 de embarazo. Los movimientos del
feto son muy evidentes: la criatura mueve ya con facilidad las articulaciones de los codos y las muñecas,
abre y cierra los puños de sus manitas.
En cualquier ecografía de la semana 15 se observa la gran vitalidad de los bebés que tienen edad
gestacional: sus estructuras básicas están ya formadas y aún campan a sus anchas dentro del útero
materno.
Si no se trata del primer embarazo de la madre puede que note los movimientos fetales, como
un ligero aleteo, pero si no nota nada aún no debe preocuparse. Las mujeres que son primerizas
aún tardarán unas semanas. Tiene todo un catálogo de "gestitos": abre y cierra la boca, puede
bostezar y hace movimientos de succión, y se empiezan a desarrollar las papilas gustativas. En
diferentes estudios realizados, se sospecha que el sabor del líquido amniótico se modifica en
función de la dieta materna.
A partir de esta semana es cuando se puede hacer la amniocentesis, es decir, la extracción, con la
ayuda de un ecógrafo, de una pequeña cantidad de líquido amniótico pinchando en el abdomen de la
madre, que sirve para detectar problemas cromosómicos, como el síndrome de Down. Antes no es
posible realizarla porque la cantidad de líquido amniótico que hay hasta entonces es pequeña y existe un
gran riesgo para el embarazo. No es una prueba dolorosa.
La mayoría de las mujeres se refiere a ella como molesta, pero nada más. Después, la futura madre
tendrá que estar un par de días de reposo relativo e intentar no coger peso ni realizar importantes
esfuerzos. Los 10 o 15 cm3 de líquido que se extrae se reponen en las siguientes horas.
Qué siente la madre en la semana 15 de embarazo
No saber dónde se dejó el teléfono móvil o incluso salir a la calle con las zapatillas de casa, son
"despistes" con una explicación: al parecer los cambios hormonales que se producen en el embarazo
reducen algo el tamaño de las neuronas y modifican la interconexión que existe entre ellas y los
neurotransmisores. Pero también es posible otra explicación: los pensamientos de la madre se
encuentran centrados al cien por ciento en el bebé que crece dentro del útero.
SEMANA 16
Si hasta ahora lo importante era que los órganos se formaran correctamente, a partir de la semana 16 de
embarazo el bebé tiene una misión importantísima: crecer y crecer. Ahora el niño mide alrededor de 11
centímetros desde la coronilla hasta el coxis y pesa entre 80 y 100 gramos. Y no para de moverse dentro
del aún espacioso útero materno.
El feto es ahora mucho más activo: mueve sin trabas piernas y brazos, lo que quiere decir que
su sistema muscular está más evolucionado. De todas formas, siguen siendo movimientos
involuntarios, aunque el sistema nervioso empieza a funcionar y el cerebro controla algunos
movimientos.
Prueba de ello es que empieza a tener el reflejo de prensión. Si su manita se topa con el
cordón umbilical quizás lo agarre y lo apriete. Pero eso no tiene porque preocupar a la madre: no
tiene fuerza suficiente como para comprometer el sistema circulatorio del cordón.
Además, las dos arterias y la vena que forman el cordón umbilical están rodeadas por una
gelatina, gelatina de Wharton, que impide que este se doble y se obstruya la circulación
sanguínea (como ocurriría con una manguera de agua), que por cierto es "al revés" que la del
resto del sistema circulatorio: las arterias llevan la sangre con toxinas, mientras que por la vena
discurre la sangre oxigenada y llena de nutrientes.
Su cabeza ya está bastante erguida. Aunque los párpados siguen cerrados el globo ocular se
mueve y en la ecografía es posible distinguir el cristalino. Su piel sigue siendo muy fina y
empiezan a formarse el sentido del tacto. Este es el más madrugador, aparte de ser el más
extenso, dado que abarca todo su cuerpo.
SEMANA17
En las próximas tres semanas el feto va a crecer tanto que duplicará su peso y altura. En torno a
la semana 17 de embarazo el cerebro desarrolla las vías neuronales que capacitarán al bebé para
empezar a sentir las demás partes de su cuerpo, lo que se conoce como propiocepción.
El bebé empieza a desarrollar el sentido del oído. Eso no quiere decir que sea capaz de oír tal y
como lo entiende un adulto. Pero sí que empieza a percibir algunos de los ruidos o mejor detecta
algunas de las ondas sonoras que provocan los latidos del corazón materno, la circulación
sanguínea de la madre, el rumor de su estómago y, por supuesto, su voz.
Físicamente el bebé se va poniendo guapo: ya tiene algo de pelillo en la cabeza, así como cejas
y pestañas. En los dedos de manos y pies tiene uñas. De todas formas está muy flacucho
porque todavía no ha generado grasa subcutánea. Además no para de moverse.
A partir de esta semana, la placenta empieza a producir el lactógeno humano placentario, que estimula el
desarrollo de los alvéolos del pecho, donde se fabrica la leche materna. A partir de entonces las mamas
empiezan a producir calostro, un líquido amarillento que puede salir ocasionalmente por los pezones en
los últimos meses del embarazo.
En la semana 18 de embarazo podemos decir que el bebé cada día está más guapo: los ojos y las
orejas se encuentran en el lugar correcto. En los pulmones se están formando los alvéolos, unos
pequeños sacos que se encuentran al final de los bronquios y que cuando nazca se llenarán de
aire. Aunque de momento no los utilice es importante, que se empiecen a formar en este segundo
trimestre de gestación, ya que en el supuesto de que el bebé naciera de forma prematura -antes de
la semana 36 - tendría posibilidades de sobrevivir. Si no los tuviera, la vida extrauterina sería
imposible.
Tanto en los niños como en las niñas se empiezan a desarrollar unos pezones rosáceos
sobre las glándulas mamarias. Ahora ya sí que se distinguen perfectamente los genitales
externos de niños y niñas. Éstas ya cuentan en sus ovarios con todos los óvulos que
tendrán al nacer, además de otros órganos como vagina, útero y trompas de Falopio.
Algunas mujeres notan un aumento del deseo sexual. Dos factores influyen en este hecho: por un
lado el aumento de los estrógenos y por otra, una mayor vascularización de los genitales externos.
Otras en cambio, perciben que su libido se encuentra muy baja. Ambas situaciones son
completamente normales.
SEMANA 18
En la semana 18 de embarazo podemos decir que el bebé cada día está más guapo: los ojos y las orejas
se encuentran en el lugar correcto. En los pulmones se están formando los alvéolos, unos pequeños
sacos que se encuentran al final de los bronquios y que cuando nazca se llenarán de aire. Aunque de
momento no los utilice es importante, que se empiecen a formar en este segundo trimestre de gestación,
ya que en el supuesto de que el bebé naciera de forma prematura -antes de la semana 36 - tendría
posibilidades de sobrevivir. Si no los tuviera, la vida extrauterina sería imposible.
Tanto en los niños como en las niñas se empiezan a desarrollar unos pezones rosáceos sobre
las glándulas mamarias. Ahora ya sí que se distinguen perfectamente los genitales externos de
niños y niñas. Éstas ya cuentan en sus ovarios con todos los óvulos que tendrán al nacer,
además de otros órganos como vagina, útero y trompas de Falopio.
El feto ahora ya traga grandes cantidades de líquido amniótico que elimina a través de la orina.
De hecho, a partir de ahora el líquido amniótico está producido en un 90 por ciento por su riñón.
Pero además empieza a acumular algunos deshechos en sus intestinos (restos epiteliales,
células muertas…). Así es cómo se forma el meconio, una sustancia verde oscura y muy
pegajosa, las primeras heces que expulsará el bebé a las pocas horas de nacer.
Ecografía 4D de un feto de 18 semanas
Algunas mujeres notan un aumento del deseo sexual. Dos factores influyen en este hecho: por un lado el
aumento de los estrógenos y por otra, una mayor vascularización de los genitales externos. Otras en
cambio, perciben que su libido se encuentra muy baja. Ambas situaciones son completamente normales.
Tan importante es ingerir alimentos sanos, como evitar aquellos que pueden resultar dañinos en el
embarazo, como las carnes, huevos o pescados crudos o poco hechos. Estos productos siempre
conviene comerlos cocinados en el embarazo. Las formas más sanas de cocinado son al vapor, al horno,
a la plancha y a la parrilla, y en papillotes. Los fritos y rebozados se pueden tomar, pero sin abusar (un
par de veces a la semana), ya que resultan excesivamente calóricos, y usando siempre aceite de oliva.
El dolor de cabeza en el embarazo puede resultar especialmente molesto, ya que los medicamentos
compatibles con la gestación son muy pocos. Para aliviarlo puedes recurrir a aplicar compresas de agua
fría o caliente (la mujer debe probar con las dos y comprobar cuál le viene mejor), caminar por un lugar
sin contaminación, hacer yoga o ejercicios de relajación y darse un masaje ligero con aceite de menta en
la frente y sienes.
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Semana 19
Desarrollo del feto en la semana 19: Maduran las células nerviosas sensoriales
La piel del bebé se empieza a engrosar en la semana 19 de embarazo. Esto significa que acumula grasa
sobre la dermis, y que a medida que aumente, dará al bebé el aspecto rollizo al nacer. Su pequeño
corazón late con fuerza, de tal forma que ya es posible escucharlo a través de un estetoscopio fetal, que
es una especie de "trompetilla" que se coloca sobre el vientre materno. Transporta ya más de 20 litros de
sangre.
Ecografía 4D de un feto de 19 semanas
A esta edad gestacional también se ha desarrollado la cóclea del bebé. Se trata de una cavidad en forma
de cono del oído interno donde se aloja el órgano de Corti, responsable de transmitir el sonido por el
cerebro. Por eso escucha perfectamente la voz de la madre, de tal forma que cuando nazca diferenciará
su voz frente a otras. El resto de los sonidos exteriores es muy difícil que le llegue -a no ser que sea muy
elevado- ya que el líquido amniótico los amortigua. Hacia la semana 19 de embarazo se produce un
hecho crucial en su cerebro: las células nerviosas que permiten cada uno de los sentidos se desarrollan
en sus áreas particulares dentro del cerebro. Sus piernas y brazos ya tienen el tamaño apropiado en
relación con el resto de su cuerpo. El cartílago de sus huesos va endureciéndose.
Es muy posible que la futura madre ya haya notado las primeras pataditas de su bebé en el
vientre. Es un momento muy emocionante y que probablemente nunca olvidará.
Se perciben como un pequeño aleteo, sobre todo cuando la madre se encuentra descansando o
relajada.
Aún quedan algunas semanas para que esos movimientos puedan ser percibidos por el papá de
la criatura, al colocar su mano sobre el vientre materno, pero todo llegará…
El yogur se obtiene al fermentar las bacterias ácido lácticas: lactobacillus bulgaricus y Streptococcus
termophilus. Estas bacterias reciben el nombre de prebióticos. Una de sus propiedades es que fortalece el
sistema inmunológico y previene las infecciones vaginales y urinarias, tan frecuentes en el embarazo.
SEMANA 20
esarrollo del feto en la semana 20: Ya están formados los órganos vitales
¡Estás en la semana 20, ya están en la mitad del embarazo! Aquella diminuta célula hoy, 18 semanas
más tarde, ya mide unos 20 centímetros y pesa casi un cuarto de kilo. En las próximas 20 semanas, el
bebé dará "un estirón" espectacular: duplicará su longitud y multiplicará por diez su peso.
En esta semana, la embarazada tiene una cita ineludible con el médico: le harán una ecografía de alta
resolución o ecografía morfológica. Se trata de una exploración muy minuciosa de la morfología del feto
para descartar malformaciones. Este estudio tiene como objetivo el diagnóstico de anomalías
estructurales. El bebé ya es lo suficientemente grande como para poder observar sus órganos con
claridad.
Por ejemplo, se estudia que el corazón tenga las cuatro cavidades (dos aurículas y dos
ventrículos), que los riñones, el hígado, el estómago y otros órganos se están formando
correctamente.
Se cuentan las vértebras de la columna vertebral y los dedos de manos y pies (en ocasiones,
cuando falta alguno es síntoma de otros problemas más graves).
Se observa que no hay fisuras del paladar, que el bebé tiene cristalino en sus ojos (aunque
parezca mentira, es posible contemplar esta fina membrana que hace de lente), los huesos
largos de brazos y piernas.
Se calcula la circunferencia del abdomen y la circunferencia cefálica, y estos datos permite saber
si el crecimiento fetal es armónico.
Ecografía 4D de un feto de 20 semanas
También, con estas mediciones se puede concretar la fecha probable de parto y saber si
efectivamente el feto se encuentra en la vigésima semana de gestación (a menudo se producen
errores en la datación del embarazo porque la mujer no recuerda o no sabe bien la fecha de su
última regla).
La piel es de un color rojizo porque todavía no ha acumulado suficiente grasa debajo de ella,
aunque se empieza a engrosar y ya cuenta con sus respectivas capas.
Se empieza a formar el paladar y las papilas gustativas se encuentran en toda la boca y no solo
en la lengua, sino alrededor de ella, en el área de los labios e incluso en las mejillas. Cuando
nazca, éstas le servirán para descubrir el mundo que le rodea: al "llevarse todo a la boca" y
chupar todo lo que caiga en sus manos descubre si ese objeto es suave, áspero, rugoso, liso…
Meses después de su nacimiento, esas papilas que han crecido en las mejillas desaparecerán
para siempre.
El bebé ahora chupa el pulgar, juega con el cordón umbilical y se entrena con sus puños como
un boxeador. Estos movimientos tienen un objetivo: ejercitar la musculatura en desarrollo e ir
entrenándose para que una vez que haya nacido sea capaz de llegar al pecho de su mamá y
tomar su primer alimento.
Sus párpados aún permanecen cerrados, pero aparecen las cejas y las pestañas. El iris, es
decir, la parte coloreada todavía carece de pigmento.
Nunca tendrá tantas neuronas como ahora: cada minuto produce 100.000 neuronas nuevas,
aunque de momento están vacías: tienen que llenarse de contenido e irse conectando entre sí,
proceso imprescindible para empezar a formar sus primeros pensamientos.
Las hormonas hacen que los ligamentos y tejidos se vuelvan más flexibles, imprescindible para el parto,
pero también causan la inflamación de las encías. La gingivitis gravídica es un problema frecuente, que
hay que vigilar. Entre otros problemas, puede provocar caries: al lavarse los dientes, la mujer siente cierta
molestias con lo que descuida un poco esa higiene causando un aumento de sarro y la formación de
bacterias. Para evitarlo, hay que acudir al dentista. Lo ideal es que la mujer embarazada acuda a la
consulta una vez cada tres meses. El odontólogo observará si es precisa una limpieza de dientes para
retirar la placa acumulada y aliviar a las encías de esa presión.
Algunas mujeres piensan erróneamente que en el segundo y tercer trimestre del embarazo, pueden tomar
pequeñas cantidades de alcohol ya que el bebé está casi formado. Sin embargo, ninguna investigación ha
conseguido determinar las cantidades de alcohol a partir de las cuales el bebé empieza a sufrir daños y
por eso todos los médicos aconsejan prescindir de él en todo el embarazo y están de acuerdo que la
única dosis segura es la dosis cero.
SEMANA 21
Desarrollo del feto en la semana 21: Los órganos internos, casi terminados
El bebé está hecho todo un gimnasta en la semana 21 de embarazo: da volteretas, estira brazos, usa las
piernas para darse impulso, pedalea…, sobre todo cuando la madre está descansando. Todos estos
movimientos le ayudan a la formación y desarrollo de su sistema muscular.
Bebé de 21 semanas tapándose con los brazos
Además al hacerlo en un medio líquido le resulta mucho más fácil porque todos somos más ágiles en el
agua. Pero al mismo tiempo duerme mucho con 21 semanas de embarazo: unas 18 horas diarias.
El estómago del feto posee ácido clorhídrico y otras enzimas digestivas, aunque en escasa
cantidad. Ahora, en la semana 21 de embarazo, traga una buena cantidad de líquido amniótico
y absorbe pequeñas cantidades de azúcar que contiene. ¿Has notado unos latidos
acompasados y rítmicos en tu tripa? No, no es el corazón de tu bebé, aunque lo parezca. Esos
cadenciosos movimientos se deben a que tu pequeño tiene hipo. Es una forma más
de fortalecer su sistema respiratorio y preparase para la respiración.
De todas formas y a pesar de que sus órganos internos están ya en una fase de desarrollo
muy avanzada, el bebé no está aún preparado para vivir fuera del útero materno de forma
independiente.
La médula ósea empieza a producir glóbulos rojos. Hasta ahora esta función la cumplía el
hígado y el bazo. De todas formas, el primero deja de producir glóbulos rojos unas semanas
antes del parto y el bazo, en la semana 30 de embarazo.
La tripa ha crecido y todo el mundo se da cuenta de que esperas un bebé. Pero aún no es demasiado
voluminosa, así que puedes seguir haciendo una vida normal aunque sin excesos. Los niveles
hormonales también se han estabilizado y notas cómo se mueve tu bebé y para ti esas "pataditas" en la
barriga son una bendición… En fin, te encuentras en el mejor momento del embarazo. Quizás notes
algunas pequeñas molestias, como calambres o ardor de estómago, pero por el momento son pasajeros.
Con 21 semanas de embarazo todos los músculos se relajan, incluidos los que se encuentran en el tracto
intestinal. Como consecuencia, el estreñimiento en la gestante es muy frecuente. Para evitarlo lo mejor es
incrementar la ingesta de alimentos ricos en fibra, como las frutas, las verduras (mejor crudas, pero bien
desinfectadas para evitar el riesgo de toxoplasmosis si aún no lo has pasado), los cereales y pastas
integrales… Pero al mismo tiempo hay que beber más líquidos: la razón es que si solo se toma más fibra,
el efecto puede ser el contrario y aumentaría la dificultad para ir al baño.
SEMANA22
Las funciones cerebrales del bebé le permiten sentir dentro del útero
Día a día el feto se va poniendo más hermoso. Su cara se va acercando poco a poco a la de un
bebé a término: Ya cuenta con cejas y pestañas, aunque sus párpados aún permanecen
cerrados.
Empiezan a funcionar los receptores del tacto del bebé, que están extendidos por todo su
cuerpo porque ya tiene listas las conexiones con la corteza cerebral. Por eso cuando el feto toca
el cordón umbilical tiende a alejarse de él.
El sistema límbico de cerebro, compuesto por un conjunto de estructuras relacionadas con las
respuestas emocionales, la memoria y el aprendizaje, se encuentra en pleno desarrollo. Algunas
teorías afirman que el bebé después de nacer es capaz de recordar algunas emociones vividas
en el útero materno y que el feto es muy sensible a los estados de ánimo de la madre. No hay
nada demostrado científicamente, pero todos los expertos están de acuerdo en que es
fundamental que la madre se encuentre en el mejor estado posible.
Tras la ecografía morfológica de la semana 20 de embarazo, esta prueba no se suele repetir hasta el
tercer trimestre, pero hay excepciones. Por ejemplo, si en la ecografía el médico observó algunas
anomalías, se repite a cada poco. Así si te indicó que en el cerebro de tu bebé se aprecian quistes de
plexo coroidal, no te alarmes. Se encuentran en el dos por ciento de los fetos entre las semanas 16 y la
24 de gestación. Pueden ser bilaterales y el número y tamaño es variable. Disminuyen rápidamente de
tamaño y se resuelven espontáneamente en la semana 28 de embarazo. Lo normal y más generalizado
es que no tengan ninguna consecuencia, pero pueden asociarse con algunas cromosomopatías. Por eso
es importante un control ecográfico, para descartar otras anomalías asociadas.
En este segundo trimestre de embarazo te encuentras llena de energía, y con muy buen apetito. Ahora
debes vigilar que no ganar más peso del debido. No hace falta seguir una dieta, pero sí tener en cuenta
algunos consejos dietéticos como elegir de guarnición ensalada en lugar de patatas fritas, tomar frutas
frescas de postre en lugar de pasteles o tarta y optar por los lácteos desnatados.
La retención de líquidos, denominada también edema, ocurre cuando por algún motivo nuestro cuerpo es
incapaz de eliminar el líquido necesario para mantener el equilibrio natural del organismo. Durante el
embarazo, es muy frecuente por varios factores: el aumento del volumen sanguíneo; la compresión del
útero sobre las venas de las pelvis y sobre la vena cava inferior, el aumento de la hormona
progesterona, que relaja las paredes musculares de los vasos sanguíneos. Esto provoca que la sangre
se acumule en los mismos.
SEMANA 23
El bebé pesa casi medio kilo y mide unos 25 centímetros de longitud en la semana 23 de embarazo.
Cuando nazca, es necesario que sepa succionar para poder mamar y alimentarse. Por eso, antes de
abandonar el útero materno, necesita practicar… ¡con su dedo pulgar, por ejemplo!
En ecografías de la semana 23 se ha visto a los fetos con su dedito en la boca. Esto quiere decir
que con 23 semanas de embarazo, el desarrollo cerebral del bebé es el adecuado ya que para
realizar estos movimientos. Para ello es necesario que se hayan creado ya algunas conexiones
neuronales.
El bebé genera unos 12 ml. de orina a la hora; la cantidad aumenta progresivamente hasta alcanzar los
30 ml. a la hora al final del embarazo. Esa orina procede el líquido amniótico que traga y que su sistema
digestivo digiere. Así que, cuando nazca tu bebé, no te extrañe por tanto que sea capaz de "gastar" tantos
pañales
Riesgo de preeclampsia
En el embarazo hay que controlar muy bien la tensión arterial, sobre todo a partir de esta
semana de gestación. La hipertensión, es decir, tener valores por encima 14 en la sistólica (la
alta) y de 9 en la diastólica (la baja), es el principal síntoma de preeclampsia, una enfermedad
del embarazo que si no se controla puede ser grave para la madre y el feto.
o Aumento de peso
o Mareos
o Dolores intestinales
o Vista borrosa
Ahora el consumo de proteínas tiene que ser un poco superior al habitualmente, ya que el bebé y la
placenta están creciendo y estas les proporcionan los "ladrillos" para crear nuevos tejidos. Aumenta
el consumo de pescado y de lácteos en esta semana de la gestación.
Es normal que al cambiar de posición muy rápido o al sentarte sientas "que se te va la cabeza" con tus 23
semanas de embarazo a cuestas. Estos pequeños mareos son habituales debido en parte al aumento del
volumen sanguíneo que se produce ahora. Para evitarlos, al levantarte o acostarte hazlo lentamente.
SEMANA 24
Desarrollo del feto en la semana 24: El bebé puede oír a partir de ahora
Si aumentan los requerimientos de insulina de la madre en un cien por ciento y el páncreas materno solo
produce un 50 por ciento, se pone de manifiesto la diabetes gestacional, es decir glucemias elevadas en
la madre que antes no tenía. Por eso, coincidiendo con los análisis del segundo trimestre, te harán esta
prueba: tomarán una muestra de sangre y a continuación, te darán a beber un líquido muy dulce que
contiene 50 gramos de glucosa; y una hora después, te volverán a realizar una extracción sanguínea para
medir la glucosa en sangre. Se considera positivo el test cuando se encuentra en valores mayores o
iguales a 140 mg/dl. ".
Si la prueba resulta positiva, deberás acudir otro día para hacerte otra, llamada test de sobrecarga de
glucosa (o curva larga). En esta ocasión, le darán a beber un líquido con 100 gramos de glucosa y se
estudia cómo lo ha asimilado su organismo, con extracciones de sangre a los 60, 120 y 180 minutos. Esta
prueba puede resultar bastante pesada porque durante ese tiempo deberás permanecer en el centro
donde te va a realizar el análisis, sin caminar, ni comer. Si los niveles de azúcar superan los niveles
normales en cada tramo horario, entonces se diagnostica diabetes gestacional. A la futura madre se le da
una serie de recomendaciones dietéticas para tratar de evitar los picos de glucemia, es decir, subidas y
bajadas bruscas de glucosa en la sangre. Solo si éstas no funcionan se prescribe insulina inyectada.
Las famosas contracciones no solo aparecen en el parto, sino que el útero practica a lo largo de todo el
embarazo con las llamadas contracciones de Braxton-Hicks. Son pequeñas contracciones del útero de
baja intensidad que se suelen sentir ahora, o antes si la mujer tiene más hijos. No son dolorosas, aunque
algunas mujeres pueden notar molestias, y lo que la mujer percibe es un endurecimiento del útero, que
suele durar unos 30 segundos, y desaparecen cuando cambia de postura.
El calcio es el principal componente de los tejidos óseos y dentales, además de ser un elemento
activador de múltiples operaciones bioquímicas que permiten el buen funcionamiento del sistema
nervioso, la coagulación de la sangre, la contracción muscular y los movimientos del corazón. Durante el
embarazo, las necesidades de calcio se ven incrementadas porque el esqueleto del feto ha de
mineralizarse, aunque la naturaleza ayuda: a lo largo de la gestación y de la lactancia el organismo de la
mujer es mucho más eficiente a la hora de aprovechar el calcio y lo metaboliza mejor.
SEMANA 25
La semana 25 de embarazo es la última semana del segundo trimestre de gestación. El bebé mide
alrededor de 20 centímetros y pesa unos 600 gramos. Además de ser un periodo de rápido desarrollo, el
feto no para de moverse dentro del útero materno.
Tu bebé tiene mucha “marcha”: realiza entre 20 y 60 movimientos cada media hora a partir de
la semana 25 de embarazo. De día… y también de noche. En ocasiones estos movimientos se deben a
estímulos externos. Por ejemplo, se ha comprobado que los bebés se mueven más cuando su madre
toma algo dulce. Sin embargo, su actividad es mucho mayor de la que tú aprecias: tu hijo se dobla, estira,
da patadas, salta…
Nunca tendrá tantas neuronas como ahora: cada minuto produce 100.000 neuronas nuevas. Pero
además se encuentran en el lugar que les corresponde, es decir en cada parte del cerebro que les toca y
se empiezan a conectarse entre sí.
Este acontecimiento es básico, ya que la excepcional potencial del cerebro humano no tiene su origen en
la masa cerebral sino en la capacidad de conexión. Así, cada neurona se conectará con otras miles. Y
así se establecen los circuitos neuronales indispensables para conducir los mensajes que quiere lanzar el
cerebro.
Al final de este trimestre, los párpados se comienzan a separar, y los ojos se abrirán de vez en cuando
por períodos cortos.
Olfato
Aunque no lo creas tu bebé capta olores en el líquido amniótico gracias a un órgano “vomeronasal”, que
desaparecerá tras el nacimiento. Por su naricilla, a pesar estar formada y tener sus correspondientes
aletas nasales, no puede ya que dentro de tu útero no existe el aire. A partir del quinto mes de
embarazo puede oler y crea ya asociaciones en su memoria. Por eso los recién nacidos reconocen por el
olfato a su madre.
¿Has notado que tu pelo luce como nunca? Más abundante, fuerte, con brillo… Hay que agradecérselo a
las hormonas… las mismas que provocan otras incomodidades como el ardor de estómago o las varices.
También es posible que notes que no necesitas depilarte tan a menudo como de costumbre y
que disminuye el vello corporal. Aunque a algunas mujeres les ocurre lo contrario y notan que
les crece vello en zonas en las que nunca habían tenido. No hay que preocuparse, es algo pasajero;
tras el parto todo volverá a la normalidad.
La vitamina B12, presente en todas las carnes y en la leche, se complementa con la vitamina B9 (ácido
fólico) y es imprescindible para su buen funcionamiento. Interviene en la formación de glóbulos rojos
sanguíneos, en la secreción de anticuerpos, y en la integridad del sistema nervioso. Cuando no se
consume lo suficiente, puedes sufrir anemia megaloblástica, afecciones en la piel y mucosas y
trastornos de tipo neurológico.
Las madres vegetarianas deben tomar suplementos, dado que esta vitamina no se encuentra nunca en
los vegetales. La dosis necesaria de ingesta total (contando los alimentos) de ácido fólico en el embarazo
es de 4 mg, pero debe ser el médico quien determine los suplementos que hay que tomar, pues va a
depender de la alimentación materna.
SEMANA 26
En la semana 26 de embarazo empieza el tercer trimestre y con él la fase de crecimiento del bebé. A
partir de ahora el bebé se dedicará sobre todo a engordar. De hecho, su peso desde este momento hasta
su nacimiento se triplicará, gracias a la grasa que irá acumulando debajo de su piel y que cuando asome
al mundo exterior le ayudará a soportar el frío exterior. Ten en cuenta que el bebé se encuentra dentro del
útero a 36ºC.
A partir de la semana 26 de embarazo, el bebé puede abrir sus ojos a ratitos, y hasta ahora
sellados por los párpados. Ya se han formado las últimas capas de la retina y las pestañas han
alcanzado su longitud definitiva. El hecho de practicar el abrir y cerrar los párpados le ayuda a
perfeccionar el reflejo de parpadeo.
Cuando nazca, este reflejo (que no desaparece con la edad adulta y que todos tenemos)
protegerá sus ojos de los objetos que se aproximen, e impedirá que una luz perjudicial pueda
dañar sus delicadas córneas y mantendrá sus ojos húmedos. Solo que en los recién nacidos ese
reflejo está más acentuado y bastará una suave corriente de aire o una luz un foco fuerte para
que cierre sus ojitos.
Si te preguntas si tu bebé es capaz de ver ahora, ten en cuenta que su mundo ahora es oscuro y
líquido. Como mucho, si te acercas un foco de luz a la tripa podrá vislumbrar un tono rojizo, pero
nada más.
Ecografía 2D genitales de un niño
En los chicos se produce un importante acontecimiento. Hasta esta semana, los testículos de los niños
-así como los ovarios de las niñas- se encuentran alojados en la cavidad abdominal, pero ahora
descienden por el retroperitoneo y a través de los trayectos inguinales hasta situarse dentro de las bolsas
escrotales.
Este proceso es muy importante ya que la temperatura del escroto es inferior en 2 grados centígrados a la
del resto del organismo (34-35ºC). Una temperatura superior puede afectar en un futuro a la producción
espermática o incluso aumentar el riesgo de determinados tumores, ya que los testículos son muy
sensibles a los aumentos de temperatura.
El útero, la placenta el bebé… Tu e spalda carga con todo este peso extra que a menudo “protesta”
provocando fuertes dolores. Los más frecuentes son la lumbalgia, un dolor localizado en la parte inferior
de la espalda, y la ciática es un dolor que se irradia o extiende por toda la pierna. El origen se debe a que
la musculatura de la espalda se sobrecarga y se contractura. Es decir el músculo se contrae de forma
involuntaria causando dolor.
SEMANA27
En este proceso de maduración pulmonar interviene una proteína esencial: el surfactante, que provoca
que los alvéolos estén abiertos y puedan intercambiar oxigeno. La producción de surfactante empieza
hacia la semana 10 de embarazo, pero es un proceso muy lento y no alcanza unos buenos niveles hasta
la semana 34 o la semana 36 de embarazo. Por este motivo, los prematuros suelen necesitar ayuda para
respirar, dado que el surfactante es muy escaso.
Si los médicos prevén con antelación que el bebé nacerá antes de tiempo, en la semana 27 de embarazo,
se puede administrar un tratamiento a la madre a base de corticoides que pasa al feto y estimula la
secreción de surfactante. O incluso es posible inyectarlo directamente en sus pulmones, una vez que ha
nacido. Con estas medidas se trata de evitar que el bebé padezca síndrome de insuficiencia respiratoria o
enfermedad de la membrana hialina.
También a partir de ahora se produce un hecho crucial en su desarrollo cerebral: en la superficie lisa del
cerebro se empiezan a formar los pliegues y circunvalaciones características de la corteza
cerebral, incrementándose la cantidad de tejido. Esas hendiduras son el resultado de las conexiones que
se producen entre las células nerviosas y que permiten que pueda percibir imágenes, sonidos, olores,
sabores y sensaciones táctiles.
Ecografías en 3D y 4D
¿Has pensado en hacerte en una ecografía en 3D? Ahora es el momento más adecuado. Para que una
ecografía en 3D y 4D ofrezca unas buenas imágenes, se requiere que haya una cantidad de líquido
amniótico suficiente. Pero además, puesto que lo que buscas con este tipo de ecografías es sobre todo
ver al bebé, te gustará que tu hijo presente un buen aspecto.
Si la ecografía se hace muy pronto, tu pequeño no va a dar su mejor instantánea, ya que es a partir del
final del segundo trimestre cuando empieza a acumular grasa y a ofrecer ese aspecto de “bebote”. Más
tarde de la semana 31 de embarazo, tu hijo es tan grande que apenas tiene sitio para moverse y además
apenas hay líquido amniótico, lo que empeora la calidad de las imágenes.
Hay muchas pruebas que indican que la vitamina C es esencial para el buen funcionamiento del sistema
inmunitario: influye sobre la actividad de los leucocitos y macrófagos, los soldados de primera línea de
nuestro sistema inmunitario. Además, cuando nuestro cuerpo se encuentra luchando contra los agentes
infecciosos llega a perder hasta un 40 por ciento de esta vitamina. El problema es que nuestro organismo
es incapaz de producirla y sólo puede obtenerla a través de la dieta, y apenas la retiene durante tres
horas después de ingerirla; por eso, debe tomarse varias veces al día. Las mejores fuentes de la vitamina
C son las frutas y las verduras frescas ( cítricos, kiwi, pimiento, tomate, patata), pero si se someten al
calor o se exponen a la luz durante mucho tiempo, se oxida y se pierde. Por este motivo, hay que
tomarlas lo más frescas posible y el zumo prepararlo en el mismo momento de beberlo.
SEMANA 28
En la semana 28 de embarazo, el oído del bebé ya puede detectar sonidos, pero ten en cuenta que la
bolsa amniótica actúa como un amortiguador de las ondas sonoras. No obstante, la voz de la madre es el
sonido que percibe con mayor intensidad en la cavidad uterina. Hecho fácilmente explicable por la
proximidad de la fuente de emisión y la transmisión directa de las vibraciones a través de los tejidos
maternos.
Los movimientos fetales son un signo de bienestar fetal, aunque hay que tener en cuenta que la
intensidad y número de los movimientos es variable en cada feto. A título orientativo, en el tercer trimestre
del embarazo se suelen percibir un mínimo de 10 movimientos al día. Pero, más importante que contar
cuántas veces se mueve el bebé es percibir de pronto que disminuye los movimientos fetales; debes tener
en cuenta que siempre hay días que puede notar algo más o menos movimientos. Así, ante una
disminución evidente de la percepción de movimientos fetales hay que consultar con el obstetra.
La sangre no es igual en todos los seres humanos y está determinada por su genética. Todos tenemos un
grupo sanguíneo (A, B, 0) y algunas personas poseen el llamado antígeno D, es decir, son Rh+; y otras
no lo tienen, son los Rh-. En el embarazo, el problema surge si la madre es Rh- , por tanto, no tiene el
antígeno D pero el padre sí, y el feto hereda el Rh + paterno: entonces se produce la
llamada incompatibilidad materno-fetal. ¿En qué consiste?
Si el feto tiene el antígeno D (es Rh+) y la madre no, su organismo puede fabricar anticuerpos
contra esos hematíes del feto para destruirlos, ya que los considera extraños. Esto puede
ocasionar anemia en el bebé que está en desarrollo, que puede ser que puede ser leve,
moderada o muy grave
Para saber si la madre está sensibilizada frente al antígeno D, es decir si ha creado esos
anticuerpos que pueden atacar a los hematíes de su bebé, a todas las mujeres embarazadas se
les hace un análisis de sangre que se llama test de Coombs. Si el resultado es negativo, a las
madres con Rh- se les pone en esta semana una vacuna, la inmoglobulina Anti-D que impide
que la madre fabrique anticuerpos contra los hematíes Rh positivos del hijo que espera o de
futuros bebés.
En ocasiones las pataditas del bebé que tanto te emocionaron al comienzo, empiezan a ser un
poco molestas, sobre todo cuando su pierna o su brazo se topan con alguna costilla. Además la
barriga ya tiene un volumen importante y la piel de la embarazada se encuentra muy tirante. Por
eso es posible que notes algunos picores en ella. Aplícate una buena capa de crema hidratante.
SEMANA 29
Si se trata del primer embarazo, entre las semanas 29 y la 32 de gestación, el bebé se coloca boca
abajo, preparándose para nacer. Es el momento óptimo, ya que hay suficiente espacio en el útero y
líquido amniótico para que el bebé se mueva con soltura, porque en unas pocas semanas el feto
empezará a engordar y el útero se convierte en un espacio cada vez más reducido para hacer piruetas.
En esas semanas el bebé gana los dos tercios de su peso, lo que dificulta la voltereta espontánea.
El feto se da la vuelta al final del embarazo no por un capricho de la naturaleza, sino debido al cambio en
la forma del útero y para facilitar el parto. Al colocarse con la cabeza hacia abajo acomoda sus nalgas y
piernas flexionadas que son el polo más grande a la parte más ancha del útero, que es el fondo.
Respecto al parto, es preferible que la cabeza sea lo primero que salga, ya que el culete es más pequeño
y más blando y no ensancha lo suficiente el canal del parto, dejando poco espacio para la cabeza, que es
mucho más grande.
El cerebro se vuelve más irregular con acanaladuras y hendiduras, resultado de las conexiones que las
células nerviosas llevan a cabo. Esas conexiones le permiten realizar nuevas actividades cerebrales,
como dormir. Aunque no lo creas, hasta esa semana los científicos no han podido demostrar que el bebé
tuviese momentos de vigilia y de sueño. Pero a partir de ahora ya puede detectase pequeños
de periodos de sueño.
Este preciado líquido, el calostro, es la primera leche que tomará el bebé y su función será muy
importante. Proporcionará defensas al recién nacido, como si se tratara de una primera vacuna. No todas
las mujeres tienen fugas de calostro en el embarazo, pero no es raro. Si te ocurre, lo mejor es colocar
unos discos absorbentes entre el sujetador y el pezón.
SEMANA 30
En la semana 30 de embarazo, el bebé pesa ya alrededor de kilo y medio y mide unos 43 centímetros. A
partir de esta semana el lanugo, el fino vello que cubre su cuerpo, empieza a caerse muy lentamente. De
hecho algunos niños nacen con restos en la zona de los hombros y de la espalda, sobre todo si nacen
con unas semanas con antelación, vello que desaparecerá en pocas semanas.
Lo más probable es que el bebé ya se encuentre boca abajo. Los huesos del cráneo tienen una
característica: están separados entre sí por surcos de tejido conectivo, las suturas. Donde se encuentran
más de dos huesos, las suturas son más anchas y se denominan fontanelas.
Esa peculiar estructura no es ningún capricho de la naturaleza y tiene una función muy específica, tanto
en el momento del parto como en los primeros años de vida del niño. Las suturas y las fontanelas
permiten que los huesos del cráneo se superpongan entre sí durante el parto (proceso denominado
modelado) y que tras el nacimiento, los huesos vuelvan a su posición primitiva.
Pero además, las suturas abiertas permiten el desarrollo del cerebro que se produce en un 80 por ciento
el primer año de vida y el 20 por ciento restante hasta el cuarto año de vida.
Qué siente la madre en la semana 30 de embarazo
En ocasiones las pataditas del bebé que tanto te emocionaron al comienzo, empiezan a ser un poco
molestas, sobre todo cuando su pierna o su brazo se topan con alguna costilla. Además la barriga ya
tiene un volumen importante y la piel de la embarazada se encuentra muy tirante. Por eso es posible que
notes algunos picores en ella. Aplícate una buena capa de crema hidratante.
¡Pero, atención! En el caso de que ese picor se vuelve insoportable y no se restringe únicamente al área
de la tripa y se extiende a las palmas de las manos y de los pies, conviene acudir al médico para
comentárselo, ya que puede ser síntoma de una enfermedad del hígado en el embarazo
llamada colestasis, que tratada a tiempo, no tiene porque ser peligrosa.
Tus pies se han hinchado tanto que es posible que necesites zapatos con un número más. Para rebajar
esa hinchazón, intenta mantener las piernas en alto siempre que te sea posible, evita el uso de medias o
calcetines apretados y date duchas de agua fría en las piernas. Un masaje de piernas adaptado a la
embarazada es otro remedio estupendo para mitigar estas molestias.
SEMANA 31
Tu bebé ya pesa casi un kilo y medio y mide más de 40 centímetros en la semana 31 de embarazo. Al
ser cada vez más grande, el útero empieza a quedarse estrecho. Por eso los movimientos de tu pequeño
no son tan numerosos en esta semana de gestación.
Cómo notas las patadas
Si el bebé se ha encajado ya -es decir, se encuentra boca abajo con las piernas cruzadas-, notarás las
patadas con gran intensidad. Pero si sigue sentado sobre el útero, las percibirás con menos intensidad,
pero sí que sentirás una presión sobre las costillas, provocada por su cabeza. De todas formas aún le
queda mucho por engordar. Desde la semana 31 de embarazo hasta su nacimiento, doblará su peso.
El bebé traga grandes cantidades de líquido amniótico y expulsa… ¡medio litro de orina al día! Esos
tragos también generan otro tipo de deshecho: el meconio. Se trata de una sustancia oscura, muy
pegajosa formada por células epiteliales, restos de lanugo, secreciones del estómago y del hígado.
Lo normal es que expulse dicho meconio a las pocas horas de nacer; pero en ocasiones, si el bebé ha
sufrido una situación de estrés, lo deshecha mientras aún está en el útero materno, lo que puede
comprometer su salud. Por el momento, no te preocupes: el meconio se está acumulando en su pequeño
intestino.
Aunque desde el segundo trimestre el bebé ya era capaz de practicar la succión, ahora es un arte que
practica con gran facilidad. Si el bebé naciera en esta semana aún no podría mamar de tu pecho ya que
no coordina bien este reflejo con el de la deglución, imprescindible para que pueda alimentarse por sí
mismo. Pero le queda muy poco para adquirir esta destreza.
Qué siente la madre en la semana 31 de embarazo
El parto se va acercado y el organismo materno se prepara para él. Por eso, las contracciones de
Braxton Hicks son cada vez más frecuentes. Se caracterizan porque una zona de la tripa se pone dura y
suelen remitir al cambiar de postura y ser indoloras. Si la madre nota que son muy dolorosas y tiene otros
síntomas, como dolor parecido al de la menstruación, es mejor acudir al ginecólogo. Le examinarán y
harán una monitorización para saber si se encuentra de parto o no.
La vitamina D regula el metabolismo del calcio y además hay estudios que señalan que su carencia
puede provocar preeclampsia, una enfermedad muy grave del embarazo que reduce el paso de la sangre
hacia la placenta, por lo que el bebé no conseguiría el aporte necesario de oxígeno y nutrientes. A
diferencia de otras vitaminas, ésta no se obtiene a través de un alimento sino que se forma en el
organismo a partir del colesterol.
El proceso de transformación tiene lugar debajo de la piel donde, por acción de los rayos solares, el
colesterol se transforma en colecalciferol la forma activa de la vitamina D. Por eso conviene que sigas
estos consejos:
Exponerte a la luz solar unos 15 minutos diarios: lo ideal es que des un paseo.
Si por algún motivo no es posible (porque tengas que hacer reposo, por ejemplo) conviene que
consultes con tu médico sobre la necesidad de tomar suplementos.
Hay algunos alimentos que contienen vitamina D, como el huevo, el hígado de vaca, el queso
y los champiñones, pero en cantidades muy pequeñas.
SEMANA 32
Ahora el bebé engorda a razón de 200 a 300 gramos a la semana, por lo que su aspecto exterior cambia
considerablemente: cada vez es está más rellenito. En esta semana 32 de embarazo su peso es casi de
2 kilos.
Su cabeza está proporcionada con respecto al resto del cuerpo, aunque hay que tener en cuenta
que los niños tienen la cabeza más voluminosa que los adultos.
Lo normal es que el bebé ya se haya dado la vuelta. Si no es así, puedes probar algunos
métodos alternativos que facilitan que el bebé se coloque boca abajo (y de esta forma evitar el
parto de nalgas y, por lo tanto, una probable cesárea). Algunos ginecólogos realizan la versión
externa del feto, una antigua práctica obstétrica. Hace décadas que se dejó de practicar por los
peligros que acarreaba, pero hoy se realiza con unos medios técnicos (como la ecografía o el
monitor fetal) de los que se carecía antes, que minimiza mucho el riesgo. No se puede realizar
en todos los partos, solo en aquellos que no son de riesgo y reúnen unas características, como
que la placenta se encuentra ubicada en la zona alta del útero.
Otro sistema es la moxibustión, una técnica de la medicina china que consiste en aplicar una
especie de puros de artemisa con la punta caliente en el dedo meñique del pie. La revista
médica “Jama” publicó un estudio realizado por un médico italiano que demostraba la eficacia de
esta técnica.
Es probable que en esta semana te realicen el análisis de sangre y orina del último trimestre. En otros
parámetros se comprueba la correcta coagulación sanguínea, para saber la capacidad que tiene la sangre
materna, y en concreto las plaquetas, para cicatrizar una herida. Ten en cuenta que cuando se desprende
la placenta de la pared uterina se produce una herida que debe cerrarse pronto para que la madre no
pierda mucha sangre. También es necesario conocer este dato por si en el parto algo no va bien y es
necesario realizar una cesárea.
En los últimos meses de embarazo las necesidades de ácidos grasos omega 3 aumentan, debido al
importante crecimiento del bebé ahora. No se encuentran en demasiados alimentos. Uno de ellos es
el pescado azul pero no conviene abusar de ellos (especialmente de las especies de mayor tamaño) por
la contaminación de mercurio, que puede resultar peligroso para el bebé.
SEMANA 33
Desarrollo del feto en la semana 33: Sus cinco sentidos están listos
En la semana 33 de embarazo, el bebé mide alrededor de 42 centímetros y pesa unos 2 kilos, aunque
estas cifras son muy variables: hay niños que genéticamente son más pequeños o grandes pero que
están igualmente sanos.
Cómo es un bebé de 33 semanas
En el tercer trimestre de embarazo el cerebro del bebé se desarrolla de forma vertiginosa… Por eso,
durante estos últimos días su circunferencia craneal ha crecido más de un centímetro. De todas formas,
su cabecita ya no está tan desproporcionada como al comienzo de la gestación. Sigue siendo, en relación
con el resto del cuerpo, más grande, y así seguirá durante toda la infancia.
Los cinco sentidos del feto están listos, aunque su desarrollo no se ha completado. De momento, el bebé
no ve perfectamente, por ejemplo. En cambio es capaz de saborear el líquido amniótico que ahora traga
en grandes cantidades. También escucha tu corazón y tu voz y si alguien se acerca a tu tripa puede oír su
voz, aunque muy débil porque el líquido amniótico, como ocurre cuando se bucea, el sonido llega
atenuado.
En algunos estudios se ha comprobado que hace movimientos oculares rápidos, característicos de la fase
REM del sueño, y se especula sobre la posibilidad de que el feto sueñe en esta etapa del embarazo.
Su nivel de surfactante, la proteína esencial para el desarrollo del pulmón, aún es bajo en la semana 33
de embarazo; si por algún motivo el bebé tuviese que nacer ahora, se administraría a la madre un
tratamiento a la madre a base de corticoides que pasa al feto y estimula la secreción de surfactante.
Como la sínfisis no se mueve en condiciones normales, al hacerlo se pueden originar molestias o incluso
un importante dolor o pinchazos en la pelvis, más concretamente detrás del vello púbico. Este dolor
además se suele acompañar de inestabilidad en la articulación: a la mujer le resulta complicado llegar a
caminar, sobre todo si es rápido o cuesta arriba o si la embarazada lleva mucho tiempo sentada o
tumbada. Si notas que tienes este problema, lo primero que debes hacer es acudir a tu ginecólogo para
descartar algún otro problema. Una vez diagnosticado conviene acudir a un fisioterapeuta especializado
en obstetricia y suelo pélvico.
Un consejo para alimentarte mejor
En los últimos meses de gestación, tu dieta debe aportarte unas 2.750 calorías diarias. También ahora
deberías aumentar los aportes de calcio. Durante el tercer trimestre el bebé retiene unos 200-250 mg. al
día de calcio: es el periodo de máximo crecimiento y desarrollo óseo. Pero además de tomar alimentos
ricos en este mineral, como lácteos, brócoli o coliflor, debes facilitar su absorción con vitamina D, que tu
organismo fabricará a partir de los rayos del sol.
SEMANA 34
Desarrollo del feto en la semana 34: El sistema inmune del bebé toma cuerpo
Aunque en las últimas semanas tu bebé ha acumulado mucha grasa, todavía está un poco “delgado”.
Realmente en estas últimas semanas, su longitud no se modifica mucho, pero sí que gana mucho peso.
Tu bebé ahora a través de la placenta no solo recibe nutrientes, sino también defensas para hacer frente
a gérmenes y virus. En estas últimas semanas de embarazo, se empieza a desarrollar su sistema
inmunológico de forma que pueda hacer frente al nacer a pequeñas infecciones.
Sus neuronas estás formadas y se crean múltiples conexiones entre ellas constantemente. También
aumenta considerablemente la cantidad de tejido cerebral y este proceso no acaba con el parto: continúa
durante dos años más.
Cubierto de grasa.
El vello que cubría su cuerpo está desapareciendo pero su cuerpo sigue cubierto de una sustancia grasa
llamada vérnix caseosa, que se hace más densa, en parte para facilitar atravesar el estrecho canal del
parto.
Cara de bebé.
Su carita ahora ya está mucho más redondeada y lisa y se mueve mucho menos porque le queda poco
espacio, aunque sus movimientos tienen mucha fuerza y vigor.
Uñas en crecimiento.
Las uñas de sus manos han crecido hasta alcanzar la yema de los dedos. Algunos niños nacen con ellas
tan largas que es necesario cortarlas al nacer para evitar que se arañe.
La ecografía del tercer trimestre suele realizarse sobre la semana 34. El ginecólogo comprueba varias
cosas:
Se mide al bebé y las medidas se comparan con las de la ecografía anterior. Así se puede saber
si ha crecido correctamente. Se examina la placenta para observar si tiene calcificaciones que
podrían hacer sospechar que ha envejecido y no cumple su función.
Recuerda que ahora los requerimientos de yodo son especialmente elevados. Si en el tercer trimestre y
durante la lactancia materna hay un déficit de este mineral no se produce el correcto desarrollo
cerebral del bebé. No te olvides de la sal yodada, aunque tendrás que tener cuidado a la hora de salar
los alimentos y especialmente de tomar los suplementos que te recomendó tu médico
SEMANA 35
El bebé en estas últimas semanas de gestación se centra sobre todo en ganar peso,
acumulando grasa corporal para poder regular mejor la temperatura cuando nazca.
Si a la madre se le acerca una fuerte fuente luminosa a la tripa, las pupilas del feto se contraen
como respuesta a la luz.
Es difícil que a partir de ahora el bebé cambie de postura, sobre todo si se trata de una madre primeriza;
al pequeño le queda muy poco espacio para moverse, pero puede ocurrir que se el feto se dé la vuelta.
La mayoría de los bebés están colocados boca abajo; a partir de esta semana se produce lo que los
médicos conocen como encajamiento. Es decir, la cabeza se sitúa en la parte inferior de la pelvis, en la
zona más ancha del útero matero, el cuello del útero. Es un cambio que la madre y todos cuanto la
rodean pueden notarlo: la tripa está más baja y ella sentirá que respira con menos dificultad.
En esta semana es probable que te realicen una prueba llamada exudado o cultivo vaginal para
detectar la presencia del Estreptococo Agalactiae en la madre. Para ello y con la ayuda de un largo
bastoncillo de algodón, se toma una muestra vaginal. Si diera positivo, en el momento del parto se
le administraría penicilina, en dos dosis, con un intervalo de tiempo de cuatro horas entre ellas para
evitar que esa bacteria se la trasmita al bebé por el canal del parto y causarle una grave infección
neonatal. Esta profilaxis también conviene realizarla aunque el parto sea por cesárea programada.
Ahora tu dieta debe aportarte unas 2.750 calorías diarias. También deberías aumentar las cantidades
de calcio. Durante el tercer trimestre, el bebé retiene unos 200-250 mg. de calcio al día, ya que es
entonces cuando tiene lugar el máximo crecimiento y desarrollo óseo. Pero además de tomar alimentos
ricos en este mineral -como los productos lácteos, el brócoli o la coliflor-, debes facilitar su absorción
con vitamina D, presente en la yema de huevo.
SEMANA 36
Su rostro es liso y a medida que ha ido guardando grasa, la mayoría de las arrugas ha
desparecido en la semana 36 de embarazo.
Sus huesos se han endurecido, excepto los de la cabeza que son más blandos y flexibles para
poder atravesar el canal del parto.
El vérnix, la capa de grasa que cubre su cuerpo, es cada vez menos gruesa y se deja entrever
la piel sonrosada.
Muchas mujeres en esta fase del embarazo experimentan una dosis extra de energía que emplean en
limpiar la casa, ordenar cajones… Es el llamado síndrome del nido: la madre prepara el hogar para la
inminente llegada de su hijo. No es preocupante, pero conviene no agotarse y guardar energías para el
parto y el cuidado del recién nacido. Además, conviene tener preparada la maleta que vas a llevar a la
maternidad con tus objetos de aseo, ropa y las prendas de primera puesta para el bebé.
Los líquidos ayudarán al sistema excretor a eliminar lo productos de deshecho y el exceso de líquido. Hay
alimentos que son diuréticos naturales, como la alcachofa o la piña. En cambio, evita las sopas de sobre,
los alimentos en lata, bebidas con gas o salsas y comidas precocinadas, ya que contiene niveles muy
elevados de sodio.
Tu pecho está preparado para la lactancia materna y por eso ha crecido ahora de forma espectacular.
Muchas mujeres notan cierta tensión mamaria y notan que están muy sensibles, incluso es probable que
por el aumento de volumen y esta especial sensibilidad el pecho les incomode a la hora de dormir. Una
buena media es acostarse con un sujetador que no oprima nada (por supuesto, sin aros), fabricado
con tejidos naturales para evitar alergias.
SEMANA 37
Ahora, en la semana 37 de embarazo, tu bebé lleva cerca de nueve meses viviendo dentro de ti gracias
a un órgano creado exclusivamente en el embarazo, la placenta. El nivel de flujo sanguíneo materno
hacia el útero es de unos 500 a 700 ml. por minuto: un 80 por ciento de este flujo irriga la placenta y sale
por el cordón umbilical.
Gracias a esa sangre placentaria, suministras a tu bebé oxígeno, nutrientes y hormonas. En esta
semana, la placenta suele medir de 1,5 a 3 centímetros de grosor y de 15 a 20 cm. de diámetro y
pesa alrededor de 450 o 550 gramos, sin tener en cuenta el cordón umbilical. La vida de este
órgano, el único de la naturaleza con fecha de caducidad, empieza a extinguirse lentamente.
Si no se ha dado la vuelta y el bebé sigue de nalgas, ahora es posible realizar una técnica
llamada versión externa. Consiste el mover al bebé a través de la pared abdominal para conseguir que se
dé la vuelta. Quizás sea una de las prácticas obstétricas más antiguas, ya que se realiza desde tiempos
de Hipócrates, que vivió en el siglo V antes de Cristo. Durante algún tiempo dejó de practicarse por el
riesgo que puede acarrear, pero hoy se realiza con unos medios técnicos -como la ecografía o el monitor
fetal- de los que se carecía antes, que minimiza mucho el riesgo.
Hay que tener presente que no se hace en todos los casos en los que el bebé se encuentra de nalgas,
sino sólo en los que se reúnen ciertos requisitos:
Cuando la placenta se encuentra bien situada en el útero, es decir, en un lateral alejado del
cuello uterino.
Esta técnica, se realiza con todos los medios para que sea completamente segura: se cita a la mujer en el
hospital y se realiza en un quirófano, por si surge cualquier complicación, con la ayuda de un ecógrafo y
de un monitor fetal que controla los latidos del corazón del feto y el bienestar fetal.
Las hormonas, en especial la progesterona, provocan una ralentización del tránsito intestinal, favorecida
por la presión que ejerce el feto en todo el sistema digestivo. Por eso es frecuente que
padezcas estreñimiento. Para prevenirlo te conviene beber abundante agua, ya que de esta forma se
aumenta la masa fecal y se acelera su tránsito por el intestino. Un vaso en ayunas también suele
funcionar. Consume alimentos ricos en fibra a diario, como frutas y verduras crudas, y alimentos
integrales, arroz, pasta, pan y cereales.
SEMANA 38
Aunque se encuentra preparado para nacer en la semana 38 de gestación, no quiere decir que el
desarrollo del bebé se haya completado. El pequeño aún tiene tiempo para seguir gestándose hasta la
semana 42 de embarazo.
En esta semana quizás te hagan el último análisis de sangre que incluyen pruebas de coagulación. Ten
en cuenta que en el parto tras el desprendimiento de la placenta, en el útero se produce una gran herida,
que se va cerrando a medida que el útero se vuelve a contraer; pero, mientras tanto, es necesario que
la coagulación de la sangre materna sea buena, porque si no, se produciría una gran hemorragia.
Si, por el contrario, la tasa de coagulación es muy alta, existe riesgo de trombosis, que se puede
prevenir con una profilaxis a base de heparina. Además, si te ponen la anestesia epidural y tu coagulación
no es adecuada, se puede formar en la zona de la punción un hematoma que presione la médula espinal
y tener graves consecuencias.
El parto va a suponer un gran esfuerzo para tu organismo. Aunque las digestiones sean muy molestas -tu
enorme útero tiene “acorralado” al aparato digestivo-, no debes dejar de comer, aunque sea en pocas
cantidades.
Es muy probable que tengas pérdidas de sangre, por lo que debes incrementar el consumo
de alimentos ricos en hierro, como la carne, los cereales integrales, las legumbres y los
berberechos.
Como necesitarás mucha energía, tendrás que tener buenas reservas. Por lo tanto, no dejes de
tomar platos preparados con pastas integrales o arroz y desayuna con cereales.
SEMANA 39
Tu bebé cumple 39 semanas de gestación, muchas semanas formándose dentro de tu útero… Ya puede
nacer en cualquier momento, pero aún puede estar unos días más en tu interior completando su
desarrollo.
El gran milagro de la respiración
Cuando en las primeras semanas de vida de tu pequeño se formó el corazón, se creó una abertura entre
las aurículas derecha e izquierda llamada comunicación intraauricular oval o foramen oval. Recuerda que
hasta que tu hijo no nazca no obtiene el oxígeno a través del aire que respira y que no pasa por
sus pulmones, sino que lo consigue gracias a la placenta.
Y precisamente esta pequeña abertura permite que la sangre pase de una aurícula a otra saltándose el
paso de los pulmones, que ahora se encuentran lleno de líquido amniótico. Así es posible que al cerebro
le llegue sangre oxigenada. Cuando dentro unos pocos días tu pequeño nazca, se produce un pequeño
milagro: se cierra el foramen oval y la sangre pasa al ventrículo derecho, la aurícula derecha, y los
pulmones se oxigenan por primera vez: comienzan a funcionar como tales.
Y en esa posición se mantiene ya que no le queda sitio para poder estirar un brazo o una pierna. Pero,
por supuesto, se sigue moviendo y de hecho ante una disminución evidente de la percepción
de movimientos fetales hay que consultarlo con el ginecólogo.
Se desconoce qué circunstancias provoca que en un determinado momento el bebé decida nacer, pero si
se sabe que él interviene en el proceso. Aunque sea imperceptible es posible que el hipotálamo de tu hijo,
que forma parte de su sistema nervioso central, esté segregando algunas hormonas o unas señales al
cerebro de la madre, para que comience el proceso de parto. También cuando sus pulmones se
encuentran maduros segregan una proteína al líquido amniótico que altera la producción de las
hormonas: la placenta reduce lentamente la producción de progesterona y aumenta la oxitocina, que es
la que produce las contracciones del útero.
¿A pesar de la tripa has decidido limpiar la cocina, las cortinas de todas las ventanas o pintar la casa?
Ahora en el útero han aumentado los receptores sensibles la oxitocina, la hormona que va a provocar
las contracciones uterinas y la dilatación del cuello del útero, aunque tú, por supuesto, no notas nada.
A estas alturas del embarazo, el sistema digestivo de la futura madres se encuentra completamente
comprimido. Por eso, y por el efecto de las hormonas que van a favorecer que el organismo materno
permita una buena dilatación para que el bebé nazca, las digestiones se hacen muy lentas y pesadas.
Intenta comer pocas cantidades, aunque a menudo y evita los alimentos muy grasos. Al mismo
tiempo toma frutas, verduras, legumbres y cereales integrales para prevenir el estreñimiento, ya que
ahora se puede agravar.
SEMANA 40
Ahora el bebé pesa alrededor de 3 o 3,5 kilos y su longitud oscila entre los 49 y los 53 centímetros. Tiene
unas uñas muy largas. De hecho, a casi todos los niños es necesario cortárselas en los primeros días de
vida para que no se arañen.
Por ecografía se aprecia cómo en las últimas semanas de embarazo el interior del tubo digestivo
del bebé se rellena de meconio: una pasta verdosa, formada por pigmentos biliares, productos
de la secreción y descamación del tubo digestivo y restos deglutidos del líquido amniótico.
Esta acumulación es progresiva pero sólo se evidencia en las etapas finales del embarazo.
Normalmente, el bebé expulsa el meconio después de nacer, pero a veces defeca antes, dentro
del útero, con lo que el meconio pasaría a teñirse de color verdoso (ese es su color habitual
por los pigmentos biliares que contiene) el líquido amniótico. Esta circunstancia, en el 98 por
ciento de los casos no se asocia a ninguna patología, pero en el 2 por ciento se debe a un
problema de falta de oxigenación fetal (hipoxia).
Por este motivo, cuando se detecta líquido meconial (de color verde oscuro) se induce el
parto para evitar posibles problemas, a pesar de que la probabilidad de que exista un problema
es muy baja.
Aunque se mueve poco, lo sigue haciendo y de hecho si no le notas durante varias horas, intenta
estimularle tomando un zumo dulce (el azúcar le da energía) o tocándote la tripa. Si no percibes
ningún movimiento fetal en la semana 40 de embarazo, conviene que vayas a urgencias.
La vérnix caseosa habrá desaparecido, y sólo quedan unos restos de esta grasa en los pliegues
del bebé.
Te encuentras cansada, pesada y con muchas molestias, problemas de sueño, dolores en la zona del
pubis… Estás deseando que nazca el bebé. Algunas mujeres antes de que comience el trabajo de
parto puede presentar una pequeña cantidad de exudado vaginal rosáceo. Se debe a la expulsión
del tapón mucoso que cerraba el cuello del útero.
También se producen los llamados pródromos del parto, que pueden durar varios días: con pequeñas
contracciones la cérvix, que tiene forma de cuello de botella y es muy dura, se empieza a ablandar y, al
mismo tiempo, se acorta hasta llegar a desaparecer. Es lo que se llama borramiento del cuello uterino.
Muchas mujeres no son conscientes de este proceso, y sólo notan en esos días previos de vez en cuando
algunas pequeñas molestias, como pinchazos en la zona.
SEMANA 41
El ginecólogo puede confirmar el bienestar fetal mediante ecografía Doppler, que verifica el estado del
líquido amniótico, y también monitorizando a la madre. Esta última prueba recoge
las contracciones uterinas y el latido del bebé.
El cráneo del bebé en el parto
Los huesos del cráneo del bebé tienen una característica: están separados entre sí por surcos
de tejido conectivo, las suturas. Donde se encuentran más de dos huesos, las suturas son más
anchas y se denominan fontanelas.
Esa peculiar estructura tiene una función muy específica, tanto en el momento del parto como en
los primeros años de vida del niño: permiten que los huesos del cráneo se superpongan entre
sí mientras atraviesa el estrecho canal del parto (proceso denominado modelado).
Después del nacimiento los huesos vuelven a su posición primitiva. También favorecen
el desarrollo del cerebro que se produce en un 80 por ciento el primer año de vida y el 20 por
ciento restante hasta el cuarto año de vida.
Por otra parte, a tu pequeño pasar al nacer por ese angosto canal le beneficia, aunque no lo creas: las
paredes ayudan a comprimir el tórax y a expulsar el líquido amniótico que se encuentra en sus
pulmones. Se produce entonces la primera inspiración y el aire entra por primera vez en sus pulmones.
Esto genera un movimiento brusco que arranca el llano del bebé. Este a su vez provoca que el bebé
inspire más aire, rellenando sus pulmones y que el líquido que quedaba en sus alveolos o en los
bronquiolos se reabsorba.
Lo normal es que el bebé nazca ahora, pero si no lo hace el ginecólogo te hará una ecografía para
comprobar que su crecimiento no está estancado, que la cantidad de líquido amniótico es correcto y que
el estado de la placenta es el adecuado. En algunos casos, puede que recomienden una ecografía
Doppler para verificar que el flujo sanguíneo entre el feto y la placenta es el apropiado. También
someterán a la madre a una monitorización fetal para medir las contracciones uterinas y los latidos del
bebé.
Para ello, primero aplican un gel de prostaglandinas en el fondo de la vagina materna para ablandar el
cuello uterino y al tiempo administran oxitocina sintética por un gotero, la hormona que de forma natural
se encarga de provocar las contracciones uterinas.
Con las contracciones del útero empieza la primera parte del parto que es la dilatación. El cuello uterino
tiene que abrirse para que el bebé pueda nacer. Es probable que al comienzo, la madre solo note unas
molestias, que se van incrementando a medida que el cuello se dilata, y que rompa aguas, es decir, que
se rompa la bolsa amniótica
SEMANA 42
El ginecólogo puede confirmar el bienestar fetal mediante ecografía Doppler, que verifica el estado del
líquido amniótico, y también monitorizando a la madre. Esta última prueba recoge
las contracciones uterinas y el latido del bebé.
El cráneo del bebé en el parto
Los huesos del cráneo del bebé tienen una característica: están separados entre sí por surcos
de tejido conectivo, las suturas. Donde se encuentran más de dos huesos, las suturas son más
anchas y se denominan fontanelas.
Esa peculiar estructura tiene una función muy específica, tanto en el momento del parto como en
los primeros años de vida del niño: permiten que los huesos del cráneo se superpongan entre
sí mientras atraviesa el estrecho canal del parto (proceso denominado modelado).
Después del nacimiento los huesos vuelven a su posición primitiva. También favorecen
el desarrollo del cerebro que se produce en un 80 por ciento el primer año de vida y el 20 por
ciento restante hasta el cuarto año de vida.
Por otra parte, a tu pequeño pasar al nacer por ese angosto canal le beneficia, aunque no lo creas: las
paredes ayudan a comprimir el tórax y a expulsar el líquido amniótico que se encuentra en sus
pulmones. Se produce entonces la primera inspiración y el aire entra por primera vez en sus pulmones.
Esto genera un movimiento brusco que arranca el llano del bebé. Este a su vez provoca que el bebé
inspire más aire, rellenando sus pulmones y que el líquido que quedaba en sus alveolos o en los
bronquiolos se reabsorba.
Lo normal es que el bebé nazca ahora, pero si no lo hace el ginecólogo te hará una ecografía para
comprobar que su crecimiento no está estancado, que la cantidad de líquido amniótico es correcto y que
el estado de la placenta es el adecuado. En algunos casos, puede que recomienden una ecografía
Doppler para verificar que el flujo sanguíneo entre el feto y la placenta es el apropiado. También
someterán a la madre a una monitorización fetal para medir las contracciones uterinas y los latidos del
bebé.
Para ello, primero aplican un gel de prostaglandinas en el fondo de la vagina materna para ablandar el
cuello uterino y al tiempo administran oxitocina sintética por un gotero, la hormona que de forma natural
se encarga de provocar las contracciones uterinas.
Con las contracciones del útero empieza la primera parte del parto que es la dilatación. El cuello uterino
tiene que abrirse para que el bebé pueda nacer. Es probable que al comienzo, la madre solo note unas
molestias, que se van incrementando a medida que el cuello se dilata, y que rompa aguas, es decir, que
se rompa la bolsa amniótica