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República bolivariana de Venezuela

ministerio del poder popular para la educación universitaria


universidad nacional experimental simón Rodríguez
mariguitar -- municipio bolívar
carrera fisioterapia

Fuerza muscular

Profesora integrante
Fabiolys Lizardo Jose Antonio gutierrrez coronado
C.I: 29.687.705

Introducción
El diagnóstico de fisioterapia es uno de los aspectos más importantes de la
práctica diaria del fisioterapeuta. A la hora de realizar un diagnóstico de
fisioterapia, ha de establecerse una forma de valoración del paciente. La
valoración nos permite establecer los objetivos de fisioterapia según los problemas
de salud encontrados. Los objetivos han de ser perseguidos desde el
planteamiento de una hipótesis de tratamiento de fisioterapia.

La fuerza
Es la capacidad para realizar un trabajo físico o un movimiento, así como
también la potencia o esfuerzo para sostener un cuerpo o resistir un empuje.
Fuerza es toda causa agente capaz de modificar la cantidad de movimiento o
la forma de los cuerpos materiales. No debe confundirse con los conceptos de
esfuerzo o de energía. Una interacción entre dos objetos produce dos fuerzas
iguales y opuestas, aplicadas una en cada objeto.
Fuerza muscular
Es la capacidad que tiene un músculo de desarrollar tensión contra una carga
en un único esfuerzo durante la contracción. Gracias a la fuerza muscular, se
puede contrarrestar o superar una resistencia a través de la tensión de un músculo
o de un grupo de estos órganos.
La cualidad por la que el músculo es capaz de vencer o mantener una
resistencia se llama fuerza. Esta resistencia puede ser máxima, media o baja,
media o alta velocidad, y a la vez este esfuerzo puede ser mantenido durante muy
breve, medio o largo espacio de tiempo.
Debilidad muscular
La debilidad muscular es la falta de fuerza en los músculos, en la cual existen
varias causas para esta condición, y se clasifican como debilidad muscular
verdadera y debilidad muscular percibida.
La debilidad muscular verdadera es síntoma principal de una gran variedad de
enfermedades musculoesqueléticas, incluyendo la distrofia muscular y la miopatía
inflamatoria. Ocurre en enfermedades relacionadas con las uniones
neuromusculares como la miastenia grave. La debilidad muscular también puede
ser causada por los bajos niveles de potasio (hipocalemia) y otros electrolitos en
las células musculares.
Valoración de la fuerza muscular
Esta evaluación se le pide al paciente que haga el movimiento que hace el
musculo un ejemplo el bíceps hace flexión de codo, se le aplica una resistencia Se
puede evaluar con una escala de 0 a 5 siendo 5 normal, 4 bien, 3 regular, 2 mal, 1
escaso y 0 que no existe contracción muscular. En pacientes con lesiones
cerebrales carece de mucho significado y puede ser engañoso e impreciso en la
evaluación.
Es importante tener en cuenta que estos pacientes sufren falta de control
central sobre el movimiento y no debilidad muscular. Por lo tanto, las pruebas de
la resistencia muscular no agregan ningún dato útil a la planificación del
tratamiento. Así mismo la medición de la amplitud articular tiene poca importancia
en pacientes con espasticidad, por ejemplo, en la medición de la amplitud articular
no hay diferencia entre la limitación del movimiento causada por la hipertonía y la
causada por contractura de los tejidos blandos.
Escala cualitativa de valoración muscular
La escala cualitativa está conformada por dos formas de implementación o
ejecución, las cuales son
A) Piramidal o Espasticidad que se la resistencia que se opone a la elongación
rápida de un grupo muscular y cede al ceder el estiramiento. Agonistas o
antagonistas (no en los dos). Un caso típico es la hemiplejia. Efecto navajo al
movilizar un grupo muscular con espasticidad. Primero persistencia más alta,
que conforme va avanzando el movimiento va disminuyendo.

B) Extrapiramidal o Rigidez que se trata de la resistencia constante a la


elongación de un grupo muscular que podemos llegar a vencer. Agonistas y
antagonistas. Un ejemplo típico: la enfermedad de Parkinson Efecto tubo de
plomo, gran resistencia en todo el recorrido en los dos sentidos.
El que se haga lenta o rápida la movilización es para afinar un poco más. Una
movilización pasiva lenta nos permitiría distinguir un tono muscular normal
hipotónico e hipertónico en líneas generales. Si la hipertonía no es muy grande y
se hace una movilización pasiva lenta, es posible que se obtenga una respuesta a
ese estiramiento pasivo que será mínima y que no seremos capaces de diferenciar
del tono muscular normal con la movilización pasiva rápida.
En un músculo espástico, sí se nota la diferencia porque va a hacer una
respuesta brutal en cuanto empecemos a movilizar. Se debe al reflejo de
estiramiento (reflejo miotático).
La movilización rápida nos permitirá distinguir la hipertonía (sobre todo la leve)
del tono muscular normal y también nos va a permitir diferenciar la hipotonía de la
atonía porque en la hipotonía no existe oposición al movimiento pasivo, es una
oposición menor al tono muscular normal. Sin embargo, va a haber cierta
oposición en una movilización pasiva rápida.
En cambio, en un músculo atónico, como está cortada la inervación, no
responderá ni a la lenta ni a la rápida. Es decir, la movilización pasiva rápida nos
permitirá afinar: diferencia entre hipertonía leve y tono muscular normal, y entre
hipotonía y atonía. Todo esto se basa en el reflejo de estiramiento miotático y en
su capacidad para discriminar, evaluar y determinar la intensidad del refuerzo
muscular para ejercer el movimiento.
Otras formas de diferenciar aparte de la movilización pasiva:
Músculo hipotónico: En la palpación es blando pero un poco elástico, no es una
atrofia muscular.
Músculo atónico: Blando y sin elasticidad. Hay atrofia muscular.
Escala cuantitativa de valoración muscular
Esta escala se realiza con los sistemas de medición aprobados
internacionalmente para tal fin. La escala de Ashworthes según múltiples autores
la más indicada para medir el nivel de espasticidad.
Cuando el valor entre4/5 nos indicará un mayor déficit de movilidad (por
contracturas instauradas).
No obstante, a estas dos escalas también existe la presencia de La escala de
Daniels o test de Daniels que es una herramienta utilizada para medir la fuerza de
los músculos en el cuerpo humano, especialmente en pacientes con trastornos
neuromusculares o lesiones localizadas.
Debemos de tener en cuenta que el sistema muscular nos permite
relacionarnos con el entorno, ya que es el encargado del movimiento, y por ello, el
responsable de que nuestro organismo se adecúe a las exigencias espaciales
inmediatas del ambiente que nos rodea. Es por ello que el ser humano presenta
650 músculos distintos, los cuales corresponden al 40 % del peso de un individuo
adulto, una cifra para nada despreciable.
Así pues, valorar la fuerza muscular en pacientes en tratamientos
fisioterapéuticos es una cuestión esencial. Además de la identificación y
seguimiento de la progresión ante enfermedades, escalas como la de Daniels
pueden ser útiles para eventos culturales, ya que permite la evaluación, por
ejemplo, de los participantes en deportes paralímpicos.
La escala en sí misma sigue una numeración concreta, con seis niveles bien
diferenciados del 0 al 5. La cual son
0: el músculo no se contrae, parálisis completa.
1: el músculo se contrae, pero no hay movimiento. La contracción puede
palparse o visualizarse, pero no hay movimiento.
2: el músculo se contrae y efectúa todo el movimiento, pero sin resistencia,
pues no puede vencer a la gravedad.
3: el músculo puede efectuar el movimiento en contra de la gravedad como
única resistencia.
4: el músculo se contrae y efectúa el movimiento completo, en toda su amplitud,
en contra de la gravedad y en contra de una resistencia manual moderada.
5: el músculo se contrae y efectúa el movimiento en toda su amplitud en contra
de la gravedad y con una resistencia manual máxima.
Esta escala numérica va acompañada de una evaluación cualitativa, que
asigna los parámetros “Normal”, “Bueno”; “Regular”, “Deficiente”, “Vestigios de
actividad” y “Nulo” a los valores nombrados con anterioridad.
La división de esta escala, citada palabra por palabra, permite a los
fisioterapeutas evaluar la capacidad de un músculo para generar contracción, la
cual lleva a realizar un movimiento, sostenerlo o frenarlo.
Aun así, en algunos casos, la fuerza del paciente es un parámetro sesgado,
pues este puede ser variable (por ejemplo, que el individuo haga menos fuerza de
la que realmente es capaz) y subjetivo. En estas ocasiones se requiere de otras
herramientas más sofisticadas.
Pruebas funcionales musculares
Objetivo general
El objetivo de estas pruebas es Proporcionar un grupo de pruebas funcionales
musculares que, como complemento del test postural, permita mayor
individualización de la terapia de las desviaciones de la columna vertebral a través
de ejercicios físicos, en niños y adolescentes que asisten a las Áreas de Cultura
Física Terapéutica, aportando elementos para elevar la calidad del trabajo de los
técnicos en esas instituciones. Seleccionar pruebas funcionales musculares que
permitan detectar acortamiento o debilidad de grupos musculares relacionados
con el mantenimiento de las curvaturas vertebrales, que sean de fácil aplicación y
que no requieran de instrumentos de medición especiales. Es bueno mencionar
que dentro del objetivo de estas pruebas es mantener también la inmovilización de
la fractura y/o extremidad.
-Aliviar el dolor.
-Favorecer el confort del paciente.
-Proporcionar la mejor calidad en los cuidados de enfermería.
-Observar aparición de complicaciones que pudieran agravar su estado de salud.
Técnica de aplicación, Indicaciones y contraindicaciones
Metodología para la realización de las pruebas funcionales musculares
Pruebas para detectar acortamiento muscular
Test de flexión del tronco y caderas, modificada por Hoeger en 1989, citado
por Haag10), Hoeger 11, George12
El propósito de esta prueba es detectar el acortamiento de la musculatura de la
espalda baja (región lumbar) e isquiotibiales.
Esta prueba se escogió entre otras que tenían propósito similar por ser la más
utilizada internacionalmente y por existir tablas para evaluar los resultados.
Materiales: banco de aproximadamente 30cm de altura, regla graduada en cm.
o en su defecto una tablilla donde se marquen los cm. o se fije una cinta métrica.
Posición inicial:
Sentado en el suelo con la espalda y la cabeza apoyadas a la pared, piernas
totalmente extendidas con la planta de los pies contra el banco donde se realizará
la prueba
Colocar una mano sobre otra, extendiendo los brazos hacia delante,
manteniendo la cabeza y la espalda contra la pared. En ese punto, es decir, allí
donde se encuentra la punta de los dedos, se coloca el 0 de la regla.
Movimiento:
Lentamente flexionar y buscar tan lejos hacia delante como sea posible,
deslizando los dedos a lo largo de la regla, que debe mantenerse fija por el
examinador.
Mantener la posición final por dos segundos.
Test para detectar acortamiento de músculos isquiotibiales. Propuesto por Kendall,
Kendall y Wadsworth (1971) 17
Posición inicial:
Acostado decúbito supino, miembros inferiores extendidos, los superiores a
ambos lados del cuerpo.
Movimiento:
El examinador elevará un miembro inferior con la rodilla extendida flexionándolo
por la cadera hasta 90o. Detener el movimiento si se presenta dolor. Realizar con
cada miembro por separado.
Evaluación: Si hay dolor existe acortamiento.
Test para detectar acortamiento del músculo cuadrado lumbar. Janda, citado por
León (1996)35
Materiales: regla graduada centímetros o instrumento similar para hacer la
medición.
Posición inicial: De pie miembros superiores extendidos a ambos lados del cuerpo.
Se medirá y registrará la distancia dactilión - suelo de cada miembro.
Movimiento:
Flexión lateral del tronco, medir y registrar la distancia dactilión - suelo del
miembro del mismo lado de la flexión.
Repetir hacia el lado contrario.
Evaluación: restar a la distancia dactilión - suelo la distancia dactilión - suelo en
flexión lateral. Esta prueba evalúa el acortamiento del músculo del lado contrario al
que se realiza la flexión.
Se califica así:
5: si la diferencia es > 20cm se evalúa de 5
4: si la diferencia está entre 17 y 20 cm.
3: si la diferencia es < 17 cm.
Test para detectar acortamiento de los músculos flexores de la cadera.
Kendall (1971) 17 y Wheeler (1971)40
Posición inicial:
Decúbito supino.
Movimiento:
Un muslo se flexionará hacia el tronco con la pierna flexionada ayudándose de
las manos. Debe tratar de mantenerse el otro miembro, que es el que se evalúa,
extendido y en contacto con la superficie donde el sujeto se encuentre acostado.
Repetir con el otro miembro.
Evaluación: Siempre que se eleve la corva de la superficie en que se está
acostado hay acortamiento.
Test para detectar acortamiento del recto femoral. Janda, citado por León
(1996)18
Materiales: regla graduada centímetros o algún instrumento que permita hacer la
medición.
Posición inicial:
Decúbito prono, piernas flexionadas.
Movimiento:
Acercar los talones a los glúteos, el examinador fijará la cadera evitando
hiperextensión, se permite ligera ayuda del técnico.
Evaluación:
5: si hay contacto talón- glúteos
4: si hay distancia talón- glúteos de hasta 15 cm.
3: si la distancia talón- glúteos es >15 cm.
Test para evaluar acortamiento del tríceps sural. Janda, citado por León
(1996)18
Posición inicial:
De pie, brazos al frente, pies unidos.
Movimiento:
Hacer cuclilla profunda sin despegar talones del suelo.
Evaluación:
5: si hace la cuclilla sin despegar los talones del suelo
4: si la hace despegando talones
3: si no logra hacer la cuclilla
Test para evaluar acortamiento de los músculos aductores y rotadores
mediales del brazo. Kraus - Weber, citados por Wheeler (1971)40, Kendall
(1971) 17
Posición inicial:
Decúbito supino, piernas flexionadas, apoyando los pies en la superficie en que
se está acostado.
Movimiento:
Flexionar el brazo tratando de tocar la superficie en que se está acostado. Es
decir, elevarlo desde la superficie y tratar de llegar nuevamente a la superficie
hasta colocar el brazo al lado de la cabeza, con el codo extendido. Realizar con
cada miembro por separado.
Evaluación: si no se toca la superficie con el codo, estando el antebrazo extendido
hay acortamiento.

Test para detectar debilidad muscular


Test para evaluar la musculatura de la región alta de la espalda. Kraus -
Weber, citados por Wheleer (1971) 40
Materiales: cronómetro o reloj con el que se puedan contar los segundos.
Posición inicial:
Decúbito prono, con almohada bajo el abdomen, manos detrás de la nuca.
Movimiento:
Levantar cabeza, hombros y tórax, del suelo. Mantener 10 segundos.
Test para evaluar la musculatura de la región baja de la espalda. Kraus -
Weber, citados por Wheleer (1971) 40
Materiales: cronómetro o reloj con el que se puedan contar los segundos.
Posición inicial:
Decúbito prono, con almohada bajo el abdomen, manos detrás de la nuca.
Movimiento:
Levantar miembros inferiores del suelo. Mantener 10 segundos.
Estas dos pruebas se evalúan de positivas cuando el examinado logra mantener la
posición durante el tiempo indicado.
Test para evaluar la resistencia a la fuerza de la musculatura del tronco.
Popov (1988) 28 (Solo ejecutan esta prueba los que logren realizar
exitosamente las dos anteriores)

Materiales: cronómetro o reloj con el que se puedan contar los segundos.


Posición inicial:
Decúbito prono, sobre una superficie que permita que el tronco quede colgando.
Los pies sujetos por un compañero.
Movimiento:
Elevar el tronco hasta que se coloque paralelo al suelo. Mantener la posición.
Medir el tiempo que se logra mantener el tronco en la posición indicada.
Evaluación: Según el autor consultado, en adolescentes es aceptable si puede
mantenerse la posición entre dos minutos y dos minutos y medio.
Test para evaluar el músculo glúteo mayor. Janda, citado por León (1996) 18
Posición inicial:
Decúbito prono, rodillas unidas y flexionadas a 90o. El examinador levanta los
muslos ligeramente para mantener la cadera extendida.
Movimiento:
Levantar ambos muslos con rodillas unidas.
Evaluación:
Se evalúa de 5 si al levantar ambos muslos la mano del examinador palpa la zona
de la espina iliaca antero- superior.
Se evalúa de 4 si la mano del examinador llega al tercio medio del muslo.
Se evalúa de 3 si la mano del examinador no llega más allá de 5 cm. sobre la
rodilla y estas no se mantienen unidas.
Test para evaluar la fuerza de los músculos abdominales. Plegable Plan de
Eficiencia Física LPV 2000. Normativas generales.
Esta prueba y la que sigue fueron seleccionadas porque se encuentran entre las
utilizadas para evaluar la aptitud física de la población cubana.
Posición inicial:
Decúbito supino, sujetos los pies por el examinador. Pies separados a 30
centímetros, piernas flexionadas en ángulo de 90o. Brazos cruzados sobre el
pecho.
Movimiento:
Flexionar el tronco sin despegar región lumbar de la superficie. Contar la cantidad
de movimientos que se realicen.
Evaluación: Valorar según tabla de normativas generales del plan LPV, es decir,
se ubicará al sujeto en un nivel (del I al IV) según la cantidad de repeticiones que
realice.
Test para evaluar la musculatura de la cintura escapular y el hombro.
Plegable Plan de Eficiencia Física LPV 2000. Normativas generales.
Mujeres
Materiales: cronómetro o reloj con el que se puedan contar los segundos.
Posición inicial:
Colgando de una barra con 3/8 pulgada de diámetro, situada a una altura que
permita al sujeto colgar, sin tocar el suelo. El agarre en pronación, al ancho de los
hombros.
Movimiento:
El examinador sujetará a la examinada por la cintura y la ayudará a elevarse
hasta que logre mantener la barbilla a nivel de la barra.
Se medirá el tiempo que logre mantener la posición, con la barbilla al nivel de la
barra, cuando baje de ese nivel se detiene el conteo.
Varones
Posición inicial:
Colgando de una barra con 3/8 pulgada de diámetro, situada a una altura que
permita al sujeto colgar, sin tocar el suelo. El agarre en pronación, al ancho de los
hombros.
Movimiento:
Realizar tracción hasta que la barbilla se coloque a la altura de la barra. Repetir
tantas veces como sea posible.
Evaluación: En ambos sexos valorar según tabla de normativas generales del
plan LPV. Es decir, se ubicará al sujeto en un nivel (del I al IV) según la cantidad
de repeticiones que realice, en el caso de los varones, y según el tiempo que se
logre mantener la posición, en el caso de las mujeres.
Conclusión
Algunas de las técnicas de tratamiento de la postura y del movimiento del cuerpo
humano han sido desechadas de los estudios de análisis de la evidencia científica,
por no presentar una metodología adecuada o una buena calibración de sus
hipótesis de tratamiento y de sus resultados a través de los llamados "Test
validados". Dichos test son útiles en tanto que proporcionan valores iniciales y
finales de un proceso, pueden ser realizados por distintos examinadores y
equipos, obteniendo resultados iguales o de escasa variación. Si embargo,
muchos de ellos son de escasa utilidad para establecer una hipótesis de
tratamiento y por tanto una línea terapéutica en fisioterapia, siendo esto último lo
que un fisioterapeuta valora en su práctica diaria y recoge en el diagnóstico.
Desde el campo de la fisioterapia se necesita asentar procedimientos de
evaluación validados mediante el desarrollo de proyectos de investigación que
contemplen las bases actuales del funcionamiento del cuerpo humano. Dichos test
validados en fisioterapia han de posibilitar medidas uniformes, con independencia
de los equipos que realicen dicha valoración funcional y que presenten una
relación directa entre la valoración y el consiguiente tratamiento. Este es uno de
los temas que en la actualidad deben ser afrontados desde el impulso de la
evidencia científica y del diagnóstico de fisioterapia.

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