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Universidad del Rosario

Facultad de Jurisprudencia
Teoría del Derecho
Valeria Macea Cotes, Diana Marcela Buitrago Buitrago, Zahira Restom Viera y Chelsea
Massi Izaquita.
II Parcial
16/04/2020

La burbuja del poder

En el siguiente texto argumentativo se desarrollará un concepto jurídico de individuo y cómo


éste es percibido por el derecho actual colombiano sustentado por los postulados de distintas
teorías del derecho como el iusnaturalismo, el realismo jurídico y autores como Duncan
Kennedy, Michael Foucault y Peter Fitzpatrick. En primer lugar, el imaginario jurídico obtenido
a partir del análisis de las distintas teorías y consideraciones personales, busca representar que el
Derecho Colombiano concibe al sujeto de derecho como un individuo vestido de traje, que
aparenta un alto intelecto y carisma, el derecho visiona a este hombre como un supuesto
activista e imprescindiblemente poderoso, dado que necesita del poder para ser capaz de guiar o
“retorcer” los hilos del sistema jurídico a su conveniencia.

En la medida en que los ciudadanos pretendan ver el derecho reflejado en sus vidas, han de
tener poder, ya que desde nuestra perspectiva el derecho se encuentra suspendido sobre la
pirámide social, lo que de manera inevitable supone que mientras más arriba te posiciones de
dicha pirámide más posibilidades tendrás de acceder a él. Por lo anterior, el derecho colombiano
es exclusivo y excluyente. Exclusivo para personas que se encuentren en las grandes esferas de

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poder y excluyente para esos sujetos periféricos que no cuentan con prerrogativas socio-
económicas que les permitan aproximarse a él.

Para Foucault el discurso es un lugar de luchas, juegos y dominios, él considera que el


conocimiento es producto de ese juego dialéctico creado por la construcción política que tiene
por objeto hacer perdurar aquellas clases dominantes sobre la población en general (Foucault,
2010). El mundo siempre se encontrara en situación caótica, es aquí donde Nietzsche y Foucault
coinciden en que es el conocimiento el que permite dominar estas situaciones, por eso es que
tiene sentido la idea de lucha porque deberá imponerse sobre todo y ante todo como medio de
control.

“Por lo tanto, no hay en el conocimiento una adecuación al objeto, una relación de


asimilación, sino que hay, por el contrario, una relación de distancia y dominación; en
el conocimiento no hay nada que se parezca a la felicidad o al amor, hay más bien odio.
“ (Michel Foucault. La verdad y las formas jurídicas. Gedisa, Barcelona, pp. 11)

Según lo explicado por este autor podemos ver como en Colombia la concepción de sujeto de
derecho ha variado a lo largo de la historia constitucional pues hasta 1991 se implementó el
Estado Social de Derecho en el territorio nacional por medio de la constitución expedida el
mismo año. Sin embargo, esta nueva carta política surge a causa de todo el conflicto interno que
atravesaba el país por entonces, el robustecimiento de guerrillas y la entrada en vigor del
narcotráfico hicieron que el derecho dejará su vigencia a nivel nacional. El conocimiento que se
tenía sobre el funcionamiento del Estado deja de ser verdadero pues se desampara a la mayoría
de civiles que sin estar vinculados en el conflicto, terminaban directamente afectados, mientras
que otros aprovechaban la situación de guerra para empoderarse cada vez más. Esa lucha entre
los grupos disidentes y el poder estatal hicieron que el país quedará en condiciones de completa
desigualdad, el nuevo estado debía partir de las diferencias sociales que separaba a sus
habitantes para así construir una realidad en donde todos debían ser iguales ante la ley aunque
en la práctica materializarlo fuera una completa lucha de poderes.

Desde la perspectiva de Duncan Kennedy, se describe al sujeto de derecho colombiano como


una persona con poder político y económico. Además, que conoce los materiales jurídicos a la
perfección lo que le permite a través de ellos desarrollar su propia concepción ideológica y así
mantener el poder. De esta forma, a lo largo de la historia colombiana esto se ha visto
materializado en cómo a pesar de haber pruebas de delitos en contra de líderes políticos que han
ostentado cargos de tanta trascendencia como la presidencia, el supuesto Estado de Derecho no
ha sido efectivo. Por lo tanto, por razones de la función simbólica del poder que reside en
ellos, la justicia que en códigos decimonónicos, sentencias y leyes de nuestro ordenamiento ha
dicho, de manera repetitiva e irrestricta, que nuestro derecho es neutral y objetivo, volviendo al
derecho ideológico e instrumental, lo que genera el : “discurso jurídico como una máscara:
lejos de ejercer una función técnica de regulación y coordinación de conducta, el derecho
moderno contribuye activamente al sostenimiento de un particular régimen económico y
político liberal ( y de las injusticias que encarna).” (Kennedy, 2010, p. 13).

No obstante, no se está insinuando que la carga ideológica dentro de los instrumentos judiciales
tenga una connotación negativa puesto que, incluso la fuente principal del sistema romano

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germánico que es la Ley tiene una fuerte carga ideológica. Kennedy critica la ingenuidad del
discurso de neutralidad y objetividad con el cual se maneja la creencia de derecho. En esta
medida, existen grandes políticos colombianos y predominantes empresarios de traje, bien
educados, viviendo en una burbuja de privilegios que les permite no solo construir el derecho a
su antojo, sino también pasar por encima de este.

Al mismo tiempo, se considera importante rescatar la manera en la que el Realismo Jurídico ve


al Derecho, no como un conjunto de leyes abstractas y perfectas que habitan en el mundo de las
ideas, lo que termina por hacerlo lejano de las personas que son quienes lo utilizan y quienes
están sometidas a él, sino que más bien lo transporta a la realidad. Por supuesto, de allí su
nombre ,es decir, le quita el carácter prodigioso que se le otorga en el imaginario y más bien lo
empieza a mirar como en realidad es, que según esta corriente vendrían a ser las soluciones
dadas por los jueces dependiendo de cada caso en específico mucho más que por una regla
general (Holmes,2012).

A partir de la manera en que esta doctrina comprende el Derecho se puede interpretar que el
individuo vendría siendo entonces el resultado del ambiente en el que se desarrolla, es decir, no
nos encontramos frente a un ser con aspectos predeterminados que lo hacen funcionar de cierta
manera dentro de la sociedad, sino más bien frente a una figura moldeable que se adapta a las
condiciones a las que ha de enfrentarse en el contexto en el cual se encuentra inmerso (Holmes,
2012).

En este orden de ideas, es importante recordar la imagen y el estereotipo que planteamos al


principio, con el fin de concluir que si bien el individuo es el resultado de lo que tiene a su
alrededor, eso que tiene a su alrededor es lo que en últimas determina el acceso y la
participación que este individuo tendrá en el derecho, lo que quiere decir que si su entorno es
privilegiado en cuanto a posición socioeconómica entonces muy seguramente tendrá acceso al
derecho de forma sencilla y probablemente pertenecerán a algunas de las esferas que se dedican
a crear derecho ya que esta es la manera en que los grupos sociales y políticos en Colombia, se
mantienen en el lugar en el que están, ajustando a su antojo y beneficio las estructuras estatales.
En cambio, si hablamos de una persona sin poder económico y sin estatus social definitivamente
tendrá que hacer un esfuerzo muchísimo mayor para acceder a este Derecho y quizás jamás
tenga la oportunidad. A diferencia de nuestro otro ejemplar, de crear Derecho, sólo someterse a
lo que otras personas muy lejanas a él decidieron y creyeron conveniente.

Por otro lado, al realizar un análisis integral de la óptica de Peter Fitzpatrick, dirigido a
comprender la concepción del derecho junto a la percepción del sujeto frente a este, se puede
afirmar que el derecho moderno se encuentra rodeado de un aura de “divinidad”, que supera
todos aquellos vacíos y contradicciones que inherentemente el derecho contiene (Fitzpatrick,
1998). Con base a los planteamientos de Fitzpatrick, el derecho y lo que este implica per se sólo
pueden entenderse y explicarse a partir de la definición de mito, siendo este un alterador de las
verdaderas cualidades de una persona o cosa, otorgándole más valor y sentido del que tienen en
realidad. Siguiendo solo esta lógica, el derecho se comprende como una entidad abstracta,
divina y pura, que es permeada por un ordenamiento jurídico unificado y ordenado, igualmente
abstracto y de carácter general e impersonal (Fitzpatrick, 1998).

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En este orden de ideas, bajo la premisa anterior se considera válido y necesario percibir a los
individuos de la misma forma, como seres míticos que se encuentran en constante búsqueda de
la evolución que les permita abandonar el estado de naturaleza salvaje en el que vivirían si no
hicieran parte de ese derecho. Ahora, apelando a la tesis principal de esta argumentación, el
sujeto salvaje, violento o insuficiente, para convertirse en un sujeto de derecho percibido e
identificado por él mismo, debe ser perfeccionado y purificado, en otras palabras, el individuo
puro, apartado del caos, de lo profano y la realidad, es el único capaz de hacer parte de ese
derecho y de implementarlo como una herramienta unificadora, civilizadora y como vehículo
sine qua non para generar progreso social.

A la luz de los postulados de Fitzpatrick, el principal mito del hombre moderno es que este
progrese y ese progreso se ve materializado en razón de ser un individuo educado, detentador de
poder económico y político, lo que dentro de la noción del derecho como mito implicaría que el
único sujeto que puede ser reconocido es aquel que emana de las características del progreso.
En consecuencia, quienes no hagan parte de ese progreso quedarán excluidos de las
prerrogativas del derecho, lo que se ve representado en la imagen, en cuanto a que el sujeto de
derecho se encuentra aislado y protegido en su ciudad de fantasía, donde el derecho es
universal, divino, coherente, omnipotente y omnipresente (Fitzpatrick, 1998).

En el análisis realizado en este trabajo, podemos ver cómo el sujeto de derecho en Colombia ha
logrado ser reconocido según la posición social que ocupa en el país, el sujeto que se encuentra
protagonizando la imagen es el ex presidente Ernesto Samper, uno de los personajes más
controversiales en la historia del país. Se hizo alusión a esta figura política por el recordado
Proceso 8000, mediante el cual se comprueba la financiación por parte del narcotráfico a la
campaña presidencial de Samper, se acusó de haber recibido 3,7 millones dólares. Durante esta
investigación y a pesar de que se comprobó el hecho ilícito, la justicia colombiana optó por no
juzgar al ex mandatario pues se realizó la votación final en la que la Cámara, por 111 votos
contra 43, ordenó archivar el proceso, en otras palabras, el ex mandatario ya no podía ser
juzgado por el Senado de la República ni investigado por la Corte Suprema de Justicia por
supuesta falta de pruebas.

Como conclusión, este caso es una clara prueba de cómo el derecho resulta instrumental en las
luchas de poder por las que ha pasado el país, como este proceso encontramos muchos más en
los que grandes hombres de corbata logran beneficiarse de ser legítimos sujetos del derecho
colombiano. Alrededor de la burbuja se pretende representar a todos esos sujetos marginales
que han sido excluidos de la llamada justicia que tanto presume el derecho, la Ley y el Estado
por muchos años dejaron de trabajar para un fin en común, se encontraban manejados por
quienes ostentaban el poder sin importar que fuera ilegítimo. Al lado izquierdo de la burbuja
vemos a un niño cerrando la camisa de su padre asesinado por los paramilitares en San Carlos
en octubre de 1998, esta fotografía fue tomada por Jesús Abad Colorado, hacemos referencia a
esta imagen en específico porque consideramos que muestra en ella un círculo de violencia y
falta de legitimidad del derecho para aquellos civiles que no cuentan con las suficientes
estrategias para acceder a la protección que brinda la ley. En estos casos la población garantiza
ser sujeto de derecho con un fusil en las manos como la única solución y de no ser así se podrá
terminar en una tumba sin nombre.

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Finalmente, en este imaginario jurídico se puede afirmar que en Colombia existe un mito del
cual se desprenden aspectos discriminatorios, puesto que a pesar de que hay una constitución
que se supone suprema, garantista y que establece el Estado Social de Derecho, esta nunca ha
podido ser materializada en la sociedad. La historia del país ha demostrado cómo factores
externos como: la inequidad del poder, las luchas internas, los conflictos políticos han impedido
la construcción de un sujeto de derecho que parta de las desigualdades pero se encamine a la
igualdad ante el ordenamiento jurídico y todos los mecanismos de justicia.

Bibliografía

- Foucault, M. (2010). La verdad y las formas jurídicas. Gedisa, Barcelona, pp. 11-33.

- Kennedy, D. (1897). Izquierda y derecho. Ensayos de teoría jurídica crítica. Siglo XXI
Editores. 2010. 11-26 y 85-104.

- Fitzpatrick, P. (1998) .La mitología del derecho moderno. Siglo Veintiuno Editores.

- Hervada, J. (2009). Apuntes para una exposición del realismo jurídico clásico. Díkaion,
2. Recuperado a partir de
https://dikaion.unisabana.edu.co/index.php/dikaion/article/view/190

- Holmes, O. (2012). La senda del Derecho.

- Lewellyn, k. Some Realism about Realism-Responding to Dean Pound. 44 Harvard


Law Review 1222, Sección II.

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