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LA FILOSOFÍA DE HUME

1. El origen del conocimiento y sus clases


El origen de todo conocimiento se basa en la experiencia.

Dos tipos distintos de contenidos mentales: las impresiones y las


ideas, que se diferencian por la intensidad con que las percibimos
siendo las impresiones más intensas. Las ideas no son más que
copias de las impresiones.

Criterio de verdad: una proposición será verdadera si las ideas que


contiene corresponden a alguna impresión y falsa sino hay tal
correspondencia.

Las impresiones pueden ser:


De sensación, atribuidas a la acción de los sentidos y cuya causa es
desconocida, como cuando vemos, oímos, etc.
De reflexión, van asociadas a la percepción de una idea, como
cuando sentimos aversión ante la idea de frío.
• Simples como la percepción de un color.
• Complejas como la percepción de una ciudad.

Las ideas pueden ser:


Simples, son la copia de una impresión simple, como la idea de un
color.
Complejas, pueden ser la copia de impresiones complejas, como la
idea de la ciudad, o elaboradas por la mente a partir de otras ideas
combinadas.

1.2. Las leyes de la asociación de ideas

La conexión entre las ideas se produce siguiendo determinadas leyes:


la de semejanza, la de contigüidad en el tiempo o en el espacio, y la
de causa o efecto.
Todas las creaciones de la imaginación están sometidas a estas tres
leyes.

1.3. Los tipos de conocimiento

Relaciones de ideas

Pueden ser conocidos independientemente de lo que exista,


dependen únicamente de la actividad de la razón.
Las proposiciones de este tipo expresan simplemente relaciones entre
ideas y están reguladas por el principio de no contradicción.

Las cuestiones de hecho

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Estamos convencidos de que un hecho ha de producirse de una
determinada manera gracias a la experiencia, que nos lo ha
presentado siempre asociado a otro que le precede o que le sigue,
como su causa o efecto.
Las causas y efectos sólo pueden ser descubiertas por la experiencia.
2. La crítica del principio de causalidad
¿Hay alguna impresión que corresponda a la idea de "conexión
necesaria"?

Lo único que observamos es la sucesión entre la causa y el efecto;


sólo tenemos impresión de la idea de sucesión, pero no aparece una
impresión que corresponda a la idea de "conexión necesaria", por lo
que concluimos que es una idea falsa.

Es por ello que este principio sólo tiene valor aplicado a la


experiencia, a objetos de los que tenemos impresiones, es decir,
aplicado al pasado.
Por tanto, la predicción de los hechos futuros mediante el principio de
causalidad no pasa de ser una mera creencia, por muy razonable que
pueda considerarse.

3. La crítica de la idea de sustancia


¿Hay alguna impresión que corresponda a la idea de sustancia?

No hay ninguna impresión de sensación que corresponda a la idea de


sustancia, ya que esta idea no contiene nada sensible, ni tampoco
ninguna impresión de reflexión puesto que éstas están constituidas
por pasiones y emociones y nadie ha hablado nunca de la sustancia
como si fuera una pasión o una emoción. De acuerdo con el criterio
de Hume la idea de sustancia es una idea falsa.

¿Podemos aceptar la existencia de ideas, de conceptos generales,


universales?

Todas las ideas son particulares. Los conceptos generales son el


resultado de una generalización inductiva, procedente de la
experiencia, por la que terminamos por dar el mismo nombre a los
objetos entre los que encuentro alguna semejanza.

4. Metafísica
El mundo
Estamos "encerrados" en nuestras percepciones y no podemos ir más
allá de ellas, ya que son lo único que se muestra a nuestra mente.

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La creencia en la existencia independiente de los objetos externos es
atribuida a la imaginación, debido a la constancia y a la coherencia
de las percepciones.

El alma
Habiendo rechazado la validez de la idea de sustancia, intuimos que
no hay ninguna impresión correspondiente a la idea de un yo
autoconsciente.
El alma surge de una confusión entre las ideas de "identidad" y
"sucesión", a la que hay que sumar la acción de la memoria.
Recordamos sucesiones de impresiones y las atribuimos a un sujeto.

Dios
Si la idea de sustancia es una idea falsa es inútil plantear la existencia
de una sustancia infinita.
Los argumentos basados en el principio de causalidad, incurren en un
uso ilegítimo del mismo puesto que sólo se puede aplicar en el ámbito
de la experiencia, y no tenemos experiencia alguna de Dios.

Por tanto, la existencia de Dios no es demostrable racionalmente.

5. La Ética: el sentimiento moral


¿La moralidad se funda en la razón?

A) Las distinciones morales no proceden del conocimiento de


hechos.
Lo que denominamos "bueno" y "malo" no puede ser considerado
como cualidad de un objeto moral.
La moralidad no se ocupa del ámbito del ser, sino del deber ser.

B) Las distinciones morales no proceden del conocimiento de


relación de ideas.
Deberíamos considerar lo "bueno" y lo "malo" tanto en la acción
humana como en la acción de la naturaleza lo que, por supuesto, no
hacemos.

C) La moralidad se funda en el sentimiento.


Consideramos, pues, que algo es “bueno” o “malo”, por el
sentimiento de aprobación o desaprobación que se genera en
nosotros al observar dicho objeto moral.

¿Qué garantía tenemos de coincidir con los demás en tales


valoraciones morales?

Del mismo modo que la naturaleza humana es común, las pautas por
las que se regulan los sentimientos están sometidas también a una
cierta regularidad.

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Uno de esos elementos comunes es la utilidad, que Hume considera
uno de los criterios de aprobación moral (utilitarismo moral).

6. Sociedad y política
La teoría política está basada en el análisis de los hechos y la utilidad
es el fundamento explicativo de la vida social, de la comprensión de
sus instituciones y de las leyes por las que se regula.

La sociedad es el resultado de un deseo natural del hombre de


perpetuarse.
Las instituciones sociales y el Estado derivan su legitimidad de una
convención que está basada en la utilidad.

Hume se aleja de consideraciones acerca de lo que debe ser la forma


de gobierno preponderante.

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