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La transición nutricional, una mirada desde la antropología de la nutrición

Nataly García García

Tema: La transición nutricional en Colombia

Para abordar el tema de transición nutricional empezaré explicando los términos de nutrición y
alimentación desde un enfoque antropológico en los cuales me basaré para exponer las
características y los aspectos a abordar para mejorar los problemas de salud planteados por la
transición nutricional en Colombia. Si abordamos el tema como una problemática sociocultural en
la que influyen factores económicos y políticos, nos daremos cuenta que se necesita de acciones
políticas que reconozcan la desigualdad de oportunidades entre los grupos o clases que forman una
sociedad.

La nutrición es un proceso inconsciente en el cual actúan algunos procesos fisiológicos que hacen
que el individuo reciba y transforme las sustancias que ingiere para obtener energía y favorecer el
crecimiento y desarrollo. Por otro lado la alimentación representa un proceso consciente y
voluntario que refiere al modo como cultural y socialmente se obtiene y proporciona al cuerpo los
elementos nutritivos que están contenidos en los alimentos (Marrodán MD, 2005).

Ahora, cuando nos referimos a la transición nutricional aludimos a la coexistencia de la


desnutrición y la obesidad en una misma población como resultado de una serie de cambios en la
dieta y en la composición corporal de la población, se experimentan transformaciones dietarias
caracterizadas por un aumento del consumo de alimentos ricos en colesterol, grasas saturadas,
sacarosa y sodio.

El patrón nutricional de América Latina en general en los años setenta, era la desnutrición proteico-
energética y la baja ingesta de micronutrientes. En los ochenta y noventa se comenzó a examinar
una relación entre el déficit de micronutrientes y condiciones de salud, crecimiento y desarrollo. A
partir de los noventa y en adelante se observa una mayor complejidad en donde surge la relación
entre alimentación y estilo de vida y la coexistencia de situaciones de déficit y exceso,
presentándose la obesidad como problema de salud pública a nivel mundial (Lomaglio, D. B, 2012).

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La oferta ilimitada de alimentos más densos en energía, más grasos y de bebidas gaseosas han
caracterizado las dietas occidentales y globalizadas que a su tiempo favorecen el llamado ambiente
obesogénico, en donde se percibe una baja calidad nutricional en sus productos pero con gran
atractivo para los sentidos y con altos contenidos de azúcares, presentados en raciones cada vez más
grandes y por precios más bajos que incrementan la obesidad y las enfermedades crónicas como las
cardiovasculares, la diabetes y el cáncer (Aranceta, 2002., citado por Rosique Gracia, J., et al.,
2012).

La alimentación en la actualidad, sobretodo en las grandes ciudades, está determinada por el tiempo
y el espacio; los ritmos laborales, las distancias del lugar del trabajo al hogar, la facilidad de acceso
a algunos productos influenciados psicológicamente por la publicidad y la actividad física
sedentaria. Estos procesos facilitan en las sociedades la acumulación de grasa y energía de reserva
con cierto patrón de sedentarismo propio de la sociedad urbana. (Rosique Gracia, J., et al., 2012).

En general los factores que influyen en la transición nutricional afectan a prácticamente todas las
sociedades del mundo (Lomaglio, D. B, 2012), varios de estos factores obedecen a los procesos de
adaptación a las formas de vida urbana que cambian con rapidez el estilo de vida de las persona, a
las condiciones socioeconómicas cambiantes, a los bajos niveles educativos, a las estrategias
alimentarias acordes al presupuesto familiar y factores de orden cultural relacionados con la
percepción subjetiva que tienen las personas de su propio estado de salud. En Colombia la
transición nutricional está compuesta de varias expresiones, caracterizadas en general por una
mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad pero sin que haya desaparecido del todo el riesgo de
desnutrición, además de una fuerte relación del estado nutricional con la falta de actividad física
(Ossa González, E. J et al., 2014). Cabe destacar que en algunas poblaciones como las tradicionales
indígenas, los pescadores tradicionales de los litorales, las poblaciones que sufren desastres o
inundaciones repetidamente y las poblaciones que reciben asistencia alimentaria, no se encuentran
en esa transición, debido a que en ellas se encuentran por exceso como por defecto, según su tipo de
economía, frecuencias altas de malnutrición (Rosique Gracia, J., et al., 2012).
La disminución de la desnutrición crónica difiere mucho entre las diferentes regiones del país. La
desnutrición aguda ha mostrado un comportamiento irregular a través del tiempo. Así, para el año
2005 subió a los niveles del año 1995, con un incremento importante. Estos datos son presentados y
analizados a partir de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (documento que Profamilia
publica cada cinco años desde 1990 en el que se recoge información sobre la dimensión, estructura,

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evolución, dinámicas y características generales de la población colombiana en temas relativos a la
salud (Profamilia, s.f ) en el periodo entre 1965 y 2010. Se hace de vital importancia tomar en
cuenta estas situaciones para la prevención de los problemas nutricionales en salud pública que
ayuden a corregir problemas de malnutrición y los excesos a nivel comunitario. (Rosique Gracia, J.,
et al., 2012).

El uso constante de alimentos procesados, envasados, precocidos y de preparación rápida, explica


de alguna manera el aumento creciente en el consumo de productos con altos contenidos de
azúcares, grasas o sal. Es de anotar que el fácil acceso a estos productos no es suficiente para
explicar su elevado consumo. Las personas hacen elecciones basadas en asociaciones y prácticas
sociales y culturales. Podríamos entonces decir que esta es una alimentación adaptada generada por
una nueva relación entre la producción de alimentos y los consumidores, que facilitó el trabajo de la
preparación de la comida, su conservación y distribución, proceso que derivó en el crecimiento de
la población y una mayor esperanza de vida, sin embargo debido a algunos excesos, se disminuye
considerablemente la calidad de vida teniendo como consecuencia mayores costos en atención
sanitaria y consecuencias para la salud (Boza López, J., s.f).

Los condicionantes de nuestro comportamiento alimentario, es decir, la elección de los alimentos


que conforman nuestras dietas (serie de elementos comestibles que el organismo ingiere
regularmente (Marrodán MD, 2005)), e incluso el propio acto de comer, emergen de procesos que
se relacionan con diferentes referentes: biológicos, ecológicos, psicológicos, culturales,
económicos, políticos y religiosos, así como también de una serie de relaciones con la salud y la
publicidad.

Es así como se plantea la necesidad de asumir el reto de organizar una política pública alimentaria
y nutricional, con acciones encaminadas a responder a las señales de una transición nutricional
acelerada. Es decir, se debe buscar mejorar la educación y facilitar los medios para la adopción de
estilos de vida más saludables (Rosique Gracia, J., et al., 2012). Entre los aspectos más importantes
para mejorar los problemas de salud que plantea la transición nutricional encontramos que ante todo
debe existir más que voluntad política, un esfuerzo individual de toma de conciencia en relación a
los productos a consumir y su impacto en la salud.

Desde las instituciones se podría dar promoción e implementar la actividad física y la alimentación
saludable en niños, niñas y adolescentes además de promover el autocuidado. Una de las mayores

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preocupaciones y que representa una acción política efectiva es la regulación, no solo de la
publicidad de bebidas azucaradas y alimentos procesados sino un ajuste en sus impuestos que sirvan
para reducir el consumo y promover la alimentación saludable (Fernando Gómez, L., et al. 2012).

Aunque el gobierno nacional le apunta al mejoramiento de la salud, la nutrición y las condiciones


de la vivienda para buscar elevar las oportunidades y promover la movilidad social (Objetivos de
desarrollo sostenible, Colombia, 2016), se hace indispensable incrementar la vigilancia nutricional
con la recolección, el análisis y la divulgación de información que servirá para la toma de
decisiones oportunas y anticipatorias del rumbo que tome la transición nutricional en el país.

Para concluir, gran parte de la discusión anterior sobre las nuevas formas de alimentación tiene
relación con el ambiente y los cambios socioculturales generados por la globalización, la avanzada
tecnología de los alimentos y la inmersión en una economía global que abastece de alimentos no
tradicionales con bajos grados nutricionales, estas formas está originando una incertidumbre
alimentaria que conlleva detrimentos para la salud. Teniendo en cuenta la problemática se estima
que el gobierno y las iniciativas de la población civil deben promover soluciones de consumo
alternativo y programas de concientización que fomenten la producción y adquisición de alimentos
cuya composición nutritiva esté de acuerdo con las necesidades nutricionales de la población y
beneficie a la salud. Se debe optar por cambios tanto en el estilo de vida como en patrones de
consumo.

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Referencias:

Marrodán MD. (2005). “Antropología de la nutrición”. En: Para comprender la Antropología


Biológica. (Rebato E.,Susanne C., Chiarelli B. eds.) Editorial Verbo Divino. Navarra (España), pp.
595-609.

Lomaglio, D. B. (2012). Transición nutricional y el impacto sobre el crecimiento y la composición


corporal en el noroeste argentino (NOA). Revista Nutrición clínica y dietética hospitalaria. 32(3).
pp 30-35

Fernando Gómez, L., Ibarra, ML., Lucumí, DI., Arango, CM., Parra, A., Cadena, Y., Erazo, V., &
Parra, DC. (2012). Alimentación no saludable, inactividad física y obesidad en la población infantil
colombiana: un llamado urgente al estado y la sociedad civil para emprender acciones efectivas.
Global Health Promotion. 19(3). pp. 87–92

Ossa González, E. J., Arango Vélez, E. F., Velásquez Rodríguez, C. M., Muñoz Contreras, A. M.,
Estrada Restrepo, A., Bedoya Berrío, G., ... Agudelo Ochoa, G. M. (2014). Calidad de vida
relacionada con la salud en un grupo de adolescentes de Medellín (Colombia): asociación con
aspectos sociodemográficos, exceso de peso u obesidad y actividad física. Revista Colombiana de
Psicología, 23(2), 255-267.

Lamus Lemus, F., Díaz Quijano, DM., Rincón Rodríguez, CJ., & Huertas Moreno, ML. (2012).
Avances en la comprensión de la transición nutricional colombiana. Revista Gerencia, Política y
Salud, Bogotá (Colombia), 11 (23). pp. 121-133

Rosique Gracia, J., García, AF., & Villada Gómez, BA. (2012). Estado nutricional, patrón
alimentario y transición nutricional en escolares de Donmatías (Antioquia). Revista Colombiana de
Antropología.48 (1). pp. 97-124

Profamilia. (s.f). Encuesta Nacional de Demografía y Salud. Recuperado de


https://profamilia.org.co/investigaciones/ends/

Boza López, J. (s.f). Antropología de la alimentación. Antropología Cultural y Alimentaria.


Recuperado de http://antropologiaculturalyalimentaria.tripod.com/id5.html

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