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España pierde las últimas colonias ultramarinas con el Desastre de 1898, así comenzó una crisis
económica y social. A principios del siglo XX llega el modernismo, que influirá en todas las
disciplinas artísticas, a España con Rubén Darío.
El Modernismo viene de Hispanoamérica con autores como José Martí y Manuel Gutiérrez
Náreja, pero, es difundido en España por Rubén Darío con las obras Azul (1888) y Prosas
Profanas (1896). Los referentes del Modernismo se remontan a Francia con el parnasianismo
(Movimiento poético francés de la segunda mitad del siglo XIX caracterizado por su inclinación
hacia una poesía de la más serena objetividad en el fondo y la más clásica perfección de la
forma) y el simbolismo (visión del mundo como un conjunto de símbolos conectados entre sí.
Las temáticas del modernismo son: el desasosiego interior (la exaltación de lo irracional, un
cierto regusto por lo mortecino y decadente, una sensación de tedio y malestar y la angustia
existencial), introspección (se adentra en los laberintos de la conciencia), evasión (sueñan con
mundos de deslumbrante belleza), exotismo, indigenismo (los pueblos indígenas eran más
primitivos y los asociaban con unas cualidades que contrastaba con la artificiosidad y
degeneración de las sociedades avanzadas) y panhispanismo (descubren que el vínculo que los
une es el legado cultural de España y sus valores morales y espirituales.
En el modernismo destacan autores como Rubén Darío, los hermanos Machado, Manuel y
Antonio, Ramón María del Valle-Inclán o Juan Ramón Jiménez.
En sus siguientes obras como Cantos de vida y esperanza (1905) y El Canto errante (1907)
aparecen poemas políticos o existenciales. Aunque sus obras evolucionaron, nunca dejó la
estética modernista.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958) fue un poeta entregado a la búsqueda de la belleza. Su obra
se divide en tres etapas, pero solo las dos primeras pertenecen al modernismo.
La etapa sensitiva, hasta 1915, tiene obras importantes como Arias Tristes o Poemas Agrestes.
en sus obras se nota su obsesión por el paso del tiempo y por la llegada de la muerte. Es una
mezcla de la herencia romántica y el modernismo.
La etapa intelectual, desde 1916, comienza con la obra Diario de un Poeta recién Casado
buscando la poesía pura, que consigue en Eternidades. En esta etapa abandona lo que le
quedaba de romanticismo y se centra en la poesía pura de herencia parnasianista.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-19636) representa el prototipo de la bohemia. Sus obras
forman la cumbre de la prosa y la novela modernistas. Su ideología tiene un cambio bastante
drástico, pasa de un tradicionalismo estético a las posturas radicales de izquierdas. su
trayectoria literaria se divide en dos etapas:
La primera comienza con las Sonatas (Sonatas de otoños, 1902, Sonatas de estío, 1903,
Sonatas de primavera, 1904, Sonatas de invierno, 1905) que recrean las andanzas decadentes,
donjuanescas y refinadas. Cultiva el modernismo más brillante, con un lenguaje donde los
elementos sensoriales sirven para la estilización e idealización del ambiente gallego. Otras
obras importantes de esta etapa son El Resplandor de la Hoguera y Gerifaltes de Antaño.
LA GENERACIÓN DEL 98
Generada por la crisis de fin de siglo surge una nueva corriente, la Generación del 98, con un
pensamiento y preocupación que pretende renovar la situación política y social del país.
Los noventayochistas tienen preferencia por la prosa con la novela y el ensayo como géneros
principales. Algunos de los autores más importantes son José Martínez, Azorín, Miguel de
Unamuno, Pío Baroja y Antonio Machado, aunque nunca abandonó el Modernismo.
Su interés principal era alejarse de los modelos realistas, con un gran subjetivismo desde el
que se analiza la realidad. Se organiza con mucha libertad y suele estar centrada en un
personaje, por medio del cual los autores dan su opinión y su visión de la realidad española y
de su modo de entender el mundo. Todo esto con mucha filosofía.
Las novelas noventayochistas tienden a la brevedad, son precisas y sencillas, con oraciones
breves, párrafos cortos y expresión natural. Dan una gran importancia a los diálogos. Y se deja
de lado la retórica del Modernismo.
José Martínez Ruíz, Azorín, destaca por su observación minuciosa y detallista de la realidad. Se
preocupa del paso del tiempo y por alcanzar lo esencial y lírico de la realidad. En sus novelas
apenas hay argumentos en ella y los personajes son una excusa para describirles. Una de sus
obras más importantes es La voluntad y Antonio Azorín.
Pío Baroja ( 1879-1956): tiene una visión negativa de la sociedad por lo que llenaba sus obras
de pesimismo y sinceridad. Se mete con la hipocresía moral y política de la sociedad
contemporánea. Es uno de los autores más radicales en sus ideas de la generación.
Es un narrador que presenta una tendencia a dejar los finales abiertos. Tiene dos tipos de
novelas, de pensamiento, en las que expone sus ideas filosóficas, su visión del ser humano y de
la sociedad (Camino de Perfección) y las novelas de acción (Zalacaín el aventurero).