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ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE FACULTADES DE PSICOLOGÍA -

ASCOFAPSI

CONDICIONES DE CALIDAD DE LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES EN

PSICOLOGIA CLÍNICA Y PSICOLOGÍA DE LA SALUD

DOCUMENTO PREPARADO POR:

MARÍA ROCIO ACOSTA BARRETO, DIANA MARÍA AGUDELO VÉLEZ,

ANGELICA MARÍA ALARCÓN PEÑA, CLAUDIA CONSUELO CAYCEDO

ESPINEL, LUZ MARINA MONCADA TORRES, MONICA MARÍA NOVOA

GÓMEZ Y OSCAR EMILIO UTRÍA RODRIGUEZ

CONDICIONES DE CALIDAD DE LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES EN

PSICOLOGIA CLÍNICA Y DE LA SALUD

BOGOTÁ, OCTUBRE 2018


Las prácticas en los programas de psicología de pregrado en Colombia se

realizan, en su mayoría, en los dos o tres últimos semestres de formación, en los

programas de posgrado se extienden por lo general durante todo el proceso

formativo. Por ser la psicología una disciplina y una profesión, los estudiantes deben

cursar una serie de asignaturas básicas y posteriormente aplicar estos conceptos en

los diversos escenarios de actuación profesional. Las prácticas profesionales son el

espacio en el cual integran los conocimientos básicos con el fin de ofrecer un servicio

a la comunidad y a la vez desarrollar competencias profesionales. Se desarrollan en

diferentes áreas de aplicación de la psicología: clínica, salud, organizacional, social,

educativa y jurídica, entre otras.

El desarrollo de las prácticas ocurre en un semestre académico (entre 16 y 20

semanas), con una intensidad horaria semanal que fluctúa entre 10 y 40 horas en

función de los créditos académicos asignados por el programa, en escenarios tan

diversos como cárceles, empresas, ONGs, IPS e instituciones educativas, etc., de

acuerdo con el área y las necesidades de la institución. Desde el punto de vista

formativo, los estudiantes que cumplen con los criterios para acceder a las prácticas

son acompañados por un profesional con quien, semanalmente (en la mayoría de los

casos), revisa las acciones que se llevan a cabo en los escenarios de práctica.

Las prácticas profesionales que desarrollan los 137 programas de Psicología

existentes en el país han ofrecido a las comunidades y en especial a personas

vulnerables una amplia cobertura en servicios de psicología a los cuales la población

no tiene fácil acceso a través de los servicios de salud del Estado.

La inclusión de los servicios en psicología clínica, de la salud y neuropsicología

como un servicio de salud lleva a la adopción de las regulaciones desarrolladas para

estos y para la formación del talento humano que los presta. Sin embargo, estas
regulaciones no consideran las particularidades de los procesos formativos en

psicología y se pretende homogenizarlas con otras profesiones que tienen práctica

desde muy temprano en la formación y que se ejerce principalmente en escenarios

clínicos.

I. Aspectos regulatorios y problemática para la aplicación ala campo especifico

de la psicología clínica y de la salud (tomado de Sandoval-Escobar, 2018)

“La ley 1090 del 2006 define la Psicología como una ciencia sustentada en la investigación

y como una profesión que estudia los procesos de desarrollo cognoscitivo, emocional y

social del ser humano. Se indica en dicha ley que con base en la investigación científica,

la psicología fundamenta sus conocimientos y los aplica en forma válida, ética y

responsable en favor de los individuos, los grupos y las organizaciones, en los distintos

ámbitos de la vida individual y social, al aporte de conocimientos, técnicas y

procedimientos para crear condiciones que contribuyan al bienestar de los individuos y

al desarrollo de la comunidad, de los grupos y las organizaciones para una mejor calidad

de vida (pg. 1). En esa misma ley se adscribe la disciplina al ámbito de la salud

independientemente del área en que se desempeña el profesional en el ejercicio tanto

público como privado.

Respecto a los roles profesionales, esta ley1 afirma que los psicólogos titulados podrán

ejercer labores de evaluación e intervención en casos clínicos, rehabilitación, procesos

organizacionales, sociales y en general, en aquellos campos que ameriten su intervención

de forma individual o colectiva. Lo anterior implica que solamente con los estudios de

1
http://www.sociedadescientificas.com/userfiles/file/LEYES/1090%2006.pdf
pregrado, un graduado de psicología puede obtener la tarjeta profesional, la cual lo

faculta para ejercer en cualquier área.

Esta variedad de campos profesionales es acorde con los desarrollos a nivel global,

por ejemplo la American Psychological Association (APA) 2 establece 56 divisiones

correspondientes a subdisciplinas y campos profesionales, de estos solo 8 se relacionan

con la psicología clínica y de la salud. En Colombia, todos los programas que han sido

autorizados para su funcionamiento, poseen contenidos en su Plan de Estudios

relacionados con el área de la salud, los cuales van desde los fundamentos biológicos del

comportamiento humano, hasta los aspectos relacionados con la evaluación e

intervención en problemáticas clínicas y de la salud. No obstante, en ningún caso se

observa que el 50% de los contenidos del plan de estudios se relacione con aspectos

propios del área de la salud, de hecho, esta proporción es mucho menor. Aún en

programas con una formación de pregrado fuerte en psicología clínica, el porcentaje de

aspectos relacionados directamente con el área de la salud no supera el 30%. Igualmente,

no todos los programas de psicología cuentan con un plan de estudios que incluye

prácticas clínicas o en salud. Actualmente, los programas de psicología facultan a los

egresados para el desempeño en una gran variedad de campos profesionales”.

La Ley 1090 del 2006 no solo determinó que estos campos profesionales pudieran ser

ejercidos por graduados de pregrado, sino que habilita la atención de personas en

escenarios de nivel individual, grupal y comunitario. Esta situación es diferente a países

como Estados Unidos, España, entre muchos otros, en los cuales el ejercicio profesional

requiere estudios de posgrado o procesos de certificación posterior al pregrado.

http://www.apa.org/membership/?keyword=apa&gclid=Cj0KCQjw8YXXBRDXARIsAMzsQuURJbv4Oo8ln
_PXkRVBv8hqjb9HuFfALr2JXdd7HZgyZmaRX5pcnTcaApo3EALw_wcB
Hasta el momento, se han aplicado algunas de estas exigencias a las prácticas en

psicología clínica, merced a la definición presente en la Ley 1090 del 2006 de la psicología

como una profesión del área de la salud. Para ello se han empleado los criterios

establecidos por la Decreto 2376 de 2010 y el 780 del 2016 en lo referente a convenios

docencia-servicio y sus respectivos anexos técnicos. No obstante, la aplicación de dicho

Decreto a las prácticas en psicología clínica ha sido problemática debido a que estas son

cualitativamente diferentes a las prácticas en medicina y áreas afines, como también

implican costos elevados para las IES debido a que exigen la creación y certificación como

IPS de los consultorios o centros de psicología clínica, tanto en pregrado como en

posgrado. Esto ha implicado que los programas de psicología hayan comenzado a

eliminar la formación en psicología clínica en el pregrado y las prácticas

correspondientes, lo que perjudica a los usuarios de la profesión, en la medida en que

esos egresados, solamente con su título, pueden atender pacientes sin que hayan sido

formados para ello, bajo un modelo de práctica que implique seguimiento y supervisión.

Se deben resaltar los siguientes puntos:

1. La aplicación de la Decreto 780 del 2016 a las prácticas en psicología es compleja

debido a que en esta Decreto no se hace referencia directa o explicita a las prácticas

formativas en psicología. Tampoco existe otra reglamentación que se pueda

aplicar a las prácticas formativas en otros campos de la psicología, a pesar de que

en estos también la actuación del psicólogo puede implicar el bienestar emocional,

psicológico y social de los individuos y grupos.

2. Las prácticas en psicología clínica se realizan en una gran variedad de escenarios

distintos a los escenarios hospitalarios o de IPS. Tal es el caso de la atención en

escenarios educativos en colegios, universidades o comunidad, en donde el

psicólogo clínico evalúa e interviene en diferentes casos clínicos y de la salud, sin


que se cumplan las condiciones estipuladas tanto en los convenios, como en los

anexos técnicos exigidos por la Decreto 780 del 2016.

3. Aunque la ley 1090 del 2006 que reglamenta la psicología ubica a los profesionales

en el área de la salud, ninguna de las políticas relacionadas con talento humano en

salud, tampoco la Decreto 780 del 2016 establece que la psicología es una de las

profesiones pertenecientes al campo de la salud. Si bien en los servicios que cubre

el POS se aprecia que la consulta psicológica es uno de ellos, la CLASIFICACIÓN

INTERNACIONAL NORMALIZADA DE LA EDUCACIÓN – CAMPOS DE LA

EDUCACIÓN Y FORMACIÓN ADAPTADA PARA COLOMBIA (CINE-F 2013

A.C.) desarrollada por el DANE (2018), la cual sirve de referencia para la

evaluación, convalidación y demás fines en el Ministerio de Educación, muestra

que la psicología se considera parte del Campo Amplio 03 de Ciencias Sociales,

Periodismo e Información, Específico 031, y Detallado 0313. En el documento del

DANE (pg.23) se complementó el índice de la clasificación, incluyendo contenidos

y programas acordes con la realidad colombiana y con el contenido temático

propio de cada disciplina. Así, para el campo detallado 0313 “Psicología”, se

incluyeron las siguientes temáticas: Biología del Comportamiento,

Neuropsicología, Procesos psicológicos, Psicología clínica y de la salud, Psicología

experimental, Psicología organizacional y del trabajo, Psicología social, ambiental

y comunitaria, así como Psicometría3.

4. Debido a que los programas de psicología pertenecen al campo de las ciencias

sociales y que sus prácticas se deben desarrollar en este campo y de acuerdo con

los criterios establecidos para el logro de competencias por parte del programa, el

modelo propio del campo de la medicina no se adapta a la estructura, topografía

y actividades desarrolladas por los estudiantes de psicología en sus prácticas. A

3
https://www.dane.gov.co/files/noticias/CINE/cine-2013/Documento-CINE-F-2013-AC.pdf
pesar de esto, la exigencia de los convenios docencia-servicio y sus respectivos

anexos técnicos han contribuido a que las IES formalicen sus sistemas de prácticas

y a la fuerza hayan generado modelos de supervisión que permiten el desarrollo

de las competencias en los estudiantes. El problema es que la gran mayoría de

prácticas profesionales se realizan en campos distintos al de la clínica y la salud, y

estas últimas como explicamos antes, de acuerdo con el DANE, no forman parte

del campo amplio 09; de tal modo, es necesario generar un conjunto de

lineamientos apropiados para la psicología como ciencia social, que permitan

evaluar la calidad de las prácticas profesionales y que orienten la gestión de las

mismas por parte de la IES.

La psicología en el mundo y también en Colombia, posee estudios acerca de los

modelos de práctica y supervisión tanto en clínica, como otros campos, los cuales

bien pueden emplearse para desarrollar un modelo propio de la disciplina para

evaluar la calidad de las prácticas y su correspondencia curricular (Daskal, 2008 4;

Bastidas y Velásquez, 20165, entre otros).

5. Otro problema es que las prácticas en los programas de psicología a distancia o

virtuales deben regirse por criterios de calidad especificados por el Ministerio y

que salvaguarden el bienestar de usuarios y consultantes. A la fecha, la titulación

de cualquier programa de psicología es equivalente y permite al profesional

acceder a la tarjeta profesional, lo que le faculta para atender cualquier caso y

cualquier población. Sin embargo, es importante especificar como en estas

metodologías de formación se llevarán a cabo las actividades fundamentales para

4
Daskal, Ana María (2008). Poniendo la Lupa en la Supervisión Clínica. Revista Argentina de Clínica
Psicológica, 7 (3), 215-224.
5
Bastidas-Bilbao, H. & Velásquez, A. M. (2016). Modelo lógico de la supervisión como actividad
educativa para la formación en psicología clínica: concepciones de supervisores clínicos. Avances en
Psicología Latinoamericana, 34(2), 293-314. doi: http://dx.doi.org/10.12804/apl34.2.2016.06
aprender las competencias en las prácticas profesionales que deben ser

presenciales y supervisadas. Algo similar ocurre con las prácticas profesionales en

trabajo social. Es posible que la Decreto No. 18583 de 2017 para las licenciaturas

pueda servir de ejemplo acerca de cómo se podrían reglamentar las prácticas en

psicología y de trabajo social con todo el rigor y supervisión requerida, y que esto

no sea discrecional de la institución. Hacer esto evitaría la situación que sucede

actualmente y es que la gran mayoría de procesos de registro calificado de

programas de pregrado en psicología sean negados por los convenios docencia-

servicio, sin que se afectara la calidad de las prácticas y sus procesos formativos.

Con el interés de fortalecer la calidad en la formación, se proponen en este

documento criterios de calidad y aspectos a evaluar de las prácticas clínicas y de la

salud que respondan a la naturaleza y particularidades de la formación del

psicólogo. Los programas universitarios en psicología tanto presenciales, virtuales

y a distancia, que contemplen la práctica en psicología clínica y psicología de la salud

dentro de su plan de estudios, deberán contemplar elementos asociados con:

1. Tipo de convenios que establece las IES con los escenarios de práctica para el

desarrollo de estas, analizando su duración, contenidos, responsables y

suficiencia. Esto implica que se revisa la congruencia entre los convenios que posee

la IES, con los campos de práctica declarados en el currículo. Estos campos de

práctica pueden ser individuales, grupales o comunitarios (Sandoval-Escobar,

2018).

2. Modelo de prácticas y supervisión de acuerdo con los lineamientos derivados de

la gestión curricular del programa y de los perfiles de egreso. Dicho modelo debe

asegurar el aprendizaje del estudiante, el respeto y beneficio por el usuario, así


como el seguimiento de los criterios deontológicos establecidos para la psicología

en el marco de la Ley 1090 del 2006. El modelo de prácticas y supervisión deberá

ser congruente con los lineamientos curriculares y con los microcurrículos

correspondientes a los campos profesionales (Sandoval-Escobar, 2018).

3. Recursos físicos, tecnológicos y humanos para el desarrollo de las prácticas

profesionales. En este punto debe analizarse si las prácticas se desarrollan espacios

apropiados para el aprendizaje, si el estudiante dispone de los recursos

tecnológicos o TIC necesarias para desarrollar las prácticas, como también la

suficiencia de docentes supervisores, su formación en el campo particular y su

experiencia (Sandoval-Escobar, 2018)

Con base en estos aspectos se proponen como elementos a evaluar para

garantizar la calidad de las prácticas en psicología los siguientes elementos:

I. Sobre la práctica profesional:

La práctica profesional debe ser concebida como una estrategia pedagógica

planificada y organizada, desde la cual el programa de psicología busca integrar la

formación académica con el ejercicio profesional supervisado para la prestación de

servicios psicológicos.

El propósito de la práctica es fortalecer y generar competencias, capacidades y

nuevos conocimientos en los estudiantes de los programas de formación, en un marco

que promueve la calidad de la atención y el ejercicio profesional autónomo, responsable

y ético de la profesión.

Cuando la práctica se desarrolle en un escenario clínico (IPS, clínica, hospital), la relación

entre las instituciones se debe enmarcar según la legislación vigente, en una relación

docencia-servicio, definida como el vínculo funcional que se establece entre instituciones


educativas e instituciones prestadores de servicios de salud, con el propósito de formar

talento humano en salud. Este vínculo se funda en un proceso de planificación académica,

administrativa e investigativa de largo plazo, concertado entre las partes de la relación

docencia-servicio. En los casos en los que la práctica clínica se desarrolle en escenarios

tales como: instituciones educativas, ONG,s, entidades gubernamentales, entre otras, se

propone que el vínculo entre las instituciones esté mediado por convenios de relación

interinstitucional.

La duración de la práctica y el número de créditos será establecido por cada

programa pero deberá dar cuenta del cumplimiento de las siguientes competencias según

lo define el Artículo 7 del Título IV, de la Ley 1090

A. Actuar con integralidad y evaluar permanentemente las necesidades psicológicas

y sociales en el contexto, sus intervenciones, sus resultados y compartirlos con su

equipo de trabajo;

B. Diseñar intervenciones psicológicas coherentes con la evaluación y hacer

seguimiento a los resultados obtenidos y compartirlos con su equipo de trabajo;

C. Integrarse a la comunidad y a la gestión institucional, liderar los equipos

interdisciplinarios y participar con otros profesionales en la toma de decisiones,

teniendo presente la necesidad de seleccionar la mejor evidencia científica

disponible frente a situaciones de salud mental en las que se requiera su

competencia;

D. Intervenir directamente para procurar la Atención Primaria en Salud, con énfasis

en promoción de la salud mental y prevención de los trastornos psicológicos,

vinculando, a la comprensión sobre salud mental, las condiciones en las que la

vida tiene lugar;


E. Evaluar, diagnosticar, acompañar, asesorar e intervenir en salud mental en

diferentes escenarios y poblaciones; y, preparar a las personas, las familias y las

comunidades para ser funcionales en sus diferentes contextos.

Para promover el desarrollo de estas competencias los programas de psicología deben

planear y diseñar las prácticas formativas, entendiendo que la integración del

conocimiento se realiza mediante experiencias de aprendizaje supervisadas.

II. Aspectos curriculares y competencias a desarrollar en las prácticas

profesionales

Los programas deben contar con un currículo para la formación de habilidades y

competencias en psicología clínica, neuropsicología o psicología de la salud. Por tanto,

deben incluir estrategias para la formación y evaluación específica de las competencias

que se mencionarán, sin que se limite a estas. Adicionalmente, debe ajustarse el nivel de

dominio del estudiante y nivel de formación que persigue el programa.

• Experticia interpersonal. El estudiante debe aprender a formar una relación con el


paciente que permita el establecimiento mutuo de expectativas positivas pero realistas,

a interpretar señales verbales y no verbales y a responder de forma empática a las

experiencias y preocupaciones de los pacientes sean estas explícitas o implícitas.

Adicionalmente, debe mostrar flexibilidad y ajuste a las diferencias personales de sus

pacientes.

• Adquisición continúa de habilidades y autoreflexión. El estudiante debe aprender a evaluar


sus propios conocimientos, experiencias, hipótesis, reacciones emocionales, sesgos y

usar esa reflexión para modificar su práctica profesional. Asimismo, debe aprender a

identificar sus limitaciones en habilidades y conocimientos, así como los sesgos

cognitivos y afectivos que puedan afectar su juicio clínico. Finalmente, el estudiante


debe aprender estrategias para mantenerse actualizado y adquirir nuevas habilidades

y conocimientos.

• Entender la influencia de las diferencias individuales (edad, sexo, cultura, etc) sobre la
intervención6. El estudiante debe aprender a ser sensible a las variables psicológicas,

sociales y culturales que influyen en la intervención entre las cuales se encuentran el

desarrollo, la cultura, la etnia, el género, el estatus socioeconómico, la afiliación

religiosa y la orientación sexual. De manera que pueda ajustar e implementar la

intervención de una manera respetuosa de la perspectiva y necesidades de la población

o consultante.

• Evaluación y uso de literatura y evidencia tanto del campo básico como del aplicado en la
intervención. El estudiante debe aprender a informarse a través de fuentes confiables y

de buena calidad sobre los procedimientos que aplica en su quehacer. Para ello debe

aprender a seleccionar, juzgar, interpretar y adaptar la información de acuerdo con

criterios apropiados para su aplicación en la práctica profesional.

Dependiendo del momento en que se realice la práctica formativa y el área en la que se

esté formando, el programa podrá hacer énfasis en las competencias que siguen:

• Atención primaria en Salud: El estudiante debe aprender a desarrollar e implementar


acciones de promoción y prevención en los temas prioritarios para la población que

atiende.

• Evaluación, diagnóstico, formulación sistemática del problema y planeación de una


intervención. El estudiante debe aprender a recolectar la información necesaria para

identificar la problemática tratada y sus causas mediante estrategias que cuenten con

6 Se entiende intervención como el procedimiento que el estudiante deba realizar, este puede ser diagnóstico,
evaluación, tratamiento, etc.
un apropiado fundamento téórico. Adicionalmente, debe aprender a organizar dicha

información de manera que lleve a la explicación de la problemática y a plantear o bien

una intervención para su modificación o manejo (cuando se trata de problemáticas sin

remisión), o para plantear unas recomendaciones y posterior derivación del paciente a

otros profesionales competentes para la implementación del tratamiento.

• Toma de decisiones clínicas, implementación del tratamiento y monitoreo del progreso del
consultante o población. El estudiante debe aprender a aplicar tratamientos de forma

competente y flexible, basando su juicio clínico en conocimiento proveniente de

literatura basada en la evidencia, relacionada con su enfoque y de su experiencia

clínica. Debe aprender a tomar decisiones respecto a la velocidad, el momento de

aplicación de las intervenciones y sobre cómo enmarca la aplicación de técnicas

basándose en su formulación. Adicionalmente, debe aprender a evaluar el progreso de

la intervención identificando posibles factores que la afectan. En caso de que no se

identifique un avance, debe aprender a atender a la dificultad en el tratamiento, y a

realizar las modificaciones pertinentes.

• Conocimientos de reglamentación y juicio ético. Los estudiantes deben adquirir


conocimientos en torno a la reglamentación del país, región y municipio concernientes

a la práctica en la que está siendo formado. Adicionalmente, debe recibir un

entrenamiento constante y explícito de su juicio ético en torno a los diferentes aspectos

de su práctica profesional.

Las experiencias de aprendizaje planeadas para el desarrollo de estas competencias

deben ser supervisadas. Esta supervisión debe garantizar tanto el proceso formativo

como la protección de la población usuaria, optimizando la calidad del servicio. Es la

supervisión clínica entonces, el elemento pedagógico central de la práctica profesional,


en la que se entrenan competencias específicas, se identifican las mejores prácticas y está

guiada por la investigación.

III. Sobre la supervisión

La supervisión debe ser entendida como la disposición formal por parte del programa de

supervisores aprobados, con una educación y capacitación en el área de práctica que

gestiona, apoya, desarrolla y evalúa el trabajo de los estudiantes. La supervisión se

entiende como una actividad docente en la que la educación y el entrenamiento sobre la

acción profesional en los campos de aplicación clínica, neuropsicología o de la salud, se

basan en la práctica basada en la evidencia, se facilitan a través de un proceso

interpersonal colaborativo que implica la observación, evaluación, retroalimentación,

facilitación de la autoevaluación supervisada y la adquisición de conocimientos y

habilidades por medio de la instrucción, el modelado y la resolución conjunta de

problemas.

La supervisión en los programas de psicología se deberá llevar a cabo mediante una

reunión semanal entre el docente asignado y el grupo de estudiantes a su cargo con el fin

de orientar y retroalimentar los procesos, proyectos y programas que el estudiante realiza

en el sitio de práctica. La labor del docente supervisor se realiza en el espacio asignado

por el programa y no necesariamente corresponde con el lugar donde el estudiante

desarrolla la práctica.

Para evaluar el proceso de supervisión los programas deben:

• Describir el o los marcos teóricos que explican el modelo de supervisión adoptado,


los elementos necesarios para explicar cómo debe practicarse la supervisión,

evidenciando los diferentes factores o variables que establecen un marco de

referencia para la práctica.


• Mostrar con claridad las funciones, tareas y rol del supervisor y los propósitos
fundamentales de la supervisión, permitiendo la claridad a la hora de tomar

decisiones.

• Acreditar que los supervisores cuenten con formación posgradual en el área,


experiencia en supervisión o asesoría de estudiantes y trayectoria en el campo

aplicado de la práctica profesional.

• Certificar que los supervisores cuenten con competencias pedagógicas que incluyen
estrategias de enseñanza-aprendizaje, estrategias para el manejo de la relación de

trabajo y estrategias para el control y cualificación de las competencias esperadas.

• Explicitar los criterios con los cuales se seleccionan los cursos de acción; el uso de
estrategias de evaluación; y la selección de entornos o escenarios de práctica

óptimos, a fin de garantizar el logro de los objetivos de formación o competencias

definidas para la práctica.

• Describir los mecanismos contemplados para ajustar los convenios o acuerdos


interinstitucionales a las demandas cambiantes de la institución, de una manera que

minimice los riesgos formativos y maximice la estabilidad o pertinencia de la

formación.

• Identificar variables o factores moderadores del contexto que afectan el desarrollo


de la supervisión. La institución como actor involucrado, establece las

reglamentaciones propias de la formación académica, que incluye las metas y

procedimientos que se deben desarrollar en la supervisión, y determina el número

de encuentros presenciales y el mínimo de horas de atención clínica para garantizar

las competencias de formación.


• La supervisión deberá dirigirse tanto al proceso de formación de competencias del

estudiante como a garantizar el bienestar del paciente/consultante o en general de

la población a la que se está prestando el servicio.

IV. Sobre las actividades del estudiante en la práctica profesional

Durante el periodo académico en el que el estudiante desarrolla las prácticas

profesionales deberá participar en actividades de gestión de su práctica y actividades

clínicas tanto como observador, coterapeuta o de forma autónoma. Estas actividades

responden a elementos propios del proceso formativo y su alcance debe ser definido por

cada programa.

ACTIVIDADES DE GESTION DE LA PRÁCTICA

1. Establecer los elementos asociados al acompañamiento con el supervisor.

2. Diseñar y ejecutar el plan/proyecto de Práctica Profesional acordado con el

asesor/supervisor, según las necesidades de la Institución donde se realiza la

Práctica y los requerimientos del programa.

3. Cumplir con las actividades profesionales que le sean demandadas en la

Institución donde realiza la práctica con respaldo científico, creatividad, ética

y solidaridad.

4. Entregar, al finalizar la Práctica, un informe en que se consigne el trabajo

desarrollado, la forma en que lo llevó a cabo y las dificultades encontradas

durante su desarrollo avalado por su asesor/supervisor.


ACTVIDADES DEL PRACTICANTE RELACIONADAS CON SU ACTIVIDAD

CLINICA:

Como fue establecido al iniciar este apartado se espera que el estudiante de pregrado

inicialmente realice los procesos enumerados a continuación, como observador o co-

terapeuta (puntos 8,9, 16 y 23) y, posteriormente los realicen de manera independiente

(10, 12,13 16,19 y 24), de forma tal que se cumpla con la delegación progresiva de

funciones. Los estudiantes deben cumplir con las siguientes actividades:

1. Revisar las guías tanto de evaluación como de intervención clínicas que son

obligatorias por los entes de salud del país.

2. Proponer y diseñar instrumentos de recolección de información con

adecuadas condiciones metodológicas

3. Conocer y aplicar los criterios de ley que se relacionan con el archivo,

diligenciamiento y manejo de historias clínicas

4. Manejar procedimientos y formatos (Elaboración de registros de HC,

informes, formulaciones, RIPS)

5. Sustentar su práctica en evidencia empírica.

6. Reelaborar, diseñar e implementar programas de prevención y promoción

de la salud para atender las problemáticas de la población de usuarios, con

base en las revisiones documentales realizadas.

7. Entregar informes de los procesos de prevención y promoción que incluyan

datos estadísticos sobre el proceso llevado a cabo.

8. Participar como observador o coterapeuta en los procesos de recepción o

filtro de los pacientes, o de evaluación inicial de los mismos con los

profesionales de la institución.
9. Participar como observador o coterapeuta en los procesos de

administración de pruebas psicométricas de evaluación de procesos

clínicos

10. Aplicar de manera independiente protocolos de entrevista

semiestructuradas o estructuradas a pacientes con problemáticas de baja

dificultad

11. Manejar el material clínico sin contacto directo con consultantes

(Calificación y análisis de pruebas)

12. Aplicar de manera independiente pruebas psicométricas de evaluación de

procesos clínicos

13. Calificar de manera independiente las pruebas administradas y entrega

informes al asesor/supervisor sobre las mismas

14. Realizar informes de los procesos de entrevista realizados según delegación

15. Elaborar informes clínicos en donde integra la información de las diferentes

fuentes evaluadas

16. Realizar de manera independiente el proceso de evaluación de pacientes de

primera vez que consultan por problemáticas de baja dificultad.

17. Aplicar estrategias de evaluación y validación de información con

adecuadas condiciones metodológicas.

18. Participar como observador o coterapeuta en los procesos de

administración de técnicas de intervención para problemáticas de baja

dificultad.

19. Aplicar de manera independiente técnicas de intervención para

problemáticas de baja dificultad.

20. Proponer y aplicar intervenciones coherentes con el enfoque de formación.

21. Realizar de manera independiente el proceso de evaluación de pacientes de

primera vez que consultan por problemáticas de mediana dificultad.


22. Argumentar teórica y empíricamente sus posturas clínicas.

23. Participar como observador o coterapeuta en los procesos de

administración de técnicas de intervención para problemáticas de mediana

dificultad.

24. Aplicar de manera independiente técnicas de intervención para

problemáticas de mediana dificultad.

25. Aplicar intervenciones guiadas por el rigor técnico requerido.

26. Justificar las propuestas de intervención a partir de la evidencia, el análisis

y rigor clínico.

27. Realizar análisis clínicos basados en los presaberes adquiridos en el estudio

de su profesión.

28. Elaborar informes clínicos en donde integra no solo los resultados de la

evaluación, sino que propone aproximaciones al diagnóstico y

recomendaciones sobre el caso.

29. Realizar estudios de caso con base en los diagnósticos e intervenciones

realizadas.

30. Evidenciar conocimientos investigativos en el desarrollo de su proyecto de

prácticas.

31. Aplicar conocimientos de investigación en el desarrollo de su proyecto

formativo.

32. Identificar el marco normativo y ético para el ejercicio de la psicología

clínica, de la salud y de la neuropsicología.

33. Relacionar los principios éticos de la profesión del psicólogo con su práctica

clínica.

34. Identificar los dilemas éticos que pueden surgir del desarrollo de su

práctica clínica y propone acciones para su resolución.


35. Discrimina las diferencias y límites de la acción del psicólogo en los

escenarios de práctica.

36. Enmarcar el accionar de la psicología clínica, de la salud y neuropsicología

dentro de la interdisciplinariedad.

V. Sobre los sitios de práctica

Los escenarios de práctica deberán cumplir con los siguientes requisitos:

1. Estar constituido legalmente y registrado ante el organismo legal que corresponda

y demostrar su existencia y representación legal

2. Conocer y aceptar el reglamento de Prácticas Profesionales de la Institución y las

disposiciones que para el proceso de práctica se encuentren definidas.

3. Los sitios de práctica serán seleccionados previo convenio o acuerdo de

cooperación con entidades públicas o privadas, que además de cumplir con las

condiciones estipuladas por la ley, estén dispuestas y comprometidas a recibir el

apoyo profesional de una Universidad a través de un estudiante en práctica, y a

prestar los apoyos institucionales necesarios para que los practicantes desarrollen

su labor.

4. Los convenios de práctica pueden constituirse como convenios docencia-servicio,

según lo establecido en el decreto 2376, o como acuerdos interinstitucionales para

el desarrollo de las actividades establecidas en el apartado anterior. En cualquier

caso, el sitio de práctica debe contar con las condiciones para la prestación del

servicio psicológico y el manejo confidencial de las historias clínicas, así como

contar con las pólizas de responsabilidad civil que ampare contingencias

derivadas de las prácticas profesionales.

5. Los sitios de práctica deben contar con profesional en Psicología que oriente y se

encargue internamente del acompañamiento al estudiante en su proceso de


práctica, evaluando su desempeño y ofreciendo recomendaciones oportunas que

favorezcan el desarrollo de sus competencias profesionales.

6. Facilitar al estudiante los espacios, condiciones logísticas, recursos e información

necesarios para el adecuado desarrollo de la práctica.

7. Permitir en la institución, la realización de las actividades de supervisión que

requiera el docente asesor/supervisor como parte del proceso de formación del

practicante.

8. Permitir la participación del practicante en las actividades curriculares y

extracurriculares que el programa considere necesarias para la formación del

estudiante

9. Entregar al estudiante al finalizar su práctica, carta que certifique el trabajo

realizado con copia a la Coordinación de Prácticas del programa.

10. El cierre del convenio con una institución determinada se podrá efectuar por parte

de la universidad en el caso que esta incumpla con las condiciones requeridas para

el desarrollo de las prácticas profesionales o investigativas.

11. Según acuerdo entre las instituciones, se deberá realizar la afiliación de los

profesionales en formación posgradual al Sistema General de Riesgos Laborales,

en el marco del decreto 055 de 2015.

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