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Cuando de la autoridad pedagógica se trata: ¿De qué se trata?

Article · November 2015

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Ruth Harf
Universidad de Buenos Aires
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Cuando de la autoridad pedagógica se trata: ¿De qué se trata?
Ruth Harf. 2015
Nos ocupa y preocupa el tema de la autoridad pedagógica.
Es F. Dubet uno de los autores que hacen referencia a la “crisis de la autori-
dad pedagógica” y el cambio en el rol de la escuela.
Si hiciésemos una encuesta acerca de qué piensan hoy en día los profesores
acerca de la autoridad, muchos de ellos hacen referencia al reconocimiento,
al respeto, a la intención pedagógica, las normas y al manejo de la disciplina.
Son muchos los educadores que manifiestan encontrar diversidad de situa-
ciones respecto de la autoridad pedagógica en distintos cursos e institucio-
nes educativas, es decir que observan que no todos los cursos le otorgan la
misma autoridad a los profesores.
Es así que se puede observar que el modo en que los estudiantes aceptan o
no la autoridad de sus docentes tiene que ver con la interacción entre am-
bos, tiene relación con la forma en que los profesores ejercen su autoridad y
con la manera en que los estudiantes la entienden, la aceptan o la rechazan.
Partimos de sostener que la autoridad no es un atributo personal, sino un ti-
po especial de interacción por el cual se coordinan profesores y alumnos en
el ámbito del aula, en un contexto institucional situado.
El tema de la autoridad pedagógica fue siempre y sigue siendo un asunto
que genera controversias. Cuáles son algunas de las razones para esta con-
troverisa?
Por un lado podemos observar que hay diversidad de definiciones, que no
solo muestran diversidad de concepciones y definiciones, sino incluso postu-
ras cuasi antagónicas.
Nos interesa citar a Bourdieu y Passeron, quienes definen tanto a la Acción
pedagógica como a la Autoridad pedagógica del siguiente modo:
Acción Pedagógica: «Toda acción pedagógica es objetivamente una
violencia simbólica en tanto que imposición, por un poder arbitrario, de
una arbitrariedad cultural.» (Bourdieu y Passeron)
Autoridad Pedagógica: «La autoridad pedagógica es un componente
necesario o condición para una acción pedagógica exitosa. La
autoridad pedagógica es tan fundamental que a menudo se identifica
con la relación primordial o natural entre el padre y el hijo. La autoridad
no es uniforme en todos los grupos sociales. Las ideas ejercen efectos
distintos cuando se encuentran ante disposiciones preexistentes.»
(Bourdieu y Passeron)

  1  
La relación existente entre la acción pedagógica y la autoridad
pedagógica, es que la primera debe recaer en la segunda. Sin la
autoridad pedagógica la acción pedagógica no tendría poder de
violencia simbólica.
Para Bourdieu la Escuela, “la autoridad pedagógica, el trabajo pedagógico, y
la relación pedagógica”, ejercen una violencia simbólica al imponer a los hi-
jos de las clases dominadas ese arbitrario cultural (el currículum escolar co-
mo cultura universal y necesaria) como si fuese “la cultura”, al mismo tiempo
que convierten en ilegitimas sus formas de cultura propias; es decir, se intro-
duce una distinción entre los saberes legítimos y dominantes y otros saberes
subordinados.
No se puede dejar de lado el reflexionar en primer lugar (aunque el primer y
segundo lugar en este caso sean intercambiables y recursivos) acerca del
mismo concepto de autoridad:
Es así que nos correremos de la idea de “quien ejerce la autoridad” para ins-
talarnos en la idea de una “relación de autoridad”, relación que se establece
entre dos o más personas.
Desde ya que no es cualquier tipo de relación, es una relación de asimetría
Pero esta asimetría se entiende en función, justamente de esta relación, ya
que la existencia de uno sin otro de los componentes de dicha relación deja-
ría sin efecto a la autoridad. Es una asimetría que incluye al mismo tiempo a
la igualdad y a la reciprocidad como condiciones ineludibles.
Característica esencial de la autoridad es que se pone en juego con la finali-
dad de dirigirse a otros. Y quienes son estos otros? Son aquellos que otor-
gan el carácter de autoridad a la relación al reconocerla como tal. Y por qué
lo harían? Por imposición? No!! Se constituye como tal en un vínculo consen-
tido, en la medida en que los “dirigidos” perciben que de este modo se podrá
dar respuesta y satisfacción a necesidades grupales o sociales. Es a esto a
lo que se entiende como “augere” (“hacer crecer” en francés).
Estamos hablando de una autoridad que parece necesitar de una autoriza-
ción para ser tal. Es decir que lo que otorga reconocimiento a la autoridad es
la percepción de que podrá dar respuesta a necesidades y demandas “razo-
nables”, mediante el cuidado, la atención e incluso la enseñanza. Y no se
podrán de lado ideas tales como “confianza”, “reconocimiento y respeto mu-
tuos”, divergencia, etc.
También podemos plantear otro tipo de preguntas: ¿Por qué se cree que es
necesaria la autoridad para poder educar, para ser un educador?
Y una de las muchas respuestas posibles sería que la autoridad tiene la res-
ponsabilidad de sostener un espacio para que circule la palabra y los sabe-
res entren en juego, la autoridad debe habilitar el acceso al conocimiento de
quienes asisten a la escuela para educarse.

  2  
Se nos hace necesaria hoy renovar la figura del educador como aquél que
establece una relación de autoridad con sus alumnos, es pensar en un edu-
cador que considera que su autoridad, que la relación de autoridad que pue-
de o logra establecer con sus alumnos es una conquista que se debe reno-
var constantemente mediante la escucha, el respeto, la comprensión y el diá-
logo.
Estamos hablando de un educador capaz de interesar, motivar, movilizar y
cautivar a sus alumnos, (alguien que los “provoca”) y que al mismo tiempo
intenta y se propone reconocer su potencial, individual y grupal.
Beatriz Greco nos dice que la autoridad pedagógica debe sostener las dis-
tancias y diferencias, al mismo tiempo que debe dar lugar a la continuidad
entre las generaciones.
Podemos ver a la autoridad pedagógica como una relación entre diferencias,
entre dos o muchos, cada uno de los cuales recorrió diversos caminos en la
vida y en el mundo del conocimiento
Interpretar la autoridad desde la pedagogía, es verla desde una relación
práctica y reflexiva entre alumnos y profesores. Es una relación que se cons-
truye en una situación escolar de enseñanza y aprendizaje.
El educador establece esta relación de autoridad a medida que logra consti-
tuirse como referente y al mismo tiempo no abandona el ser puente, vínculo
entre los alumnos y el conocimiento.
Esto último es muy importante tenerlo en cuenta ya que la autoridad peda-
gógica no sólo busca y se sostiene en vinculaciones interpersonales sino que
implica abrir caminos hacia el saber y por ende se apoya en una orientación
hacia el aprendizaje de todos los alumnos, razón de ser de la existencia de
instituciones educativas.
Lo interesante es que se propende a que los estudiantes sean cada vez más
autónomos, en lo referido a los aspectos cognitivos, afectivos y sociales.
Aquí podríamos ver el doble juego de las ideas de autonomía y de vínculos:
a más “vínculo” con el saber, más “autonomía” del docente, es decir: a más
vínculo con el saber, más desvinculación del educador. Un educador, al es-
tablecerse la relación de autoridad, buscará promover las condiciones para
que sus estudiantes ya no dependan de él y sean cada vez más autónomos
en su proceso de aprendizaje.
Esto no implica disolver o hacer desaparecer las asimetrías sino potenciar-
las, es decir que sean motor para ponerlas en diálogo con las otras formas
de relación (igualdad, diferencia, autonomía) entre alumnos y docentes.
El educador debe registrar que el valor de una relación de autoridad supone
una renuncia a la omnipotencia, a la totalidad, al control del otro, a capturar y
cambiarlo según los propios deseos.

  3  
Concluimos con planteos de M. Mastrogirolamo quien sostiene que la
autoridad pedagógica debe poder articular: un saber pedagógico para
fundamentar sus prácticas en marcos que articulen la teoría con la práctica;
un sostén en la normativa, un encuadre en cuanto a derechos y obligaciones,
garantizando la igualdad de oportunidades en la trayectoria del sistema
educativo; y una vinculación con los otros que permita proyectarse e
interpretar los signos y los sentidos de los demás, para comunicar y dejar
que se comuniquen.
Textos de referencia
• Antelo, E. (2005) Variaciones sobre la autoridad pedagógica. Mimeo.
• Aleu. M & Antelo, E. (2007) Autoridad, acción y autonomía. Disponible en
www.12entes.com
• Batallán, G. (2003). El poder y la autoridad en la escuela. La conflictividad
de las relaciones escolares desde la perspectiva de los docentes de in-
fancia. Revista mexicana de Investigación Educativa. Septiembre-
diciembre 2003, vol 8, No 19: 679-704.
• Bourdieu, P.; Passeron, J. C. La reproducción. Elementos para una teoría
del sistema de enseñanza. Barcelona: Laia, 1977.
• Dirección Provincial de gestión educativa. Dirección de inspección general
(2010) Autoridad y autoridad pedagógica. La Plata, Buenos Aires. Dispo-
nible en http://abc.gov.ar Dirección General de Cultura y Educación (2007)
• Dubet, F. (2006). El declive de la institución. Barcelona, España: Gedisa.
• Greco, M. B. (2012) La autoridad nuevamente pensada en María Beatriz
Greco, Emancipación, educación y autoridad. Prácticas de formación y
transmisión democrática. Buenos Aires. Noveduc.
• Tenti Fanfani, E.: Viejas y nuevas formas de autoridad docente. En: Revis-
ta Todavía No7, abril, Bs. As, Fundación OSDE. Disponible en http://www.
revistatodavia.com.ar

  4  
¿Palabras, solo palabras….? Cuando las imágenes ayudan:

AUTORIDAD PEDAGÓGICA HOY


Una autoridad que:
sostenga y delimite lugares,
trace continuidades entre generaciones y
produzca las interrupciones necesarias
de ordenes injustos, en el
terreno de lo singular y
de lo político.

22

AUTORIDAD PEDAGÓGICA
Y CONOCIMIENTO
  Sin autoridad no hay garantías de
que se instale la ley simbólica.
  Cuidar objeto de conocimiento.
  Para que pueda enseñar a otro,
para que pueda hacerlo circular.
  Volver a autorizar el lugar adulto
de transmisión de la cultura.

23

Desplazarse Armar
de la dispositivos
educativos
autoridad diferentes
a la (tiempos,
autorización. AUTORIDAD espacios,
PEDAGÓGICA propuestas)
PERMITE

Habilitar a
alumnos a buscar Volver a
propias formas pensar los
de organizarse,
debatir dispositivos
problemas y ya existentes
proponer
soluciones.

24

  5  
AUTORIDAD Y TRANSMISIÓN
Sin transmisión no hay
sociedad.
Sin trasmisión no hay
inscripción de las nuevas
generaciones en los relatos
que las preceden.
Se debe habilitar para ocupar
sus lugares, que son otros
lugares, los lugares de otros.

25

AUTORIDAD PEDAGÓGICA PERMITE

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Comprender Confiar en eficacia Hacer buenas Hacer


su ejercicio simbólica de acciones lecturas de lo experiencia
como relación y palabras para que demandan
instaurar lugar de alumnos de una
con la
entre palabra.
diferencias. “ reconocimiento del autoridad.
otro.
27

SUSTENTOS PARA UNA


AUTORIDAD PEDAGÓGICA
Instalar nuevas lógicas
para mirar la realidad.
Repensar cómo ser maestro
de otra manera.
Reinstalar asimetrías,
recuperando lazos sociales.
Desplegar posibilidades a
través de una confianza instituyente

31

  6  
AUTORIDAD PEDAGÓGICA:
FUNCIÓN
Abrir la puerta:
a los otros,
a los recién llegados,
a los que se incluyen en el sistema
educativo, que asisten a la escuela
para educarse.
Es función pedagógica enseñar.

29

SUSTENTOS PARA UNA


AUTORIDAD PEDAGÓGICA

Coherencia entre lo que se


sabe, lo que se hace, lo que
se cree y lo que se dice.
Resignificación de espacios
cotidianos.
Habilitación de un espacio
para el crecimiento y la
circulación de saberes.

30

PALABRAS QUE
PROTEGEN Y AUTORIZAN...
Autoridad, hospitalidad: a los
lugares de garantes, la invitación
democrática de hacer lugar: velar
porque la morada sea habitable y
receptora de los nuevos , bajo la
ley. Cornu (2003)

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