Está en la página 1de 16

UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA

FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO

INFORME DE DERECHO ROMANO II


La Posesión, la Propiedad en su evolución histórica y Limitaciones a la
Propiedad

Estudiante: Arenas, Mariangel


C.I. V- 28696880

Carora, abril 2021


ÍNDICE

pp.
INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 1
La Posesión ............................................................................................................. 2
Elementos de la Posesión....................................................................... 2
Adquisición de la posesión .................................................................... 3
Protección de la posesión....................................................................... 4
El problema de las posesiones anómalas ............................................... 5
Posesión de buena fe .............................................................................. 6
Possessio iuris. ....................................................................................... 6
La propiedad en su evolución histórica ................................................................... 6
Adquisición de la propiedad .................................................................. 7
Modos originarios de adquisición de la propiedad. ............................... 7
Modos derivativos de adquisición de la propiedad................................ 8
El problema del Usucapio:..................................................................... 9
Limitaciones a la propiedad .................................................................................... 9
A la propiedad de los esclavos............................................................. 10
Por motivos religiosos ......................................................................... 10
Respecto de los ríos públicos. .............................................................. 10
Paso público. ........................................................................................ 10
Administrativas o edilicias. ................................................................. 10
Mineras. ............................................................................................... 11
Actos de emulación.............................................................................. 11
Por voluntad del propietario ................................................................ 11
La expropiación ................................................................................... 11
Defensa de la propiedad....................................................................... 11
Poseedor de buena y mala fe. .............................................................. 12
El condominio...................................................................................... 12
CONCLUSIÓN ..................................................................................................... 13

i
INTRODUCCIÓN

En este trabajo se analizan situaciones relativas al derecho de propiedad en el


derecho romano, estructurado de la siguiente manera: en primer lugar, se define el
concepto de posesión, sus elementos, formas de adquisición, protección y pérdida
de la posesión, así como también el problema de las posesiones anómalas, de buena
fe y possessio iuris.
En segundo lugar, se define el concepto de propiedad que se desarrolla en la
experiencia jurídica romana y las diferentes acepciones que a lo largo de la misma
alcanza el término propiedad. Para ello, es determinante ver cómo ha evolucionado
ese concepto desde su aparición en la Roma más arcaica, hasta su configuración en
el derecho justinianeo. Así como también las formas de adquisición de la propiedad
según los modos originarios y derivativos y el problema del usucapio.
En tercer lugar, se presenta un estudio sobre las limitaciones a la propiedad
haciendo distinción entre los límites de derecho público y los límites de derecho
privado, los modos de defender procesalmente la propiedad y las distintas acciones
existentes para ello.

1
INFORME DE DERECHO ROMANO II
La Posesión, la Propiedad en su evolución histórica y Limitaciones a la
Propiedad

La Posesión

En términos romanos, no existe un equivalente real a los conceptos modernos


de “posesión”, ya que las leyes actuales los utilizan. Possessio puede describir el
control real sobre cosas que podrían conducir a la adquisición de la propiedad; el
control que hizo posible defenderse contra invasiones de terceros; y el control que
podría resultar en la capacidad de ser demandado en un caso de propiedad.
Con frecuencia, el uso de elementos posesorios está subordinado al derecho
de propiedad. En este informe se examina el desarrollo del derecho de la posesión
en el período clásico tardío, cuando se hicieron algunos intentos de estructurar los
instrumentos conceptuales pertinentes de manera coherente, y las modalidades de
la posesión romana.

Elementos de la Posesión
Possessio es, en el Derecho de la antigua Roma, el señorío o dominación de
hecho sobre una cosa. Etimológicamente, el término posesión deriva de la locución
latina possessio, que a su vez proviene de possidere, palabra compuesta de sedere
y el prefijo pos y que equivale a poder sentarse o fijarse.
La propiedad entraña un poder jurídico sobre las cosas. La posesión un poder
meramente material. Posesión es el poder físico que se ejerce sobre una cosa, con
intención de manejarse como verdadero propietario de ella. La posesión consiste,
en el hecho de tener bajo nuestro poder una cosa, con la intención de conducirse
con ella, como verdadero propietario.
Algunos sostienen que la posesión es un hecho amparado por el ordenamiento
jurídico, otros, como lhering, exponente de la doctrina objetiva de la posesión,
afirman que la posesión es un derecho, integrado por un interés el cual es el
elemento sustancial y el amparo jurídico al mismo, sus medios de defensa. Este
gran jurisconsulto es el creador de la teoría del interés. Según su concepción, la

2
posesión determina la relación jurídica entre el poseedor y la cosa poseída,
colocándose así al lado de su propiedad y de ello deduce, como conclusión, que la
protección o defensa de la posesión debe ser entendida como un complemento
necesario de la protección de la propiedad.

Adquisición de la posesión
Según el concepto clásico la posesión se adquiere corpore et animo; se
adquiere mediante una relación corporal de la cosa con voluntad de dominio sobre
ella. Para adquirir la posesión no se necesitaba ningún requisito formal. En cuanto
al corpus, originariamente el requisito de la aprehensión material fue bastante
riguroso.
Posibilidad física de disponer de la cosa (corpus, adprehensio): Para lograr
este poder físico sobre la cosa no es necesario el contacto con la misma, ni éste, por
otra parte, es siempre bastante para aquel objeto; es preciso que la cosa esté puesta
en tal relación con la persona, que ésta se halle en la posibilidad actual e inmediata
de tener la cosa en su poder. Si la cosa se halla poseída por un tercero, el poder
físico sobre la misma puede adquirirse con el consentimiento del poseedor o sin él.
En la primera hipótesis existe la entrega o tradición, porque el anterior poseedor
entrega o transfiere por sí mismo el poder que tenía sobre la cosa al nuevo poseedor.
En la segunda hipótesis existe la disposición especial de la ley, por la que la
ocupación clandestina de un fundo no basta para adquirir la posesión.
Intención de poseer: Esta intención puede ser declarada expresamente o
resultar de otros actos; puede existir en el momento mismo de adquirir el poder
físico sobre la cosa o sobrevenir después. Si la determinación de poseer para sí una
cosa que ya se detentaba se toma con el consentimiento de aquel en cuyo nombre
se ejercía el poder físico, existe la llamada traditio brevi manu. Si, por el contrario,
dicha determinación se toma contra la voluntad de aquel en nombre de quien se
ejercita el poder físico, aquélla no basta por sí sola para dar la posesión, sino que es
necesario un acto externo que demuestre de un modo ostensiblemente el cambio de
voluntad, especialmente en relación con el anterior poseedor.

3
Protección de la posesión
La posesión, aun cuando no sea un derecho sino un hecho, no puede ser
arbitrariamente violentada, ni siquiera por aquél que tiene derecho sobre la cosa
poseída por otro. A nadie debe permitírsele alterar una situación fáctica cual es la
posesión, tengo o no derecho a ello; si se cree con derecho deberá acudir al
Magistrado, ejercitando una acción contra el poseedor ilegítimo para exigirle la
entrega de la cosa.
- En el Derecho romano el Pretor protege la posesión: Perturbar al poseedor,
o despojarlo sin más de la cosa porque creamos tener derecho a ello (por ejemplo,
porque somos propietarios), sería tomarse la justicia por su mano, alterando el orden
social y jurídico. Es éste el motivo por el cual, en el Derecho romano, el Pretor
protegió a la posesión, entre otras razones porque entre dos personas, el poseedor
por el mere hecho de serlo, tiene más derecho que aquél que no posee.
- Los interdictos posesorios: Pero dado que ésta es una institución de hecho,
no está protegida por acciones sino por interdictos. La acción tiende al
reconocimiento de un derecho (así la acción reivindicatoria intenta el
reconocimiento del derecho de propiedad), los interdictos persiguen restablecer la
situación de hecho, tal como estaba antes de la perturbación, sin prejuzgar en modo
alguno la situación jurídica en que se encuentran el poseedor y el autor de la
perturbación o del despojo. Son órdenes emanadas por el Pretor a instancia del
poseedor y dirigidas contra el autor de la perturbación o despojo arbitrarios.

Pérdida de la posesión
La posesión en Derecho romano termina o cuando se pierde la disponibilidad
de hecho sobre la cosa, o cuando cesa el animus o intención de poseer; precisamente
esta es la diferencia que existe con la propiedad, la cual no se pierde por el simple
hecho que el propietario no quiera ser más tal, sino que es preciso una formal
manifestación de voluntad dirigida a tal efecto.
Uno de los casos solucionados en este sentido es aquél de la posesión de los
pastos de invierno o verano (saltus hiberni et aestivi) que, no pudiendo obviamente

4
ser utilizados durante determinados periodos del año, debían ser temporalmente
abandonados.
Otro caso interesante es el del esclavo que huye, escapando a la disponibilidad
de su dueño. En ambos supuestos el poseedor continúa poseyendo siempre que
conserve el animus de poseer. Justiniano acoge el principio enunciado, aplicándolo
a todos aquellos casos en que el poseedor pierda temporalmente la disponibilidad
material sin el ánimo de renunciar a la posesión, incluyendo entre ellos al poseedor
ausente.

El problema de las posesiones anómalas


Constituyen supuestos de posesiones anómalas o derivadas las relativas a las
posesiones del acreedor Pignoraticio, Precarista y Secuestratario. En estos tres
casos los poseedores indicados carecen del animus domini, es decir que no poseen
en concepto de dueño con la intención de ser propietario. No son ellos los
poseedores, sino que poseen en nombre de otro la posesión derivada en estos tres
casos representa una situación no de verdadera y propia posesión sino de
transmisión en favor de las personas indicadas del Ius Possessioni o derecho de
posesión correspondiente al verdadero dueño de la cosa.
Acreedor pignoraticio: Era la persona que había recibido una cosa en prenda
y en garantía del pago por el propio deudor de la deuda contraída para con el
acreedor. Esta figura paso de actuación posesoria en la época clásica a su
acentuación como situación contractual en la época postclásica, es decir, en contrato
de prenda. A partir de entonces pierde interés el problema relativo de la defensa de
la situación posesoria y el acreedor pignoraticio recibe protección a través de la
acción que tutela el contrato de prenda.
Precarista: Era la persona que recibía de otra una cosa en situación de precario
pudiendo libremente el propietario reclamar del precarista la devolución de la cosa.
También esta figura considerada como una hipótesis de posesión en la época
clásica, con posterioridad se convertiría en un contrato innominado.
Secuestratario: Es la persona que recibía una cosa de una de las dos partes
litigantes en un proceso con la obligación de devolverla al litigante que venciera en

5
el litigio. También esta figura que constituyo una situación posesoria se adhiere con
posterioridad al contrato de depósito.

Posesión de buena fe
Para la generalidad de los romanistas hay que distinguir claramente entre
propiedad pretoria o dominio voluntario (in bonis habere) que es una posesión que
el pretor atribuye a una persona y por cuya virtud dicho poseedor voluntario
adquiere una posición privilegiada frente a todos pudiendo beneficiarse de la tutela
de acciones tales como la Actio publicana.
En segundo lugar, tenemos la bonae fidei possessio que representa una
situación posesoria de mero hecho y que goza de una protección más débil. Tan
solo en la protección interdictal frente a determinadas ocasiones y que constituye
una situación que en todo caso sucumbe ante la reivindicación del propietario
debiendo el poseedor restituir la cosa, pero sin perjuicio de las ventajas que a dicho
poseedor corresponden en orden al resarcimiento de los gastos realizados en la cosa
durante el tiempo de posesión y percepción de los frutos obtenidos de la misma

Possessio iuris
En época clásica sólo se podía poseer cosas corporales, pero había una
institución que era el usus iuris que es el ejercicio de hecho del contenido de un
derecho. El pretor protegió el contenido de hecho del contenido de ciertos derechos
mediante interdictos especiales.
Con el paso del tiempo el ejercicio de hecho del contenido de derecho se
consideró possessi iuris y se designa también con la expresión quasi possessio.

La propiedad en su evolución histórica

En su acepción más restringida y técnica es un Derecho real que recae sobre


cosas corporales y que a diferencia de los restantes Derechos reales atribuye a su
titular un poder general y pleno sobre la cosa. La propiedad representa una facultad

6
de apropiación sobre los bienes con exclusión de todos los demás del goce y disfrute
de los mismos.
Frente a la propiedad que es un concepto económico-jurídico y con un
significado predominantemente objetivo que acentúa la relación de pertenencia de
una cosa a una persona, la palabra dominio tiene un significado predominantemente
subjetivo que implica la potestad que sobre la cosa corresponde al titular.

Adquisición de la propiedad
La doctrina ha diferenciado históricamente dos grandes categorías de modos
de adquirir la propiedad que son las siguientes: Modos originarios de adquirir la
propiedad (caracterizados por una relación directa entre la persona y la cosa sin que
haya intermediario) y modos derivativos de adquirir la propiedad (caracterizados
por la relación entre un transmitente que posee el derecho de propiedad sobre la
cosa y un adquirente). No obstante, esta clasificación fue absolutamente distinta en
la época de Justiniano, donde se distinguía entre modos civiles y modos naturales y
con ello se produce la desaparición de algunos modos de adquirir la propiedad como
es el caso de la mancipatio, un modo derivativo de adquirir la propiedad que
analizaré posteriormente.

Modos originarios de adquisición de la propiedad.


Son modos de adquisición del dominio aquellos hechos jurídicos a los que la
ley reconoce la virtud de originar el dominio en una persona. Son originarios los
modos que hacen adquirir la propiedad independientemente de un Derecho anterior
de cualquier otra persona y derivativos los que hacen adquirir una propiedad
fundada en un precedente Derecho que tenía otra persona.
- Occupatio: Este modo de adquirir la propiedad consiste en apoderarse
físicamente de cosas que deben de reunir para su válida adquisición tres
requisitos: 1. Debe ser una res nullius, es decir, cosas que no pertenecen
a nadie, por tanto, carentes de dueño. 2. Debe de apoderarse de la cosa:
Aunque con el tiempo el requisito de apoderarse de la cosa fue haciéndose
cada vez más laxo y para las cosas que se quedaban abandonadas en el

7
mar, por ejemplo, bastaba con el mero requisito de descubrirlas para
hacerlas suyas, no había necesidad de que se produjera el contacto físico.
3. Debe de tener la intención de hacer suya la cosa
- La Accesión: Consiste en que dos cosas de distintos dueños se unen de
forma duradera y orgánica que pertenecerán al dueño de la cosa principal.
El término accesión deriva del latín “accedere” lo que significa acrecer,
añadir o aumentar, lo cual hace referencia a la unión entre dos cosas que
produce un aumento de la cosa y, por ello, incrementa la propiedad del
dueño de la cosa principal.
- La Confusión Se produce con la mezcla de cosas líquidas o sólidas que
pertenecen a distintos propietarios. Puede darse de dos formas: 1. De
forma voluntaria por acuerdo entre los propietarios de donde surge el
condominio. 2. De forma involuntaria, en cuyo caso se producen dos
posibilidades: Si se pueden separar cada propietario puede pedir las cosas
que sean de su propiedad y si no se pueden separar se produce un
condominio involuntario y deben de pedir la actio communi dividundo
para su extinción.

Modos derivativos de adquisición de la propiedad.


Los modos derivativos son aquéllos en que se adquiere el derecho de propiedad
en base a una relación con el anterior titular que nos lo transmite. Responden a la
concepción romana, según la cual, a diferencia de las legislaciones modernas, los
contratos no producían efectos reales, sino sólo obligacionales. Esto quiere decir que
la transmisión de la propiedad u otros derechos reales no es una consecuencia directa
del mismo contrato del que surgen los efectos obligatorios entre las partes, sino que es
necesario un acto o negocio posterior encaminado a tal fin.
Tres son los modos derivativos de transmitir y adquirir la
propiedad: Mancipatio, in iure cessio y traditio. Cuando los dos primeros caen en
desuso a partir del s. III d.C., sólo permanece la traditio como modo general de
adquisición, y es Justiniano quien sanciona el hecho, haciéndolos desaparecer de la
Compilación.

8
La mancipatio era un instituto típicamente romano. Contemplado en las XII
Tablas, probablemente era ya conocida mucho antes por los romanos que la
utilizaban como venta al contado. En la época clásica Gayo la recuerda como un
modo formal y solemne de transmitir la propiedad de las cosas mancipables.
La in iure cessio constituye en el Derecho romano un modo de transmitir
la propiedad tanto de las cosas mancipables cuanto de las no mancipables. Aunque
es imposible constatar sus orígenes, probablemente es una institución muy antigua,
quizá anterior a las XII Tablas. La in iure cessio no es otra cosa que un litigio
imaginario, pues se recurría ficticiamente al procedimiento de una cosa, con la
verdadera finalidad de transmitir la misma.
Por su parte, el traditio equivale a entrega y deriva del verbo tradere,
compuesto de trans (de la otra parte, más allá) y do (dar), con el significado de
entregar o poner en manos de otro. Así pues, traditio y tradición significan
transmisión o entrega latu senso, pero en sentido técnico-jurídico su significado es
más restringido y equivale a transmisión de la propiedad sobre las cosas.

El problema del Usucapio


Según la ley de las XII Tablas, recogía la usucapio como modo de adquirir la
propiedad por el uso, en los plazos establecidos en la misma. El uso (para adquirir
la propiedad) y la garantía de los fundos es de dos años, el uso de todas las demás
cosas es de un año. Se trata de una forma de adquisición del dominio que era
exclusiva para los ciudadanos romanos. La adquisición se debe de basar en la justa
causa y en la buena fe ya que con esa adquisición no debe dañar a terceros.

Limitaciones a la propiedad

El propietario está sujeto a ciertas y determinadas restricciones. Algunas de


estas restricciones se especificaron por razón de la moralidad o del interés público,
otras por vecindad y finalmente, por la copropiedad, el condominio o la propiedad
múltiple.

9
A la propiedad de los esclavos
Los esclavos no tenían derecho a la propiedad. Hubo también determinadas
prohibiciones establecidas en las leyes que limitaban el derecho del propietario,
entre otras, la de enajenar cosas de litigio, o enajenar los bienes dado en dote, o la
de eliminar el número de esclavos que el propietario puede manumitir en
su testamento (lo cual implica disminución del valor de la herencia en perjuicio de
los herederos).

Por motivos religiosos


En la ley de las XII Tablas se prohibía sepultar o incinerar cadáveres dentro
de la ciudad y fuera de ella a una distancia de 60 pies de los edificios. Al titular
del ius sepulchri se le concedía un derecho de paso hasta el sepulcro en el fundo
ajeno (iter ad sepulchrum).

Respecto de los ríos públicos


Limitaciones a la propiedad de las riberas: ius Gentium: También es de ius
gentium el uso público de las riberas; y, así, cualquier es libre de atracar en ellas
una embarcación, de atar maromas a los árboles allí nacidos y de poner en ellas
cualquier carga, así como de navegar por el río mismo. La propiedad de las riberas,
sin embargo, es de aquellos a cuyos predios están adheridas, por cuya causa son
también de los mismos los árboles en ellas nacidos.

Paso público
La ley de las XII Tablas dispone que los propietarios de fundos lindantes con
la vía pública están obligados a repararla. En caso de ruina o inundación, el
propietario del fundo más próximo debe permitir el paso.

Administrativas o edilicias
En el derecho clásico se dictan normas en relación con la altura, distancia y
estética de los edificios.

10
Mineras
En derecho clásico sólo se admitía un derecho de explotación minera en
terrenos públicos y no en terrenos privados ajenos. Una constitución del año 382
d.C. concedió el derecho de excavación de minas en fundos ajenos y de explotarlas,
con la obligación de pagar una décima parte de los beneficios al fisco y otra décima
parte al propietario del fundo.

Actos de emulación
Estarían vedados al propietario aquellos actos de ejercicio de su derecho que,
sin reportarle ventaja, se realizasen con la intención de perjudicar a otro y
produjesen efectivamente la lesión de un interés de éste.

Por voluntad del propietario


1) El propietario que otorga a una tercera persona el "Ius utendi" sobre su
cosa, le da el derecho de usar su casa y el derecho de habitarla.
2) El propietario que otorga a una tercera persona el "Ius utendi" y el "Ius
fruendi" le concede al tercero el uso.

La expropiación
El Derecho romano no tiene una teoría de la expropiación por causa de
interés público, pero, de hecho, se practicó en situaciones específicas. La podía
ordenar el magistrado, como pena de confiscación de bienes por algunos delitos, o
para demoler un edificio, un ordenarla para beneficiar a un esclavo concediéndole
la libertad.

Defensa de la propiedad
En la defensa de la propiedad en Roma, tenemos que distinguir diferentes
situaciones dado que, para cada una de ellas, habrá una acción específica. Así, por
ejemplo, la acción será distinta, en función de si se trata de un propietario que se ha
visto despojado de la posesión del bien, al que corresponde la actio rei vindicatio,
que para el propietario que continúa en posesión de la cosa y, sin embargo, se ha

11
visto despojado de alguna de sus facultades, en cuyo caso le corresponde una actio
negatoria. Las acciones para la defensa procesal de la propiedad en el derecho
romano son las siguientes:
Actio Rei vindicatio: Se trata de una actio in rem, pero sus características son
distintas en cuanto a su legitimación activa, en cuanto a quien se dirige y a sus
efectos. El demandante sólo y exclusivamente será aquel propietario que se haya
visto despojado de la posesión de una cosa de su propiedad. El demandante
ostentará la carga de la prueba, a él le compete demostrar que efectivamente es el
verdadero propietario y que se ha visto despojado de la posesión lesionando por ello
su derecho. El demandado es aquel que tiene la posesión efectiva del bien. La
consecuencia de la acción reivindicatoria es, sin ninguna duda, la restitución, pero
no únicamente de la cosa, sino de todos los frutos que haya generado.

Poseedor de buena y mala fe.


En la posesión de buena fe, el poseedor tiene el corpus y actúa como
propietario de la cosa, y puede, a través de la figura de la usucapio o prescripción
alcanzar la propiedad del objeto mientras el poseedor puede retener los frutos
además de tener la posibilidad de recuperar todos los gastos necesarios que haya
requerido la cosa para su normal mantenimiento o funcionamiento. Por su parte, la
posesión de mala fe, nunca hacía propietario al poseedor por la figura de
la usucapio o prescripción, además, debía devolver todos los frutos de la cosa, no
obstante, podía llevarse todas las mejoras de la cosa con la condición de que ésta
no sufriera daño o deterioro alguno.

El condominio
Cuando varias personas son propietarias de una misma cosa se da entre ellas
una situación de condominio o copropiedad. La situación de comunidad de bienes
(communio) puede ser voluntaria o incidental. La figura más antigua de condominio
es el llamado consortium ercto non cito, que se daba entre los herederos suyos o
hijos al morir el paterfamilias.

12
CONCLUSIÓN

A pesar de las múltiples definiciones que pueden encontrarse sobre la palabra


posesión creo necesario reducirlas a al menos a las siguientes realidades distintas
vinculadas en la materia: el hecho posesorio y consecuencias jurídicas posesorias,
o si se prefiere, la posesión como hecho y la posesión como derecho. Sobre el hecho
posesorio, en conclusión, es un "estado" en el sentido de que es una situación
continua y duradera. Así, por regla general, al cesar el hecho posesorio, cesan sus
consecuencias jurídicas, a diferencia de lo que ocurre con otros hechos que, aun
cuando sólo sean instantáneos, producen efectos que los sobreviven.
El Derecho Romano, reconoce diferentes tipos de propiedad, inicialmente el
dominium ex iure Quiritium, única clase de propiedad reconocida por el derecho
civil romano, del cual son titulares los ciudadanos romanos y latinos que gozan del
ius comercium. Posteriormente y debido a la evolución de la sociedad romana
aparecen diferentes clases de propiedad, una de ellas, el dominium in bonis habere
es la propiedad que surge de la actuación del pretor en su ímpetu por dar una
solución a las demandas de aquellos poseedores legítimos de bienes que no podían
ser verdaderos propietarios por falta de algún requisito y, a los que, a través del ius
honorarium, otorgará acciones para la defensa procesal de su propiedad.
Junto con las clases de propiedad, surge en Roma la figura del condominio
que se conserva en nuestra legislación actual, estaba vinculada a la familia en
referencia al conjunto de personas que suceden al pater, y se denominaba
consortium ercto non cito. Las acciones de defensa, de las que dispone el propietario
son las siguientes: la actio rei vindicatio cuando se ve despojado de la posesión del
bien. La actio publiciana para aquellos adquirentes que se ven despojados de su
posesión pero que por no ser dueños no pueden ejercitar la actio rei vindicatio.
En cuanto a modos de adquisición de la propiedad, la doctrina distingue entre
modos originarios de adquirir la propiedad, en concreto cinco: occupatio,
adquisición del tesoro, accesión, especificación y confusión. Y por otro lado, cuatro
modos derivativos: la mancipatio como ritual formal para adquirir las denominadas
res mancipi, la in iure cessio indistintamente para res mancipi y res nec mancipi, y

13
la traditio que tras la desaparición de la distinción entre res mancipi y nec mancipi
en el derecho clásico, se convierte en el modo más utilizado de adquirir la
propiedad.
En último lugar la usucapio, que puede ser tanto un modo originario como
derivativo, suponía una forma de adquirir la propiedad muy útil para aquellos
poseedores que en principio no tenían los requisitos para ostentar la titularidad del
dominium ex iure Quiritium y que se convierten en propietarios por el uso de forma
pública, pacífica e ininterrumpida en los plazos que marca la ley, que dependerán
de la naturaleza del bien, esta figura será sustituida por otra análoga en la época
clásica, la praescriptio longi temporis. Observé como el derecho de propiedad en
Roma se desarrolla conforme la propia sociedad romana lo va haciendo. Del mismo
modo que la influencia del ius gentium acaba convirtiendo a la traditio, un acto
jurídico carente de formas, en el modo por excelencia de transmisión de la
propiedad, en detrimento de las viejas formas reconocidas por el derecho civil –
mancipatio o in iure cessio– basadas en la rigurosidad de sus formas.
Con respecto a los límites, dado que la propiedad no es un derecho absoluto
como era entendido en sus orígenes, esa idea fue matizándose debido a las
necesidades y el avance de la sociedad. Distinguido por tanto entre: límites de
derecho público, y límites de derecho privado. Muchos de ellos ya surgen en la ley
de las XII Tablas e incluso llegan hasta nuestros días regulados en el Código Civil.
Los motivos de la existencia de estos límites eran muy diversos, algunos se
daban por razones de vecindad, otros por motivos de salud pública como la
prohibición de cremar cadáveres en las fincas urbanas y otros se centraban en las
luces y vistas como la altura o distancia entre los edificios, pero por encima de todos
ellos sobresale uno en concreto, surge en el 150 a.C y es la expropiación forzosa
por causa de utilidad pública, por tanto sometida al interés general y que hoy está
presente en la Constitución.

14

También podría gustarte