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REFLEXIÓN SOBRE LAS EVIDENCIAS DE INVESTIGACIÓN EN CUANTO A

LA INTEGRACIÓN DE LAS TIC EN LA EDUCACIÓN

Reflexión sobre las evidencias de investigación en cuanto a la integración de las TIC en


la Educación

Presentado por:
Luisa Villarreal Gutiérrez

Universidad del Norte


Maestría en Educación mediada por las TIC

1º Semestre
14 de abril de 2020
Reflexión sobre las evidencias de investigación en cuanto a la integración de las TIC en
la Educación

INTRODUCCIÓN

Las transformaciones tecnológicas están atravesando nuestra vida, de tal manera que
ha cambiado nuestra visión del mundo y se han modificado los patrones de acceso a las
relaciones interpersonales y al conocimiento. La rapidez con que se producen estos
cambios que se dan a todo nivel, tanto en el ámbito científico como tecnológico,
geográfico, educativo y hasta político, nos impacta y obliga a hacer importantes
esfuerzos de adaptación.

Este mundo tecnológico, cada vez más complejo, nos desafía a volver, una vez más,
sobre las ideas del aprender y del enseñar. Los espacios de formación se ven
influenciados por dilemas que surgen de pensar a las tecnologías de la información
como objeto de conocimiento y herramienta didáctica.

Desde hace mucho tiempo, se ha venido investigando sobre el impacto de la


tecnología en el ámbito de la educación, las diferentes miradas sobre la realidad, los
efectos, consecuencias, ventajas y desventajas que estos cambios producen y producirán
en el desarrollo de este contexto.

El objetivo de este ensayo es presentar los aspectos más relevantes sobre los avances
de investigaciones de la integración de las TIC en la educación, de manera reflexiva. En
éste, se presenta el contexto educativo y sus diferentes escenarios, donde las tecnologías
digitales se alinean con las metas de aprendizaje, el aprendizaje activo, los desafíos que
representan para la enseñanza, oportunidades, retos y finalmente como apoyo al
aprendizaje, desde el currículo, hasta las oportunidades para el aprendizaje del maestro.
DESARROLLO

El gran avance tecnológico en la educación, se ve reflejado en los contenidos,


orientaciones del currículo, donde los alumnos adquieren mayor protagonismo, donde
en momentos pueden intervenir y controlar el proceso de formación, haciendo uso de las
herramientas y recursos que más se adapten a ellos.
Uno de los beneficios más representativos en este contexto es alinear la tecnología
con los objetivos o metas de aprendizaje al proceso de formación. Como lo sugiere
HPL2 (s.f):

Las tecnologías pueden usarse para: (1) incorporar la resolución de problemas del
mundo real en los currículos del aula; (2) aprendizaje de los estudiantes de andamios; (3)
brindar a los estudiantes y maestros más oportunidades de retroalimentación, reflexión y
revisión; (4) construir comunidades locales y globales de individuos que están interesados e
interesados en aprender; y (5) ampliar las oportunidades para el aprendizaje de los maestros
(p.164).

La utilizando las diferentes herramientas digitales permiten promover el aprendizaje


y la enseñanza a través de la repetición, de la colaboración y cooperación, el aprendizaje
autorregulado y el aprendizaje profundo entre otros. Los entornos digitales nos
presentan oportunidades en la entrega de la información como la interactividad,
adaptabilidad, la retroalimentación, la oportunidad de elegir como regular su propio
aprendizaje, acceso lineal y no lineal, representaciones no vinculadas, aportes del
alumno donde como actor del proceso de aprendizaje puede expresarse, promoviendo el
aprendizaje activo. Otro aporte muy importante, es la posibilidad de comunicación con
otras personas, su disponibilidad está desde hace más de 15 años y su uso es
generalizado permite la comunicación y la colaboración en los ambientes de
aprendizaje. En el contexto actual donde me desempeño me doy cuenta que desde hace
mucho tiempo tenemos esos recursos digitales, muchas no las aplican y me incluyo,
perdiendo la oportunidad de promover algunos tipos de aprendizaje, las cuales en
algunos casos son gratuitas o de muy bajo costo. Miremos algunos ejemplos que nos
presenta HPL 2 (s.f):

(a) agregar, cambiar o eliminar contenido con un navegador web en Internet (como en un
"sitio web Wiki" o un "Wiki"); (b) cargar archivos de hojas de cálculo y procesadores de
texto compartidos / compartibles para que otros puedan acceder a ellos, comentarlos y
editarlos (por ejemplo, documentos de Google); (c) hacer llamadas de voz y video gratis; (d)
llevar a cabo reuniones en línea, con servicios de mensajería diseñados para uso grupal (por
ejemplo, Google Hangouts, Qué es la aplicación); (e) almacenar y compartir archivos
electrónicos e instalaciones basadas en la nube (por ejemplo, Dropbox); o (f) participar en las
redes sociales (por ejemplo, Facebook, Twitter e Instagram) (p.169).

En cuanto, a la utilización de la tecnología en la estimulación del aprendizaje activo,


como es aprender a través del juego, como aprovechar las historias y personajes
favoritos que nos presenta la industria del entretenimiento, como aprender haciendo,
como dar la oportunidad a los estudiantes a ser creadores y productores como nos lo
expresa “Internet permite a las personas sin habilidades de programación crear y
publicar contenido para compartirlo con millones de personas. (…) las personas pueden
crear contenido, colaborar y criticar las ideas y trabajos de otros relacionados con
cualquier tema” (HPL2, s.f, p.175).
Otra área en la investigación activa que llama la atención y que además tenía poco
conocimiento y en el entorno en que me desempeño, es lo que se llama cognición incor-
porada, definida por (ver Yannier et al., 2016) “La cognición incorporada es la idea de
que la cognición está determinada por todos los aspectos de la experiencia de un orga-
nismo, incluido el sistema corporal y las formas en que el cuerpo interactúa con su en-
torno” (como se cita en HPL2, s.f, p.177). Un ejemplo de ésta es la aplicación SMA-
LLab, diseñada como un entorno de la realidad mixta 2.
HPL2 (s.f) “Los estudiantes se mueven dentro de un espacio de 15 ×15 pies equipado
con un si tema de seguimiento de objetos basado en la visión, un sistema de proyección
visual montado en la parte superior, altavoces para sonido envolvente y (en algunas
aplicaciones) bolas luminosas que los estudiantes pueden sostener o arrojar” (p.177).
Fomentándose con ella el aprendizaje activo.
(Johnson y Valente, 2009; Swartout et al., 2013) expresa “Las tecnologías han in-
cluido entornos de realidad mixta con agentes de conversación y avatares para el apren-
dizaje del lenguaje, las interacciones sociales y las colaboraciones que son cultural-
mente apropiadas” (como se cita en HPL2, s.f, p.178).

Para finalizar lo concerniente al aprendizaje activo, vale la pena mencionar los agen-
tes digitales o agentes conversacionales computarizados, éstos están “diseñados para in-
volucrar al alumno en diálogos que promuevan el razonamiento, la interacción social, la
deliberación consciente y el aprendizaje modelo” como lo expresa (D’Mello et al.,
2014; Lehman et al., 2013), (como se cita en HPL2, s.f, p.178).
“Un conjunto de agentes puede establecer una variedad de situaciones sociales, que
pueden, por ejemplo, (a) modelar el comportamiento deseado y la interacción social, (b)
organizar argumentos que invoquen el razonamiento, o (c) atraer al alumno-alumno a
contribuciones activas a través de acciones y comunicación social” expresado por
(Graesser et al., 2014). (como se cita en HPL2, s.f, p.179).

Otro aspecto relevante dentro de las investigaciones de la tecnología integrada en la


educación es el uso de esta en los procesos de instrucción o de enseñanza. HPL2 (s.f)
expresa que la tecnología se puede utilizar como apoyo a la enseñanza, teniendo en
cuenta tres objetivos de instrucción:

• la vinculación del aprendizaje informal y formal para mejorar los resultados de


los alumnos, mediante el aprendizaje autónomo e incorporando el conocimiento
informal que los estudiantes adquieren en sus contextos culturales (p.180)
• Organizar la instrucción en el ambiente de formación. El educador lo puede rea-
lizar bajo tres formas, utilizando la tecnología para presentar contenidos ha-
ciendo que sus estudiantes utilicen herramientas digitales que despierten su inte-
rés. la segunda es que los estudiantes usen la tecnología para apoyar su propio
aprendizaje sin que sean dirigidos por sus maestros y la tercera que la tecnología
sea utilizada fuera del aula de manera colaborativa con otras personas y organi-
zaciones (p. 182)
• La instrucción de la escritura a través de la interactividad y la retroalimentación.
Los sistemas de software son otro soporte para la comunicación dentro de un
ambiente de formación, ya que permiten la distribución de repartir tareas de es-
critura y recursos para el aprendizaje realizando una retroalimentación inme-
diata, utilizando el anti plagio como herramienta de evaluación y permitiendo la
coevaluación, la heteroevaluación cuando comparten sus escritos con maestros y
compañeros (p.183).
Oportunidades y desafíos.
El gran avance tecnológico en la educación se visualiza en la informática, las
telecomunicaciones y la tecnología audiovisual. Abordaremos, algunos de los que son
más aplicados en el contexto educativo.
Los tableros digitales permiten al estudiante observar su proceso de aprendizaje,
controlar su propio progreso, permitiendo la motivación y el desarrollo de habilidades
metacognitivas. A los educadores les permite gestionar el aprendizaje, proporcionando
información de las lecciones y permitiendo visualizar cual de sus estudiantes necesita
ayuda.
(Moeller y Reitzes, 2011) expresa que:

Proporcionar el desarrollo profesional necesario para que los instructores utilicen estos pane-
les digitales de manera efectiva es un desafío. Muchos docentes aún no utilizan plataformas
digitales con frecuencia y sistemáticamente en sus aulas. Se pueden ignorar o abandonar rá-
pidamente las interfaces informáticas muy sencillas después de que se desvanezca la nove-
dad de la tecnología (como se cita en HPL2, s.f, p.184).

La Educación a distancia es un aprendizaje que se realiza en un lugar diferente a la


enseñanza, por lo tanto, requiere de tecnología para su impartición. Las herramientas di-
gitales como el chat, la videoconferencia, el correo electrónico, los encuentros sincróni-
cos y asincrónicos, entre otras. (Siemens et al., 2015) expresa que:

Finalmente, la tecnología facilita el aprendizaje combinado, que combina una o más formas
de aprendizaje a distancia e instrucción presencial. Por ejemplo, un instructor podría usar un
sistema de gestión del aprendizaje para entregar material del curso, videos, pruebas,
cuestionarios y calificaciones, pero interactuaría periódicamente con los estudiantes cara a
cara (como se cita en HPL2, s.f, p.186).

El uso de dispositivos personales móviles para el aprendizaje se ha convertido en una


herramienta muy útil porque sus plataformas son muy flexibles y únicas. (Looi et al.,
2009) expresa “Los dispositivos pequeños y fácilmente transportables ahora brindan a
los usuarios formas rápidas y fáciles de buscar información, crear grabaciones (imáge-
nes, videos, audios) y comunicarse con otros” (como se cita en HPL2, s.f, p.187).

Uno de los principales retos en cuanto a tecnología se refiere es la brecha digital o


como algunos la prefieren llamar inclusión digital. Es el término que se utiliza para indi-
car el grado de distribución desigual de acceso, en la utilización y el impacto de la tec-
nología entre grupos sociales. Algunos jóvenes de contextos menos privilegiados no lo-
gran desarrollar habilidades digitales ya que al utilizar sus dispositivos solo pueden en-
viar mensajes de textos, jugar juegos simples, tomar fotos y acceder a algunos sitios
web. El (Departamento de Educación de los Estados Unidos y Oficina de Tecnología
Educativa, 2016) expresa que:

La brecha es particularmente aguda para quienes viven en áreas escasamente pobladas y en


tierras tribales. Además, la provisión de dispositivos y acceso a Internet de banda ancha no
es suficiente: también son necesarios programas de apoyo profesional para maestros y líderes
en escuelas que atienden a estudiantes de bajos ingresos (como se cita en HPL2, s.f, p.189).
La brecha digital no disminuye está en aumento, porque aquellos de medios limita-
dos no tienen el mismo acceso a la tecnología por lo tanto no reciben la misma alfabeti-
zación digital que aquellos con todas las posibilidades.

Tecnologías para apoyar el aprendizaje


Las tecnologías pueden ser muy útiles para apoyar el aprendizaje, se necesita que los
educadores las integren en sus currículos, en las didácticas, transformen las metodolo-
gías y de esta manera hacer nuevos ofrecimientos a los estudiantes que favorezca los
aprendizajes en ellos.
Con el uso de las TIC, los alumnos alcanzan un mayor protagonismo, intervención y
control del proceso de formación, adecuando los recursos y herramientas a su contexto.

CONCLUSION

La reflexión sobre las evidencias de las investigaciones realizadas en la integración


de las TIC en la educación en este ensayo, indican que una eficiente apropiación y
gestión de las tecnologías de la información y la comunicación, requiere del rediseño de
los currículos, que transformen las diferentes maneras de enseñar y de aprender, que
promuevan el uso de habilidades de pensamientos superiores y ambientes de
aprendizaje colaborativo y comunicativos.
Que para que su uso sea efectivo, es necesaria una planificación, que integre la
alineación de los objetivos de aprendizaje, el desarrollo profesional de los docentes y los
estudiantes, la evaluación en el proceso de aprendizaje, la mejora continua y el acceso
equitativo a la tecnología.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina. 2018. How People Learn II:
Learners, Contexts, and Cultures. Washington, DC: The National Academies
Press. https://doi.org/10.17226/24783.

De Bruyckere, P., Kirschner, P. A., & Hulshof, C. D. (2016). Technology in


Education:What Teachers Should Know. American Educator, 40(1), 12.

Gértrudix Barrio, Felipe & Gértrudix, Manuel. (2007). Investigación en torno a las TIC
en Educación: una panorámica actualizada. Docencia e Investigación: revista de
la Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo, ISSN 1133-9926, Año 32, Nº.
17, 2007, págs. 119-146.

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