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Planeamiento
Pasos de la planeación
2. Establecimiento de objetivos
Los objetivos de la organización le marcan una dirección a los planes mayores, los cuales,
como son expresión de estos objetivos, definen los que corresponden a cada
departamento mayor. Los objetivos de los departamentos mayores, a su vez, determinan
los objetivos de los departamentos subordinados, y así sucesivamente para toda la
organización. En otras palabras, los objetivos forman una jerarquía. Los objetivos de los
departamentos menores serán más exactos si los administradores de la subdivisión
entienden los objetivos generales de la organización y las metas a que dan lugar. Los
administradores también deberán tener un espacio para poder aportar sus ideas con el fin
de poder fijar sus propias metas y las de la organización.
3. Planeamiento de premisas
El problema más común no es encontrar alternativas, sino reducir su número de tal modo
que se puedan analizar las más prometedoras. Aún con las técnicas matemáticas y de
cómputo, hay un límite para el número de alternativas que pueden examinarse
completamente. De ordinario el experto en planeación deberá hacer un examen preliminar
para descubrir las posibilidades más convenientes.
En la mayor parte de las situaciones hay tantas alternativas y se hace preciso considerar
tantas variables y limitaciones que la evaluación llega a ser sumamente difícil.
6. Selección de una línea de acción
Siempre que se tome una decisión, la planeación estará rara vez completa, y entonces se
hará necesario dar un séptimo paso. De manera casi invariable, los planes derivados
deben apoyar al plan básico.
Después de que las decisiones han sido tomadas y los planes se han establecido, el paso
final será darle significado. Se les debe dar una expresión numérica convirtiéndolos en
presupuestos. Cada departamento o programa de una empresa u organización puede
tener sus propios presupuestos, generalmente de gastos y de inversiones de capital, los
cuales se vinculan dentro del presupuesto general.
Con mucha frecuencia los planes a corto plazo se realizan sin tener en consideración los
planes a largo plazo. Se trata de un error grave. La importancia de integrar los dos tipos
de planes no puede ser más trascendental. No se debiera hacer ningún plan de corto
plazo si no contribuye a materializar el plan relevante a largo plazo. Generalmente se
provocan muchos desperdicios por decisiones acerca de situaciones inmediatas que
dejan de considerar su efecto sobre objetivos más lejanos.