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El concepto jurisprudencial que se tenía bajo el régimen de la Ley de Amparo

anterior es muy parecido al que ahora está incorporado en la Ley vigente; decía la

jurisprudencia de la Suprema Corte:

“PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESTA CUESTIÓN,


PREVIAMENTE AL FONDO, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO. Reflexiones sobre el tema
relativo a la procedencia del amparo en contra de la resolución sobre la personalidad, condujeron a
este Tribunal Pleno a interrumpir parcialmente el criterio contenido en la tesis jurisprudencial número
P./J. 6/91, publicada en las páginas 5 y 6, del Tomo VIII, de la Octava Época del Semanario Judicial
de la Federación, correspondiente al mes de agosto de 1991, cuyo rubro es: "PERSONALIDAD. EN

caso no se trata propiamente de dirimir una competencia, esto es, una controversia entre dos Jueces
acerca del conocimiento de determinado negocio; susceptible de ser atacada por medio del amparo
indirecto, ya que su ejecución es inmediata e irreparable, porque no existe recurso ordinario en su
contra y sus efectos consisten en que el Juez ante quien se presentó la demanda, se abstenga de
conocer del negocio y de actuar en él teniendo el actor que acudir a nuevo Juez, diverso del de su
domicilio y de distinta entidad, para continuar su acción con molestias, mayores gastos quizás y la
diversidad de aplicación de leyes. Precisamente por la imposibilidad de actuar, del Juez estimado
incompetente, no podría éste en manera alguna, volver sobre la decisión de incompetencia y reparar
el agravio causado, como tampoco podría hacerlo el tribunal de alzada, cuya actuación concluyó al
dictar la resolución reclamada. Así pues, el caso queda comprendido en la fracción IX, del artículo
107 constitucional, que establece la procedencia del amparo indirecto contra actos en el juicio de
ejecución irreparable, sin que se obstáculo lo prevenido por la fracción IV, del artículo 114 de la Ley
de Amparo, que limita la procedencia del juicio de garantías indirecto, a los actos en el juicio que
tengan ejecución irreparable sobre las personas o las cosas; pues ya esta Tercera Sala de la
Suprema Corte ha sustentado el criterio de que esa limitación es contraria al texto del precepto
constitucional mencionado, el cual debe prevalecer sobre lo estatuido por la ley reglamentaria, en
acatamiento al principio de supremacía de la Constitución, consagrado por el artículo 133 de la
misma. No es admisible tampoco el criterio de que no puede considerarse irreparable el acto,
mientras haya la posibilidad de que recaiga sentencia favorable en el juicio que hubiere de seguirse
ante el nuevo Juez; de tal modo que obteniendo la parte actora en sus pretensiones, los actos
violatorios cometidos durante el procedimiento, quedarían sin efecto y reparados los agravios que
pudieran haber causado, toda vez que la eventualidad de una sentencia favorable, no puede en
manera alguna constituir un criterio jurídico de reparabilidad, además de que el fallo mismo puede no
ser plenamente reparador, aun siendo favorable en la cuestión controvertida en lo principal. Por otra
parte, no se trata de violación que sólo afecte parte sustancial del procedimiento, esto es, una
estación etapa o periodo del juicio, sino que lo afecta totalmente, por referirse a un presupuesto
procesal de tan fundamental importancia y de orden público, como es la competencia del órgano
jurisdiccional; y es de señalarse como dato significativo que corrobora la procedencia del amparo
indirecto, en tales casos, que entre las violaciones del procedimiento, reclamables en amparo directo,
no mencionan el artículo 159 de la ley reglamentaria, el caso de incompetencia, a pesar de su notoria
importancia.” Tesis aislada, Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quinta época,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo CI, 1949, página 2499.

Respecto del segundo criterio de jurisprudencia indicado, en relación con los actos dictados dentro de
juicio con ejecución de imposible reparación véase la siguiente tesis:
“EJECUCION IRREPARABLE. SE PRESENTA, PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL
AMPARO INDIRECTO CONTRA ACTOS DENTRO DEL JUICIO, CUANDO ESTOS AFECTAN DE
MODO DIRECTO E INMEDIATO DERECHOS SUSTANTIVOS. El artículo 114 de la Ley de Amparo,
en su fracción IV previene que procede el amparo ante el juez de Distrito contra actos en el juicio que
tengan sobre las personas o las cosas una ejecución que sea de imposible reparación, debiéndose
entender que producen "ejecución irreparable" los actos dentro del juicio, sólo cuando afectan de
modo directo e inmediato derechos sustantivos consagrados en la Constitución, y nunca en los casos
en que sólo afectan derechos adjetivos o procesales, criterio que debe aplicarse siempre que se
estudie la procedencia del amparo indirecto, respecto de cualquier acto dentro del juicio.”
Jurisprudencia P./J. 24/92, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, octava época, Gaceta
del Semanario Judicial de la Federación, agosto de 1992, página 11.

3
CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA LA EXCEPCIÓN DE FALTA DE PERSONALIDAD
SIN ULTERIOR RECURSO, ES IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO, DEBIENDO
RECLAMARSE EN AMPARO DIRECTO CUANDO SE IMPUGNE LA SENTENCIA DEFINITIVA.",
para establecer que si bien es cierto, en términos generales, la distinción entre actos dentro del juicio
que afecten de manera cierta e inmediata algún derecho sustantivo protegido por las garantías
individuales, y aquellos que sólo afecten derechos adjetivos o procesales, lo que es un criterio útil
para discernir que en el primer supuesto se trata de actos impugnables en amparo indirecto en virtud
de que su ejecución es de imposible reparación, mientras que en la segunda hipótesis, por no tener
esos actos tales características, deben reservarse para ser reclamados junto con la resolución
definitiva en amparo directo, también lo es que dicho criterio no puede válidamente subsistir como
único y absoluto, sino que es necesario admitir, de manera excepcional, que también procede el juicio
de amparo indirecto tratándose de algunas violaciones formales, adjetivas o procesales, entre las que
se encuentra precisamente el caso de la falta de personalidad. Para así estimarlo, debe decirse que
las violaciones procesales son impugnables, ordinariamente, en amparo directo, cuando se reclama
la sentencia definitiva, pero pueden ser combatidas en amparo indirecto, de modo excepcional,
cuando afectan a las partes en grado predominante o superior. Esta afectación exorbitante debe
determinarse objetivamente, tomando en cuenta la institución procesal que está en juego, la extrema
gravedad de los efectos de la violación y su trascendencia específica, así como los alcances
vinculatorios de la sentencia que llegara a conceder el amparo, circunstancias todas estas cuya
concurrencia en el caso de la personalidad le imprimen a las decisiones que la reconocen o rechazan
un grado extraordinario de afectación que obliga a considerar que deben ser sujetas de inmediato al
análisis constitucional, sin necesidad de esperar a que se dicte la sentencia definitiva, aunque por ser
una cuestión formal no se traduzca en la afectación directa e inmediata de un derecho sustantivo.
Esto es así, tomando en consideración que dicha cuestión es un presupuesto procesal sin el cual no
queda debidamente integrada la litis, además de que, la resolución sobre personalidad no solamente
es declarativa o de simple reconocimiento o desconocimiento del carácter con que comparece una de
las partes, sino que también es constitutiva. Ahora bien, debe precisarse que la procedencia del juicio
de amparo indirecto contra las resoluciones que deciden sobre una excepción de falta de
personalidad en el actor (y que le reconocen esa calidad), sólo es una excepción a la regla general de
que procede aquél cuando los actos tienen una ejecución de imposible reparación, cuando se afectan
derechos sustantivos. De lo anterior se infiere que la resolución sobre personalidad, cuando dirime
esta cuestión antes de dictada la sentencia definitiva, causa a una de las partes un perjuicio
inmediato y directo de imposible reparación que debe ser enmendado desde luego mediante el juicio
de amparo indirecto, hecha excepción del caso en que la autoridad responsable declare que quien
comparece por la parte actora carece de personalidad, porque entonces la resolución pone fin al
juicio y debe combatirse en amparo directo.” Jurisprudencia P./J. 4/2001, Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, novena época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XIII,
enero de 2001, página 11.

¿Cuáles son los derechos fundamentales sustantivos? El derecho a la vida, a

la libertad, a la propiedad, a la posesión. Así, si un tribunal dicta un acto dentro de

juicio que viola uno de estos derechos, es posible promover en su contra el juicio de

amparo indirecto. ¿Qué actos puede dictar el tribunal en estos supuestos? Por

ejemplo, un embargo, que es un acto dictado dentro de juicio que afecta de modo

directo inmediato el derecho de posesión; o bien, una multa como una medida de

apremio es también un acto que afecta un derecho sustantivo.

En términos del artículo 107, fracción V, de la Ley de Amparo, el juicio de

amparo indirecto procede contra actos dictados dentro del juicio que afecten de

4
modo directo e inmediato derechos sutantivos. La redacción del artículo 107,

fracción V, de la nueva Ley de Amparo tiene un inconveniente. El legislador integró -

con un buen propósito- algunos conceptos que existían ya en la jurisprudencia, por

ejemplo, los actos dictados dentro de juicio con ejecución de imposible reparación, al

indicar que son “aquellos que afectan de manera inmediata derechos sustantivos”,

pero el legislador recogió parcialmente dicho concepto, ya que la definición

jurisprudencial era más amplia. Anteriormente, la jurisprudencia señalaba dos tipos

de actos de imposible reparación: aquellos que afectan de modo directo inmediato

derechos sustantivos -como ahora lo dice la Ley de Amparo- y también incluía

aquellos actos de carácter procesal que causaran una afectación exhorbitante a una

de las partes en el litigio.

De acuerdo con el último criterio jurisprudencial, los actos con una ejecución de

imposible reparación comprendían aquellos que afectan de modo directo inmediato

derechos sustantivos: una multa, un embargo o un arresto, y también a ciertos actos

procesales. La propia Suprema Corte de Justicia encontró que hay algunos de estos

actos procesales que sí pueden causar perjuicios muy grandes a las partes; por

ejemplo, aquellos que tienen que ver con la competencia del tribunal o con la

personalidad de quien comparece al juicio.

Un ejemplo. Una resolución en donde se determina que el tribunal de la causa

sí es competente, en principio no tiene una afectación a un derecho sustantivo, es

una afectación a un derecho procesal, pero ¿qué pasa si las partes esperan hasta el

amparo contra la sentencia definitiva y todo lo actuado resulta nulo por ser llevado

ante un juez que era efectivamente incompetente? En este caso la afectación

procesal es muy grave porque se obligó a las partes a llevar un juicio ante un

tribunal que a la postre no resultó competente.

5
Otro ejemplo, ¿qué pasa si se presenta una demanda, contesta una persona

ostentándose como demandado y resulta que esa persona no tiene la personalidad

para responder las pretensiones, es decir, se alega la falta de personalidad del

demandado y se desestima la excepción correspondiente de falta de personalidad?

En tal situación deberá seguir todo ese juicio frente a una persona que no tiene la

capacidad para responder a las pretensiones del actor. Esta otra hipótesis también

tiene afectaciones procesales de carácter importante.

Todas estas afectaciones procesales, de acuerdo con la Suprema Corte,

resultaban violaciones procesales que debían impugnarse en el juicio de amparo

indirecto.

Por otro lado, ciertos actos dictados dentro de juicio no entrañan una ejecución

de imposible reparación, cuando sólo afectan derechos de índole procesal y la

afectación que causan a las partes no sea exorbitante. Por ejemplo y, por regla

general, la admisión o no admisión de una prueba. Se insiste, por regla general, se

decía: “si el juez admite una prueba a mi contraparte, no procede el amparo indirecto

en contra de esa admisión o no admisión de la prueba, porque no sé si va a

causarme un perjuicio en este momento, debo esperar a que el juez dicte la

sentencia y valore o no las pruebas que admitió para saber si la admisión o no

admisión de la prueba me causó un daño.” Respecto de estos actos procesales no

procede el juicio de amparo indirecto.

Se ha dicho que, por regla general, la admisión o la no admisión de una prueba

es un acto que solamente entraña la relación procesal; pero esa regla general tiene

varias excepciones reconocidas jurisprudencialmente. Los primeros casos de

admisión de pruebas que llevaron a estos criterios son en los que se pedía a alguna

de las partes hacer una prueba de ADN, ya que la admisión y desahogo de esta

6
prueba entraña una intromisión a la intimidad; en esos casos se dijo que esa

admisión de la prueba y su desahogo son efectivamente una afectación a un

derecho sustantivo.4

En otros casos, por ejemplo, la admisión de una prueba pericial en materia de

contabilidad por una empresa, se ha estimado que también puede ser un caso de

ejecución de imposible reparación, se reitera que en ese acto puede ser procedente

el juicio de amparo indirecto5.

4
“PRUEBA PERICIAL EN GENÉTICA. SU ADMISIÓN Y DESAHOGO TIENEN UNA EJECUCIÓN DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN SUSCEPTIBLE DE AFECTAR DERECHOS SUSTANTIVOS DE LA
PERSONA. Cuando en un juicio ordinario civil en el que se ventilan cuestiones relacionadas con la
paternidad, se dicta un auto por el que se admite y ordena el desahogo de la prueba pericial para
determinar la huella genética, con el objeto de acreditar si existe o no vínculo de parentesco por
consanguinidad, dicho proveído debe ser considerado como un acto de imposible reparación, que
puede afectar los derechos fundamentales del individuo, por lo que debe ser sujeto a un inmediato
análisis constitucional, a través del juicio de amparo indirecto, en términos de los artículos 107,
fracción III, inciso b), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción IV,
de la Ley de Amparo. Lo anterior es así, por la especial naturaleza de la prueba, ya que para
desahogarla es necesario la toma de muestras de tejido celular, por lo general de sangre, a partir del
cual, mediante un procedimiento científico, es posible determinar la correspondencia del ADN (ácido
desoxirribonucleico), es decir, la huella de identificación genética, lo cual permitirá establecer no sólo
la existencia de un vínculo de parentesco, sino también otras características genéticas inherentes a la
persona que se somete a ese estudio, pero que nada tengan que ver con la litis que se busca
dilucidar y, no obstante, puedan poner al descubierto, contra la voluntad del afectado, otro tipo de
condición genética hereditaria, relacionada por ejemplo con aspectos patológicos o de conducta del
individuo, que pertenezcan a la más absoluta intimidad del ser humano.” Jurisprudencia 658, Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, novena época, apéndice 1917-septiembre 2011,
tomo II, procesal constitucional 1. Común primera parte-SCJN Quinta Sección- Procedencia del
amparo indirecto, página 732.
5
“PRUEBA PERICIAL CONTABLE. LA INDEBIDA ADMISION DE LA OFRECIDA POR LA
CONTRAPARTE DEL QUEJOSO EN EL JUICIO NATURAL, ES UNA VIOLACION PROCESAL
CUYA NATURALEZA SUI GENERIS PRODUCE EFECTOS LEGALES Y MATERIALES QUE YA NO
PUEDEN SER REPARADOS EN LA SENTENCIA DEFINITIVA Y, POR TANTO, RESULTA
PROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO EN SU CONTRA. En primer lugar debe reconocerse que la
violación de procedimiento que se analiza no está expresamente contemplada dentro de ninguna de
las diez fracciones contenidas en el artículo 159 de la Ley de Amparo. En segundo término, que
tampoco es asimilable por analogía a ninguno de los supuestos normativos de tales fracciones,
especialmente al que se refiere la fracción III, porque la naturaleza sui generis de la citada violación
procesal no sólo entraña la simple admisión de las pruebas ofrecidas por la contraparte del quejoso,
sino que se trata de la indebida admisión de probanzas pero que son ofrecidas a cargo del propio
quejoso, como es la pericial contable, en la contabilidad de éste último y no del oferente. Por ello, no
puede aceptarse el punto de vista relativo a que igual perjuicio recibe el agraviado cuando le son
rechazadas sus pruebas, que cuando a su parte contraria le son admitidas las que propone en contra
de lo dispuesto por la ley, en razón a que el concepto perjuicio y sobre todo el que sus efectos sean o
no de imposible reparación, deben ser analizados en cada caso concreto, de aquí que en la hipótesis
de que se trata se estime que no todas las consecuencias legales y materiales que produce el
desahogo de este tipo de pruebas (permitir el acceso a la contabilidad del quejoso al perito del
oferente y en su caso, al perito tercero) sean destruidas fácticamente con el solo hecho de que quien
las sufra obtenga una sentencia favorable a sus pretensiones en el juicio. Por ello, se está en
presencia de una violación procesal que sí tiene el alcance de afectar las garantías individuales del

7
¿Cuál es la diferencia que contiene actualmente la redacción de la Ley de

Amparo en relación con la jurisprudencia que definía los actos dictados dentro de

juicio con una ejecución de imposible reparación? Que el artículo 107, fracción V, de

la Ley de Amparo vigente a partir del 3 de abril de 2013 solamente recoge una de

esas dos hipótesis que el concepto jurisprudencial enunciaba. La duda que se

presenta consiste en determinar ¿qué debe hacerse con aquellos actos que

entrañan una violación al procedimiento de carácter exorbitante?

La Suprema Corte de Justicia resolvió que el juicio de amparo indirecto resulta

improcedente contra la resolución que desecha la excepción de falta de

personalidad, en virtud de que en tal caso, se provoca una afectación procesal que

ya no queda incluida en el supuesto de procedencia previsto en el artículo 107,

fracción V, de la Ley de Amparo vigente a partir del tres de abril de dos mil trece,

que expresamente define a los actos de ejecución de imposible reparación como

aquellos que afecten de modo directo derechos sustantivos. La jurisprudencia

referida es la siguiente:

“PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA LA EXCEPCIÓN DE


FALTA DE PERSONALIDAD SIN ULTERIOR RECURSO, ES IMPROCEDENTE EL AMPARO
INDIRECTO, RESULTANDO INAPLICABLE LA JURISPRUDENCIA P./J. 4/2001 (LEY DE
AMPARO VIGENTE A PARTIR DEL 3 DE ABRIL DE 2013). Este Tribunal Pleno interpretó en su
jurisprudencia P./J. 4/2001 que en contra de la resolución que en el juicio laboral desecha la
excepción de falta de personalidad sin ulterior recurso procedía el amparo indirecto, a pesar de que
se tratara de una cuestión de índole formal o adjetiva, y aunque no lesionara derechos sustantivos, ya
que con esa decisión de cualquier forma se afectaba a las partes en grado predominante o superior.
Ahora bien, como a partir de la publicación de la actual Ley de Amparo, su artículo 107, fracción V,
ofrece precisión para comprender el alcance de la expresión relativa a los actos de imposible
reparación, al establecer que por dichos actos se entienden "... los que afecten materialmente
derechos sustantivos tutelados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;"; puede afirmarse que con esta

quejoso desde el momento de su realización y que, por tanto, requiere de que ese acto producido
dentro del procedimiento judicial en caso de que se estime inconstitucional sea examinado a través
del juicio de amparo indirecto. Cabe agregar que no es el hecho de que el Juez natural ya no se haga
cargo en la sentencia del proveído que indebidamente tuvo por admitida la prueba pericial contable
de la parte contraria del quejoso, lo que le atribuye el carácter de irreparable a la violación, sino que lo
es la serie de efectos que se producen por el simple desahogo de dicha prueba, los que ya no será
posible reparar -material y normativamente hablando-, con independencia de que la sentencia que
llegue a dictarse le sea desfavorable o no.” Tesis 3ª. 49, Tercera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, octava época, Semanario Judicial de la Federación, Tomo IV, primera parte,
julio-diciembre de 1989, página 299.

8
aclaración el legislador secundario proporcionó mayor seguridad jurídica para la promoción del
amparo indirecto contra actos de imposible reparación, ya que mediante una fórmula legal estableció
que esos actos, para ser calificados como irreparables, necesitarían producir una afectación material
a derechos sustantivos, es decir, sus consecuencias deberían ser de tal gravedad que impidieran en
forma actual el ejercicio de un derecho, y no únicamente que produzcan una lesión jurídica de
naturaleza formal o adjetiva que no necesariamente llegará a trascender al resultado del fallo;
además de que debían recaer sobre derechos cuyo significado rebasara lo puramente procesal,
lesionando bienes jurídicos cuya fuente no proviniera exclusivamente de las leyes adjetivas. Esta
interpretación se deduce de las dos condiciones que el legislador secundario dispuso para la
promoción del amparo indirecto contra actos de imposible reparación dictados en el proceso o el
procedimiento: la primera, consistente en la exigencia de que se trate de actos "que afecten
materialmente derechos", lo que equivale a situar el asunto en aquellos supuestos en los que el acto
autoritario impide el libre ejercicio de algún derecho en forma presente, incluso antes del dictado del
fallo definitivo; y la segunda, en el sentido de que estos "derechos" afectados materialmente revistan
la categoría de derechos "sustantivos", expresión antagónica a los derechos de naturaleza formal o
adjetiva, derechos estos últimos en los que la afectación no es actual -a diferencia de los sustantivos-
sino que depende de que llegue o no a trascender al desenlace del juicio o procedimiento, momento
en el cual sus secuelas pueden consumarse en forma efectiva. Consecuentemente, dada la
connotación que el legislador aportó a la ley respecto de lo que debe entenderse por actos de
"imposible reparación", no puede seguir siendo aplicable la citada jurisprudencia, ni considerar
procedente en estos casos el juicio de amparo indirecto, ya que ésta se generó al amparo de una
legislación que dejaba abierta toda posibilidad de interpretación de lo que debía asumirse por dicha
expresión, lo cual a la fecha ya no acontece, de modo tal que en los juicios de amparo iniciados
conforme la vigente Ley de Amparo debe prescindirse de la aplicación de tal criterio para no incurrir
en desacato a este ordenamiento, toda vez que en la repetida jurisprudencia expresamente este
Tribunal Pleno reconoció que era procedente el juicio de amparo indirecto "... aunque por ser una
cuestión formal no se traduzca en la afectación directa e inmediata de un derecho sustantivo";
concepción que hoy resulta incompatible con el nuevo texto legal, porque en éste reiteradamente se
estableció que uno de los requisitos que caracterizan a los actos irreparables es la afectación que
producen a "derechos sustantivos", y que otro rasgo que los identifica es la naturaleza "material" de la
lesión que producen, expresión esta última que es de suyo antagónica con la catalogación de
cuestión formal o adjetiva con la que este Tribunal Pleno había calificado -con toda razón- a las
resoluciones que dirimen los temas de personalidad en los juicios ordinarios.” Jurisprudencia P./J.
37/2014 (10a.), Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, décima época, Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, libro 7, junio de 2014, tomo I, página 39.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha resuelto que, en la actualidad,

los actos dictados dentro de juicio que tienen una ejecución de imposible reparación

sólo comprende a aquéllos que expresamente están contenidos en el texto del

artículo 107, fracción V, de la Ley de Amparo. La Suprema Corte de Justicia excluye

de la procedencia del amparo a los actos dictados dentro de juicio que sólo afecten

derechos procesales.6

6
Debe tenerse en cuenta que la tesis de jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia sobre la
improcedencia del amparo indirecto contra la resolución que dirime la cuestión de personalidad [P./J.
37/2014 (10a.)], no podría aplicarse por analogía a las cuestiones de competencia, respecto de las
cuales el amparo indirecto sí es procedente con fundamento en el artículo 107, fracción VIII, de la Ley
de Amparo vigente, que contiene una hipótesis de procedencia nueva que no existía en la Ley
anterior.

9
No obstante lo resuelto por la Suprema Corte de Justicia, algunos tribunales 7 y

un sector de la doctrina8 han opinado en sentido contrario, interpretado el texto del

artículo 107, fracción V, de la Ley de Amparo en relación con el diverso artículo 170

en su fracción primera, quinto párrafo, porque habla de las violaciones que no tienen

un carácter reparable. Los citados preceptos establecen:

“107. El amparo indirecto procede:--- (…) V. Contra actos en juicio cuyos efectos sean de
imposible reparación, entendiéndose por ellos los que afecten materialmente derechos sustantivos
tutelados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;--- (…).”

“170. El juicio de amparo directo procede:--- I. Contra sentencias definitivas, laudos y


resoluciones que pongan fin al juicio, dictadas por tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del
trabajo, ya sea que la violación se cometa en ellos, o que cometida durante el procedimiento, afecte
las defensas del quejoso trascendiendo al resultado del fallo.--- (…) Cuando dentro del juicio surjan
cuestiones sobre constitucionalidad de normas generales que sean de reparación posible por no
afectar derechos sustantivos ni constituir violaciones procesales relevantes, sólo podrán hacerse
valer en el amparo directo que proceda contra la resolución definitiva.--- (…).”

Parece que de una interpretación armónica de los preceptos transcritos de la

Ley de Amparo se pudiera concluir que, actualmente, el concepto de actos dictados

dentro de juicio con una ejecución de imposible reparación incluye tanto aquellos

que causan una afectación de modo directo a derechos sustantivos y también


7
“ACTOS DE IMPOSIBLE REPARACIÓN. SON AQUELLOS QUE AFECTAN DERECHOS
SUSTANTIVOS, ASÍ COMO VIOLACIONES PROCESALES RELEVANTES, DE CONFORMIDAD
CON UNA INTERPRETACIÓN SISTEMÁTICA DE LOS ARTÍCULOS 107, FRACCIONES III, INCISO
B), Y V, Y 170, FRACCIÓN I, CUARTO PÁRRAFO, ÉSTE A CONTRARIO SENSU, DE LA LEY DE
AMPARO (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL TRES DE ABRIL DE DOS MIL TRECE). El
primero de los preceptos citados señala expresamente que por actos de imposible reparación se
deben entender aquellos que afectan materialmente derechos sustantivos tutelados por la
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, sin aludir a
las violaciones procesales que afectan en grado predominante o superior, como lo ha establecido la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en diversas jurisprudencias. En tanto que del segundo
precepto legal se desprende que en amparo directo también se pueden cuestionar violaciones que se
cometan durante el procedimiento, siempre y cuando afecten las defensas del quejoso, trasciendan al
resultado del fallo y sean de reparación posible "por no afectar derechos sustantivos ni constituir
violaciones procesales relevantes"; lo que implica que, a contrario sensu, la reparación imposible
acontece también cuando las violaciones procesales sean "relevantes", debiendo entenderse como
tales aquellas cuyos efectos afectan a las partes en grado predominante o superior, por lo que en su
contra resulta procedente el juicio de amparo indirecto, sin que sea obstáculo a lo anterior, que el
numeral 170, fracción I, cuarto párrafo, de la Ley de Amparo, se refiera a cuestiones sobre
constitucionalidad de normas generales, pues es una interpretación amplia, no restrictiva, la más
benéfica para los gobernados, la que permite arribar a la convicción de que para determinar si el acto
es de imposible reparación se debe atender al nuevo concepto que proporciona el dispositivo en
comento, es decir, si es relevante o no la violación procesal.” Jurisprudencia, VI.1o.A, J/10 (10a.),
Tribunales Colegiados de Circuito, décima época, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
libro 6, mayo de 2014, tomo III, página 1570.
8
Ferrer Mac-Gregor, Eduardo y Sánchez Gil, Rubén, El Nuevo Juicio de Amparo, Guía de la Reforma
Constitucional y la Nueva Ley de Amparo, Porrúa, México, 2013, pp. 194-199.

10
aquellos que afectan de modo relevante derechos procesales. Sin embargo, debe

tenerse en cuenta el criterio obligatorio sustentado por la Suprema Corte de Justicia.

II. Los actos dictados dentro de juicio en los que se aplica una norma general

que se considera inconstitucional.

Un tema relacionado tiene que ver con los actos dictados dentro del juicio que

constituyen el acto de aplicación de una ley. Cuando un juez lleva a cabo un juicio y

dentro de dicho juicio aplica una norma de carácter general, algunos criterios de

jurisprudencia decían que en contra tal resolución procede el juicio de amparo

indirecto, ¿Contra el acto de aplicación de la ley, puede o no promoverse el juicio de

amparo indirecto? Al respecto, los criterios de la jurisprudencia fueron cambiando.

Primero señalaban que era posible promover el juicio siempre y cuando apliquen la

ley por vez primera9; después, la jurisprudencia se fue haciendo un poco más

restrictiva en la procedencia del amparo; finalmente, la Suprema Corte adoptó un

criterio derivado de la interpretación de la propia Ley de Amparo, en la parte que

regula del amparo directo (al estudiar las violaciones de carácter procesal). La

Suprema Corte analizó el artículo 170 de la Ley de Amparo -cuando habla de los

9
“AMPARO CONTRA REGLAMENTOS. ES PROCEDENTE SI SE PROMUEVE CON MOTIVO DE
UNA RESOLUCIÓN ADMINISTRATIVA DICTADA DENTRO DE UN PROCEDIMIENTO SEGUIDO
EN FORMA DE JUICIO Y ÉSTA CONSTITUYE SU PRIMER ACTO DE APLICACIÓN. El artículo 114,
fracción II, de la Ley de Amparo establece que tratándose de actos que no provengan de tribunales
judiciales, administrativos o del trabajo, cuando el acto reclamado emane de un procedimiento
seguido en forma de juicio, el amparo sólo podrá promoverse contra la resolución definitiva por
violaciones cometidas en la misma o durante el procedimiento, si por virtud de estas últimas hubiere
quedado sin defensa el quejoso o privado de sus derechos que la ley de la materia le concede. Sin
embargo, cuando la resolución dictada dentro del procedimiento, aun sin ser la definitiva, constituye el
primer acto de aplicación de un reglamento en perjuicio del promovente y se reclama también éste,
surge una excepción al principio de definitividad establecido por la fracción II citada, en virtud de la
indivisibilidad que opera en el juicio de garantías cuando se impugna una norma general
heteroaplicativa, que impide su examen desvinculándola del acto de aplicación que actualiza el
perjuicio. En ese supuesto, el amparo procede tanto contra el reglamento como contra su primer acto
de aplicación, conforme a la fracción I del ordenamiento legal mencionado.” Jurisprudencia 2a./J.
1/98, Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, novena época, Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, tomo VII, febrero de 1998, página 130.

11
casos en que procede el amparo directo- y advirtió que no siempre que se aplica una

norma general dentro del juicio es posible promover el amparo indirecto. Ese acto de

aplicación de una ley debe reunir ciertas características, debe ser dictado dentro de

un juicio y causar una ejecución de imposible reparación. Precisamente, ese artículo

170, fracción I, quinto párrafo, de la Ley de Amparo resuelve esta cuestión cuando

habla de las violaciones de carácter procesal:

“170. El juicio de amparo directo procede:--- I. Contra sentencias definitivas, laudos y


resoluciones que pongan fin al juicio, dictadas por tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del
trabajo, ya sea que la violación se cometa en ellos, o que cometida durante el procedimiento, afecte
las defensas del quejoso trascendiendo al resultado del fallo.--- (…) Cuando dentro del juicio surjan
cuestiones sobre constitucionalidad de normas generales que sean de reparación posible por no
afectar derechos sustantivos ni constituir violaciones procesales relevantes, sólo podrán hacerse
valer en el amparo directo que proceda contra la resolución definitiva.--- (…).”

Si el juez aplica una ley, un reglamento o una norma de carácter general, “que

sean de reparación posible, sólo podrá hacerse valer en el amparo directo”. En

sentido contrario, tendría que leerse que el artículo 170 permite promover el amparo

indirecto cuando haya un acto de aplicación dentro del juico que no sea de

reparación posible (es decir, de imposible reparación), sin esperar al amparo directo.

¿Cuáles son los actos dentro del juicio que causan una imposible reparación?

Por ejemplo, un arresto, un embargo, una multa. Si dentro del juicio el juez impone

una multa, y se estima en que el juez actuó “legalmente” al imponerla, porque dicho

juzgador cumple puntualmente con lo que la ley dispone, pero se considera que la

violación a los derechos fundamentales deriva de la propia norma general, se puede

promover amparo indirecto contra la ley que aplique el juez con motivo de la

imposición de la multa. Un ejemplo en el sentido contrario: el juez aplica una norma

de carácter general, pero dicha aplicación no causa una afectación de imposible

reparación, porque se refería a la posibilidad de admitir o no una prueba, no puede

impugnarse la inconstitucionalidad de la norma en ese momento.

12
Así, cuando se esté hablando de actos dentro del juicio y se quiera impugnar la

inconstitucionalidad de una ley, debe revisarse si la aplicación de esa norma general

tiene efectos de imposible reparación o no, para saber si es posible promover el

amparo indirecto o directo.

III. Los actos dentro de juicio con una ejecución de imposible reparación y el

principio de definitividad.

Finalmente, es necesario tocar otro tema que se encuentra vinculado con la

procedencia del juicio de amparo indirecto ante actos de ejecución de imposible

reparación. ¿Este tipo de actos constituye una excepción al principio de

definitividad?

Para determinar en qué consiste el principio de definitividad resulta conveniente

tener en cuenta el contenido de los artículos los artículos 107, fracción III, inciso b)

de la Constitución Federal y 61, fracción XX, de la Ley de Amparo disponen:

“107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción de
aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley reglamentaria,
de acuerdo con las bases siguientes: (…) III. Cuando se reclamen actos de tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo, el amparo sólo procederá en los casos siguientes: (…) b). Contra actos
en juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, fuera de juicio o después de concluido, una vez
agotados los recursos que en su caso procedan, y --- (…).”

“61. El juicio de amparo es improcedente: (…) XX. Contra actos de autoridades distintas de los
tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, que deban ser revisados de oficio, conforme a las
leyes que los rijan, o proceda contra ellos algún juicio, recurso o medio de defensa legal por virtud del
cual puedan ser modificados, revocados o nulificados, siempre que conforme a las mismas leyes se
suspendan los efectos de dichos actos de oficio o mediante la interposición del juicio, recurso o medio
de defensa legal que haga valer el quejoso, con los mismos alcances que los que prevé esta Ley y
sin exigir mayores requisitos que los que la misma consigna para conceder la suspensión definitiva, ni
plazo mayor que el que establece para el otorgamiento de la suspensión provisional,
independientemente de que el acto en sí mismo considerado sea o no susceptible de ser suspendido
de acuerdo con esta Ley.--- No existe obligación de agotar tales recursos o medios de defensa, si el
acto reclamado carece de fundamentación, cuando sólo se aleguen violaciones directas a la
Constitución o cuando el recurso o medio de defensa se encuentre previsto en un reglamento sin que
la ley aplicable contemple su existencia.--- Si en el informe justificado la autoridad responsable señala
la fundamentación y motivación del acto reclamado, operará la excepción al principio de definitividad
contenida en el párrafo anterior;--- De acuerdo con los preceptos transcritos, el juicio de amparo es
improcedente cuando se reclame un acto respecto del cual proceda un recurso o medio ordinario de

13
defensa susceptible de nulificar, revocar o modificar dicho acto, sin exigir mayores requisitos que los
previstos para el otorgamiento de la suspensión definitiva.(…).”

De acuerdo con los preceptos transcritos, el juicio de amparo es improcedente

cuando se reclame un acto respecto del cual procede un recurso o medio ordinario

de defensa susceptible de nulificar, revocar o modificar dicho acto, sin exigir

mayores requisitos que los previstos para el otorgamiento de la suspensión

definitiva.

El principio de definitividad que rige al juicio de amparo encuentra su

justificación en el hecho de que, al tratarse de un medio extraordinario de defensa de

carácter constitucional, el quejoso debe, previamente a su promoción, acudir a

instancias que puedan producir la insubsistencia del acto de autoridad que le

produce afectación.

Tratándose de los actos dentro de juicio que tengan una ejecución de imposible

reparación no se actualiza, por ese sólo hecho, una excepción al principio de

definitividad.10

10
Debe tenerse precaución con la tesis aislada siguiente:
“DEFINITIVIDAD. EXCEPCIONES A ESE PRINCIPIO EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. De
la interpretación literal y teleológica del artículo 107, fracciones III, IV, VII y XII, de la Constitución
Federal, así como de los artículos 37, 73, fracciones XII, XIII y XV y 114 de la Ley de Amparo y de los
criterios jurisprudenciales emitidos al respecto por los Tribunales del Poder Judicial de la Federación,
se deduce que no existe la obligación de acatar el principio de definitividad que rige el juicio de
amparo indirecto, cuando se reclaman los siguientes actos: I. Los que afectan a personas extrañas al
juicio o al procedimiento del cual emanan; II. Los que dentro de un juicio su ejecución sea de
imposible reparación; III. Los administrativos respecto de los cuales, la ley que los rige, exija mayores
requisitos que los que prevé la Ley de Amparo, para suspender su ejecución; IV. Los que importen
una violación a las garantías consagradas en los artículos 16, en materia penal, 19 y 20 de la
Constitución Federal; V. Leyes, cuando se impugnan con motivo del primer acto de aplicación; VI. Los
que importen peligro de la privación de la vida, deportación o destierro o cualquiera de los prohibidos
por el artículo 22 constitucional; VII. Actos o resoluciones respecto de los cuales, la ley que los rige no
prevé la suspensión de su ejecución con la interposición de los recursos o medios de defensa
ordinarios que proceden en su contra; VIII. Los que carezcan de fundamentación; IX. Aquellos en los
que únicamente se reclamen violaciones directas a la Constitución Federal, como lo es la garantía de
audiencia; y X. Aquellos respecto de los cuales los recursos ordinarios o medios de defensa legales,
por virtud de los cuales se puede modificar, revocar o nulificar el acto reclamado, se encuentran
previstos en un reglamento, y en la ley que éste regula no se contempla su existencia.” Tesis aislada
2a. LVI/2000, Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, novena época, Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XII, julio de 2000, página 156.
Parece que la propia Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia ha considerado que tal criterio
no debe llegar a constituir jurisprudencia, al no ser reiterado en subsecuentes precedentes, y con ello
se puede inferir que dicho órgano jurisdiccional ha considerado que no todas las enunciadas

14
El artículo 107, fracción III, inciso b), de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos, establece lo siguiente:

“107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción de
aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley reglamentaria,
de acuerdo con las bases siguientes:(…) III. Cuando se reclamen actos de tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo, el amparo sólo procederá en los casos siguientes: (…) b) Contra actos
en juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, fuera de juicio o después de concluido, una vez
agotados los recursos que en su caso procedan, y (…).”

El artículo transcrito señala que el amparo indirecto será procedente cuando se

reclamen actos en juicio de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo cuya

ejecución sea de imposible reparación, una vez agotados los recursos que en su

caso procedan.

Dicho precepto de manera expresa señala que aun cuando se reclamen actos

cuya ejecución sea de imposible reparación, los quejosos están obligados a agotar

los recursos idóneos que la propia ley del acto prevea para modificarlo, revocarlo o

anularlo, por mandato del artículo 107, fracción III, inciso b) de la Constitución

General, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha

sustentado el siguiente criterio:

“PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD. DEBE AGOTARSE EN EL JUICIO DE AMPARO


INDIRECTO PROMOVIDO EN CONTRA DE UN ACTO DE EJECUCIÓN IRREPARABLE DICTADO
DENTRO DE UN JUICIO DEL ORDEN CIVIL. De la interpretación literal del artículo 107, fracción III,
inciso b), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los numerales
73, fracción XIII, y 114, fracción IV, de la Ley de Amparo, la acción constitucional de amparo indirecto
que se tramita ante los jueces de distrito, procede contra actos dictados dentro de juicio cuya
ejecución sea de imposible reparación, siempre que con anterioridad se agoten los recursos que sean
idóneos para modificar, revocar o anular el acto reclamado y que además sean eficaces para reparar
el acto en un plazo razonable. Por tanto, es obligación de la parte quejosa agotar el medio ordinario
de defensa que en su caso prevea la ley que rige dicho acto, que tenga como efecto modificarlo,
revocarlo o anularlo. Tesis 1a./J. 44/2012 (10a.), décima época, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación, libro X, julio de 2012, tomo 1, página 729. ”

En consecuencia, un acto dictado dentro de juicio que tenga una ejecución de

imposible reparación debe ser impugnado a través de los recursos ordinarios de

excepciones al principio de definitividad constituyen, en realidad, supuestos en los que sí se puede


promover en amparo sin agotar los medios ordinarios de defensa.

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defensa para cumplir con el principio de definitividad y, una vez concluido el trámite y

resolución de tales recursos, promover el amparo indirecto.

La conclusión anterior, desde luego, no impide que algunos actos dictados

dentro de juicio con ejecución de imposible reparación (que no constituyen una

excepción al principio de definitividad por esa sola razón) puedan ubicarse en alguna

otra hipótesis que sí constituye una excepción al referido principio; por ejemplo, por

afectar el derecho a la libertad. Sin embargo, debe tenerse claro que en estos casos

el amparo indirecto encuentra la posibilidad de promoverse sin necesidad de agotar

los recursos ordinarios por una razón distinta al hecho de ser un acto con ejecución

de imposible reparación.

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BIBLIOGRAFÍA

ORDENAMIENTOS

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política

de los Estados Unidos Mexicanos (vigente y abrogada).

TESIS SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.

TEXTOS

Ferrer Mac-Gregor, Eduardo y Sánchez Gil, Rubén, El Nuevo Juicio de Amparo,

Guía de la Reforma Constitucional y la Nueva Ley de Amparo, Porrúa,

México, 2013.

Ovalle Favela, José, Teoría General del Proceso, Oxford, México, 2004, pp. 174-

188.

Suprema Corte de Justicia de la Nación, Manual del Juicio de Amparo, México,

editorial Themis, 2a. edición actualizada, 1994, p. 69.

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