Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
II homínidos
o
f
o-
(ú
()
Australop ithec us ata rens i s
MoRFoLoGiA
LocoMoctóN BÍpEDA
OrRAs cARAcrERfsIcAS DE A. AF,qFE ,/s/s
¿CuÁNDo uN Ho[4tNotDE ES TAMBTÉN uN HoMiNtDo?
Filogenias de homínidos
ANTES DEL DEscuBRtN4tENTo DE WT 17000
DESpUÉs DEL DEscuBBtMtENTo DE WT 17000
290 Cot¡o EVOLUc oNARori ios tsul/ANos
El registro fósil proporciona muy poca in ,rj ' - ¡c la carne que los australopile-
formación sobre la evolución del linaje huma- ci¡ os.
no durante el Mioceno tardío, entre l0 y 5 ni En este capítulo describiremos todas est¡-
llones de años atrás. Alrededor de los l0 millo especies de homínidos y discutilemos el pape
nes de años vivieron en África y Asia diversas que jusó cacla una en la historia posterior del lr-
especies de hominoides de cuerpo grande pare- naje humano.
cidos a los orangutanes modernos. Por aqueila
época, el mundo empezaba a enfriarse. Jas prl-
deras y las sabanas se extcnd¡lu ¡ los bosques A u st ra Io p i thecus aÍarens¡ s
empezaban a reducirsc ún ld llril\ or prrte de lo'
trópicos. La v¿l icd"u I iroundancia de espec ie' 'ii.,. Ll lt"tuuitl,' li''il ntit t it i¡' I'i(tt it'1t¡\'t .
I \
quc'. , rban los bosques tropicales disminr.r- ', ,,'¡.-a,r,r i r,.'¡,rr it Austrrlopithecu.:tt-
yó, mientras que aquellas que vir'ían en Ias pra fensis.
deras abiertas prospellron. Los glandes simios
se encontraban entrc las especies forestales que Att.ttnrlo¡ithetut ¿/[//(rJl.,i cs bien cu¡r' -
experimentaron un importante decli\,e. espe- cido por los especímenes hallados en Hada:
cialmen(e en Asiu. Sabenros que c,'rno nlininro una localidad de la depresión de Afar, en a
una especie de sirrio soh¡evivió a los cambios nordeste de Etiopía (figura 1I.I). En 191 :.
ambientales oL.',-.i.1^' ,lrtrilntc f, \l;(,.. 'to tar- un equipo fi anco-americano dirigido pt,:
dío, ya que l¡ senétic¿r molecular nos indica Maurice Taieb y Don Johanson descubrió lo.
que los humanos, los gotilas, los bonobos y los huesos de una articulación de la rodilla de :
chimpancés descienden de un antepasado co- millones de años de antigüedad. Estos hues(..
mún que vivió en aigúu nlo¡rrrr,,. !úmprendido mostraban impresionantes similitudes con 1.,
entre los 5 y los 7 millones de años atrás. Des- rodilla de los humanos modernos. Al año si'
cl re!¡\tro lJ'il Jct Mioceno
graciadar ncr r te. guiente el equipo volvió al lugar y realiz,
tardío poco nos dice sobtc lr criatura que co- grandes hallazgos paleontológicos. Los in'
necta los grandes simios de la selva con los hu- vestigadores encontraron buena parte de ur
manos modernos. esqueleto de un mismo individuo, descubrr'
Los ho¡rínidos empiezan a aparecer en el miento maravilloso para una disciplina e.
que algunas veces se nombray c\asi{ict a ur-
legistro fósil hace aproxrmadamente 5 millo-
nes de años. Estos primeros homínidos se di- especie entera sobre la base de un solo die:'
ferenciaban tle cualquier otro simio miocéni- te. BJulizaron al esqueleto como Lrrrv. p"r
co en uD inrportante aspecto: andaban de pie canción de los Bcatles Luc.t írt tlte Skr n:
como ro\olros. De otr¡ p¿lrtc. por lo que res-
pecta a conrport¡mienlo r lspecto. probable-
mente no diieríln nucho de lo' grandes si-
mios actuales.
Entre los 2 y los -l nrillone\ dL'rno. el linaie
humano se diversificó dando lugar a direr:a:
e-species de homínidos que se e\tendieron p(rr
Africa oriental y meridional. En el seno de e:te
grupo aparecieron dos modelos de adaptacicin
distintos. Un grupo de especies. los australo-
pitecinos, desarrollaron grandes molates que
mejoraban su habilidad para procesar alimen-
' F¡qura I 1.1
tos vegefales duros. Un segundo grupo de espe
Etr la cuetrca de Awash, en Etiopía, se lwn
cies, miembros de nuestro mismo género. real i.aalo i¡tlpottan tes descu br im ¡en tos
l1¿¡nro, desanollaron grandes ce¡ebros. fabli I'r1 tot t t o lóBicos. ¡ n c I u i ¿ os d ¡ t'e
1 ?sl tcc I t t t c I t
^os
caron y usaron herramientas de piedla y depen a1e.\. afarcnsis.
LA HtsroRrA DEL LTNAJE HUrvrANo 291
Fji
AL 444-2).
¡ También se han encont¡ado fósiles de A.
afarensís en otras localidades africanas. Du-
rante la década de los años 1970. los miembros
de un equipo dirigido por Mary Leakey descu-
brieron fósiles de A. afarensís en Laetoli, Tan-
¡
It
Y
I'
¡8
. Figura 11.2
En Hadar se recuperó una parte ímportante de
los huesos de un único indíuíduo. Como los
esqueletos presentan símetría bilateral, se puede
reconstruír la mayor parte del esqueleto de esta
hembra de A. afarensis, conocída popularmente
cono Lvcy.
Chimpancé,
. Fígura 11.4
íncluido un cerebro pequeño, unaartículación
EI cráneo de A. afarensis posee caracteres prímitiuos,
tuaúdíbular baja. unabase craneal neumatízada y la caracon prcgnat¡smo subnasaL (FigL¡a cortesíade
R¡chard nein.)
:.ré mal diseñado; simplemente significa que rior y la mandíbula se llanran arcadas denta-
: lrrganismo en cuestión se parece a las formas les. Los chimpancés tienen una arcada dental
::edecesolas. en forma de U, mientras que los humanos mo-
Los dientes y los maxilares de A. afirrensls dernos tienen una arcada dent¡l parabólica mis
. . ncuenlran entre lo. de Ios grandes simios y ancha. La rrcada dental de A. .¡,4rlr',¡..1s ricne
' de los humanos. En la figura I L5 pueden una forma en V intermedia.
:rse tres caracteres que lo ilustran: Los chimpancés tienen grandes dientes
Las filas de dientes del maxilar supe-
-
caninos. En los maxilares del chimpancé existe
(si n di¿stema
Hembra Henbra
Macho Hembra
*;L \.A
ñ
Chimpancé
e W
A!\rt dItIlith¿L \,tJitt, D\i\
tu) u/
(1r) Dilbrmismo sexual en los caninos
Ch impani e
@@@ro
A¡ lr ú¡ h) p i t h?c u s l¿t re n s i s
Humano moderno
Figlrq 11.5
Ds dientes y los ¡naxilares de A.. afarcnsis nurcstratl diuersos l as4os íntermedios entre los de los grandes
::r1ios y los humanos modernos (a) La atcada den tal tro tiene unafotma de U t4¡1 narcada conlo la del
:;tintpancé, pero es menos parabólíca que Ia tle los hu¡nanos modernos. (b) Los chinlpattcés tienetl Ltnos
iüi¡1os mayores y con un dimorlis¡no seÍual mds acentuado que A. afa¡ensis,4¿te, 4 s¡t ¿,e¿, tíene unos
:¡niüos más g¡andes y con un dintorfísmo sexual mayor que los humanos. (c) EI ptín1et prcmolar ínferior
:¿ los chímpancés sólo t¡ene una cúspide, m¡entras que eI de los humanos tlloderúos tíet1e dos cúspides. En
... afarensis,la segundacúspíde es pequeña pero estácLaramente presetlte.
a¡gum cortesía de Richard Kleín.)
254 Cór,1o EVoLUctoNARoN Los HUMANoS
LocoN.aocróN BíPEDA
$.-
Y
Lus rutg,ts utnrómitos inditnn que A. afa-
$ rensis era bipedo.
'b
\ ,. )
JE
\\-
r-
(r) Con ¿bducro.es
, Figura 11.7
asquemade la parte inferior rlel cuerpo en el momento de la zanc¿tda en que todo eL peso lo sostíene una
,DLa pietna. EI peso cae sobre el eje central d.e Ia peluis. Esto crea una torsíón o fuerza de oscilación
¡lrededor de Ia art¡culacíón de la cadera corresponrlíente a dicha pietn¿t. (a) Si esta torsión no fuera
:antpensa.la, el torso se tncl¡naría hacia abajo y a La izquierda. (b) En cada zancada, los múscuLos
.ibductofes se conttuen pafa cfeaf una segund.a torsión que mant¡ene eI cuerpo defecho.
y .,.
ü Httell¿s fósiles demuesÍriltt que utt ltotníttid,
$ bí¡,uto íi,ió e, el este a, Á1írrn ett la nti.str,,
(:!t(,(t que A. al'arensis.
bien los simios modernos sólo se encuentran en drúpedo del mismo tamaño. El homínido erec-
las áreas forestales, los homínidos parece que to sólo absorbe directamente la luz solar por la
se trasladaron a áreas más abiertas. Si un ani- parte superior de la cabeza y los hombros.
mal está activo en un espacio abierto en mitad mientras que un cuadrúpedo absorbe la energía
del día. tiene que poseer un sistema para preve- del sol a lo largo de toda la espalda y lacabeza.
nir que su temperatura corporal, especialmente t\ótese que resulta mucho más difícil bron-
la del cerebro. suba demasiado. Muchos ani- cearse estando de pie que echado.) Esta dife-
males de la sabana disponen de adaptaciones rencia es importante porque cerca del ecuador
que permiten que su temperatura corporal suba el sol se mantiene en lo alto durante la mayor
durante el día y baje por la noche. También dis- parte del día. En se-sundo lugar, el aire está más
ponen de adaptaciones (como por ejemplo caliente cerca del suelo que un poco más arri-
grandes cavidades nasales) que mantienen la ba. El sol incide sobre el suelo, y éste irradia de
temperatura de la sangre del cerebro mu\ por nuer o el calor hacia el aire, de aquí que las tem-
debajo de la temperatura de la sangre del resto peraturas sean más elevadas cuanto más cerca
del cuerpo. Sin embargo, esta opción no parece del suelo. Finalmente, la velocidad del viento
estar a disposición de los homínidos. En su lu- es superior a 2 metros de altura que a I metro
gar, los humanos han desarrollado un sistema de altura. Como el aire en movimiento incre-
que les permite refrescarse por evaporación: menta la eficacia de la evaporación, un homíni-
sudamos. do erecto es capaz de soportar mejor el calor
Peter Wheeler, de la Universidad John del día. Usando los métodos de ingeniería es-
Moores de Liverpool, señala que la postura tándares, Wheeler calculó que estos tres facto-
erecta asociada a una locomoción bípeda ayu- res reducirían el calor y el consumo de agua en
da a reducir el calor y disminuye la cantidad de los homínidos bípedos respecto a los cuadrúpe-
agua necesaria para refrescarse mediante eva- dos. Curiosamente, los mismos cálculos mues-
poración, cosa que sucede por tres causas fi'- tran que la pérdida de vello corporal proporcio-
gura 11.10). En primer lugar, el sol incide en na una ventaja termorreguladora a un animal
una fracción mucho más pequeña del cuerpo de bípedo, pero no a un cuadrúpedo del mismo ta-
un homínido erecto que de un animal cua- maño.
///lt *-
+-
+-
<_
Más viento
La locomoción bípeda deja las manos li- mano mientras se sostenía de pie r se alimenta-
bres para transportar cosas. La habilidad ba con la otra.
para transportar cosas es, en una palabra, prác- Cualquiera de estas hipótesis puede ser co-
tica. Los cuadrúpedos no pueden transportar rrecta. La selección podría haber far.orecido el
cosas con las manos sin que ello interfiera en su bipedismo porque resultaba más eficiente que
habilidad para caminar y trepar. En consecuen- caminar sobre los nudillos, al permitir a los pri-
cia, tienen que transportar las cosas con la meros homínidos mantenerse frescos. trans-
boca. Algunos simios del Viejo Mundo guar- portar comida y herramientas de un sitio a otro
dan grandes cantidades de comida en los aba- y/o alimentarse más fácilmente. Una vez el bi-
zones, que posteriormente masticarán y traga-
rán. Otros primates deben comer el alimento
cuando lo encuentran. Esto puede ser un pro-
blema si la comida se encuentra en un sitio pe-
ligroso o si existe mucha competencia por el
alimento. Los homínidos bípedos pueden
transportar grandes cantidades de comida con
las manos y los brazos.
La postura bípeda permite recolectarfócil-
nrcnte los frutos de los árboles bajos. El an-
tropólogo Kevin Hunt, de la Universidad de
Indiana, argumenta que la anatomía de A. afa-
rznsis es adecuada para mantenerse en pie.
pero no para caminar de pie eficientemente.
Hunt cree que la postura bípeda fue favorecida
porque permite recolectar fácilmente los frutos
de los árboles bajos que predominaban en los
montes africanos. Dos tipos de datos apoyan
dicha hipótesis. Primero, Hunt se fijó en que
los chimpancés casi nunca caminan sobre dos
patas, pero se mantienen en pie más tiempo
mientras recogen frutos de los árboles bajos
(figura 11.11). Utilizando las manos para equi-
librarse, tiran de los frutos de una rama y des-
pacito arrastran los pies hasta la siguiente.
\4anteniéndose en pie pueden usar las dos ma-
nos para recoger la lruta, y su caminar arras-
trando los pies les permite moverse desde una
fuente de frutos a otra sin tener que subir y ba-
jar el peso del cuerpo. En segundo lugar, Hunt
argumenta que diversos caracteres anatómicos
de A. afarensis coinciden con la posibilidad de
mantenerse en pie, pero no de caminar sobre
dos patas. Señala que su pelvis ancha serviría
de plataforma estable para sostenerse sobre los . Fígura 11.11
dos pies. Hunt también afirma que los ras-qos A ueces los chimpancés se ponen en pie para
de los hombros, las manos y los pies que mu-
recoger los frutos de los árboles bajos. UtíIizan
una mano para equílibrarse míentras se
chos antropólogos creen adaptaciones para tre- alimentan con la otra, trasladándose arrastrando
par a los árboles son, en realidad, adaptaciones los pies debajo de una rama llena de frutas a
que permitían a A. afarensls colgarse de una otra.
300 CóH¡o rvorucroNARoN Los HUMANoS
pedismo hubo evolucionado, podría haber faci- el hecho de que los individuos grandes eran mu-
litado otras formas de comportamiento. como cho más comunes en Laetoli, que entonces er"
el uso de herramientas. una sabana, mientras que los pequeños se en-
Es verdad que los homínidos no son los úni- contraron principalmente en lo Que €ntotce:
cos primates que fabrican y usan instrumentos. eran ambientes forestales. Algunos investigado
En la naturaleza los chimpancés usan una varie- res también creen que los individuos pequeño.
dad de herramientas. Por ejemplo. cortan cuida- estaban menos adaptados a la locomoción bípe-
dosamente una ramita para ..pescar,' termitas. da que los grandes. Esto sugiere la existencia d¡
utilizan -urandes piedras para partir la cáscara una especie -9rande, completamente bípeda r
dura de algunos frutos y algunas veces agitan adaptada a la vida en la sabana. La morfologí;
palos y tiran piedras para intimidar a sus rivales de la especie más pequeña representa un com-
(y a los observadores inquisitivos). No obstante, promiso entre trepar y caminar, una adaptaciór.
nosotros somos los únicos primates que usamos para la vida en el bosque.
utensilios extensivamente. William McGrew Los fósiles descubiertos recientemente en
defiende que la razón por la cual los chim- Etiopía por Tim White y Donald Johanson sugie-
pancés no hacen gran uso de las herramientas es ren que la teoría de las dos especies está equivo-
porque no las pueden transportar con facilidad. cada. Los nuevos fósiles llenan todo el rango de
Si un chimpancé no puede transportar un utensi- variación de tamaños en una sola localidad y er.
lio de un sitio a otro, entonces tendrá que fabri- un margen de dataciones bastante estrecho. Ade-
car sus herramientas en el mismo sitio en que va más, un fémur de gran tamaño muestra caracteres
a usarlas. En consecuencia, a los chimpancés no idénticos a los del fémur, más pequeño, de Luct.
les sale a cuenta dedicar muchos esfuerzos a la Los nuevos datos también sugieren que las dos
fabricación de herramientas, y éstas son toscas. formas, tanto la pequeña como la grande, se en-
contraban en todos los hábitats, desde el bosque a
la sabana. Todos estos hechos hacen pensar que
OrnRs crRncrERÍsrcns DE A. AFARENSIS este conjunto de fósiles representa una sola espe-
cie, con un gran dimorfismo sexual.
dimornsmo s exuat
ü t :" :fi::;:;,,;;"r:;a ararcn-
, Cuadro 11.7
Chimpancés fabricantes de herramientas
En la naturaleza, los chimpancés fabrican y usan herramientas para llevar a cabo distintas tareas. Utilizan
ramitas, tallos y palitos largos y delgados para hurgar en los hormigueros, los termiteros y el nido de las
abejas y extraer insectos y miel. A veces raspan el tuétano y otros tejidos de los huesos y el cráneo de sus
presas con brotes 1eñosos. Abren la cáscara dura de los frutos colocándolos encima de una roca, una piedra
grande y plana o unaraíz y golpeándolos con otra piedra que hace de martillo (figura 11.12). Hacen un
amasijo de hojas, lo introducen en un hueco de un tronco lleno de agua de lluvia y luego sorben el agua de
estas <esponjas>. También utilizan hojas como algodón para secar la sangre, la orina, el semen y las heces
de su cuerpo. A veces golpean con ramas para defenderse de los. depredadores e intimidar a sus contrin-
cantes. Finalmente, usan objetos para comunicarse con otros chimpancés, para reforzar sus lazos sociales
v para realzar sus exhibiciones de agresividad.
En muchos casos los chimpancés modifican objetos naturales con propósitos concretos. Es decir, constru-
yen y usan herramientas. Por ejemplo, los chimpancés del Monte Assirik, en Senegal, estudiados por Ca-
roline Tutin y William McGrew, usaban ramitas para extraer las termitas de sus nidos. Cortaban las rami-
tas de los arbustos, les sacaban las hojas, les pelaban lacorteza y los cortaban a la medida adecuada.
Pe¡o los chimpancés no modifican todos los materiales que usan como herramientas. Seleccionan cuida-
dosamente las piedras que usan como martillos y yunques para partir la cáscara dura de los frutos, las usau
repetidas veces y puede que las trasladen de un sitio a otro del bosque, pero no las modifican deliberada-
mente.
Aproximadamente 1a mitad de las tareas para las cuales los chimpancés fabrican y usan herramientas están
relacionadas con el procesamiento y 1a obtención de comida. En algunos casos estas herramientas les per-
miten explotar una fuente de alimentos que otros animales no pueden usar. Por ejemplo, muchos animales
se acercan a los termiteros cuando los insectos alados emergen en masivos enjambres para formar nuevas
colonias, pero sólo los chimpancés tienen acceso a las termitas de dentro el termitero en otras épocas del
año. Algunas de las cáscaras de los frutos que comen los chimpancés del bosque de Tai (de Costa de Mar-
fil) son tan duras que solamente pueden abrirse golpeándolas repetidamente con una piedra martillo.
Figura 11.12
Los chimpancés del oeste de África usan piedras
parct partír la cáscara de los frutos secos.
302 CÓMo EVOLUCIONAFoN LoS HUMANOS
¿cuANDO UN HOTVTNOIDE ES TA[rlBtEN pecies de homínidos, las dos más viejas que A.
UN HON/ÍNIDO? ufhreu.sis. Aunque el parentesco entre estas dos
especies y entre ellas y A. aJarensis todavía no
está claro. arnbas amplían considerablemente
ügi,i:,,::;ni,",'í:,'1,";::,i!::,,i:,';:',:,:;,::n'"i:;', nuestros conocimientos sobre el linaje humano
hontütoi¿les viviettes son lu locontttt'itin bí- antes de A. u.fhren.sis.
peda, tut cerebru¡ grunde t disÍitttos rusgos
de la ntorfologíu tlental. ü,,. .\rr.tralopithecus ananlensis ent bípedt'.
I/ N' J)( t't) .\u'r'rritte,, .te ¡utret'írt tttas al ¿le L,.t
Cuando decimos que A. afarensrs es el pri- g,nuule.s .sintkt.s que el ¿le los australo¡tifeci-
mer homínido queremos decir que es el fósil tto.s ¡to.sIeriores.
más antiguo clasificado junto con los humanos
en I a fami I ia l1o nti ni cl ae. La r azón fu nd¿imen tal En 1994, los miembros de una expedición
por la que se incluye A. aJhrensis en esta fami- dirigida por Meave Leakey, del Museo Nacio-
lia son las similitudes existentes en l(r\ caracte- nal de Kenia, encontraron los fósiles de una
res derivados compartidos que distinguen a los nueva especie de homínido en Kanapoi y Allia
humanos del resto d(' trlinriltes Vivos. Bay, dos iocalidades cercanas al lago Turkana.
Existen tres categorías de caracteres que en Kenia. Estos fósiles están datados entre los
separan a los humanos modernos de los gran- 3,9 y los 4, I millones de años, lo que les hace
des simios contemporáneos: aproximadamente medio miilón de años más
viejos que A. aJarensis (figura 11.13). Entre es-
l. Somos bípedos de manera natural. tos especímenes se encuentran fragmentos de la
2. Tenemos cerebros mucho mayores mandíbula y el maxilar, un trozo de tibia (el
comparados con el tamaño corporal.
3. Nuestra dentición y nuestra muscula-
tura mandibular difieren de las de los grandes
simios en distintos aspectos, entre los cuales
destaca una arcada dental ancha y parabólica,
un esmalte dental grueso, dientes caninos redu-
cidos y molares grandes comparados con los
otros dientes.
nás largo de los dos huesos de la pierna) y nu- yen dientes y mandíbulas. la pane inierior de un
:nerosos dientes. Además, los fragmentos de un cráneo y fragmentos de antebmzr'r. \\-hire r :us
húmero (el hueso del antebrazo) hallado en Ka- colaboradores Gen Suwa. de la L nir er:iciad de
rapoi a principios de los años I 970 se han podi- Tokio y Berhane Asfaw de Addis .\beba. bauti-
lo asociar actualmente con los nuevos descubri- zaron a esta especie como ArclipitltetLt.s rtnti-
rlientos. Estos fósiles son suficientemente dis- dus, de ardi, que significa <tierra o suelo,. r r'¿¿-
:intos de A. afarensis, por lo que Leakey los mis, que significa <<raíz>> en el idioma local de
:signó a una nueva especie, Ausftalopithecus Afar. En 1994, Yohannes Haile Selasse. del
-¡tamensis. En el idioma del pueblo que vive al- equipo de White, encontró otros 90 fósiles. en-
:ededor del lago Turkana, anam significa lago. tre los cuales el 45 Vo de un esqueleto completo.
A. anamensis comparte varios caracterés de- del que se recuperaron huesos de la mano, el pie.
ivados con A. afarensis y los australopitecinos la pelvis, el brazo, la pierna y el cráneo. En el
:osteriores. Posee grandes molares con una momento de escribirse estas líneas, sin embar-
:ruesa capa de esmalte y caninos pequeños, y go, el análisis de estos fósilesjusto estaba empe-
es arliculaciones de la rodilla y del tobillo indi- zando y la descripción de los nuevos descubri-
:an claramente que era bípedo. Por lo tanto, no mientos aún no se ha publicado.
ray duda de que esta criatura está estrechamente Una característica define a Ardipithecus
:mparentada con los australopitecinos posterio- ramidus como homínido: la posición del aguje-
res. Sin ernbargo, A. ctnamensis carece de algu- ro de la parte inferior del cráneo a través del
nos caracteres derivados presentes enA. afaren- cual pasa la médula espinal. Esta abertura, lla-
ils. Por ejemplo, los orificios auditivos son pe- madaforamen magnum, se sitúa muy adelan-
queños y elípticos, como en los grandes simios tada, igual que en los humanos y los australopi-
¡ctuales, mientras que los orificios auditivos de tecinos, y no hacia la parte posterior del cráneo
ios australopilecinos posteriores son mayores y como en los grandes simios. Aunque esto no
más redondeados. La arcada dental se acerca indica cuál era su postura habitual, la posición
más a la forma en U de los chimpancés y gorilas adelantada del foramen magnum en A. afa-
que a la forma en V de A. afarensis, y la barbilla rensis y los humanos modernos está asociada a
baja más bruscamente que en A. afarensis ffigu- la locomoción bípeda. Ardipithecus ramidus
ra 11.14). Este conjunto de caracteres primiti- comparte otros caracteres derivados con otros
vos distingue a A. anamensis de A. afarertsis r homínidos. Entre ellos. dienres caninos más
coincide con la hipótesis de que el primero es el
ancestro del segundo.
Los fósiles de otros animales hallados en Ka-
napot y AlliaBay indican que A. anamensis vivió
en un mosaico de hábitats, entre los cuales las sa-
banas arboladas secas, los bosques en galeía que
bordean los ríos y las praderas más abiertas.
rtgr.anamensis
Ardipithecus ramidus podría ser el atrteprt-
t *\
ü
sado común de los humano.s y de los cltin-
pancés.
pequeños y parecidos a los incisivos, que, a di- mo de seis especies de homínidos. Dos o inclu-
ferencia de los de los grandes simios, no están so tres de estas especies ocuparon la misma
afilados por el primer premolar, y distintos ca- área en la misma época. Cuatro de las especies
racteres de los huesos del brazo. se suelen asi-gnar al mismo género que Luct
Otros rasgos de Ardipithecus ramidus son y sus parienfes: Australopithecus africanus.
más parecidos a los de los grandes simios. Los A. robusfus, A. boisei y A. aethiopicus. Una o
premolares y molares son más pequeños con re- quizás dos especies se clasifican en el mismo
lación al tamaño corporal que en otros homíni- género que los humanos modernos: Homo. En
dos; la capa de esmalte también es más delgada el mapa de la figura I I . l5 se localizan los yaci-
que en otros homínidos y los caninos, aunque mientos africanos que han proporcionado res-
más pequeños que en los chimpancés y los gori- tos de los primeros homínidos fósiles.
las, son mayores que en el resto de australopiteci-
nos. Además, los molares no permanentes (de
leche) y la articulación mandibular se parecen A. eratceNLLS
mucho a los de los grandes simios, y la base del
cráneo está más neumatizada que en A. afarensís. A' africanus se parecía a A. afarensis.
También es interesante el hecho de que Ardi-
ü q
pithecus ramidus viviera, seguramente, en hábi- Esta especie fue identificada por vez pri-
tats más arbolados que Australopithecus afaren- mera en 1924 por Raymond Dart, un anatomis-
sis y A. anamensis. Esta conclusión se basa en los ta australiano residente en Sudáfrica. Unos mi-
numerosos restos encontrados de madera y semi- neros le trajeron un fragmento de roca de don-
llas pertenecientes a especies que crecen en am- de Dart extrajo cuidadosamente el cráneo de
bientes forestales. Los fósiles animales de Ara- una criatura inmadura de pequeño cerebro.
mis también pertenecen a especies de bosque: la Dart bautizó formalmente al fósil como Aus-
mayor parte de los antílopes fósiles son kudus, tralopithecus ctfricanus, que significa <el simio
unos ramoneadores típicamente forestales. Ade- austral de Africu, aunque actualmente se sabe
más, más del 30 7o de los fósiles de mamíferos que miembros de esta misma especie se distri-
son de monos colobos, que actualmente se en- buyeron por toda el Africa meridional y orien-
cuentran, sobre todo, en áreas arboladas. tal. El fósil de Dart se conoce popularmente
Los caracteres anatómicos del tipo de los como el niño de Taung. Dart creía que el niño
grandes simios presentes en Ardipithecus ra- de Taung era bípedo porque la posición del/o-
midus, así como su aparente preferencia por los ramen magnurz se asemejaba más a la de los
ambientes arbolados, proporcionan tentadores humanos modernos que a la de los grandes si-
indicios de que esta especie pudiera represen- mios. Al mismo tiempo, observó diversas simi-
tar el primer estadio evolutivo homínido, si- litudes entre el niño de Taung y los grandes si-
tuándose, quizás, enlaraíz del árbol que une el mios actuales, entre las cuales, un cerebro
linaje humano con el de los grandes simios. comparativamente pequeño. Por todo ello, ar-
Dispondremos de más información cuando se gumentó que la especie recientemente descu-
haya descrito todo el material fósil. bierta estaba entre los grandes simios y los hu-
manos. Sus conclusiones fueron rotundamente
rechazadas por los miembros de la comunidad
Australopitecinos posteriores científica, ya que en aquellos tiempos la mayor
a A. afarensis parte de los antropólogos físicos creían que los
grandes cerebros evolucionaron en el linaje hu-
'],.. Etttra lt¡s 3 v los 2.5 millones de años vivie- mano antes que la locomoción bípeda. La con-
tT n,u etr Á.fr¡;o varias especies de homínidos. troversia sobre la posición taxonómica de
A. africanus continuó durante los 30 años si-
Entre los 3 y los 2 millones de años vivie- guientes.
:t¡n en .\irica un mínimo de cuatro v un máxi- La criatura causante de toda esta controver-
LA HISToRIA DEL LINAJE HUMANO 305
A.
Lago H.
Turkana Homo arcaico
I
boisei
A,.
A. aethiopicus 1
II
I
A. anamensis
Olduvai
t. I n. Lr""tu, f-
Homo arca\co
jl
I A.boisei lI
Laetoli A. afarensis fi
Sudáfrica IH. erectus
L:----
Homo arcaíco I I
Á. robrrtrrtt ffi
A. africanus #t
Effi¡
. Figura 11,15
Slhan descubierto homínidos fósiles en distíntas localídades de Áfríca oríental y meridional. Los restos
asignados al género Australopithecus estdn en rojo, Ios asignados al géneroHomo, en azul, y los asignados
a Ardipithecus, en marrón. Los fósiles descubiertos en Bahr el Ghazal, en Chad, descritos por prímera uez a
finalei de 1995, se han asignado prouisionalmente a Ia especie Atstralopithecus afarensis, en espera de
anáIí s ís más de tallado s.
sia era un pequeño bípedo con una dentición y de esta especie vivieron entre los 3,5 y los 2,3
un esqueleto postcraneal relativamente moder- millones de años.
nos. Como eÍ A. afarensis, su dimorfismo se- El esqueleto postcraneal es prácticamente
xual es muy pronunciado, tanto en los caninos idéntico al de A. afarensis. La afirmación de
como en el tamaño corporal. Los machos me- Dart de que el niño de Taung era bípedo fue
dían 1 m de altura y pesaban 41 kg, mientras
,3 8 discutida porque se basaba principalmente en
que las hembras medían 1,15 m y pesaban la posición delforamen magnum, y no dispo-
como máximo 30 kg. Los dientes son más mo- nía de huesos postcraneales para cofroborar
dernos que los de A. afarensis en distintos as- sus conclusiones. Esto es debido, en parte, a
pectos. El cerebro tenía una media de 442 cc, que el descubrimiento de Dart procedía de los
algo mayor que la media de A. afarensis. Sin escombros de una mina, en donde se utilizaba
embargo, las diferencias entre A. afarensis y la dinamita, y no fue recuperado en su locali-
A. africanus son pequeñas comparadas con las zación original. Posteriormente se encontra-
diferencias entre individuos, seguramente de- ron diversos cráneos y huesos postcraneales
bido a la varianza de muestreo. Los miembros de adulto en dos nuevas localidades sudafrica-
306 Cóvo rvolucroNARoN Los HUMANoS
nas, Makapansgat y Sterkfontein. El hueso de ticas, A. africanus se parece más a los humanos
la cadera, la pelvis, las costillas y las vértebras modernos que a los primates precedentes. Sin
- de A. africanus se parecen mucho a los de embargo, A. africanus exhibe varios caracteres
Lucy y su familia. Se demostró, así, que el derivados que no comparte con los humanos
niño de Taung era completamente bípedo, jus- modernos. La mayoría de estos caracteres pa-
tamente como había defendido Dart (figura recen relacionados con el gran uso de los mola-
11.16). res. Éstos son bastante grandes, y la mandíbula
es mayor y más robusta que en los humanos
modernos.
#¡*
t\
Elcráneod¿A.africanus posee diversos ca-
racteres derivados, sólo algunos de los cua-
les son compartidos con los humanos mo- ruera más arborícota
dernos. tq l;"T:?l::íui.zás
A. africanus no es tan primitivo como A. Dos fósiles descritos recientemente proce-
afarensis, como lo demuestran un determinado dentes del yacimiento sudafricano de Sterk-
número de importantes detalles. Por ejemplo, fontein su gieren que Aus t ral o p ith e c u s afri c a -
la base del cráneo tiene menos cavidades de nus poseía un físico más parecido al de los
aire, la cara es más corta y la parte de debajo la grandes simios que A. afarensis. El primero
nariz no sobresale tanto, los caninos son menos de los dos fósiles, un esqueleto incompleto
dimórficos y la base del cráneo está inclinada o bautizado Stw 43 I , indica que los brazos de A.
doblada hacia arriba. En todas estas caracterís- africanus eran significativamente más largos
comparados con sus piernas que los brazos de
A. afarensis,lo que implicaría que A. africa-
nus era más arborícola que su contemporáneo
del este africano. Esta idea viene confirmada
por un segundo fósil hallado también en
Sterkfontein. Este fósil, apodado Little Foot y
conocido formalmente como Stw 573, incluye
cuatro huesos del pie de un mismo individuo y
está datado entre 3 y 3,5 millones de años (f-
gura 11.17). Los huesos de la parte posterior
del pie presentan diversos caracteres humanos
asociados con la locomoción bípeda, como un
talón bastante pesado. Sin embargo, los hue-
sos de la parte anterior no tienen en absoluto
Primeros molares apariencia humana. Efectivamente, Clarke y
permanentes (aparecen) Tobias señalan que la superficie articular del
dedo gordo indica claramente que este prima-
. Figura 11.16 te podía agaffar objetos con el pie, como por
El primer espécimen de australopitecino fue ejemplo las ramas de los árboles.
identificado en 1924 por Raymond Dart en Parece probable que los antepasados de
Sudrifrica. Dart lo bautizó como
los australopitecinos fueran primates arborí-
-{ustralopithecus africanus, que sígnífica <el
sintío austral de África", pero a menudo se le colas con aspecto de simio. Entonces, nos en-
llnma el niño de Taung. Dart llegó a la contramos ante un dilema: ¿cómo puede ser
conclusíón de que eI niño de Taung era bípedo. qlue A. afarensi.r, más antiguo y con un cráneo
}.rnque presentaba un cerebro muy pequeño, primitivo, tenga un cuerpo con aspecto más
)n-: c,eía ql¿e se encontraba entre los humanos y
- ; -r ¡-; r; /¿,r -r inl i os. Sus cor¿ clusiones no
humano que A. africanus, qve es más joven y
fueron
:;¿r:¡.lc-. t:o. rodo el mundo hasta pasados casi con un cráneo más moderno? Esta cuestión
3: air,:. l:¿,,a cortesía de Richard Klein.) tiene dos posibles soluciones. Primero, podría
LA HISTORIA DEL LINAJE HUMANo 307
ser que Ia especie sudafricana, A. africanus, murió. Este cálculo se basaba en la creencia
hubiera conservado el cuerpo de simio de sus de que los australopitecinos se desarrollaban a
antepasados, mientras que la especie del este la misma velocidad que los humanos. Recien-
de África desarrollara un cu".po más moder- temente se ha demostrado que esto no es así,
no, con piernas más largas y brazos más cor- sino que los australopitecinos crecen más rá-
tos. En este caso, si se encuentra un homínido pidamente. Esta conclusión se basa en los de-
fósil más antiguo en el sur de África, debería tallados estudios sobre los dientes de los
tener un cuerpo tipo simio como A. africanus. australopitecinos llevados a cabo por Holly
La solución alternativa sería que los cuerpos -Smith de la
Universidad de Michigan. Smith
más modernos hubieran evolucionado a lo lar- comparó la velocidad relativa a la que se desa-
go de toda el África y que posteriormente la rrollaban los diferentes dientes en los austra-
tendencia se hubiera invertido en el sur del lopitecinos, los grandes simios y los humanos
continente, pero no en el este. modernos. Descubrió que los humanos se de-
sarrollaban más lentamente que los chimpan-
#* Las crías d¿ A. africanus se desarrollaban cés, y que sus dientes también crecían más
t\ rápidamente como las de chimpancé y no despacio. También existen diferencias in-
lentamente como las humanas. traespecíficas en el desarrollo de los distintos
tipos de dientes. Por ejemplo. en los humanos.
Durante mucho tiempo se pensó que el la corona de los caninos completa su desarro-
niño de Taung tendría unos seis años cuando llo sólo algo después que la corona de los inci-
. Figura 11.17
En Sterkfontein se encontró parte de un píe de entre 3 y 3,5 millones de añ.os (Stw 573). La parte posterior de
dicho pie (sombreada) presenta características asociadas a la locomoción bípeda, mientras que la
morfología del dedo gordo indica que todauía era capaz de agarrar objetos, como las ramas de los árboles.
Si los restos pertenecen a un australopitecíno, entonces estos primates eran parcialmente arborícolas.
308 COMO EVOLUCIONARON LOS HUIV]ANOS
sivos, y mucho antes que los premolares. En licas todavía no formaran parte de la adapta-
los chimpancés los caninos se desarrollan más ción homínida.
lentamente y el desarrollo de su corona no se
completa hasta más de un año después que los
incisivos. Smith usó esta información para AT,ISTRALOPITECINOS ROEUSTOS
calcular la velocidad de desarrollo de los aus-
tralopitecinos. Cuando utilizaba como guía el
patrón de desarrollo humano obtenía edades
,ü
y ... Australopithecus robustus es una e.spe< ie
, Cuadro 11.2
[Jna sorpresa en Etiopía: Australopithecus garhi
En 1999,justo cuando se estaba imprimiendo la edición inglesa de este libro. debutaba en los círculos
científicos un nuevo miembro de la familia homínida. Un equipo de investigación dirigido por Berhane
Asfaw (del Servicio de Investigación de1 Rift Valley) y Tim White anunciaba el descubrimiento de una
nueva especie de australopitecino en el valle etíope de Awash: A. garhí. Garirl significa ..sorpresa, en la
lengua afar, y es un nombre muy adecuado para esta nueva especie, ya que se trata de una criatura inespe-
rada en muchos sentidos.
Asfaw, White y sus colaboradores encontraron restos de homínidos en una localidad llamada Bouri, anti-
guamente un lago de agua dulce poco profundo no muy alejado del lugar donde se encontró el primer A.
afarensis. En 1996 el equipo desenterró varios huesos postcraneales, entre los cuales se halla un esqueleto
incompleto. Estos especímenes estaban bien conservados y pudieron datarse con seguridad en torno a los
2,5 millones de años, pero no mostraban caracteres diagnósticos que permitieran asignarlos a una especie
concreta. Sin embargo, al año siguiente el equipo descubrió restos craneales a unos 300 metros del lugar
donde se habían desenterrado los primeros huesos. Estos fragmentos de cráneos, maxilares y dientes pro-
venían del mismo nivel estratigráfico que los restos postcraneales y revelaron algunos importantes indi-
cios acerca de la identidad taxonómica de los homínidos de Bouri.
Como A. aforensis y A. africanus, estas criaturas poseían cerebros pequeños (de aproximadamente 450 cc)
situados sobre rostros prognatos. Sus caninos, premolares y molares eran, en general, mayores que los de
A. afarensis y A. africanus (figura 11.18),y determinados caracteres de la dentición también diferían de
A. afarensis. A. garhi también poseía una cresta sagital, un saliente óseo que recoffe la parte superior del
cráneo. Asfaw y White asignaron los especímenes de Bouri a una nueva especie del género Australopithe-
crs porque diferían de cualquier australopitecino conocido pero carecían de los caracteres derivados aso-
ciados a los primeros Homo, como por ejemplo un cráneo mayor.
Hasta el momento, los restos postcraneales encontrados cerca del espécimen tipo de A. garizi no se han po-
dido asignar a una especie concreta, pero revelan algunos indicios interesantes sobre el linaje homínido.
En los chimpancés, el hueso del brazo (el húmero), los huesos del antebrazo (el radio y el cúbito) y el hue-
so del muslo (e1 fémur) tienen aproximadamente la misma longitud, mientras que en los humanos moder-
nos los huesos de las extremidades anteriores se han acortado y el fémur se ha hecho más largo que el hú-
mero. A. afarensis se parece a los chimpancés por 1o que respecta a las proporciones entre estos huesos.
Sin embargo, las reconstrucciones del húmero, el radio, el cúbito y el fémur de los homínidos de Bouri su-
gieren que sus fémures se han alargado un poco, mientras que las proporciones relativas del húmero y los
otros huesos de las extremidades anteriores no han cambiado. Los restos postcraneales también indican
que entre los homínidos de Bouri existía una considerable variación en tamaño y robustez. Esta variación
puede que refleje el hecho que los machos eran mayores que las hembras, pero todavía no se dispone de
pruebas suficientes que lo confirmen.
Quizás lo más inesperado de los homínidos de Bouri es que aparentemente fabricaban y usaban herra-
mientas de piedra. Aunque sabemos que los homínidos fabricaban y usaban herramientas hace ya 2,5 mi-
llones años, se creía que éstas eran fabricadas por miembros del género Homo, no por australopitecinos.
Los descubrimientos de Bouri nos obligan a poner en duda esta idea. Las herramientas de piedra dejan
marcas características en los huesos de los animales (véase el capítulo l2),y en Bouri se han encontrado
huesos de animales con este tipo de marcas. Parece que los homínidos de Bouri usaban herramientas de
piedra para descuartizar los cadáveres de los animales, separar la carne del hueso y partir los huesos para
extraer el tuétano. (No se sabe si los homínidos de Bouri eran cazadores o bien carroñeros.)
Si los homínidos de Bouri usaban her¡amientas, tendrían que haber sido criaturas con muchos recursos.
Cerca de los lugares de descuartizamiento no se han encontrados restos de talla como los que normalmen-
te aparecen asociados a la fabricación de útiles. y en las inmediaciones no existen materias primas adecua-
das para la fabricación de herramientas. Por lo tanto, los homínidos de Bouri tenían que viajar a cierta dis-
l illt)
310 COMO EVOLUCIONARoN LoS HUMANoS
ilil+ tancia para obtener el material para sus útiles, que fabricaban allí mismo y luego transportaban a los luga-
res donde iban a ser usados.
El descubrimiento de A. garhi plantea nuevas preguntas sobre la filogenia de los primeros homínidos.
Como Asfaw y sus colaboradores señalan, A. garhi apueció en el momgnto oportuno y en el lugar adecua-
do para convertirse en el antepasado de los primeros Homo (figura 11.19). Aunque esta posibilidad se
basa en la morfología de A. garhi y es apoyada por las evidencias circunstanciales que este primate fabri-
caba y usaba herramientas de piedra, es demasiado pronto para sacar conclusiones firmes acerca del papel
quejugó en la evolución de los homínidos. Quizá otros candidatos esperen entre bastidores. El descubri-
miento de las sorprendentes cúaturas de Bouri nos recuerda, una vez más, que la reconstrucción filogené-
tica de organismos extinguidos hace mucho tiempo a partir del incompleto registro fósil es un ejercicio pe-
ligroso.
-a
o
O
o
€o
o
-2
o
¡E
O o
o
s
,/ -3
\-t-{
-A
o Figura 11.18
En 1999 se publícaron las prímeras descripciones c Figura 11.19
de una nueua especíe de homínido de 2,5 Esquema de una posible fiIogenia paraA. garhi.
millones de años procedente de Etiopía. Esta A. garhi descíende de A. afarensis, que también
especie, bautizada como A. garhi, tenía un cráneo orígina A. africanus, en África meridional,
pequeño y un rostro prognato. También poseía
.y A. aethiopicus, en eI este africano. En este
una cresta sagital, una espína de hueso que esquema, A. garhi es el antepasado de los
recorre Ia parte superior del cráneo. Comparado pritneros Homo, A. africanus origina A. robustus
con A. afa¡ensis yA. africanus, A. garhi A. aethiopicus origina A.boisei. Aunque éste es
-y
presentaba caninos más anchos y molares un escenario plausible, otras frlogenias estarían
mayores. tambíén de acuerdo con los datos disponíbles.
LA HISTORIA DEL LINAJE HUMANO 311
fl
planas, y (c) A. robustus tíene el morro más corto
qaeA. africanus.
. Figura 11.23
CalcuLando ]a prcporción esttoncio .alcio presen¡e en las l¡resos de uiuienres ! ¡ós¡les los
^peciesen lasespeci¿s ú¡ú¡e resla
paleañtólogos pu¿¿eh.l.¿ucn tudietade los an¡tnales etti ros.En Ee\etal,
p.opor.iónde est¡oncio (Sr)/cal.io (Ca) disnnlule al isLbiendo en ]a ú.I¿ka tjli.a.lesde las anúndi:
et lu\iúmente herbíuotos hasta tos c¿ñnb.os. Los lletbtuoros rattoneadares (cano eL kudu) canst¡l|. .
u a eiepción,ya que tiene prcporciones ¿e snca hajas. EL sí4í.o htú¿sta Los prcporclones.le Sr/Ca r1'
kÁ hrbhtaros típxos (¿n uerde), tos camíoo.os (¿n tujo) ! A. tóbtstús (en narú ). Los babuinos, qúe
.onn noD r na d ¡ctu herbíuora y &.ntuotu, se rcprcsentah ¿n ath¿tilló. La baja prcparción .]e S Ca d.
,\ ¡oburus.or,.id..ó, ibrao ñtnonea.lotL perc ho con una.liera herbí@ra tipica
"ra.li¿kLca
LA H STOBIA DEL L]NAJE HUI\¡ANO 313
Dos lipos de dálisis quínicos de los dienles fósiles de los australopilecinos ¡obustos sDgieren que proba-
blemenle esle lrimale comiera cantidades sustanciales de alimento animal. El primer ripo de evidencias
prcliene del oscurc perc útil hecho de que la prcporción enlre el estroncio (St y el calcio (Ca) presente!
.n los huesos de los animales vivos disninuye a medida que estos elementos sDben en la cadena tróñca:
las plantas tienen una proporción Sr/Ca mayor qDe los herbívorcs que pastan, y éstos, a su vez, tienen una
prcporció¡ mayor de StCa que los caJnlvoros que los cazan. Los herbfvo¡os ramoneadores constituyen la
eEn excepción ¿esta regla. Los herbívoros que ranonean, como el cieno y el kudu, comen, prin.ipal-
nente,las hoj¿s y los brotes de las plütas leñosas, pero tienen proporciones de Sr/Capüecidas a las de
Paa delemi¡ar si,{. rcblit¡r era un ramoneadoro Dn cúnívorc nos fijeemos e¡ otrc tipo de indicios.
Érros se basan en la existe¡cia de dos vías fotosintéticas difeenles. Los úboles, arbustos y oL¿s pla¡tas
l€dosas utilizan la vía folosintéric¿ llnnad¿ Ca, nie¡tras que las hierb¿s utilizan la vía C4. La planta¡ Ciy
I,os animales que se las come¡ tienen concentracio¡es mayores dei isótopo pesado del cdbono, cdbo
Fl3, que las pia¡tas Cj y los animalesque se las come¡. Juli¿Lee-Thorp. de l¿U¡ivesidad de Ciudad
de EI C¿bo. y sus colaboradores calcularon l¿ cántidad de carbono-l2 y cárbono- 13 e¡ los dientes fósi-
Ies de div€¡sas especies hnlladas en S{¿nkrans. iúcluidaA. ¿¿¡r¡d. Los nivelesde c¿rbono- I3 enconlr¿-
dos en los dientes de A. úrüs¡"r son supe¡iores a los de las especies ramoneadoras como el kudu- Esto,
:uro puede indic¿r queA. ¿D¡r,¡r se alime¡tda de hierbas y sus semillas coDo que comiera dimales
qu. pastan. Como laproporción de Sr/Ca sugiere que no comía hierbas, entonces tenía que seri alñenos,
Pa¡cialmente camívoro.
Todos eros datos juntos indicd qu€ .4. rcrrr¡lr i¡gería proleín¡s aninales y. sin embego, sus grudes
lienres había¡ evolucionado para t.itura. nare.ial veger¿l duro. U¡a posibilid¿d es que duranle iá est¡ción
<a se especiatizara en co¡ner pl¡¡tas duras, nientrás que su dieta sela nás variada durante el resto
. Cuadro 11.4
Cóma estimarel peso.le ün p.in rt¿ertiDgui.lo
Los a¡troúlogos erim¡¡ el peso corporal de los homÍnidos fósiles como A. D¿ls¡üs esudiúdo la rela-
ción enlre la matorúa delesqueleto y el peso corporal enlas especies vivientes Pnm ver cómo lo bacer,
co¡sidérese el ejemplo siguienle. Los ¡natomistas saben que lasúperficie de una anicDlación está r€lacio-
nada con la c¿rga qüe debe sopord, y henos vislo que los aüsraloPiteci¡os emn blpedos como los huma'
nos.Esto significaque sus rodiilasytobillos sopoñaban todo el peso del cuerPo A pafirde aquí. un antrc
pólogo puede intentar esliñar el tan¡ño corpoEl de A. úrls¡rr utiliza¡do los datos sobre la superficie a¡-
ticulede la rodilla de humanos actuales. Pe hacerlo, debecalcülar la superficie ¿rticula¡de lasrodillasy
el ianE¡o cor?oral de un ¡úmero mlnimo de pe6onas y tuego, usa¡do técnicas estadlsdcas, deducir una
Iómula m¿temática que rel¡cioúe el peso d€l cu€r?o co¡ lá süperficie aficulü de lá rodilla- A coDtinua'
ción debe calcula¡ la superficie ariculd de l¿ rodilla del fósil y usd la fómula m¡lemática Pda elimar el
pero de lor hon,nidos que \ivieron hac€ lillone\ de años.
Para obte¡er estimaciones válidas mediante este tipo de técnicas es clave escoger el cüácter anatómico !'
l¿ especie de priñate viviente adecuados. Algunos caracteres anatómicos sirven para prcd@ir el peso cor-
poml mucho ñeio¡ qüe otros- Por eiemplo, Herry McHenry, de la Urivesidad de California, Dav¡, seña_
la que el primer auslralopitecino robusto enconhdo posela dientes y mandíbulas compdables a los d€ un
go.ila heñbm que pesda 90 kg, pero su pie e.a el de un humano moderno d€ 34 kg. Támbién es impofan¡e
escoger la especie adecuada. Si nuest¡o antopólogo usm datos referentes a los chimpa¡cés €n vez de da'
tos r€feEntes ¿ humanos. sus estimaciones sobe el peso de A. ¡or6r¡t serlan muy dif€r€ntes, ya que lñ
propo¡ciones corpor¿les de los chimpancés y los humanos so¡ muy dislintd. y también difiere la en que e
ieparie el peso corporal entre las extremidades.
McHe¡¡y solventó este problema de la siguiente ñdeü. Dedujo la relación entre el peso co¡Poral y dis'
tin os cüactercs an¿tómicos (como la süperncie ¿nic¡lü de la rcdilla, l¿ del codo y e¡espesorde los hue_
sos de las extremidadeo en los humanos y los chimpancés. LueSo usó estas relaciones pda estimar el peso
de ,4. qfau rr¡r. Los resultados basados en los cañctercs de los chimpocés eún altme¡te dive¡genles
Po¡ ej€mplo. el valor del peso corporal de A. ¿/¿r¿rrr estimado a panir de la rodilla de los chimpancés eñ
el doble que el vator del peso cdrporal estimado a partü del codo. En c¿mbio, las estimaciones del pe$
corporal de A. d/arenrtr basadsr en distirtos caracteres hum¿nos eraú bastante similarcs Esto sügiere qÉ
las prcporciones corporales de los ausaalopirecinos era¡ más púecidas a las humanas que ¿ lás del chir
pa¡cé, y, por consiguienle, elpeso corpo¡¿l deA. arAE¿sN debe calcülüse basándose en modelos huna
¡os. Medianie el ñisño procediñiento. McHe¡ry descubnó qtle A. alican$ y A. rcbufus pes¡ba¡ más a
Fígura 11.24
La garga ta de ol.lrm¡ .
T aazania, l1a pr.I)arc¡or i
\n r '1r
1|)!\¡h¿tr\ .tthi.nr6
OH 5 ALnruloP¡th¿trt h.¡\ci
P---+n
. Fígum 11.26
A. ;erhiopicus ¡t1¡¡ i 7OO0) ¿Jhibe ¿18 os .le los rcsAas h¡peftobustas de A boisc\' como unos ñ1olarc|
et¡raord¡narianente gnndes ! Ln.ráneo rcbBta, petó ¿sconsdetablenleúte tnds 4 til o
(F¡gua car¡esío de Richaftl Klein )
figt\.r i l.2A
::i1 ¡17A k ia ü cetlL,]o
!.üdc, n.ún¿o nL¿ as
)bünD! na ¿¿nLic¡ór
i., aspec¡a Dús hr
ú1ra 4uc
)t hoD1úlitk\ d ter¡.tes
,¡gua út1¿s id,le Rici t ¿ 1.1
318 CON¡o EVoLUc oNARoN Los FL]MANos
r¡rcraneales asignados a los primeros Hrrno cómo interpretar efa \anación modológica.
rdican que estos primates tcní¡n piemas .ela Algunos creen que l¡s pronunciadar diferen
:t\amente la¡gas! más parecidas a las del hom- c;as de tamaño entre ios especímen.\ ¡r.ibui
rre mode.¡o que a las de los australopitecinos. dos a ¡L idbilir pueden reflejar el dinodiimo
\luchos antropólogos creen que los restos sexüal dentro de una nisma especie. Orros
:orcraneales de OH 62. bajito y de apariencia creen que hace 2 nillones de años. en el ere
:usr¡alopitecina, debeían asociarse co¡ los africano había dos especies de homínidos de
:rineos pequeñosy modemos, como ER 1813. cerebrogrande. Los individuos de cerebro nás
iientras quelos huesos pofcraneales más lar- pequeño y menos robustos se asignarían a ¡1.
;os y modemos deberían asociarse a los crá- ,dr¡lis. mientras que los de cerebro mayor y
:1eos mayores y más robustos, como ER 1470. más robustos. con un esqueleto postcraneal
\o obstante. otros investigadores adviefen más moderno, ¡epresentaí¡n üna segunda es-
.tue los restos posicraneales nás nodernos po- pecie. que podría llamarse H. r dobnsis.Hoy
jían perlenecera un homínidoque aparece un por hoy. todavía no se conocen suficientemen-
.oco nrís larde e¡ el regisrro tósll. Hano eret te estos primates para resolver el debate. de
rtrr. (Describiremos con más detalle ton¿ manera que evitaremos diplo¡náticamente el
.,".¡!s en el c¡pítulo 13.) problema refiriéndonos a todos ellos como los
Los paleoanlropólogos están debatlendo
F
r i;:,!:::,:::::'::;,::,'',l;Í;t,uiÍ;,:'ii'i:,',',1:
crllcs de lns ciudades. que han sido tall]r!
Irstill¡dos) unas cuantas veces hasta conse!-
ún lik (rts ru I L3I). Atnque son muy ru:
Como ya hemos comcnr.rdo. H ,d¡lli' mcntddos. estí cla() que han estado modiil:
debe su Dombfe ("hornbr¿ hrbilidoso-) r1 he dos deliberadamcDle. Las heramient¡s ol;
cho de que sus iósiles se h¡n cnco¡truLIo rsG vrienscs son muy va.i¡bles. perc esta \ar
cirdos a artelacros de pi.dln¡ntrguos. Es¡os ¡F ción no parcce rciacionada con disiintos us..
tefactos. a 1os quc se h.rce fel¡rencia conro nl funciones ¡icon disrintas récnicas y erilo. ,,
duslda oldr\¿ieDte. son rrr¡y sinples. Consis talla aparecidos r lo l:rgo del tienrpo. Al ..
. Figura 11.31
Las -i=
prúrero! homít1idas, ptobablenen¡e las pritrercs Ltóñó, Jhb i.abdn hemni¿ tas de piettru como ¿rti
Lasn 'es¡iga¿orcs no es¡dn ygutus rte atdl eta Lüso.AlB nos @en lue eran tos grand^ núd¿os qúe aqr:
nu¿irrt los.tr¿y enpkaba ¿n rlistú1tar tarcas, perc o,ospjensnn.¡üe tas úetdo¿anst1eúanien¡as útl
las laif6, t .túe lo\ c¿ntos rodados s¡t plenente v tlerechabú ¿e: ús de ananca c\ k^ t ¡scns.
LA HISTOF A DEL LINAJE I]LJITIAI.].J 321
:.rrio.esta v¿dación parece debe¡se a la utili- gr¡ndcs sinios. Arnqtrc clchimprrcé l¡bdcr )
:.,ción de distintas mateias primas para l¡bri usa gran diversidrd dc herlmie¡t¡s \ pnede
:rrlos. No hay ninguna prueba de que las las- üs¿r' piedras para pariir 1¡r c¿isc¿tu dr¡ d. los
cas (pequeñ¡s ¡stillas cor¡antes) extEídas de fmtos, en la naturaleza no nodilicr
las picdr¡s
rs guú¿rcs fucsen por 1{r menos tan útiles para convefirlas en útiles. Por esto. la n]aJoÍa
,¡mo los mismos núcleos (cuadro 11.5). de investigador€s asumían que los austr¡lopire-
Hasta el descubimiemo de A. grr*l en cnros iampoco fabricaban henamienras de pie-
1 999, la mayoría de invesligado.cs ¡sumían que dm. Sin enrb¡rgo, dos dcscubinrienios rccicn
:rdas las benamientas de piedm encontndas tes han abieúo la polibilidad de que los ¿usÍa
:n estas localidxdes eran obla de los p neros lopitecinos fuesen hibiles t¿lladorcs de úriles.
Jrrrr. No pensaban que los australopitecinos En pdmer lug¡r. en Boüri se han encontrado
-xera¡ suñcienlemenle inreligentes p{r¿ fibri huesos de ¡nnnales con maras dejadas por he
:Jr herramientas de piedra. Al fin y ¡1 cabo, su rmmientas de piedra. Grandes mamíferos h.t
:rebrc era del misno tamaño que el dc los bían sido desDrembr.rdos y descrafizados.y su!
, Cuadro 11.5
Faú icacióD ! usos de herrainien¡as e la antiSúedarl
Recienteñenre. Kathy Schicky Nicholas Toth. de laUnivesidad de Indiana, han redizadodhtinros expe
.inentos con útiles lficos sinples. Ambos dorninan lastécnicasnecesarias pa.a iabricarel tipo de ¿rlefac
tos hallados en las iocalidades olduvaie¡ses y han alrendido cómo usarlos conectamente. Los resDltados
de sus experimentos son muy inreresa¡tes. Schick y Toth crce¡ que los artefactos olduvaienses que los ¿r
queólogos ha¡ recogido y descdto l¿boriosmenle no son €¡ absoluto verdaderos útiles. sino núcleos de-
sechados después de extrae¡les pequeñas y co¡ta¡tes lascas. Los verd¡deros útiles soD las iascas Schict y
Toth han descubierio que las lascas pueden usase para un núnero jmpresionante de lareas distintas, in'
ciuido nardanimalesde gran r¡ñañocomo elefuntes. Encmbio,los núcleos son,en general. muchome
nos útiles, aünque pueden se aptra talar un á.bol, fabricar u¡ palo pata cavai o una lanza pafir los l
huesos pa¡a obte¡er el ruét¡¡o. El anális; microscópico del filo de un peqtreño núne.o de l¡scas oidu
v¿iersescorobor¿las conclüsiones de Schick y Totb: indica que ést¿s fueron us¡das Énto par¿ rab¡j ar la
maoea \ omo prra co,r¡, \ele.
Schicky Toth lanbtlr ".r r,o{ii.lo erplicü la función de unos
enigmáIicos objetos que los a¡queólogor
llaman esfercides, unas piezas de cu¡rzo. más o menos esféric¿s y lisas, del tamaño de una pelotade béis_
bol. A los esfercides se les habia¡ aslg¡ado dilenas funciones. enlre ellas elprocesanienio de matetjal
veget¿l y la exreción deltuétano de los huesos- Algunos i¡vestigadores Pens¿ban qDe los esferoides foF
n¿ban paÍo de u¡abola, una heramiema de caza utilizada en hs páñpas ¡rgentinas. L¡s bolas consislct
e¡ tres piedra! unidas poru¡a corca de pielque se lanzan de lalnanera qrc en.edan las palas de la prcsa.
Schicky Toü han demostrado que exisle unaexplicación mucho ñar plausible pa¡a el usode estas Pie_
dras. Cua¡do un fragúento decuaüo se usacoúo percuto! para oblener l¿scas, inadvertid¡mente salta¡
pequeñas astillas. LenBñente. en las Dunos deltallador,la suPerticie del perculor se v¿ nodifica¡do; v¡
adqui.ie¡do u¡a for¡a cada vez más rcdoDde¡d¡. hára convedirse en un esferoide.
Quizás l¡ conclusión úás desracable que se puede sac¡r de losexperimentos de Schick y Toth es que los
prineros homínidos tail¿dores de útiles eran diertros. Estos dos investigddores descubrieron que los dies
rrcs nonnalmente sujeran el percutorcon 1¡ nano derecha, y con 1a izq¡ierdasostienen lapied.aque quie-
rer astillar Después de extraer la prinera l¡sc¡, hacen lotd Ia piedra en el se¡tido de las a&ujas del reloi y
exlraen la segurda 1asca. Estasecue¡ciap.odDcel¡scas co¡ el cóúe¡ (la superficie tosc¡ no golpeada de la
piedra) a la pal1e derecha (re¿¡¿ ll.J2). En las l¡scaselaboradas porzurdos,el córex quedae¡ el ladoiz
qDierdo- Te¡iendo ero en cuenla, Schick y Torh erudiaro¡ lascasdelas localidadesde Koobi Fora, Ke-
nia, datadas enÍe 1.9 y 1,5 millones de años. Sus ¡esultados s¡gie.en qoe la mayoría de individuosque fa_
bricaron estas Iascas eran diestros.
. Tabla 11.1
Resunten de los homínidos plíapleístacénicos
foma d€ U p€¡o no
Omo, Eüopía; lago Turkñ4 Tauns, K¡ond¡aái, Omo, Etiopía¡ l¡go Olduv¿i, Túza¡ia;
Kenia: Olduvai. Tdzaria Swdtkrans, Sudátrica
Sudáftic¡
Macbos: 1,37 Machos:1.32 1,5 1,0
H€mbras:1,24 He¡nbras: I,l0
,]?
Peso (kg) ?2
H€mb¡as: 34 Henbras:30
500-550 500-550 ó0G.800 500-ó50
Cr€sta sagital, car¡ plana, Crcsta sagital, cara plda,
corsÍicción postorbital consiricclón postorbital
. Figun 11.32
Díagranlaqrc nrcs¡ra.ónio.\!n¿ lusle\.a:lask¡llrnlatus¿¿síle\¿i¿sttós.Cua do tüto pesana diesrra
fabricaú útil lítico sost¡eñe el p¿tr tot.o ¡a nxna¿¿.¿rhd !et ntic!¿¿4ueq ietuast¡llarca la nano
izquierda.CuawlaeLpercu¡orEalp¿a¿1,tuleo.lt¡taun¿tascn.¿¿ja.tounds.ara.rerttlcasnlas!andas
eht rd.tas en et punto de únpacto (dqui en E roü.¿s ¿ltaUa.lor hoce g¡,at elnlicleo )t la golpea de
nLeuo. Si lo hace grar en sentido horcr¡a tu'aja).
! .onra se n ues¡n aq tí, la yE ¡1a ldra prey n¡a las ond6 .le
choque de La prineru en la paúe supeñot i.q ie t dd t u D ¡ro.o .le la supeúic¡e tosca at ¡gilnl o có et (aq ut
e tnaÍón) en la pate derecha- Si hace E¡at el nt¡cleo en sentnb antilútaria,el cór¡e\ erarn a b izquier.la
y Las on.las .le cho4 e en lo parte superiotdercclla. La hn¡!út¡a de tulladores de sí¡¿\ dieltns actLLales
fabtica un56%.l¿lasc6diesn$!un44%de.ütu1a.nti¿n¡d.t e Las zurdas hacer jf¡anente b contrario.
UnLmuestra.le INA de Koobi Fon.la¡adas e t'" 1,5i 1,9nt¡llonesdeañoscontiene 57%
k6ca\ diestms y M 13 % ¿e lasc6 zur.16,lo que úñna qLt la! / imercs hanín¡1los ta¡ladores de
.l¿ titib erat
LA I'lSTOR1A DEL L []AJE HUÑ¡ANO
.rrsos largos se habían panido para acceder al mano!. Para conseguirlo. tencnn^ qüc com
L¿r¡no. á. s4,/¡; es elúnico hominido conocido prender 1as relaciones lllogeD¡ric¡s cnrr. nues
:) es¡a írea durante este perfu¡lo de ticr¡po. E¡ rosanlcp¡s¿dos. En losúltinrosaños esro se h¡
.:guDdo lügar. nue!os descubdlnientos en Tur convcÍi¡lo cD un problema bastan¡e drlicil
..dr¡ occidenral prcporcionan claras e!idencias Hára iimles dc los 1980 h¿bía un con\enso
i. que los homínidos eran ya hrbiles L¡ll{dorcs gcner¡l rcerca dc ¡lguDos !!pec!os ir¡pomn
:- úrilcs hrce uros 1.3 millones de años. Allí los lcs dc h lilogcnir de los homínidos. Es¡os as
r\es¡igrdorcs hln encontt¡do un extenso con- pectos se ilustran en la figura I1.33. Es¡a lilo
.inlo de heramienl.N de picdrr, cnlre las cüales genia exp¡esaba dos importantes ideas:
.: encueDtran lascus. nú.leos, pcrculorcs de pie
rr¡ y restos de talla. En esLc hrgar las condicio- l. Tanto ,4. aricdl¡4r cofr,o A. (i¿ren'|t
.¡\ dc preservación elan tan buenrs quc los tra eslaban en el origen de los australopitecinos y
r.,jrdo.es 1¡eron cnp¡ces dc cncai¡r algun¡s
.rcxs en los núcleos de doDdc lr¡bí¡n sido 2. Lo! australopitecinos robustos se in
im.rdas. Algnnos núcleos er¡D c¡ntos roda cluían rodos en un mismo hraje, descendien
.\,\ de gr¡no gtueso a p¡(irde los curlcs sólo se do A. ,oir¿i de A. ¡¿r,r¡¡rr. y este último de
:rbían armcrdo unas pocas lascxs. Perc tanr A. ¿¡rr.a,"r. (En alsunas versiones. A. /d,rr-
.Á h¡bía ün buen número de guiirmsde l¿va. r¿¡r descendía de.1. aJ¿r?rrir.)
:¡ gnno lino. a partir de los cü¿lcs se hrbían
.nrncado sistemíticamen¡e hrsl¡ 30 l¡sc¡s. Lo
i:1\ deracrble de esta locali¡l¡d son los grandes
,fnocimie¡t{x lécnicos de los ialladorcs dc úti
:i. Ésto! teníaD cn ctrenrr l¡ c¡lidad de lai ¡na
:,li.rs ptrmas disponibles y 1¡ lbrm¡ n¡tu¡al de
rs btoques que h¡b¡irban, manleniendo cuida'
jlr\alnente el irngulo dc pefcusión preciso du'
:.!ue todo el pr).cso de t¡lla. No ettá claro
;j
. Lrién t¿Lbricó estrs henrmienlas. Los dos rns €:
!!
:i¡lopitecinos robusros y A. t¿r¡l estaban pre
.Jnles en Atiica hace 2.1nrillones de años. pero
:inguno de los especímencs rtribLrklos con se-
:uridad al g.upo de bs trir¡crcs Ho,ú es lan
iejo. Porlo¡¡nlo.csl¡sbera rie¡tastienenque
.ir obm de los rusrrak)pitecinos robuslos. de
I sd,fl o de ün Dricnrbro ¡¡rás !iejo del género -)-'
l,,r) lod¿ví¿ no dcscubiet,¡o.
-- logenias de hominidos
s
' Fígura 11.31
si asümimos .t e las semeiaüas en las tatsos
al¿c¡a adas can una dentición nbusta son
,anlalagías, entonces podemos .libu|ar una
: ¡
n logalia en donde los pimercs llomo det inn
.¿ A. afa¡e¡sis y a¡s¡¿¿ ¿os ¡inajes :.para.las ¿e I
¿ | s¡ralopitecínos robustos.
. I:igrra | 1.36
Aun.tüesenosescapi lnucl¡os .le las düaUes de ld hxroria .le los pú etas honlít1itlos, nbenlos qúe hdce
I as 5 ,1¡llones .le añas L s¡ln¡a bípedo.le cercbro pequeño abandanó elbas.t¡Le hacia h.ibit ts nlds
dJ¡¿t ¡os. U o .te tos descenrlientes ¿e eeas sinl¡os .tesar.ottó Ln .¿rcbro tolar la habíli.lod parc fabñcat
!
hetart¡enx^ ¿e uiedn.
Elprc¡lundo y desbrr¡tador efecto c¿usrdo günrs cosas imporanres acerca de ellos (fi8¿.
por el descrbrimicnro dc WT 17000 sügiere r¿ II.Jó). En todas Ias posibles filogenias. el
que laevolución dc los honrínidos es máscom- 1in¿,je humanodesciende siempre de uno de k,.
pleja de que habíamos im.rginado. Los dia-
10 australopitecinos menos robusbs. A. ¿r'¡.t,¡trl
gramas en árbol qüe hemos visro h¿rsta ¿hora
rienensó1orn¡spocas.amrs.L¡teorí¿cvoluti- Los primeros australopitec¡ros emD bípe
!.i no nos da nnr-gtrn! tur(in par crcer quc las dos peqtreños que se movírn coD habilid¡d e¡
lllogenias ricncn qu. ser simples. ni tanrpoco bs Írbolcs. Sus dienres y mandíbulas se ade
que lo orís prcbnblc cs quc sc¡n sinrplcs. Segu- c!¿b¡n r nna dieta generalista. Los D¿cho.
frnen¡e tengm nnrch¡\ rrDra\ ) se par.zc.rf cmn considenblemente m:ryo¡es que las he¡r
más a un arbusto que a un ¡ftol hr¡\ \' nr\ cerehros eran del tam¿ño del de 1o\
gr.rntús sirnios actuales. Éstees eltipo decri¡
ü.. Lú l¿lLt ¿. tur quc cnlrza los gandes simios miocénjcos
v\ ,,,
"¿fil')!,
¡,,,., n,, ¡,-,,", tnütn nt,t\t,tr,\,it\ .on los primeros micmbros dc nuestro propio
tu t"t xht l¿ ?!.l .it t h nn
man Scientific and Technical. Harlow. Reino otros primates ierrestres, como los babui,
ñlein, R. (1999): The Huhtul Catut.2.' enición. ¿Oué evidencias demuestran que los aus-
UniveBily ofChicago Pres, Chicago. tralopiiecinos pasaban más liempo en los
Schick, K. y N. Toú- (1993): Mtkiñe Silent Ston¿ árboles que los humanos modernos?
.tp¿d¡, Simo¡y Schusrer, Nueva York. 5. ¿Los australopilecinos fab caban hera,