Los humanos

13 antiguos
o
5
o-
(d
o
Homo erectus
L¡s nrnRnutENTAS AcHELENSES
H. eaecruscoLoNrzA EL MUNDo
Lns RonptlctoNEs oULTURALES DE H. eaecrus

Homínidos del Pleistoceno medio: Homo sapiensarcalco

Homínidos del Pleistoceno superior: los neandertales

y sus contemporáneos
HeRRnulerurns MUSTERTENSES y DE a Mnote Sro¡,te Aee
Mooos DE vtDA DE Los NEANDERTALES
356
Hac,e entre 1,7 y 1,8 millones de años apafe
ció en Afiica un nuevo tipo de homínido. Estas
criaturas, clasificadas como Hottto ¿¡?cl¿l.r por
algunos paleantropólogos y como Hoirro erlgrrs-
¡¿r por otros, vivían ya únicanente en el suelo.
lnventaron una nueva clase de tecnología de he-
namientas, y posiblemente aprendieron a con-
trolar el fuego y cazar.qrandes presas. En este
capítulo seguiremos el camino de F/. eretrus/er-
gasler mientras emigraron de África y se disper'-
saron por toda Asia templada y tal vez Europa.
Durante los siguientes 1.7 nillones de años. es
tas criaturas evolncionaron gradualmente haciir
un ce¡ebrc más grande y unas tecnologías mís
sofisticadas que las de krs homínidos que Jes
precedielon. y estos cambios evolutivos causa-
ron lu emergenciu cle nuestr¡ propia e:pecie.
Honto sapietts,hace cerca de 100.000 años. Par-
tiremos de la evidencia de los fósiles y de regis-
tros arqueológicos para reconstruir 1a transfbr-
mación desde el primer Hono hasta los prime-
ros miembros de nuestra propia especie, Holro
sapíens.
Vercmos que los antropólogos están marca-
damente divididos sobre cómo tuvo lugar esta
tr¡nsforrn¡rcion. Algunu\ creen que unr e\pecie
única de homínido se trunsfbrmó gradualmente
de Homo erettus/ergoster en un homirido de
celebro mas ¡:rande. e¡ Hruk, \¡/f¡(,/¡.i arc¡ri(o )
:_ i,rrctus. cor¡o.r ¿ráneo KNNI-ER 3733 ¡eprcsentado aqL!í, nutestrut Ltna nrczcla d¿
::ii )\. tFi!<ura cor!esí.t de Ricl¡ao.d Klein.)
t
luer:o el É1orno snpler¡.r moderno. Otros antrop( -
logos creen que Honto erectuslergqster di\e.-
gió en rarils especies distintas mientras se e\-
tendí¡ desde Afiica hasta el uópico y las parr:.
tenrpladas del viejo mundo. Según esta opinió::
1os linajes af'r'icanos y eurasiáticos evolucion.-
ron indepcndientemente hacia un cerebla nlr.
srirnde Y una moúblogía más moderna, pero r, -
dos los humtnos modernos soD descendient..
úrnicarnente de la especie aflicana.
Homo ercctus
Los fósiles de un nuevo homínido que a¡--
reció en la escena africana hace entre I,7 ¡ L'
millones de años han sido encontrados en .
garganta de Olduvai (Tanzania). el lago TLrrk.
na (Kenia), Konso-Gardula (Etiopía). Suar.
krans tSudilricrr. ¡ en rnúltiplel ¡rcirnicn'. .
más en Af¡ica. La figura l3.l muestra un crj
neo muy bien conservado (identificado con .
numero KNM-ER 3733) del lago Turkana qu.
fue encontmdo en 1976 por un equipo diri-ric
por Richard Lerkey. H :'lil hlee relrtirulrcr -
poco. la mr¡olia de los paleontologos rsiln.
ban estos fósifes a la especie Hotno erecfus.b-
sándose en su semejanza con los fósiles desc-
biertos previamente en Indonesia. Sin embr:'
zigomático
0 5 cnr
 LA HISToRIA DEL LINAJE HUI,¡ANo 357

go, un número creciente de paleontólogos Arcossupraorbitarios

piensa que los fósiles africanos pertenecen a - Un cráneo con una marcada constric-
otra especie distinta, y prefieren el nombre de ción- detrás de los ojos.
Homo ergaster para las fo¡mas africanas. Una frente inclinada.
Tal como veremos, no se trata solamente de Un c¡áneo aplanado. respecro de los
una disputa sobre los nombres, ya que están en - modernos.
humanos
juego importantes cuestiones sobre la histo¡ia Una cara ancha y plana.
de la especie humana. Pero antes de que este Ausencia de mentón.
debate pueda tener sentido, primero debemos -
saber algo sobre la morlología de estas criaru- H. erectus fambién muestra algunos ¡asgos
ras y el tipo de herramientas que utilizaban. derivados compartidos por los humanos mo-
Necesitamos relacionar nombres con nuestras dernos.
descripciones, aunque cualquier etiqueta que
escojamos rea potencialmente conlenciosa. Una cara más pequeña y menos prog-
Por el momento, \saremos Homo erectus pata -
nata.
cualquier eneunciado que se refiera tanto a los Un cráneo más alto que especies de ho-
fósiles asiáticos como a los africanos. y especi- mínido anteriores.
Itcaremos Homo erectus asiático o Homo erec- Una rama mandibular más corta y más
¡¿rs africano cuando hablemos de los fósiles de
- (la rama es la parte de la mandíbula
pequeña
una región determinada. que forma un ángulo hacia arriba y conecta con
Los cráneos de ¡L ¿rec¡as difieren de los de el maxilar superior).
H. habílis y de los de humanos modernos. Dientes más pequeños que los de aus-
Los cráneos de 1L ersct¿rJ retienen muchas
-
tralopitecinos.
características de los primeros homínidos (f- Un sistema vestibular (oído intemo) si-
gura 13.2).
- al de los humanos modernos.
milar

. Figura 13.2
Aquí se muestran los cr¿íneos de un (a)
A. africanus, (b) A. robustus, (c, H.
erectus, y (d) H. sapiet¡.s moderno.
(Fígüras cortesía de Ríchad KIeín.)
358
Es lentador pensar en la evolución como en
un proccso unidireccional en el cual los pri
meros homiDidos \c fuero]] transfomrando
paulatinarneote cD hunr¿nos nlodenros. Sin
embargo. el ¡/- ¿/?c¿rJ añicano contradice esta
concepción. y también muestra algunas carac
terísticas deri\'rdas. es decir, rasgos no com-
panidn\ ni , ,.r' I"' h',rnill¡L|rs.¡nlcriorc\ ni c ll
los humanos modernos.
Mayores arcos supraorbitarios
- Un reborde ¡ongitudinal, Ilamado qui-
lla sagital, que discurre a lo largo de la parte su
perior del cránco en algunos individuos.
Un reborde horizontal en la parte poste
rior -del cráneo llamado torus occipital.
La quilla sagital ticne la fonna de una "v"
invertida y poco profunda, algo parecido a Ia
parte inferior de una barca. La quilla sagital no
aumenta el área de inserción dc los músculos
temporales, como hace la crcsta sagital más
aguda de los auslralopitecinos robustos. No
está claro cuál es la función de la quilla sagital
en e) Hono ere(1lls.En el Hc¡mo erecfus asiáti-
co, estos msgos son más exagerados, y los hue-
sos de Ia parte supeliol del críneo son enorme-
mente gruesos.
Muchas de las ca¡acterísticas derivadas del
cri¡eo de Honto ¿¡ectls rcflcjan probab)emcn-
te un mayor énfasis cn el acto dc dcsgarrar y
¡norder con los dientcs incisivos que en el de
tritular con los molares. Todos sus dientes son
rris pcqucnos quc lor de lo. lustrrlopitecinos.
¡rero los molares son aún nrís reducidos quc los
ciicntes incisivos. El ensanchamiento de los al-
cos supraorbitarios y del punto posterior del
'riren ron ca¡nbios e:lrualuti¡les necesuios
¡ara reforzal el cránco cn contra de las nuevas
itrelzas clcaclas pol el inclemento en cl énfitsis
JL' dcsgarríu y morder.
Hort) ¿Jc.tu.\ tenía el cercbro substancial-
'l.rltt ll.i. r:llrttde quc los honlrnido. r¡nteri,'-
-'.. Fil prorlrcdio del volumen del ccrcbro de
.:... , riiLtur¡\ cra dc ccrca de 1.000cc,compa-
.: -,'n ¡l lun¡año ¡tlonredio del Honto futbi-
- - ::.:n Llno\ 630 cc. El cerebro de los pri-
, ¡i r ¡¡rr irllictnos medía cerca dc
. :: - - -- ^: , .L' lr¡s Hor¡¡r ¿,¡z¿ ¡as ¡rsiáti-
ro\ posteliores medía cerca de L 100 cc, tod¡-
r ia consjclerablcmente nrás pequeño que el ce
'chrn hurll;Ur,.r LrrnIemporár)eo. que l¡ene u:
ft"tn(Ji,, dc I 4()ll cL.. Tal como \ererno¡..r:
entbtttgc¡. Honto erea ¡¿iJ tenía un cuerpo much,
nrás gtande quc cl de Honro /raóllls. y parec:
prob¡bl!' que su cereblo no fuese ¡ealmen¡-
rrir\ -lrr.rr)d(.¡ue el de l,r. hornrnidos anteriorr.
en proporción con el tamaño de su cuerpo.
Honto e¡ztftts cs el primer homínido qL:.
tiene L¡na nariz saliente como la de Ios human, .
modernos. En Hont¡¡ erecfus. Ta abe ura di
críneo pol dctrris de 1a nadz carnosa, denolr'r.
nado abertura nasal, sale hace afuera y abat,
semejantc a la de los humanos modernos y nt -
la de los homínidos primitivos o de otros.:'
mios. PaIa los paleontólogos, este rasgo indi.-
que la nariz sobresalía de la cara con los aguj.
ro5 h¡rc¡r i¡hujo. Lr¡ lunción dc tíl¡ nírri/ e: fr
bablernentc l¡ c,.rnscrvacion del irgua: curn.'
el aire humcdo sc enlría dentro de Ir ntri/. p-:
te del agua se condcnsa y sc queda dentro,:.
cuerpo en vez de ser exhalada. Rusell Tuttle. ;.
la Universidad de Chicago, propone t¡ue la n-
riz saliente procura refrigeración para e1 .-:-
reblo.
Fl ?sqttcl?t,' I'ot, r,u,¿l JLI Horn(, er(.'
v¡,-i ¿iti,¡ttt,'\. p,utt. ttttttlt¡',tttti.tl J( 1,"
nlnos ntodernos tlue a[ tle los hontínr,.
llclo lorlttr'ía se tliJerentirt ..
Dúís atütiguos,
nu?rlro etl algunos aspeclo; inlen:srt ]:,
Kimoya Kimeu, el Iíder del equipo pale, :
tológico de Koobi Fora, encontró un esquelc:
Iosilizado de un Honto erccÍus masculino ¡i -
c¿rno de 12 años en el año 1984 (figura l3.i
El descubrimiento- identificado con el núnr¡:
KNM-WT 15000. fue hecho en el lado tr¡- .
clental del lago Turkana, la misma región d,
de se encontró el WT I7000 (discutido er .
capítulo ll). El esqueleto del chico no: :-
una inragen extraordinariamente complela ;,
cuerpo del Honb erc.tLts. ya que inclustr .
dclicüdx:' \ erlcbr¡ri y lrrs co:.tillrs estin con. -
vadas. Un anális¡s detallado del esquelr-:
coordinr.lo pur AJ,rl Waller. de la Unirer. -
de Penn State. nos dice nucho sobre el cue-
de este joven y su modo de vivir.
 !-
No hay que olvidar que los australopiteci-
nos. y probablemente los printeros Hoaro, eran
bípedos. pero teníarr los brazos largos. Ias pier-
n¡s cortas y otros r¿rsgos que sugieren que pa-
.¡ban también una cantidad de tiempo conside-
rrble en los ár'boles. En contraste. WT I5000
Ienía las mismas proporciones corpolales que
las de los pueblos que viven en la sabana ltoy
.n día: piernas largas y caderas y homllros es-
trechos. WT 15000 tenía también los brazos
.ortos en comparación con los austlalopiteci
nor. En conjunto. esl¡l:\ cJrücleristica:\ susrctc
)uc el Ht'Itú t R t !u.r all ic¡no se nrovin ¡ I ún i
, Figura 13.3
Elfósíl del cl¡ico H. etectrs, WT I5000,
etrcontrado en West nlrkana. está
so rp re nde n te nte tt te co nt p le to.
(Fotogrufía cottesía de AIan Walke¡.)
I il la¡.A Ll. L r i.r1r. i r
359
calllenle pof el suelo. cont(r lrr. hr ¡¡nLrr lllo-
dernos.
l. Eran bast¡ute alkls. \\'T 15000 nredr¡
1,62 m de altula. Si los esr¿incl¡res rle c¡¡ci-
nriento elan comparables a los clc Ios hunl¡ntr'
modernos. hubiese medido I .9 lrr cic ¡dulto. \ l-
rios centímetros rrÍs alto que el pronledio del
adullo americano nasculino. No obstantc. te-
nía también los ntúsculos muy clesu|ollados.
Se debe inaginar qLre era algo parecido a un pí-
vot bajo de un equipo de baloncesto.
2. Las abertulas pala la nréduia espinal
de algunas de las vérteblas eran significativu
rrente mís pequeñas que l¿is clc los hunr¡los
¡llodernos. Esto \ugiere quc H. c/?(?l¡r teoía un
cnnllol r)lrr(llr' rrrett"s ptú(ts":,'h|r \lt re\[r it
cir'rn c¡ue Ios htrnr¡¡os ntodernos. Tul como r e-
r-e nrrs en el capítulLr l:i. c: lr¡
Itodría inclical clL¡c
H. ercrtu\ ntl leníl lcnliLuie.
3. La pelvis indica que la relación e[tre el
tamaño del canai del parto de la madre y el ta-
maño de la cabeza de un recién n¿rcido err el
mismo en H. erecfLtlt que en los humanos mo-
demos. Esta relación sugiere que, como en los
hum¡nos nrodernos y al contrario que en los
demás mamíf-eros. las cías nacÍan antes del de,
sarrollo completo del cerebro. (Si se hubiesen
mantenido en el útelo los mcses aclicionales
necesarios pala completar el desarroJio del ce-
rebro. su cabeza hubiese sido demasiado glan-
de para pasar por el canal del parto.) Si esto es
verdad, entonces los jóvenes H. erettus ht-
brían nradulado lentamente y habrían sido de-
pcndientes de sus l¡adres cluranle un latgo pe
ríodo de tierlpo, como en el caso cle los niños
modernos.
Tal vez haya vinculación cntre una depen
dencia prolongada de los inlrütilcs y la leduc
ción del dimorfisrno sexual. Puede sel r¡ue liLs
heDrbra. tu r rcr'¡rn dillcu ltildes cIl ., 'r r.r'..:l I r n.
mida para sí mis¡r¡s y para sus hijos dt'pen-
dientes. Si ÉL ¿/?( ¡¡l,r ctzabt tegLrlal mente. los
machos quizás obtenían coltjd¡ de iLltiL cLrlidad
pala sus parejas y sLrs descenclientes. La ntono-
gamia habría iocrcnr.nr¡rlo l. .,, ¡i r ¡rzrr de los
machos en lir flr!'l nid'tLl \ habl ía farrt¡ecido la
inversión paternl. Las trcntbllLs poclrían haber
360 CO\,4o ./ n J' 'u .¡o
compartido alimentos vegetales con sus pare-
jas como sistema de intercambio. Este escena-
rio encaja con e¡ hecho de que 1L erectus Íenía
mucho menos dimorfismo sexual que los ho-
mínidos anteriores. Los machos de H. erccfus
eran tan sólo un 20-30 9o más grandes que las
hembras. El dimofismo sexual leducido sugie-
re que había menos competencia entre los ma-
chos para acceder a Ias hembras. tal vez como
resultado del cambio hacia un sistema monó-
gamo de apalearrien¡o con una importante in
versión pale|Dal en Ia de.(er)dencia.
LAS HEF]RAIV1 ENTAS ACHELENSES
yü.,.
E/ H. erectu. rr! lcnrrn [,thric,tl,,t htrntniett.
\l n, ,o,
"lnl,nr,tdrts
que ltts,!, !,¡ truttit¡iJo¡
anter¡orcs.
El H. erectu¡ africano elaboraba una rarie-
dad de herrrmientas de piedra. algunas senci-
llas y otras conplejas. Igual que H. habilis. H.
erect¿r.r continuó con la tradición de hacer sen-
cillos choppers olduvaienses, quizás cuando
necesitaban con urgencia una herramienta fun-
cional tal como sucede con los grupos cazado-
res-recolectores actuales. Pero otras herra-
mientas fabdcadas por el á ercclas africano
eran más sofisticadas que las del Ho¡no más
primitivo. Era un nuevo tipo de útil lítico lla-
mado bifaz. Para hacer un bifaz. el fabricante
(o <knappeD) rompe una pieza grande de una
roca para obtener un núcleo, y luego quita las-
cas de ambos lados para conseguir una forma
plana y perfilada a 1o largo de la circunferencia.
El tipo de bifaz más corriente, llamado hacha
de mano. tiene forma de lágrima y una punta
aguda en su extremo más estrecho úf¡gur¿
13.4). Un cuchillo es un bifaz con forma de
rombo que tiene un perfil plano y afilado en
uno de los lados, mientras que un pico es un bi-
iirz n'iís grueso y más triangular. Los bifaces
..rn Ír'liis srandes que las heffamientas oldu-
::.:)\e\. con un promedio de l5 cm de largo
- -: .: \ ...\ ¡lcanzaba los 30 cm. Los paleoan-
- . lllnran a esta colección de herra-
=
i -. r, -: ':n a achelense por el pueblo fran-
- . -- -.. i-r¡ul. donde las hachas t'ueron
. O ' \ióN .
. Figura 13.4
L0s haLhas .lc tatn crchelenses, conto las dos
nostt'tula: aquí, ¿ran herrattientas can lbnna da
lágrino ued¿u\ tallatdo lascts de un núclea. Las
na' ptqtn ia, nlr i,ttt , I lr p¿lata t tn natb. \ ..
nás grandes t¡ener Dtis d? 60 ü rle laryo.
descubiertas originrlmente. Las herr¡mient¡.
achelenses más antiguas encontradas en Tur'
kana occidental son de hace 1.6 millones de
años, aproximadamente el mismo momento en
el1ue H. erectus apareció en Africa. El período
achelense duró desde hace I.6 millones de
años hasta hace aproximadamente 300.00ir
años.
La fomra estandarizada de las hachas de
rnano y los demás útiles de la industria ache-
lense sugiere que e.to. horrínido5 tenian pen-
sado un diseño específico en cr rrromento de fa-
bricar cada herlamienta. Las henamientas tie-
nen un aspecto caótico, sin que haya dos que
sean iguales. Esta falta de estandarizaciólr su
giere que el Honto primitivo cogía un núcleo r
le extraía lascas. sin intentar crear una herra-
mienta de una forma determinada, tal vez por-
que las pequeñas lascas eran los útiles reales.
Se ve fácilnente córno un bifaz puede haber'
evolucionado del t/rop¿rzr olduvaiense pol ex-
tensión del perfilado de los bordes de la herra-
¡rienta. Sin embargo, las herramientas ache
lenses no son sólo herramientas olduvaienses
con los bordes más largos: fueron diseñadas se
 LA HISToR]A DEL LINAJE HUfMANo
,sún un plan uniforme. Las hachas de mano tie-
nen unas propofciones regulares: la ¡elación
entre 1a altura, la anchura y el grosor es extraor-
dinariamente constante en todos los ejempla-
res.El H, erectus africano debe de haber empe-
zado con una pieza de piedra de forma irregular
que luego trabajaba, quitando lascas de los Ia-
dos hasta que tuviera la forma adecuada. Evi-
dentemente. las hachas de mano no hubieran
:alido iguales si sus fabricantes no hubieran
compartido una idea del diseño.
fi,,. I^q.¡ ltucltu: d? nnnu Drub,¿bl?,ncntc Iucr¿n
V
\ urili:ada, ¡ora nwtoi prande, a,tinolcr.
Si las hachas de mano fueron diseñadas.
¡.para qué fueron diseñadas? La respuesta a
esta pregunta no es obvia porque las hachas de
mano no son muy parecidas a los útiles de los
pueblos posteriores. Se han propuesto diversas
explicaciones:
l. Las hachas de mano probablemente
tueron utilizadas para matar grandes animales.
E\ H. erectus conseguía los restos de animales
como la ceb¡a o el búfalo mediante la caza o el
carroñeo, y luego utilizaba una hacha de mano
como un carnicero moderno usaría un cuchillo,
para desmembrar la res y cortarla en fiagmen-
tos manejables.
2. Las hachas de mano fueron utilizadas
para cavar Los cazadores-r'ecolecto¡es con-
temporáneos de los ambientes de sabana pasan
mucho tiempo excavando en busca de tubércu-
los comestibles. Aunque los pueblos modernos
usan generalmente una rama afilada para cava¡
algunos arqueólogos han sugelido c¡ue las ha-
chas de mano pueden haber sido también utili-
zadas con esta finalidad. Las her¡amientas de
cavar también hubiesen sido útiles para captu-
rar animales que excavan madrigueras debajo
de 1a tierra como el jabalí verrugoso y eJ puer-
coespín, y para excavar agujeros para obtener
agua.
3. Las hachas de mano fueron empleadas
para descoltezar árboles, con el fin de alcanzar
el nu¡ri¡ivo cambium que yace debrjo.
4. Las hachas de mano fueron utilizadas
en la caza, lanzadas a las presas.
óot
5. Las hachas de ¡rano no lueron hena-
mientas. Fueron .,dispensadolas de lascas.. de
las cuales H. ¿r¿c¡as extraía lascas para ser ent-
pleadas en sus necesidades coridianas.
Aunque no estamos seguros de la ntanera en
se utilizaban las hachas, hay dos tipos de e\.i-
dencia que apoyan la primera hipótesis de que
fue¡on utilizadas como henamientas para matar
y desmembrar. Kathy Schick y Nicholas Toth.
cuyas investigaciones en la función de las herra
mientas olduvaienses ya han sido expuestas en
los capítulos ll
y 12. han hecho erperimenros
con cada una de Ias tareas enumeradas anrerior-
mente. De estos experimentos. Schick y Toth
han llegado a la conclusión de que las hachas
son mis adecuadas par¡ mat¡rr I desmembrar
animales. La punta atilada de la hacha de mano
cofta fácilmente la came ¡ separa las anicula-
ciones. mientras que el lado redondeado sine
como un agarre seguro. El gran tamaño es útil
porque procura un largo borde conante y el peso
necesario para conar con una herramienta que
funcione efectivamente sin un mango. Los re-
sultados de Schick y Toth están apoyados por el
trabajo del paleoantropólogo de 1a Universidad
de Illinois, Lawrence Keely, que hizo un análisis
microscópico de las marcas de desgaste en una
pequeña cantidad de las hachas de mano. Con-
cluyó que el patr'ón de desgrste es consistenle
con el producido por el descuartizamiento de
animales.
Lu evidencia de Olorgesaillie. un yaci-
miento en Kenia donde han sido encontradas
enormes cantidades de hachas de mano. indica
que estas hachas pueden haber servido también
como dispensadores de lascas. Un equipo diri-
gido por Rick Potts ha descubierto la mayor
parte de un esqueleto fosilizado de un elefante
en asociación con varias lascas pequeñas data-
das en hace cerca de I millón de años. Las las-
cas están descantilladas de una manera que su-
giere que fueron utilizadas para descuartizar un
elefante, y los huesos muestran marcas de ha-
ber sido cortados con heffamientas de piedra.
Una cuidadosa observación de las lascas revela
que se obturieron de un núcleo previamenle
trabajado, como una hacha de mano, y no de
una piedra sin trabajar Además, las lascas fue
362 Colvo EVOLUC]ONARON LOS HUI./]ANOS
ron extraídas de las hachas de una manera que
contribuyó a afilar el borde de la propia hacha.
En conjunto, esta evidencia indica que H. ercc-
¡ri extraía lascas de las hachas de mano y las
usaba como herramientas para descurrlizar.
Ci. I¿ u¡lu:!ti,t,kltrlt .t. sc n .ttttt!t¿ t\'ttitot
V ,li,u,ri,,,n"u,",L)tt\ttltt!t tlttl'ttIt¡t itl:i¡ un n¡t
\
llón de añtts.
Las herramientas achelenses aparecen por
primera vez en el registro fósil hace cerca de
1,6 millones de años. El conjunto lítico canbió
relativamente poco desde su apatición hasta
qle Honp sapíens emergió, hace cerca de unos
300.000 años. Las herramientas que fueron he-
chas medio rnillón de años ante. no son mdr
vrriables que la. hech¡' en diferente. yaci
mientos durante el mismo Período.
La persistencia de las hachas de mano es
asombrosa. Fuelon hechas con muy pocas va-
riaciones durante más de un millón de años. La
mayoría de los antropólogos suponen que los
conocimigntos necesarios para hacer una ha-
cha de fo¡ma co¡ recta se pasaban de una genr:-
ractón de Homo erecÍus a otra mediante la en-
señanza y la imitación. Es un hecho notable
que esta forma de conocimiento pueda haber
sido transmitida y conservada fielmente duran-
te un período de tiempo tan largo en unapeque-
ña población de hornínidos que se extendía por
grandes distancias.
H FRFCIUS COLONIZA EL MUNDO
'* ., Horno ercclus n/,,¡¡¿¡ i,' t tt Ettr¿tit t !,,'¡
ltttt
I \ t,,, ¡¿.,,,,, 5o0.0n0,ú,,'. .\ 4ttt:tt\ ¡tut t.ttt
¡trLuto tonto hoce 1,8 ntillotes cle años.
Hirsta hace poco, la rnayoría de los antropó-
'r feD.aban que H. err, lrr.s apareció plime-
l, ".:,
r¡ en Asia mucho después de que H. eretltrs
-::lreciera en Africa oriental. Sin embargo, da-
:.:,,. nr¡teri¡lesdcl 1L ¿r?.frJasiáticohasido
-
-.:tr:r:i ¡roblcrnático. Hasta mediados de los
.. ..,r.iJcrrbr que los especrmene\
:- -:., . ':-:. .intigLlos de H. ¿r?a 1¿r.! eran los
:,,i : . - : Euscnc Dubois cerca del río
Solo en Java durante el siglo xtx (figura 13.51
Dubois hizo el primer descubrimiento de fósi-
les de H. erecfus del mundo y le puso el nom-
bre a la especie. Se creía generalmente que los
fósiles de Dubois tenían unos 500.000 años.
aunque esta fecha no fue muy bien establecida
En 199.1. Carl Swisher y Garness Curtis, los
dos del Berkeley Geochronology Center, die-
ron a conocer nuevas investigaciones que indi-
caban que dos yacimientos de H. erectus en
Java tenían de 1.6 a 1.8 millones de años. Swis-
her y Curtis usaron la recién desarrollada técni-
cr de Llrt¡cidn argón argón. que les permiti,
datar pequeños cristales minerales de los yaci-
mientos donde habían sido encontrados los fó
siles, muchos años atrás. Algunos paleontólo-
gos son escépticos con respecto a estas f'echa'
porque no son consistentes con las fechas pa'
leomagnéticas y con la fauna encontrada en lo.
mismo:\ ) ucimientos. Eslo:' escéplicos insi:lcl
en que los cristales fechados por Swisher )
Cultis pueden haber sido transportados a 1o'
yacimientos por el agua o haber sido erosionu'
dos de otros sedimentos más antiguos. No obi
tante, un apoyo a esta fecha proviene del nuer i
descubrimiento de un fósil casi tan antiguo d.
H. ?rcctus en Dmanisi (en las montañas de
Cáucaso en la república de Georgia). Allí. un:
mandfuula, junto con unas herramientas oldu-
vaienses, fue recubierta por sedimentos cu\:
polaridad paleomagnética es consistente coi:
fechus entre I ,l a 1,8 millones de años.
También hay evidencia de H. erectus e:
otras partes de Asia orienta¡. En los años l9l
y 1930, varios investigadores dif'erentes encon'
traron fósiles del H. erectus en Ia cueva d:
Zhoukoudian (también conocida como Chou'
koutien) cerca de Beijing. El yacimiento d.
Zhoukoudian. datado en hace entre unr..
250.000 y unos 500.000 años. es extraordinari,
porque provee una multitud de fósiles, hen¿
mientas, y otros artefactos que aclaran bastant:
el modo de vivir de H. erecfLts.
,¿; No t\r¿ rl¿n) \ r H. ere. tu\ e.\/(rr,//n.r¡/ t?/r -
V
\ ,tc Ji,¡"r,i,;,, u E,,,n¡r,.
No cabe duda que los homínidos llegaron '
Europa hace más de 500.000 años porque h¿
 LA HISTORIA DEL LINAJE HU]\4AI']o 363

Pleistoceno medio inicial: I my¿-500 kya

I l)L,linrLa

. Figura 13.5
.\l princípio del pleistoceno medío, H. ercctrs se había dispercado a lo laryo de la Eurasía templada. Los
prímeros especímenes deH. sapiens arcaíco tamb¡én aparcciercn en Áfríca y Euopa en al1ún momento del
Ple¡stoceno med.ío itxícial. Los fósíles encontrados en estos yacim¡entos se detallan en eL texto.

muchos fósiles de homínidos de yacimientos
.uropeos que son de entre hace 250.000 y
500.000 años. cuando H. e/"ect¿rs se hallaba
presente por toda Asia oriental. Sin embargo,
no está claro si los homínidos en Europa y Asia
occidental eran miembros de la mismr especie.
Como expondremos con detalle más abajo, la
mayoría de los paleontólogos clasifican los fó-
.iles de este penodo como Hor¡,, .s¿l,¡clls arcai-
ao. no como 1L ¿r¿cl¿ls.
Hay sólo dos yacimientos en Europa que
¡ienen fósiles de hace más de 700.000 años. Uno
de estos yacimientos es el de Crepano, Italia,
donde los investigadores encontraron un cráneo
parecido aotlos fósiles de.1'1. eizt rirs. El otro ya-
cimiento es Trinchera Dolina en Atapuerca,
España y es unos 100.000 más antiguo que Cre-
pano. En Trinchera Dolina, los f'ósiles. aunque
fragmentarios, parecen ser parecidos a los del
Homo sapiens arcaico más que al 1L ercclus.En
ambos casos, hay razones para creer que los fó-
siles pueden ser significativamente más moder-
nos que las dataciones propuestas, asíque es po-
sible que los homínidos fuesen raros en Europa
antes de hace 500.000 años. La idea de que los
humanos no llegaron a Europa hasta hace como
mínimo 500.000 años está apoyada por el hecho
de que los paleontólogos han encontrado miles
de animales fosilizados, pero ni una huella de
homínidos o sus henamientas.
üi... Htbt't un¿ ¿,rldttt v riabilidal gcoqnli,\t
V
\ ert," ln., pnhloriorcs de H. ereclus.
Los especímenes de H, erectus de Astt
oriental distinguen morfológicamente de los
se
especímenes africanos. En los fósiles asiáticos.
los rasgos derivados q\e catacteÍizan H. eiec-
1¿ls son más exagerados. El cráneo es más grue-
so. los arcos supraorbitarios son rná: pronun-
364 Covo Fvo
ciados. Ios lados del del craneo son más incli-
nados, ia quilla sagital es más exagerada, y e)
torus occipital (la zona de la parte postedor del
cráneo) es más pronunciada (figura 13.6).
Además. las formas del sudeste asiático no
muestran un aumento de la capacidad craneal
que caracteriza las poblaciones contemporá-
n"". en África v en Eurasia occidentrl. Ei, im
portante notar {ue algunas de estas formas de1
sudeste asiático pueden data¡ de hace 500.000
años, pero son menos parecidas a las de los hu-
manos modernos que las formas del 11. ¿,'ecl!J
africano. que tienen un millón de años más.
Es interesante que las herramientas utiliza-
das por las formas asiáticas se distinguen de las
henamientas utilizadas por el H. erectus afri-
cano. Mientras que las herramientas achelen-
ses aparecen antes dehace 1,6 millones de años
en África, nunca aparecen en el sudeste de
Asia. En cambio, los especímenes del 1L ezc-
,rs del sudeste de Asia están asociados con la
industria olduvaiense, más sencilla. Algunos
paleoantropólogos piensan que las dife¡encias
entre las tecnologías de Asia y Africa represen-
tan diferencias cognilir a. entre los dos tipos en
el sentido que las formas africanas del H. e¡ec-
/--\
(-"4
B+ !,.*Y{
\#
Hattia ercctus afticaro ¡/or¡¡) ¿r'?c¡¿¡r de lndonesia
iKNM ER 3733) (Sangiran 17)
Jc oN.roo\ ros -. vA\os
¡¡r.i hicieron herramientas más elaboradas por-
que eran más inteligentes. Ot¡os inyestiga-
dore.:o:tienen que rlgunls dilerencias me-
dioambientales ent¡e las dos regiones pueden
explicar que los homínidos eligieran diferentes
henamientas y que las diferencias no nos dicen
nada sobre la inteligencia relativa del H. erec
t¿ls africano o asiático. Indican que durante el
Pleistoceno, medio una gran parte de Asi¡
oriental estaba cubierto, de densos bosques de
bambú. El banbú es único entre los bosque.
porque se puede utilizar para formar herra-
mientas duras y afiladas apropiadas para cazar
presas, lo cual implicaba que para los cazado-
res asiáticos la confección de hachas de manc
no fuese tan necesaria.
ü,.,. Algut¡nr tntnpih'gns crcen 4ue los pobl"'
9 \ ciore' t![út Ltn.t\ \' lu: ¿ti,niras oricnt,tl.
eran ¿os especies distíútas.
Las diferencias gntre el H. erectus aflicano:
el asiático han hecho que algunos paleontólo-
gos, como Chris Stringer, del Bdtish Museun
cle Londres y Richard Klein, de Stanford, con-
ctuyan que los homínidos de Asia oriental re'
pr€sentan otra especie. Hipotetizan que las I'ar'
ras distancias de Eurasia redujeron el intercam'
bio de genes entre las poblaciones africana-< "
las asiáticas, Io cual permitió que divergiera:.
y se convirtiesen en otra especie. Otras autorid¿
des, como G. Phillip Rightmire, de la Unire¡-
sidad de Binghampton y Milford WolpofL d:
la Universidad de Michigan, sostienen qui
H. e rectus fue una sola especie cuya morfologi.
era variable en el este y el oeste. Mientras qu.
las distancias de Asia redujeron el intercambii
de genes, no hubo tiempo suficiente para qu.
H. ercctus se dividiera reproductivamente e:
dos especies aisladas. Esta controversia es dil:'
cil de resolver porque para estar seguro de .:
realmente las lormas asidticas ¡ africanas er:-
Iinajes que evolucionaron independ ientement. .
tendríamos que saber si había intercambio i.
genes entre las poblaciones orientales y las occ:-
dentales, algo no fácilmente interpretable desc:
el registro frisil. Los prleont<ilogos tienen qL:
llegar a una conclusión únicamente mediante :
uso de los datos morfológicos. Deben pregur:'
 LA HiSToR A DEL LINAJE HUIIANO
tarse si las formas africanas y las asiáticas son
tan distintas la una de la oÍa. como en el caso de
típicas especies de géneros de p¡imates actuales.
La cuestión tiene importantes implicacio-
nes para la comprensión de cómo evoluciona-
ron los humanos modemos. Si el H. erectus
africano y el asiático eran dos especies distin-
tas, entonces los humanos modernos sólo pue-
den habe¡ descendido de una de ellas, y si se
supone que no hay H. ?recl¿i.r ex i\tentes vivien-
do en un mundo perdido en el Himalaya, la otra
especie está extinguida. Por otra parte, si el ¡L
erectus africano y el asiático fuesen la misma
especie, los diferentes H. erectus pocJríanhaber
contribuido con sus genes a formar las pobla-
ciones mode¡nas del mundo. Volveremos a esta
controversia en el capítulo 14.
De momento, tendremos que darnos por sa-
tisfechos con la explicación de por qué, si hay
dos especies, los más modernos fósiles asiáti
cos retienen el nombre de H. erecr¿rs mientras
que a los fósiles afticanos más antiguos hay
que asignarles un nomb¡e nuevo. La explica-
ción se basa en las reglas de la nomenclatura
biológica. El descubrimiento de Dubois es el
espécimen tipo de la especie porque fue el pri-
mer fósil de la especie que se descubrió y se
describió. Por lo tanto, si los sistenáticos se
ponen finalmente de acuerdo en que las pobla-
ciones occidentales y las orientales pe enecen
a dos especies distintas, entonces la forma de
Asia oriental mantendrá el nombre H. erectus
porque se define por el espécimen ripo. La for-
ma occidental se definirá por otro espécimen
tipo y recibirá otro nombre; los partidarios a fa-
vor del modelo de dos especies proponen el
noñbre de Hono ergcster El nombre significa
"hombre trabajador" y lue aplicado primero a
la especie de Turkana oriental.
LAS ADAPT,ACIONES ']:i.ES .rE H ECE'IITS
']I]L
'1,.. H. erectus f¡¡c . / /'r l,r. t ut uth t qu( ¿-\!(tt-
y controversra sobre
$ .i,;¡, r¿t¡8,, Je ,!t,t,r,:i 'n t¡,t\rtt hi?n l?jol
de los trópicos.
El mapa de la figura 13.5 muestra que 11.
erectus salió de los trópicos y se instaló en lu-
gares como el norte de China donde hr¡r cr: ;:.
hace frío periódicamente- Estos lugare: er:i
probablemente frios cuando H. . /.p.//r, \ t\ tr
allí.
Du¡ante los últimos 700.000 años ha habi-
do varios per'íotiu:, r1c rlro glacial separados por
breves períodos más cálidos. La figura 13.7
muestra las estimas de las temperaturas globa-
les durante este período de tiempo, y el cuadro
13.1 describecómo fue¡on obtenidas estas esti-
mas a partir de núcleos extraídos de los se-
dimentos de las profundidades del mar. Debe
hacerse notar que el clima global ha fluctua-
do muy irregularmente durante los últimos
700.000 años. A partir de 1a evidencia geológi-
ca, sabemos que durante los períodos de frío.
Norteamérica estaba cubierta de glaciares, y
que prevalecían las condiciones árticas. Estos
períodos de frío se entremezclaban con perío-
dos cálidos más b¡eves. durante los cuales los
glaciares retrocedían y regresaban los bosques.
El polen fosilizado encontrado en Zhoukou-
dian indica que el 11. ¿rec¡as vivió sólo du¡ante
los períodos interglaciales más cálidos. Es im-
portante tener presente que a pesarde que hacía
menos frío durante los períodos cálidos que du-
rante los fríos, eran climas donde hacía mucho
más frío que en los climas tropicales donde
evolucionó el l/. e¡ec¡t,r africano. Actualmente
estamos viviendo en un período interglacial, y
hoy día Zhoukoudian tiene un clima parecido
al de Chicago. Para sobrevivir a los rigores del
frío, H. erectus debe de haber tenido un nuevo
modo de subsistencia.
iir. Nu e.t.tcgut0 t| r¡ H. erecru. c,¡:n¡¿ trn¿./¡¡
y
\ ,in,¡u
nnrrri7i,.,,,.'. ho cvitl,t¡t,t,ir,ttn,
tutcial que sugiere qLrc comíaü c(urc rcgu-
larmente.
Hay una intensa controversia entre ios pa-
leontólogos sobte si H. erectus era o no un ca-
zador de animales de gran tamaño. Los mo¡i-
vos y las evidencias son parecidos a los de la
la caza ¡ los primcro:
Ho¿ro. Hasta los últ¡mos diel años, mas o nc-
nos. la asociacicin de huesos ¡ herramrent.rs
¡chelenses en varios yacimientos generó 1a
creencia de que H. erectus flue un hábil caza
366 CoIVIo EVOLUCIONARON LOS HUMANOS

Incremedto de ''o/''o
en el agua
oceánica
Punro alto del núcleo
13.000
24.000
59.000 Pleistoceno
71.000 superior

128.000

186.C00

245.000

303.000

339.000
362.000

Pleistoceno
medio
423.000
478.000
524.000

565.000

620.000

659.000
689.000
726.000
736.000

m Estadios cálidos

n Estadios fríos

--------->
Temperaturas
más cálidas

. Figura 1i.7
La relación entret6O y'"O en eI agua de mar durante los úItimos 700.000 años íñdica que ha habído
atnplías Jluctuaciones en la temperuturu mundíal, pero que, en promedio, el mundo ha sído ñás ftlo
¿t¿ lo que es ahon. Valores más altos de
t6oltao
sígnifrcan temperaturas globabs ,nfu altas.
 Lr', llsl aR A D[L L NAJt l]lll"::i l.- 367

. Cuadro 13.1
Reconstruccíón de los clinas pasados Lttilizando los núcLeos del fondo oceánico

Empezando hace cerca de 35 años, los oceaüógrafos iniciaron un programa de extracción de la¡go: ¡ú-
cleos de los sedimentos que yacen en el fondo de los océanos profundos (cerca de 6.000 m por debajo de il
superñcie). Los datos de estos núcleos han pe¡mitido a los cientíñcos hacer reconstrucciones mucho nlás
exactas y detalladas de los climas pasados. La fi8u¡a 13.7 muestra el índice de dos isótopos del oxígeno.
l60
/180, obtenido de diferentes capas de un núcleo del fondo oceánico. Como las diferentes capas del nú-
cleo sedepositarori en momentos diferentes durante los últimos 700.000 años y han permanecido p¡áctica-
l60 yr80
mente inalteradas desde entonces, cada capa nos da una instantá¡tea de las canüdades relativas de
en el marcuando lacapa se depositó en el fondo oceánico. Estos índices nos permiten estimar las tempera-
r60.
turas del océano en el pasado.Las moléculas de agua que contienen el isótopo más lige¡odel oxígeno,
r80.
se evaporan más fácilÁente que las moléculas que contienen el isótopo más pesado, Lalluvia y lanie-
ve tienenuna concentración más elevada de160 que el mar porque el agua de las nubes proviene de la eva-
poración del mar. Cuando el mundo es suficientemente cálido como para que haya unos pocos glacia¡es en
latitudes elevadas, la precipitación que cae en la tie¡ra retoma al mar, y el índice de los dos isótopos del
oxigeno se mantiene sin caríblos (figura 13.8). Cuando el mundo es más frío, sin embargo, gran pa¡te de
lanieve que cae en latifudes elevadas quedaretenidaen inmensos glaciares continentales como los que cu-
160
bren actualmente la Antiártida. Como el agua contenida en glaciares contiene más que el océano, la
l8O ¡8O
proporción de en el océano se i¡crementa. De esta manera, la concent¡ación de en el agua de ma¡
aumenta cuando el mundo es frío y disminuye cuando es cálido. Esto significa que los cientílicos pleden
roO
estimar la tempeBtu¡a de los océanos duranie los últimos 700.000 años midiendo el indice de yrso en
diferentes capas de los núcleos oceánicos.

d,or (figura 13.9). La cueva de Zhoukoudian hay evidencias de actividad de depredadores

está también llena con huesos de caza mayor,
particularmente de dos especies de ciervo.
Está claro que fueron traídos a la cueva por un
depredador. También se han encontrado los
huesos y las herramientas de H. ereLlus ei la
cueva. Sin embargo, también hay huesos y ex-
c¡ementos fosilizados de hienas en estas cue-
vas. Múltiples huesos muestran evidencias de
marcas de dientes de hiena, y la mayoría de las
caras de los homínidos están ausentes. Así, es
posible que l{. ereclr.t fuese la presa en Zhou-
koudian y no el depredador. Conro en el caso
de los homínidos primitivos descritos en el ca
pítulo 12, no está claro si H. eleclas desempe'
ñó o no un papel importante err cl ptocesado
de estos huesos.
EI yacimiento más recientemente excavado
de Olorgesaillie proporciona meior evidencia
(aunque todavía no concluyente) sobre el ca¡-
nivorismo de H. ¿rectu.r. En e.te ]acinliento.
los huesos fosilizados de un único ctíneo. casi
completo, de elefante se encontraron mu)'pró-
ximos a herramientas de piedra. ¡ los huesos
muestran marcas de cortes de herramientas. No
no homínidos en este yacimiento. Y en con-
traste con Zhoukoudian o los yacimientos más
antiguos de Olduvai, la asociación de un es-
queleto aislado con herramientas de piedra no
parece ser el resultado del uso repetido de una
sombra de árbol, una charca de agua, u otra ca-
racterística ambiental por homínidos u otros
animales.
Otro tipo de evidencia proviene de un fósil
único que fue descubierto en Koobi Fora €n el
norte de Kenya. Este fósil (KNM-ER 1808) es
de una mujer H. ¿r¿cfís que mudó hace cerca
de 1,6 millones de años (figura 73.10). Sus
largos huesos están cubiertos de una capa de
hueso amorfo y anormal que mide hasta 7 mm
de grosor (figura 13.11). El paleontóloso
Alan Walker. de la Universidad Penn Slate.
quería saber qué causó esta anomalía, y con-
sultó a sus colegas de la Universidad de Medi-
cina Johns Hopkins. La respuesta fue sorpren-
dente: ER 1808 padeció un en\enenamienlo
de vitamina A (figura 13.12). Una forma por
la que un cazador-¡ecolector puede llegar a
absorber tanta vitamina A como para envene-
368 CóMo EVoLUcIoNARoN Los HUN¡ANos

El océano:
¡tve'Ibasa"Tl

(¿) El mundo es cálido

L
Hieloclacial:

'b

*,*r**
,l (á) El mundo es fiío

. Figura 13.8
El agua que se euapora de los marcs es ricaen160,y por eso también lo es La precipitación. (a) Cuando el
ñundo .s c.ílido, esta agua retoma rdpidamente al mar, y la concentración de ''O en el agua de mar no
.'¿mbia bl Cuando elmundo se enfría, hay mucha precipitación que queda retenida en el híelo glacíal,
cí quz el mar pierde160.
 LA HISTOR A DEL LINAJE HUI,¡ANc 369

. Figura 13.9
Muchos
antropólogos creen
qü¿ H. erectus
caaaba.

na¡se es comer el hígado de un gran depreda-

Jor. como un león o un leopardo. Los mismos
síntomas han sido descritos en el caso de ex-
ploradores del á¡tico que comieron los híga-
dor de o.os polare' o focls. Si esra mujer
murió por habe¡ comido el hígado de un de-
pledador, entonces debemos suponer que
H, ereclus comía carne. Por supuesto, no sa-
bemos cómo eon¡iguió el hígrdo esta mujer.
Es posible que lo obtuviera de un animal
muerto, o que el depredador resultase muerto
disputando una carroña.
Varias líneas de evidencia circunstancial
sugieren que 11. erectr-r dependía de la carne, al
menos durante parte del año. Primero, las ha-
chas de mano parecen adecuadas para descuar-
rizar gmndes animales. Segundo, los dientes de
H, erectus están bien adaptados para morder y
desgarrrr. y menos adaptados paru lrilurar
plantas duras. Como hemos indicado en el ca-
pítulo 12, came. semillas, y materiales vegeta-
les fibrosos son las principales fuentes alterna-

. Figura 13.10
Gran parte de un esqrleleto de n¡a tnujer H. erectts
(KNM ER 1808) fue descubietto en Koobi Fora.
Los huesos marcados en roio son los que han sido
recuperados. (D¡agtufia ale Akut Walker)
370 CÓMo EVoLUC oNARoN LOS HU TlANOS
tivas de alimentos durante la estación seca. Si
H. erectus no comía vegetales fibrosos durante
la estación seca, tal vez dependiera de la carne.
Tercero, 1L erectus f]ue capaz de vivir fuera de
los trópicos. Los demás primates dependen
enormemente de frutas y otras partes tiemas de
los vegetales para su supervivencia. Para so-
brevivir un invierno templado, cuando tales
elementos no están disponibles, ÉL erecfus po-
dría haber dependido de la came. Aparte de los
humanos, muy pocos primates viven en luga-
res con inviemos severos, y aun éstos son sólo
pequeñas poblaciones periféricas de especies
que normalmente son mds tropicales.
gi. H erectu\ nrobablemente tontrolaba cl
v \l ¡u"go.
Imagínese la vida en el norte de Europa,
China o el medio oeste de América sin zapatos,
anoraks. bufandas, goros, guantes o, peor aún,
sin ropa siquiera. Imagínese lo que sería vivir
durante un frío invierno sin techo. ventanas o
paredes sólidas para protegerse del viento, la
llur ia r la nieve. Peor aún, imagínese lo que se-
.r:1 \ i\ ir a lo largo del invierno sin ninguna cla-
.: Je luenle de calor, sin manta eléctrica, sin
::.:lJJ¡r \ :in tuego. Esto parece un desafío di-
::.: ' qulzár imposible para un animal que
:. .-::..:-,i :n los trópicos y migró a climas
' FiSura 13.11
Los huesos largos de
rclM-ER 1808 están
cubíertos con una
capa de tejído óseo
grueso y amorfo.
tln fragmento de Ia
tibia de KNM-ER
1808 (debajo) es
comparad.a con In
tibia de ünH. ereclns
normal (artiba).
(FotograÍa cortesía
rle Alan walker)
templados. Es difícil de creer quc H. ereclus
pudiera haber sobrevivido al invierno de estos
ambientes. a no ser que supiera como controlar
el fuego.
Existen muchos yacimientos en los cuales
hay fósiles o herramientas de H. erectus aso-
ciados con restos de fuego. El ejemplo más an-
tiguo viene de Koobi Fora, cerca del lago Tur-
kana, donde los arqueólogos han encontrado
hogares al lado de herramien¡as líticas en un
yacimiento datado en cerca de 1,6 millones de
.rños. Una evidencia mejor de que H. erectus
iontrolaba el fuego viene de las cuevas de
Zhoukoudian. Aquí se hallan asociados con los
huesos y las herramientas de H. erectus enor-
mes cantidades de cenizas y carbón y numero-
sos huesos de animales quemados. Aunque
buena parte de estas cenizas podría haber sido
producido por fuegos naturales, algunas capas
tienen depósitos finos en forma lenticular que
parecen ser más bien los restos de hogares.
También hay pequeñas depresiones que miden
cerca de 60 centímetros de diámetro ¡ellenas de
huesos quemados en Venesszóllós. un yaci-
miento en Hungría, que están datadas en hace
vados centenares de miles de años.
En cada uno de estos casos, los arqueólo-
gos eran escépticos sob¡e si estos yacimientos
realmente contuvieron los restos de hogares:
los huesos quemados y cenizas podrían haber
 LA HISToFIA DEL LINAJE HUN,4ANo
!ido producidos por fuegos naturales que cru-
zaron por los sitios donde los homínidos ha-
.iían vivido, quizás muchos años después de
que los homínidos los hubie¡an ocupado. Sin
i\ idencia clara de hogares de piedra (que no
aparecen en el registro fósil con certeza hasta
hace 100.000 años) palccía imposible compro-
bar que los homínidos usaran el fuego.
Sin embargo, el arqueólogo Randy Bello-
mo, de la Universidad South Florida, ha reali-
zado últimamente una serie de experimentos
que apoyan fuertemente que la zona quemada
en Koobi Fora son los restos de una antigua fo-
gata. Bellomo hizo fogatas y prendió fuego a
hierba y a tocones en varios hábitats, y después
examinó los restos cuidadosamente. Descubrió
que el suelo de debajo de las fogatas alcanzó
temperaturas mucho más altas que el suelo de
hierba quemada o el suelo alrededor de los to-
cones quemados. Las temperaturas altas pro-
dujeron dos características distintivas:
l. Quedaba una depresión cóncava de
suelo altamente oxidado directamente debajo
del fuego.
2. El suelo debajo del fuego quedó alta-
mente magnetizado en comparación con la tie-
na que lo rodeaba, y esta magnetización era
bastante estable.
El suelo que quedaba debajo de los tocones
y hierba quemada en incendios sin fogata no te-
nía ninguna de estas características. Encontró
. Figura 13.12
Ésta esuna uism mícroscópicat de Ia
estructuruóseade KNM ER 1808. Hay
que notar que Lapequeña banda de
tejido normal en Ia parte superiot ttene
un aspecto muy díferente del tejído óseo
enfermo e ínJlamado del resto de la
fotogralía. (Fotogafía cortesía de AIan
walker)
que los incendios de tocones dejaban un r!j :
¡o distintivo que se llenaba de sedimenro. n¡
consolidados. Con estos experimentos a manL).
Bellomo estudió las supuestas fogatas de Koo-
bi Fora. Una de ellas muestra claramente la\
características diagnósticas de una fogata: con-
tiene una depresión cóncava de tierra oxidada
que ha sido magnetizada en el mismo grado
que sus muestras experimentales. Además. la
magnetización es en la misma dirección que la
del campo magnético de la Tierra hace 1,6 mi-
llones de años, y no en la dirección actual. Por
lo tanto, parece probable que los homínidos
lleven mis de un millón y medio de años con
trolando el fuego.
Excavaciones recientes en la cueva de
Swartkrans en Sudáfrica han descubierto más
evidencias de uso del fuego por H. erectus.
Allí, los antropólogos encontraron numerosos
fragmentos de huesos fosilizados de antilope,
cebra, jabalí verrugoso, babuino y Ausfralopi-
tecus robustus, todos los cuales muestran evi-
dencias de haber sido quemados. Estos fósiles
quemados fueron encontrados en 20 niveles
distintos datados entre 1,5 y I millones de
años. En algunos de estos niveles había tam-
bién heramientas olduvaienses y fósiles de
H. erectus. Para determinar si estos huesos ha-
bían sido quemados en fogatas, C. K. Brain, del
Museo Transvaal y Andrew Sillen, de la Uni-
versidad de Capetown, compararon los fósiles
con los de los huesos de antílopes modemos
quemados en un rango de temperaturas. Descu-
372 Cotulo evoLuctoN/,F!r.r t os HUl"4A[]os
Torus
occipital
Kabwe
Arcos
supraorbitarios
-rl t
--.- \
P€lralona
brieron que a las temperaturas elevadas carac-
terísticas de las fogatas de larga duración (300
a 400" C) la estructura microscópica del hueso
experimentó unos cambios claros y observa-
bles, unos cambios que se encontraron también
en los fósiles quemados en Swartkrans. Ya que
Ios e\perimentos de Bellomo sugieren que in-
cendios naturales rara vez producen tempera-
turas muy altas, la presencia de huesos quema-
dos a altas temperaturas es una buena eviden-
cia de que estos huesos fueron quemados por
homínidos en fogatas.
Hominidos del Pleistoceno med¡o:
Homo sap¡ens atcaico
i E| .tltnn momento durnnte la primcrn n¡it'd
V
\ Jrt Pl"ivor"un mcd¡o t0,a fl 0.lJ ru1t,,,,.,
Jt.tn,''¡, h,'nútitl¡ de cetebros md" gn,t-
,!¿\ ' chin?o: nttis tnodcllttt.t npdrpcicron cn
ii¡ ir ¿ t Ettr¡¡iu otciden¡al.
L... ee.iltrgos subdividen el pleistoceno en
.:ii p¡ne\: Plei.toceno inferior, medio, y su-
' Figura 13.13
En algún momento entre hace 800
Cráneo aho. lcya y 500 kya, homínídos con
más redondeado cráneos mds altos y redondeados y
mayores cefebros apafecen en el
registro fósíl,y hacia los 400 kYa,
estos Homo sapiens ¿rcaicos eran
comunes en Áfríca y en eI oeste de
Eurasia. Esta figura muestra das
Homo sapiens arcaicos, uno de
Kabwe (a ueces llamado Broken
Hill) y el segundo de Petrulona, en
Grecia- Ambos datan de hace
ap roximad.amente 400. 000 años -
(Figura cortesía de Richard Kkín.)
perior. El Pleistoceno inferior comienza hace
cerca de 1,64 millones de años, una fecha que
coincide con u¡ e¡rfiiamiento acentuado del
clima global. El cornienzo del Pleistoceno me-
dio esti rrlrcrdo por l:r rpirrición de jnmen"o'
glaciares continentales que cubrieron el norte
de Europa por primera vez hace 900.000 años.
y su final se define por el final del penúltimo
período glacial, hace cerca de 130.000 años. El
P¡eisloceno superii'r rerm¡n¡ con el comienlo
de la actual fase interglacial cálida que comen-
zó hace 12.00{) iLrlos.
En algún momento de Ia primera mitad de1
Pleistoceno medio aparecen en el registro fósil
unos homínidos con un cerebro más grande, un
cráneo más alto y redondeado, y arcos supraor-
bitra¡ios ¡nás redondeados. La figura 13.1-:
muestra dos cráneos casi completos de este pe-
ríodo, el cráneo de Petralona encontrado er-
Grecia y el de Kabwe (o Broken Hill), de Zam-
bia. Estos individuos, que muderon los do!
hace aprox¡madamente 400.000 años. tiener.
un cerebro sustancialmente más grande qu.
H. erectus, entÍe 1.200 y 1.300 cc. Hay que ha-
cer notar también que los c¡áneos comparte.
 LA HISTOR A DEL LINAJE HUIIIANO

varios rasgos derivados con los cráneos de los
humanos modernos. incluidos los lados más
verticales, la frente más alta, y la parte poste-
rio¡ más redondeada que H. erecrzs. Estas cria-
turas retenían muchos rasgos primitivos, como
un cráneo largo y bajo, huesos craneales muy
gruesos, una cara grande y prognata, falta de
mentón, y grandes arcos supraor bitrarios. Su
cuerpo eramucho más robusto queelde los hu-
manos modernos. Fósiles con características
parecidas han sido encontrados en otros yaci-
mientos en Africa (p. ej., Ndutu en Tanzania,
Bodo en Etiopía) y el oeste de Eurasia (p. ej.,
Maurer en Alemania, Boxgrove en Inglaterra)
que se atribuyen a Ia misma época (fígura
13.14). No hay ninguna señal de este tipo de fó-
siles en Asia oriental durante esta época, aun-
que sí que aparecen más tarde.
Tradicionalmente, los paleontólogos
han refe¡ido a los homínidos de cerebro más
grande y aspecto más moderno del Pleisroc¡; -
medio como É1or¡ro sapiezs arcaico. ¡
'e-eurr.-
mos con esta denominación. Sin embar,so.
como explicaremos más adelante, hay una con-
troversia considerable sobre si eslas criatur¡.
pertenecían a urla especie o a varias, y entre los
antropólogos que creen que habia varias espe-
cies hay fuertes debaÍes sobre qué espécimen
perteneca a qué especie.
Los científicos no están seguros sob¡e
cuándo aparece por primera vez el H. sapiens
arcaico. La evidencia posiblemente más anti-
gua viene de Trinchera Dolina, en la Siena de
Atapuerca del norte de España, como hemos
mencionado anteriormente. Este yacimiento ha
producido va¡ios fósiles de homínido, inclu-
yendo una parte de la mandíbula inferior de un
adolescente y la mayor parte de la cara de
se un adulto. Aunque los fósiles de la T¡inchera
Dolina están demasiado fragmentados para

IloDn sdpi?ns ¡tc.ticll

Simr dc los
Zh(\rkoLrdi,Ir
Petralona \.

\
4 rs_

A
\----.
\

) 4
/
' Figura 13.14
Durante el Pleistoceno medío tardío, el Horno sapiens arcaico se dispersó a lo largo de Áftíca y del oeste de
Eurasía. Durante la mayor parte de este período,H. erect\s fue común en eI este de Asia. Losfósíles
encontrados en estos yacimientos se cletallan en el te.xto.
 374 Covo L,oL-ctoNARoN o, H JI\tANos

propolcionar una estimación del volu¡nen en

tlocraneal, muestran muchos rasgos que se ob-
\er\¡n ma\ posleriormenle en el H. v!¡it r ar-
caico. Estos fósiles han sido t'echados con mé-
todos paleomagnéticos en hace aproximada-
mente ti00.000 ¡ños, pero fósiles de roedores
encontrados en el mismo sitio indican una fe-
cha más reciente, quizás hace 500.000 años.
Una incertidumbre parecida afectaba nuestras
(:limt\ Lle lus ed¡des de olros de lo. prrrnerrrs
liSsiles de H. soplens arcaico. así que lo miixi-
mo que podemos hacer es poner los lintites de
la aparición de estas criaturas enile hace
ll(X).000 y -500.000 años.

fi,.,.
y
Duraute lt
.re.yuttdu ntit¿¿ J?l Plci.loccno
\ r,re,/i.r. H. rapienr ar,iar,, re tli.,¡t,n,t ltLt:rrt
At¡u or¡etltul ¿on¿e podt íat hdber coeristido
(rrlr H. efeclus.
En valios yacimientcls en China se h¡n en-
contrado unos homínidos con el cerebro más
grande y el cráneo más redorrdeado que datan
de hace aproximadamente 200.000 años. El fó-
sil mís completo y datado con más segulidad
es de Yinkou (también llamado Jinniushan) en
el norte de China. Este espécimen (fgrtra
13,15), que consiste en un cráneo y Ios huesos
postclaneales asociados, es parecido a fósiles
de los p,rineros 1L sapieas arcaicos descubiel-
tos en Africa y Europa. Como en los cráneos
encontlados en Kabwe y en Petralona. éste
conrparte una capacidad celebml más grande
( 1.300 cc aproximadamente) y un cráneo más
redondeado que el de los huilanos modernos. y
t¡mbién tiene enonnes arcos supraorbitarios y
otros rasgos primitivos. Otros fósiles de É1. s¿r-
¡ri,ls arcaico h¡n sido encontrados en Dali en
c'l norte de China, y Maba en el sur de China, y
probablemente son más recientes que el espé-
cinren Yinkou.
F' p,,sihle que H. r¡4)¿1rr rr'.Jico coexis-
tienr coÍt FL erc(lus en Asia oriental durante
r.l(' pL'ríodo. F(isiles de H. erccfrs que datan de
hr'¡¡ cntrc 100.000 v 300.000 años han sido en-
. :r:j.rJ(r\ cn Zhoukoudian (cráneo V) y en He-
. r-, ]¡ ¡l .ur de' Chint). Los fósiles de otros
tr:: 't .r :. .'ni(rntrirdos junto con H_ erettus en
;, \ . . : ! : : \ cn .liiia (Neandong y sam-
: . I -' i I I t r
. Figura 13.15
Homínidos con las características de H. sapiens
arcaico aparecieron en el este deAsía después
qrrc en el oeste de Eurasía. Esta figura muestm ¡ui
lI. sapiers arcaico de Y¡nkou, en el orte .le
China. Está datado aproxünadamente en hace
200.000 nios.
bungmachan) son consistentes con la edad de
enn'e 300.000 y 250.000 años. Sin embargo.
los dientes de bóvidos (búfalo y antílope) en
contrados coD los fbsiles de homínidos en esto.
yacirnientos han sido fechados con técnicas de
resonancia del spin del electrón en hace sól(.
27.000 años.
ü,,. Dttr,tnt, cl Plrist,',etu, Dtcditt t,thlta, r.
V\ ttt, ',t,,t,,aút rle H. \rpien\ ¡¿li ¡/i, ,, (/¡ ¿¡,/i f..
tlirtr.ti,¡ tlc l¡t Jt l,'s H. .apien:. c¡r i,4l,i¿
Una amplia muestr¡ de fósiles recientc
¡nente excavados en un yacimiento en Españ¿
proporcionl evidencil' Je que el H. ittpiens t--
caico en Europa había empezado a divergir de
otras poblaciones antiguas durante el Pleisto,
ceno medio. Este yacimiento, Sima de los Hue
sos. en Ia Sierra de At¡puerca, a poca distanci;
de Trinchera Dolina, es una pequeña cueva qua
está 13 metros por debajo de la superficie r
dentro de la cr¡al han sido hallados 2.000 hue-
sos pertenecientes al menos a 24 individuos di-
felentes. Estos huesos, que son de hace uno.
300.000 años, incluyen varios cr'áneos entero.
 [.,1 HLSioR]A DEL L NAJE HUI\¡ANO

],también muchos huesos de otras partes del
cuerpo. La figura 13.16 muest¡a uno de estos
cráneos, etiquetado SH 5. Igual que los otlos
H. sapiens arcaicos. eslos cráneos tienen una
mezcla de rasgos distintos de humanos moder-
nos y de H. er¿¡ ta.s. Sin embargo. los cráneos
de Sima de los Huesos muestran también va-
rios rasgos que no se encuentran en los H. ,sa-
piers arcaicos que vivían en esa época en Áfri-
ca. Su ca¡a sobresale en la pa¡te media y tiene
dobles a¡cos supraorbitarios, y la parte poste-
rior del cráneo es más redondeada. Los fósiles
de Sima de los Huesos tienen lambién una cr-
pacidad craneal relatiyamente grande, con un
promedio de L390 cc, ce¡ca del promedio de
los humanos modernos. Este complejo de ca-
racteres es significativo porque lo comparten
con los neandertales, los homínidos que domi-
nan el registro fósil europeo desde hace
127.000 hasta hace 30.000 rños. Esta conexión
sugiere que el linaje que llega a los neanderta-
les había empezado a (l;.,'.3ir de las otras po-
blaciones arcaicas haca ccrc¿ de 300.000 años.
No todos los cráneos de Sima de los Hue-
sos muestran el mismo grado de rasgos de
neandertal, y esta variabilidad ha ayudado a re-
soiver una impoÍante cuestión sob¡e la evolu-
ción de los homínidos en Europa. Orros t¡ir¡c>
de Europa en el Pleistoceno medio tardío com-
parten rasgos derivados con los neandenale¡.
pero la semejanza varía en cada caso. En con-
secuencia, los paleoantropólogos solían discu-
tir sobre si estas diferencias reflejaban o no una
variabilidad dentro de una sola población de
homínidos o si había más de un tipo de homíni-
do en Europa durante el Pleistoceno medio. La
gran y variable muestra de individuos de la
Sima de los Huesos ha terminado con esta con-
troversia. Estos individuos, que probablemente
pertenecieran a una única población, varían en
su expresión de rasgos de neandertal y esta va-
dación imita el tipo de variación que se en-
cuentra en los diferentes yacimientos de Euro-
pa. Esto sugiere que los rasgos definitivos de
nearrdertal habían empezado a evoluciona¡
en las poblaciones europeas hace cerca de
300.000 años. pero que evolucionaron inde-
pentlicntemente, no como un único complejo
funcional.
Una secuencia de acontecimientos distin-
tos parece haber ocu¡rido en África du¡ante la
parte final del Pleistoceno medio. Allí, los ho-
mínidos no muestran ningún rasgo de neander-
tal. En cambio, estos homínidos parecen ser

. Figura 13.16
Los muchos homínidos fósiles encontraclos en la S¡ma de los Huesos en Españaaportan et,idancias de que
los homínidos en Europa empezarotl a evolucíonar hacia una morfología cruneal dístintira hace al nte¡¡os
300 lcya. Los fttsgos, que ítxcluyei arcos supmorbitarios arqueados, una cara prot'ectada hacía fuera, una
cráneo redondeado postet¡omente y un gnn cerebro, son ímportantes porque cstón contpartidos con los
neandertales, los homínídos que donli aüelrcg¡snofósíIeuropeodumnteelplerstutt¡tL) t)ladio.
376 Cotvlo EVoLUC ol'lARof,t Los HU[,1ANos
más similares a los humanos modernos que sus
antecesores. Por ejemplo, el cráneo de Djebel
lrhoud en Marruecos (figura 13.17) tiene :una
cara más pequeña debajo del cráneo y una bó-
veda craneal más grande y redondeada.
$,,.. Hu, e , en u de 250.000 ¿itu:. H. sapien5 .r¡-
ÍN aoi.n cnpc:¿ d \.tr .ttnr tiput de
ú1iet1tas en Ált'¡cct, As¡a occiderual ¡' Eutnptt,
pero no en Asíd oriental.
Las he¡ramientas utilizadas por el primiti-
vo H. sapiens arcaico son parecidas a las usa
das por /L erecfus. En \a mayoría de los sitios.
el complejo lítico consta principalmente de las
hachas de mano achelenses y otras herramien-
Críneo moderadamente
-¡r
.. ,l
Li ...^
Jebel Irhoud I etcétem.). Todo esto sugiere que los humanos
. Figura 13.17
E:te ttá¡rco ettontrado enJebel Irhoud ha sído
,íd|1do entrc hace 90 kyay l90kyamedíante
.. ¡,, i.d s de resoilancia deL spin del electrón y
., . :d.¡at¡¿s fau¡1ístícas. Como otros homínídos
' : :, .¡f; icanos del Pleistoceno medio tardío, no
. , ..?-igor ¿i¿grós¡icos d.e los cráneos
.':.,.¿s En Ra ale esto, el cftineo deJebel
:! t¡t!¿ rasgos cot't los hLLmanos
:.. attrlo ttna cara pequeña y plana,
'. ."titr?a. así como Ltna bóueda
-. j.tndeada_
tas cla!e. pero las hachas están mejor construi-
das en algunos casos. Sin embargo, hace
250.000 años, las hachas empiezan a ser mu-
cho menos comunes y son reemplazadas por
henamientas f'ab¡icadas de lascas más grandes
que luego son pulidas o Vamos a
"retocadas.,>
describir abajo este tipo de complejo de herra-
lterr,t- rnienur en mds detalle. Estas herramientas no
se encuenlran en Asi¡t. donde los sitios siguen
dominados por las sencillas henamientas del
tipo olduvaiense.
Los arqueólogos no saben cuál fue la causa
de este cambio en la tecnología de las herra-
rnientas de piedra. No está asociada con ningún
cambio morfológico obvio en el registro fósil.
Además, las nuevas he¡-ramientas aparecen
más o menos simultáneamente en Europa ¡
África, aunque los homínidos empezaban a ser
distintos morfológicamente.
ü,,,.
Y
H.t\ l,ucr¡ns (tidcntia¡ ¡le que H. sapien. \,
$ rie,i,c,/'",, /,,. a:a nn\rot:
El primer tipo de evidencia sólida de la
caza mayor proviene también de este período.
En la isla de Jersey, los restos de varios huesos
fosilizados de mamuts y rinocerontes lanudos
han sido encontrados en la base de un acantila-
do. Algunos de los huesos eran de adultos lo
suficientemente grandes para ser inmunes a la
mayoría de los depredadores. Además, las pre-
sas mueflas han sido claramente descuartiz¡-
das con herramientas de piedm. En algunos ca-
sos, el cráneo ha sido abierto, supuestamente
para extraer el tejido cerebral. En otros lugares.
los huesos han sido ordenados por partes del
cuerpo (aquí las cabezas, allí los miembros.
primitivos arrastraron a las presas hasta la ori-
lla, las descuartizaron y se las comieron.
Más evidencia de caza viene de tres lanzas
de madera encontradas en la excavación de una
mina abierta de carbón en Schóningen, Alema-
nia. Al yacimiento se le atribuye una fecha de
cerca de 400.000 años. Los antropólogos están
bastante seguros de que se trataba de lanzas
arrojadizas porque se parecen mucho a las mo-
dernas jabalinas. Miden cerca de 2 metros de
largo ¡. como las.jabalina: modernas. son mr.
 LA HISTOFIA DEL TINAJE HUMANO
pesadas y más gruesas cerca de la punta afilada
y se estrechan gradualmente hacia el otro ex-
tremo. Este tipo de lanza se usa en algunos pue-
blos modernos para cazar; así que es probable
que fuesen utilizadas de esta manera por los
H. iapiens arcaicos. Esta hipótesis está apoya-
da por el hecho de que, junto a las lanzas, los
antropólogos han encontrado los huesos de
cientos de caballos, muchos de los cuales
muestran signos de haber sido procesados con
útiles líticos.
ü q Y,:,:'!;::;::1,"; ,:i;,i:,';T;i;,::
ceno ntedio. '::
Este desacuerdo sobre la clasificación vie-
ne de las distintas ideas sobre cómo evolucio-
naron los humanos. Una escuela de pensamien-
to, principalmente asociada con el antropólogo
Milford Wolpoff, de la Universidad de Michi-
gan, mantiene que los homínidos de África y
Eurasia formaron una única población repro-
ductora durante el Pleistoceno. El tamaño de
África y Eurasia limitaba el flujo de genes y
permitió que se produjesen diferencias regio-
nales, pero siempre hubo una cantidad sufi-
ciente de mezcla como para garantizar que to-
dos los homínidos pertenecieran a una única
especie durante este período entero. Por lo tan-
to, Wolpoff y sus colegas prefieren incluir a to-
dos los homínidos que vivieron durante el
Pleistoceno medio en una sola especie, Homo
sapíens, como se muestra en la figura l3.l8a.
Otros antropólogos creen que mientras los
homínidos se dispersaban fuera de África se di-
vidieron en varias nuevas especies. Dentro de
esta escuela de pensamiento existen diferentes
hipótesis sobre los detalles de la historia filoge-
nética. Los diagramas las fi-suras 13.18á y
13.18c muestran dos hipótesis recientes. Se_eún
G. Phillip Rightmire. de la Universidad de
Binghampton, los H. erecfLt.t africanos v asiáti-
cos son miembros de Ia misma especie. Sin
embargo, él sostiene que hay una distinción en-
tre el H. sapiens arcaico del Pleistoceno medio
y los que aparecen más tarde. Él clasiflca las
primitivas formas arcaicas como Hottto lteiclel-
bergensis (nombrado así por el fósil encontra-
377
do cerca de la ciudad alemana. Heidelber-¡ ..
agrupa a los H. sapiens arcaicos dei Plei:rLr..:-
no medio inicial y los neandertales en un¡ e.-
pecie, H omo ne ande rthal ensis. El antropó rr_s tr
I
de Stanford, Richard Klein, cree que las pobla-
ciones de homínidos en África, Eurasia occi-
dental y oriental estaban aisladas generalmente
las unas de las otras durante la mayor parte del
Pleistoceno y que representan tres especies dis-
tintas. En Africa, Homo ergast¿r evolucionó a
Homo sapiens hace cerca de 400.000 años.
Aislado en Asia, Homo ergaster evolucionó en
Homo erectus durante el Pleistoceno inicial.
Klein considera que el mayor desarrollo del ce-
rebro y el cráneo de aspecto más moderno en
los fósiles asiáticos, como los encontrados en
Yinkou, es el resultado de una evolución con-
vergente y los incluye en H. erectus. Del mis-
mo modo, una vez que los homínidos llegaron
a Europa hace más de 500.000 años, se encon-
traron aislados de las poblaciones de África y
Asia oriental, y divergieron hasta convertirse
en Homo neadertltoIensis.
Homínidos del Pleistoceno superior:
los neandertales y sus contemporáneos
Ahora llegamos a la que q¡rizás es la más
famosa población humana antigua, los nean-
dertales que vivieron en Europa y Asia occi-
dental desde hace 127.000 hasta hace 30.000
años. Veremos en este capítulo y en el siguiente
que algunos antropólogos creen que los huma-
nos son descendientes de los neandertales,
mientras que otros creen que los neandertales
son una rama lateral del árbol de la genealogía
de los humanos que se extinguió y que todos
los pueblos modernos son descendientes de las
poblaciones africanas que vivían aproximada-
mente durante el mismo período. No obstante.
dedicaremos mucho espacio a lo que el registro
fósil y arqueológico nos dice sobre los nean-
dertales. y relativamente poco espacio para sus
contemporáneos africanos y asiáticos. La ra-
zónpara este sesgo es sencilla: sabemos mucho
más sobre los neandertales que sobre sus con-
temporáneos en las otras partes del mundo.
Esto es en parte porque paleontoló_eicamente
378 CoMo EVOLUCToNAFoN Los HUI\¡ANos

Oeste de Af¡ica v E. Asia

Eurasia \óximo Orient( Australasia

o Homo
tapiens
0,
o
rtr

E 0,

o l.

t,2

1,4

o I
,0

, Figura 13.18
Se han propuesto numerosas ftIogenias para explicar los patrones tenxporales y geográficos en la euolución
homínída durante el pleistoceno. Estas figuras ilustran tres propuesta.s recientes. (a) Mi@rdWolpoff
sostiene que desde hace 1,8 millones de años hubo una única especie. Como no ha habido mds euentos de
especíación desde ese período, todos los fósiles humanos deberían ser clasificados como H. sapiens. @J
G. Phíllip Ríghtmire cree que tanto los especínxenes asiáticos como africanos deH. erectus deberían ser
clasificados como una única especie. Aproximadamente hace 800.000 añog una especie con un cerebro
'r.a)'or. H. heidelbergensis, evolució en Áfricay euentualmente se díspersó por Europa y quizás el este de
.:.::a. En Europa, H. heidelbergensis dio lugar a los neandertales, mientras que en África dio lugar a
.:- -r.¡¡r;¿¡¡-s. (c) Richard Klein argumenta que H. ergaster euolucíonó en África hace cerca de 1,8 millones
-:. -:l,r-r.', DrontosedispersóporAsia,dondesedíferencíóhastaconuertirseenunasegundaespeciede
:- =::,-::¡ llacecercade500.000años,H.ergastersedispersóporeloestedeAsia,dondeeuolucionóen
7 -.¿.;-.-'^:-:)'.a.¿,tsís. En .4fríca, H. ergaster euolucionó en H. sapiens en el mismo período.
 LA HlsroRtA DEL LTNAJE HUtJAT\o 379

se ha estudiado más Europa que África, y en

parte porque África era muy árida durante ese
período, y las densidades de poblaciones de los
Mayores cantidades de O
homínidos eran muy bajas. Lo que sabemos so-
bre los homínidos de Africa y Asia occidental
del Pleistoceno superior sugiere que eran pare-
cidos en el comportamiento a los neandertales,
y así, del estudio de los neandertales podremos
extraer algunas inferencias sobre la vida de
otros homínidos contemporáneos.

ü ... El úlrimo período cálido interglacial duró

t/ \- desde haci cerca de 130.000 hasta cerca de
75.000 años. Desde entonces, el clima ha
sido más frío, a veces mucho más frío, du-
rante Ia mayor parte del tiempo.
o
O
Los datos de la figura 13.19 proporcionan o
a
una imagen bastante detallada de las tempera- o
turas globales de los últimos 100.000 años.
o
Estos datos se basan en las proporciones
'60/'80 de las diferentes capas de núcleos des-
critos anteriormente en este capítulo, excepto
100.000 \
que estos núcleos fueron extraídos de la parte :)
profunda del casquete glaciar de Groenlandia.
Puesto que la nieve se acumula más rápida-
--;
mente que los sedimentos del fondo del mar,
los núcleos de hielo proporcionan una imagen
más detallada de los climas anteriores que los
núcleos oceánicos.
Estamos viviendo actualmente un típico
período cálido e interglacial. El último perio-
do de este ,pu Ljlrrpv¿i irace cerca de 130.000
años y duró aproximadamente 50.000 años
tvéasefigura I3.l9l.l.: ncrnos que aproximar
la fecha de finalización porque. mientras que +_ --------)
los períodos interglaciales tienen un comien-
Más frío Más caluroso
zo distintivo, el final siempre es bastante inde-
finido. Durante el último interglacial, el mun-
do fue generalmente más cálido de lo que es
hoy en día. Esto 1o sabemos gracias a varias lí- , Figura 13.19
neas de evidencia. Las especies de plancton Las.fluctuaciones en Ia relación detsO respeclo
que viven en las aguas subtropicales (como las de ''O a Io largo de los últimos 160.000 años (de
un núcleo perforado en Ia parte más profunda
de la costa de Florida) se extendían hasta el
del casquete glacial de Groenlandia) indican que
mar del Norte durante el último interglacial. hace cerca de 100.000 años, el clinta ntundial era
La fauna fósil que se encuentra en Europa ac- más f/ío y menos estable. En los núcleos de híelo,
tualmente sólo está en áreas tropicales: por más'uO respecto de'uO indica temperaturas
promedio globales t¡tris eleuada (en los núcleos de
ejemplo, se han encontrado los restos de un las profundidades oceánicas. más'8O respecto
hipopótamo debajo delaplaza de Traf-al-ear en de'"O i nd ican tentpernturas menores).
380 CoN/o EVOLUCToNARoN Los HUMANoS
el centro de Londres. El rango de plantas era
también diferente: en Áf.i"u, 1a selva tropical
se extendía más allá de sus limites actuales, y
en las áreas templadas, los bosques caducifo-
lios se extendían más al norte que en la actua-
lidad.
Cuando se inició el último período glacial,
en algún momento entre hace 100.000 y 75.000
años, el mundo se crtfr,ri. -i,n Eulopa los bos-
ques tenpiados disminuían y las llanuras se en-
sanchaban. Los glaciares crecían, y el mundo
se enfriaba cada vez más pero no uniforme-
mente, sino con grandes oscilaciones de frío a
cálido. Finalmente, cuando la glaciación había
llegado al nivel más profundo (hace cerca de
30.000 años), gigantescos glaciares continen-
tales cubrían la mayor parte de Canadá y del
norte de Europa. El nivel del mar bajó tanto que
frecuentemente los perfiles de los continentes
eran bastantes distintos de los de hoy en día:
Asia y Norteamérica estaban conectados por
un puente de tierra que atravesaba el mar de
Bering; las islas de Indonesia se unían con el
sudeste de Asia en una masa de tierra que se
llama Sunda; Tasmania, Nueva Guinea y Aus-
tralia estaban conectabas en un solo continente
denominado Sahul. Eurasia, al sur de los gla-
ciares, era una llanura vasta y fría, puntuada
por dunas de loes (polvo fino producido por los
glaciares) y plagado de'animales: mamuts, ri-
nocerontes lanudos, renos, aurochs (un buey
gigantesco antepasado del ganado moderno),
bueyes almizcleros y caballos.
#.,..
y
En ulgún nontetlo del tíltino perftnlo itt¡er-
S gturi),t. tut ,qrupo rle ltotttínitlt,s nu,tfológi-
cumente clistinto.s, los necut¿lertales, llegó a
dr¡minar Euro¡tct y el Oriente Prórimo.
En I 856, unos obreros de una cantera cer-
ca del valle de Neander en el oeste de Alema-
nia encontraron unos extraños huesos fosili-
zados. Los huesos llamaron la atención de un
reconocido anatomista. Hermann Schaafhau-
.-n. quien declaró que eran los restos de una
:';23 QUr r ivió en Europa mucho antes de los
-:.:... \lucho\ expertos examinaron este cu-
-:. - -1.-.t-:-. T H. Huxlev. uno de los sesui-
dores incondicionales de Darwin, sugirió que
los huesos pertenecían a un tipo de humant-
primitivo y extinguido, mientras que el pató-
Io-eo prusiano Rudolf Virchow proclamó que
eran los huesos de un humano modernt-
que padecía una enfermedad que le deformti
el esqueleto. Inicialmente, dominó la visión
de Virchow. pero cuando se descubrieron má:
fósiles con los mismos rasgos, los investiga-
dores se convencieron de que los restos perte-
necían a un humano distintivo y extinguido
Los alemanes llamaron a este grupo extin-
guido los neanderthalers, que significaba "e.
pueblo del valle de Neander> (thal ahora es-
ct'ito tal, quiere decir valle en alemán). Lo.
llamamos neandertales, y se caracterizabar:
por varios rasgos distintivos y derivados:
1. Los neandertales tenían un gran cere-
bro. El cerebro de los neandertales es muchc
más grande que el de los H. sapienr, con un
rango que va desde 1.245 cc hasta 1.740 cc, cor:
un volumen promedio de 1.520 cc. De hecho.
los neandertales tenían un cerebro más grande
que el de los humanos modernos, cuyo cerebr.
mide en promedio 1.400 cc. No está claro por-
qué el cerebro de los neandertales era tan gran-
de. Algunos antropólogos indican que el cuer-
po de los neandertales era más robusto y mus-
culoso que el de los humanos modernos, y su-
gieren que el gran cerebro refleja el hecho d¡
clue los animales con el cuerpo grande suelen
tener el cerebro más grande que los animale.
más pequeños.
2. Los neandertales tenían el cráneo má.
redondeado que H. erectu.r. El cráneo era lar,qc
y bajo, parecido al de 11. sapiens arcaico, perc
de huesos relativamente gráciles. La parte pos-
terior del cráneo presenta un abultamiento ca-
racterístico y no se concentra en un punto contr.
en la parte posterior del cráneo de H. erectus.
También hay diferencias en la parte posterior
del cráneo.
3. La cara de los neandertales era grande.
Como 1L erectus y H. sapiens arcaico, el crá-
neo de los neandertales tiene un gran arco su-
praorbitrario, pero es más grande aún, y meno:
prominente en los lados. Además, los arcos su-
praorbitarios de H. erectus son de hueso com-
 LA HISTORIA DEL LINAJE HUMANO
racto, mientras que los de los neandertales tie-
:len cámaras de aire. La función de estos arcos
:rn grandes no está clara. La cara,y particular-
nente la nariz, es enorme neandertal
-todoDwante
:ra un Cyrano, o quizás un Jimmy ffi-
gura 13.20).
4. Los neandertales tienen pequeños
lientes posteriores y los anteriores eran gran-
Jes y muy erosionados. Los molares de los
neandertales son más pequeños que los de
H. erectus y tenían las peculiares raíces tauro-
Jónticas (figura 13.21) qtrc se caracterizan
porque la cavidad pulpar está ensanchada de
forma que las raíces se unen, parcialmente o
completamente, para formar una sola ruíz muy
ancha. Los dientes incisivos de los neanderta-
lis son relativamente grandes y muestran un
luerte desgaste. Un estudio detallado de los pa-
trones de desgaste indica que neandertales pue-
den haber manipulado carne o pieles con los in-
cisivos. También hay, frecuentemente, señales
en la superficie de los incisivos como si los
0ffi lOcm
' Figura 13.20
Los cráneos de los neandertales, conlo este de la
cueua de Shanidar; Irak, son grandes y
alargados, con amplios arcos sttpraorbitarios y
una cara masiua. (Fígura cortesía de Richard
KIein.)
J5
Molar no taurodóntica Molar taurodóntica
. Figura 13.21
En los molares de neandertal, las raíces
fTecuentemente se fusionan parcial o tot(tlmente
paraformar una únicay masiua raíz
taurodóntica. La tercera raíz no se muestra.
neandertales hubieran sujetado carne con la
boca mientras la cortaban con un útil lítico. Es
interesante señalar que la dirección de las mar-
cas sugiere que la mayoría de los neandertales
eran diestros, como en el caso de los fabrican-
tes olduvaienses.
5. Los neandertales tenían un cuerpo ro-
busto y muy musculoso. Como H. erectus y
H. sapiens arcaico, los neandertales eran extre-
madamente robustos y musculosos (jigura
13.22). Los huesos de sus piernas eran mucho
más gruesos que los nuestros; las articulaciones
(las rodillas y caderas) eran más grandes; los
omóplatos (huesos de la espalda) muestran in-
serciones musculares más extensas; la caja torá-
cica es más grande y más redondeada. Todas es-
tas características esqueléticas indican que los
neandertales eran muy fuertes, y pesaban cerca
de un 30 7o más que los humanos contemporá-
neos de la misma estatura. Una comparación
con los datos sobre los atletas olímpicos sugiere
que los neandertales se parecían a los lanzado-
res (martillo, jabalina, disco y peso). Eran más
bajos, normalmente, que el europeo típico, y te-
nían el torso más largo y los brazos y las piernas
más cortos.
La forma distintiva del cuerpo neandertal
puede haber sido una adaptación para conser-
var el calor en su antbiente glacial. En los cli-
mas fríos los animales tienden a ser más ,gran-
382 CoMo EVOLUCtoNARoI'i Los HUI\'lANos

' Figura 13.22

Loi neandertales eran gente muy robusta, tal como se obserua al comparar los huesos de su esqueleto
(izquierda) con los huesos de un humano moderno (derecha).

des y con los miembros más cortos y gruesos
que los individuos de la misma especie en los
climas más cálidos. Esto es porque la tasa de
pérdida del calor corporal en todo cuerpo es
proporcional al área de su superficie corporal,
de tal forma que cualquier cambio que reduz-
ca la cantidad de superficie de un volumen
Cado conservará calor. Los animales pueden
educir la proporción de superficie respecto al
. olumen de dos maneras: incrementar el ta-
raño corporal total o reducir el tamaño de sus
rniembros. En las poblaciones humanas con-
temporáneas hay una relación consistente en-
::e el clima y las proporciones corporales.
,,':. manera de comparar las prOpOrciones
: -,-:,.:. :. c¿ilcular el índice crural, el cual
da la relación entre la extensión de la tibia co:
la del fémur. Como muestra la figura 13 .23. l¿
gente de climas cálidos tiende a tener lc.
miembros relativamente largos en proporciór
con su estatura. Hay que notar que los near]-
dertales se parecían a la gente que vive por en-
cima del círculo polar.
!ií..
y
Los contcmooráneos de los neandertal,
\ que vivían rn Á¡riro no mostraban los tn;"
mos ras gos morfológicos.
El registro fósil de África indica con ba.-
tante claridad que los humanos africanos i;
este período no eran como los neandertale¡
aunque tampoco está muy claro cómo e¡a:
 LA HISTORIA DEL LINAJE HUMANO 383

EgipcioS Afro-americantr
6
o Pigrn.o
Melanesio ¡
^20
O Indio de Arizona
O
=a
Negro sudafiicaCno

Eo 6 Indio de Nuevo México

E
Belga¡
!ro //azt aBlanco
O
americano.
O yu.s.oeslavo
o Blanco sudafricano P
o- o
E o o !
o o
F
ü/
Zr/
aEsquimal
o
E

Lapó9,' o tr
ttl
E
80 85
Promedio del índice de longitud tibia/longitud del fémur (índice crural)

' Figura 13.23

La gente tiene brazos y piernas proporcionalmente más largos en clímas cálidos que en clímas fríos. La
temperatura local se representa en el eje uertical, mientras que el índice crural se representa en eI eje
horízontal Valores más pequeños del índice crural están asocíados con extremidades más cortas en
relación con el tamaño corporal. Las poblaciones en climas cálidos tienden a tener ualores altos de índices
crurales, y uiceuersa. Los neandertales tenían un índice crural similar al de los lapones, que uiuen por
encíma del Círculo Polar Artico. Los hominídos fósiles se marcan con flechas.

porque el registro fósil de esta época en Africa
es variable y difícil de interpretar. Algunos fó-
siles, como los de la Border Cave en Sudáfrica
v en la formación Omo-Kibish en el sur de
Etiopía, son parecidos a los humanos moder-
nos (figura 13.24). Tienen los arcos supraor-
bitrarios reducidos, una cara pequeña. y un
cráneo más alto y redondeado. Sin embargo,
en ambos casos existen razones para creer que
los fósiles vienen en realidad de poblaciones
más recientes. En Border Cave, por ejemplo,
los fósiles fueron recuperados de unos sedi-
mentos acumulados por un granjero que exca-
r'ó la cueva para obtener abono, así que hay
duda de qué nivel provenían. En Omo-Kibish
se encontró el fósil Omo 1, muy moderno, en
el mismo nivel que otro espécirnen, Omo 2,
que tiene unas características mucho más pri-
mitivas, lo cual sugiere que uno de los dos es
una intrusión en el estrato en el cual fue des-
cubierto. Parecidos a Omo 2, los fósiles de
Laetoli (Tanzania) son cráneos robustos que
mezclan los rasgos modernos con otros carac-
terísticos de H. erectus. Otro cráneo intere-
sante fue encontrado en la cueva Dar es Soltan
en Marruecos. Tiene más de 40.000 años y no
muestra ninguno de los rasgos distintivos de
neandertal. excepto los prominentes arcos su-
praorbitarios (figura I 3.2 5 ).
A pesar de las dificultades para interpretar
el registro fósil africano, hay tres cosas claras:
1. Como los neandertales, los homínidos
africanos del período muestran volúmenes cra-
neafes grandes, que van de 1.310 a 1.5 10 cc.
2. Ninguno de los fósiles africanos mues-
tra el complejo de rasgos que son diagnósticos
de los neandertales europeos.
3. A pesar de que los fósiles muestran va-
riabilidad, y algunos de ellos son bastante ro-
bustos, son más semejantes a los humanos mo-
dernos de lo que lo son los neandertales.
3U COMO EVOLUCIONARON LOS HUMANOS

. Homo sapiens arcaico

c ftono sapiens tnatómicatttcnte

ntodtnto

lu¡go
ow Sw¡np

{
. Figura 13.24
Al-principio d,el Pleístoceno superior (137.000-10.000 años), los neandertales eran comunes en el oeste de
Eirasia,'y poco después los hu.manos anatómicamente modernos aparecieron en Áfricay en eI Oriente
Próximo. Elts'. sapiens arcaico siguió siendo común en el este de Asía. Hace cerca de 40.000 años, las
humanos anatómicamente modernos hablan llegado a predomínar en eI Viejo Mundo. Los fósiles
encontrados en estos yacimíentos se díscuten en el texto.

0: 5cm Figura 13.25

EI cróneo fósil encontrado en Dar es Soltan en
Dar es Soltan II Marruecos muestra que los afticanos
contempordneos de los neandertalcs no tenían las
rasgos distintiuos de los neandertales: la cara no se
proyecta hacia. delante, y ln bóueda craneal es mds
altay probablemente más cortaque Ia de los
neandertales. (Figura cortesía de Ríchard Kein.)
 LA HISTORIA DEL LINAJE HUMANO

- MUSTEBIENSES mina musteriense (o también Palet¡litr¡¡ :.:-

' =RRAMIENTAS
f E LA MIDDLE STONE AGE
t u.
C L.os neandertal¿s .v s¿ls contetnpordtreos en
\| Africa están asocíados con lrcrramientas
musterienses, un complejo lítico más ima-
ginativo y mós diverso que la índustria
achelense de los H. erectus africcutos y de
/os H. sapiens arcaicos.
Los yacimientos arqueológicos que
Jel período neandertal están dominados por los
jtiles fabricados a partir de lascas. Esto signifi-
,'a que los neandertales y sus contemporáneos
lescantillaban lascas de núcleos y después usa-
ban las lascas como sus útiles. En contraste, tal
,-omo vimos al principio del capítulo, los yaci-
mientos achelenses están dominados por gran-
Jes hachas de mano y
choopers fabricados a
partir de núcleos. Las hachas de mano están
prácticamente ausentes de la mayoría de los ya-
.'imientos neandertales. Durante este período, la
industria lítica encontrada en Europa se deno-
dio), y la industria muy similar encontr¿iJ .:.
África y el sudeste asiático se denomina .11¡¿,'.:..
Stone Age (MSA). Recordaremos del cuadr..
1 1.5 que algunos arqueólogos creen que los hrr-
mínidos olduvaienses también usaban princi-
palmente útiles de lasca. Sin embargo, al contra-
rio que las pequeñas e irregulares lascas oldu-
vaienses, los neandertales y sus contemporá-
datan neos producían lascas bastante regulares y si-
métricas, empleando técnicas sofisticadas. Un
método, denominado la técnica levallois (por el
suburbio parisino donde se identificó este tipo
de útiles por vez primera) implica tres pasos.
Primero el fabricante de útiles prepara un nú-
cleo con una superficie convexa preparado con
precisión. Después el fabricante hace una super-
ficie plana en un extremo del núcleo. Finalmen-
te, el fabricante golpea la superficie plana, pro-
duciendo una lasca cuya forna viene determi-
nada por la forma original del núcleo ffigura
13.26). Un fabricante habilidoso podía producir

Preparar la superfície del núcleo:

¡\l
rt(,

Figura 13.26 .lt-,Qr

(d'-
Estafigura muestra cónto hacer un útil levallois. (a) El
fabricante selecciona una piedra apropiada para usar
como nticleo. Se muestran las vistas lateral y superior del
-[5ÉJ
r't-{-1
núcleo sin ü"abajar. h) Se exü"aen lascas de la periferia
del ntlcleo. (c) Se exü"aen lascas radiolmente de la \á-l*- ./'\-AJ
superficie del núcleo, entpleando las señales de las lascas t
en la periferia conto platat'orntas de perctrsiórt. Cada una (c)
de las flechas rojas rcpresenta un golpe del ntartillo de
piedra. (d) El.fabricante continúa extrarendo lüsccts Extraer la lasca levallois:
radiales hasta que la strpe/icie enterct del núcleo hata Núcleo Lasca
I
sido descantillada. (e) Finalmetie. se destarga un golpe
(flecha roja grande) que libera unu grurt luscu (borde
./l-N .'<ñ ¿.ñ
fF,- \ fñ(rf\
Lts-- li i44
marcado en rojo). Esta lasca puede ser usttdu tonto titil.
(f) Al final, al.fabricante le quetlan los re.s¡os del núcleo fl% N/J
\F_ ,!
r>z
| H

(izquierda) ¡, el útil (derecha). (Figura tortesía de

Richard Klein.)
*!-' (e)
'¡->
(fl
386 Co\¡o Fvo.uctoNéÉo'. , os -luN'ANos
una gran variedad de útiles modificando la for-
ma del núcleo original.
Los útiles musterienses y de la MSA son
rnás variables que los útiles achelenses. Uno de
los más influyentes estudiosos de los útiles
rnusterienses, el arqueólogo francés Franqois
Bordes, clasificó los útiles en un gran número
de tipos distintos basados en su forma y posible
función: puntas, rascadores (lascas con un filo
suave en uno o ambos lados), denticulados (úti-
les en forma de diente con un borde aserrado),
etc. En vez de encontrar una mezcla al azar de
tipos de úrtiles en cada yacimiento, Bordes en-
contró que todos los yacimientos se encuadra-
ban en una de las cuatro categorías que llamó
variantes musterienses, y que cada variante te-
nía una mezcla diferente de tipos líticos. Bor-
des pensaba que diferentes yacimientos de un
mismo período mostraban diferentes variantes
musterienses y que diferentes niveles del mis-
mo yacimiento se caracterizaban por tener
también diferentes variantes. Concluyó que es-
tos yacimientos eran los restos de cuatro gru-
pos nómadas de neandertales, cada uno conser-
vando una tradición lítica diferente a lo largo
del tiempo, y estructurado como los modernos
grupos étnicos.
Estudios recientes han dado motivos para
dudar de la interpretación de Bordes. El uso de
mejores técnicas de datación parece indicar
que las cuatro variantes musterienses tienden a
ir seguidas en el tiempo; esto es, difieren cro-
nológicamente pero no por área -eeográfica.
M¿lis aún, los grupos de útiles de algunos yaci-
mientos excavados después de que se comple-
tara el análisis de Bordes no se encuadran en
ninguna de las variantes descritas.
Muchos arqueólogos creen que la variación
entre yacimientos es debido a diferencias en
los tipos de actividad llevada a cabo en cada lo-
calidad. Por ejemplo, Lewis Binford (de la
L niversidad Southern Methodist) y Sally Bin-
iord sostienen que las diferencias en el tipo de
Lrt il.'s dependen de la naturaleza del yacimiento
. Je i trabajo que allí se hacía. Al-eunos yaci-
I ..ltrr\ podrían haber sido campamentos ba-
. . - .. :..1r' llr :cntc r ivía. nlientl'as que otros po-
-- . :'..,;¡: .iJt¡ cumpcrs de traba.io en los cua-
r- -J ":' :-r'rlizltba tareas de subsistencia.
Útiles dif-erentes podrían haber sido usados en
diferentes yacimientos para el trabajo de made-
ra. preparación de pieles o descuartizamiento
de presas. Para probar esta idea" los Binford
asi-rnaron funciones a los útiles antes de leali-
zar su análisis. y clespués mostraron que yaci-
mientos difel'entes estaban caracterizados por
grupos de útiles relacionados funcionalmente.
De esta manera. diversos útiles que pat'ecían
apropiados para descttartizar fueron encontr¿l-
dos en el misn-ro yacimiento. Más recientemen-
te, sin embargo, estudios de los patrones de
desgaste microscópicos en las het'ramienta.
musterienses sugieren que la mayoría de lo'
útiles fueron usados únicamente para trabaja:
la madera. Como resultado. no parece habe:
una asociación entre tipo de útil (como un.
punta o un rascador) y la tarea para la cual fu.
diseñado.
Una explicación a la variabilidad de los úti-
les musterienses se centra en la disponibilida¿
del material primario para hacer útiles. Cuand'
los materiales primarios están cerca y son fáci--
mente disponibles, la gente no dedica much
tiempo en reparar una herramienta concreta '
simplemente fabrican una nueva. Cuando l¡'
materiales primarios son difíciles de adquir::
quizás porque se encuentran en un sitio dista:.-
te, la gente se dedica a retocar una y otra \--
sus útiles. El arqueólogo Harold Dibble, de .-
Univelsidad de Pennsylvania. ha argrllnentri
que rnuchas de las diferencias en los tipos ;.
útiles reconocidos pol Bol'des y otros sofl l'e : -
mente estadios dif'erentes en la historia vital ;.
los útiles individuales. Por ejemplo, un fhL': '
cante de útiles podría empezar haciendo un r¡''
cador con un único filo cortante. Cuando el t:.
estuviera mellado, el f'abricante podría afilar .
otro lado. y cuando ambos lados estuvier:-
desgastados podría retocar otra vez los do: --
dos. Los arqueólogos como Bordes podr:*-
clasificar cada forma conto un útil diferente. :
lo hicieran, etiquetarían erróneamente los u-
les de yacimientos donde hubieran sido ert.--
sivamente retocados como dit-elentes de .
útiles de yacimientos donde éstos hubie:--
sido utilizados brevemente y descartados.
Jabalinas con una punta de piedra y hlc: -
de piedra se hacen mediante ttn man-Qo (ttn:.-
 LA HISTORIA DEL LINAJE HUIJANO
' Tabla 13.1
Los útiles de Aquítania en el sur de Francia están hechos generdlntetlte ¿/¿ n¡,r¡..ri.¿i.'¡ qh¿ luc¿¿tr ¡.-r /¡.:1,'.r¿los
ntenos de 5 km del yacimietlfo. Los ülaferioles pr¡ntarios ruruntenle prot ienen ¿/c, ,¡(ii .i. -i// i'r: .1. .i;-¡¡ur¡¡i¡.
(Adaptado de la tabla 70 de C. Stringer .r' C. Gantble, 1 99 3, En busca de los neandenales.
Ed. Crítica).
<5
5-20
30-80
do el útil a un mango). Poner un mango es una
innovación extremadamente importante por-
que incrementa mucho la eficiencia con la cual
los humanos pueden aplicar fuerza a los útiles
líticos. (Imagínense utilizar un martillo sin un
mango.) Los análisis microscópicos de los pa-
trones de desgaste en herramientas musterien-
ses y MSA sugieren que algunos útiles fueron
enmangados, probablemente para hacer jabali-
nas. El descubrimiento de una lanzade madera
de 3,4 metros de largo en la caja torácica de un
elefante indica que los neandertales también
usaban estas armas. Los neandertales práctica-
mente no utilizan el hueso, y no decoraban sus
útiles de una manera que haya sobrevivido en
el registro fósil.
Los neandertales normalmente hacían úti-
les a partir de materiales adquiridos localmen-
te. Cuando los arqueólogos excavan un yaci-
miento musteriense, típicamente encuentran
que las piedras empleadas para hacer los útiles
pueden ser encontradas a pocos kilómetros del
yacimiento (tsbla 13.1). Como úeremos en el
capítulo 14, este patrón se altera considerable-
mente cuando los humanos modernos entran
en escena.
MODOS DE VIDA DF tOS NEANDERTALES
üq";::i,::i::3"::,"::Xí:::;",.q:,,::',"':;
ban grandes presas.
Los yacimientos de neandertales contienen
los huesos de muchos animales junto con he-
387
¿z
55-95
2-20
<5
rramientas musterienses. Los yacimientos eu-
ropeos son ricos en huesos de ciervo (llamado
elk en Norteamérica), gamo, bisonte, auroch,
oveja salvaje, cabra salvaje, y caballo, mien-
tras que en los yacimientos MSA africanos se
encuentra eland (un gran antílope que es pare-
cido a la vaca Brahman con cuernos enrolla-
dos), gato montés, cebra, y cerdo salvaje. Los
arqueólogos encuentran pocos huesos de ani-
males muy grandes como hipopótamos, rino-
cerontes, y elefantes, aunque eran muy abun-
dantes en Africa y Europa.
Por sí misma, esta evidencia no significa
que los neandertales mataran estos animales, y
esto ha provocado un debate tan intenso como
para homínidos anteriores con una ambigüe-
dad similar. Algunos arqueólogos, como Lewis
Binford, creen que los neandertales y sus con-
temporáneos en Africa nuncacazaronnada que
fuera mayor que un antílope, e incluso estas
presas eran adquiridas oportunísticamente, no
como el resultado de cacerías planificadas.
Cualquier hueso de animales mayores era ad-
quirido por carroñeo. Como evidencias en apo-
yo de este punto de vista, Binford señala el he-
cho de que los cráneos y los huesos de los pies
de eland predominan en Klasies River Mouth,
un yacimiento MSA en Sudáfrica, y estas par-
tes del cuerpo son normalmente disponibles
para los carroñeros. Binford cree que los homí-
nidos de este período no tenían las capacidades
cognitivas necesarias para planificar y organi-
zar las cacerías necesarias pata cazar grandes
presas.
Otros, como el arqueólogo de Stanford Ri-
chard Klein, creen que los neandertales eran
388 CÓH¡o EvoTuCIONARON LOS HUIVANOS
cazadores eficientes que cazaban regularmente
grandes presas. Señala que los restos de anima-
les en yacimientos que datan de este período
frecuentemente están formados casi exclusiva-
mente de los huesos de dos o tres especies de
presas. Por ejemplo, en Klasies River Mouth,
la inmensa mayoría de los huesos son de eland.
De forma similar, en Mauran, un yacimiento de
los Pirineos franceses. cerca del 90 7o de los
restos son de bisonte y aurochs. El mismo pa-
trón se encuentra en otros yacimientos a lo lar-
go de Europa. Estos animales son grandes, y se
encuentran fuertemente sobremepresentados
en los yacimientos comparados con su presen-
cia en los ecosistemas locales. Es difícil de ver
cómo un carroñero oportunístico podría obte-
ner una muestra tan sesgada de la fauna local.
Más aún, los huesos de adultos están bien re-
presentados en estos yacimientos, un patrón no
asociado con carroñeros contemporáneos en
África como las hienas, las cuales cazan ani-
males jóvenes o viejos más frecuentemente
que adultos. En vez de esto, una gran cantidad
de restos son de individuos maduros y sanos,
que es el patrón asociado con acontecimientos
catastróficos en los cuales se mata un grupo en-
tero de animales. Algunos yacimientos consis-
ten en una gran acumulación de huesos y útiles
en la base de acantilados, sugiriendo que los
neandertales y sus contemporáneos cazaban
presas acorralándolas contra el borde
-srandes
del acantilado. Resultó también que el patrón
de Klasies River Mouth está lejos de ser uni-
versal. Hay diversos yacimientos, como Com-
be Grenal en Francia, donde los huesos de las
partes más carnosas de las presas están sobre-
nepresentados. Más aún, las marcas de corte
en estos huesos sugieren que los neandertales
los descarnaban.
ü ,.. E.ri.stett pocas evidencias de ubrigos e ittclu-
l/ $' .r,, si¡lo,s de acampatla organiz.ados ett ios
t ttc i nt i ett t t¡ s de ne ande rtttl e s.
Hrr muchos yacimientos de neandertales,
,,.:-:r,): bien conservados, donde los arqueólo-
- - :'..1:r encontrado grandes concentraciones
-; ,: .:.. :'.idencia abundante de fabricación
-: -:-:t- :::lr. nluchos restos de animales, y
concentraciones de ceniza. La mayoría de es-
tos yacimientos musterienses se encuentran en
cuevas o abrigos rocosos (sitios protegidos por
rocas que sobresalen a modo de visera). Sin
embargo. esto no significa necesariamente que
los neandertales fueran hombres de las caver-
nas. Los yacimientos en cuevas son menos sus-
ceptibles de ser destruidos por la erosión, y son
además relativamente fáciles de localizar, por-
que las entradas de muchas cuevas de este pe-
ríodo son todavía visibles. La mayoría de los
arqueólogos piensan que los yacimientos de
cuevas representan campos base, es decir.
campamentos semipermanentes desde los cua-
les 1os neandertales salían acazary recolectar.
Lamayoría de los yacimientos en los cua-
les se han encontrado útiles musterienses o fó-
siles neandertales no muestran aguieros d¡
postes u otros elementos que los arqueólogo'
puedan interyretar como los restos de abrigos ,-
hogares. Las pocas excepciones a esta regl'
tienen lugar al final del período musteriens¡
Por ejemplo, hay evidencias de hogares en \':-
las Ruivas, un yacimiento de Portugal datac
en hace cerca de 60.000 años.
gí.. Los neandertales probablemente ettter"..
Í $ batt a su.s muertos.
La cantidad de esqueletos completos ;.
neandertal sugiere que, al contrario que sus h -
mínidos predecesores, los neandertales en::-
maban frecuentemente a sus muertos. El en:.-
rramiento protege el cuerpo de la desmemb:--
ción por animales carroñeros y de esta for:--:-
conserva intacto el esqueleto. Un estudio de:--
llado del contexto geológico en yacimien: '
como La Chapelle-aux-Saints, Le Moustie:. .
La Ferrassie en el sur de Francia apoya tamb.:-
la conclusión de que los entieros neandert¡.='
eran comunes.
No está claro si estos enterramientos ten:.-
una naturaleza religiosa, o si los neandert¡.='
enterraban sus muertos únicamente para d.''
hacerse de cuerpos en descomposición. Los ".
.
tropólogos interpretaron algunos yacimien:
como enterramientos ceremoniales en los.'--'
les los neandertales fueron sepultados ju::
con materiales simbólicos. En años recien:=.

i escépticos han manifestado serias dudas :tr-
- 3 estasinterpretaciones. Pol ejen.rplo. los an-
. rpólogos pensaban que la presencia de polen
' .ilizado en la tumba neandertal de la cueva
:: Shanidar, Irak, era una evidencia de que el
-dividuo había sido sepultado con una guir-
.,lda de flores. Sin embargo, análisis más re-
-:entes han revelado que la inhumación había
-:do perturbada por excavaciones de roedores,
_. es bastante plausible que éstos llevaran el
po-
:n a la sepultura.
¿ ,,. Lo.s tteantlerltiles parecett huher tettitlo vi-
t \- tl¿t.s corttts t difítites.
Estudios detallados de los esqueletos de los
reandertales indican que los neandertales no
'. ir'ían mucho. El esqueleto humano cambia a
.!r largo del ciclo vital de manera característica
que puede utilizarse para estimar la edad a la
:ual murieron los fósiles de homínidos. Por
:jemplo, los cráneos humanos están hechos de
huesos separados que encajan unos con otros
en un puzzle tridimensional. Cuando los niños
.on recién nacidos. estos huesos están todavía
reparados, pero más tarde se fusionan unos con
rrtros, formando unas uniones onduladas lla-
madas suturas. Con la edad, estas suturas em-
ptezan a obliterarse lentamente por el creci-
miento del hueso. Observando el grado de obli-
teración de las suturas de los homínidos fósi-
les, los antropólogos pueden estimar qué edad
tenía el individuo a su muerte. Algunos otros
rasgos esqueléticos pueden emplearse de la
Figura 13.27
Muchos esqueletos de neandertales
muestran signos de enfermedad
o de herídas. La órbita del oio izquierdo
de este indiuidtto estaba aplastada,
el brazo derecho deformado y Ia cadera
derecha tenían artritís.
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¿tños.
Nluchos de los neandertrle. :i-,,,. '.:3.:,r. ..:-
fiían enferrnedades qLre los rncapllil.:i;ir ,. .¡-
siones. Por ejemplo. el esclueleitr del ht¡nr'¡r:
neandertal de La Chapelle-aur- S ai nt r rt Lri rir.:
síntomas de una -urave artritis que probrrble-
mente afectaba su mandíbula. espalda r cade-
ra. En el momento de su muerte. cerca de los J5
años, había perdido también la mayoría de sus
dientes debido a piorrea. Otro individuo. Sha-
nidar I (del yacimiento de Shanidar, en Irak)
había sufrido un golpe en el costado izquierdo
de su frente que fracturó la órbita (figw'a
13.27). Los antropólogos creen que la heritla
de su cabeza le provocó una parálisis parcial en
el lado derecho de su cuerpo, la cual a su \ez
causó que su brazo derecho se debilitara y su
cadera derecha desarrollara artritis. Otros cs-
pecímenes neandertales muestran fracturas
óseas, heridas por cortes, piorrea, extremida-
des atrofiadas, lesiones y deformidades.
En algunos casos, los neandertales sobrevi-
vieron durante largos períodos de tiempo des-
pués de la herida o la enfermedad. Por ejemplo.
Shanidar I vivió lo bastante como para que el
hueso que rodeaba su herida cicatrizara. Algu-
nos antropólogos han propuesto que estos
neandertales habrían sido incapaces de sobre-
vivir a sus hándicaps lísicos. como pl'ocurarse
comida o mantenerse con el grupo, si no hubie-
ran recibido cuidados de los otros. Algunos in-
. Tabla 13.2
Resunxen de los homínidos del pleistoceno

Datación 1,9-1,6 (mya) 1,9-1,6 (mya) 1,6 (mya)-500 (kya) 1,1 (mya)-300 ftya)
Yacimientos Africa del este y del sur Africa del este y del sur Africa del este y del sur China e Indonesia
Altura (m) 1,5 1,0 t,3-1,9 ??

Peso (kg) ?? ?? 56-64 56-64

Volumen cerebral (cc) 600-800 500-650 900-1.000 1.000-r.250
Forrna del cráneo Más robusto Menos robusto Cráneo plano y gn¡eso, Cráneo más grueso,
grandes arcos grandes arcos
supraorbitarios, supraorbitarios,
occipital angulado quilla sagital
Maxilares y dentición Grandes maxilares y molares Molares más pequeños Mandlbula robusta,
y modernos dientes más pequeños Similar a H. erectus
que H. habilis africano
Flsico Físico Más grandes, con piernas Muy robusto, pero con
más largas proporciones Muy robusto, pero con
humanas proporciones
humanas
. Tabla 13.2
(Continuación)

Datación S00 (kya)-400 (kya) 300 (kya)-30(kya) 100 (kya)

Yacimientos Africa y Eurasia templada Euopa y el oeste de Eurasia Todo el mundo

Altura (m) ?? L,5-1,7 1,6-1,85
Peso (kg) 60-72 74-78 58-68
Volumen cerebral (cc) 1.100-1.400 l'245-1.790 1.200-1.700
Formadel cráneo Cráneomásaltoyredondeado, Cráneo alargado, arcos Arcos supraorbitarios
c¿¡ra menos proyectada supraorbitarios reducidos, pequeños o inexistentes,
hacia afuera tariz grande cráneo alto, cara pequeña

Maxilares y dentición Similar a H. erectus africano Dentición posterior más peque- Dientes más pequeños,
ña, incisivos más grandes mentón puntiagudo
Físico Muy robusto, pero con Muy robusto, brazos y piernas Esqueletos modemos
proporciones humanas cortas
392 CON/O EVOLUCIONARON LOS HUiúANOS
vestigadores van más allá y argumentan que
estos fósiles son la evidencia de los orígenes
del cuidado y la compasión a semejantes en
nuestro linaje.
Katherine Dettwyler, una antropóloga de la
Universidad Texas A & M, es escéptica respec-
to a este argumento. La existencia de indivi-
duos que se recuperaron de graves heridas y vi-
vieron con serios hándicaps físicos no implica
necesariamente que hayan recibido cuidados
de otros, o que otros miembros de sus comuni-
dades mostraran compasión por ellos. En algu-
nas sociedades contemporáneas, algunos indi-
viduos discapacitados son a veces capaces de
mantenerse a sí mismos, y no reciben necesa-
riamente un trato compasivo o de favor de los
demás. Además, los primates no humanos a ve-
ces sobreviven a pesar de lesiones permanen-
tes. En el parque nacional de Gombe Stream,
un chimpancé adulto llamado Faben contrajo
la polio, 1o cual le dejó un brazo completamen-
te paralizado. Consiguió alimentarse a sí mis-
mo, atravesar las pendientes pronunciadas del
territorio de la comunidad, mantenerse con sus
compañeros, e incluso subir a árboles. Debe-
ríamos también cuestionar la premisa que el
cuidado a semejantes se originara con los nean-
dertales. Hay también algunos ejemplos de tra-
tamiento solícito de monos infantiles ciegos o
discapacitados y adopción de monos y simios
huérfanos. Si estos primates son capaces de
cuidarse unos a otros, parece probable que los
primeros homínidos también lo hicieran.
Bibliograf ía adicional
Conroy, Gleen C. (1991): Reconstructülg Htmtcut
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Nueva York.
Klein, R. (1999): The Hwttcut Career,2." ed., Unt-
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Stlinger. C. y Gamble, C. (1993): Ett busca cle l,
neuttlertales. Ed. Crítica, Barcelona.
Walker, A. y Shipman, P. (1996): The Wisdom of ri .
Bones. In Search of Huntcut Orlgür.s, Alfie-
A. Knopf. Nueva York.
Cuestiones
1. ¿Qué rasgos derivados son compartidc:
por los humanos modernos y Homo ere:'
fus? ¿Qué rasgos derivados son únicos c:
Homo erectus?
2. ¿Qué nos dice sobre H. erectus el espé:-
men WT 15000?
3. ¿Qué es un hacha de mano, y para qué :.
utilizaba H. erectus? ¿Cómo lo sabemcs-
4. ¿Cuáles son las evidencias que hacen s---
poner que H. erectus controlaba el fueg:
5. ¿Qué llevó a algunos antropólogos a proc:-
ner que los fósiles asignados a H. erec:-:
son realmente los restos de individuos p:"
tenecientes a dos especies de humanc--
6. Describe la variación en la morfología ::
los homínidos durante el Pleistoceno -:.
dio. ¿Por qué algunos antropólogos p =--
san que había más de una especie de -:-
mínidos presentes durante este peric::'
7. ¿Qué es el índice crural? ¿Qué es lo :-:
mide? ¿Cómo difiere el índice crural de : ,
neandertales del de los modernos me a-:
sios?
8. ¿Cómo diferían los neandertales de =-,
contemporáneos en Átrica y el sudeste ::
Asia?