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ENSAYO

LA ECONOMÍA SOLIDARIA COMO FACTOR DE DESARROLLO Y


CRECIMIENTO ECONÓMICO EN COLOMBIA

En un país como el nuestro golpeado por distintos factores de violencia donde el


estado gasta su mayor parte del presupuesto en la seguridad democrática nombre
dado no como un nuevo enfoque de defensa, sino por cumplir con la constitución
de Colombia en otros términos, se hace necesario visionar nuevas fuentes
económicas que ayuden a soportar las políticas neoliberales de nuestros
dirigentes quienes en campaña siempre defienden al pueblo, pero después que
están en la silla del poder, se vuelcan en contra, buscando satisfacer a la figura
del estado.

Nacen como herramientas y ayudas a los mas que quieren ser mas, unidos y
influenciados por el desarrollo de su propia comunidad donde habita su familia,
una nueva forma de hacer empresa por medio de los factores sociales como ejes
y motores de una economía, la economía solidaria, nombre técnico dado y
referenciado en la Ley 454 de 1998, donde lo definen como un sistema que tiene
aspectos socioeconómicos, culturales y promueven la educación ambiental, donde
el factor fuerza recae sobre la misma comunidad, y hace cumplir lo estipulado en
la carta magna de un país con participación ciudadana y un estado social de
derecho donde la parte del ser humano se hace sentir como un ser integro y
protegido.

Es allí donde el ser humano busca no solo el bienestar social como objetivo
común y donde la palabra lucro toma otro significado sin ánimo de lucro, allí donde
los beneficios son mayores de acuerdo a las propias responsabilidades y anhelos
de hacer las cosas lo mejor posibles, las empresa como estamos acostumbrados
a verlas se tornan con otros nombres como fundaciones y las asociaciones
mutuales, cada una con la visión de obtener beneficios colectivos o individuales.
La economía solidaria en Colombia, se reglamento a través del congreso una Ley
que sirve de marco conceptual y establece las directrices donde están los
principios, fines y características de las organizaciones que la conforman. De la ley
surgió “DANSOCIAL, como la entidad encargada de dirigir y coordinar la política
estatal para la promoción, planeación, protección, fortalecimiento y desarrollo
empresarial de las organizaciones de la Economía Solidaria”

Con la constitución de numerosas cooperativas se dio paso a una nueva


alternativa económica, la cual con el apoyo del gobierno se ha venido
fortaleciendo y modernizando, entendiéndose a cada uno de sus socios la
importancia de fomentar este tipo de actividad comercial donde el sacrificio y
voluntad se verán garantizados por el buen uso y desempeño de los resultados
tanto económicos, como social y cultural, y es allí donde se empieza a construir un
nuevo país.

Cuando se emplea y ocupa al ser, estamos fomentando paz, estamos formando


seres más humanos, donde sus pensamientos están satisfechos y no ha cabida a
ideas inarmónicas, la creación de más fuentes de empleo y la capacitación misma
en las tareas de cada una de estas actividades hacen que la economía solidaria
se vea con buenos ojos y alternativa social. El apoyo y la visión de muchas
personas, con monitoreo del gobierno hace de la economía solidaria un programa
de se benefician mas familias cada día y es por ello la importancia de generar
conciencia para seguir creando cooperativas, fundaciones, asociaciones y
mutualistas, diferentes entre si pero con finalidades similares, además la Ley
precisa que son sujetos de ella “las personas jurídicas organizada para realizar
actividades sin ánimo de lucro, en las cuales sus trabajadores o los usuarios, según
el caso, son simultáneamente sus aportantes y benefactores, creadas con el objeto
de producir; distribuir y consumir conjunta y eficientemente, bienes y servicios
para satisfacer las necesidades de sus miembros y el desarrollo de obras de
servicio a la comunidad en general”.
De acuerdo con una información suministrada a diciembre de 1996 existían 13.189
entidades del sector cooperativo registradas por el DANCOOP, de las cuales 10.887
(el 82%) se encontraban funcionando. De las activas, estaban al día con el
DANCOOP en la presentación de sus informes y estados financieros 3.486, es
decir, sólo un 32%. Alguna deficiencia de orden administrativo debían tener las
entidades que hacían parte de ese 68% restante para no cumplir a la mencionada
fecha con el deber de reportar sus informes. Y aquí cabe afirmar, a manera de
hipótesis, que existen en el sector cooperativo muchas necesidades de educación,
asesoría, asistencia técnica y financiera, cuya atención es urgente para una
consolidación de las entidades que de él hacen parte, a fin de ofrecer cada vez
mejores servicios a la comunidad asociada.

Haciendo una mención de la existencia de entidades del sector cooperativo por


regiones de Colombia, están distribuidas en los 32 departamentos y en Santa Fe
de Bogotá Distrito Capital. La mayor concentración se encuentra, precisamente, en
Santa Fe de Bogotá, con un 30% del total. Le siguen Antioquia con el 12%,
Santander con el 8%, Valle con el 7%, Cundinamarca y Tolima con el 6% cada
uno. Los demás departamentos cubren el restante 31%.

En Arauca, la mayor parte de las cooperativas creadas han sido con fines de
vivienda, aunque su nombre haya abarcado “multiactivas” la mayoría han
desaparecido y no han dejado huella, quizás por la idea errónea y falta de
capacitación por parte de cada uno de los integrante de la misma, quizás no
creyeron en lo que estaba contemplado en los estatutos o por que quizás no
estaban maduros para concebir su propio beneficio. Son pocas las que han
sobrevivido pero no se tiene registro alguno.

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