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INTRODUCCIÓN

Actualmente la deserción escolar es uno de los temas y problemática más relevantes en la


juventud, varios factores, conflictos internos y externos llevan a los niños, niñas y
adolescentes a dejar sus estudios, impidiendo su desarrollo educativo, trayendo consigo aún
más inconvenientes a la hora de su desarrollo como potencial adulto.

Durante el desarrollo del siguiente apartado, se buscará conocer cuáles son las principales
causantes que llevan a que un joven o adolescente tome la decisión de dejar a un lado sus
estudios, buscando dar contexto frente a éste interrogante y de la misma manera conocer
cómo su entorno y círculo cercano puede influir a la hora de tomar este tipo de decisiones.

Mediante el proceso praxeológico investigativo desde su primera fase se analizará de


manera crítica el comportamiento de los individuos, determinando sus acciones y actuar
frente a esta situación. Es posible hacer un estudio inicial del contexto desde la auto-
observación, identificación, elaboración, presentación, elección de metodología de
investigación e intervención de la problemática (s).
PROCESO PRAXEOLÓGICO:

Se analizarán los principales factores causantes de la deserción escolar y cuáles son sus
posibles efectos, centrándonos en el actuar del individuo frente a esta situación.
(individualismo metodológico) con los cuales podamos establecer un análisis y podamos
concluir cual es el origen de ésta problemática.

CONTEXTO CERCANO:

Deserción Escolar (Jóvenes entre grado 6to. a 11° de instituciones Educativas en la Ciudad
de Neiva.)
ANALISIS CRÍTICO:

Se entiende como deserción escolar el hábito que toma un individuo por abandonar su
preparación académica, es decir sus estudios. Muchos niños y adolescentes optan por tomar
ésta decisión debido a múltiples factores, entre ellos problemas internos, lo cual impide que
lleven a cabo su desarrollo educativo con normalidad, un factor externo actual es la
pandemia, pues desde marzo de 2020 muchos jóvenes tuvieron que regresar a casa a recibir
clases virtuales, en donde no se expongan sus vidas debido a la más reciente ola del virus
covid-19.

Sin dudad alguna esto ha causado que se generen cambios, no solamente en el modelo
educativo, sino en entornos familiares y laborales, pues muchos padres de familia tambien
laboran desde sus casas, mientras que sus niños, hijos o nietos tambien reciben su
educación de manera virtual. Éstos cambios sumados a la estricta cuarentena que se
extendió por un largo periodo de tiempo no solo generó crisis económica, sino que la salud
mental de las personas muchas veces tambien resultó afectada, debido a éstos meses de
encierro, generando violencia, maltrato familiar, desespero emocional y monotonía.

Lo anterior solo es por dar un contexto actual del panorama que se vive actualmente, pues
la deserción escolar no solo se vive a casusa de la pandemia, muchos otros factores a lo
largo del tiempo han sido los responsables de que miles de jóvenes dejen a un lado sus
estudios para acarrear otro tipo de responsabilidad, a continuación, se analizarán los que se
consideran los principales causantes de ésta problemática.

La pobreza, es sin duda alguna, una de las causantes directas de la deserción escolar, pues
el nacer en una familia con poca capacidad económica, muchas veces en condición de
pobreza extrema o vulnerabilidad es particularmente lo que hace que muchos de los jóvenes
de nuestro país se vean en la necesidad de abandonar o quizá ni siquiera ingresar a
prepararse a nivel educativo. La situación es aún más complicada si nos enfocamos en los
jóvenes rurales o campesinos, pues las dificultades tienden a ser mucho más grandes para
ellos.

Los adolescentes pertenecientes a


últimos grados (10° y 11°) son los que
más muestran desánimo y
desmotivación por sus estudios, los
cambios dados en la virtualidad,
combinados con las dificultades frente a
conectividad y al contar con los recursos
suficientes como dispositivos digitales
para su uso diario, agudiza aún más la
situación

En Colombia, el 10% de los jóvenes


habitantes de las áreas rurales del país completan su educación básica, el 21% logra
terminar la educación media y un 6% continúa con educación postsecundaria. Por
consiguiente, podemos destacar que en el transcurso de la educación primaria a secundaria
se da un importante nivel de deserción escolar, y a la vez han aumentado las personas que
completan la educación secundaria. Ahora, del 6% que ingresa a educación postsecundaria,
el 50% no logra obtener el título.

Muchos de los jóvenes no tienen ni siquiera los recursos básicos para prepararse nivel
educativo, y aunque la educación es un derecho, y hoy en día se promueve de manera
gratuita, es difícil la situación por la que deben pasar los padres de familia a la hora de
satisfacer los gastos diarios que acarrea la preparación de un hijo, útiles escolares,
desayunos, almuerzos, refrigerios, transportes y otros gastos educativos a veces son factores
importantes y que juegan un papel muy indispensable a la hora de mantenerse dentro de
una institución educativa y culminar sus estudios, claro, aunque esto pareciera muchas
veces más como una excusa para no terminar su ciclo académico, ésta situación se agudiza
mucho más para los jóvenes que habitan veredas, tribus indígenas u otras culturas del país.

Según el Censo Nacional Agropecuario, se puede observar que el 69,3% poblacional


indígena del área rural está en una situación de pobreza multidimensional, y por esto se
puede evidenciar que los adolescentes originarios de dichas tribus étnicas permanecen en
condiciones de más grande vulnerabilidad.

Aquí los jóvenes son solo deben exponerse a


factores de riesgo como largas jornadas para
llegar a su centro educativo, sino que también
deben muchas veces trabajar con su familia en sus parcelas o fincas. Al encontrarse en
estado de vulnerabilidad económica, en muchas de éstas ocasiones los niños y jóvenes del
campo prefieren retomar las actividades rurales, dejando a un lado su preparación escolar,
poniendo riesgo las posibilidades de obtener un empleo que pueda brindarle bienestar
económico y social.

Los desertores varones principalmente trabajaban los fines de semana medio turno; sin
embargo, cuando la situación económica se tornaba difícil sacrificaban días hábiles de
clases para ir a trabajar. La principal fuente de empleo que encontraban era de jornalero en
el campo agrícola 25.7%, donde recolectaban productos como: papa, maíz y tomate. Ésta
combinación de trabajo- escuela, hace que los estudiantes pierdan el interés por cumplir con
sus compromisos como tareas, el estar generando una ganancia, hace que sientan que si se
dedican totalmente al trabajo ganarían más y sin necesidad de pasar por una preparación
previa, ésta es un pensamiento común que tienen los estudiantes al mezclar su trabajo con
sus estudios.

El factor familia también es indispensable, pues muchos de los jóvenes que decidieron
alejarse de las aulas de clases, no contaron con el apoyo moral suficiente por parte de sus
padres para continuar con sus estudios, al contrario, muchos de éstos utilizan mecanismos
de presión para que trabajaran y aportaran en sus hogares. Cabe resaltar que el factor
socioeconómico juega un papel muy importante, pues estos casos suelen ocurrir con más
frecuencia en hogares pobres y de bajos recursos, donde muchas veces los padres de familia
o acudientes, están inmersos en trabajos pesados o de gran esfuerzo físico, lo cual les
consume la mayoría del día, esto hace que el tiempo dedicado a sus hijos sea prácticamente
nulo, descuidando muchas veces su responsabilidad como padre, omitiendo completamente
el rendimiento académico y desempeño de sus hijos.

Generalmente el padre se dedica a labores como jornalero en el campo o como albañiles; en


lo que respecta a madres de familia, se dedican a labores domésticas no remuneradas (amas
de casa).

El convertirse en desertor escolar y entrar en una adultez considerada precoz, no solo no


nos permite desarrollarnos como individuos capaces de afrontar diferentes situaciones en la
vida a través de la educación y preparación, sino que tambien aumenta las posibilidades de
entrar en un círculo de pobreza, no solo económica, sino tambien mental, donde no
tengamos la capacidad de adquirir nuevos conocimientos, competencias y habilidades que
nos permitan a futuro obtener un empleo bien pago y remunerado, que nos ayude a crecer
como personas y profesionales, y logremos aportar al crecimiento y desarrollo de nuestro
país.

En lo que respecta a consecuencias sociales podemos evidenciar la pérdida de valores como


autoestima, vocabulario soez, falta de cultura y poca facilidad de relacionamiento con otros
individuos, lo que los lleva a convertirse en presa fácil de la drogadicción y la delincuencia.
delincuencia; además, conforme lo menciona la CEPAL podrían quedar expuestos a
vulnerabilidad social convirtiéndose en una carga para la sociedad, ya que el no contar con
estabilidad laboral, estarán apoyados en programas gubernamentales que les brinde
protección y ayudas económicas, lo cual saldrá del presupuesto del país y de los impuestos
de cada ciudadano.

Pero sin duda alguna uno de los problemas sociales más graves que afronta la población
desertora es la vulnerabilidad de caer en vicios como la drogadicción, alcoholismo y
delincuencia, pues las facilidades de recurrir a estos actos son causadas principalmente por
frustración necesidad o deseo de ser aceptados en una sociedad, siendo principalmente sus
amistades quienes influyen a tomar este tipo de prácticas.

La OIT determina que la juventud que no está empleada, ni en la escuela, tienen mayor
probabilidad de incurrir en conductas delictivas, poniendo en riesgo su salud y la de otros y
otras. Además, se argumenta que la persona que no complete su educación, queda excluida
de instituciones sociales, culturales, políticas y económicas, determinando que no tiene un
trabajo estable, que les brinde las prestaciones necesarias para establecerse formalmente
dentro de la sociedad.

CONCLUSIÓN:

Se logra determinar que son varios los factores responsables de la deserción escolar en
nuestros jóvenes, pero se enfatiza la importancia de contar con factores fundamentales para
el fortalecimiento del núcleo familiar como lo es el apoyo emocional y moral para que los
jóvenes se vean motivados a continuar y desarrollar a cabalidad sus estudios, aunque
observamos que el factor socioeconómico influye de manera directa en la permanencia
dentro de los centros educativos, se debe establecer un puente entre las instituciones y la
familia, donde se logre crear un modelo educativo dinámico, donde se logre transmitir un
aprendizaje caracterizado por cambios constantes, participación actividades lúdicas y
pedagógicas basadas en el desarrollo del individuo, desde el ambiente familiar, social y
escolar.

BIBLIOGRAFÍA:

Díaz, V & Fernández, F. (2017). ¿Qué Sabemos De Los Jóvenes Rurales? Síntesis De La
Situación De Los Jóvenes Rurales En Colombia, Ecuador, México Y Perú.
https://www.rimisp.org/wp-content/files_mf/1514474040S%C3%ADntesisdelasituaci
%C3%B3nlosj%C3%B3venesruralesenColombiaEcuadorM%C3%A9xicoyPer
%C3%BA281217.pdf

Revista Semana (2020). Deserción escolar, un problema que ya supera los 100.000
estudiantes en 2020. https://www.semana.com/pais/articulo/desercion-escolar-de-
estudiantes-en-colombia-durante-el-2020/307215/#:~:text=La%20covid%2D19%20ha
%20impactado,de%20nueve%20millones%20de%20estudiantes.

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