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Ciudadanía y Educación Cívica.

Ser y hacer de la Democracia

Democracia
participativa: las
bases conceptuales
Alberto Javier Olvera Rivera

Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales

Universidad Veracruzana

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Democracia participativa: las bases conceptuales

La democracia participativa es Antecedentes


un concepto que emerge como tal en los
ochenta del siglo pasado (aunque sus El pensamiento liberal asume que
antecedentes son más remotos) y refiere, el individuo es la base de la sociedad, y
en el campo de la filosofía política, a un que su capacidad racional se expresa en
modelo ideal de democracia en el que el la persecución consciente de sus intereses
debate público de ideas, normas, principios particulares. No hay consideración alguna
e intereses, y la búsqueda de mecanismos de las desigualdades ni de las diferencias
de decisión correlativos, abiertos a la culturales. El conflicto está reconocido, pero
intervención de todos los ciudadanos, son anulado en el horizonte analítico. Como
los principios fundacionales de las leyes, de este individualismo no puede emerger
instituciones y prácticas políticas de un ninguna noción del bien común, la única
régimen democrático. forma de construir una convivencia armónica
es la creación de un conjunto de reglas que
En la filosofía política, hay dos permitan la reconciliación y la agregación
enfoques principales aplicables a este de los intereses individuales. Esas reglas
modelo: el liberal, más propiamente se expresan en leyes e instituciones, cuyas
conceptuado como liberal-constitucional, y bases en el mundo moderno se expresan en
el comunicativo o discursivo, que emerge una constitución y se ponen en práctica por
de la teoría crítica contemporánea y cuyos medio de un Estado. Para proteger el bien
antecedentes se remontan a la tradición fundacional de la libertad de los individuos,
republicana. En el campo de la sociología se establecen derechos que protegen a los
política, el concepto de democracia individuos unos de otros y a todos del Estado
participativa está asociado a un campo que han creado, y que se plasman también
de desarrollo reciente que incluye los en una constitución (o su equivalente legal
conceptos de espacio público, sociedad y funcional).
civil, democracia deliberativa, entre otros,
que constituyen el terreno analítico de la En el pensamiento liberal, los
innovación democrática y de una forma intereses de los individuos están dados,
de entender el estudio de los procesos de anteceden al proceso político. Por tanto,
democratización. la elección de los representantes es un

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ejercicio estratégico en su naturaleza y las contradicciones sociales. La política sólo


acotado en sus alcances. No hay espacio puede ser pensada como antagonismo, y
para la deliberación, y la participación se las leyes e instituciones sólo sirven a la
circunscribe al acto del voto, asimismo clase dominante.
limitado a unos pocos individuos a quienes
En la tradición republicana pueden
se reconoce el estatuto de ciudadanos, es
rastrearse los cimientos conceptuales de
decir, de individuos con derechos.
un concepto participativo y deliberativo
Otra forma decimonónica de pensar de la democracia. En la Grecia antigua, el
la vida política sin considerar la posibilidad ágora como espacio y el debate público
de la participación ni de la deliberación fue como práctica fundamentaban la república,
la escuela marxista. En esta vertiente, la el descubrimiento y la implementación del
sociedad no se piensa como formada por un interés colectivo de los ciudadanos. Se
conjunto de individuos formalmente iguales, trataba, como mucho se ha dicho, de una
sino por dos clases sociales principales, la democracia directa y deliberativa, pero
burguesía y el proletariado, cuyos intereses excluyente y por tanto poco participativa,
son también prepolíticos, pues están dados pues la mayoría de la población, los
por su propia posición en el proceso de esclavos y las mujeres, estaban fuera de la
producción. Por tanto, no hay posibilidad de polis. Pero este modelo ideal ha inspirado
reconciliación ni de negociación política de la recuperación contemporánea de los

Alberto J. Olvera Rivera

Doctor en Sociología por la Graduate Faculty of


Political and Social Science of the New School for
Social Research de Nueva York. Investigador del
Instituto de Investigaciones Histórico-sociales de
la Universidad Veracruzana. Miembro del Sistema
Nacional de Investigadores del CONACYT Nivel III
y Miembro de la Academia Mexicana de la Ciencia.

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principios participativos y deliberativos de Desarrollo contemporáneo.


la democracia (ejemplarmente en Hannah
Arendt). La democracia participativa como
concepto tiene una historia reciente. El
De una forma radicalmente diferente, texto fundacional es el de Carol Pateman
suele rastrearse hasta J. J. Rousseau la (1970). La autora parte de una crítica a
idea de la Voluntad General como expresión los presupuestos de la teoría liberal, sobre
suprema del interés colectivo, que debe estar todo, la igualdad y la libertad del individuo
por encima de los intereses individuales autónomo. Las desigualdades sociales,
y la cual se procesa democráticamente. culturales, étnicas, de género y otras,
Pero el descubrimiento de esa voluntad propias del mundo moderno, anulan el
general presupone su propia existencia. principio de igualdad, multiplicándose, en
En efecto, para Rousseau, el proceso cambio, las formas de exclusión. La libertad
político descarta de manera progresiva es relativa, pues aun en las democracias
los intereses no colectivos y, mediante un occidentales el campo de acción de los
acto de decisión política, tomado en una individuos está restringido por factores
instancia legítima y representativa, permite económicos, políticos y culturales. Por otra
acordar, por mayoría, lo que es la voluntad parte, Pateman (1985) señala que la clásica
general. Una vez descubierta ésta, no separación liberal entre sociedad civil y
puede haber discordancias ni minorías, Estado (la cual es asumida también en
pues sólo hay una voluntad general. Se las versiones contemporáneas de la teoría
trata de una exigencia abrumadora de de la sociedad civil), es un error, pues en
unanimidad (Manin, 1998) que transforma la práctica el Estado está ineludiblemente
la deliberación y la participación políticas imbricado en el mantenimiento y
en un proceso cuyo único destino es la reproducción de las desigualdades de la
imposición de un concepto único del bien vida cotidiana y, por consiguiente, la idea
común. En todo caso, la participación del Estado como “autoridad independiente”
termina en el momento en que esa voluntad o “poder imparcial y circunscrito” es falsa.
es descubierta y acordada. Se deduce que lo “público” y lo “privado”
no pueden ser separados tan claramente,
pues en la práctica el Estado interviene en

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múltiples aspectos de la vida privada, en privadas de valores pueden ser discutidas


mayor medida cuanto más autoritario es. y acordadas, siempre que respeten
todas ellas los principios fundamentales
Por tanto, la democracia tiene que
de la convivencia y la tolerancia (o sea,
ser repensada radicalmente, como un
mientras el equivalente fáctico a la posición
proceso en continua expansión que debe
original sea respetado). En realidad, la
abarcar las empresas, las instituciones,
deliberación se piensa en torno del debate
los poderes del Estado y el mundo de las
de valores, que no de intereses, que siguen
asociaciones. Ante todo, el Estado debe
asumiéndose como dados (unos y otros).
ser democratizado (Poulantzas, 1980),
Las instituciones de la democracia (cortes,
y los partidos deben ser igualmente
parlamento) continúan siendo las últimas
democratizados y desburocratizados
instancias de solución legítima de las
(McPherson, 1977) por medio de la mayor
diferencias, ratificándose así la idea de la
participación de los ciudadanos. Sin
neutralidad del Estado.
embargo, todos los autores reconocen la
validez de la crítica, originalmente en Weber, Esta recuperación de la herencia
de que el Estado moderno es altamente liberal en filosofía, en sus distintas vertientes,
complejo y no puede ser alterado en sus se ha transformado, indirectamente, en
capacidades de comando burocrático sin versiones neoliberales de la participación.
consecuencias desintegradoras. Por tanto, A ello ha contribuido mucho la difusión
la democracia participativa deviene más un de la versión radicalizada del liberalismo
ideal que un proyecto político viable. en la ciencia política, la rational choice
theory, que asume que el proceso político
De manera paradójica, mucho
es únicamente de carácter estratégico, en
de la discusión contemporánea sobre la
el que cada individuo no busca mas que
democracia participativa ha sido ajena a
la maximización de sus intereses. Desde
estas contribuciones fundacionales.
esta perspectiva, la participación puede ser
En el campo de la filosofía política, pensada como funcional para el Estado y
una vertiente liberal vinculada a la herencia para los individuos si ello contribuye a la
del último Rawls (1993), acepta la posibilidad mayor eficacia de la acción de los gobiernos.
de la deliberación, por cuanto las diferencias Así, los ciudadanos pueden ser concebidos

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como stakeholders (accionistas) del liberal asume como única posible. La acción
proceso de las políticas públicas. Esto vale comunicativa emerge, según el autor,
por cuanto esos ciudadanos aceptan las directamente de las reglas del habla. Para
políticas del Estado, y sólo acompañan su comunicarnos, los humanos requerimos
proceso por mero interés privado. llegar a un mutuo entendimiento, así sea
para entender lo que decimos. Por tanto,
En cambio, desde la teoría crítica,
en la base misma de la interacción social
los aportes de J. Habermas han resultado
se halla un sustrato cultural-comunicacional
fundamentales en el desarrollo de nuevas
que posibilita acuerdos, en tanto se
versiones de la deliberación, el desarrollo de
mantenga la comunicación libre de trabas.
los conceptos de espacio público y sociedad
Ese sustrato, llevado a una escala social,
civil e, indirectamente, de la democracia
es el fundamento de una esfera pública
participativa.
vigorosa y de una sociedad civil con potencial
Desde su obra temprana La crítico (Habermas, 1998). Sin embargo, ese
Transformación Estructural de la Esfera concepto quedó atado al reconocimiento de
Pública, Habermas (1994 [1962]) había que la sociedad se articula esencialmente
localizado un espacio en que ciudadanos de manera sistémica, por lo que los medios
libres e iguales podían discutir asuntos poder y dinero, es decir, el Estado y el
de interés público. Habermas siguió el mercado, invaden los espacios públicos,
desarrollo histórico de estos espacios, “colonizan” el mundo de vida y bloquean las
tan sólo para concluir que éstos eran potencialidades del mutuo entendimiento.
crecientemente subsumidos por el capital
La intuición habermasiana, a pesar
y por el Estado moderno dentro de límites
de su sesgo racionalista en lo sociológico
al parecer infranqueables para cualquier
y pesimista en lo político, fue retomada (y
proyecto democrático. Pero en los ochenta,
criticada) por una gran diversidad de autores
Habermas (1989) publicó la Teoría de la
que desarrollaron, inspirados por la noción
Acción Comunicativa, donde por primera
de acción comunicativa, o dialogando con
vez se postuló el concepto de acción
ella, una teoría de la sociedad civil (Cohen
comunicativa, como un tipo de acción
y Arato, 2000), un concepto complejo del
distinta de la estratégica, que el pensamiento
espacio público (Calhoun, 1991; Crossley y

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Roberts, 2004; Avritzer y de Souza 2002), que presuponen la posibilidad de acceso y la


una versión de la democracia deliberativa relativa igualdad de los participantes; con el
(Dryzek, 2000; Bohman y Reig, 1997), un de democracia deliberativa, pues lo que se
proyecto de la democracia participativa hace mediante la participación es deliberar,
(Fung y Olin Wright, 2003; Rueschemeyer, en su doble sentido de discutir argumentos
Rueschemeyer y Wittrock, 1998; Santos, racionalmente y decidir con base en ellos.
2004; Bacqué, Rey y Sintomer, eds., 2005;
Desde el punto de vista teórico, la
Dagnino, Olvera y Panfichi, 2006; Avritzer,
democracia participativa no puede aceptar
2010).
la noción, sea liberal o marxista, de que los
No hay una sola versión de la intereses y los valores de los ciudadanos
democracia participativa en este vasto están dados prepolíticamente. Por el
conjunto de autores. Desde el punto de vista contrario, lo que se busca con la participación
normativo, la democracia participativa se y la deliberación es precisamente crear,
asume como un proyecto de construcción de cambiar o criticar las preferencias, intereses
una democracia que no se limita al ámbito y valores de los ciudadanos. Puede
electoral, sino que avanza en la creación de decirse que en la literatura hay un fuerte
espacios en los que los ciudadanos debaten, sesgo constructivista que apuesta a la
deciden y exigen cuentas en campos cada posibilidad del diálogo racional, al acuerdo y
vez más amplios de las políticas públicas, a despliegue de una capacidad crítica. Por
con base en su autonomía política, su tanto, se coincide con aquellas visiones que
autoorganización, y su capacidad crítica consideran a la política como una actividad
y técnica. No es difícil percibir la estrecha creadora de sentido, de identidad y de
correlación que un tal concepto de organización, y a la vez indeterminada en
democracia participativa tiene con el de sus alcances y resultados (Maíz, 2001).
sociedad civil, pues los ciudadanos rara
Dagnino, Olvera y Panfichi (2006)
vez pueden intervenir en lo público desde la
sostenemos que existe un proyecto
individualidad, sino que lo hacen por medio
participativo en América Latina, vale decir,
de sus organizaciones y movimientos; con
una aspiración consciente y definida
el de espacio público, pues la participación
por desarrollar la “democratización de la
se produce en espacios sociales específicos

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Democracia participativa: las bases conceptuales

democracia” (Avritzer y Santos, 2002),


por medio de innovaciones participativas
(Isunza y Gurza, 2010). No se trata de un
proyecto acabado, sino de una aspiración Bibliografía
compartida que enfrenta múltiples
Avritzer, L. (2002), Democracy and the Public
obstáculos sistémicos (ante todo, la profunda
Space in Latin America. Princeton:
desigualdad existente) y la hegemonía de
Princeton University Press.
diversas formas del proyecto autoritario en
un escenario global aun dominado por el ———, y Santos, Boaventura de Souza
neoliberalismo. (2006 [2002]), “Para ampliar el canon
democrático”, en Santos, Boaventura
Sin embargo, en materia de
(ed.), Democratizar la democracia: los
democracia participativa, América Latina
caminos de la democracia participativa.
exporta conocimiento y experiencia al
México: Fondo de Cultura Económica.
mundo. En particular, “el presupuesto
participativo” (Santos, 2004), que inició su ——— (2010), Las instituciones participativas
trayectoria en Porto Alegre, Brasil, en 1989, en el Brasil democrático. Jalapa:
se ha vuelto un modelo de experiencia Universidad Veracruzana.
democrática que hoy se imita en 500
Bacqué, M.-H.; Rey, H. y Sintomer, Y.
ciudades del mundo.
(eds.) (2005), Gestion de Proximité
Puede observarse que en los et Democratie Participative: une
estudios actuales sobre la democracia perspective comparative. Paris: La
participativa hay una continuidad normativa Découverte.
con la principal fundadora del tema
Bohman, J., y Rehg, W. (eds.) (1997), Deliberative
(Pateman), y un reconocimiento de que los
Democracy. Cambridge: The mit Press.
límites sistémicos que enfrenta el proyecto
participativo son formidables. Calhoun, C. (ed.) (1992), Habermas and the
Public Sphere. Cambridge: The mit
Press.

Cohen, J. L. y Arato, A. (2000 [1992]), Sociedad

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Crossley, N., y Roberts, J. M. (eds.) (2004),
After Habermas: New Perspectives on ——— (1998 [1992]), Facticidad y validez.
the Public Sphere. Oxford: Blackwell Madrid: Trotta.
Publishing.
Isunza, E. y Gurza, A. (eds.) (2010), La innovación
Dagnino, E.; Olvera, A. J,. y Panfichi, A. (2006), democrática en América Latina. Tramas
“Para otra lectura de la disputa por la y nudos de la representación, la
construcción democrática en América participación y el control social. México:
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J. Olvera y Aldo Panfichi (eds.), La
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disputa por la construcción democrática
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en América Latina. México: Fondo
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de Cultura Económica- Universidad
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radicalización de la política”, en
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México.
Fung, A. y Olin Wright, E. (eds.) (2003),
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Representativo. Madrid: Alianza Editorial
formas institucionales de gobierno
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Santos, B. de S. (2004), Democracia


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