Yo y tú

Martín Buber
Camila Espinosa Pasquel/00411561

 Martín Buber nos propone unas relaciones del Yo las cuales son: Yo-
Tú y Yo-Ello, estas palabras básicas como el las llama son pares.
 El hombre puede dirigirse hacia el otro como Tú o como Ello y la
comunicación establecida no será igual.
 Las palabras básicas no significan cosas, sino que indican relaciones.
Son relaciones ya que dichas ellas, dan lugar a la existencia.
 Para que se pueda dar el Yo-Tú tiene que venir desde el ser, en
cambio el Yo-Ello nunca podrá venir del ser ya que uno de ellos es un
objeto. “No existe ningún Yo en sí, sino solo el Yo de la palabra básica
Yo-Tú y el Yo de la palabra básica Yo-Ello”
 Existimos de manera que entramos en relación con el otro o con lo
otro
 La relación con el Tú es inmediata
 A los sentimientos se los “tiene”; El amor es responsabilidad de un Yo
por un Tú.

 El ser humano explora la superficie de las cosas y las experimenta. Extrae de ellas un saber relativo
a su condición, una experiencia. Experimenta lo que está en las cosas, pero las experiencias solas no
acercan el mundo al ser humano.
 Nada cambiaría al respecto si a las experiencias externas se les añaden las internas. Y nada
cambiaría al respecto si a las experiencias visibles se les añaden las secretas.
 En cuanto experiencia, el mundo pertenece a la palabra básica Yo-Ello. La palabra básica Yo-Tú
funda el mundo de la relación.

Tres son las esferas en las que alcanza el mundo de

la relación:

1. La primera: la vida con la naturaleza. Decirles

Tú se queda en el umbral del lenguaje
2. La segunda: la vida con el ser humano.
Podemos dar y aceptar en Tú.
3. La tercera: la vida con los seres espirituales.
No percibimos ningún Tú.

 Relación es reciprocidad: Mi Tú me afecta a mí Podemos considerar un árbol como lienzo, podemos

como yo lo afecto a él.
Aquel que invierte la relación suprime la realidad, la
relación puede subsistir aun cuando el ser humano a
quien digo Tú no lo perciba en su experiencia. Pero
el Tú es más de lo que el ello conoce, el Tú hace más
de lo que el Ello sabe. La cuna de la vida verdadera:
Ninguna decepción tiene lugar en este ámbito.
seguir su huella como movimiento, clasificarlo como
un género, prescindir de su identidad y
configuración, volatilizarlo y eternizarlo. En todos
estos casos el árbol continúa siendo el objeto, ocupa
su lugar en el espacio y tiempo, su naturaleza y
cualidad. Pero por unión de voluntad, al considerar el
árbol sea llevado a entrar en relación con él, de
modo que entonces ya no sea un Ello.

La eterna materia prima del arte es una forma en la cual se confrontan el hombre y los deseos de convertirse
en una obra a través de él. Se trata de un acto esencial del ser humano, si lo realiza con todo su ser la
palabra básica a la forma que se le aparece, entonces la obra se origina. Ese acto entraña un sacrificio y un
riesgo. La actualidad no es lo fugitivo y pasajero, sino lo que actualiza y hace perdurar. Los seres verdaderos
son vividos en la actualidad: los objetos, en el pasado. El acto esencial del arte determina el proceso en el cual
la forma se convierte en obra.