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dossier A

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E S

U/ZÁ EL ENEMIGO MÁ S PODEROSO que tiene la poesía en la escuela es la excesi­


va racionalidad con la que se le mira. Ese intentar comprenderla, explicarla domi­ ,

narla y no dejar que sea ella quien nos domine, quien nos emhar�ue con su music al i ­

dad y su ritmo es lo que hace que muchas veces se deje arrinconada. Es difícil
explicar poesía. Pe ro, ¿por qué hacerlo?

Siempre que pienso en la poesía recuerdo una frase que la Alicia de Carroll dedo
después de escuchar un texto: liMe parece muy helio, pero más hien difí c il de enten­
der. Sin emhar�o, me llena la cabeza de ideas, aunque no sé precisamente de qué
ideas se trata".
En este dossier hemos querido defender una poesía no escolarizada. Tomada, no de
libros "ex-profeso" s ino de la calle, de la biblioteca de los papás o de las lecturas
personales del maestro o maestra.
Carmen Bral'o-VilIasante ahre el dossier con un recuerdo de sus lecturas De un li­
.

bro que recof.:e folklore y juef.:os rec op ilados por Ignacio San: hemos seleccionado
los más poéticos: los primeros que el niño hace con la madre. Antonio Ventura, como
bue n lector de poesía ha seleccionado algunas que pertenecen a poetas que se diri­
f.:en a un púhlico adulto. El último artículo pertenece a un conocido in ve stigado r
francés, Georf.:es Jean, en el cual da alf.:unas pautas para que la poesía entre en la
escuela. Cerramos el dossier CO/1 una hihliof.:rafía amahlemente cedida p o r la Aso­
cia c ión de Amigos del Lihro Infantil y Juveni l que recoge lo publicado hasta el año
/989. Y, en la misma página, algunas opiniones sobre los poetas y la le ctura de la
poesía.
Las ilustraciones que nos acompañan pertenecen al lihro de Edward Lea r El om­ ,

nibús sin sentido puhlicado por Visor. La ilustración de esta páf.:ina acompaña a un
texto que dará energía a cuantos maestros e stén dispuestos a llevar la poesía a sus
aulas:
Erase una vez una vieja de HuI!
Perseguida por un toro en exceso violento;
Puso en medio una invisible espada
y gritó: "¿Quién tiene miedo?"
Lo que a este to/"O violento aS01nhró.

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Los grandes poetas y el niño
CARMEN BRAVO-VILLASANTE·

ACE UNOS DíAS, José Bergua. Éste era un libro leído y ocurrido ahora / por casualidad. / Cerca de
cuando se le conce­ releído, con preferencia mía por algu­ unos prados/ que hay en mi lugar, I pasaba
dió el Premio Nacio­ nas poesías. Recuerdo la pasión que un Borrico / por casualidad. / Una flauta en
nal de las Letras al sentía por el poema del uruguayo José ellos/ halló. que un zagal/ se dejó olvidada
gran poeta José Hie­ Asunción Silva (1865-1896) titulado / por casualidad. / Acercóse a olerla / el di­
rro, éste hizo unas declaraciones inte­ "Nocturno", cuyo lirismo musical me cho animal Iy dio un resoplido I por casua­
resantísimas sobre la lectura de poesía. incitaba a bailar el poema como si fue­ lidad. / En la flauta el aire / se hubo de co­
Dijo: "Cuando se habla de que en Es­ ra un tango. De ritmo sincopado, pues lar, / y sonó la flauta / por casualidad. I
paña no se hace caso de la poesía, es alternaba el verso breve con el verso -¡Oh! -dijo el Borrico.:/ ¡Qué bien sé tocar!
cierto para la lírica. La poesía dramáti­ largo, con repeticiones estratégica­ / ¡ Y dirán que es mala / la música asnal! /
ca ha tenido mejor suerte. El proble­ mente colocadas, el "Nocturno" era el Sin reglas del arte, / borriquitos hay / que
ma, quizá resida en que a los niños no mejor ejemplo para que un niño apren­ una vez aciertan/ por casualidad.
se les enseña a leer poesía; entienden diese a oír la auténtica "música del En otro sentido, aunque también di­
la trama, pero no aprenden a oír la au­ poema". Todavía no puedo oírlo sin dáctico y moralizador, porque era
téntica música de la poesía". que me estremezca esa música inefa­ emotivo, nos gustaba el poema de José
y en otro momento añade que la ble. Vay a leer los primeros versos: Martí (1853-1895) "Cultivo una rosa
poesía es ritmo. Una noche/ una noche toda llena de mur­ blanca", que dice así:
Cuando yo estudiaba el bachillerato, mullos, de perfumes y de música de alas: / Cultivo una rosa blanca, / en julio como
en la clase de literatura se leía mucha una noche/ en que ardían en la sombra nup­ en enero, / para el amigo sincero / que me
poesía y era costumbre la recitación de cial y húmeda de luciérnagas fantásticas, / y da su mano franca. / y para el cruel que me
poesías. Empezábamos por el Roman­ a mi lado lentamente, contra mí ceñida toda, arranca I el corazón con que vivo, I cardo ni
cero que era poesía dramática, con una muda y pálida, / como si un presentimiento ortiga cultivo, I cultivo la rosa blanca.
acción clara y definida, con un estribi­ de amarguras infinitas/ hasta el más secreto Era muy bella e inquietante la "Can­
llo pegadizo. Había algunos romances fondo de las fibras se agitara, / por la senda ción de otoño de primavera" de Rubén
líricos, pero pocos. Todavía recuerdo florecida que atraviesa la llanura /camina· Darío (1867-1916). Precisamente por­
aquel "Romance de Doña Alda", que bas; / y la luna llena / por los cielos azulo­ que estábamos en plena primavera in­
empieza: sos, infinitos y profundos esparcfa su luz tuíamos, presagiábamos, qué podrfa
En París está Doña Alda, / la esposa de blanca; / y tu sombra, / fina y lánguida, / y ser ese otoño:
don Roldán; / trescientas damas con ella / mi sombra, / por los rayos de la luna pro­ ¡Juventud, divino tesoro, / ya te vas para
para la acompañar, / todas visten un vestido, yectadas, / sobre las arenas tristes, / de la no volver! / Cuando quiero llorar, no lloro, /
/ todas calzan un calzar,/ todas comen a una senda se juntaban./ y eran una,/ y eran una, y a veces lloro sin querer...
mesa, I todas comían de un pan, /sino era / y eran una sombra larga, Iy eran una som­ Prodigioso fue el aprendizaje y la re­
Doña Alda, / que era la mayoral. bra larga, I y eran una sombra larga... citación de "Los motivos del lobo", de
De los romances de poetas anónimos, Otro poema arrebatador por su rit­ Rubén Daría (más de 160 versos), y de
pasábamos a las poesías, a los poemas mo, muy distinto al de "Nocturno" era "La rosa-niña", ejemplos de poesía na­
de los grandes poetas en una selección la "Canción del pirata", que empezaba rrativa y también musical. Este aprendi­
magistral de la "Biblioteca Literaria así: zaje y esta continua lectura de poesía nos
del Estudiante", dirigida por D. Ra­ Con diez cañones por banda, I viento en llevó a leer poesía por nuestra cuenta.
món Menéndez Pidal, donde alternaba popa a toda vela, I no corta el mar, sino vue­ La Segunda Antología poética de
la poesía lírica con la poesía dramática la I un velero bergantín. Juan Ramón Jiménez se convirtió,
y la humorística o jocosa, por decirlo y el estribillo: muy pronto, en un devocionario. Des­
así, en la que destacaban las fábulas y Que es mi barco mi tesoro, / que es mi de entonces me sé de memoria mu­
los epigramas. Dios la libertad,/ mi ley la fuerza y el vien­ chos poemas, aquel de "El poeta a ca­
Desde el Cantar del Mio Cid al Arci­ to,/ mi única fuerza la mar. ballo", que comienza así:
preste de Hita, Lope de Vega, Calderón, El comienzo de "A Jarifa en una or­ ¡Que tranquilidad violeta,l por el sendero,
Góngora, Gutierre de Cetina, Garcilaso gía", también era muy atractivo musi­ a la tarde! I A cabalIo va el poeta... / iQué
de la Vega, Baltasar de Alcázar, hasta calmente, aunque se tuviera una idea tranquilidad violeta!
Iriarte, Samaniego, Espronceda con su muy confusa de lo que era una orgía: Después La voz a ti debida de Pedro
"Canción del pirata", Zonilla, el Duque Trae, Jarifa, trae tu mano, / Ven y pósala Sali nas y aquel poema final que dice:
de Rivas y Bécquer, con sus Rimas. en mi frente,/ Que en un mar de lava hirien­ ¿Las oyes cómo piden realidades las somo
La variedad era enorme y la selec­ te/ Mi cabeza siento arder. bras I que los dos forjamos, en este inmenso
ción tan buena que el alumno lector Especialmente, en la línea divertida, lecho de distancias?
gustaba de la poesía. Luego venía un nos entusiasmaba "El burro flautista", y Marinero en tierra, de Rafael Al­
gran libro, cuyo título asustará hoy de Tomás de Iriarte, de corte didácti­ y el libro de Canciones de Fede­
berti,
día: Las mil mejores poes(as de la len­ co, con su anécdota y su moraleja: rico García Lorca, muchas de las cuales
gua castellana, edición preparada por Esta fabulilla, / salga bien o mal,/ me ha están dedicadas a las niñas, sus amigas.
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En aquel tiempo de mi infancia y de de suponer que por el exotismo de los Felipe, Vicente Aleix.andre, Jorge Gui­
mi primera juventud no se hablaba de versos maravillosos modernistas: llén, Gabriel Celaya, Gerardo Diego,
poetas para niños; se leía poesía de los Este era un rey que tenía / un palacio de Dámaso Alonso, BIas de Otero, y los
grandes poetas, y se asimilaba, porque diamantes, I una tienda hecha de día I y un iberoamericanos: Rubén Darío, Pablo
se amaban aquellos poemas. A los do­ rebaño de elefantes. / Un kiosko de malaqui­ Neruda, Cesar Vallejo, Jorge Luis
ce, trece y catorce años llené varios ta, / un gran manto de ilusión, / y una gentil Borges y Ernesto Cardenal, con valio­
cuadernos de poesías escogidas por princesita. / tan bonita, / Margarita, / tan bo­ sas introducciones. Muchos de estos
mí, que todavía conservo. Como sin nita, / como tú. libros son para niños que están camino
querer, iba haciendo una antología de Verdaderamente este poema rube­ entre la infancia y la juventud. Si algu­
romances, de canciones, de autores niano es un cuento en verso, una histo­ nos de estos poemas resultaran difíci­
modernos, como Fernando Villalón, ria fantástica. les para la primera edad, ya sabemos
García Lorca, Alberti, J. Ramón Jimé­ Los recuerdos de mi propia infancia que ésta tiene el folklore a su disposi­
nez, Pedro Salinas, Antonio Machado, y mi ex.periencia con niños y la de di­ ción y la poesía fácil y elemental ins­
Manuel Altolaguirre, Emilio Prados ... versos maestros, me hace ver que los pirada en ese mismo folklore, tal como
También seleccionaba de Bécquer, niños son muy sensibles a la poesía y a hizo García Lorca en sus Canciones y
RosalÍa de Castro, y trozos de prosa la poesía de los grandes poetas. De ahí María Elena Walsh en su libro T utú
poética de Rabindranath Tagore. que cuando he preparado las antolo­ Marambá, y Gloria Fuertes en sus pri­
Estoy utilizando estos recursos auto­ gías de la literatura infantil española, meros libros.
biográficos porque pueden dar idea de iberoamericana y universal, no haya En una sociedad supermecanizada y
la formación del gusto poético de una dudado ni un solo instante incluir en burocratizada como la nuestra, con
niña a través de la lectura frecuente de estos poetas al lado de poetas que es­ una técnica poderosa, se hacc cada vez
los grandes poetas, que es lo que me cribían expresamente para los niños. más necesaria la poesía: el mundo de
sucedió a mí. De las épocas pasadas escogí los la fantasía y la belleza.
Estos días hemos visto los libros que Cancioneros, el Romancero, a los poe­ Esta sociedad, en exceso deshuma­
leía el niño Andrés Sajarov. En sus tas de los siglo s de oro, y posterior­ nizada, siente nostalgia de los pura­
"memorias", que acaban de publicarse, mente a los fabulistas de los siglos mente poético. La verdadera forma­
recuerda la historia de El Zar Saltán, XVIII y XIX, a Harzenbush, a Cam­ ción humanística puede volver a
en verso, de Puschkin, y más tarde la poamor, a Concepción Arenal, a Zorri­ recuperarse con la lectura de la poesía.
lectura del gran poema Eugenio One­ na y del siglo XX a Unamuno, a los Si como ya se ha dicho, el folklore es
guin, del mismo poeta, que se sabía de poetas de la generación del 27, Y a los una de las primeras manifestaciones
memoria. Entre nosotros estos libros modernos, a José Hierro, a Rafael poéticas que debe conocer el niño,
se han traducido en prosa, debido a su Montesinos, y a Jaime Ferrán, magní­ creemos que en una época en que el
dificultad. El niño leía y comentaba ficamente dotado para la poesía de utilitarismo y la tendencia hacia la es­
los poemas con su abuela. adultos y para niños, según demuestra pecialización limitan y hasta mutilan
Al ser escasos los poetas de calidad en los libros caligramáticos de Maña­ al individuo, la lectura de los grandes
que escriben expresamente para niños, na de parque, Tarde de circo y La pla­ poetas p uede contribuir de modo defi­
los cuales desde muy pequeños se sir­ ya larga, que he tenido el honor de nitivo a dejar sembrada la semilla para
ven del folklore infantil, casi siempre que me lo dedique, Es la playa larga todo lo bello y para la formación com­
versificado y con su ritmo y gracia es­ que va desde Salou a Tarragona, en u n pleta del ser humano.
peciales, se impone la selección de tiempo en que yo la conocí, y era una De la educación estética, del sentido
poemas de los grandes poetas. playa desierta, de inconmensurable be­ poético del niño y del adolescente, de­
Recientemente me decía una profe­ lleza, y que Jaime Ferrán ha sabido pende la educación del adulto, tan ale­
sora española que daba clase en Ale­ describir con su amplio y largo verso. jado hoy de la poesía, tan necesaria en
mania a los hijos de españoles emigra­ Con la intención de acercar a los la sociedad actual, esquemática, fría,
dos, su sorpresa al ver que niños de grandes poetas a los niños se creó la utilitaria y funcional.
ocho y nueve años se habían emocio­ Colección de "El Carnaval de las Le­ No quiero terminar sin citar las pala­
nado, con emoción estética y cordial, tras", en 1987, de Montena (Mondado­ bras del gran poeta Octavio Paz, al que
al leerles el poema de Antonio Macha­ ri),donde se han publicado tres libros se le acaba de conceder el Premio No­
do, que comienza: de poesía: Poemas de Federico García be!. Dice Paz:
Anoche cuando donnía I soñé, ibendita Lorca, Poesía. Árbol joven y eterno de
ilusión!, / que una fontana fluía / dentro de J. Ramón Jiménez y Poesía. Palabra "La poesía nos ayuda a recordar
mi corazón. en el tiempo de Antonio Machado. Al lo que so mos y "

y cuyo final es: hacer la selección de los poemas de "Un pueblo sin poesía, es un pue­
Anoche cuando donnfa / soñé, ibendita estos poetas no he tenido más que re­ blo sin alma".
ilusión!. / que era Dios lo que tenía / dentro cordar lo que a mí me gustaba de pe­
de mi corazón. queña. Es cierto que algunas cosas no
Poema este que a mí me encantaba las entendía, pero como dice Rabin­
• Carmen Bravo-Vlllasante es escritora
cuando tenía esa edad y durante mi dranath Tagore, el niño queda deslum­
adolescencia, y también decía cómo brado por ese misterio de la poesía a
medio desvelar. Ponencia presentada en el Curso de
les gustaba la poesía de Juan Ramón
Con esta misma intención Ediciones Verano organizado por el Vicerrectorado de
Jiménez, que empieza:
de la Torre, desde 1982, publica en su Extensión U n ive rsitaria de Casti lla· La Man·
i Verde, verderol, / endulza la puesta del
Colección "Alba y Mayo" a grandes cha del 11 al 13 de julio de 1990, recogida
sol!
poetas para niños: Miguel Hernández, en el libro Poesía infantil editado por el Ser·
También les gustaba "Mi vaquerillo"
Antonio Machado, J. Ramón Jiménez, vicio de publicaciones de dicha universidad.
de Gabriel y Galán y el poema de Ru­
bén Darío "A Margarita Debayle", es F. García Lorca, Rafael Alberti, León

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Juegos con la madre *

IGNACIO SANZ

1
os JUEGOS con la madre o personas allega­ te, siguiendo las indicaciones de cada caso, reirse, mover las
das al niño, son los primeros que le introducen manos o acentuar otros aspectos mímicos qu e le sirven al niño
un leng uaje de significaciones simbólicas, q ue para irse creando su propio universo. Estos juegos gozan de
le van a servir de soporte para adentrarse en el muchas variantes. Aquí nos limitamos a dar una muestra sucln·
-'., J
'.. mundo que le rodea. En realidad, en estos jue- ta de los primeros juegos que orientan la vida del niño, envian·
gos, quien participa de un modo activo es la madre; el niño se do al lector interesado a la publicación de Joaq uin O isz, Cien
muestra expectante ante el desarrollo del juego para, finalmen- Temas Infantiles (1).

TORTAS, TORTITAS llaman repitiendo


"Acusique Barrabás I en el infierno te
Tortas, tortitas. , higos y castañitas , verás".
azúcar y turrón I para mi niño son.
La madre con el niño sentado enci­ CURA SANA
ma de las rodillas, le coge las manos y
le hace palmotear al ritmo de la can­ Cura sana. cura sana I ancas de rana.
ción. levantándole los brazos en el úl­ si no se cura hoy I se cura mañana I y
timo verso. si no pasado por la mañana.
Como variante hemos encontrado en Fórmula mágica para calmar el do­
Muñoveros el último verso cambiado aquf aguardie nt e. I Por aquf cosqui/lita. lor y el llanto de cualquier coscorrón,
en "Ay. que ricas son". y en Lastras de cosquillitas , pa que se ría la gente. Se repite a la vez que la madre acaricia
Cuéllar se hacen las tortitas al ritmo de Este es uno de los muchos juegos y sopla la parte dolorida.
la siguiente cantinela: que se hacen con las manos del niño.
Tortitas. tortitas' a... unas poquitas La madre o quien juega con él toma la PAJARITO SIN COLA
mano de éste entre las suyas y le pal­
CINCO LOBITOS motea el dorso y la palma comenzando Mira un pajarito sin cola. I Mamola.
por el dorso y acabando por hacerle Al decir: "Mira un pajarito sin cola",
Cinco lobitos' tuvo la loba.' blancos y cosquillas en la palma. señalando algo que está en alto, el ni­
negros I detrás de una escoba. I Cinco pa­ ño levanta la cabeza y así da pie a que
rió. I cinco crió. I y a todos los cinco I te· LA REDONDITA se le pueda cosquillear en cuello, a la
tita les dio. vez que se repite: "Mamola, mamola,
La madre trata de fijar la atención La redondita, I de San Andrés. I una. mamola".
del niño pequeño en el movimiento de dos y tres.
giro que hace con la mano, con los de­ Se toma al niño de la muñeca y se le CUANDO VAYAS
dos abiertos, a la vez que canta. coloca la mano extendida con la palma
hacia arriba. Al ritmo de los dos pri­ Cuando vayas a por carne I que no te
meros versos se le dibujan al niño cír­
DATE, DATE den de aqu(. / ni de aquf. ni de aqu(; I que
culos en la palma con el pulgar y el ín­ te la den de aqu(. I de aqu( y de aquEo
Date. date. date I date en la mochita. I dice para acabar picoteando con ellos Se coge al niño de la mano hacién­
date, date, date I en la cabecita. al son de uno. dos y tres. dole extender el brazo y se le golpea
La madre canta a la vez que toma la con el canto de la mano en la muñeca,
mano del niño y le golpea con ella rit­ COJITA MANTELES el hombro y el codo al decir: "que no
micamente en la sien. te corten de aquí, ni de aquí. ni de
Cojita manteles I tres cuartos me debes aquí", para acabar haciéndole cosqui­
I si no me los pagas' cojita te quedes llas debajo del brazo, a la vez que se
TRAN. TRAN
Se canta andando a la pata coja, pre­ repite: "Que te den de aquí, de aquí y
-Tran. tran. , -¿Quién es? I -Manolito tendiendo que el niño lo imite. de aquí".
"El Espartero" I que viene a por el dinero
I del miriñaque de ayer. , -Tran. tran I - MAMA, PAPA
¿Quién es? (1) Díaz. Joaquín : Cien Temas Infantiles.
A la vez que se repite tran. tran, se -Mamá. papá' Pepito me quiere pegar. Centro de Estudios Folklóricos. dos to m os.
golpea en algo imitando el sonido de I -¿Por qué? I - Por náa, / por una cosita Vallad olid , 1981.
llamar a la puerta, con el fin de atraer que no vale náa; / por un pimiento. I por
la atención del crío que llora o no un tomate. / por una onza / de chocolate. • Los textos aqui presentados han sido

quiere comer. Se suele hacer remedando la voz del seleccionados del libro Juegos populares de
niño y su manía de acusar. Es una ma­ Castilla y León. Valladolid: Castilla Edicio­
POR AQUI FRiÓ nera de llamarle acusique por parte de nes. 1987.
Por aquf frio. I Por aquf caliente. I Por los mayores que los pequeños se 10

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La poesía no tiene edad
ANTONIO VENTURA

A POEsíA, la cenicienta de la literatura, sigue siendo, como diJo Celaya "un arma cargada de futuro". La

L
poesía, la más honda de las expresiones literarias, se aborda poco en la escuela, y urge recuperarla, co·
mo urge recuperar la palabra. De l romancero al poema visual hay suficientes versos para jugar, reir,
emocionar. Al igual que para la música, se debe educar el oído y la sensibilidad; luego ya será larde pa­
ra captar el rit mo, la sonoridad, la sugerencia, el misterio. Vayan aquí algunos e jemplos
.

ESCONDITE INGLES Para el gato, un cascabel.


Una, dos y tres, Para el ratón, una trampa.
escondite inglés, Para el querer, la puerta.
a esa niña de rojo Para el sueño, una ventana.
ya no la ves. Para la muerte, una cruz.
Jugaba con naranjas, Para la cruz, una raya.
les mordía el zumo, Para la raya, una sombra.
arrancaba tomillo, Lo mejor del carnaval Para la sombra, un fantasma.
niña de humo. es que te pones tu rostro Para el silencio, una voz.
Baja a la calle y nadie lo va a notar Para la voz, una máscara.
vuelve a subir, Para la máscara, un rostro.
las estrellas la miran El sueño que se repite Para el rostro, una mirada.
no quiere donnir. nos da ganas de soñar Para la mirada, un mundo.
Cuéntame un cuento para saber cómo sigue Para el mundo, una palabra.
cuéntame ciento, Para la palabra, un hombre.
dame la mano, Aquí te dejo las rimas Para el hombre, un nombre: nada
se la llevaba el viento aprende a bien colocarlas José Bergamín
de aquel verano. después si quieres las tiras
Una, dos y tres
escondite inglés, Usaba el profe quevedos
a esa niña de rojo en la nariz respingona
ya no la ves. y sin embargo enseñaba
Carmen Martín Gaite las soledades de góngora.
Mario Benedetti

DANZA PRIMA
¿Quién dirá que no es una, la rueda de la fortuna?
¿Quién dirá que no son dos, la campana y el reloj?
ENTREACTO ¿Quién dirá que no son tres, dos prusianos y un francés?
Las palabras corren a cambiarse ¿Quién dirá que no son cuatro, tres escudillas y un plato?
de vestido. Se bajan los telones, y ¿Quién dirá que no son cinco, tres de blanco y dos de tinto?
las bambalinas ¿Quién dirá que no son seis, los amores que tenéis?
vienen de nuevo sobre los basti­ ¿Quién dirá que no son siete, seis sotanas y un bonete?
dores. ¿Quién dirá que no son ocho, siete cameros y un mocho?
Sujeros, verbos y adverbios, ¿Quién dirá que no son nueve, ocho galgos y una liebre?
vestidos ya de otra manera, vuel­ ¿Quién dirá que no son diez, nueve condes y un marqués'! �
ven ¿Quién dirá que no son once, diez y medio y un vizconde? r .
a escena. Queda un grupo ¿Quién dirá que no son doce, las que dan la medianoche?
de adjetivos mirando Popular asturiana.
por la abertura del telón.
Va a empezar el poema siguiente.
Joan Brossa

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En la escuela de la poesía *

GEORGESJEAN

AS CONSIDERACIONFS de las bibliotecas públicas piden libros del tiempo. No debería, tampoco, ser

I�
siguientes quisieran ser de poesías. s6lo una actividad de circunstancias.
pedagógicas con la con­ Todos los sondeos o encuestas rápi­ La dificultad para el profesor aficiona­
dición de que se precise das que he podido hacer con los bi­ do a la poesía es mantener esta activi­
bien el sentido de la pa­ bliotecarios cercanos a estos niños de­ dad más allá de la simple curiosidad,
labra pedagogía. Demasiado a menu­ muestran que al principio alguien, un del interés, del compromiso de un ins­
do, efectivamente, el sentido de la pa­ profesor o profesora, ha sido el prime­ tante, ya que la actividad poética es
labra pedagogía es reduccionista. Fre­ ro en desencadenar este deseo. una actividad a largo plazo y la im­
cuentemente se me ha reprochado Estas banalidades hace falta repetir­ pregnación poética solicita una cierta
pretender que era posible una pedago­ las en una época donde en el dominio lentitud de tiempo. Implica igualmente
gía de la poesía. pedagógico la gente tiene tendencia a por parte del niño un cierto "trabajo".
tomar sus deseos por realidades. Iría, Trabajo diferente ciertamente del tra­
¡E S C I E R T O QU E incluso, más lejos proclamando que bajo escolar cotidiano, pero trabajo
LA P OESIA NO SE ENSEÑAI no existen deseos (en este campo y en que no se realiza sin esfuerzos. Para
He intentado, al principio de este li­ muchos otros) sin provocación. Las algunos niños, la actividad poética es
bro, explicar demasiado brevemente actividades poéticas en una clase es­ actividad de placer y ella parece trans­
que la poesía es otra cosa que un géne­ tán a menudo unidas a los sucesos y a currir naturalmente. Para otros (el ma­
ro literario entre otros. los intereses específicos que pueden yor número) se inscribe entre las otras
En consecuencia, no se aprehende nacer con ocasión de tal o cual cir­ actividades de la escuela y necesita es­
como las diferentes materias. Tendería cunstancia de la vida escolar. Por fuerzos particulares que pueden mo­
a afirmar que esto es cierto para toda ejemplo, cuando estos niños de la es­ lestar. El profesor deberá persuadir a
la literatura que no es, en sentido es­ cuela maternal vean por primera vez aquellos que aman naturalmente la
tricto, "literatura crítica". Una novela en su patio un verdadero fuego, en­ poesía, que el amor, la pasión. etcétera
es, primero, objeto de lectura, por lo cendido por un guardián para quemar no son suficientes. A los otros, deberá
tanto, de deseo y de placer. La imagi­ las hojas muertas del otoño. Y descu­ ayudarles a descubrir en ellos que el
nación y la sensibilidad conciernen bran la belleza de un elemento que tan deseo, el placer de sumergirse en lo
tanto como la inteligencia. La poesía, escasamente tienen ocasi6n de con­ imaginario bien vale un cierto número
además, hunde las raíces, las fuentes templar en sus HLM calentadas por de esfuerzos.
mismas del lenguaje muy profunda­ radiadores. La profesora, compren­ Haría falta, naturalmente, distinguir
mente en el ser, cuerpo y alma. Se tra­ diendo que ocurre algo, puede aprove­ los momentos de lectura, audici6n, re­
ta entonces de abordar este lenguaje de char la ocasión para leer algunos pe­ citación, los momentos de escritura;
otra manera. Lo ideal sería, claro, que queños textos sobre el fuego. Un esta última actividad no deberá ser,
los niños, los adolescentes descubran poema de Eluard, por ejemplo, puede salvo excepciones, programada de nin­
por ellos mismos los poemas que "les servir: guna manera.
hablan". Je fis un feu, /' azur m' ayant abandonné I Remarquemos que no debería plan­
Un feu pour elre mon ami... I Le livre ou­ tearse en este nivel periodos explicati­
EL NIÑO NU N C A D ES C UBRE vert. vos. ¡En la escuela elemental no se ex­
SOLO L OS TEXTOS POE TIC OS ¡Y comienzan una serie de activida­ plica un poema, sino que se busca,
Me inclino a disipar de primeras esa des de lenguaje, gráficas, musicales, para decirlo mejor, tomar su respira­
ilusión por numerosas razones: razo­ corporales, sobre el fuego! ción!
nes materiales -los libros de poesía in­
LA AC TIVIDAD POETICA DEBERlA LAS VERDADERAS DIFICULTA DES
c1uídas las antologías- muy raramente
SER REGULA R Y PR O VOCA DA COMIENZA N CON EL COLEGIO
se encuentran en las bibliotecas fami­
liares. Más frecuentemente, reconoz­ La poesía en la escuela elemental no Ya en el colegio la poesía se con­
cámoslo, en las secciones "infantil I está forzosamente unida a un empleo vierte en un "género" de texto, o más
juvenil" de las bibliotecas y de los precisamente, un género literario en­
COI de colegios e institutos. Sin ha­ tre otros. La poesía es materia de pro­
blar del caso de los niños de la escuela grama y a menudo objeto de trabajo
maternal que todavía no saben leer. escolar y de aburrimiento. Algunos
Hay que admitir que los niños rara­ adolescentes. a menudo se refugian e n
mente buscarán espontáneamente li­ los poemas que leen, los recopian e n
bros de poesía si no han sido incitados cuadernos secretos, diarios íntimos
por alguien a hacerlo: los padres, el que raramente muestran. Ciertamente
profesor, un compañero. Ocurre que no es inútil abordar la poesía por la li­
los niños en las secciones "juveniles " teratura. Aún menos, saber situar los
poemas en su historia. Y para los tex-

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tos antiguos y clásicos un fino cono­ Todo lo que precede tiende a procla­
cimiento de la lengua, tanto en el pIa­ mar, sin duda con alguna ingenuidad,
no léxico como en el sintáctico, es una que "la escuela de la poesía" no es una
necesidad. Pero es igualmente desea­ escuela en el sentido estricto y gene­
ble sacar el poema de los colegios, ins­ ralm en te admitido de este término, si­
titutos y universidades, descolarizán­ no de una manera de ser, de vivir, y
dolos de alguna manera. Conviene unir que debería durar toda la vida. Pero no
tanto como se pueda, las actividades habría que contentarse con las ideas
necesarias de literatura y actividades gen erales. Todavía hace falta disponer
de li bre creación. Me inclino a subra­ de instrumentos pedagógicos y de con­
yar aqu í que la poesía no constituye de ceptos operat orios precisos.
ninguna manera un dominio reservado donde se multiplican los cursos de for­
a los niños y a los adolescentes escola­ mación permanente de reciclaje, de re­ • El siguiente texto pertenece al libro: A

rizados. Adultos de todas las edades y conversión, etcétera, que la cultura de /'école de la poesie (Editions Retx, París,
de todas las condiciones sienten la ne­ la sensibilidad y de la imaginación 1989), inédito en nuestro país.
cesidad de salir de sí mismos, de can­ participa, mucho más de los que se po­
tar, de crear con alguien. Nos olvida­ dría pensar a priori, en el equilibrio de Traducción: Ana Garralón.
mos muy fácilmente, en una época la personalidad global.

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