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Ensayo final
Resumen:
En el presente ensayo, me he puesto un objetivo personal: demostrar el por qué todos los arquitectos
contemporáneos deberían usar el cine como su herramienta inicial, incluso antes del mismo boceto sobre
me es más visible con el tiempo. Las imágenes hablan por sí solas y a medida que me acerco al cine, no
logro proyectar un edificio sin desentrañar su sensibilidad narrativa. Con la ayuda de posturas teóricas y
elementos gráficos, expongo la idea de que la arquitectura posterior al cine de Eisenstein celebró una
metamorfosis procesual: la arquitectura depende del cine y sus herramientas propias para llevar a cabo
una experiencia espacial genuina, y este modo volverse en arquitectura narrativa. Esto sucede-en un
enfoque específico- gracias al montaje de atracciones, a los experimentos del cineasta ruso sobre los
grabados de Piranesi realizados en el siglo XVIII, así como a los arquitectos que buscaron diluir los
Antes de Eisenstein, la industria cinematográfica permaneció apresada en una serie de retos técnicos que
limitarían su potencial narrativo y emocional. No por esto es despreciable el proceso evolutivo del cine,
pues por primera vez en la historia aparece un aparato capaz de captar una secuencia de imágenes para
convertirlas en una historia, y hacer de esto algo verosímil no fue una tarea fácil. Aunque considero que la
búsqueda de la continuidad narrativa en Norteamérica en las primeras décadas del siglo XX fue en
general frívola y sin contenido, a su vez esta misma industria naciente fue la que retó a las tendencias
vanguardistas a darle al cine una metamorfosis extática. A partir de estas subyacentes se teoriza y estudia
una herramienta cinematográfica versátil, que abunda en la mayoría de los procesos artísticos y revela la
interdisciplinaridad de estos para otorgar a la obra una profundidad emocional de alcances magnos en un
espectador insaciable. Este instrumento es el montaje, que celebra su génesis extática al noreste de Europa
un siglo atrás.
No fue Eisenstein quien invento este método, pero si fue él quien tuvo la particularidad de entretejer
elementos útiles de las artes y explotar el máximo potencial que le permitían dos imágenes confrontadas.
En realidad, Eisenstein volvió el montaje un discurso de la modernidad. Fue, además, el primer cineasta
que ve en la arquitectura el poder de la imagen. A partir de su cine, resulta imposible desligar el saber
Eisenstein fue un hombre de emociones. Su padre -arquitecto e ingeniero civil partícipe del modernismo
soviético del siglo XIX- lo obligó a seguir su mismo aprendizaje. A pocos años dejó la escuela de
arquitectura por la Revolución, y a esta por el teatro. Posteriormente incursionó en el mundo del cine,
donde le fue inevitable entrelazar las técnicas cinematográficas y lo que sus pocos años en arquitectura le
dejaron. Eisenstein tiene publicados y traducidos apenas una breve sección de todos sus ensayos sobre
arte, cine y reflexiones en torno a la imagen. Entre sus numerosos textos llamó mi atención
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Figura 1 Figura 2
aguafuerte. El grabado de Piranesi es una entre numerosas piezas de lo que podría ser su trabajo más
importante y una de las publicaciones más significativas del neoclasicismo: Le Carceri d'Invenzione
(1745 1760). En su estudio sobre Piranesi, Eisenstein demuestra que la composición de la imagen pasa a
través de una secuencia de operaciones que componen el montaje. Gracias al afecto de Eisenstein en esta
obra, la arquitectura se reconoce como un personaje narrativo del espacio cinematográfico y el cine se
Este bucle interdisciplinar nos lleva a la segunda imagen (la figura 2). Eisenstein encontró el grabado
(figura 1) en un estante decorativo de algún museo provincial en Moscú, y su obsesión con este lo obligó
a sacar una copia. Con el grabado en sus manos, surge en él la reflexión sobre qué sucedería si el grabado
sufriera un momento de éxtasis y se saliera de sí mismo. El resultado es un boceto muy rápido en tinta de
la misma Carcere Oscura de Piranesi, ajustado a las proporciones. Luego procedería a etiquetar con letras
cada componente del aguafuerte, con mucho cuidado sublevar todos los elementos y “deconstruir” el
El semicírculo de piedra “A” superior vuela más allá de los límites de la lámina. ... Las
columnas “a1” y “a2” parecerían "estallar" dentro de la hoja fuera de sus bordes. ... “E” se
desvía en zigzag hacia adelante, como en una carrera más allá de los límites de los contornos de
la hoja”
En una secuencia construye una especie de juego de transgresión de la obra original. Pese a lo particular
de este experimento, lo que resulta más impresionante es lo que posteriormente sucede a este: Eisenstein
Figura 3
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¡Una conclusión milagrosa! La Figura 3 corresponde al grabado que Eisenstein encontró en el mismo
museo un tiempo después y representa los espacios extáticos de una manera tan teatral y escenificada que
Eisenstein no pudo evitar estudiar a fondo. Piranesi dibujó estas cárceles en su delirio mientras padecía la
malaria, sin saber que su obra sería un potente referente de montaje cinematográfico. Estas cárceles son la
creación de un espectáculo de yuxtaposiciones. Una imagen “A” existente son las ruinas romanas con las
que Piranesi estaba obsesionado, mientras que la imagen “B” rondaba en su delirio en forma de
Similar a una catedral gótica, los grabados producen una explosión no solo espacial, sino temporal. Las
cárceles de Prianesi son “cataclismos interiores que transfiguran al hombre trastornando su estructura
espiritual, su concepción del mundo y su actitud frente a la realidad” (Eisenstein, S. Piranesi ou a fluidez
das formas. 2016. Kinoruss, p17). El montaje tiene como objetivo esto mismo: confrontar dos imágenes y
-a diferencia de la continuidad clásica del periodo mudo- generar una tercera imagen que en realidad está
en la mente, para de este modo lograr una obra profunda y desgarradora. Piranesi para diversos autores es
considerado el primer cineasta porque, aunque suene como una postura descabellada, observar estos
grabados en el siglo XVIII era todo lo actualmente el cine busca alcanzar como objetivo principal: una
historia con secuencias, ancladas mediante un montaje de atracciones que le brinde un simbolismo propio
a la obra.
Gracias a este vínculo entre un cineasta vanguardista y un arquitecto neoclásico, resulta más fácil en el
arquitecto teórico Manfredo Tafuri explicó cómo en el proyecto arquitectónico moderno las diferencias
son exorcizadas por el proceso de montaje de Eisenstein. La diferencia de dos espacios se puede camuflar,
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así como se puede hacer evidente. Tomando ventaja de eso, la imagen, lejos de ser solo un artefacto
provocar conmoción. Fue directamente a raíz de Eisenstein en su ensayo Piranesi o la Fluidez de las
Lo hizo de igual modo Le Corbusier (pabellón Phillips) y lo hace y expresa (elogiando las observaciones
“…sorprendentemente hay muy poca diferencia entre una actividad y la otra… Creo que el arte del
guionista es el de concebir secuencias de episodios que creen suspenso y una cadena de eventos… La
mayor parte de mi obra es el montaje, el montaje espacial” (Delirious New York, 1978).
He mencionado el pabellón Phillips de Le Corbusier, que claramente fue un edificio que en conjunto con
el musico y arquitecto Iannis Xenakis fue pensado para experimentar la relación de edificio-imagen-
sonido. Sin embargo, el pabellón Phillips posee un valor formal tal que subordina la experiencia de la
continuidad. Aunque podría entrar a explicar la obra de Le Corbusier con relación al montaje de
atracciones, me interesa aun mas (y hace mas evidente la construcción de la narrativa mediante la
contraposición de espacios como imágenes) la vivencia en la obra del arquitecto norteamericano Louis
Khan. Uno de sus proyectos no construidos es un magnifico ejemplo de montaje sobretonal: El convento
Figura 4
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La planta de este edificio evidencia los cambios de tono que, además, varían en cuanto a la misma
mutabilidad del recorrido. Una secuencia de espacios que se encuentran contiguos entre sí, con una
misma proporción se organizan “métricamente”. Sin embargo, se puede observar como la transgresión
por rotación y yuxtaposición de los espacios centrales (que en un principio son de proporción cuadrada o
rectangular) generan un patrón que es el tono principal. Pese a que los tonos de la composición varían
como una onda entre lo simétrico y lo caótico, la esencia o “armonía” se mantiene estable. Esta armonía
es el rectángulo. Si observamos bien, los espacios siempre mantienen dicha configuración, pero en su
disposición generan un tono que reta constantemente la continuidad, el fácil recorrido y la legibilidad
homogénea. El perímetro de rectángulos organizados rigurosamente por su longitud nos recuerda esta
“armonía”, mientras que el espacio transgredido del medio establece un tono general.
La composición en este proyecto se entiende a partir de términos exclusivamente propios de la teoría del
montaje de atracciones de Eisenstein. Esto, en el caso del convento, se puede entender con más claridad
cuando Eisenstein se refiere a la obra de Piranesi y destaca que sus grabados tienen una materialidad
figurativa estable, aunque se disuelvan los objetos como elementos físicos de la representación. La
bóveda de piedra se puede volver un armazón de madera, pero su figuración material permanece intacta.
Figura 5 Figura 6
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Realicé un diagrama que se puede observar en la Figura 6, en donde el mismo convento empieza siendo
una secuencia métrica que por la naturaleza de su figuración ya presenta una armonía. En cambio, cuando
los elementos se contraponen sin perder la armonía, se genera un tono. El proyecto del convento de Louis
Khan hace una referencia a la escena de las Escaleras de Odessa en El Acorazado Potemkin de Eisenstein
(1925). Esto es porque el sobretono del montaje consiste en mantener una armonía clara o un elemento
que se repite para poder contraponerlo con elementos disidentes que, aunque son distintos a los planos del
Sin embargo, un atributo comparte tanto el Convento de las Hermanas Dominicanas de Khan, como el
Pabellón Phillips de Le Corbusier, las cárceles de Piranesi, o incluso la casa en Rio Frío de Rogelio
Salmona: Estas obras cuentan una historia. Esta “historia” pudo haber sido incidental, pero no siempre lo
es, por ello vale la pena revisar con rigor aquellos cineastas-arquitectos que han ofrecido conscientemente
esta reflexión. Piranesi puede ser el origen de esta tendencia arquitectónica, porque en medio de su locura,
Lo que hace Piranesi en la mayoría de sus cárceles podría entenderse como un montaje intelectual que
constantemente juega con todos los elementos que ofrece el montaje en todos sus tipos. Piranesi
desarrolla su obra con dos mecanismos: por un lado, la ilusión espacial, con el objetivo de profundidad
imaginaria de acuerdo con las reglas de alejamiento y acercamiento. Por el otro, las perspectivas son
puentes, pilares, arcos o galerías. Lo que lo relaciona directamente a un tipo de montaje intelectual es la
Luego de tres siglos nace el pequeño boceto de “explosiones” (figura 2) de Eisenstein por el cual
posteriormente los teóricos entablaron la reflexión del montaje espacial. El dibujo de Eisenstein a su vez
logró categorizar los fragmentos para hacer evidente los mismos elementos cinematográficos que aplica
con fragmentos discontinuos, entre otras muchas herramientas que aplicadas hacia la práctica
cinematográfica que convierten las Carceri de Invenzione en una obra proto-cinemática. En general, tanto
“La arquitectura y el cine son las dos únicas artes de nuestro tiempo. Creo pensar en mi propio
trabajo como lo hace Eisenstein en sus películas. Sus trabajos penetran únicamente en la verdad.
Sólo dan prueba de la realidad. Sus ideas, sus películas se parecen mucho a lo que me estoy
Cohen, Jean-Louis: Le Corbusier and the mystique of the URSS: Theories and projects for Moscow 1928-1936.
Es posible construir y proyectar pensando en cine. Las composiciones volumétricas pueden ser un
storyboard de proyectos con una trama compleja y sensible. Claro está que esta trama narrativa en la
arquitectura responde a herencias culturales y criterios sociales sumamente dinámicos, pero por este
mismo motivo la carencia de una identidad arquitectónica somete al edificio a un olvido vivencial, a un
olvido de la emoción misma. Tanto Eisenstein como Piranesi reafirman que, sí existe y ha existido una
práctica que puede tener el cine y la arquitectura para evitar la obsolescencia emocional del edificio, pero
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también incluso para tejer ciudades fragmentadas, puesto que entender la relación de un espacio con su
contiguo desde el conflicto de estos dos, es retar al espectador a recorrer, a observar lo que ofrece la
sucesión de pequeñas historias. Los espacios en sí mismos narran historias con su materialidad, la manera
en que la luz recorre el espacio durante el transcurso del día, la profundidad y la perspectiva perceptible y
heterogénea. Este es el delirio que escasea, el sueño de estallar de manera extática el espacio, unirlo al
tiempo y construir una narrativa para cada usuario, irrepetible y mutable con cada conflicto diario.
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Bibliografía
http://www.fadu.edu.uy/viaje2015/columnas/el-montaje-genesis-arquitectonico-cinematografica/
http://ocs.editorial.upv.es/index.php/LC2015/LC2015/paper/viewFile/824/1310
4. Baratto, R. Luz, Cámara… Espacio: el papel de los videos en la Arquitectura. 2014. Archdaily.
en-la-arquitectura
https://www.arquine.com/la-arquitectura-del-montaje/
6. Kale, G. Interacción entre cine y arquitectura. Una mirada a través de la primera mitad del siglo
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7. Nesbet, A. The Building to be built":Gogol, Belyi, Eisenstein, and the Architecture of the Future.
https://www.jstor.org/stable/pdf/3877306.pdf?refreqid=excelsior%3A782f07bcb165e4df1284600
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8. Cohen, Jean-Louis: Le Corbusier and the mystique of the URSS: Theories and projects for