Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PLÁNTALE
CARA
AL
MIEDO
Plántale
cara
al
miedo,
esta
es
una
máxima
que
tienes
que
seguir
cada
día.
Incluso
puedes
transformar
esta
frase
en
tu
mantra.
Un
perro
con
miedos
no
es
un
perro
feliz.
Tú
lo
sabes
bien
porque
le
ves
cada
día
y
puede
que
tenga
pequeños
miedos
fáciles
de
llevar,
pero
es
probable
que
haya
algo
que
le
de
pavor.
¿Los
petardos?
¿La
escoba?
¿La
aspiradora?
¿Los
truenos?
¿El
camión
de
la
basura?
¿El
ladrido
de
un
perro
que
no
ve?
¿Otro
perro
que
se
acerca?
¿El
ruido
del
portero?
¿Gente
desconocida
con
gorros,
mochilas
grandes,
paraguas?
¿Niños
corriendo?
Estos
son
algunos
ejemplos
que
pueden
atemorizar
a
tu
perro,
seguro
que
se
te
ocurren
más
ejemplos.
A
veces
lo
más
insospechado
le
puede
dar
miedo:
las
figuras
que
sostienen
la
carta
de
Menú
en
algunos
restaurantes;
una
bolsa
de
basura
que
vuela
sola;
cualquier
sombra
a
la
noche…
¿CÓMO
IDENTIFICO
LOS
MIEDOS
DE
MI
PERRO?
¿Cómo
identificar
estos
miedos?
Te
vamos
a
hacer
una
lista
de
algunas
de
las
posibles
reacciones
que
puede
tener
tu
perro
y
que
indican
claramente
que
tiene
miedo:
1-‐ Ladrar:
El
ladrido
es
una
de
las
comunicaciones
peor
interpretadas.
Puedes
pensar
que
es
por
agresividad,
pero
en
la
mayoría
de
los
casos
indica
miedos.
Los
ladridos
además
suelen
ir
dirigidos
hacia
lo
que
les
da
miedo.
2
Autores:
Eider
Suso
y
Oier
Martin
Blog-‐www.educacioncaninayfelina.com
PLÁNTALE
CARA
AL
MIEDO
2-‐ Echar
para
atrás:
Normalmente
ese
ladrido
suele
ir
acompañado
de
pequeños
pasos
hacia
atrás.
Esto
también
te
sirve
por
si
te
encuentras
con
un
perro
que
te
ladra
directamente,
fíjate
en
su
lenguaje
corporal,
si
recula
tiene
bastante
más
miedo
que
tú.
3-‐ Esconderse
detrás
de
ti:
¿Hace
falta
que
te
explique
algo
más?
Es
esto
de…
guau,
guau,
pero
por
si
las
moscas
me
pongo
detrás
de
ti.
4-‐ Acurrucarse:
Se
creen
que
se
vuelven
invisibles,
se
agachan,
se
tumban,
parece
que
vuelven
a
su
fase
de
cachorro.
Esto
lo
puedes
ver
si
le
gritas
a
él
(no
lo
hagas
nunca,
por
favor)
o
incluso
si
gritáis
en
casa.
Se
asustan
y
se
encogen
como
diciendo
“conmigo
no
va
la
cosa”
5-‐ Meterse
debajo
de
una
superficie:
Sirven
mesas,
camas,
sillas,
entre
la
taza
del
váter
y
el
lavabo
o
la
ducha…
cualquier
sitio
es
bueno
para
esconderse,
sobre
todo
si
se
asemeja
a
una
cueva.
6-‐ Dar
un
brinco:
Aquí
les
pasa
como
a
nosotros,
cuando
te
pegan
un
susto
das
un
bote,
cuando
ellos
se
llevan
un
susto
también
lo
hacen.
7-‐ Temblores:
Hay
diferentes
causas
por
las
que
un
perro
tiembla,
porque
tiene
frio,
porque
se
hace
pis
o
porque
tiene
miedo.
8-‐ Correr
sin
rumbo
fijo:
Hay
perros
que
por
desgracia
cuando
se
asustan
salen
corriendo
como
alma
que
lleva
el
diablo.
Estos
son
algunas
de
las
reacciones
que
puede
tener
tu
perro
cuando
algo
le
da
miedo.
Es
el
primer
paso
para
poder
empezar
a
ayudarle.
Ahora
necesitas
saber
a
qué
tiene
miedo.
Primero
fíjate
hacia
donde
dirige
la
acción.
Como
te
decíamos
con
el
ladrido,
va
enfocado
a
lo
que
le
asusta.
¿QUÉ
LE
DA
MIEDO
A
MI
PERRO?
v Se
encoge
cuando
gritas
=
le
dan
miedo
tus
gritos
v Ladra
o
se
esconde
cuando
suena
el
portero
=
le
asusta
el
portero
v Pega
un
brinco
cuando
pasa
un
niño,
bici,
patinete,
alguien
corriendo
=
le
da
miedo
el
movimiento
rápido
v Si
tiembla
cuando
hay
tormenta
=
ni
tiene
frio,
ni
se
hace
pis,
está
asustado
v Ladra
cuando
oye
un
perro
ladrar
a
lo
lejos
=
le
da
miedo
eso
que
no
sabe
de
donde
viene
ni
por
qué
ladra.
v De
noche
da
respingos
y
ladra
a
bolsas
de
plástico
que
ve
a
lo
lejos
=
se
asusta
con
las
cosas
que
no
conoce.
Estos
son
algunos
ejemplos,
podríamos
darte
1000
y
seguro
que
nos
dejaríamos
alguno,
porque
lo
que
a
uno
le
da
miedo
al
otro
no
y
viceversa.
Hay
veces
que
son
miedos
puntuales
que
se
pueden
controlar
o
que
se
dan
sólo
en
algún
momento
concreto.
Este
es
el
caso
de
los
petardos,
un
caso
complicado
de
solucionar
precisamente
porque
se
dan
muy
esporádicamente.
Lee
este
artículo
donde
te
damos
más
de
un
consejo
sobre
este
tema.
NIVELES
DE
MIEDOS
Hay
3
niveles
de
miedos
que
también
debes
conocer
para
poder
elegir
la
mejor
manera
de
ayudarle
a
superarlos.
A. Miedos
de
1º
nivel:
Se
dan
sobre
todo
en
perros
equilibrados
que
pueden
tener
miedo
en
algún
momento.
Es
normal,
nosotros
tenemos
miedo
de
vez
en
cuando,
seguro
que
tú
tienes
algún
miedo
de
vez
en
cuando.
Eso
no
significa
que
vivas
bajo
un
estado
de
pánico
constante.
Puede
que
le
den
miedo
los
petardos,
que
se
asuste
en
alguna
situación
en
concreto,
pero
enseguida
recupera
la
calma.
Ten
en
cuenta
que
el
miedo
es
la
sensación
de
peligro
inminente
que
nos
produce
un
estímulo
neutro.
Si
le
sobreproteges
puede
que
ese
poco
miedo
se
transforme
en
pánico.
Hombre,
si
te
aparece
alguien
con
un
cuchillo
amenazándote,
pues
es
lógico
que
te
sientas
en
peligro,
pero
esto
no
es
lo
más
normal.
B. Miedos
de
2º
nivel:
Aquí
el
perro
puede
que
tenga
un
pequeño
pico
de
estrés,
o
puede
que
no
sepa
cómo
gestionar
esa
situación
que
le
da
miedo
y
por
eso
va
a
más.
Normalmente
cuando
esto
pasa
es
porque
no
son
capaces
de
autogestionarse.
Y
suelen
ser
reacciones
desmesuradas
ante
el
estímulo
en
cuestión.
Dependerá
mucho
del
estímulo
que
sea
y
de
cómo
lo
afronte
tu
perro,
pero
tiene
solución.
Lo
primero
que
tendrás
que
hacer
será
una
reducción
de
estrés,
siempre,
sin
importar
el
caso
que
sea.
C. Miedos
de
3º
nivel:
Es
cuando
el
perro
entra
en
pánico.
Pude
ser
desde
no
querer
pasar
por
delante
del
estímulo,
a
quedarse
bloqueado,
a
ladrar
y
ladrar
y
no
poder
parar
hasta
que
el
estímulo
desaparece.
Nosotros
hemos
trabajado
casos
de
perros
que
no
querían
salir
a
la
calle
por
el
pánico
que
les
producían
todos
lo
estímulos
de
alrededor.
Para
solucionar
este
nivel
de
miedo
hay
que
hacer
un
trabajo
mucho
más
personalizado
y
tu
implicación
debe
ser
absoluta.
2. Le
asusta
el
portero,
el
timbre
o
el
teléfono:
Aquí
el
trabajo
va
a
estar
programado
de
antemano.
2.1.
Necesitas
otra
persona
para
trabajar
esto,
no
puedes
hacerlo
sola.
(por
lo
menos
para
empezar
a
contracondicionar).
2.2.
Debes
saber
cuándo
va
a
sonar,
por
eso
trabajas
con
otra
persona.
Tú
le
dices
cuando
tiene
que
llamar.
2.3.
Ten
preparado
un
buen
bote
de
sus
chuches
favoritos.
2.4.
Cada
vez
que
suene
el
portero,
el
teléfono
o
el
timbre
de
la
puerta
(recuerda,
tú
sabes
que
va
a
sonar)
echa
unos
pocos
chuches
al
suelo.
2.5.
Trabaja
esto
entre
5
y
7
veces
seguidas,
puedes
hacerlo
un
par
de
veces
al
día.
2.6.
Es
imposible
decirte
cuánto
tiempo
va
a
durar
este
proceso.
Va
a
depender
del
nivel
del
miedo
del
perro,
del
perro
en
sí
y
de
si
el
trabajo
que
realices
es
constante.
Aquí
influye
mucho
el
nivel
de
estrés,
si
está
muy
estresado
te
costará
bastante
más
solucionarlo.
Probablemente
necesites
la
ayuda
de
un
educador.
Estamos
acostumbrados
a
trabajar
este
tipo
de
casos,
mándanos
un
email
Trabajar
desde
el
cariño
y
la
empatía
es
lo
más
importante.
Verás
como
responde
mucho
mejor
al
tratamiento.
Es
mas
beneficioso
ayudarle
de
una
manera
amable.
Si
después
de
haber
leído
esta
guía
aún
te
quedan
dudas
o
crees
que
necesitas
la
ayuda
de
un
educador,
mándanos
un
email
y
cuéntanos
tu
caso.
Cuanto
antes
lo
hagas,
mejor.
No
esperes
ni
un
minuto
más.
Plántale
cara
al
miedo.