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ÉTICA PROFESIONAL

Humberto Correa

EJE 2
Analicemos la situación
Ética y Libertad: ¿Qué relación existe entre libertad y felicidad? 4

El deber ser como fundamento del obrar ético 8

La ética teleológica 8

La ética deontológica 9

Semejanzas entre Aristóteles y Kant 12


ÍNDICE
Pregunta del eje 2: ¿Qué relación existe entre libertad y felicidad?

Bienvenidos.

En el segundo eje abordaremos dos temas sumamente importantes. Estos son:


la ética del deber ser y la libertad.

La ética del deber ser es sin lugar a dudas una de las tradiciones más importan-
tes que hay en el pensamiento cada vez más globalizado sobre el comportamiento
INTRODUCCIÓN

humano y fundamenta buena parte de las éticas contemporáneas, como son: la


ética de los valores y la bioética.

Entenderemos que a veces tenemos que obrar por deber y no porque queremos,
pero que no por ello el cumplimento del deber ser deja de ser moralmente muy
satisfactorio.

Por otra parte, el tema de la libertad es una preocupación permanente, no solo


en la filosofía, sino en toda religión y se podría decir en toda persona. ¿Qué es la
libertad? ¿Los seres humanos gozan de la posibilidad de decidir o no? Son dos pre-
guntas que han sido formuladas a lo largo de la historia de la humanidad en diver-
sas religiones, grupos sociales y por grandes pensadores. Si se es o no libre también
es una pregunta personal, que se responde desde la concepción que tenga cada
quien sobre la libertad.

Cómo vimos en el eje anterior, pese a ése carácter subjetivo y cultural del tema,
es necesario hacerse la pregunta: ¿Qué es la libertad? Preliminarmente podemos
decir sin lugar a dudas que es un “estado” ideal al que se quiere llegar. Inclusive
en el lenguaje coloquial, usamos este concepto en frases como “me liberé de una
deuda” o “apenas esté libre voy a pasear”. En fin, ser libre, sentirse libre, suele ser
un sinónimo de bienestar, de logro adquirido.

Pareciera que los dos temas que trataremos en esta unidad se contraponen. A
primera vista nada más contrario a la libertad ideal, que el deber ser, esto porque
“deber” suena a “obligación”. Sin embargo, en esta unidad se mostrará que por el
contrario, el filósofo Kant arguye convincentemente que la libertad suprema de un
individuo se da cuando de manera autónoma decide asumir el deber ser.

Por esto extendemos ahora la invitación a asumir el reto de entender y aplicar


estos dos temas en sus vidas.
Ética y Libertad: ¿Qué
relación existe entre
libertad y felicidad?
La problemática de la libertad es de y madre ateniense, excluye por completo
suma importancia desde los comienzos los otros miembros de la sociedad, las mu-
mismos del pensamiento filosófico. Qué es jeres (así fuesen atenienses), los esclavos
la libertad, qué es ser libres y cuáles son y los pobres. Esta relación entre ética y la
las implicaciones del obrar libremente; son libertad no ha cambiado, porque sin duda
preguntas que han sido abordadas por para elegir cómo vivir y qué es lo que es
casi todos los filósofos occidentales. bueno y malo es necesario ser libre. Lo que
sí ha cambiado es quiénes son las perso-
Es natural que el concepto de libertad nas que socialmente se consideran libres.
haya sido tan ampliamente pensado, para
entender su importancia solo se necesita Ampliar los límites de “los libres” es una
mirar que para casi todas las personas el búsqueda de los seres humanos, ya que los
“ser libre” se plantea como un ideal: perso- que son libres son los que tienen derechos
nal, político y social. Nadie pensaría que se y a la vez deberes. A esto seguramente se
pueda desear ser esclavo, concepto con- debe que la Declaración Universal de los
trario al de libertad. Derechos Humanos diga en su primer pa-
rágrafo que “todos los seres humanos na-
Ahora bien, desde qué esfera se considere cen libres e iguales en dignidad y derechos
la libertad, desde la puramente subjetiva, la y, dotados como están de razón y concien-
política, lo social, o desde otras posiciones; cia, deben comportarse fraternalmente
demarca el concepto mismo de libertad. La los unos con los otros.”
definición del concepto de libertad como
la posibilidad de decisión determinó en el Independientemente de hasta donde se
filósofo Aristóteles una relación definitiva cumple y se ejecuta realmente este artícu-
de esa idea con la ética. La ética para él es lo para todas las sociedades humanas, en
una facultad del alma de los hombres, pero todas las culturas, su propósito fue justa-
no de todos los hombres como especie, ni mente enunciar que la condición humana
aun de todos los hombres como género. Es está por encima de cualquier característi-
una actividad tan solo de los ciudadanos, ca racial, de género o condición. En fin, se
de aquellos que pueden hacer política o puede decir que este artículo declara una
que son miembros activos de la polis: “lo proposición tautológica: “todo humano es
que buscamos no es solo la justicia sin más un humano”, y por tanto es libre. Decir que
(justicia particular) sino la justicia política “todo humano es un humano” puede pa-
(justicia universal). Esta existe entre per- recer una tontería.
sonas que participan de una vida común...
personas libres e iguales” (Aristóteles, Ética Sin embargo, en el desarrollo históri-
a Nicómaco Capítulo V). co, filosófico y ético de la humanidad no
lo ha sido tanto. Por ejemplo, se pude re-
La ética es un ejercicio posible para los cordar que los españoles, cuando llegaron
hombres libres, para aquellos individuos a América, al encontrarse con los pueblos
que fueran reconocidos como ciudadanos nativos, tan diferentes a ellos en todo, los
de la polis. En este punto es necesario re- consideraron una especie de “animalitos”,
cordar que los ciudadanos eran una mi- dudaron que tuviesen alma (Galeano,
noría en la sociedad ateniense, solo eran 1971), por lo cual no sentían culpa alguna
aquellos hombres libres, nacidos de padre matándolos, robándolos y expropiándolos

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de su tierra; los indios no eran humanos, cosas más que hacen que vivir sea un viaje
por tanto, no eran libres. lleno de matices.

Respecto de qué es la libertad, ¿Quié- Otra postura a destacar sobre la liber-


nes son las personas libres? y ¿Quiénes tad y la ética es la planteada por el filósofo
son por tanto aquellos que pueden obrar alemán Immanuel Kant, figura central en
éticamente, con un sentido de vida social la argumentación que dirige este eje. Kant
e individual? Son preguntas que han teni- dice que la libertad está relacionada con “la
do diferentes respuestas implicando cada mayoría de edad”, que no es llegar a una
postura, de unos y otros, consideraciones edad determinada, sino el momento en el
no solo filosóficas, sino supuestos políticos que un sujeto o un grupo social adquiere
y sociales y una enorme dimensión exis- autonomía, independencia y responsabili-
tencial. Las distintas respuestas las en- dad; por tanto no depende de nadie para
contramos de acuerdo a cada uno de los cuidar de sí mismo y tiene la suficiente ca-
modelos éticos, estos a su vez tienen una pacidad para decidirse por lo más conve-
apuesta ideológica; pues cada uno de ellos niente y asumir el deber de hacerlo.
plantea un tipo de sociedad, de estado, de
hombre y de humanidad. Si se mirase des- Al igual que para Kant, para el francés
de una dimensión política enmarcado en Michel Foucault tanto la ética como la li-
los preceptos de la democracia, se podría bertad son aspectos de la conciencia hu-
pensar que por lo menos en lo que respec- mana que van más allá de las reglas de
ta a la posibilidad de elegir y ser elegido. una sociedad, de la aceptación de algunos
El concepto de libertad es universal, en la valores y aún de las definiciones mora-
medida en que ya no existe formalmente les. este filósofo centra la discusión sobre
la esclavitud y los grupos sociales excluidos la libertad y la ética en el concepto de “sí
de este derecho, como mujeres, negros, mismo”, de ser uno un individuo distinto a
indígenas y otros ya pueden participar del todos los demás, claro está; sin descono-
juego democrático y si no lo hacen; se su- cer la relación política y las relaciones de
pone, es por una decisión personal. poder de los sujetos. Muy por el contrario,
Foucault plantea justamente que son los
Esta forma de libertad la denomina la sujetos los que poseen el poder de la liber-
filósofa nicaragüense Adela Cortina “li- tad y quienes pueden hacer una vida ética,
bertad como participación”. La posibilidad siendo esta forma de vivir una “relación
de participar es uno de los aspectos de del sujeto consigo mismo”, donde el sujeto
la ética y de la libertad de las sociedades libre busca una forma de ser y hacer. La
modernas más apreciadas. Sin embargo, ética es entonces un ethos que implica la
reducir la pregunta por la libertad y por el posibilidad de ejercer lo que Foucault de-
accionar ético a este único elemento es ile- nomina “un cuidado de sí”.
gítimo, porque la vida es sin duda mucho
más que votar para elegir un gobernante
o inclusive que la posibilidad de convertir-
se en gobernante. La vida implica también Ethos” es la palabra griega que describe el “comportamien-
escogencias individuales, aceptar las cos- to humano” y su significado.

tumbres de la sociedad o querer cambiar-


las, crear y dudar, soñar y amar, y muchas

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Desde esta perspectiva parecería que la ética sigue siendo un asunto de unos pocos,
de los pocos que son libres que por tanto pueden ocuparse de sí mismos y a la vez ejer-
cer dominio y cuidado sobre los otros. La ética se evidencia entonces como un “poder
ser” y un “poder hacer”, que aunque se han ampliado los límites del ejercicio político;
sigue perteneciendo a los pocos privilegiados que tienen el tiempo y el espacio para de-
sarrollar una conciencia sobre la vida en términos generales y sobre el vivir en términos
particulares.

Pareciera que, al enmarcar la libertad y la ética en las relaciones de poder, la pregunta


por los que son libres quedaría respondida. Serían aquellos que tienen el poder de ha-
cer lo que consideran conveniente, los que cuidan de sí mismos. Todos aquellos que no
tienen el poder de la libertad, quedarían entonces exonerados del ejercicio ético al no
poder decidir, siendo sometidos a todas las situaciones de exclusión posibles.

Sería una ingenuidad negar que de hecho exista infinidad de circunstancias que limitan
a los individuos debido a las relaciones de poder, las condiciones socio políticas, condicio-
namientos psicológicos, físicos, culturales, religiosos; son determinantes en las vidas de
todos nosotros. Para poner un ejemplo: un individuo que nació esclavo (en la época y/o en
las sociedades donde existía o existe la esclavitud), seguramente le sería más difícil ejercer
la libertad, desarrollar su conciencia, cuidar de sí mismo y ejercer lo que Foucault denomi-
na “el arte de vivir” con respecto a un individuo que nació libre y adinerado.

Pese a lo anteriormente dicho y reconociendo que en el ser libre influyen elementos


circunstanciales como los ya mencionados; filósofos como Sartre hacen un plantea-
miento contrario: La libertad para los humanos, en cuanto humanos, no es una opción
sino una condena; el hombre está condenado a la libertad. Según la posición radical de
Sartre la libertad es una condición necesaria de la humanidad, no hay excusa ni salida,
no se podría decir que las circunstancias vitales, como por ejemplo: la condición social,
raza, cultura o los rasgos psicológicos nos determinan a tal punto que coarten la liber-
tad. La libertad es para Sartre más que una libertad de acción, es la libertad que da la
conciencia, en la que el sujeto, si bien es cierto que está limitado por las circunstancias
de la vida, puede decidir cambiar, ser y hacer de otra manera.

Otra postura contradictora a las tres que ya he-


mos expuesto se conoce como “determinismo”. Esta
escuela niega de manera total la libertad humana,
el libre albedrío, al punto que proclama que hasta Edipo de Tebas, personaje de una tragedia del drama-
los hombres libres lo son por una determinación del turgo griego Sófocles, en el cual el personaje principal
hace lo posible por escapar al destino impuesto desde
destino, Dios o el azar social; así que todos seríamos su nacimiento por los dioses, y fracasa. Su sufrimiento se
como el trágico Edipo, realizando a oscuras lo que volvió parte central de la cultura occidental por medio del
llamado “complejo de Edipo” descrito por el psicoanalista
está marcado en nuestro designio vital. En nuestra Sigmund Freud.
época, buena parte de la psicología social (la que
busca predecir cómo se comportan las personas en
determinadas circunstancias sociales) está condicio-
nada por una variante u otra del determinismo.
No sobra decir que en la postura adop- La ética teleológica
tada desde el comienzo por este módulo,
las ideas parecidas al determinismo no
tienen cabida más que como ejemplos a
rebatir. Sin embargo, no podemos ignorar- Esta corriente ética considera que el
las; pues la evidencia cotidiana nos habla obrar humano está encaminado a bus-
constantemente acerca de la falta de li- car un fin. Así, el problema de las accio-
bertad que constriñe constantemente a nes humanas es responder por el sentido,
nuestras acciones. La ética es una acción la pregunta que subyacente es entonces
solo posible desde la libertad, por esta ra- ¿Qué sentido tiene mi obrar? O dicho de
zón es tan importante asumir que existe otra manera ¿Por qué he de obrar bien?
una responsabilidad de desarrollar la con- Cuando se parte del obrar bajo el precepto
ciencia para poder vivir con responsabi- de que se está buscando un fin, entonces
lidad, porque tal vez no somos tan libres las consecuencias de los actos en cuanto
como lo planteó Sartre, ni tan presos de favorables o desfavorables tienen gran im-
las determinaciones, como lo planteó el portancia para valorar una acción como
determinismo filosófico. En un punto me- buena o mala. El razonamiento lógico sub-
dio podríamos decir que no somos libres de yacente es entonces que ninguna acción
elegir lo que nos pasa, pero sí de decidir que cause daño o sufrimiento a sí mismo o
qué hacer con los que nos pasa. a otro se puede considerar que tiene un fin
ulterior positivo.

La ética que configuró Aristóteles desde


El deber ser como fundamento esta perspectiva sería una ética teleológi-
del obrar ético ca, ya que él dice que el sentido de la vida
humana es buscar la felicidad y que por
Antes de abordar lo que sin lugar a du- tanto la guía del obrar; es la realización
das es una de las posturas más influyentes de acciones que conduzcan a encontrar la
en el pensamiento filosófico desde el siglo tan anhelada felicidad humana. Como se
XVIII, como lo es la ética del deber ser y menciona anteriormente, para Aristóteles
presentar el pensamiento de su mayor ex- solo las acciones virtuosas que producen
ponente: Kant, es necesario establecer la bienestar individual y colectivo puede lle-
diferenciación existente entre la ética te- var a este fin, alcanzar la felicidad.
leológica y la ética deontológica. En la
historia de la ética han existido diversas El que los humanos buscamos un fin y
posturas que responden por la razón que obramos en busca de un fin y que todos los
motivaría a un ser humano a obrar ética- humanos deseamos ser felices, es una ver-
mente. Estas son las más reconocidas las dad de sentido común. La ética deontológi-
cuales se describirán a continuación: ca, más que negar esta realidad; cuestiona
que los fundamentos del verdadero obrar
ético se puedan sostener sobre un precepto
tan volátil como es el deseo de conseguir un
fin, sobre todo si este fin es “ser feliz” como
estado del ser que se hace por un lado subje-
tivo y por el otro socioculturalmente relativo.

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Además de lo anteriormente expuesto, la ética teleológica
es de naturaleza heterónoma, pues la obligación ética es im-
puesta desde afuera, el buscar el bien. El sentido último no es
una decisión propia de la voluntad, sino que por el contrario
Heterónoma Condición de la voluntad
se da por una fuerza externa, que impone el hacer. Se vio en que se rige por imperativos que están
el primer eje que para Aristóteles, como digno representante fuera de ella misma (RAE).

de la sociedad griega a la que perteneció, era racionalmente


insostenible que una persona pudiera siquiera considerar al-
canzar la felicidad mediante el daño a otros, pero como ya
se dijo, la sociedad griega del siglo V, fue la sociedad de las
virtudes, el ser virtuoso era por tanto requisito para ser feliz.

La ética deontológica

Mientras la ética teleológica es heterónoma, la ética deontológica es autónoma, es


decir; el impulso que motiva el obrar ético procede directamente de la decisión de la
persona, es producto de su voluntad. Esto trae como consecuencia que la acción sea
realizada independientemente de los beneficios que pueda traer para quién la realiza.
No se obra para conseguir un fin, se obra por el deber ser. Su principal exponente es el
filósofo Immanuel Kant, sobre cuyas ideas versará el resto de este eje. Si quieren ampliar
este concepto, les recomendamos el siguiente artículo.

Lectura complementaria

Ética profesional y deontología. Papeles del Psicólogo.

Bermejo, V. y Río, C.

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77811790001

¡Recomendaciones!

En relación con la lectura lo invitamos a realizar la actividad control de lectura.

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Video

Los invitamos a observar el siguiente vídeo:

Cana filosofía. (2016, julio 16). Immanuel Kant - La aventura del pen-
samiento (cap. 9) [Archivo de video]. Recuperado de https://youtu.
be/8MoWQgvxfR4

Sinopsis: resumen de la perspectiva ética de Kant de parte del filóso-


fo ético más famoso del mundo hispanohablante.

¡Recomendaciones!

En relación con la lectura lo invitamos a realizar la actividad video con preguntas.

Kant expuso los fundamentos de su éti- que sus acciones no le traigan un beneficio
ca en el libro titulado “Crítica de la razón directo en el sentido de Aristóteles de acer-
práctica” (1778) y en “Fundamentos de la carse a la felicidad personal. El concepto
metafísica de las costumbres” (1785). En de autonomía en Kant está directamente
estas dos obras queda en claro que para relacionado con el de libertad y el de ética,
Kant la ética es producto de la razón, o pues para él el verdadero acto de libertad
más bien, el obrar ético debe ser dirigido de una persona se da cuando autónoma-
por la razón; pero la razón que opera allí mente decide cumplir con el deber.
no es la “pura”, sino “práctica”. Así, el pri-
mer fundamento de la ética kantiana se No es la búsqueda de un beneficio di-
cimienta en mostrar que la ética, aunque recto o ulterior lo que debe fundar los ac-
sea racional; es práctica y se manifiesta tos éticos, tampoco debe ser el miedo al
en los planos de desempeño humano, sin castigo lo que debe dictar que hago o que
dejar de ser “formal”, es decir universal y no hago. Es el ejercicio de la voluntad el
racional. Aunque haya diferencias en los que lleva a hacer lo que se debe hacer y es
contextos en que se mueven las personas, el razonar el que dicta qué es lo que debe
todos los seres humanos puedan llegar a hacerse en cada ocasión.
las mismas verdades de carácter ético.
Debido a la universalidad de la razón (lo Kant propone que las personas pueden
razonable, según Kant, es lo mismo para efectuar tres tipos de acciones: las acciones
todo el mundo), es posible que cualquier “contrarias al deber”, las acciones “confor-
persona pueda llegar a escoger autóno- mes al deber” y por último están las ac-
mamente obrar acorde al deber ser, aun- ciones “por deber”; las cuales son las úni-

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cas que tienen “valor ético”. Para entender antes de cualquier suceso, evento, acción,
cada una de estas acciones recurriremos a o cualquier otra circunstancia que pueda
un ejemplo: si una persona se está ahogan- influir en la toma de decisión.
do en un río y yo la estoy viendo, pero no
la salvo porque esa persona habló mal de Para que sea posible entender lo que
mí; estaría actuando “contrario al deber” significa el imperativo categórico, reto-
porque me estoy vengando al dejar que se memos el ejemplo de la persona que está
ahogue. Si yo la salvo con el propósito que ahogándose. El imperativo categórico me
me pida perdón, estaría actuando “según indica en este caso que el “deber ser” de
el deber y por inclinación mediata”; pues si la situación es que hay que echarle a un
bien es claro que debo salvarla, los motivos salvavidas, una cuerda o emprender cual-
que tengo para realizar tal acto son egoís- quier tipo de acción equivalente en ayuda
tas. Para Kant este es un “acto neutro” ya de toda persona que lo requiera, sin im-
que lo salvo con una condición. Dado el portar si es Mahatma Gandhi o Adolfo Hit-
caso de que quien esté en peligro sea mi ler. Esa sería una ley a priori, el suceso a
amigo y lo salvo sin importar si me da las posteriori es indagar quién es esa persona,
gracias o no, estoy actuando “por deber y qué es lo qué le pasa, qué beneficio o per-
por inclinación inmediata”, pues hago bien juicio me va causar ayudarla; en fin; lo a
al no esperar recompensa; pero experimen- priori es algo desprendido de mis circuns-
to una satisfacción personal al salvar a tancias particulares. En términos kantia-
alguien a quien aprecio. Si la persona que nos no “está determinado por nada” sino
se está ahogando es un total desconocido por la sola percepción racional de que es
para mí, pero aun así lo salvo porque es “lo lo correcto y nadie puede acusarme de ser
que hay que hacer”; entonces mi acción es egoísta por actuar de ese modo.
un acto éticamente bueno.
La manera como Kant nos dice si una
acción corresponde o no con el imperativo
categórico es la famosa frase: “obra de tal
modo que puedas querer al mismo tiempo
que tu acción se tome como ley universal”;
que se podría traducir más o menos así:
“ojalá todas las personas que se encontra-
Figura 1
ran en circunstancias similares a las mías
Fuente: https://cursosdefilosofia.files.wordpress. actuara de la misma manera en la que
com/2014/08/kanti.jpg?w=816&h=9999 actué yo”. En otras palabras, el imperati-
vo categórico de Kant, manifiesta que la
intención en todo obrar que pretenda te-
Queda claro que hay circunstancias en ner validez ética debería ser un modelo a
las que es fácil de determinar qué es lo seguir por cualquier persona en cualquier
que debemos hacer, pero no siempre re- circunstancia y en cualquier tiempo, es de-
sulta tan fácil saberlo. Consciente de ello, cir; un modelo universal.
Kant propuso una fórmula que es aplicable
universalmente; esta fórmula es conocida Aunque todo el sustento de la ética kan-
como el “imperativo categórico”, y es una tiana es de un orden profundamente ra-
ley a priori es decir; una ley que es válida cional, no por ello deja de tener elementos

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puramente observables: es posible tomar que es la razón la que ilumina cuál es el obrar
cualquier acción y preguntarse si corres- correcto, aunque Aristóteles apunta a que es
ponde o no con el imperativo categórico. la razón la que encuentra lo más beneficioso
Este carácter observable es lo que le da el a hacer (obrar heterónomo) y Kant dice que
carácter “práctico” a los juicios éticos. In- es la razón la que encuentra qué es lo que se
cluso una persona “anti-ética”, que realice debe hacer, y la voluntad del sujeto se inclina
de manera deliberada acciones que cau- a hacerlo (obrar autónomo).
san daño a sí mismo y a los otros, puede
reconocer a una persona “buena”; salvo La otra coincidencia entre la ética aris-
bajo algunos condicionantes muy claros, totélica y la kantiana es que para los dos fi-
podemos decir que un ladrón, por ejem- lósofos es la formación del carácter la que
plo; no consideraría como “ejemplar” su en última instancia determina el obrar de
manera de vivir. las personas. Entonces para Aristóteles la
persona debe construir una personalidad
Lo otro que es claro (y que es lo que sepa- virtuosa y hacer de la virtud una costum-
ra a Kant de Aristóteles) es que muy a me- bre, para Kant; la persona debe desarrollar
nudo el buen obrar atenta contra nuestro su conciencia ética, aprender a obrar acor-
propio beneficio y a nuestros instintos más de al imperativo categórico y forjar su vo-
primarios; como cuando cedemos el asiento luntad para hacer siempre lo que se debe,
en el bus a alguien de más edad o en con- sin importar si ese deber es contrario a sus
dición de discapacidad sin pararnos a hacer intereses personales.
cálculos sobre si esa persona está legítima-
mente más cansada o indispuesta que yo De igual manera, en estas dos filoso-
mismo por permanecer de pie. A menudo fías éticas hay un deseo manifiesto de que
el deber ser opera en contra de nuestros in- haya un bienestar general, una idea de
tereses más cercanos; incluso nos perjudica que el sentido último de la ética es pro-
como individuos, si bien uno de los requisitos piciar el bien para toda la humanidad. Es
del “deber ser” es que ese acto beneficia a esta última idea de la acción que lleva al
toda la humanidad en su conjunto. bienestar universal, hace que tanto Kant
como Aristóteles planteen la base de un
sistema ético que pretende regir para toda
¡Recomendaciones! la humanidad en cualquier circunstancia:
el sistema de los Derechos Humanos.
En relación con la lectura lo invitamos a
realizar la actividad video memonota.
¡Recomendaciones!
Semejanzas entre Aristóteles y Kant
Para finalizar lo invitamos a realizar
A pesar de estas diferencias entre la éti- la actividad evaluativa .
ca teleológica de Aristóteles y la deontoló-
gica de Kant, ambas tienen muchas cosas
en común: las dos son éticas racionalistas,
porque ambos filósofos parten de postular

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Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1 y 7. Se debe citar bajo la norma Bekker, que es la
aceptada.

Nussbaum, Martha. “La Fragilidad del Bien”. Visor, Madrid, 1995.

Kant, Immanuel. (1778-2008). “Crítica de la razón práctica”. Buenos Aires: Losada.

____________. (1785-2012). “Fundamentos de la metafísica de las costumbres”.


Madrid: Alianza.
BIBLIOGRAFÍA

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