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Durkheim, E.

“LAS REGLAS DEL MÉTODO SOCIOLÓGICO”


Recordemos la definición que da el autor del objeto de estudio de la ciencia
sociológica: Llamamos hecho social a todo modo de hacer, fijo o no, que
puede ejercer sobre el individuo una imposición exterior; o también, que es
general en la extensión de una sociedad dada, al mismo tiempo que posee
existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales.

Citas

Prefacio a la segunda edición (pág. 11)


“... Cuando se publicó la primera edición de este libro, provocó vivas controversias…”

“…La proposición de acuerdo con la cual es necesario tratar los hechos sociales como cosas –una
proposición que está en la base misma de nuestro método- es una de las que han suscitado mayor
oposición. Se consideró paradójico y escandaloso que asimilásemos las realidades del mundo social a las
del mundo exterior...”

"(...) no afirmamos que los hechos sociales son cosas materiales, sino que son cosas con iguales
títulos que las cosas materiales, aunque de distinto modo…”

“…Llamamos cosa a todo objeto de conocimiento que no es compenetrable naturalmente para la


inteligencia, todo aquello de lo cual no podemos forjarnos una idea adecuada mediante un simple
procedimiento de análisis mental, todo lo que el espíritu puede llegar a comprender únicamente con la
condición de salir de sí mismo, mediante observaciones y experimentaciones, pasando progresivamente de
los caracteres más externos y más inmediatamente accesibles a los menos visibles y más profundos…”
(pág.13)

“…Pero cuando se trata de hechos propiamente dichos, para nosotros son necesariamente, en el
momento en que nos proponemos hacer ciencia, factores desconocidos, cosas ignoradas, pues las
representaciones que uno ha podido forjarse en el curso de la vida no fueron resultado del método ni de la
crítica, están desprovistas de valor científico, y deben ser desechadas…” (pág. 14)

“…Por lo tanto, nuestra regla (...) exige que el sociólogo asuma el estado de espíritu que caracteriza
a los físicos, los químicos, los fisiólogos, cuando se internan en una región aún inexplorada de su dominio
científico. (...) es necesario que esté dispuesto a realizar descubrimientos que lo sorprenderán y lo
desconcertarán…”

“… En el estado actual de la ciencia, no sabemos realmente qué son ni siquiera las principales
instituciones sociales, como el Estado o la familia, el derecho de propiedad o el contrato, la pena y la
responsabilidad; ignoramos casi totalmente las causas de las cuales aquéllas dependen, las funciones que
cumplen, las leyes de su evolución; apenas puede afirmarse que en ciertos puntos comenzamos a entrever
alguna luz…” (pág. 16)

II

“… Otra proposición provocó discusiones tan vivas como en el caso anterior: es la que afirma que los
fenómenos sociales son exteriores a los individuos...” (pág. 17)
“… Sin embargo, lo que parece tan fácilmente inadmisible cuando se trata de los hechos sociales, es
cosa corriente en otros dominios de la naturaleza. Cuando al combinarse varios elementos producen
fenómenos nuevos, es necesario suponer que estos fenómenos están, no en los elementos, sino en el todo
formado por su unión…”
“… También es inadmisible suponer que cada aspecto de la vida, cada uno de sus caracteres
principales encarna en un grupo diferente de átomos. No es posible que la vida se descomponga de ese
modo: la vida es una y por lo tanto debe residir en la totalidad de la sustancia viva. Está en el todo, no en
las partes. (…) Y lo que afirmamos de la vida es aplicable a todos las síntesis posibles…”

“… Apliquemos este principio a la sociología. Si, de acuerdo con lo que se nos ha concedido, esta
síntesis sui generis que es toda sociedad produce fenómenos nuevos, diferentes de los que ocurren en las
conciencias solitarias, es necesario admitir que estos hechos específicos residen en la sociedad misma que
los produce, y no en sus partes –es decir, en sus miembros-. (...) son exteriores a las conciencias
individuales...”

“…De ese modo aparece justificada, mediante una nueva razón, la separación que afirmamos más
adelante entre la psicología propiamente dicha, o ciencia del individuo mental, y la sociología…”
“… Ello no implica negar que también son psíquicos de cierto modo, puesto que todos consisten en
modos de pensar o de actuar. Pero los estados de la conciencia colectiva tienen distinta naturaleza que los
estados de la conciencia individual; son representaciones de otro carácter...”

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“… La mentalidad de los grupos no es igual a la de los individuos; tiene sus propias leyes…”

“… Si condena [la sociedad] ciertos modos de conducta, lo hace porque hieren algunos de sus
sentimientos fundamentales; y estos sentimientos se relacionan con su constitución, como los individuos
con su temperamento físico, y su organización mental…”

III

“… Aún debemos formular algunos comentarios relacionados con la definición que hemos ofrecido
de los hechos sociales en el primer capítulo. Afirmamos que son los modos de hacer o de pensar,
identificables por una particularidad –a saber, que pueden ejercer sobre las conciencias particulares una
influencia coercitiva-. En realidad con este tema hay una confusión que merece ser señalada…” (pág. 24)
“…Es verdad que los hábitos, individuales o hereditarios, poseen en cierto sentido esta misa
cualidad. Nos dominan, nos imponen creencias o prácticas. Pero en este último caso nos dominan desde
adentro. Por el contrario, las creencias y las prácticas sociales actúan sobre nosotros desde afuera: de
modo que el ascendiente que ejercen aquéllos y éstas en el fondo es muy distinto. (...) las formas
colectivas (...) tienen existencia propia…”
“…El individuo las encuentra completamente formadas, y no puede conseguir que no sean o que
sean distintas de los que son; por consiguiente, está obligado a considerarlas, y le es tanto más difícil (no
decimos imposible) modificarlas cuanto que, en diferentes grados, participan de la supremacía material y
moral que la sociedad tiene sobre sus miembros…”

Es indudable que el individuo representa cierto papel en la génesis de


estas cosas. Pero para que exista un hecho social, es necesario que por lo
menos varios individuos hayan mezclado su acción, y que esta
combinación haya determinado un producto nuevo.

“…Como lo han señalado otros autores, hay una palabra que, si se amplía su acepción corriente, expresa
bastante bien este modo de ser muy especial: nos referimos al término “institución”. En efecto, sin
desnaturalizar el sentido de esta expresión, podemos denominar institución a todas las creencias y todos
los modos de conducta instituidos por la colectividad; en ese caso, podemos definir así a la sociología: la
ciencia de las instituciones, de su génesis y su funcionamiento.

“… Nuestro principio fundamental: la realidad objetiva de los hechos sociales. (…) todo descansa sobre
este principio, (…) toda la sociología ha surgido de esta concepción.

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