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Caracas, 07 de Abril del 2021

Instituto Universitario Politécnico ‘’Santiago Mariño’’ Extensión Caracas


Escuela de Ingeniería en Mantenimiento Mecánico
Soldadura
Estudiante: Yuri Daniela Rivera Guaiquirima C.I.: V-25.910.776
Evaluación 1er corte, 10%.

Historia y Evolución de la Soldadura

Los procesos de soldadura se remontan a tiempos muy remotos. Los


primeros ejemplos de soldadura provienen de la Edad de Bronce. Hace unos 2000
años, ya se hacían pequeñas cajas de oro, con algunas piezas unidas por presión, a
modo de soldadura. Durante la Edad de Hierro, los egipcios y los habitantes del
área del Mediterráneo oriental aprendieron a soldar trozos de hierro. Se tiene
constancia de ello, por la cantidad de herramientas encontradas, datadas sobre el
año 1000 a.C.

Durante la Edad Media, se desarrolló el arte de la herrería y se produjeron


muchos artículos de hierro que se unieron mediante procesos de percusión, y no fue
hasta el siglo XIX cuando se desarrolló la soldadura, tal y como la conocemos hoy.

A principios del S-XIX, Sir Humphry Davy, desarrolló la producción de un arco


eléctrico entre dos electrodos de carbono, usando una batería eléctrica, aunque no
se aplicó todavía a la soldadura, fue lo que inició su desarrollo.

En 1836, el inglés Edmund Davy descubrió las propiedades del acetileno y


desarrolló la manera de producirlo. Este gas terminó usándose tanto para la
iluminación, como para la soldadura por llama, gracias a su principal cualidad, el
elevado aporte energético durante la combustión. Esto permitía generar una luz muy
blanca (azulada), que revolucionó la industria de la iluminación y aportar mucha
energía en forma de calor, que se aprovechó para fundir metales, en los procesos
de soldadura y corte.

En 1881, el francés Auguste De Méritens, fue el primero en utilizar el calor


generado por un arco eléctrico, para unir las placas de plomo de las baterías de
almacenamiento.
En 1885, un alumno de Auguste, Nikolai N. Benardos, junto a su compañero,
Stanislaus Olszewski, consiguieron una patente británica de este proceso de
soldadura, y dos años más tarde, una estadounidense.

Se puede afirmar que este fue el comienzo de la soldadura por arco eléctrico
a través de electrodos de carbón. Los esfuerzos de Benardos se limitaron a la
soldadura por arco de carbono, aunque pudo soldar hierro y plomo. Este sistema
tenía el inconveniente de que los electrodos se consumían por degradación, muy
rápidamente.

En 1890, en Detroit, se concedió a Charles L. Coffin la primera patente en


EUA, para un proceso de soldadura por arco, utilizando un electrodo de metal para
el relleno de la unión de la soldadura. Por otro lado, el ruso, Nikolai Slavyanov,
presentó la misma idea de transferir metal a través de un arco, pero fundiendo el
metal en un molde.

Sobre el año 1900, A.P. Strohmenger introdujo una mejora al sistema, un


electrodo de metal revestido, con una fina capa de arcilla o cal, que proporcionaba
un arco más estable y protegía la soldadura del oxígeno del aire.

Entre 1907 y 1914, el sueco Oscar Kjellberg, desarrolló un electrodo de


alambre de hierro mejorado, que cubría sumergiéndose en mezclas espesas de
carbonatos y silicatos, que dejaba secar posteriormente.

De igual forma, se siguieron desarrollando procesos de soldaduras por


resistencia surgidos ya desde 1885 a 1900 por Elihu Thomson, tal proceso incluía la
soldadura por puntos, soldadura por costura, por proyección y a tope.

En 1903, el alemán Hans Goldschmidt inventó la soldadura aluminotérmica,


también conocida por “termita”. Este sistema se basa en el proceso exotérmico de la
termita (mezcla reactante), utilizado por primera vez para soldar rieles de ferrocarril.

Desde 1.930 el crecimiento de las aplicaciones de soldeo por arco fue


exponencial. En el año 1.932 comenzó a utilizarse un fundente granulado
depositado de forma progresiva por delante del electrodo con función de protección.
El calor que producía el arco era el encargado de fundir y descomponer el fundente,
con lo que producía la escoria y atmósfera protectora necesarias.

La utilización del fundente granular y alambre continuo con función de


electrodo, conlleva en 1.935 a la aparición del arco sumergido , vital para la
fabricación de tubería y la construcción naval por aquel entonces.

Con la introducción de la corriente alterna en 1.935 surgió el problema de la


producción de arcos inestables, algo que se solucionó más adelante gracias al
desarrollo de revestimientos que conseguían ionizar con mucha más facilidad.

La soldadura por arco sumergido se usó durante la acumulación de la


defensa en 1938 en astilleros y fábricas de artillería. Es uno de los procesos de
soldadura más productivos y sigue siendo popular hoy en día.

La soldadura por arco de tungsteno con gas (GTAW) tuvo sus inicios a partir
de una idea de Charles L. Coffin para soldar en una atmósfera de gas no oxidante,
que patentó en 1890. Posteriormente, se usó helio y argón por otros. Éste proceso
fue ideal para soldar magnesio y también para soldar acero inoxidable y aluminio.
Más tarde fue perfeccionado y se desarrolló una antorcha enfriada por agua. El
proceso de soldadura por arco de tungsteno con gas se ha convertido en uno de los
más importantes.

En 1948, se desarrolló con éxito el proceso de soldadura por arco de gas y


metal (GMAW). Se utilizó el arco blindado de gas similar al arco de tungsteno de
gas, pero reemplazó el electrodo de tungsteno con un cable de electrodo alimentado
continuamente. La introducción inicial de GMAW fue para soldar metales no
ferrosos. La alta tasa de deposición llevó a los usuarios a probar el proceso en
acero. El costo del gas inerte era relativamente alto, y los ahorros de costos no
estaban disponibles de inmediato.

En 1953, Lyubavskii y Novoshilov anunciaron el uso de soldadura con


electrodos consumibles en una atmósfera de gas dióxido de carbono. El proceso de
soldadura con CO2 se ganó inmediatamente ya que utilizaba equipos desarrollados
para la soldadura por arco metálico con gas inerte, pero ahora podría usarse para
soldar económicamente aceros.
Robert Gage inventó la soldadura por arco de plasma en 1957. Este proceso
utiliza un arco llevado a través de un orificio, que crea un arco de plasma que tiene
una temperatura más alta que el arco de tungsteno. También se utiliza para
pulverización de metales, desbaste y corte.

El proceso de soldadura por haz de electrones, que utiliza un haz de


electrones enfocado como fuente de calor en una cámara de vacío, se desarrolló en
Francia por J.A. Stohr, en 1957.

La soldadura por fricción, que utiliza la velocidad de rotación y la presión para


proporcionar calor de fricción, tal y como la conocemos hoy, se desarrolló en la
Unión Soviética. Es un proceso especializado y tiene aplicaciones solo donde se
debe soldar un volumen suficiente de piezas similares debido a la inversión inicial en
equipos y herramientas. A este proceso se llama “soldadura por inercia”.

La soldadura láser es otro de los procesos más actuales. Se ha utilizado para


el corte de metales y otro tipo de materiales no metales.

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