Nombre y apellidos: Mauricio Orlando Guerrero Ochoa

La apología a la muerte
Virginia Woolf en su ensayo “La muerte de una polilla”, consigue transmitir al
lector un sentimiento de amor a la vida, mediante la descripción de una situación cotidiana
que pierde su importancia en medio de nuevos problemas que se deben afrontar en la
actualidad (laborales, estudios, etc…), por esto no nos detenemos a pensar en la muerte,
siendo esta una de las esencias mismas del desarrollo personal, motivándonos a
transcender. Para comprender mejor la connotación de la muerte en nuestra cultura y como
se enfrenta se pretende mirar a partir de tres enfoques; religioso, literario y psicológico,
entendiendo que los dos primeros han influenciado en el pensamiento humano y el ultimo
aborda el estudio la conducta que esto genera.
Las religiones en su mayoría plantean estilos de vida acorde al mensaje que
predican con respecto al después, asumiendo que hay un más allá;” resultaras premiado por
tu buen comportamiento”, esto cubre una necesidad, ya que la visión de una persona
creyente (sin importar religión) será más positiva hacia la vida en comparación a un ateo,
esto afectará en el carácter de la persona, como lo señala Tappe (2014) “de modo que, si
vivir es natural, morir sería igual de natural. Y tan “natural” sería hablar de una como de la
otra”.
En la literatura el trato a la muerte cambia dependiendo el autor y la época, pero
para nuestro análisis revisaremos a Edgar Allan Poe, un escritor del romanticismo oscuro,
quien en algunas de sus obras trata la muerte como un tema segundario, pero que consigue
llevar al lector a contemplar de cierta forma este concepto. Esto se ilustra bien en “El
cuervo”, siendo un poema narrativo que describe como un hombre afronta la pérdida de su
esposa Leonora, idealizando el recuerdo de la misma y visualizando su dolor e impotencia
en la figura del cuervo. La muerte en este contexto no solo es un elemento para el escritor
sino también es una herramienta que permite introducir sentimiento a la lectura ya que
todos nos vemos o veremos relacionados con la pérdida de un ser querido.
La psicología abarca métodos de cómo una persona puede afrontar el duelo por la
perdida, entendiendo que la conducta variara según el individuo, teniendo a considerar las
creencias y la edad que este tiene, como lo expresa Gano y Pazos (2009) “Los duelos,
deriven o no en patología, marcan hitos muy importantes en la historia biográfica por su
carácter de pérdidas definitivas”. Sin embargo, se plantean etapas del duelo siendo tres; la
primera se denomina inicio que se caracteriza por un estado de choque ante la pérdida, la
segunda se llama etapa central donde se tiene un estado depresivo y finalmente la etapa
final que es un periodo de restablecimiento.
La muerte es un concepto extenso que nos acompaña desde los inicios de la
humanidad, no podemos evitarla, pero si podemos disfrutar de una buena vida, encaminarla
al aprendizaje y dejar un recuerdo positivo de nuestra imagen.

Referencias bibliográficas:
- Tappe, J (2014). https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4847899.pdf
- Gano, E y Pazos, P. (2009). https://www.redalyc.org/pdf/2650/265019649011.pdf
- Dávalos, M. (2008). https://www.redalyc.org/pdf/473/47316103007.pdf