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TRABAJO INVESTIGATIVO SOBRE ‘’ISAZA URIBE vs COLOMBIA’’

POR:

Carlos Andres Largacha - 2185134


Juan Camilo Gutierrez - 2121442
Catalina Valencia - 2167266

CURSO:

Legislación Internacional

PROFESOR:

James Ortega Argoti

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE OCCIDENTE


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS
SANTIAGO DE CALI
2020
INTRODUCCIÓN

Con el presente trabajo buscamos realizar una breve, pero detallada presentación
de un caso relevante que impactó y marcó al país ya que implicó una violación a los
Derechos Humanos, por lo tanto involucró a órganos internacionales que fueron
contactados por los familiares de la víctima (Víctor Manuel Isaza Uribe), para que
hicieran las investigaciones y acusaciones pertinentes.

En este caso vamos a poder evidenciar como Acciones de Omisión por parte de las
entidades Gubernamentales se constituyen faltas graves en el Marco Internacional y
pueden generar, sanciones relevantes y costosas para el País. de la misma forma,
nos dá una clara muestra de que estos procesos pueden tardar mucho tiempo en
esclarecerse (más de 31 años) pero finalmente, se convierten en casos
ejemplificantes para que los países velen siempre por el cumplimiento a cabalidad
de los acuerdos Internacionales sobre los derechos humanos.
ORIGEN DEL CONFLICTO

Este conflicto empieza desde la desaparición forzada de Víctor Manuel Isaza Uribe,
este hecho ocurrió el 19 de Noviembre de 1987 mientras Isaza Uribe se encontraba
en detención preventiva en el municipio de Puerto Nare, situado en la región del
Magdalena Medio, en el Departamento de Antioquia, cuando un grupo de hombres
armados no identificados lo sacaron del municipio donde se encontraba. Cabe
resaltar que este Departamento tiene una importancia económica principalmente por
su posición geográfica, lo que propició la actividad de grupos armados ilegales y
situaciones de violencia sobre la población civil.

Desde la década de 1970, el Estado impulsó la creación de grupos llamados


“paramilitares” y a lo largo del tiempo se ha podido comprobar, en distintos
contextos geográficos, la existencia de relaciones entre miembros de la Fuerza
Pública y las Fuerzas Armadas de Colombia y grupos paramilitares. Isaza Uribe era
miembro del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de Materiales de la
Construcción (SUTIMAC), creada en 1971 y era seguidor del partido político Unión
Patriótica (UP), en el cual estuvieron varios líderes sindicales se convirtieron en
dirigentes locales de dicho partido político, esta unión dio origen a una gran
violencia en su contra. Por lo que entre 1986 y 1988 gran parte de los miembros de
SUTIMAC fueron asesinados o desaparecidos por grupo paramilitares.

El 27 de octubre de 1987 el señor Victor Manuel Isaza Uribe había sido detenido en
La Sierra, en donde fue condenado a detención preventiva por el homicidio de una
persona que estaba vinculada a una empresa de cementos y debido a esto fue
enviado a la cárcel de Puerto Nare. Isaza Uribe había laborado 13 años en dicha
empresa y era socio de SUTIMAC; el 19 de noviembre de 1987, un grupo de
hombres armados, de los cuales algunos tenían prendas de civiles y otras con
prendas militares, estos hombres entraron a la cárcel y sacaron al señor Isaza Uribe
y lo llevaron a un carro con rumbo desconocido y desde entonces no se conoce de
su paradero. Cabe resaltar que las autoridades tanto policiales como militares que
estaban en la zona no iniciaron acciones de búsqueda y ese mismo día la señora
Carmenza Vélez, esposa del señor Isaza Uribe denunció la desaparición de inicio la
búsqueda de su esposo.

Ese mismo día se inició una investigación jurisdicción penal ordinaria, pero luego de
haber sido suspendida en varias ocasiones, en el 2011 la investigación fue
reasignada a la Fiscalía de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario
de Medellín, que había solicitado su asignación por conexidad al proceso en que se
investigan crímenes cometidos contra otros miembros de SUTIMAC asesinados,
desaparecidos o desplazados.

En enero de 1989 la señora Vélez presentó una queja ante la Procuraduría


Delegada para la Defensa de Derechos Humanos, la cual, luego de varias
diligencias, en octubre de 1992 ordenó el archivo provisional de la indagación
preliminar. En febrero de 2016 la Procuraduría General de la Nación revocó esta
decisión y dispuso la continuación de la actuación disciplinaria. En 1989 la demanda
de reparación directa ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Antioquía
fue denegada. En noviembre de 2013 el Centro Nacional de Memoria Histórica, en
el marco de sus facultades legales, publicó su informe “Huellas y rostros de la
desaparición forzada (1970-2010)”, en el cual, entre otros, se concluye que “la
desaparición forzada de Víctor Manuel Isaza Uribe ilustra la implementación de la
doctrina de la Seguridad Nacional, la estrategia paramilitar, la satanización de la
oposición social y política y la eliminación de movimientos sindicales durante la
década de 1980”.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), determinó que, en relación


con las versiones sobre cómo ocurrieron los hechos, existen suficientes elementos
para calificarlos como una desaparición forzada llevada a cabo por grupos
paramilitares, en un contexto en que estaban vigentes marcos normativos que
propiciaron el paramilitarismo y la identificación de sindicalistas dentro de la noción
de “enemigo interno”.

DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN

La Corte Interamericana de Derechos Humanos en Diciembre de 1990, recibió una


denuncia hecha por la Asociación de Familiares Detenidos Desaparecidos y la
Comisión Colombiana de Juristas, esta denuncia se da por la desaparición forzada
del señor Isaza Uribe por parte de personas armadas y desconocidas.

La esposa y familia de Isaza Uribe alega que el Estado era el responsable de por la
violación de los derechos establecidos en los artículos:

● 3. Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.

● 4. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Nadie puede ser
privado de la vida arbitrariamente.

● 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o


degradantes.

● 8. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su


inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.

● 13. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia,


su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su
reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales
injerencias o ataques.

● 17. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser


protegida por la sociedad y el Estado.

● 25. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier


otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare
contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución, la ley o la Convención, aun cuando tal violación sea cometida
por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.

El Estado reconoció su responsabilidad internacional por la violación de los


derechos a las garantías y protección judiciales, por la falta de investigación y de
búsqueda, también reconoció que erró en sus deberes de custodia y protección para
Isaza Uribe. Además de esto los representantes del señor Isaza mencionaron que
este hecho fue realizado por paramilitares y con agentes del Estado, ya que Isaza
Uribe hacía parte de un sindicato y era simpatizante del partido Unión Patriótica.
Debido a esto el Estado manifestó ante la corte que no existe suficientes evidencias
que agentes del Estado hayan tenido participación en la desaparición del señor
Víctor Manuel.

El Tribunal hizo notar que, al rechazar la calificación de los hechos como


desaparición forzada, el Estado alegó que, de las pruebas aportadas, lo que se
derivan era diversas hipótesis sobre la autoría de la desaparición e incluso existen
las posibilidades de una fuga del señor Isaza y/o de una represalia por el homicidio
que cometió, aunque no existen elementos fácticos concluyentes que permitan
atribuir el hecho ya sea a miembros de las FARC, paramilitares o agentes estatales.

Por otro lado, la Comisión y los representantes plantearon que la desaparición


forzada fue cometida por miembros de grupos paramilitares con agentes estatales.
Por ello, sin perjuicio de la calificación jurídica ya establecida, y en atención a las
hipótesis señaladas por el Estado y al derecho de sus familiares a conocer la
verdad, la Corte estimó pertinente examinar tales hipótesis para determinar si existió
algún grado mayor o adicional de participación de agentes estatales y si
correspondía, por esto, calificar la responsabilidad del Estado de alguna manera
más específica.

El 19 de diciembre de 2016 los representantes y la Comisión presentaron sus


observaciones sobre dicho reconocimiento, mediante Resolución del Presidente de
la Corte de 4 de mayo de 2017, se declaró procedente la solicitud interpuesta por
las presuntas víctimas, a través de sus representantes, para acogerse al Fondo de
Asistencia Legal de la Corte. El Presidente convocó a las partes y a la Comisión a
una audiencia pública para recibir las declaraciones de una presunta víctima, un
testigo y un perito, propuestos respectivamente por los representantes, el Estado y
la Comisión, así como para escuchar sus alegatos y observaciones finales orales
sobre el fondo y eventuales reparaciones. El 22 de diciembre de 2017 el Estado
solicitó la “reconsideración” de la Resolución y, el 29 de diciembre siguiente, solicitó
la sustitución de un perito. Una vez recibidas las observaciones respectivas,
mediante Resolución de 16 de enero de 2018 el Presidente autorizó a una testigo y
a un perito, ofrecidos por el Estado, a rendir sus declaraciones en audiencia, y
declaró improcedente la solicitud de sustitución de otro perito. Los días 17, 19 y 25
de enero de 2018 fueron recibidas las declaraciones, luego de haberse otorgado a
las partes la posibilidad de formular preguntas a los declarantes.

El 14 de marzo de 2018 la Secretaría de la Corte remitió al Estado el informe sobre


las erogaciones efectuadas en aplicación del mismo, según lo dispuesto en el
artículo 5 del Reglamento de la Corte sobre el Funcionamiento del Fondo de
Asistencia Legal, y le otorgó un plazo para sus observaciones y el 23 de marzo
siguiente el Estado indicó que no tenía observaciones.

La corte declara por unanimidad que el Estado es responsable por la violación de


los derechos que se mencionaron anteriormente, también el Estado debe brindar
tratamiento psicológico a las víctimas que los soliciten, debe realizar un acto público
de reconocimiento de responsabilidad internacional en Colombia relacionado con los
hechos del caso de Isaza Uribe y debe también reforzar la protección de para
sindicalistas de las organizaciones.

DELITOS IMPUTADOS

Para este caso, la corte consideró que el Estado tenía la responsabilidad de


proteger la vida, la integridad y la seguridad de Izasa Uribe ya que estaba bajo su
custodia, al no cumplir con estas responsabilidades, los delitos que le fueron
imputados son presentados a continuación:

1. Desaparición forzada por omisión en el marco de la responsabilidad


internacional del Estado en casos de personas privadas de libertad.
2. Omisión de una explicación inmediata, satisfactoria y convincente de lo
sucedido.
3. Presunta afectación a la integridad psíquica y moral de los familiares de Uribe
Isaza.
4. Violación a la integridad personal de Isaza Uribe.
5. Persecución Sindical en contra de Isaza Uribe por ser parte de SUTIMAC.
6. Violación de Derechos humanos Internacionales específicos.

Para esta imputación, la Corte tomó en cuenta información sobre la violencia anti-
sindical generalizada en Colombia durante la segunda mitad de la década de 1980,
lo cual tenía relación con la identificación de sindicalistas dentro de la noción de
“enemigo interno”. De ese modo, en el marco de la actuación militar
contrainsurgente, las acciones de manifestación política y social, propias de partidos
políticos de oposición o de movimientos obrero-sindicales, campesinos o
estudiantiles, eran vistas como parte integral del “conflicto subversivo” y se
identificaba un componente civil de la fuerza revolucionaria como blanco de las
operaciones militares. Las explicaciones de esa violencia tan específica contra
SUTIMAC se han centrado en la vinculación de éste con grupos Paramilitares y en
posibles intereses de la empresa de acabar con el sindicato.

DELITOS PROBADOS

En el caso de Isaza Uribe, al Estado como principal acusado, se le probaron los


siguientes delitos:

1. Violación de los derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la


vida, a la integridad física, y a la libertad personal, reconocidos en los
artículos 3, 4.1, 5.1 y 7 de la Convención Americana, en relación con los
artículos 1.1 y 2 de la misma y con el artículo I.a) de la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, en perjuicio de
Víctor Manuel Isaza Uribe, en los términos de los párrafos 81 a 144 y 146 de
esta Sentencia.

2. Violación de la libertad sindical, contenida en la libertad de asociación,


reconocida en el artículo 16 de la Convención, en perjuicio de Víctor Manuel
Isaza Uribe, en los términos del párrafo 145 de esta Sentencia.

3. Violación de los derechos de acceso a la justicia y a ser oído en un plazo


razonable, en los términos de los derechos a las garantías judiciales y
protección judicial, reconocidos en los artículos 8.1 y 25 de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma y con el artículo I.b) de
la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.

4. Violación del derecho a la integridad personal, reconocido en el artículo 5.1


de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 del mismo
instrumento.

5. Violación del derecho a la protección a la familia, reconocido en el artículo 17


de la Convención Americana.

6. Violación del derecho a la honra y dignidad, reconocido en el artículo 11 de la


Convención Americana.
CONDENA (FALLO DEFINITIVO)

Como consecuencia de los análisis e investigaciones llevadas a cabo, el fallo


definitivo determinó que:

➢ El Estado debe pagar 96.000 dólares a los familiares de Isaza Uribe por los
daños materiales y otros 100.000 dólares por daños morales.

➢ El Estado debe continuar con las investigaciones y procesos judiciales en


curso a efectos de determinar los hechos y las responsabilidades
correspondientes por esos hechos y a efectuar una búsqueda rigurosa por las
vías pertinentes para determinar el paradero del sindicalista.

➢ El Estado debe brindar el tratamiento psicológico o psiquiátrico a las víctimas


que así lo soliciten,

➢ El Estado debe realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad


internacional en Colombia, en relación con los hechos de este caso

➢ El Estado debe fortalecer los mecanismos de protección para sindicalistas,


representantes y organizaciones sindicales

➢ El Estado debe rendir al Tribunal un informe sobre las medidas adoptadas


para cumplir con la presente Sentencia, dentro del plazo de un año contado a
partir de la notificación de la misma, y además debe presentar un informe, en
el plazo de seis meses contado a partir de la notificación de la misma, en el
cual indique –para cada una de las medidas de reparación ordenadas–
cuáles son los órganos, instituciones o autoridades estatales encargadas o
responsables de implementarlas, que incluya un cronograma de trabajo para
su cumplimiento total.

➢ La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio


de sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, y dará por concluido el
presente caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo
dispuesto en la misma.
CONCLUSIONES DEL GRUPO

Algunas de las conclusiones sobre este caso que consideramos relevantes


mencionar son:

1. El País, al ser un estado Social de Derecho, declarado ante los organismos


internacionales debe de cumplir a cabalidad los acuerdos, pactos y demás
actividades que permitan la regulación de los DDHH de todos sus habitantes
en el cual el País pertenezca y o sea partícipe; así mismo someterse a las
regulaciones pertinentes.

2. El Estado tiene responsabilidades significativas en la protección de todos


nosotros, pero muchas veces por desconocimiento o “pereza al trámite” del,
omitimos seguir un proceso y denunciar Internacionalmente.

3. Una investigación de este tipo, puede tardar bastante tiempo, sin embargo,
los resultados en términos individuales y sociales valen la pena, ya que, en
caso de encontrar culpabilidad del Estado, se brinda un ejemplo relevante
para el resto de habitantes del país.

4. La imparcialidad de Organismos Internacionales como la Corte internacional


es garante en un proceso que llevado a cabo con órganos internos no
hubiese tenido los mismos resultados.

5. La claridad en la regulación de operación y ejecución de las mismas por parte


del sistema de seguridad del País, registrados en manuales que mantienen
las directrices de ejecución de cada órgano de seguridad perteneciente al
Ministerio de Defensa Nacional; tales como, Policía, Agentes de Seguridad,
Fuerzas Armadas entre otros.

6. La omisión de las responsabilidades del Estado con los habitantes de un


país, tienen consecuencias económicas (pago de indemnizaciones) que
impactan negativamente la economía de todos sus habitantes ya que este
dinero sale de los impuestos que todos pagamos.
BIBLIOGRAFÍA

A continuación, relacionamos los Links de los sitios Web consultados para el


desarrollo de nuestro trabajo:

● https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_363_esp.pdf

● https://www.eltiempo.com/justicia/cortes/condena-a-colombia-por-desaparicion-de-
sindicalista-y-militante-de-la-up-307472

● https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_363_esp.pdf

● https://www.procuraduria.gov.co/portal/media/file/1(4).pdf

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