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SE PRESENTAN COMO “AMICUS CURIAE”

Sr. Juez:

Nora Morales de Cortiñas y Mirta Acuña de Baravalle, ambas en carácter


de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Elia Espen Madre de Detenidos
Desaparecidos; Claudia Ferrero, Presidenta de la Asociación de Profesionales
en Lucha, y Liliana Alaniz, Secretaria General de la Asociación de Profesionales
en Lucha, ambas representantes legales de la misma, con domicilio real en la
calle Lavalle 2016, piso 1°, oficina 3, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
y Margarita Cruz, Presidenta de la Asociación Ex detenidos desaparecidos, con
domicilio en la calle Alsina N° 1720, Dto. 26 de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, conjuntamente con las organismos de derechos humanos integrantes de
Memoria Verdad y Justicia –estos son: Asociación de Ex Detenidos
Desaparecidos (AEDD), Liberpueblo, Coordinadora Antirrepresiva por los
Derechos del Pueblo (Cadep), Colectivo Memoria Militante (CMM), la
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), el Centro de
Abogados por los Derechos Humanos (CADHU), el Centro de Profesionales por
los Derechos Humanos (Ceprodh) y la Agrupación por el Esclarecimiento de la
Masacre Impune de la AMIA (Apemia)- los diputados, sindicalistas y
representantes de organizaciones sociales abajo firmantes, nos presentamos en la
causa caratulada “CAMACHO, Roberto Carlos y otros s/ Atentado y resistencia
a la autoridad, lesiones, daños y robo. Denunciante Arcando, Juan Carlos y
otros” (Expte.: 33186/2016), en trámite por ante el Juzgado de Instrucción N° 1
de Ushuaia, Tierra del Fuego, fijando domicilio procesal en la jurisdicción
Lazarre N° 176, Ushuaia, a V.S. respetuosamente decimos:

I. OBJETO.
Que venimos a presentarnos en esta causa, en carácter de “Amicus
Curiae”, (Amigo del Tribunal) con el fin de someter a su consideración
argumentos de derecho que son de relevancia para la resolución de la cuestión
planteada en la presente. Desde ya solicitamos se admita la presentación
efectuada y se haga lugar a las peticiones que a continuación realizamos, atento
que no sólo lo amerita respecto a los imputados de autos, sino que también se
extiende al conjunto de la población.
En este sentido, la persecución política y penal a la que están sometidos
los imputados, quienes -como es de público conocimiento- son referentes
sociales y gremiales de la provincia de Tierra del Fuego, afecta a toda la

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población, ya que son víctimas de un aleccionamiento ejemplar que intenta
influir en todas las capas sociales de la clase trabajadora en el sentido de que
cualquier persona que reclame por sus derechos podrá ser encausada penalmente
de manera arbitraria e infundada, afectándose el legítimo derecho a la protesta,
consagrado en la Constitución Nacional.

II. LEGITIMACIÓN PARA EFECTUAR ESTA PRESENTACION.

La Asociación de Profesionales en Lucha (Apel) es una organización


constituida en 2001 con el objetivo, entre otros, de combatir por medios legales y
políticos la criminalización de los sectores populares y desposeídos, sumándonos
a su defensa y representación contra cualquier medida arbitraria del Estado y/o
aplicación legal que viole sus derechos constitucionales.

Junto a otros organismos de análogo propósito, Apel asumió la defensa


de numerosos trabajadores y militantes populares que han sufrido la persecución
penal por su carácter de activistas sociales en los últimos 15 años.

Transcribimos a continuación los artículos del Estatuto de Apel que


habilitan la legitimación en los presentes actos:

“Artículo 1: Con la denominación de Asociación Civil “Asociación de


Profesionales en Lucha, A.P.E.L., se constituye el día 2 de febrero del 2007, una
entidad de carácter civil que fija su domicilio en Lavalle 2016, 1° piso, dpto “3”
.de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Artículo 2: La asociación se constituye con los siguientes fines:

A) Brindar asesoramiento y/o patrocinio legal a todos aquellos


trabajadores y desocupados, organizados o no, en movimientos, cooperativas,
listas gremiales, etc., que así lo soliciten.

B) Difundir las violaciones a los derechos humanos, civiles y políticos


que se produzcan en territorio nacional e internacional.

C) Promover la investigación de los delitos de lesa humanidad


perpetrados durante la historia argentina y mundial.

D) Realizar campañas de publicidad y adhesiones en contra de


violaciones de derechos humanos y prácticas de discriminación.

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E) Promover campañas nacionales y/o internacionales en casos
puntuales donde se produzcan restricciones a los derechos humanos amparados
por la constitución y el derecho internacional.

F) Constituirse como querellante en las investigaciones penales que


tengan como finalidad el esclarecimiento de delitos de lesa humanidad o
tuvieran su origen en violaciones a los derechos humanos y/o políticos.

G) Constituirse como parte en cualquier acción civil, laboral u


administrativo donde su participación tenga como objetivo la defensa de los
derechos previstos en los art. 37, 41, 42 y 43 de la Constitución Nacional.”

La Asociación Ex Detenidos Desaparecidos

Esta Asociación está formada por sobrevivientes de diferentes campos de


concentración que funcionaron en nuestro país durante la última dictadura militar
y por compañeros que comparten nuestros objetivos y colaboran con nosotros en
distintas actividades. Nuestro compromiso es la búsqueda de justicia y construir
la memoria, no solo del horror sino también de la lucha de nuestro pueblo y sus
organizaciones por construir una sociedad más justa. En este sentido
compartimos las querellas en los crímenes de lesa humanidad y en la defensa de
los trabajadores y el pueblo participando activamente en las causas contra la
criminalización de la protesta social.

Apel y demás organismos de derechos humanos mencionados ut supra


tomamos contacto con el caso a través de los familiares de los imputados pocas
horas después de las detenciones de los dirigentes sindicales aquí imputados. En
ese momento pudo verificar las lesiones ocasionadas a José Gómez, padre de dos
de los imputados, quién fue golpeado por miembros de las fuerzas policiales al
desarrollarse el allanamiento en la finca de la calle Delmichay N° 537 de la
ciudad de Ushuaia, ordenada por el juez interviniente. Esta situación fue
denunciada ante la oficina de fiscales el mismo 3 de mayo de 2016. Las lesiones
fueron constatadas en el Hospital Regional de Ushuaia, que dan cuenta de la
presencia de hematomas pequeños en el área maxilar izquierda y en región
frontal y escoriaciones en codo derecho.

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Fueron los familiares, los primeros en manifestar la persecución y el
armado de la causa que sufrían los imputados en su carácter de dirigentes
sindicales, en el marco de una lucha gremial que lleva más de dos meses en la
ciudad de Ushuaia. Apel, por medio de su presidenta, solicitó al Secretario, Dr.
Pepe, dado el registro de extrema violencia que habían tenido los allanamientos,
constatar las condiciones de integridad físicas de los en ese momento detenidos,
lo que no fue permitido bajo el pretexto de su incomunicación. Es por ello
también que nos hace tomar intervención como organismo de derechos humanos.

En virtud de lo narrado ut supra, es que decidimos como institución


tomar vista de las actuaciones. A partir de tal vista, dimos cuenta de
determinadas situaciones, las que narraremos a continuación, que motivan
nuestra preocupación como organismo defensor de los derechos humanos y las
libertades democráticas:

Hemos constatado la persecución lisa y llana hacia los trabajadores y


dirigentes gremiales. Los imputados en esta causa son: Antonio Horacio
Gallegos, Secretario de Organización del SOEM; José Darío Gómez, Secretario
General de AFEP; Alejandro Daniel Gómez, Secretario de Organización del
SUTEF; Roberto Carlos Camacho, Secretario Adjunto CTA Autónoma de Tierra
del Fuego y Juan Manuel Stenfoni. No obstante, también han sido mencionados -
e incluso acusados en el mismo marco que los anteriores- otros activistas
gremiales, como: Alejandro Víctor Marín, Delegado de SUTEF; Marcela Zas,
Secretaria General de SUTEF; Julio Gustavo Beriau, delegado de SUTEF; Raúl
Arce, Secretario Gremial provincial de SUTEF; Antonio Delgado, Secretario
General de ASEOM; Sandra Esperón, secretaria General de SOEM.

Es llamativo que el presente expediente esté nutrido de 18 denuncias


realizadas exclusivamente por funcionarios gubernamentales o miembros del
cuerpo policial de la provincia de Tierra del Fuego.

La persecución encarada por el gobierno provincial y avalada desde el


poder judicial, parece perder de vista que las actividades desplegadas por los
imputados y centenares de trabajadores se encuentra inscripto en el marco de una
huelga que llega más de 80 días en defensa de sus derechos laborales y
previsionales en uno de los climas más hostiles de nuestro país. En el curso de
este extenso período, las autoridades de la provincia no sólo han rechazado la
apertura del diálogo con los trabajadores sino que, por el contrario, han
promovido el enfrentamiento, al punto el 12 de abril próximo pasado integrantes
del gremio de camioneros –afín al gobierno que encabeza la señora Rosana

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Bertone- atacaron a los manifestantes1 sin que semejante acto haya sido objeto de
investigación penal alguna ni de condena por parte del actual poder político de la
provincia, lo que nos conduce a pensar en la existencia de una franca
complicidad entre el gobierno y los rompehuelgas.

Es ostensible que el derecho constitucional que están ejerciendo los


trabajadores no es otro que el derecho a huelga resguardado en el art. 14 bis C.N.
y el derecho a la protesta -el derecho a la petición- que implican un primordial
pilar tanto desde el punto de vista constitucional como así también desde la
práctica de la cultura democrática.

El derecho a la protesta está estrictamente vinculado con la libertad de


expresión (art 14 y 32 CN) y con el derecho a peticionar a las autoridades (art 14
CN). También significa la posibilidad de reunirnos, asociarnos y tener
participación ya sea dentro o fuera de los partidos políticos (art 37 y 75 inc. 19
CN). En fin, los imputados, junto a sus compañeros, estaban frente a una forma
válida y legal de hacer valer sus derechos. A ello se aduna que el derecho a la
movilización se encuentra reforzada por los tratados Internacionales de Derechos
Humanos incorporados en el art 75 inc. 22 de la Constitución Nacional.

Es importante destacar que los dirigentes gremiales han tomado todo tipo
de iniciativas para enfrentar las leyes que violentan sus derechos. De esta
manera, solicitaron al juez Electoral de Tierra del Fuego, informe la cantidad
necesaria de firmas a reunir para proponer a la Legislatura un proyecto de ley,
conforme al instituto de iniciativa popular del art. 207 de la Constitución
provincial. Con la respuesta del tribunal, se abocaron a la recolección de firmas
logrando superar el 10 % del total de ciudadanos que efectivamente sufragaron
en las últimas elecciones, exigido por la Carta Magna de la Provincia.

El origen de la huelga y movilización de estatales de Tierra del Fuego

Nos abocaremos en este punto a darle a V.S. un contexto general de los


motivos que desataron la persecución política hacia los referentes sociales.

1
http://www.anred.org/spip.php?article11791

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Los antecedentes que determinaron la movilización popular en la
provincia de Tierra del Fuego, tienen su origen mes de agosto de 2015 cuando la
legisladora Miriam Martinez del FPV, presenta un proyecto de ley que
reformaría el régimen jubilatorio. En aquella oportunidad, los sindicatos de la
provincia se movilizaron indicando su rechazo, por lo cual el proyecto fue
archivado. No obstante ello, la diputada, hoy reelecta, anunció en los medios de
comunicación que, en la nueva gestión se insistiría con el proyecto, y lograría su
sanción. Martinez es quien da puntapié inicial al anticipar la persecución que
detallaremos más adelante, sufren los imputados.

El SUTEF, por medio de sus representantes, logra una reunión con los
diputados Ricardo Furlan y Andrea Freites el día 7 de enero de 2016, a quienes
les expresan la disconformidad con la reforma de la Caja Previsional que
pretendía imponer el gobierno provincial. Los gremios de la provincia, en
reiteradas oportunidades tanto verbales como por escrito intentaron convocar al
diálogo a las autoridades provinciales y legisladores, para explicar los
inconvenientes que acarraría a la población esta reforma. Ninguna respuesta
tuvieron los trabajadores al respecto, con lo que se prueba que quienes han
llevado al extremo la tensión social es el Estado provincial y no los trabajadores.

El 8 de enero de este año, se convocó a una sesión especial en la


Legislatura provincial donde se votó un paquete de leyes, que la gobernadora
Bertone había dado a conocer el día anterior. La fecha en que se desarrolló no
menor, porque como es conocimiento del Sr. Juez, una gran parte de la población
se encuentra de vacaciones y de viaje.

Fue por ello que se convocó a un paro provincial para manifestarse en


contra de ese paquete de leyes que impulsaba el ejecutivo. La legislatura
amaneció vallada y no se permitió el ingreso al recinto a los trabajadores. El
operativo policial montado fue de gran envergadura. Misteriosamente, ese día, se
cortó la fibra óptica por lo que la provincia quedó incomunicada. No había
posibilidad de comunicarse por celulares ni Internet.

Esta sesión convocada de apuro, fue resguardada con la militarización de


la Legislatura, y fue sellada al ingreso de los representantes de los trabajadores a
sabiendas del carácter antipopular de las medidas contenidas en el paquete de
leyes. Ante la resistencia, el gobierno provincial recurre a la represión judicial
para quebrar la resistencia popular y gremial a sus medidas, que al día de hoy
llevan más de 80 días de huelga.

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No es menor las afectaciones que se producen con estas leyes de ajuste.
El IPAUSS, Instituto Provincial Autárquico Unificado de Seguridad Social era el
ente autónomo, cogobernado por trabajadores y Poder Ejecutivo, que contenía la
Obra Social y la Caja de Jubilaciones de todos los trabajadores fue virtualmente
disuelto. Las leyes 1070 y 1071 crean la Caja de Previsión de Tierra del Fuego y
la Obra Social de Tierra del Fuego.

La ley 1068, por su parte, procede a licuar la sideral deuda que el Estado
Provincial mantiene con la Caja Previsional Estatal. La deuda de la que
hablamos, V.S. asciende a 208 millones de dólares según lo reconoce la propia
provincia, al 12 de mayo de 2000.

Otros de los cuestionamientos a este paquete de leyes estaban dados por


el aumento de edad jubilatoria en 5 años, y en 10 y 15 años en el caso de las
mujeres. Asimismo, a los docentes, se les quitó el régimen especial que
establecía que con 25 años de aporte, podían acceder al beneficio jubilatorio sin
tener un límite de edad. A ello se suma la pérdida del 82% móvil del haber
jubilatorio y la modificación del cálculo del haber jubilatorio.

Otro grave avance sobre los derechos adquiridos de los trabajadores


estuvo dado en la rebaja salarial que se advierte por el aumento de los aportes
personales y al mismo tiempo por un aporte solidario que confiscará parte del
salario.

¿Queda algún vestigio de duda, que los trabajadores defienden por medio
de la huelga y movilización sus derechos laborales adquiridos más elementales?

El Estado ha respondido a los legítimos reclamos de los trabajadores con


la represión y el Código Penal en la mano. De esta manera, se sienta un
precedente letal hacia cualquier tipo de protesta social.

Ante la presencia de estos reclamos, que han calado profundamente en la


población de Tierra del Fuego es que se intenta silenciar a quienes se encuentran
al frente de los reclamos y la organización de los trabajadores. Es decir, que se
intenta silenciar estos reclamos que intentan defender los más elementales
derechos adquiridos del pueblo trabajador que resiste un ajuste en curso y el
cercenamiento de sus derechos laborales y previsionales por medio de la
persecución, construcción de falsas denuncias y causas que, por su acumulación,
tienen como fin privar de la libertad a sus dirigentes. ¿Cuál es el objetivo?

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Desarmar desmembrar la resistencia popular, desactivar las peticiones y
descargar sobre el pueblo el costo de la crisis.

Este mecanismo de judicializar el reclamo persiguiendo y privando de


libertad a sus dirigentes demuestra una vez más la incapacidad de los gobiernos
democráticos para buscarle otra solución diferente y acorde a los reclamos.

DEL ANÁLISIS PORMENORIZADO DEL EXPEDIENTE

Hemos observado con la lectura de la causa la parcialidad y


prejuzgamiento en las decisiones que se ha perdido toda objetividad,
característica primordial que debe reunir un proceso judicial y que es exigida a
quienes están al frente de la administración de justicia.

Las causas penales instadas tienen el común que todas ellas tienen origen
en denuncias de personal policial y/o de funcionarios políticos. Esto deja al
desnudo la intervención directa del Poder Ejecutivo en el armado y
direccionamiento de estas causas que busca quebrar la posibilidad de
organización sindical en el marco de un conflicto de origen gremial. (Vg. Ver
fs.190/193, Denuncia de Javier Eposto, Secretario General de Gobierno que
solicita se investigue por el delito del art. 158 C.P, que claramente es un atentado
al derecho a huelga. En el mismo sentido, las declaraciones testimoniales de gran
parte de los efectivos policiales manifiestan que se abocaron a realizar tareas de
custodia en conflictos “de público conocimiento”).

El juez de grado actuante, ha dado primordial relevancia a personal


policial en calidad de testigo y “víctimas” de autos. Hemos llegado al ridículo de
leer que uno de los policías (David Nicolás Albo, fs. 27/27 vta.) formula
denuncia porque una mujer robusta –textual- cae sobre él produciéndole un
esguince en el dedo pulgar. También una serie de actitudes policiales que
parecen dar cuenta más de una impericia en el ejercicio de sus funciones que
agresiones recibidas (por golpes en rodilla por caída – fs. 17- ) o apretarse los
dedos con la puerta del móvil policial).

Es claro que denuncias de funcionarios como las citadas -note V.S. que
son 4 (cuatro)- y policías que tiene una clara función represiva en cada ocasión
que estos sectores se manifiestan, ya sea en los acampes o movilizaciones y/o

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requerimientos ante funcionarios. Sumado al hecho que estamos en una
población muy pequeña -todos nos conocemos- parecen empujados más por un
encono personal y político que por el acontecer de los hechos. No es menor la
multifacética actividad del oficial Maicheo tanto como denunciante de lesiones
no verificadas por el informe médico (ver fs. 36/37) como en calidad de oficial
del procedimiento de los allanamientos. Esta sola identidad en ambos roles es
suficiente para la nulidad de todo lo actuado.

Entre tantas irregularidades legales y procedimentales es importante


mencionar la violencia innecesaria y la arbitrariedad y falta de fundamentación
de los allanamientos realizados en el expediente.

Esa falta de fundamentación también se percibe en el auto que ordena los


allanamientos con el agravante de habilitar horas y días inhábiles, léase 3 de la
mañana (fs. 101/103). Es decir, en plena noche, lo que está expresamente
prohíbo por el código de forma de la provincia de Tierra del Fuego. La
excepción que establece el código para la habilitación de horas (ver. Art.
200 CPP) exige al juzgador que sea debidamente fundada en los casos
sumamente graves y urgentes. Ninguno de esos supuestos se ha dado en los
hechos investigados. Este requisito no ha sido cumplido por V.S. ya que ni
siquiera rosa la explicación de cuál sería la urgencia sumarial argumentada en
autos.

Por otra parte, deja ver el juez interviniente que la premura radica
exclusivamente en la necesidad de detener a los imputados. En ese apuro,
manifiesta que a pedido de la fiscalía, ordena los allanamientos, sin embargo, el
fiscal no los solicitó (en el mismo sentido ver fs. 98/99 Requerimiento Fiscal de
Instrucción donde sólo solicita se cite a indagatoria a los encartados).

Quien lo sugiere es la policía de Tierra del Fuego (ver fs. 96, con firma
del Comisario Arnaldo G. Rotela) lo que demuestra una vez la injerencia directa
del Poder Ejecutivo Provincial a través de su fuerza policial.

Desglosemos un poco más el auto de fs. 101/103, cuando a fs. 102 ordena
la detención de los imputados porque “…podrían entorpecer la investigación y
eludir la acción de la justicia, corresponde ordenar su detención en carácter de
incomunicados…” y continúa diciendo que, en primer término, la
individualización de los imputados es por la autoridad policial, que como hemos
visto es parte del proceso en calidad de denunciante y que los imputados, con su
actuación, la que no se especifica cuál es, han evidenciado, según el juez, que en

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libertad entorpecerán la investigación y por ende eludirían la acción de la
justicia.

Cualquier supuesta acción de agresión al Sr. Vicegobernador,


regularmente custodiado no guarda relación ni con el entorpecimiento de la
investigación ni con eludir la justicia.

Al fundar la incomunicación y detención de los encartados y en el


resguardo de las supuestas víctimas de autos, en razón de su seguridad personal y
porque deberían declarar sobre los eventos investigados, nos conduce a un claro
prejuzgamiento por parte de V.S.

Cuando el juez sostiene que los imputados “pudieron acometer en


detrimento del Sr. Vicegobernador aun cuando este se encontraba acompañado
del personal policial asignado a su custodia” no solamente da por hecho la
culpabilidad de los mismos, sino que los imputados son capaces de amedrentar a
los posibles testigos de la causa. No existe ningún elemento de prueba en este
sentido.

También se observa la inconstitucionalidad de la fijación de medidas


cautelares que constituyen una pena anticipada y prejuzgamiento sobre los
imputados que ni siquiera han sido procesados en el expediente en cuestión.

De la resolución de V.S. del 5 de mayo de 2016, donde concede la


excarcelación de los imputados, establece en su punto II las siguientes reglas de
conducta:

“A) PROHIBICIÓN DE ACERCAMIENTO A UNA DISTANCIA MENOR


DE 100 METROS Y DE CONTACTO POR CUALQUIER MEDIO RESPECTO
DE JUAN CARLOS ARCANDO, VICEGOBERNADOR PROVINCIAL; JUAN D
´ANGELO, SECRETARIO DE GESTIÓN GUBERNAMENTAL PROVINCIAL;
HUGO ALEJANDRO SANTOS, SECRETARIO DE CULTURA PROVINCIAL;
ROSANA BERTONE, GOBERNADORA PROVINCIAL; VÍCTOR HUGO DÍAZ,
FUNCIONARIO DEL MINISTERIO DE SALUD PROVINCIAL; LOS
INTEGRANTES DE LA POLICIA PROVINCIAL FEDERICO DAVID
VILLALBA, FERNANDO LUIS GALLARDO, CESAR CLAUDIO VILLAGRA,
DAVID NICOLÁS ALBO, ANGEL EDGARDO PEREYRA, RAMÓN ALCIDES
CEJAS, EDUARDO DANIEL MAICHEO ALVAREZ, DIEGO DAMIAN
CANZIANI, MARCELO ALBERTO PINO LABRAÑA; Y DE ARGENTINA
BEATRIZ PEREZ, ELLO ES EXTENSIBLE NO SOLO AL GRUPO FAMILIAR Y

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BIENES DE LAS PERSONAS NOMBRADAS Y RESULTA EXTENSIBLE A
TESTIGOS Y FAMILIARES DE QUIENES DECLAREN EN LA CAUSA COMO
ASÍ TAMBIÉN SU DOMICILIO PARTICULAR …” El sólo análisis de este punto
que abarca quince personas determinadas y un sinnúmero de personas
indeterminadas (“familiares”, “testigos”), además de ser ridícula, trasforma dicha
prohibición en una misión imposible el acatamiento de esta medida, toda vez que
el imputado podría estar abarcado en esta cautelar sin tener conocimiento de que
ello es así. Claro está que esto podría convertirse en una nueva detención por
desobediencia, cuando no exista en el imputado siquiera conciencia de esa
situación. Una medida tan abarcativa significa, además, que se extiende sin
límites por lo menos a toda la ciudad de Ushuaia, entendiendo que las “víctimas”
o “testigos” no tienen familiares fuera de la provincia de Tierra del Fuego o en
incluso en el exterior. A ello se agrega que quedan incluidas en la prohibición
aquellas personas que pudieran declarar en el futuro en la causa.

Cualquier esfuerzo para buscar racionabilidad a esta medida resulta


infructuoso, hecho que se agrava con las medidas que ordena en la misma
resolución, a saber: “B) PROHIBICIÓN DE TOMAR PARTE DE ACTOS
PÚBLICOS EN LOS QUE SUCITEN HECHOS DE VIOLENCIA DE
CUALQUIER ÍNDOLE O EN LOS QUE SE REALICEN ACTOS DE
HOSTIGAMIENTO A FUNCIONARIOS PÚBLICOS…”

Esta medida implica lisa y llanamente la presunción de culpabilidad en


cualquier situación de violencia u hostigamiento que se dé por el solo hecho de
estar en el lugar, vulnerando el principio de que las personas solo responden por
los actos propios.

Al mismo tiempo, afecta directamente a su derecho a movilizarse y asistir


a actos públicos.

No escapa al análisis de este punto la pretensión capacidades de


clarividentes que hace el juez sobre los aquí imputados, ya que impone a los
mismos que adivinen si un acto suscitará violencia u hostigamiento a
funcionarios.

Pero no dejemos de sorprendernos y avancemos:

“…C) PROHIBICIÓN DE ACERCAMIENTO DE UNA DISTANCIA


MENOR A CIEN METROS RESPECTO DE ORGANISMOS PÚBLICOS

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DEPENDIENTES DEL ESTADO PROVINCIAL SIN PREVIA AUTORIZACÓN
DEL TRIBUNAL…”

Siendo los aquí imputados empleados públicos, que además son


representes de los trabajadores del estado en su calidad de dirigentes gremiales,
la prohibición de acercamiento abarca en algunos casos sus lugares de trabajo y
en todos, sus lugares de ejercicio gremial. No puede olvidarse el hecho de que el
conflicto no se ha agotado, esto ante la negatividad del gobierno provincial a
abrir una instancia verdadera de diálogo. La Unión de Gremios de Tierra del
Fuego continúa realizando asambleas frente a la casa de gobierno. Además, si
eventualmente se abriera una negociación con el estado, se encontrarían
inhibidos de participar en esas reuniones donde ejercerían su representación
gremial, cercenando el ejercicio sindical para el cual han sido votados.

“E) PROHIBCIÓN DE DEAMBULAR FUERA DEL DOMICILIO EN


EL HORARIO COMPRENDIDO ENTRE LAS 22 HORAS Y LAS 6 HORAS.”

¿Cuál es la finalidad de esta prohibición? ¿Cuál es el bien jurídico que se


intenta preservar con esta medida? Es, a esta altura la mayor expresión de un
adelantamiento de pena: se trata de una limitación de la libertad personal y
ambulatoria.

Es decir, sin autorización del juzgador, los imputados no podrían


pernoctar fuera de su casa, o tal vez salir en una urgencia médica, e incluso
deberán permanecer durante un incendio. La redacción de esta prohibición,
además de arbitraria e infundada, se torna en un abuso de autoridad que vulnera
no solo el derecho a la libertad ambulatoria, la intimidad, e incluso pone en
peligro la integridad física de los encausados y eventuales familiares a cargo.

Se trata de un tipo de “toque de queda” personalizado que nuevamente


vuelve a vulnerar derechos constitucionales.

El presente expediente está compuesto por diversas denuncias


interpuestas entre el 1 de abril y el 2 de mayo del presente año.

A fs. 274/276 vta. la denuncia efectuada el día 29 de abril, por el


funcionario Víctor Hugo Díaz, Secretario de Administración Financiera e
Infraestructura Sanitaria del Ministerio de Salud, es el intento de transformar
conversaciones con sindicalistas en amenazas y amedrentamientos, expresiones

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de tinte político que por su calidad no superan la cotidianidad del ejercicio
gremial, pretendiendo con esto estigmatizar a los trabajadores, cuando
claramente carecen de entidad intimidatoria.

Llamativamente ante una causa tan débil en términos de credibilidad y


motivada en un funcionario político en el marco del ejercicio del derecho a
huelga, a fs. 299/300, el juez no solo cita a indagatoria a los acusados, fija,
además, medidas cautelares que restringen la libertad ambulatoria de los
denunciados, constituyendo un nuevo acto de prejuzgamiento.

A fs. 190. la constancia de la denuncia de Javier Eposto, Secretario


General de Gobierno, enmarca los hechos claramente en una protesta gremial, en
el punto número uno manifiesta: “Que, vengo por el presente a denunciar la
presunta comisión del delito tipificado en el art. 158 CP, en atención, que, con
violencia, se ha compelido a numerosos trabajadores de la administración
pública provincial a tomar parte de una huelga”. Esto deja al desnudo dos
extremos, la intención del ejecutivo provincial de obtener una sanción penal
contra los huelguistas y la presión que sufrió el propio poder judicial para
impulsar este expediente.

A estas, se suman otras dieciséis denuncias, todas ellas impulsadas por


funcionarios del Gobierno Provincial, y / o funcionarios policiales al servicio de
estos. Los supuestos hechos fueron en el marco de situaciones de “público
conocimiento” como se indica en las propias actas. Tradúzcase en el marco de
las demandas gremiales y ante interpelaciones a funcionarios que debían dar
respuesta a esas demandas. El fiscal aglutina en seis hechos todas las denuncias
de su acusación.

En virtud de todo lo relatado y respecto a la instrucción y formación de


la presente causa; y además teniendo en cuenta la función de la justicia y el fin
de la misma en su administración, podemos decir que vemos que estamos ante
una relación jurídica desigual entre la justicia en sí, a través de sus representantes
y los aquí imputados. Por ello, los organismos de derechos humanos, diputados,
dirigentes políticos y militantes sindicales y sociales de todo el país
consideramos fundamental actuar en defensa de los aquí imputados y brindarles
una mayor protección.

III.-LA INSTITUCIÓN DEL AMICUS CURIAE

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Los amicus curiae, consisten en presentaciones que pueden realizar
terceros ajenos a una disputa judicial —pero con un justificado interés en la
resolución final del litigio por estar en juego el interés público—, a fin de
expresar sus opiniones en torno a la materia, a través de aportes de
trascendencia para la sustentación del proceso judicial.
Este instituto del amicus curiae también plantea que quien se presente en
tal carácter debe tener un interés concreto relacionado con el litigio en el cual se
interviene. APeL, la Asociación Ex detenidos desaparecidos, al igual que los
organismos de derechos humanos que forman parte del Encuentro Memoria
Verdad y Justicia, defienden y promocionan los derechos humanos, luchan
contra la violencia institucional, es que viene a hacer su presentación. Este afán
de presentar el amicus curiae tiene que ver con un interés razonable a nuestra
condición de organismo de Derechos Humanos sobre el tema en cuestión.

-NECESIDAD DE ADMISION DEL AMICUS CURIAE

Como dijimos, a través de este instituto procesal, se permite que terceros


con interés en el thema decidendum, puedan acercar una opinión al Tribunal,
accediendo a una comunicación directa y transparente. Esta vinculación que se
genera entre los tribunales y los organismos o entidades que se presentan en
carácter de amigo del tribunal no hace más que reforzar el aspecto participativo
del carácter republicano de gobierno. Los jueces deben incentivar la
participación ciudadana permitiendo el debate centrado en valores y principios
sociales intersubjetivos. Por medio de esta participación ciudadana se logra
mediante ese proceso de control, de fiscalización y ejecución de las acciones que
afectan de uno u otro modo a la esfera pública, dando lugar a que la búsqueda de
justicia sea colectiva creando así conciencia social en el contralor de la gestión
pública. Que se dé lugar a este tipo de participación se asegura la libertad de
expresión, el derecho a peticionar ante las autoridades y la igualdad en el acceso
a la información fortaleciendo el sistema constitucional. Este mandato de
democratización, que proviene de la esfera privada hacia el espacio de lo
público, encuentra apoyatura en el derecho constitucional de peticionar a las
autoridades (art. 14 CN), en la garantía del debido proceso legal (art. 18 CN), en
los derechos y garantías implícitos (art. 33 CN), en la prohibición de toda
limitación irrazonable al ejercicio de los derechos (art. 28 CN) y, en la jerarquía

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Constitucional de Tratados Internacionales vinculados con los Derechos
Humanos (art. 44 y 48 Convención Americana de Derechos Humanos).
La jurisprudencia sostiene: “El amicus curiae no es más que una forma
de instrumentar la democracia participativa en el ámbito jurisdiccional, sin que
ello implique, claro está, menoscabo alguno sobre el poder de imperium de los
Jueces a la hora de hacer Justicia”
El máximo tribunal del país, en su decisorio, consideró que la figura del
“Amigo del Tribunal” es “un provechoso instrumento destinado, entre otros
objetivos, a permitir la participación ciudadana en la administración de justicia.

A) Admisibilidad del AMICUS CURIE en los Tribunales Argentinos.


En nuestro país existen numerosos antecedentes jurisprudenciales en los
que tribunales locales aceptaron la presentación de un dictamen en carácter de
Amicus Curiae. Mencionaremos algunos ejemplos.

1) Corte Suprema de la Nación Argentina:


Bussi, Domingo s/ recurso extraordinario: La finalidad de la
presentación era adjuntar a la causa elementos de derecho, útiles a la resolución,
procurando que la Corte consagrara explícitamente los criterios respecto de la
idoneidad que debe poseer todo funcionario público, de acuerdo con lo
establecido por las normas constitucionales, y por los diversos instrumentos
internacionales de derechos humanos que el Estado argentino se ha
comprometido a respetar. Es importante destacar que si bien la Corte Suprema
de Justicia no se expidió expresamente sobre la admisibilidad de este instituto,
el memorial fue anexado al expediente. En otras palabras, la Corte Suprema no
rechazó el amicus.

2) Cámara Federal en lo Criminal y Correccional de la Capital


Federal
a) Hechos ocurridos en el ámbito de la Escuela Superior de
Mecánica de la Armada ‖ (Causa Nº 761), tramitado ante la Cámara Federal
en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal. Efectivamente, con fecha
18 de mayo de 1995 la Cámara Federal en pleno resolvió admitir un memorial
en derecho presentado por dos organismos internacionales de derechos
humanos. Los organismos internacionales de derechos humanos CEJIL y
Human Rights Watch/Americas, se presentaron en la causa solicitando a la
Cámara ser tenidos por amicus curiae a los efectos de ofrecer al tribunal
argumentos de derecho internacional sobre la obligación del Estado para con los

pág. 15
familiares de las víctimas de desaparición forzada. En particular, se
proporcionaban fundamentos jurídicos respecto del derecho a la verdad de las
víctimas, los familiares y la sociedad en su conjunto.
Para resolver la admisibilidad, en primer lugar, la Cámara tuvo en cuenta
que las organizaciones que se presentaban actuaban con reconocida idoneidad
en el campo del derecho internacional de los derechos humanos. En tal sentido,
alegó que la presentación de amicus curiae estaba reservada a organizaciones no
gubernamentales que persigan un interés válido y genuino en el tema y
acrediten una especialización en la materia sometida a discusión del tribunal. En
segundo lugar, la Cámara hizo hincapié en el amplio interés público que
guardaba la causa. En tercer lugar, la Cámara hizo lugar a esta forma de
participación en procesos judiciales en virtud de la incorporación que tiene el
derecho internacional al ámbito del derecho interno sobre todo desde 1994 con
la jerarquización de ciertos instrumentos de derechos humanos. La Cámara tuvo
en cuenta que esta figura se encuentra comprendida en el art. 44 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y en los reglamentos de la
Corte Interamericana y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

3) Cámara Nacional de Casación Penal: Felicetti, Roberto y otros


s/revisión (causa Nº 2831), tramitado ante la Sala II, diferentes organismos de
derechos humanos se presentaron con el fin de someter a su consideración
algunos argumentos de derecho internacional de los derechos humanos de
relevancia para resolver el recurso de revisión presentado por la defensa de los
detenidos por el copamiento del regimiento de La Tablada. En especial, el
amicus establecía la obligación del Estado argentino de cumplir con las
decisiones de los organismos internacionales de derechos humanos a efectos de
garantizar la doble instancia a los detenidos.
En primer lugar, el memorial hace referencia a que la naturaleza
estrictamente taxativa de las causales reguladas en el art. 479 del CPPN no
encuentra asidero en ninguna regla de nuestro derecho positivo, haciendo
hincapié en la intención del legislador de regular todos aquellos supuestos en los
cuales la realización del valor justicia se coloca por encima del valor de la cosa
juzgada. Otro argumento del amicus citado se refiere a que ―el Estado
argentino no puede ampararse en una regulación legal que, en el ámbito interno,
no contempla la particular situación de este caso concreto para justificar una
grave violación a derechos humanos que ya ha comprometido su
responsabilidad internacional. También se hace alusión al argumento que
sostiene que se ha violado la Convención Americana sobre Derechos Humanos

pág. 16
en su art. 8.2.h porque los condenados no pudieron ejercer su legítimo derecho a
recurrir el fallo condenatorio ante un tribunal superior. Finalmente se establece
―la obligación de cumplir por parte de los órganos del Estado, con las
recomendaciones que efectúa un organismo internacional competente para
interpretar y aplicar un instrumento de derechos humanos con jerarquía
constitucional.

III. Regulación del AMICUS CURIAE.

1) A nivel Nacional

Si bien a nivel nacional no existe una ley que contemple el instituto del
amicus curiae la Corte por mayoría el 14 de Julio de 2004 dictó la Acordada
N° 28 (16) autorizando la intervención de los amigos del Tribunal en
aquellas causas que se tramiten bajo su jurisdicción y se ventilen asuntos de
trascendencia institucional o que resulten de interés público, emitiendo
opinión fundada al respecto sobre el litigio; reglamentando quienes pueden
intervenir, la extensión de sus escritos, que los mismos no revisten la
calidad de partes, que su actuación no devenga honorarios ni costas, etc.

2) Derecho Comparado.
La ―Rule Nº 29‖ del Distrito de Columbia (Estados Unidos) legisla
sobre el escrito de amicus curiae.Reglas similares existen en diferentes estados
de los Estados Unidos. La ley citada dispone que cuando esté permitido, los
Estados Unidos, o un oficial o agente del gobierno, o un Estado, territorio,
comunidad o el Distrito de Columbia podrán presentar un amicus curiae sin el
consentimiento de las partes ni el permiso del tribunal.

IV.-Derecho aplicable al presente caso:

Entendemos que las cuestiones que se ventilan en el presente caso son de


una importancia suprema, toda vez que se encuentran en duda la concreta
afectación de las garantías fundamentales reconocidas por el estado de derecho.

En tal sentido, debe ponerse fin a la duda constante en la que viven


los aquí imputados.

pág. 17
Asimismo, debe ponerse de resalto la afectación al principio de
inocencia, toda vez que es al Estado al que le corresponde la carga de la
prueba sobre la culpabilidad de los imputados y no a la inversa. Que se
encuentran en riesgo las garantías contempladas por el artículo 18 de la
Constitución Nacional, como el Principio de Culpabilidad y de Inocencia (in
dubio pro reo), así como también, los Pactos Internacionales de Derechos
Humanos de Jerarquía Constitucional, en sus partes pertinentes (Art. 75 inc. 22º),
puesto que es evidente el escaso material probatorio con el que se cuenta para
incriminar a los aquí imputados.

Por último, quienes presentamos este escrito, tenemos la valoración


de que Antonio Horacio Gallego, José Dario Gómez, Alejandro Daniel
Gómez, Roberto Carlos Camacho y Juan Manuel Stefoni son inocentes, y
sin perjuicio de respetar su investidura, nos sentimos obligados éticamente a
manifestarlo.

Solicitamos que se nos notifique de la resolución que en el futuro se


adopte, en relación a la admisión o rechazo del presente instituto.

ES POR TODO LO MANIFESTADO QUE SOLICITAMOS EL


CIERRE DE LAS CAUSAS CONTRA LOS AQUÍ IMPUTADOS.

Para resolver en la presente causa, es necesario analizar los hechos


ocurridos sin que queden desvinculados del contexto dado.
Aquí hablamos de un hilo de conflictividad social entre el poder ejecutivo
provincial y sus trabajadores, quienes sostienen una huelga, con acampes y
movilizaciones desde hace más de 60 días con la única finalidad de una férrea
defensa de sus derechos.

Esta situación no es menor, ya, como se explicara ut supra, los motivos


que detonaron la huelga es el detrimento de derechos laborales y previsionales
que el estado provincial ha legislado entre gallos y medianoche en perjuicio de
todos los trabajadores del pueblo fueguino.
Durante los últimos 15 días, el gobierno también ha decidido utilizar
todas las herramientas comunicacionales para desprestigiar la lucha y justificar el

pág. 18
ajuste, tal es así que los canales locales tienen prohibido hablar a favor del
acampe, la publicidad en Internet abunda notablemente con spots que son
sumamente engañosos. Todos los periódicos provinciales hablan de un reclamo
“desmedido”. El gobierno ha decidido intentar poner en contra a los trabajadores
entre sí, pero la conciencia se encuentra muy elevada y estas burdas maniobras
no han surtido el efecto esperado por la gobernadora.

La búsqueda del diálogo no es real, sólo apunta a desgastar y diluir la


lucha ya que siempre se encuentran motivos para cancelar las reuniones, sea con
los ministros o con determinados legisladores. La gobernadora directamente no
quiere recibir a los secretarios generales de los gremios bajo ningún punto de
vista.

La persecución a los manifestantes ignora la defensa de derechos


fundamentales de los gremialistas, garantizadas por la Constitución Nacional, los
pactos supranacionales y la jurisprudencia de Corte Interamericana de Derechos
Humanos en lo referente al Pacto de Derechos Civiles y Políticos, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, intentando cubrir con el código penal un
conflicto que debe entenderse en el marco jurídico supranacional aludido.
Nos parece interesante y relevante destacar que “Los principales
crímenes se cometen desde la estructura del aparato estatal y esa criminalidad
amenaza agigantarse desde una organización hegemónica que comprenda y
someta a la universalidad de los aparatos estatales”i. Entendemos que este
concepto está íntegramente relacionado con lo expuesto precedentemente. No se
pueden desprender las acciones estatales de las reacciones del pueblo cuando
éstas son atravesadas por una injusticia legislativa, económica y social. Las
desprolijidades en el manejo de las relaciones laborales por parte de las empresas
y empleadores, la omisión del aparato estatal, como así también las acciones de
las instituciones dependientes del Estado llevan a un inequívoco final: La
necesidad imperante del reclamo de los trabajadores y el poder punitivo del
Estado para aplacar dichas reivindicaciones.
Sería bueno preguntarnos por qué no atendieron las insatisfacciones
planteadas en reiteradas ocasiones, porqué la misma Legislatura dejo de
funcionar luego de la indignación popular ante las leyes votadas, porqué no se
establecieron mesas de negociaciones, porqué en lugar de ello, se erigió
un Estado Gendarme, que se arrogó y ejerció la atribución de nominar y
constituir al enemigo. El modelo capitalista en que se esgrimió el conflicto social

pág. 19
planteado puso de manifiesto una producción, reproducción y desigualdad
imperantes que encubren ideologías dominantes. Éstas operan alimentando un
paradigma sistémico violento. La ciencia penal y criminológica no tiene
instrumentos conceptuales para dar cuenta de los crímenes masivos que se
generan y cometen desde el dominio del aparato del Estado. Su
conceptualización está limitada a dar cuenta de la producción delictiva de los
particulares contra las reglas establecidas (positivismo penal) por el Estado.
Cabría ahora analizar el concepto de Poder, mejor dicho, las relaciones
de Poder. Entendemos que el poder social siempre se ejerce respecto del otro. En
el análisis que hiciera Foucault respecto de las sociedades contemporáneas
democráticas postuló: “está totalmente claro que vivimos bajo un régimen de
dictadura de clase, de poder de clase que se impone por la violencia, incluso
cuando los instrumentos de esta violencia son institucionales y constitucionales”.
En este marco, existe una red de relaciones siempre tensas, donde el poder se
ejerce, más que se posee. Según Foucault: “No es el privilegio adquirido o
conservado de la clase dominante, sino el efecto de conjunto de sus posiciones
estratégicas…” Existe una intersección entre las categorías del discurso jurídico
y las técnicas de manipuleo del psiquismo humano. En ésta, subyace un ansia
ilimitada de poder. Este crecimiento y desarrollo incontrolado de poder en
algunos sectores de dominación, conllevan a un irreductible descontento social y
consecuente caos. Harto interesante es el concepto analizado por Zaffaroni en
“Crímenes de masa”, respecto al poder punitivo como selectivo. Este autor
plantea la hipótesis de que “existe un homicidio doloso cometido desde el poder
estatal”. Cuando el Estado de derecho desaparece, su lugar lo ocupan las fuerzas
represivas. Rescatamos también el concepto de la venganza como formidable
eficacia política. El poder punitivo criminaliza a unas pocas personas y las usa
para proyectarse como neutralizador de la barbarie social. Si el Estado de
derecho no corrige sus omisiones, la asimetría social se incrementará
indefectiblemente. Es entonces, que el rol del Estado preventor se desvirtúa, para
convertirse en ejecutor de un delito mayor: la complicidad y el abandono de una
política pública que cobije el orden social. Nace, entonces, una violencia
colectiva y el sistema penal pretende racionalizarla con más violencia o
venganza punitiva. El Estado de derecho tiene la inminente tarea de
canalizar la violencia originaria, que no es otra cosa, que encauzar los
reclamos perpetrados por las vías válidas legitimadas. De lo contrario, el
estallido social, es inevitable. Las tensiones sociales podrán empezar a
disminuir, sólo si prima la cohesión y se deja de lado la paranoia estatal: de

pág. 20
creer que los trabajadores son el enemigo y se los debe adoctrinar haciendo
uso de una violencia irracional.
Existe una relación inversa entre violencia y organización. Existirá menor
grado de violencia cuanto mayor sea la organización de la protesta social. La
desobediencia institucional y la desorganización social vienen derivadas de las
no respuestas por parte del estado de derecho. El tercer considerando de la
Declaración Universal de Derechos Humanos postula esencial que los
Derechos Humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de
que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra
la tiranía y la opresión. El derecho de protesta no sólo existe, sino que está
expresamente reconocido por la Constitución Nacional y por los tratados
internacionales universales y regionales de Derechos Humanos. Creemos
loable destacar que es inconcebible que se intente enmarcar la figura de la
protesta social bajo un tipo penal. Sostenemos esto debido a las “amenazas”
que se pretende enrostrar a los trabajadores cuando sólo estaban ejerciendo
su derecho constitucional de reclamar ante autoridades que no dieron
respuestas ni soluciones a reiterados reclamos.

Por último, manifestamos que la tipicidad penal sólo es legal, estricta y


de interpretación restrictiva. Por lo tanto, no puede ser desentrañada desde la
vaguedad de conceptos o con una linealidad estática que vaya en detrimento del
análisis global del contexto socio-político y económico. La praxis penal debe
buscar la verdad sin convertirse en parodia. Es necesaria una justicia real para
todos los actores sociales. Existe un combate en torno a lo verdadero. Foucault
plantea que la “verdad” debe ser analizada bajo “el conjunto de reglas según las
cuales se discrimina lo verdadero de lo falso y se ligan a lo verdadero efectos
políticos de poder”. Dichos efectos serán netamente negativos para la sociedad
en su conjunto si se separan las cuestiones político-jurídica-económicas de los
entramados sociales. La búsqueda de una justicia penal menos desigual deberá
estar ligada al alejamiento de la estigmatización de los sectores más vulnerables.

La jurisprudencia, ha aplicado estos principios en el derecho interno


mediante los fallos:

En el fallo Schifrin de la Sala I Cámara Nacional de Casación Penal


epuso que “… el recurrente… ejerciendo los legítimos derechos de peticionar a
las autoridades, de reunirse, de resistirse a la opresión y de obtener un remedio
efectivo a su justo reclamo, resultó injustamente objeto de una acción penal en
virtud de una supuesta violación del artículo 194 del Código Penal.”

pág. 21
Posteriormente cita a Sebastián Soler, “todas las figuras delictivas suponen que
su realización es delictiva, no ya cuando es típica, sino cuando es ilícita, y ése
carácter de ilicitud no se lo imprime a la acción la ley penal, sino el derecho total
y unitariamente entendido.” Y sigue “antijurídico es el acto que contradice el
derecho todo, pues lo contrario llevaría a la atomización del derecho y
eventualmente a la contradicción interna. Las normas ordinariamente no las da el
precepto penal, las supone, donde las hallamos es en el derecho no penal. Pero
hallada la norma que rige un caso, ésta precede al precepto penal, lo desplaza…
Mal podría entonces aplicarse aisladamente, como lo pretende el a quo, el
contenido del art. 194 del Código Penal sin realizar siquiera un somero análisis
del contexto de aplicación de la norma en consonancia con los derechos
aludidos.” “…la actitud de la acusada hallaría amparo en el art. 13, punto 1 de la
C.A.D.H., que consagra el derecho a la libertad de expresión desde que prevé la
difusión de informaciones e ideas “por cualquier otro procedimiento de su
elección”, derecho que no puede restringirse “por vías o medios indirectos, tales
como el abuso de controles oficiales o particulares…” (punto 3 del mismo
artículo; y en análogo sentido art. 19 punto 2 P.I.D.C. y P. y 19 de la D.U.D.H.)
A su vez -se dice- los derechos de reunión, de peticionar a las autoridades y de
resistencia a la opresión se encuentran contenidos en dichos tratados…”

Es necesario detenerse en la TEORIA DEL BIEN JURÍDICO, e


interesante recoger otros fallos que han tratado el análisis de supuestas conductas
delictivas en el marco de conflictos sociales

El fallo de la Cámara Federal de La Plata expediente n° 6243, "N.N.


y otros (imp.) s/ Denuncia (Dte. J.P.S.) dictado el 31 de mayo de 2012, trae
importantes y aplicables consideraciones a la causa de marras.

En el citado fallo el juzgador había imputado a los actores las conductas


punibles de los arts. 168 y 194 del Código Penal en relación a un reclamo de
reconocimiento de derechos laborales de un grupo de trabajadores tercerizados
en la línea General Roca de ferrocarriles, por medio de manifestación sobre las
vías de la citada línea, donde se resuelve el sobreseimiento de los imputados.

EL JUEZ SCHIFFRIN DIJO: “El suceso queda atrapado, pues, en las


categorías antes aludidas, que no han obtenido la venia del legislador moderno
para ser penadas, acaso por intuir que la sociedad civil no tiene la forma de un
sistema equilibrado, sino de un entrecruzamiento de sectores en parte
antagónicos y en parte unidos por vínculos de solidaridad. De ello se sigue que
ante conflictos sociales agudos el derecho penal deba aplicarse en la menor

pág. 22
medida posible, sólo para sancionar conductas gravemente violatorias de los
derechos humanos.

Y en este orden de ideas, es preciso subrayar que las manifestaciones en


la vía pública forman parte del derecho de reunión y pertenecen a la esencia del
sistema de gobierno constitucional y republicano. Y no siempre la protesta es
ordenada y pacífica, como se advierte en las disposiciones derogadas del antiguo
Código Penal de 1887, citadas más arriba (considerando 8). A su vez, la ley 49
(año 1863) reconocía sólo la impunidad de las manifestaciones de ciudadanos
desarmados y pacíficas (art. 25), pero también esta norma fue dejada sin efecto
por el Código Penal de 1921.

Por otra parte, tengamos presente el pensamiento de una eminente


autoridad en estos temas como es Ronald Dworkin, quien opina que, en los casos
en que el ejercicio del derecho a la libertad de expresión aumenta el riesgo de
daño a las personas o a la propiedad, el Estado carece de la potestad de someter
ese derecho cuando la conexión causal es obscura (Ronald Dworkin, Taking
Rights Seriously, Cambridge Massachussets, Harvard University Press,
1977/1978, cap. 7, pp. 197 y ss., especialmente pp. 201/204).”

ADHIEREN AL PRESENTE AMICUS:

La Sra. Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Maya (LF), la Sra. Elia Espen,
Madre de Plaza de Mayo (LF)

Organismos de Derechos Humanos

Hemos llegado hasta aquí movilizados por la lucha en defensa de los


derechos humanos que llevamos a cabo desde diferentes ámbitos. Nuestras
historias resumen la historia de nuestro país. Hemos padecido el terrorismo de
estado, el secuestro y desaparición de nuestros hijos, amigos, familiares y
compañeros de militancia además de continuar buscando a aquellos sustraídos y
apropiados en los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. Y no
solo ello, además desde el momento en que fue devuelta nuestra democracia hace
ya 30 años, no hemos cesado en nuestra búsqueda de la Memoria, Verdad y
Justicia. Es por esto que como luchadores sociales acompañamos los reclamos y

pág. 23
bregamos porque los derechos humanos sean garantizados y efectivizados para
todas las personas, tanto en las violaciones e impunidad de ayer y de hoy.

Perseguimos un interés legítimo, configurado por la necesidad de velar


por la plena vigencia de los derechos humanos, lucha que forma parte de la
agenda de todos los que en esta presentación convergemos.

Alerta a los organismos de derechos humanos la constatación de


reiteradas persecuciones penales contra dirigentes gremiales teniendo como
antecedente el juicio y condena llevado adelante en esta provincia contra
docentes y camioneros el año pasado.

Los organismos firmantes exigimos el fin de la represión y persecución


de los dirigentes sindicales fueguinos, que sus libertades no sean condicionadas
en función de entender que solo así se garantiza la plena vigencia de los derechos
humanos.

Diputados Nacionales: Como miembros de la Honorable Cámara de


Diputados de la Nación, los abajo firmantes, manifiestan su particular
preocupación ante la injerencia del Poder Judicial como instrumento a partir de
la instrucción de causas penales, en la dinámica de resolución de conflictos
claramente políticos entre los distintos extractos de la sociedad.

No es indiferente a los firmantes que el origen del presente conflicto ha


sido la sanción de leyes, que claramente han sido repudiados directamente por la
población fueguina.

Esto ha provocado la organización en iniciativas de lucha, (acampe,


asambleas), como la presentación ante el Juez Electoral para que informe la
cantidad necesaria de firmas a reunir para proponer a la Legislatura un proyecto
de ley, conforme al instituto de iniciativa popular del art. 207 de la Constitución
provincial, que tiene como resultado la reunión del 10 % del total de ciudadanos
que efectivamente sufragaron en las últimas elecciones. Cabe destacar, que ese
porcentaje se superó reuniendo más de 20000 firmas en 4 días.

Todo lo cual ha sido en gran parte impulsado por los aquí imputados en
su carácter de representantes sindicales, cumpliendo mandato de sus asambleas.

Por lo cual preocupa a estos diputados que se utilice la persecución penal


motivada por el carácter de “sindicalistas y dirigentes” de los aquí imputados,

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revirtiéndose los principios constitucionales al amparo de los art. 18 y 19 de la
C.N.

El socavamiento de la libertad de expresión afecta directamente el nervio


principal del sistema democrático. La interpelación a funcionarios y legisladores
debe ser tolerada como forma de interrelación democrática.

Si los gobernantes lo hacen tras manda del pueblo están obligados a


escuchar los reclamos de los mismos, incluso tolerando posibles exabruptos, en
pos de garantizar el orden democrático.

Organizaciones Sindicales: Las organizaciones sindicales abajo


firmante lo hacen motivadas por la directa relación de las disposiciones
cautelares tomadas en esta causa, que afectan y restringen directamente las
libertades sindicales de los aquí imputados, constituyendo no solo una pena
adelantada sino un acto de prejuzgamiento tendiente a restringir e impedir las
acciones propias del cargo por el cual han sido elegidos.
La libertad sindical corresponde a un derecho humano esencial,
reconocido al máximo nivel, a saber, constitucional, en armonía con los tratados
vigentes en la materia que también están en dicho rango y por tanto gozan de
supremacía. Así, la libertad de asociación, en materia sindical, con todas sus
demás propiedades asociadas, como negociación y autotutela, reviste la mayor
importancia para la defensa de los legítimos intereses de los trabajadores y ello
se enmarca en el corpus juris de los derechos humanos, como inherentes a la
naturaleza del hombre por el solo hecho de ser tal.
En este sentido tanto la huelga como la negociación colectiva son
instrumentos esenciales de la libertad sindical. La huelga es un derecho
fundamental y constituye la principal garantía de cumplimiento de los derechos
laborales, más eficaz que cualquier otro mecanismo judicial o administrativo. Se
señala que sólo en la dimensión colectiva los trabajadores recuperan su libertad
perdida en el contrato de trabajo, y cuya máxima expresión es la subordinación.
Una de las características de la actuación colectiva es su capacidad para crear
derecho o sancionar la aplicación del mismo.

La tutela de la libertad sindical debe recurrir a la visión moderna de lo


que significa el reconocimiento constitucional de un derecho fundamental, en
tanto interés jurídico que amerita la máxima valoración positiva posible, bajo la
cual se ha de darle la mayor cobertura para su pleno desarrollo. En este marco, y
como ya se indicara anteriormente, la consagración constitucional de la libertad

pág. 25
sindical implica la instauración de garantías negativas y positivas: en el primer
caso, se trata de una tutela frente al Estado, dirigida a remover todos los
obstáculos que puedan impedir o enervar su ejercicio, limitando la actuación
estatal en el terreno de la imposición de restricciones. En el segundo caso,
estamos principalmente ante un conjunto de garantías frente al empleador que
conllevan el establecimiento estatal de reglas, procedimientos, medios de
reparación, sanciones y facilidades para su ejercicio dirigidas a asegurar la
efectividad del derecho y promover su desarrollo. Este establecimiento de
garantías negativas y positivas ha sido recogido explícitamente por el Tribunal
Constitucional en el fundamento 8 de la sentencia recaída en el expediente
01139-2007-PA/TC. La lógica de ello reposa en que los derechos fundamentales,
como resalta Pérez Luño (1995: 21), «han dejado de ser meros límites al
ejercicio del poder político, o sea, garantías negativas de los intereses
individuales, para devenir en un conjunto de valores a fines directrices de la
acción positiva de los poderes públicos», anticipando de este modo «el horizonte
emancipatorio a alcanzar» (ídem) y llevando a que el Estado juegue un activo rol
promotor de estos derechos, como ya lo anticipara Bobbio (1969: 1323). Pero
ello va más allá en el terreno de la libertad sindical, puesto que aquí la actuación
del Estado dirigida a tutelar y promover la libertad sindical es, como señala
Ermida (1987: 21), una premisa para la existencia de la libertad sindical a la vez
que la forma concreta en que se manifiesta la libertad sindical. Lo que, dicho en
los términos del autor antes citado (ídem: 23-24), significa que «el buen
funcionamiento de las medidas de protección de la actividad sindical, determina
la vigencia efectiva de la libertad sindical y especialmente el eficaz desarrollo de
la actividad sindical. El sistema de protección de la libertad sindical en su
conjunto, no es otra cosa, en definitiva, que la “reducción” o concreción de la
noción abstracta de libertad sindical al medio concreto y real en que ésta se debe
ejercer: el fuero sindical, las facultades o prerrogativas sindicales y la
proscripción de las prácticas desleales, de los actos de injerencia y de cualquier
acto antisindical, forman parte de ella: pero al mismo tiempo son requisitos de
eficacia de ella, en este sentido, la garantizan, la hacen posible en el mundo real,
la “concretan”, la “efectivizan”.

Todo ello se ve reforzado en nuestro ordenamiento jurídico, donde el


propio texto constitucional expresamente (artículo 28) le impone al Estado (a
todos los poderes que lo integran) la obligación de garantizar la libertad sindical;
siendo, por tanto, una norma en la que existe un mandato y un límite al mismo
tiempo, puesto que le ordena actuar y al mismo tiempo le traza el sentido de su
actuación: poner a disposición de los titulares del derecho el instrumental

pág. 26
necesario para que la libertad sindical pueda desarrollarse efectivamente y
cumplir los altísimos fines que justifican su existencia. En el mismo sentido se
pronuncia el artículo 11 del Convenio 87126 y el artículo 3 del Convenio 98 de
la OIT,127 estableciendo obligaciones de garantía para los Estados.

La libertad sindical es un derecho complejo que tiene expresiones


individuales y colectivas; por lo tanto, la protección debe dirigirse a ambos
planos. Es cierto que se trata de un derecho predominantemente colectivo, por lo
tanto sus principales expresiones estarán vinculadas a la actuación de los sujetos
colectivos; sin embargo, no se debe dejar de lado -al plantear los mecanismos de
tutela- las distintas facetas individuales del derecho, cuyas violaciones pueden
presentarse no sólo de manera exclusiva sino al mismo tiempo que las
vulneraciones colectivas. Esta situación, que la doctrina italiana califica como la
plurioffensivita de las conductas antisindicales (Giugni 1996: 126-127),130 se
suele graficar con el despido de un dirigente sindical; acto con el cual no sólo se
está violando los derechos individuales del trabajador que ha perdido su empleo
sino también los derechos colectivos del sindicato que ha perdido a uno de sus
dirigentes. Lo mismo puede verse incluso cuando el despedido por razones
antisindicales no es un dirigente sino un trabajador cualquiera, en la medida en
que no sólo se está causando una lesión al trabajador directamente involucrado,
sino que también se afecta a los demás trabajadores frente a los cuales la medida
tiene un valor ejemplarizante y al sindicato, al cual se le priva de un componente.

Lo cual resulta inadmisible que tal vulneración de la libertad sindical se


lleve a cabo desde el Poder Judicial, afectando con su accionar no solo la
situación individual de los aquí procesados sino el colectivo que de su
representación.

V.- PETITORIO:

Por todo lo expuesto, solicito al señor Juez:

a) Nos tenga por presentados en calidad de “Amicus Curiae”, y se declare


admisible formalmente dicha presentación.

pág. 27
b) Se consideren estas argumentaciones al momento de reconsiderar la
situación procesal de los aquí imputados, ordenando el cierre y archivo de las
presentes actuaciones.

c) Se tengan presente las adhesiones manifestadas.

PROVEER DE CONFORMIDAD
SERA JUSTICIA

pág. 28
i
Zaffaroni, Eugenio Raúl, “Crímines de masa”.

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