Está en la página 1de 16

2.

Historia de la termodinámica
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

El 1698 Savery Motor — primera máquina de vapor comercialmente útil del mundo. Construido
por Thomas Savery

La historia de la termodinámica es una pieza fundamental en la historia de la


física, la historia de la química, y la historia de la ciencia en general. Debido a
la relevancia de la termodinámica en muchas áreas de la ciencia y
la tecnología, su historia está finamente tejida con los desarrollos de
la mecánica clásica, mecánica cuántica, magnetismo, y la cinética química,
para aplicar a campos más distante tales como la meteorología, teoría de
información, y biología (fisiología), y a desarrollos tecnológicos como
la máquina de vapor, motor de combustión interna, Criogenia y generación de
electricidad. El desarrollo de la termodinámica fue motivado y dirigido por
la teoría atómica. También, aunque de una manera sutil, motivó nuevas
direcciones en probabilidad y estadística; vea, por ejemplo, la línea de tiempo
de la termodinámica.
La historia de la termodinámica como disciplina científica se considera
generalmente que comienza con Otto von Guericke quien, en 1650, construyó y
diseñó la primera bomba de vacío y demostró las propiedades del vacío
usando sus hemisferios de Magdeburgo. Guericke fue impulsado a hacer el
vacío con el fin de refutar la suposición de Aristóteles que «la naturaleza
aborrece el vacío». Poco después de Guericke, el físico y químico Robert
Boyle estudió y mejoró los diseños de Guericke y en 1656, en coordinación con
el científico Robert Hooke, construyó una bomba de aire. Con esta bomba,
Boyle y Hooke observaron una correlación entre la presión, temperatura y
volumen. Con el tiempo, se formularon la ley de Boyle, indicando que para un
gas a temperatura constante, la presión y el volumen son inversamente
proporcionales y otras leyes de los gases.
En 1679, un asociado de Boyle, Denis Papin basándose en estos conceptos,
construyó un digestor de vapor, que era un recipiente cerrado con una tapa de
cierre hermético en el que el vapor confinado alcanzaba una alta presión,
aumentando el punto de ebullición y acortando el tiempo de cocción de los
alimentos.
En 1697, el ingeniero Thomas Savery, a partir de los diseños de Papin,
construyó el primer motor térmico, seguido por Thomas Newcomen en 1712.
Aunque estos primeros motores eran toscos y poco eficientes, atrajeron la
atención de los científicos más destacados de la época.
En 1733, Bernoulli usó métodos estadísticos, junto con la mecánica clásica,
para extraer resultados de la hidrodinámica, iniciando la mecánica estadística.
En 1781 los conceptos de capacidad calorífica y calor latente, fueron
desarrollados por el profesor Joseph Black de la Universidad de Glasgow,
donde James Watt trabajó como fabricante de instrumentos. Watt consultó con
Black en las pruebas de la máquina de vapor, pero fue Watt quien concibió la
idea del condensador externo, aumentando grandemente la eficiencia de la
máquina de vapor.
En 1783, Antoine Lavoisier propone la teoría calórica.
En 1798 Benjamin Thompson, conde de Rumford, demostró la conversión del
trabajo mecánico en calor.

Nicolas Léonard Sadi Carnot, considerado como el «padre de la termodinámica»

Sobre la base de todo este trabajo previo, Sadi Carnot, el «padre de la


termodinámica», publicó en 1824 Reflexiones sobre la energía motriz del fuego,
un discurso sobre la eficiencia térmica, la energía, la energía motriz y el motor.
El documento describe las relaciones básicas energéticas entre la máquina de
Carnot, el ciclo de Carnot y energía motriz, marcando el inicio de la
termodinámica como ciencia moderna.
El primer libro de texto sobre termodinámica fue escrito en 1859 por William
Rankine, quien originalmente se formó como físico y profesor de ingeniería civil
y mecánica en la Universidad de Glasgow. La primera y segunda leyes de la
termodinámica surgieron simultáneamente en la década de 1850,
principalmente por las obras de Germain Henri Hess, William Rankine, Rudolf
Clausius, James Prescott Joule y William Thomson (Lord Kelvin).
Los fundamentos de la termodinámica estadística se establecieron por los
físicos como James Clerk Maxwell, Ludwig Boltzmann, Max Planck, Rudolf
Clausius, Johannes van der Waals y Josiah Willard Gibbs.
Desde 1873 hasta el 76, el físico matemático estadounidense Josiah Willard
Gibbs publicó una serie de tres artículos, siendo la más famosa Sobre el
equilibrio de las sustancias heterogéneas. Gibbs demostró cómo los procesos
termodinámicos, incluyendo reacciones químicas, se podrían analizar
gráficamente. Mediante el estudio de la energía, la entropía, potencial químico,
la temperatura y la presión del sistema termodinámico, se puede determinar si
un proceso se produce espontáneamente. La termodinámica química y
la fisicoquímica fueron desarrolladas además por Walther Nernst, Pierre
Duhem, Gilbert N. Lewis, Jacobus Henricus van 't Hoff, y Théophile de Donder,
entre otros, aplicando los métodos matemáticos de Gibbs.
También fueron de importancia para la termodinámica los desarrollos
en termometría y manometría.

3. Aplicaciones
La termoquímica tiene múltiples aplicaciones, a continuación se
mencionarán algunas de estas:

– Determinación de los cambios de energía en determinadas reacciones


mediante el uso de la calorimetría (medición de los cambios de calor en
ciertos sistemas aislados).

– Deducción de los cambios de entalpía en un sistema, aun cuando estos


no puedan conocerse por una medición directa.

– Análisis de las transferencias de calor producidas experimentalmente


cuando se forman compuestos organometálicos con metales de
transición.

– Estudio de las transformaciones de energía (en forma de calor) dadas


en compuestos de coordinación de poliaminas con metales.
– Determinación de las entalpías del enlace metal-oxígeno de β-
dicetonas y β-dicetonatos unidos a metales.

Así como en las aplicaciones anteriores, la termoquímica se puede


emplear para determinar una gran cantidad de parámetros asociados a
otros tipos de energía o funciones de estado, que son las que definen el
estado de un sistema en un momento determinado.

La termoquímica también es utilizada en el estudio de numerosas


propiedades de compuestos, como en la calorimetría de titulación.
Celda galvánica
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

La celda galvánica o celda voltaica, denominada en honor de Luigi


Galvani y Alessandro Volta respectivamente, es una celda electroquímica que
obtiene la energía eléctrica a partir de reacciones redox espontáneas que
tienen lugar dentro de la misma. Por lo general, consta de dos metales
diferentes conectados por un puente salino, o semiceldas individuales
separadas por una membrana porosa. Volta fue el inventor de la pila voltaica, la
primera pila eléctrica.
En el uso común, la palabra pila es una celda galvánica única y una batería
propiamente dicha consta de varias celdas, conectadas en serie o paralelo. 12

Índice

 1Historia
 2Descripción
 3Voltaje de la pila
 4Notación de celdas
 5Corrosión galvánica
 6Tipos de celdas
 7Véase también
 8Referencias
 9Enlaces externos

Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la pila eléctrica

En 1780, Luigi Galvani descubrió que cuando dos metales diferentes (cobre y


zinc, por ejemplo) se ponían en contacto y, a continuación, ambos tocaban
diferentes partes de un nervio de un anca de rana, hacían que se contrajesen
los músculos de dicha extremidad.3 Llamó a este fenómeno "electricidad
animal" y sirvió de modelo para el diseño de la primera pila. La pila
voltaica inventada por Alessandro Volta en 1800 es similar a la pila galvánica.
Estos descubrimientos allanaron el camino para las baterías eléctricas.
Descripción[editar]

Esquema de una celda galvánica de Zn-Cu.

Una celda galvánica consta de dos semipilas (denominadas también


semiceldas o electrodos). En su forma más simple, cada semipila consta de un
metal y una solución de una sal del metal. La solución de la sal contiene
un catión del metal y un anión para equilibrar la carga del catión. En esencia, la
semipila contiene el metal en dos estados de oxidación, y la reacción química
en la semipila es una reacción redox, escrita simbólicamente en el sentido de la
reducción como:
M n+ (especie oxidada) + n e-  M (especie reducida)
En una pila galvánica un metal es capaz de reducir el catión del otro, y, por
el contrario, el otro catión puede oxidar al primer metal. Las dos semipilas
deben estar separadas físicamente de manera que las soluciones no se
mezclen. Se utiliza un puente salino o una placa porosa para separar las
dos soluciones.
El número de electrones transferidos en ambas direcciones debe ser el
mismo; así las dos semipilas se combinan para dar la reacción
electroquímica global de la celda. Para dos metales, A y B:
A n+ + n e-  A.
B m+ + m e-  B.
m A + n B m+  n B + m A n+
Esto no es toda la historia, ya que los aniones también deben ser
transferidos de una semicelda a la otra. Cuando un metal se
oxida en una semipila, deben transferirse aniones a la semipila
para equilibrar la carga eléctrica del catión producido. Los
aniones son liberados de la otra semipila cuando un catión se
reduce al estado metálico. Por lo tanto, el puente salino o la
membrana porosa sirven tanto para mantener las soluciones
separadas como para permitir el flujo de aniones en la dirección
opuesta al flujo de electrones en el cable de conexión de los
electrodos.
El voltaje de la pila galvánica es la suma de los potenciales de
las dos semipilas. Se mide conectando un voltímetro a los dos
electrodos. El voltímetro tiene una resistencia muy alta, por lo
que el flujo de corriente es realmente insignificante. Cuando un
dispositivo como un motor eléctrico se conecta a los electrodos
fluye una corriente eléctrica y las reacciones redox se producen
en ambas semipilas. Esto continuará hasta que la concentración
de los cationes que se reducen se aproxime a cero.
Para la pila galvánica, representada en la figura, los dos metales
son zinc y cobre, y las dos sales son los sulfatos del metal
correspondiente. El zinc es el metal más reductor, de modo que,
cuando un dispositivo se conecta a ambos electrodos, la
reacción electroquímica es
Zn + Cu2+  Zn2+ + Cu
El electrodo de zinc se disuelve y el cobre se deposita en el
electrodo de cobre. Por definición, el cátodo es el electrodo
donde tiene lugar la reducción (ganancia de electrones), por
lo que el electrodo de cobre es el cátodo. El ánodo atrae
cationes, que tienen una carga positiva, por lo que el ánodo
es el electrodo negativo. En este caso el cobre es el cátodo y
el zinc es el ánodo.
Las celdas galvánicas se usan normalmente como fuente de
energía eléctrica. Por su propia naturaleza
producen corriente. Por ejemplo, una batería de plomo y
ácido contiene un número de celdas galvánicas. Los dos
electrodos son efectivamente plomo y óxido de plomo.
La celda Weston se adoptó como un estándar internacional
para el voltaje en 1911. El ánodo es
una amalgama de mercurio (elemento) y cadmio, el cátodo
está hecho de mercurio puro, el electrólito es una solución
(saturada) de sulfato de cadmio y el despolarizador es una
pasta de sulfato de mercurio (I). Cuando la solución de
electrólito está saturada el voltaje de la celda es muy
reproducible; de ahí su uso como un estándar.

Voltaje de la pila[editar]
El potencial eléctrico estándar de una pila puede
determinarse utilizando una tabla de potenciales
estándar para las dos semipilas involucradas. La primera
etapa es identificar los dos metales que reaccionan en la
celda. A continuación se mira el potencial estándar de
electrodo, Eo, en V, para cada una de las
dos semirreacciones. El potencial estándar de la pila es igual
al valor de Eo más positivo menos el valor más negativo (o
menos positivo) del otro Eo.
Por ejemplo, en la figura anterior, las soluciones son CuSO 4 y
ZnSO4. Cada solución contiene una tira del metal
correspondiente y un puente salino o disco poroso que
conecta las dos soluciones y que permite que los iones
SO42- fluyan libremente entre las soluciones de cobre y zinc.
A fin de calcular el potencial estándar de la celda se buscan
las semirreacciones del cobre y del zinc, y se encuentra:
Cu2+ + 2 e-  Cu: Eo = + 0,34 V
Zn2+ + 2 e-  Zn: Eo = - 0,76 V
Por lo tanto, la reacción global es:
2+
Cu  + Zn   Cu + Zn2+
El potencial estándar de la reacción es entonces
0,34 V - (-0,76 V) = 1,10 V. La polaridad de la
celda se determina como sigue: el zinc metálico es
memos propenso a la reducción y más propenso a
la oxidación que el cobre metálico como muestra
el hecho de que el potencial estándar de reducción
para el zinc sea menor que para el cobre. Así, el
zinc metálico se oxida, cede electrones a los iones
Cu2+ y quedan cargados positivamente.
La constante de equilibrio, , para que la celda
viene dada por:
Donde:
  es el Faraday
  es la constante de los gases
  es la temperatura en kelvin.
Para la pila Daniell,  es aproximadamente igual a
1,5×1037. Así, en el equilibrio, sólo son transferidos
unos pocos electrones, los suficientes para causar
que los electrodos estén cargados.4
Los potenciales de semicelda reales deben
calcularse mediante el uso de la ecuación de
Nernst ya que los solutos raramente están en sus
estados estándar:
donde  es el cociente de reacción. Esto se
simplifica a:
donde  es la actividad del ion metálico en la
solución. El electrodo metálico está en su estado
estándar ya que por definición tiene actividad la
unidad. En la práctica se utiliza la concentración
en lugar de la actividad. El potencial de la celda
completa se obtiene al combinar el potencial de
las dos semiceldas, por lo que depende de las
concentraciones de ambos iones metálicos
disueltos.
El valor de 2,303R/F es 0,19845×10-3 V/K, así a
25 °C (298,15 K) el potencial de semiceldad
cambiará en  si la concentración de un ion
metálico aumenta o disminuye en un factor de 10.
Estos cálculos están basados en la hipótesis de
que todas las reacciones químicas están
en equilibrio. Cuando fluye una corriente en el
circuito, no se alcanzan las condiciones de
equilibrio y el potencial de la pila suele reducirse
por diversos mecanismos, tales como el desarrollo
de la sobretensiones.5 Además, dado que las
reacciones químicas se producen cuando la pila
está produciendo energía, las concentraciones de
los electrólitos cambian y se reduce el voltaje de la
celda. La tensión producida por una pila galvánica
depende de la temperatura debido a que los
potenciales estándar dependen de la temperatura.

Notación de celdas[editar]
La celda galvánica, como la que se muestra en la
figura, convencionalmente se describe utilizando la
siguiente notación:
(ánodo) Zn(s) | ZnSO4(aq) || CuSO4(aq) | Cu(s) (cátodo)
Una notación alternativa para esta celda podría
ser:
Zn(s) | Zn2+(aq) || Cu2+(aq) | Cu(s)
Donde se aplica lo siguiente:

 (s) denota sólido.
 (aq) significa un medio o disolución acuosa.
 La barra vertical, |, denota una interfaz.
 La doble barra vertical, ||, denota una unión
líquida para la que el potencial de unión es
cero, tal como un puente salino.6

Corrosión galvánica[editar]
Artículo principal: Corrosión galvánica

La corrosión galvánica es un proceso que


degrada los metales electroquímicamente.
Esta corrosión ocurre cuando dos metales
diferentes se ponen en contacto entre sí en
presencia de un electrólito, tal como el
agua salada, formando una pila galvánica.
También puede formarse una celda si el
mismo metal se expone a dos
concentraciones diferentes de electrólito. El
potencial electroquímico resultante
desarrolla entonces una corriente eléctrica
que disuelve electrolíticamente el material
menos noble.
Una celda galvánica es una celda donde las reacciones químicas
entre conductores diferentes conectados a través de un electrolito y un puente
de sal producen energía eléctrica . Una celda galvánica también puede ser
alimentada por reacciones espontáneas de oxidación-reducción. Esencialmente,
una celda galvánica canaliza la energía eléctrica producida por la transferencia de
electrones en una reacción redox. La energía eléctrica o la corriente pueden
enviarse a un circuito, como un televisor o una bombilla.
Las celdas galvánicas son aquellas que funcionan de forma que producen energía y
las reacciones en los dos electrodos tienden a transmitir espontáneamente
produciendo un flujo de electrones  desde el ánodo hasta el cátodo (este flujo de
electrones se denomina corriente y corresponde a la velocidad de transferencia de la
electricidad). También se las conoce como células voltaicas.

     En las células galvánicas se origina inicialmente una diferencia de potencial que


disminuye a medida que transcurre la reacción, de tal modo que cuando se alcanza el
equilibrio este potencial se hace cero. El potencial de la pila corresponde a la
diferencia entre los potenciales de las dos semicélulas (del ánodo y del cátodo)

E  total E 
 =  Cátodo E 
 -  Ánodo

Siendo E el potencial correspondiente. En las celdas galvánicas la reacción se


produce espontáneamente, es decir, el potencial E de la pila es positivo.

6. Representación de una pila:

      Por convenio se ha decidido que en la representación de las celdas el


ánodo y la información de la disolución con la cual está en contacto se colocan
a la izquierda. La información del cátodo a la derecha y ambos separados por
dos rayas verticales que representan los límites entre fases a través de las
cuales se desarrolla una diferencia de potencial. Así, las celdas representadas
hasta ahora se esquematizarían de la siguiente forma:

Zn | ZnSO4  | |  CuSO4 | Cu

Pt, H2 | H+ | |  Cl-, AgCl |  Ag


Las celdas electrolíticas son, por el contrario, aquellas que consumen energía
eléctrica, o lo que es lo mismo, , necesita una fuente de energía eléctrica externa. Así,
una celda galvánica puede funcionar como una celda electrolítica si se conecta el
terminal positivo de una fuente de alimentación de corriente continua al electrodo de
cobre (con un potencial superior al de la pila galvánica) donde se va a producir la
oxidación (ánodo), y el terminal negativo de la fuente al electrodo donde tiene lugar la
reducción (cátodo).

      En las celdas electrolíticas se necesita aplicar un potencial para que se produzca
la reacción por lo que el potencial de la pila es negativo.
Funcionamiento de una celda galvánica
El funcionamiento de la celda se basa en el principio de que la oxidación de Zn a
Zn2+ y la reducción de Cu2+ a Cu se pueden llevar a cabo simultáneamente, pero
en recipientes separados por un puente salino, con la transferencia de electrones,
e-, a través de un alambre conductor metálico externo. Las láminas
de zinc y cobre son electrodos.

En la semicelda anódica ocurren las oxidaciones, mientras que en la semicelda


catódica ocurren las reducciones. El electrodo anódico, conduce los electrones que
son liberados en la reacción de oxidación, hacia los conductores metálicos. Estos
conductores eléctricos conducen los electrones y los llevan hasta el electrodo
catódico; los electrones entran así a la semicelda catódica produciéndose en ella la
reducción.

Funcionamiento de una celda galvánica

Componentes
La celda galvánica, consta de una lámina de zinc metálico, Zn (electrodo anódico),
sumergida en una disolución de sulfato de zinc, ZnSO4, 1 M (solución anódica) y
una lámina de cobre metálico, Cu (electrodo catódico), sumergido en una
disolución de sulfato de cobre, CuSO4, 1 M (solución catódica).

Los electrodos son la superficie de contacto entre el conductor metálico y la


solución de semicelda (anódica o catódica). Si el electrodo no participan de la
reacción redox (ni se oxida ni se reduce), se le llama electrodo inerte o pasivo.
Cuando participa de la reacción redox, como es este caso, se denomina electrodo
activo. En la semicelda anódica ocurren las oxidaciones, mientras que en la
semicelda catódica ocurren las reducciones. El electrodo anódico, conduce los
electrones que son liberados.
En la reacción de oxidación, hacia los conductores metálicos. Estos conductores
eléctricos conducen los electrones y los llevan hasta el electrodo catódico; los
electrones entran así a la semicelda catódica produciéndose en ella la reducción.
El electrodo en el que se produce la oxidación es el ánodo y en el que se lleva a
cabo la reducción es el cátodo. Los electrones quedan libres a medida que el zinc
metálico se oxida en el ánodo; fluyen a través del circuito externo hacia el cátodo,
donde se consumen conforme el Cu2+(ac) se reduce.

Al oxidarse el Zn(s) en la celda, el electrodo de zinc pierde masa y la


concentración de Zn2+(ac) en la solución aumenta con el funcionamiento de la
celda. De manera similar, el electrodo de cobre gana masa y la solución de Cu2+
(ac) se hace menos concentrada a medida que éste se reduce a Cu(s). Ánodo
(oxidación) Zn(s) → Zn2+(ac) Cátodo (reducción) Cu2+(ac) + 2e- → Cu(s)

Los signos que adjudicamos a los electrodos de una celda voltaica. Hemos visto
que se liberan electrones en el ánodo conforme el zinc se oxida y fluyen al circuito
externo. Puesto que los electrones tienen carga negativa, adjudicamos un signo
negativo al ánodo. Por el contrario, los electrones fluyen hacia el cátodo, donde se
consumen en la reducción del cobre. En consecuencia, se confiere un signo
positivo al cátodo porque parece atraer a los electrones negativos.

Con el funcionamiento de la celda, la oxidación del Zn introduce iones Zn2+


adicional en el compartimiento del ánodo. A menos que se proporcione un medio
para neutralizar esta carga positiva, no podrá haber más oxidación. De manera
similar, la reducción del Cu2+ en el cátodo deja un exceso de carga negativa en
solución en ese compartimiento. La neutralidad eléctrica se conserva al haber
una migración de iones a través un puente salino o como en este caso, a través de
una barrera porosa que separa los dos compartimientos. Los electrones fluyen
desde el ánodo, de una celda voltaica, hacia el cátodo a causa de una diferencia
de energía potencial.

La energía potencial de los electrones es mayor en el ánodo que en el cátodo, por


esta razón, los electrones fluyen espontáneamente del primero al segundo a través
de un circuito externo. La diferencia de energía potencial por carga eléctrica (la
diferencia de potencial) entre dos electrodos se mide en voltios. Un voltio (V) es la
diferencia de potencial que se requiere para impartir 1 Joule (J) de energía a una
carga de 1 coulomb (C): La diferencia de potencial entre dos electrodos de una
celda voltaica proporciona la fuerza motriz que empuja los electrones a través del
circuito externo. Por consiguiente, se llama a esta diferencia de potencial fuerza
electromotriz (que causa movimiento de electrones), o FEM.
¿Qué es la conductividad eléctrica?
La conductividad eléctrica es la capacidad de la materia para permitir el flujo
de la corriente eléctrica a través de sus partículas. Dicha capacidad
depende directamente de la estructura atómica y molecular del material, así
como de otros factores físicos como la temperatura a la que se encuentre o el
estado en el que esté (líquido, sólido, gaseoso).

More Content by Concepto

La conductividad eléctrica es lo contrario a la resistividad, es decir, la


resistencia al paso de la electricidad de los materiales. Hay entonces materiales
buenos y materiales malos conductores eléctricos, en la medida en que sean
más o menos resistentes.

El símbolo para representar la conductividad es la letra griega sigma ( σ) y su


unidad de medición es el siemens por metro (S/m) o 𝛀-1⋅ m-1. Para su
cálculo se suelen tomar en cuenta también las nociones de campo eléctrico (E)
y densidad de corriente de conducción (J), de la siguiente manera:

J = σE, de donde: σ = J/E

La conductividad varía dependiendo del estado en que se encuentre la


materia. En los medios líquidos, por ejemplo, dependerá de la presencia de
sales disueltas en ellos que generan iones cargados positiva o negativamente, y
son los electrolitos responsables de conducir la corriente eléctrica cuando se
somete el líquido a un campo eléctrico.
En cambio, los sólidos presentan una estructura atómica mucho más cerrada y
con menor movimiento, así que la conductividad dependerá de la nube
de electrones compartidos por las bandas de valencia y la banda de
conducción, que varía según la naturaleza atómica de la
materia: los metales son buenos conductores eléctricos y los no metales,
en cambio, buenos resistentes (o aislantes, como el plástico).

Ver además: Conductividad térmica

Conductividad del agua


El agua en líneas generales es un buen conductor eléctrico. Sin embargo, dicha
capacidad depende de su margen de Sólidos Disueltos Totales (TDS), ya
que la presencia de sales y minerales en el agua forma los iones electrolíticos
que permiten el paso de la corriente eléctrica. Prueba de ello es que el agua
destilada, a la que se le eliminan (utilizando destilación y otros métodos) todos
los iones disueltos en ella, y no conduce la electricidad.

De esta manera, la conductividad del agua salada es mayor a la del


agua dulce. Se puede registrar el incremento en la tasa de conductividad a
medida que se añaden iones disueltos en el líquido, hasta alcanzar un tope de
concentración iónica en el cual se forman pares de iones, positivos con
negativos, que anulan su carga y impiden que la conductividad se incremente
más.
Conductividad del suelo

Los suelos más salinos serán mejores conductores eléctricos.

Los suelos, en general, presentan distinta conductividad eléctrica, dependiendo


de diversos factores como la irrigación hídrica o la cantidad de sales que
presenten. Así como en el caso del agua, los suelos más salinos serán
mejores conductores eléctricos que los menos salinos, y esta distinción
está determinada muchas veces por la cantidad de agua que reciben (ya que el
agua puede “lavar” las sales del suelo).

Este nivel de salinidad se confunde a menudo con la sodicidad del


suelo (la presencia de sodio), cuando en realidad la salinidad se refiere a la
abundancia de los cationes de sodio (Na+), potasio (K+), calcio (Ca2+) y
magnesio (Mg2+), junto a los cationes de cloro (Cl–), sulfato (SO42-), bicarbonato
(HCO3–) y carbonato (CO32-).

Así, en muchos casos se emplean técnicas como el lavado (para los suelos muy
salinos) o la inyección de otros elementos neutralizadores (como el azufre) para
los muy básicos. Esto puede a menudo determinarse mediante pruebas de
conducción eléctrica.
Conductividad de los metales
Los metales son, en líneas generales, excelentes conductores
eléctricos. Esto se debe a que los átomos de este tipo de material se
combinan por formación de enlaces metálicos. En los metales los electrones
permanecen alrededor del metal como una nube, desplazándose alrededor de
los núcleos atómicos estrechamente unidos, y son ellos los que permiten el flujo
eléctrico.

Al aplicar el metal a un campo eléctrico, los electrones fluyen libremente de un


extremo a otro del metal, tal y como ocurre también con el calor, del cual son a
la vez buenos transmisores. Por eso se emplea el cobre y otros metales en el
tendido eléctrico y en los dispositivos electrónicos. En la siguiente figura se
representa esquemáticamente el flujo de electrones (en rojo) cuando se aplica
un campo eléctrico a un metal:

Fuente: https://concepto.de/conductividad-electrica/#ixzz6jId6oXQh+

También podría gustarte