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1
AREA PERIODO
Filosofía
15/02/21
ASIGNATURA FECHA
Filosofía
Katerin Florez 11
DOCENTE GRADO
ETAPA GUIADA
Filosofía De La Religión.
La filosofía, desde sus comienzos, ha tenido presente esta cuestión bajo la forma de la especulación
teológica o teología natural, que pretendía analizar la naturaleza divina utilizando únicamente la
capacidad racional del ser humano, sin atender a una posible revelación. La fenomenología de la
religión, que trata de analizar y explicar el hecho religioso y las implicaciones que para el ser
humano tiene el aceptar la existencia de su ser trascendente. Se amplía así el campo de estudio de
la religión al del fenómeno religiosos.
Noción de religión.
Para explicar el hecho religioso, los filósofos han intentado definir la religión etimológicamente,
recurriendo a dos fuentes distintas:
Critica de la religión.
Es la parte de la filosofía que analiza el tema de la religión desde un punto de vista crítico. Esta
disciplina en realidad es antigua y puede ser trazada desde el primer siglo anterior a la era cristiana
hasta la actualidad con el advenimiento del denominado nuevo ateísmo. Desde una perspectiva
general, la crítica religiosa considera a las religiones como inconvenientes para los individuos y
sociedades y promotoras de la irracionalidad. Sin embargo, la crítica religiosa puede asumir
diferentes ideologías y posiciones y puede darse incluso dentro de una misma religión como
reguladora de su praxis.
A continuación, expondremos a los principales filósofos que realizaban una fuerte critica a la
sociedad
Marx considera que toda religión inhibe al ser humano de su fuerza liberadora, y acusa al
cristianismo de haber dado soporte ideológico a la explotación de una clase social por otra y de
haber suministrado a la burguesía una moral dirigida directamente contra el pueblo. Esto se percibe,
dice Marx en ideas tales como la pobreza evangélica y la resignación que mantienen al pueblo
sometido las clases dominantes. Por ello, la religión es una droga que adormece al pueblo.
Señalaba la miseria real en la que vivía el pueblo creyente oprimido en contraste con los poderosos
interesados en conservar esa miseria y explotación.
La religión es considerada como una “superestructura” como una ideología o instrumento al servicio
de una clase que adquiere una serie de privilegios, la clase sacerdotal o la de aquellos que actúan
bajo su protección y consentimiento, la clase dominante.
En la critica de K. Marx a la religión, hay base humanista radical. Ya no se trata simplemente de que
e ser humano se encuentre a si mismo, sino de liberarlo de la miseria y de la explotación en la que
se encuentra sumido. La alienación no es solo del ser humano sino también de la sociedad y de la
historia. La religión refleja las relaciones económicas de producción y desaparecerá una vez que el
revolucionario transforme el orden económico.
Para Nietzsche los valores cristianos y los de cualquier religión son elementos que reprimen los
instintos vitales as puros- en nombre de la vida hay que acabar con esos elementos. Pues lo que
promueven los valores religiones es el miedo a crecer como seres humanos. Por tanto, se deben
crear valores nuevos sin ninguna referencia a Dios porque “Dios ha muerto”, lo que hace posible la
plena realización del ser humano. Seguir con las religiones es ir en contra del ser humano y de la
vida.
La diversidad de formas concretas que adopta el fenómeno religioso y las grandes diferencias que
separan a unas de otras han llevado a criticar la objetividad de la religión, a considerarla mas bien
como un producto de la fantasía humana. Así, F. Nietzsche rechaza cualquier pretensión de verdad
que pueda ofrecer la religión y considera que ninguna contiene una sola verdad. La religión nació de
las angustias y de las necesidades del ser humano individual, y se deslizo posteriormente en la
existencia a través de los errados caminos de la razón.
Considera a Dios como una dimensión de a existencia humana proyectada fuera de si misma.
Interpreta el cristianismo, por sus orígenes orientales, como una rebelión de los esclavos contra sus
señores como una invención de los valores religiosas de Grecia y de roma, como una “neurosis
religiosa” que ha hecho triunfar la moral de los esclavos sobre la moral de los señores. La fe
cristiana supone el sacrificio de toda libertad, el sometimiento, escarnio y mutilación de si mismo.
Con la revolución Francesa se produjo la ultima gran rebelión de esclavos. Nietzsche anuncia el
Superhombre , para el que lo trascendente ya no tiene sentido, “Dios ha muerto”. Lo que tiene
sentido es lo mundano, la vida misma, que no necesita de ningún apoyo fuera de sí. Los mismos
hombres que crearon a Dios lo han asesinado para iluminar un nuevo horizonte libre.
Freud analiza la religión desde el psicoanálisis. Desde esta perspectiva, define al ser humano como
un ser al que la realidad exterior y la cultura impiden desarrollar los deseos. Esto da origen a los
conflictos internos, y los conflictos internos y los conflictos mal resueltos, o no resueltos, son fuentes
de neurosis que conducen a la persona a una fuga de la realidad y a la búsqueda de soluciones
fuera de si mismo.
La tarea de la historia, por lo tanto, es establecer la verdad del acá, después que haya
sido disipada la verdad del allá. Ante todo, el deber de la filosofía, que está al servicio de
la historia, es el de desenmascarar la aniquilación de la persona humana en su aspecto
profano, luego de haber sido desenmascarada la forma sagrada de la negación de la
persona humana.
¡Dios ha muerto y nosotros somos quienes lo hemos matado! ¿Cómo nos consolaremos,
nosotros, asesinos entre los asesinos? Lo que el mundo poseía de más sagrado y poderoso
se ha desangrado bajo nuestro cuchillo. ¿Quién borrará de nosotros esa sangre? ¿Qué
agua podrá purificarnos? ¿Qué expiaciones, qué juegos nos veremos forzados a inventar?
¿No es excesiva para nosotros la grandeza de este acto? ¿No estamos forzados a
convertirnos en dioses, al menos para parecer dignos de los dioses? No hubo en el mundo
acto más grandioso y las futuras generaciones serán, por este acto, parte de una historia
más alta de lo que hasta el presente fue la historia.
Puede que estemos aún demasiado bajo las consecuencias inmediatas de este
acontecimiento, y estas consecuencias inmediatas, sus consecuencias, no son para
nosotros, al contrario de lo que se pudiera esperar, tristes y tenebrosas en absoluto, antes
bien como una nueva especie de luz difícil de describir, como una felicidad, un alivio, un
recreo, un sustento, una aurora… Efectivamente, nosotros, filósofos y «espíritus libres»,
ante la noticia de que el «viejo Dios ha muerto», nos sentimos como iluminados por una
nueva aurora; nuestro corazón se inunda entonces de gratitud, de admiración, de
presentimiento y de esperanza. Finalmente, se nos aparece el horizonte otra vez libre, por
BIBLIOGRAFIA / WEBGRAFIA
Textos para profundizar y aclarar las temáticas expuestas en esta guía